C A P I T U L O. 14
Con su espalda apoyada sobre una de las columnas de concreto del edificio, y sus brazos cruzados sobre su pecho, JungKook se encontraba de un pésimo humor, y aunque deseara atribuirle su mal humor a lo acontecido esa misma mañana en una de sus clases, estaba totalmente consciente de que su mal humor se debía a las pocas de horas de sueño que cargaba consigo, gracias a la ausencia de cierto omega en su cama, en su departamento.
La falta del calor y aroma del omega..., incluso de su presencia misma, había sido una tortura para JungKook, quien luego de haber dejado a Jimin en casa de sus padres el sábado por la tarde, había regresado a su departamento con la esperanza de ver alguna serie o sencillamente dormir, pero, en el momento en el que la puerta de su departamento fue cerrada tras sus espaldas fue golpeado por la soledad y el vacío que su departamento transmitía gracias a la ausencia del omega. Al punto de que JungKook se mantuvo fuera de este, hasta que se vio obligado a volver a altas horas de la madrugada, para tratar de dormir, pero la ausencia del mismo, lo mantuvo dando vueltas sobre la cama hasta que los primeros rayos del Sol se colaron por su ventana.
Sin duda había sido un pésimo fin de semana. Y ni hablar del desagradable inicio de semana que estaba teniendo.
Soltando el aire que ni siquiera sabía que había estado reteniendo por su nariz con brusquedad. Escucho las carcajadas de dicho omega, que le fue totalmente imposible no llevar su mirada hacia este por novena vez; Hacía más de quince minutos desde que Jimin había cruzado las puertas del edificio junto a sus "amigos", y ni siquiera se había dignado a darle una mísera mirada, lo cual aumentaba su mal humor, erradicaba la poca paciencia que tenía para seguir esperando a que fuese su turno, para que le entregara el jodido cachorro mecánico. Y sobre todo para tener la atención de cierto Omega, aunque eso sería otra de las cosas que no admitiría en voz alta.
JungKook bufo con molestia, mientras busca a tientas la cajetilla de cigarrillos que tenía en uno de los bolsillos de su cazadora negra. Posiblemente, iba a necesitar fumarse más de un cigarrillo, para que los efectos de la nicotina lograrán mitigar su molestia y sobre todo el extraño sentimiento de añoranza hacia Jimin.
—Uhg, pero qué malas pulgas las que te cargas, Jeon.—dijo la voz de su mejor amigo a sus espaldas.—¿Te has levantado con el pie izquierdo hoy o una vaca te mastico la polla?
En cuanto el azabache escucha la sarcástica pregunta de su mejor amigo, únicamente se limita a rodar sus ojos, sin dejar de buscar la jodida cajetilla, la cual para su jodida suerte solo contaba con dos míseros cigarrillos. Sin duda alguna no estaba teniendo un buen inicio de semana.
—¡Que te jodan, TaeHyung!—exclamo molesto.
El omega mencionado chasqueó su lengua una vez estuvo frente al rostro de su mejor amigo.
—Bueno, no me vendría mal que me jodieran.—el comentario de TaeHyung, que tenía un indicio gracioso, no causó el efecto esperado en JungKook, quien se encontraba encendiendo uno de los dos míseros cigarrillos, y mucho menos para el alfa de cabellos azabache y de contagiosa sonrisa que recién llegaba.— ¡Hobs!—exclamó cuando sus ojos captaron la presencia de su compañero de proyecto.
TaeHyung no perdió tiempo en alargar su mano, para atraer el cuerpo del mayor hacia el suyo. En los últimos días, TaeHyung se había dado cuenta de que el aroma de Hoseok calmaba a su inquieto lobo, mientras que a él le hacía olvidarse del dolor y la soledad con la que tenían que liderar desde su segundo año de carrera.
Sonriendo con levedad, llevó su nariz hazte el cuello de Hoseok para llenar sus pulmones del aroma. El cual era una mezcla entre bergamota, geranio y vetiver.
Cuando JungKook vio la forma en la que su mejor amigo se aferraba al cuerpo de su primo y olfateaba el cuello de este, le fue casi imposible no gruñir con molestia y no por la escena, sino por el hecho de que tanto su estúpido lobo y una pequeña parte de él, deseaban estar de esa forma con cierto omega de ojitos bonitos y sonrisa hermosa.
—Bien, ya estuvo bueno.—TaeHyung siseo con su entrecejo fruncido.—¿Qué mierda te sucede? ¿A qué se debe tu mal humor?
