
C A P I T U L O. 10
Jimin y JungKook llevaba casi más de dos horas entrando y saliendo de las diversas tiendas para cachorros que el centro comercial tenía y que obviamente estaban inscritos en la lista que se le había otorgado al segundo mencionado. Y con varias bolsas y pequeñas cajas en manos abordaron el ascensor para subir a la etapa cinco del centro comercial, donde había una lujosa tienda que les proporcionaría un cochecito para bebés.
Si bien JungKook no comprendía por qué iban a darle un artículo como ese, cuando claramente solo cuidarían un muñeco por un par de meses, no atrevió a objetar nada y llevo su mirada hacia las metálicas paredes donde pudo observar su reflejo junto al del Jimin, a pesar de que la diferencia de tamaños no era mucha, la proporción corporal de ambos era totalmente distinta, mientras él tenía sus hombros anchos, su torso trabajado y sus piernas tonificadas, Jimin poseía un cuerpo más curvilíneo—aunque gracias al chaleco simulador no podía apreciarse a detalle—y claramente tenía ciertas partes de su cuerpo tonificadas por el ejercicio, y por último también era de una contextura delgada, algo que lo hacía verse más pequeño al lado de JungKook, algo que a su lobo le gritaba
Bufando con algo de fastidio llevo su vista al sin fin de bolsas que portaban para luego por fin llevarla hacia Jimin quien se encontraba demasiado entretenido revisando su celular y tarareando una melodía desconocida para él; tras un par de segundos más en silencio llegaron hasta su destino y se vieron en la obligación de abandonar la caja mecánica y hacerse camino hasta la tienda. Donde fueron atendidos por una dependiente de mediana edad.
La dependienta les verificó la lista y seguidamente les indicó que colocaran las bolsas y cajas en cierto lugar para que pudieran acompañarla. Jeon agradeció internamente el poder liberar sus manos del sin fin de bolsas, tanto que realmente esperaba que Jimin se tardara eligiendo el dichoso cochecito, si es que le daban a elegir uno, la dependiente se entretuviera haciendo cualquier otra cosa; Jimin por su parte había comenzado a entablar una pequeña conversación con la empleada, quien era una omega felizmente enlazada y con dos cachorros en la edad adolescente.
—Ser padres no es una tarea realmente fácil, y menos cuando se es padre primerizo, no venimos con un manual de cómo serla y por ello cometemos error tras error.—vociferó la dependiente mientras cruzaban el pasillo de las cunas.—y muchas veces nos equivocamos como padres al intentar corregir a nuestros cachorros, muchas veces somos blando y otras demasiados duros o tratamos que sigan nuestros pasos, que tengan nuestras mismas visiones, y ese es el error más grande que podemos cometer, ya que los condenamos a una vida de amargura.
Las palabras dichas por la mayor le hicieron darse cuenta de lo afortunado que había era y cuán agradecido estaba con sus padres por haberle permitido desarrollarse con libertad, puesto que estos permitieron que todos sus hijos siguieran sus sueños y aspiraciones en la vida, e incluso les apoyaron y estuvieron ahí para ellos cuando cayeron. Sin duda no podía estar más agradecido con la diosa luna por haberle brindado a los mejores padres, aunque también tenía sus pequeños defectos y cometían errores como cualquier otros.
—Por lo que este proyecto me parece una idea estupenda, porque ustedes ya no cometen los errores de principiantes que solemos cometer las parejas con su primer cachorro.—continuó la omega.—Muchas veces mi pequeña Nori enfermo por culpa de mi ignorancia sobre ciertas cosas y también por la falta de alguien que me diera consejos y guiara, pero, en cambio, tú, no cometerás mis errores y tu primer cachorro no pasará lo mismo que muchos de los cachorros primogénitos tuvieron que sufrir por la inexperiencia de sus padres, y eso te lo puedo asegurar.
—Gracias, supongo..., pero aunque esté haciendo este "proyecto para aprender a ser padres" no quiere decir que no vaya a comer error..., que no me vaya a equivocar como padre, porque lo haré. Sin embargo, será errores contrarios a los comunes que se dan durante los primeros años.—murmuro un poco por lo bajo.—Y está bien porque aprenderé de ellos, ¿no?—La dependiente asintió levemente sin dejar de sonreír.
