Los días posteriores a la visita de sus padres, había resultado ser un completo martirio, debido a su obstinado lobo, quien no paraba de exigirle que no dejase marchar al omega, y sobre todo porque había tenido que lidiar con un Jimin completamente cachondo, gracias a una pequeña revolución de hormonas. Y aunque esta vez, el Omega no había tratado de hacer algo sin su consentimiento, o cualquier otra acción que, pudiera tomarse como inapropiada. A JungKook le había tocado estar muy al pendiente de este. 

En un principio, había resultado demasiado fácil mantener a raya a Jimin, pero conforme los días transcurrían, las cosas comenzaban a complicarse en demasía, de forma en la que, se había visto obligado a no permitir que Jimin estuviese mucho tiempo encerrado en el baño, ya que lo había sorprendido con un consolador—que cabía mencionar el hecho de que, JungKook desconocía de donde lo había sacado.— en sus manos, dispuesto a satisfacer sus necesidades. Sin duda alguna, tal situación le había resultado demasiado vergonzosa, puesto que, había tenido que esconder dicho objeto, como también, se había visto en la obligación de interrumpir en la intimidad del omega, sin embargo, lo había hecho, con el objetivo de salvaguardar el bienestar emocional y psicológico de este.

Y aunque las situaciones vergonzosas no se habían basado, en esa, JungKook no le encontraba el sentido de mencionarlas, o siquiera recordarlas, debido a que en su condición de alfa se había visto sucumbido por las potentes y sublimes feromonas que Jimin había desprendido, causando sensaciones y reacciones en su cuerpo, que como cualquier otro alfa, se había visto en la necesidad de complacerlo, y complacerse a sí mismo, pero aquello que lo difería del resto de alfa, era el hecho de que, no se había dejado dominar por sus instintos salvajes que eran provenientes de su lobo interno.

Bufando con fastidio, apoyo su rostro sobre la palma de su mano derecha, claramente resignado a que no había cosa alguna que, lograse calmar a los dos omegas que estaban casi frente a él, llorando por la estúpida escena de la tonta película romántica, que se proyectaba en la pantalla del televisor, y que pese a la trama tan cliché con un ligero cambio en los personajes, también había capturado su atención, en las pocas escenas de acción que estaba contenido. Aunque se negara rotundamente a aceptar tal hecho.

—¡Dio su vida por la de su amado!—exclamó TaeHyung en llanto, sin dejar de acariciar su falso vientre.—¡DakHo, HoonMin y yo te recordaremos siempre!

—¡Él no tenía que morir! ¡No, así!—y esta vez, fue Jimin quien exclamó bajo el mismo tono de voz que TaeHyung.—Merecían una oportunidad, para disfrutar de su amor...

La película había tratado sobre, el amor imposible que una joven pareja de alfas, había tenido que soportar por ser pertenecientes a manadas enemigas, y sobre todo porque uno de ellos era el próximo líder de la manada, y que por ende debía cumplir con sus obligaciones correspondientes, para tomar el mando, la tragedia había embargado a la pareja, cuando DakHo, un simple centinela, se vio obligado a dar su vida, para salvar a su amado, de las aberrantes costumbres de ambas manadas, que veían como una abominación que dos alfas machos se enamorarán.

Las últimas escenas de la película fueron presentadas, trayendo consigo que los dos hormonales y sensibles omegas incrementaran su llanto, al punto de que JungKook no tuvo más remedio que tomar el control remoto, para apagar el televisor.

—Enciende el televisor, JungKook.—suplicó TaeHyung desde su lugar, al mismo tiempo que se acercaba más a Jimin.

—Sí, de seguro, hay algunas escenas extras..., tal vez, DakHo reviva.—murmuro el pelimorado.

JungKook rodó sus ojos, para posteriormente negar, ganándose con ella malas miradas por parte de los omegas.

—No hay escenas extras, lo que sigue solo son los créditos.—murmuro el alfa.

