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C A P I T U L O. 23

El número de los pisos se marcaban sobre la pequeña pantalla del elevador, y el tamborileo de sus dedos sobre el pasamanos de metal del ascensor. Formando una mueca en su rostro, mientras de reojo observaba a Jimin, quien parecía demasiado entretenido con su móvil.

Y desde que, habían despertado, el omega había estado demasiado pendiente de su móvil, ocasionando que este, ignorara cada uno de sus intentos por hablar, por qué si, desde la inoportuna visita de TaeHyung, había comenzado a comportarse de una extraña manera. Durante el tiempo que habían permanecido despiertos, Jimin había estado demasiado pensativo y no había vociferado palabra alguna, y esa mañana había estado demasiado distante y concentrado en los mensajes que le llegaban constantemente. Estaba más que claro que algo ocurría con Jimin, y estaba totalmente seguro que todo estaba ligado a las imprudentes palabras que TaeHyung había soltado la noche anterior antes de marcharse.

Tal vez, si TaeHyung no hubiese sido tan impertinente, él habría sido capaz de manejar la situación de su celo de una mejor manera.

Soltando un profundo y denso suspiro, JungKook acomodó a Gookie de una mejor manera sobre la cangurera, para seguidamente hablar.

—Jimin.—llamó con un tono de voz bajo.—¿Estás molesto conmigo?

El omega, que había estado sonriendo levemente hacia la pantalla de su celular, cambió rápidamente su expresión facial a una neutra, para seguidamente gesticular un bajo sonido en forma de negación como respuesta.

JungKook rodó sus ojos con frustración por la carente respuesta que el omega le había dado. Y para su mala suerte, antes de que pudiera decir cualquier cosa, el sonido de la campanilla que indicaba que habían llegado a su piso de destino se hizo sonar.

Habían llegado a la recepción del edificio.

En cuanto las puertas del elevador se abrieron, el omega se dispuso a salir del elevador, pero antes de siquiera cruzar el umbral de la puerta, fue detenido por el firme agarre de la mano del alfa sobre su brazo izquierdo. Con sus movimientos siendo detenidos abruptamente, Jimin se giró levemente en su lugar, para llevar su mirada desde la mano del alfa, hasta el rostro de este.

El omega era consciente que, su cambio de comportamiento para con el alfa había sido demasiado drástico, porque incluso había ignorado cualquier intento de conversación entre ellos, dado que no se sentía preparado para afrontar las palabras que JungKook pudiera llegar a decir. Y ahora que el alfa le había detenido, estaba claro con qué intenciones lo había hecho, podía notarlo en su mirada, pero lastimosamente en esos momentos no contaba con el tiempo, el ánimo, ni mucho menos con la preparación emocional como para arreglar la situación.

—Necesitamos hablar.—JungKook dijo con firmeza.

Jimin tomó una bocanada de aire antes de hablar.

—No tengo tiempo, JungKook.—dijo.—Tengo clases en media hora..., lo mejor será que hablemos en la noche.

—¡No! Vamos a hablar ahora.—el alfa sentenció.—Anoche te di tu respectivo espacio y hoy en la mañana cuando intenté hablar contigo me ignoraste olímpicamente. Así que, no te dejaré ir mientras no hablemos de lo que te sucede.

El omega trató de liberarse del agarre de JungKook, pero le resultó imposible.

—En serio, JungKook no tengo tiempo para esto ahora. Además, están esperando por mí.

JungKook arqueó una de sus cejas.

—¿Quién?—inquirió.

Pero tan pronto como su pregunta fue pronunciada, sus ojos captaron como una figura se adentraba al edificio. Y fue cuestión de un par de segundos para que sus ocelos reconocieran al individuo que había ingresado.

Su entrecejo se frunció notoriamente y su lobo interno comenzó a gruñir y se colocó en una posición de ataque en su interior. Frente a ellos estaba el alfa que un par de meses atrás había acompañado a Jimin a la universidad..., era el alfa imbécil que portaba tatuajes en su rostro. 