Sin agregar nada más, giró su cuerpo levemente para asegurarse de que JungKook los estuviera siguiendo y al ver que solo iba un par de pasos atrás, observando cada uno de los artículos para bebés que estaba por todo el pasillo. Sonriendo con ternura volvió su vista al frente; cuando llegaron a la sección de los cochecitos, la dependiente le mostró los modelos de los cuales podía escoger y a pesar de que eran modelos no tan costosos, Jimin estaba más que encantado, así que se dispuso a ver la variedad de colores que había disponibles.
Negros, blancos, gris, rosas eran los colores que estaban a la vista, pero ninguno era de su agrado, así que tímidamente le preguntó si no había algún color celeste. JungKook rodó sus ojos por el color que Jimin estaba buscando, ¿Qué le costaba escoger el negro? El negro era un color neutro y qué sobre todo daba con todo.
—Tendríamos que ver en bodega.—respondió la omega de mediana edad.—Si tienen algo tiempo puedo llamar a uno de los bodegueros y pedir que lo busque.
Obviamente, Jimin había aceptado que buscaran en bodega. Fueron varios minutos de espera donde Jimin había pensado que no había del color que él deseaba que se encontraba haciéndose a la idea de escoger uno de color blanco o gris, y no uno negro como JungKook había sugerido; tomó una pequeña bocana de aire cuando observó la dependiente volver aunque claramente no portaba una expresión que pudiera darle esperanzas de que habían encontrado el cochecito de color celeste, así que se preparó para escuchar que no había encontrado un el modelo en dicho color, se resignó a tener que escoger los modelos de color blanco porque estos se miraban más estilizados.
—Lamentó la demora, pero debido a que hoy entro una nueva gama de cambiadores de bebés y otros artículos más hay un pequeño caos en bodega.—profirió la mayor.—Y temo decirte que no hay cochecito de ese modelo en color celeste, pero si en un color que se asemeje un poco y es el único que queda.
JungKook quiso reír, pero se vio obligado a contener su risa cuando el más bajo le dio una pequeña mirada.
—¿Qué color es?—inquirió Jimin.
—Un color turquesa pastel.—respondió la empleada.
—¿Dijo que es el único?—la omega asintió.—Está bien, nos lo llevamos.
Obviamente, tuvieron que esperar unos minutos más en lo que traían el artículo a la tienda y se hacía el procedimiento pertinente para entregárselos. Tanto él como JungKook tuvieron que firmar ciertas hojas donde daban constancia que había recibido todo en buen estado; algo que no se había mencionado anteriormente era el hecho que el cochecito traía incluido una silla, portaba bebés que podía adaptarse a los asientos traseros de un auto, y aunque en otras tiendas era un artículo algo costoso. En "cubs's furniture" era de los sencillos y económicos. Cuando el artículo se les entregó, JungKook se cuestionó como harías para cargar con todo. Cargaban con una infinidad de bolsas y cajas—de las cuales él portaba la mayoría— donde la motora eran pañales y ropa de bebés para desde las primeras semanas de nacidos hasta la edad de cinco años.
¿Por qué cojones les estaban regalando ropa para cachorros de hasta cinco años? ¡Luna! Ellos solo iban a cuidar de un jodido muñeco, ¿Tan difícil era diferenciar un cachorro real de un simple muñeco mecánico? ¿Por qué se empeñaban tanto en ser parte de una ridiculez como lo era el jodido proyecto? Claramente, no tenía respuesta a esas preguntas que rondaban su cabeza cada que recibían algunos trajes o cualquier cosa relacionados con el tema de los cachorros.
Fastidiado con la situación, se las ingenió para colocar las pequeñas cajas dentro del cochecito y amarrar varias bolsas en la agarradera de este, y poder así llevar todas esas cosas hasta el estacionamiento del centro comercial donde tenía aparcado el auto que le había pedido prestado al abuelo del departamento del frente. Pedir el auto había sido una grandiosa idea porque de lo contrario estaría en un pequeño problema.