—Lo sabrías si hubieses estado presente en las clases del Arquitecto Seo.—Bramó.—Porque no has estado presente me ha obligado a hacer un plano con Tzuyu.—al castaño le hacía gracia que su mejor amigo hubiese sido obligado a hacer pareja con la omega que casi nadie de sus compañeros soportaba.—¿Por qué mierda no entraste a clases?
—Surgió algo.—se limitó a responder.
JungKook arqueó una de sus cejas ante la carente respuesta que había recibido por parte de su mejor amigo, y este, al notar dicha expresión en el rostro del alfa, soltó un pequeño suspiro antes de hablar.
—SunAh se presentó en mi departamento esta mañana y tuve que hacerme cargo de ella.—Aclara con una expresión en su rostro que denota que no desea hablar del tema.
El alfa comprendió en su totalidad de que su amigo no quisiera a hablar sobre el tema, así como también era consciente de que no era ni el lugar, ni el momento, para hablar de la reaparición de SunAh. Y es por ello que solo se limitó a darle una calada a su cigarrillo.
—¿Por cierto donde está Jiminnie? ¿No debería estar aquí contigo?—TaeHyung rápidamente buscó con la mirada al omega de cabellos moradas.
—A tu izquierda.—JungKook respondió sin más, para nuevamente darle una calada a su cigarrillo, para segundos después expulsar el humo de la nicotina por sus fosas nasales.
TaeHyung no tardó en llevar su mirada hacia dicha dirección para buscar al omega; y encontrarlo a solo unos escasos metros de distancia, riendo y charlando no con quienes parecían ser sus compañeros y amigos dentro de la universidad. Hoseok quien había permanecido en silencio, solo envolviendo entre sus brazos a TaeHyung para brindarle calor y confort, también efectuó la acción de llevar su mirada hacia dicha dirección, pero al contrario del omega, puede notar un deje de tristeza e incomodidad en los ojos del omega, algo tan inusual en el ocurrente y alegre omega.
Sin percatarse, Hoseok mantuvo su mirada sobre el Omega, hasta que la voz del mejor amigo de su primo y su compañero de proyecto lo saca de su pequeño letargo.
—Sus amigos no me caen bien, y menos ese que siempre anda con él. —TaeHyung murmura con una pequeña mueca formada en su rostro, y antes de cualquiera de los dos alfas presentes se atreva a preguntarle el porqué, gritó el nombre de Jimin. —¡MINNIE!—de forma casi inmediata el mencionado se giró en su dirección.
En cuanto Jimin había girado su rostro en dirección de donde provenía el fuerte grito de TaeHyung, inevitablemente sus ojos había caído sobre la despreocupada figura de cierto alfa de cabellos azabache y rebeldes—los cuales caían de una forma desordenada y ardiente sobre su rostro—que le daba una calada al cigarrillo entre sus dedos, mientras mantenía la mirada sobre el jardín que se observaba a través de las barandas del abierto pasillo.*
Si bien había intentado mantenerse al margen de este para no incomodarlo más de lo que seguramente lo había hecho todo el tiempo que se hospedó con él, le había resultado casi imposible no buscarlo de mirada una vez llegó al lugar, y mirarlo de reojo cada que podía; y aunque su mirada no estuvo más de unos minutos sobre el alfa, gracias a las señales que TaeHyung realizaba para capturar su atención, había sido el tiempo suficiente para que su inquieto lobo comenzara a rasguñar y lloriquear en su interior exigiéndole ir hasta el alfa para enterrar su nariz en el cuello de este y así llenar sus pulmones del agradable aroma a brisa silvestre con ese toque a tabaco que JungKook desprendía de su ser.
Jimin se sentía consternado y asustado en demasía por el hecho de desear tanto el llenarse del aroma de JungKook, al punto de que la fragancia de este se convirtiera en una segunda piel, que le acompañará durante todo su día, pero sobre todo a la hora de dormir, debido a lo vacía y fría que se sentía su cama desde que había vuelto a casa de sus padres. No sabía que había hecho el alfa con él, pero durante las noches se encontraba añorando el aroma tan relajante, el calor corporal de JungKook, así como también enredar su cuerpo de manera inconsciente con el de este. Lo añoraba y eso era un hecho, que no comprendía y que no podía negar aunque lo quisiera.
Luego de disculparse y despedirse de sus amigos, no tardó en acercarse hacia donde JungKook junto a TaeHyung se encontraban. Cuando la distancia entre el castaño y él era relativamente mínima, fue tomado en un fuerte y cálido abrazo.