¿Qué hacía ese idiota en su edificio? JungKook no lo sabía, pero internamente él y su lobo esperaba que no estuviera ahí por Jimin.

—DongSu.—Jimin dijo cuando notó la presencia de su amigo.

—Minnie, ¿está todo bien con ese alfa?—el omega mencionado asintió levemente.—De acuerdo. Entonces, ¿nos vamos?

Jimin iba a proceder a responder afirmativamente. No obstante, sus palabras y cualquier acción se vio interrumpida cuando el alfa tiró de él, para rápidamente presionar el botón de cerrar las puertas del elevador; el buen humor que JungKook había portado en un principio se había evaporado gracias a la presencia del alfa y al enterarse de que estaba ahí por Jimin, ¿Por qué demonios Jimin se iba a ir con ese alfa? Pero sobre todo, ¿A dónde irían?

Sin conocer respuesta para dichas interrogantes, JungKook sintió como su lobo se encontraba furioso y sufriendo de un ataque de celos. Y es que, para el animal que habitaba en el interior de JungKook, Park Jimin era su omega..., Jimin era el omega con el que se iba a emparejar y a tener cachorros, aunque la parte humana y racional de JungKook se negara a aceptarlo.

El ver como otro alfa iba por su omega le enfurecía demasiado que, había tomado el control del cuerpo de JungKook por un par de segundos. Por ningún motivo iba a permitir que Jimin se fuera con ese alfa..., no cuando lo miraba como una amenaza, porque estaba más que claro que ese tal DongSu tenía intereses sentimentales por su omega.

A Jimin le tomó una pequeña fracción de segundo ser consciente de la situación. Y al hacerlo, llevo su desconcertada mirada hacia el alfa, y esté tenía su entrecejo fruncido en una clara expresión de enfado en su rostro, pero pese a la expresión que este portaba, le resultó levemente gracioso y no por la situación o la acción que JungKook realizó, sino por el simple hecho de ver a JungKook portar a Gookie en una cangurera, le quitaba cualquier seriedad a la situación, porque en lugar de verse intimidante, se miraba adorable.  Pero dicha percepción se evaporó en cuanto el alfa habló.

—Mientras sigas sin querer hablar conmigo, no te dejaré salir.—JungKook sentenció.—Y me importa poco si ese idiota se muere esperando por ti.

Jimin frunció su entrecejo y ladeo levemente su cabeza.

—JungKook, no estoy bromeando cuando digo que tengo clases en menos de media hora.—Jimin expresó con severidad.

—Yo tampoco bromeó al decir que mientras no hables conmigo no te dejaré salir. Es así de sencillo.

El omega no podía dar crédito a la situación y mucho menos a la impropia actitud infantil e inmadura que JungKook había optado en esos momentos; soltando una bocanada de aire, se preparó para hablar nuevamente.

—No seas inmaduro, JungKook.—el omega se removió en su lugar, para cargar la mayor parte de su peso sobre el pasamanos del ascensor.—¿Crees que podremos estar mucho tiempo en este ascensor? Alguno de tus vecinos o los habitantes de los demás pisos lo ocuparán...

El alfa bufó y rodó sus ojos con levedad.

—Entonces, será mejor que comiences a hablar.—Jeon vociferó con mordacidad.

JungKook claramente se encontraba empecinado en solucionar lo que sea que ocurriera con Jimin de la manera más civilizada posible, pero para ello necesitaba que el omega hablara con él y le dijera que cosa de la que había escuchado o presenciado le había incomodado. Porque, nuevamente, él estaba seguro de que alguna de las imprudentes palabras había ocasionado tal comportamiento y actitud en Jimin para con él.

—Bien. Estoy esperando.—JungKook agregó un par de segundos después, donde Jimin no gesticuló sonido alguno.—¿Me vas a decir por estas así? ¿Acaso es por lo que TaeHyung dijo de mi celo?

Jimin mordió levemente su labio inferior y le dedicó una pequeña mirada a su cachorro mecánico, antes de hablar. Porque sabía que negarse sería un caso perdido y lo único que lograría era perder más tiempo, y arriesgarse a llegar aún más tarde a su clase.