Y como si sus palabras hubiesen sido las más hirientes que pudiesen llegar a existir, los omegas soltaron más en llanto, solo que en esta ocasión se abrazaban entre sí, mientras murmuraban cuan injusta había sido la muerte del personaje, y que la historia merecía un mejor final.

La escena, que en un principio le había parecido fastidiosa hasta irritante, ahora le resultaba divertido, gracias a la imagen que ambos omegas proyectaban, mientras acariciaban sus falsos vientres, sin dejar de derramar gruesas lágrimas. Y si a JungKook le preguntaban, ¿cómo es que esos dos omegas habían terminado llorando sobre su sofá, por una simple película? Respondería que no estaba seguro de ello, pero se atrevía a decir, que la presencia de TaeHyung en su departamento, era gracias a que este se había autoinvitado, luego de que la convocatoria de esa mañana diera por finalizada.

Y a pesar de que la convocatoria de esa mañana, había sido, para comunicarles que los muñecos le sería entregado el día lunes, y que las primeras dos semanas, tanto los alfas como los omegas deberían asistir a pequeñas clases de cómo cuidar a un bebé, donde obviamente les enseñarían la forma correcta de cargar al cachorro, cambiarles el pañal, darles el baño de la forma correcta, e inclusive preparar el biberón, así como entre muchas cosas más. La mención de todas esas cosas había desatado un pequeño conflicto causado por varios omegas y algunos alfas que sin duda alguna no deseaban tener cachorros, o entablarse en una relación formal.

Ante tal situación la rectora, como varias autoridades de la universidad había salido en su defensa, explicándoles que con el proyecto no estaba incitando a ningún cambia formas a emparejarse u obligándolos a tener cachorros, puesto que esto era una decisión de cada quien, y que nadie tenía que o podía obligarlos a tener una familia o embarazarse, ya que si un alfa se emparejaba con una o un omega que no deseaba tener hijos, debía de respetar la decisión de esta/e, y lo mismo sucedía en el caso contrario, puesto que como seres de identidades únicas, debíamos comprender que no todos teníamos las mismas aspiraciones o ideales, que los demás.

Por ende, la rectora le había pedido a todos los alfas presentes a tomar consciencia de la situación, y comprendieran que no podían obligar a sus parejas a tenerles cachorros, si estos no estaban dispuestos, así como también aconsejó, que lo mejor sería buscar una pareja con las mismas aspiraciones en cuanto al ámbito familiar, para evitar malos ratos como parejas.

Claramente, las cosas no había quedado del todo resueltas, pero, al menos, la universidad y el jodido proyecto, tenían un punto indiscutible, debido a que el objetivo del proyecto, era capacitarlo en un ámbito de suma importancia para la sociedad, pero que siempre se vio menospreciada y olvidado desde tiempos remotos. Incluso si nunca llegasen a utilizar los conocimientos adquiridos.

—¿Tú que opinas de la relación entre dos alfas, JungKook?—la pregunta del omega de cabellos morados, logró que el mencionado abandonara su letargo, y volviese su atención a los presentes.

JungKook frunció levemente su entrecejo antes de abrir su boca, para responder.

—Bueno, es sencillo.—gesticuló el alfa en un murmullo.—No somos quienes para juzgar a otros, y mucho menos a quienes están juntos por amor, así que, supongo, que si dos alfas, o dos omegas están enamorados entre sí, solo tendrían que preocuparse de su amor, y no del que dirán.

»Además, debemos comprender que para el amor no existe, género, jerarquía o edad..., aunque lo último ha llevado a muchos a cometer actos aberrantes, que no voy a mencionar, pero, que sin duda, no estoy de acuerdo.

Ambos omegas asintieron levemente.

—¿Saldrías con otro alfa?—inquirió TaeHyung esta vez.

—Depende.—JungKook respondió.

—¿De qué?

—De la situación..., me refiero, a que, si realmente siento algo por ella o él, la respuesta sería un sí, pero, si yo no tengo ningún sentimiento romántico hacia ella o él, no me lanzaría a jugar con los sentimientos de alguien más por una simple curiosidad mía.—explicó.—Aunque soy un alfa con preferencias hacia los omegas masculinos, no encuentro reacio a tener una relación con una/un alfa o inclusive con una omega, siempre y cuando haya sentimiento de por medio.