—Tanto tiempo sin verte, Minnie.—TaeHyung habló contra su mejilla izquierda.—¡Luna! ¡Han sido siglos enteros desde la última vez que te vi y tú ignorando mi presencia! ¿Qué clase de amigo eres Minnie? ¿Acaso ya no me quieres? Hobi sostenme que siento que mi corazón duele por culpa de la indiferencia de Jiminnie.
Tanto Hoseok como Jimin se limitaron a negar levemente con un deje de diversión, para luego soltar una pequeña y sonora carcajada ante la escena tan dramática de TaeHyung.
—Hola, Hobi Hyung.—Jimin saludo al mayor con una pequeña sonrisa antes de proceder a posar su mirada nuevamente en TaeHyung, quien ahora yacía nuevamente refugiado entre los brazos del mayor.—Lo siento TaeTae, estaba con mis amigos..., y bueno no te había visto.
Como era de esperarse, TaeHyung formó una expresión en su rostro que denotaba que se había ofendido con las palabras del pelimorado.
—Imperdonable, eso es imperdonable, Minnie, ¿cómo osaste ignorar mi hermosa presencia? Que la luna te perdone, porque yo no podré hacerlo.—el castaño murmuró mientras se escondía en el cuello del Hoseok.
—Bueno, ya que no piensas perdonarme por nada del mundo, creo que tendré que darle las galletas que mi madre te ha enviado a otro..., ¿tal vez a Hobi Hyung o...,
Antes de que el pelimorado fuese capaz de continuar, fue interrumpido abruptamente por el omega castaño.
—Yo pienso que tal vez si pueda perdonarte.—Jimin sonrió levemente.—Bueno, tal vez si me das las galletas podría considerarlo, al menos un poquito.—TaeHyung enfatizó el "poquito" con su dedo índice y pulgar.
—Eres todo un caso, Tae.—murmuró.
JungKook quien se había mantenido casi al margen, mientras terminaba de fumarse su cigarrillo durante ese corto intervalo de tiempo, soltó un fuerte gruñido que había logrado capturar la atención de varios de los que estaban presente, pero sobre todo la atención de Jimin. Tras formar una mueca de disgusto en su rostro, procedió a dejar la colilla de su cigarrillo, para posteriormente apagarlo con la punta de su bota.
—JungKook...—Jimin bisbiseó por lo bajo.
—Jimin.—el azabache gesticula el nombre, el omega bajo el mismo tono, con el cual este pronunció el suyo.—¿Todo en orden en casa?
El omega se ve tentó en expresarle que no todo está bien, que su padre y su hermano JinYoung discuten cada que pueden, que varias cosas no están bien, como el hecho de que extrañaba su calor y su aroma por las noches, y que su lobo aúlla desconsolado desde que se marchó, sin embargo, se obliga a callar y a expresar todo lo contrario.
—Sí, todo en orden.—responde
—Oye, Hobs, ¿no crees que tú y yo deberíamos besarnos para romper la tensión que hay aquí?—TaeHyung dice mientras se abanica con la palma de su mano.—Oigan, creo que pueden irse a uno de los tantos salones vacíos a romper toda esta tensión sexual que hay entre ustedes, ¿o esperan llegar al departamento?
Jeon le dedicó una mortífera mirada a su mejor amigo, y a su primo.
—No digas tonterías, TaeHyung.—siseo entre dientes.
—Bueno, Bueno, perdón, señor perro rabioso, con malas pulgas.—TaeHyung vociferó divertido, al mismo tiempo que levantaba sus manos en símbolo de paz.—Por cierto, Minnie, ¿Has escuchado algo de lo que está sucediendo allá adentro?—señaló la sala donde se estaban entregando los cachorros con cabeza.
Park Jimin asintió.
—Sí, la verdad es que no estoy del todo seguro, pero, según lo que escuche, es que antes de que nos entreguen los cachorros mecánicos, nos realizarán una evaluación psicológica...
—¿Para qué?—Hoseok interrumpió.
—No estoy seguro, pero unos dicen que para ver si no estamos tan locos para cuidar un bebé, otros que para evaluar a los alfas y evitar que estos puedan aprovecharse de su jerarquía y dañar a su pareja de proyecto.—Jimin explicó con su entrecejo levemente fruncido.—Pero no nos dejemos llevar por lo que dicen, una vez que entremos nos explicarán de que va todo.