—Es que, no sé.—confesó con un tono de voz que demostraba cansancio. Un cansancio no físico, sino más bien mental.—Es solo que..., es tan complicado, ¿sabes?

El alfa relajó su expresión facial en cuanto escuchó al omega comenzar a hablar, pero a medida que este gesticula sus palabras, su entrecejo volvió a fruncirse y esta vez en una clara muestra de desconcierto; Jimin hizo una pequeña pausa en la que permito tomar una bocanada de aire en un claro intento de intentar de aclarar sus ideas, para posteriormente proseguir.

—Sé perfectamente que nuestra relación está muy alejada de ser como la que TaeHyung tiene con Hoseok.—Jimin comenzó a explicar.—Así como sé que, no ibas a pedirme que te ayudara durante esos días..., ni siquiera tenía la ilusión de ello.

JungKook asintió ante las palabras del omega de cabellos malva y soltó un profundo suspiro porque, ciertamente, ellos no tenían—ni remotamente—una relación tan estrecha e íntima como la que TaeHyung y Hoseok tenían. Y probablemente estaban demasiado lejos de tenerla, porque para desgracia de ambos había una gruesa línea entre ellos, y que ninguno se animaba a cruzar.

—Además, es más que obvio..., —Jimin hizo una pequeña pausa, para corregir sus palabras.—Quiero decir, supongo que ya tienes a alguien con quien pasar tus celos..., eso es algo más que obvio.—finalmente agregó.

Inevitablemente, la expresión en el rostro de JungKook cambió drásticamente a causa de las palabras de Jimin.

—¡Espera!—JungKook exclamó con el entrecejo fruncido y una clara expresión de consternación en su rostro.—¿Qué quieres decir con que ya tengo a alguien para pasar mis celos?

¿Había escuchado bien? ¿De dónde jodidos Jimin había sacado la idea de que ya tenía a alguien para pasar sus celos? ¡Por la diosa luna! Eso era ridículo. Porque, él no tenía a nadie que le ayudara con sus celos..., y de hecho, únicamente había pasado tres de sus celos con un omega. Omega que había desaparecido de su vida luego de haber comenzado su relación con YoonGi. Uno de sus más grandes errores si se le permitía decir. Por qué en todos sus años de relación, jamás había pasado sus celos con YoonGi, y mucho menos este le había permitido ayudarle en sus celos..., y tal vez, hubiera tomado esas acciones como una señal.

—¿De dónde sacaste que tengo a alguien para pasar mis celos?—volvió a interrogar con el entrecejo fruncido y su cuerpo levemente tenso.

El omega, por su parte, mordió levemente su labio inferior y descendiendo su mirada hasta sus zapatos semi deportivos, para seguidamente encogerse de hombros.

—No sé..., yo solo lo supuse.—Jimin confesó.—Digo, eres un alfa demasiado apuesto y seguramente hay miles de omegas detrás de ti..., ¡Luna, JungKook! Es casi imposible que no hay ningún omega que no se haya ofrecido como voluntario para ayudarte con tus celos, hasta yo...

Jimin corto abruptamente sus palabras cuando fue consciente del rumbo que estas habían comenzado a tomar.

No seas cobarde y termina la frase. Jimin escuchó a su lobo interno hablar, pero decidió ignorarlo, porque se negaba rotundamente a terminar una frase que seguramente iba a ponerlo en una incómoda y vergonzosa situación. Y es que, había estado a punto de decirle a JungKook que incluso él estaría más que dispuesto a ayudarle con su celo, por qué siendo sincero con él mismo y con su propio lobo, Jeon JungKook era un alfa sumamente apuesto y ardiente, que no dudaba que era bueno en la cama..., aparte de que en lo más recóndito de su memoria estaba el recuerdo del día en el que había cometido la peor de sus desfachateces.