Luego de ello, hubo un par de palabras más por parte de JungKook, quien al final les hizo la misma pregunta tanto a Jimin como TaeHyung, de que si ambos saldrían con algún omega, a lo cual ellos habían contestado de forma negativa, y habían dado sus razones válidas, las cuales, JungKook no podía juzgar. Ambos omegas habían expresado que por su instinto natural, buscaban a un alfa dominante, y no en el sentido de que los sometiera al punto de no tener voz ni voto en la relación, sino, un alfa que velara por ellos, les apoyara, y que en el ámbito sexual, les dominara, y si bien los omegas estaban consciente de que había omegas dominantes como los stigmas, ellos seguían prefiriendo la compañía de un alfa.

De esa conversación se derivaron muchos temas más, los cuales ya no eran de mayor importancia, como para ser mencionados. Y de tal forma llegaron a un nuevo tema, esta vez centrado en el proyecto de la universidad en la que los tres estaban sometidos.

—Bueno, es una suerte, que a ustedes solo se les haya asignado un cachorro.—TaeHyung vociferó.—Hay una pareja a la que le asignaron cuatro cachorros, realmente no me gustaría estar en el lugar de ellos.

—¿Cuatro cachorros?—Jimin preguntó, con asombro, a lo que TaeHyung asintió.

—Son a los únicos que se le asignó cuatro cachorros.—murmuro el castaño.

A JungKook se le formó una mueca de disgusto y pavor en su rostro al escuchar la mención de cuatro muñecos simuladores, ¡Luna! Sin duda estaba agradecido que a ellos solo se les había asignado uno, puesto, que al imaginarse como habrían sido las consecuencias a nivel hormonal para Jimin, y lo que conllevaría cuidar de más de un muñeco.

Soltando un suspiro de alivio, se dispuso a estirar su cuerpo, antes de levantar su perezoso cuerpo del sofá individual, en el que se encontraba ha recostado, y todo con la intención de no estar presente en esa conversación. 

—¿Cuántos cachorros se te fue asignado a ti, TaeHyung?—preguntó Jimin.—nunca te lo pude preguntar y tú tampoco me lo dijiste. 

TaeHyung formó un puchero antes de contestar.

—Es que, bueno, nosotros no sabíamos cuantos cachorros se nos habían asignado, o de qué sexo o jerarquía eran.—murmuro el omega castaño.—No lo supimos, hasta que fuimos en busca de las cosas para los muñecos.

Jimin formó una pequeña "o" con su boca, mientras que JungKook comenzaba a tomar camino hacia la cocina.

—Fue ese día, en el que nos dimos cuenta de que se nos había asignado mellizos.—el castaño hizo una pequeña pausa antes de continuar.

—Pero, ¿Cómo se dieron cuenta? ¿Les dijeron o algo?

TaeHyung negó antes tales preguntas, debido a que habían sido ellos mismos quienes se percataron de la situación.

—Nada de eso, nos dimos cuenta gracias a que siempre nos entregaba ropa y accesorios para niñas, tanto como para niños.—vociferó.—En un principio no fuimos capaces de decir algo o siquiera preguntar..., pero tenía mis dudas, así que, esa misma noche, antes de que Hoseok y yo nos fuésemos a dormir, decidimos corroborar, en nuestros perfiles del proyecto si realmente íbamos a cuidar de dos muñecos, y bueno, ahí descubrimos que se nos asignó una cachorra alfa, y un cachorro omega.

—¿En serio?—Jimin inquirió con un tono de voz sutil.—¡Ay, qué lindo!—exclamó luego de que TaeHyung asintiera.—Por cierto, tú y Hoseok se han mudado temporalmente juntos, ¿cierto?

—Sí.—el omega castaño respondió con una sonrisa.—Debido a la inyección, me vi en la necesidad de tener que dormir junto a él, porque de lo contrario, tenía unas náuseas horribles, o mi lobo aullaba por él, así que, una noche le pedí que se quedara conmigo, y bueno, el resto es historia, ahora nos turnamos entre los días para dormir en apartamento o en su departamento.