A diferencia de los demás alfas, a JungKook no le interesaba demasiado que lo evaluarán, para estar seguro de que no era una amenaza en potencia para Jimin o para cualquier omega, al contrario de ello, quería demostrar que era todo lo contrario al estereotipo de alfa sin cerebro que se sentía superior ante cualquier omega o beta. Así que encogiéndose de hombros y soltando un pequeño y denso suspiro, se movió de su lugar, para aproximarse hacia Jimin.
—Sea lo cual sea la razón de esa evaluación psicológica, está retrasando la entrega de los jodidos muñecos, que lo más probable es que algunos reciban su muñeco a finales de esta semana.—JungKook profirió.—Lo más sensato es que designarán a más personas para que realizaran la entrega de los muñecos.
—Y lo harán.—Hoseok murmuró.—Justo ahí vienen casi todos los jefes de las diversas facultades, están por agilizar el proceso.
Y fue de esa manera en la que, luego de quince minutos, la rectora abrió la puerta de la sala de conferencia en la que se encontraba, para posicionarse bajo el umbral de esta con una hoja en mano.
—Necesito a la pareja 0013.—dijo en voz alta, capturando la atención de todos.—Pareja 0013, Jeon JungKook y Park Jimin.—los dos mencionados dieron una paso al frente, para que la rectora los pudiera ver.—Bien, quiero que estén listos y atentos, porque una vez salgan la pareja que se encuentran adentro, ustedes pondrán pasar, ¿de acuerdo?
—Sí.—Jimin y JungKook respondieron al unísono, antes de la rectora volviera a ingresar a la sala de conferencias y cerrará la puerta segundos después.
Cuando JungKook abrió las puertas de la pequeña sala de conferencias, Jimin asomó levemente su cabeza por la ranura que se había formado al abrirla, encontrándose así con la presencia de la rectora y dos cambia formas más, que el omega suponía que eran los encargados de realizar el pequeño test psicológico. Y una vez su presencia fue notada por los presentes, se atrevió a entrar seguido del alfa, quien seguía portando una clara expresión de molestia y mal humor.
—Buenas tardes.—Jimin y JungKook saludaron al unísono, mientras hacían una pequeña reverencia hacia los tres mayores.
—Buenas tardes, jóvenes.—saludaron tanto la rectora como los dos cambia formas más presentes.—Por favor, pueden tomar asiento.—la rectora indicó con amabilidad.
La joven pareja de estudiantes acató la indicación, la alfa con rapidez. Una vez estuvieron sentados en las sillas que se encontraban frente a los mayores, la rectora no tardó en hablar.
—Muy bien, jóvenes, tal como ya escucharon a fuera por parte de otros estudiantes, antes de entregarles el muñeco o cachorro mecánico se les hicieron un pequeño test psicológico a ambos de manera individual.—La alfa realiza una pequeña pausa antes de continuar.—Seguramente se preguntaran el porqué se les realizará este test, ¿cierto? ¿O ya se dan una idea del porqué?
—Tal vez pueda generarme una pequeña idea, basado en lo poco que logré escuchar de los demás, sin embargo, me gustaría saber la verdadera razón, para así no dejar llevar por lo que la multitud dice a las afueras de esta sala, y de la misma forma mantener una idea errónea.—Jimin dice mientras se acomoda sobre su asiento.
Los dos cambia formas que no han gesticulado para labra alguna desde que han ingresado a la sala, solo se limitan a hacer apuntes, que no pasan desapercibidos para JungKook, quien frunce su entrecejo ante ello.
—Perfecto, joven Park. El test psicológico que vamos a efectuarles en breve, nos servirá de guía, para hacernos un esquema de cómo está la salud mental de nuestros estudiantes, y sobre todo para saber en qué podemos ayudarles.—la alfa juguetea con el bolígrafo que hay entre sus dedos, sin dejar de hablar.—Sé que el querer ayudar cada uno de los estudiantes de esta universidad será casi imposible, trataremos de poder abarcar lo más posible. ¿Pero qué tiene que ver todo esto que les acabo de explicar con ustedes los que están próximos a graduarse? Bien, de manera un tanto resumida, esto tiene mucho que ver, debido a que ustedes están próximos a enfrentarse a situaciones de desempleo, y sobre todo están siendo parte de un proyecto social, debemos estar evaluando su estabilidad emocional regularmente.
»Por lo que durante el transcurso del proyecto aprendiendo a ser papás, se les realizará varios test psicológicos, que nos permitirá monitorear su estado emocional durante el proyecto. De forma en la que estaremos al tanto si dicho proyecto de alguna u otra forma puede llegar a dañarlos emocional o ayudarles.—ante dichas JungKook ladeo su cabeza, al mismo tiempo que le daba una pequeña mirada a Jimin.—Por lo que en conclusión, el día de hoy se les efectuará de manera individual una pequeña evaluación, con la cual podremos tener el conocimiento si alguno de ustedes dos padecen de algún trastorno físico o emocional, así como saber si sufren de depresión, ansiedad o las dos juntas. De ser ese caso, como universidad nos comprometemos a darles la ayuda que necesiten.