Y es que, le era imposible olvidar la mañana en la que había tenido el atrevimiento de bajarle los calzoncillos al alfa, para descubrir todo lo que este escondía, y mucho menos iba a poder olvidar la sensación de llenura que había sentido cuando había introducido en su boca la gran y gruesa polla que se cargaba..., ¡Por la luna!, era más que obvio que JungKook sabía darle buen uso a su mástil, o al menos eso era lo que tanto él como su lobo creían fielmente.

—¿Tú qué?—y fue gracias a esa pregunta por parte de JungKook que, Jimin fue sacado de su pequeño letargo.

—Nada. Olvídalo.

El alfa asintió con levedad.

—Como sea, solo quiero dejar algo en claro.—y con sutileza Jimin nuevamente levantó su mirada hasta unirla con la de JungKook.—Yo no tengo a ningún omega que me ayude con mis celos, y no por qué nadie se hubiese ofrecido, sino porque yo así lo he decidido, porque como dices tú, hay miles de omegas que se han ofrecido..., —JungKook no comprendía por qué se encontraba dándole una explicación a Jimin sobre su actividad sexual durante el celo, pero al ser consciente de ello acortó sus palabras.—Lo que estoy tratando de decir es que, únicamente he pasado tres de celo en compañía de un omega, así que...

Probablemente, hubiera continuado dando explicaciones innecesarias de no haber sido interrumpido por Jimin.

—Está bien, JungKook.—el omega murmuró.—No es necesario que me des una explicación de tu vida sexual. Sin embargo, me habría gustado que me informara que tu celo estaba a la vuelta de la esquina.

Jimin formó una pequeña mueca, al mismo tiempo en el que observaba como Gookie gesticulaba pequeños gorgójeos, y movía sus extremidades libres. E inevitablemente sonrío levemente, y alargó su mano derecha para dejar una leve caricia sobre la tersa piel de su cachorro mecánico.

—Lamento no haberte mencionado sobre lo de mi celo.—Jimin elevo levemente su mirada hacia el alfa.—Pero, ni siquiera me acordaba de que estaba próximo a mi celo..., de hecho, siempre es el celo de TaeHyung, el que me avisa que mío está próximo.—JungKook confesó con sinceridad.—Y sí bien es cierto que, cuando mencionaste que ibas a cuidar de los muñecos de TaeHyung estaba en celo, fui consciente de que mi celo estaba próximo, pero entre el llanto de los cachorros y todo lo demás terminé olvidándolo por completo, lo siento.

El omega asintió con levedad, al mismo tiempo en el que se encogía de hombros.

—Está bien.—el omega gesticuló, restándole importancia.—Pero, habría sido genial saber que tu celo es en unos días.—hizo una pequeña pausa.—Digo, al menos habría tenido tiempo para buscar un lugar donde pasar los días de tu celo. Porque, gracias a tu pequeña venganza, no puedo aparecer por mi casa diciendo que estás en celo, cuando supuestamente estoy a la espera de un cachorro tuyo.

Y ahí estaba uno de los problemas que hasta el momento JungKook no había previsto. Jimin no tenía donde pasar los días mientras él estuviera en celo, por la razón previamente mencionada la casa de los Park no era una opción, y nunca lo sería—Porque, algo en su interior le decía que el señor Park haría todo lo posible para retener a Jimin.—, porque su gran mentira debía ser mantenía todo el tiempo que le fuera posible.

Si le pidieras a Jimin de que nos ayude en nuestro celo, probablemente dejaría de ser una mentira el hecho de que está a la espera de un cachorro nuestro. JungKook quiso rodar sus ojos ante las palabras de su lobo. Y es que, estaba más que claro que su lobo quería muchas cosas con Jimin y entre ellas estaba el marcarlo y el llenarlo de cachorros..., mientras que él..., bueno, él no quería cachorros en lo absoluto.

Además, él no era ese tipo de alfas que trataba de dejar embarazado a cuánto omega pudiera. No era tan inconsciente y desgraciado; sabía que así como él, Jimin tenía sueños y metas, y no se los truncaría solo por complacer a su tonto lobo.

—Y-yo, creo que lo mejor será decirle a mis padres y hermanos que no estoy embarazado. Así podría...