A pesar de que TaeHyung, ya conocía de la existencia de Hoseok, nunca había tenido la oportunidad de interactuar a fondo con el alfa, ya que, antes del trágico accidente ocurriera, y distanciara a los dos Alfa, su única interacción había sido un leve asentimiento de cabeza o un simple hola, pero ahora, que había entablado una conversación con el alfa mayor, se había dado cuenta de que se llevaban bastante bien, y a eso sumándole lo inquieto y coqueto que su lobo interno se ponía ante la presencia de Jung Hoseok.

Soltando un suspiro de adolescente enamorado, TaeHyung, recordó el fuerte aroma de Hoseok, el cual era una extraña mezcla entre bergamota, geranio y vetiver. El solo recuerdo de esa exquisita y potente combinación, le generaba pequeñas cosquillas en la punta de su nariz, y que las tontas mariposas comenzaran a revolotear en su estómago.

—Es bueno saber que ustedes se llevan bastante bien.—murmuro Jimin, con una cálida sonrisa.

—Realmente, si es un alivio que hayamos congeniado, pese a que somos algo diferentes.—TaeHyung tomó una bocanada de aire, al mismo tiempo, que comenzaba a acariciar el vientre falso del chaleco simulador, el cual portaba bajo su enorme camiseta.—antes de que se me olvide, ¿Ya han escogido el nombre su muñeco?

Una vez, que TaeHyung terminó de formular tal pregunta, JungKook hizo acto de presencia, mientras llevaba a su boca lo que parecía ser un sándwich de jamón, y aunque debía aclararse, que el alfa traía más de ellos en un pequeño platillo.

—No, ni siquiera habíamos pensado en colocarle un nombre.—murmuro JungKook aún con la boca llena.

Jimin asintió levemente en un claro gesto de que coincidía con el alfa.

—Lo más probable es que le pongamos muñeco, y ya.—JungKook habló nuevamente.

—¿Ustedes ya les han escogido nombres a sus muñecos?—preguntó Jimin, a lo que TaeHyung asintió.—¿Qué nombres han escogido?

El saber que TaeHyung le había escogido nombre a sus muñecos, le había implantado un amargo sabor de boca, puesto, que a él ni siquiera se le había ocurrido que debía ponerle un nombre a su muñeco. Así que, sin buscar excusas, puso su mente a trabajar en busca de un nombre para el muñeco.

—nuestra muñeca se llamará Jung JiEun y obviamente el muñeco se llamará Jung JiYeong.—respondió TaeHyung con entusiasmo.—ambos nombres tienen como significado que son héroes sabios..., Hoseok dijo que JiEun le gustaba porque lo había visto en una película, y bueno, yo busqué un nombre para niño con ese mismo significado.

JungKook por su parte, no podía creer que su mejor amigo y su primero le habían colocado nombre a unos tontos muñecos, los cuales entregarían en un par de meses. Tras rodar sus ocelos, volvió a hablar.

—Bueno, nuestro muñeco se llamará muñeco, porque, adivina...

—No se llamará así, JungKook.—interrumpió Jimin.

—¿Has pensado en un nombre, Jiminnie?—preguntó TaeHyung, y se quedó totalmente asombrando cuando recibió una respuesta afirmativa por parte de Jimin, ya que no había pasada ni cinco minutos desde que había toca el tema, y este ya había pensado en un nombre, cuando a él y a Hoseok le tomó casi dos horas en escoger un solo nombre.

—¿Qué nombre has escogido?—preguntó esta vez JungKook.

Park Jimin sonrió con suficiencia antes de acercarse al alfa, quien nuevamente estaba sentado en uno de los sofás individuales; con la intención de robarle uno de los sándwiches de jamón. Una vez tuvo el bocadillo en sus manos volvió a su lugar sin dejar de sonreír.

—Jeon Gookie.—respondió al mismo tiempo que le daba un mordisco al delicioso Sándwich.