Jimin no podía dar crédito a lo mucho que la universidad deseaba ayudar a sus estudiantes, y sobre todo a la preocupación e interés que estaban demostrando sobre el desarrollo no solo evaluativo del proyecto, sino también el desarrollo emocional y psicológico que ellos durante ese lapso de tiempo.
—Dicho todo eso, creo que las cosas han quedado claro para ustedes, ¿cierto?—JungKook y Jimin asintieron levemente.—Perfecto, ahora les presento a Kim KyuJoong y Lee KyuRi, quienes son psicológico y psicoterapeuta, y estarán a cargo de evaluarlos el día de hoy.
Los mencionados asintieron en forma de saludo.
—Antes de que pasen con ellos, quiero agregar una última cosa. Las primeras cinco sesiones serán de manera individual, y dentro de esas cinco se les notificará si necesita más sesiones individuales, de ser así, se le asignará una profesional capacitado. Y a partir de la sexta comenzarán las sesiones en pareja, donde a ambos se les evaluará en conjunto, para monitorear su progreso como pareja.
Luego de que la rectora terminara de hablar, el psicólogo y la psicoterapeuta se colocaron de pie, al mismo tiempo que le indicaba a la joven pareja de estudiar antes que realizarán la misma acción. Al estar de pie, fueron llevados a unas pequeñas habitaciones que ambos jóvenes no habían notado, y una vez cada uno estuvo dentro de una, dieron inicio al pequeño test.
Tanto JungKook como Jimin había respondido sin dificultad alguna las típicas preguntas con las que siempre se comenzaban los test. Sin embargo, cabía recalcar que ambos había presentado pequeñas dificultades en preguntas un tanto específicas. Las dificultades que habían presentado, no había sido la falta de respuesta, sino la forma en la que había expresado su respuesta, y sobre todo, en cómo sus expresiones faciales y corporales habían cambiado drásticamente.
Una vez la evaluación se dio por terminada, ambos abandonaron las pequeñas salas en compañía de los dos profesionales a cargo de efectuarla, para encaminarse donde yacía la rectora, quien estaba junto a una beta, que portaba iba cachorro de casi un año, o al menos eso podía suponer Jimin basado en sus cálculos. En cuanto solo hubo escasos centímetros de distancia entre ellos, la alfa intercambió unas cuantas palabras con la pareja de profesionales, para posteriormente girar a ellos.
—Jeon JungKook y Park Jimin, correspondientes a la pareja 0013 del proyecto aprendiendo a ser papás, se les hace entrega del cachorro mecánico número 0013-AD.—la rectora dice al mismo tiempo le hace una seña a la beta que sostiene el cachorro mecánico para que se acerque y que desliza una hoja sobre la superficie de la mesa.—Para hacer constar la entrega del cachorro mecánico, deberán firmar en esta parte.—señala con la punta del bolígrafo.
Sin el ánimo de permanecer más tiempo dentro de esa sala, JungKook toma el bolígrafo de tinta azul, para firmar el dicho papel, luego de haber leído rápidamente el contenido de este. Jimin por su parte, se dedica a observar el cachorro por el rabillo de su ojo, hasta que le toca firmar el documento, para luego deslizarlo nuevamente hacia la rectora, quien le indicó a beta que hiciera entrega del cachorro.
La beta le entregó al pequeño cachorro mecánico a JungKook, quien torpemente acogió al muñeco entre sus brazos.
—Nombre.
—¿Eh? ¿Disculpe?—preguntó Jimin a la rectora.
—El nombre que le asignarán a su cachorro.
—Ah, Jeon Gookie.—la respuesta había brotado de su boca con emoción, la cual era notoria en la forma en la que el omega de hebras moradas observaba al muñeco.
La rectora, por su parte, al escuchar el nombre del muñeco, arqueó su ceja.
—¿Hay algún problema, señora rectora?—esta vez fue JungKook quien gesticuló, para cuestionar la expresión de la alfa.
—No, ninguno, Señor Jeon.—el mencionado asintió levemente con una expresión seria en su rostro.—Bueno, ahora solo me queda decirles. Sean bienvenidos a la vida de padres.—dijo mientras les entregaba un pequeño manual.
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