—¡No!—JungKook exclamó cortando las palabras de Jimin.—Estoy seguro de que encontraremos un lugar donde puedas pasar los días de mi celo. Así que, no hay necesidad de decirle nada tus padres y mucho menos a tus hermanos.

Jimin quiso rodar sus ojos, pero logró contenerse, y es que, no entendí por qué estaba tan empecinado en mantener en pie toda esa farsa de que estaban a la espera de un cachorro. Y aunque se lo había preguntado en reiteradas ocasiones, JungKook no le había dado respuesta alguna.

—Como sea.—Jimin bisbiseo.—Hablemos de esto en la noche, ¿sí?—tocó levemente la pantalla de su celular para observar la hora.—Tengo una clase importante y estoy llegando tarde.

Sin agregar más o siquiera esperar que JungKook pudiera decir algo, se movió con rapidez y agilidad hasta el panel de los botones para tocar los botones necesario, para que el ascensor se pusiera nuevamente en marcha y abriera sus puertas.

—Cuida bien de Gookie y si hay alguna emergencia con él, lo cual dudo, no dudes en llamarme.—el omega, agregó.

Y para cuando las puertas metálicas se abrieron, Jimin se acercó para dejar una pequeña caricia sobre la suave cabellera de Gookie, y un pequeño apretón sobre uno de los brazos de JungKook, para seguidamente disponerse a salir, pero, para su desgracia nuevamente fue detenido por el alfa mencionado.

Una mueca de consternación e irritación se formó en su rostro.

No obstante, al llevar la su mirada hacia JungKook, se encontró con algo que jamás había presenciado en el tiempo que llevaba conociéndolo..., y para ser sincero jamás se imaginó presenciar. Estaba más que abrumado que no fue consciente en el momento en el que su cuerpo fue manipulado con tanta facilidad, ni mucho menos cuando se mentó fue tomado con firmeza entre los dedos de JungKook, hasta que, sus ocelos observaron como el rostro del alfa se acercaba al suyo.

¿Por qué JungKook estaba acercándose a su rostro? ¿Iba a besarlo? No lo sabía, pero su lobo interno estaba demasiado entusiasmado con la idea, y aunque tratara de negarlo, él también lo estaba. Sin embargo, en el momento en el que los finos labios de JungKook cepillaron los suyos, hizo un tonto movimiento, el cual ocasionó que los labios de JungKook se posaran sobre la comisura de sus labios.

En cuanto el alfa tomó una pequeña distancia entre ellos, Jimin no tardó en abandonar el ascensor, lo más rápido que sus piernas le habían permitido. Y con cada paso sentía como su corazón martillaba desbocadamente en su pecho y como su lobo aullaba en reproches por evitar el beso con JungKook. Y no, no había movido su rostro para evitar el beso por pánico o porque quisiera mantener su relación a raya, sino por qué, quien lo iba a besar, no era JungKook..., al menos no del todo. Y lo sabía gracia a los profundos ojos negros de JungKook se habían esfumado y tornado a un hermoso color azul, dejando en claro que se trataba del lobo que habitaba en su interior.

Y no fue hasta en el momento en el que su atolondrada cabeza logró tomar el control de sus pensamientos y de las emociones que fue consciente de que DongSu seguía ahí esperando por él y en su rostro portaba una indescriptible expresión.

—¿Nos vamos?—preguntó con su voz saliendo casi en un susurro.

El alfa tatuado asintió.

Y fue así como se dispuso a abandonar el edificio junto al alfa que lo llevaría a su clase en los barrios bajos..., y fue gracias a este que, Jimin se dio cuenta de que el lobo de JungKook le había hecho una marca de aroma sin que él se hubiese dado cuenta. Y con ello fue consciente que el lobo interno de JungKook gustaba de él. Sin embargo, había una interrogante que acompañó a Jimin durante todo el día.

¿JungKook también gustaba de él? Y aunque claramente no tenía una respuesta, él tampoco tenía claro cuál deseaba que fuera la respuesta. Por qué, para su desgracia, no tenía claro sus sentimientos hacia el alfa..., al menos no del todo.

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