Y mientras Jimin intercambiaba un par de palabras con la dependiente, le indicó que lo esperaría afuera, a lo que este únicamente asintió sin prestarle atención.
—Y fue así como eventualmente termine emparejada con mi mejor amigo, en un principio nos costó acomodarnos como pareja y conseguir un lugar el cual fuésemos capaces de poder pagar.—Jimin escuchó con atención.—Ahora somos felices juntos a pesar de todo los altibajos que pasamos en nuestro momento. Así que no importa cuán difícil sea la situación, si estás con el alfa, beta u omega correcto todo se vuelve más llevadero, incluso si no es tu destinado.
»Por eso te aconsejo que no dejes escapar a ese alfa. Tal vez ustedes aún no lo hayan notado, pero juntos podrán sobrellevar muchas cosas..., ya sea como amigos o como pareja.
Jimin no estaba tan seguro de que él y JungKook pudiesen entablar una amistad más allá del pequeño trato que se daban debido al proyecto, y no porque él no quisiera, sino porque JungKook se cerraba a sí mismo. Sin ánimos de contradecir a la omega, tomó sus cosas y se despido de esta para abandonar el local. Al salir busco con la mirada al alfa para encontrarlo a escasos metros parados de espaldas a él, sin perder tiempo se hizo camino hacia él.
A solo pocos pasos de distancia abrió su boca para llamar la atención del alfa.
—Oye, JungKook, crees que luego podríamos ir por una hamburguesa.—las ultima dos letras borraron de su boca casi en un susurro cuando al llegar junto al alfa se dio cuenta de que este no se encontraba del todo solo.
JungKook estaba frente a un omega de cabellos platinados y de piel nívea que sin duda alguna era demasiado apuesto. Jimin no tenía que ser un genio para darse cuenta de lo que el omega frente a ellos, posiblemente era algún tipo de ex amigo o expareja, pero por la forma en la que ambos se miraban podía asegurar que era lo segundo. No completamente seguro de que si lo que sí debía hacer algo para ayudar al alfa, lo hizo.
—Entonces, cariño, ¿si iremos por unas hamburguesas? Es que me siento muy antojado y además mis pies me van a matar.—profirió con un tono de voz suave y delicado, al mismo tiempo que le acariciaba el brazo a JungKook.
Sorpresivamente, había logrado captar la atención del azabache, quien sacudió su cabeza con levemente y lo observó ojiplático, pero lo que más le había sorprendido fue el pequeño asentimiento que este dio a sus palabras. Dispuesto a agregar algo más escucho, una voz hablar.
—¿Y tú eres?—preguntó el omega de cabellos platinados y de piel nívea con claro desdén.
—Park Jimin, la pareja de Jeon JungKook, pareja y padre, su cachorro.—respondió con una sonrisa de oreja a oreja.—¿Tú eres? Lamento si desconozco quién eres, pero ya sabes cómo es mi puchunguito que no le gusta hablar mucho de cosas de poca importancia.
¿Pero qué clase de apodo era ese? ¡Por la diosa luna! ¿De dónde se había sacado ese apodo tan ridículo? Jimin quería esconder su cabeza, un hoyo por el apodo tan ridículo que le había otorgado al alfa, quien seguramente lo mataría por hacerle pasar semejante bochorno y no lo culparía por hacerlo.
—¿Cachorro?—preguntó el desconocido omega con sorna.—¡Ja! Muy buena broma.
Jimin estaba dispuesto a responderle con chulería y sobre todo señalar su falso vientre abultado, pero JungKook fue mucho más rápido que le tomó por sorpresa cuando este le abrazó por la espalda y colocó sus grandes manos sobre su vientre abultado del chaleco simulador. Y de forma casi inconsciente, apegado su espalda contra el formidable pecho, haciendo que su lobo se sintiera complacido y comenzará a mover su rabo de un lado a otro.
Cuando la mirada del omega frente a ellos cayó sobre las manos de JungKook, y formaba una expresión de asombro en su rostro, Jimin sonrió orgulloso.
—Imposible.—susurro el omega con incredulidad.
Ante de que cualquiera de los presentes pudiera agregar algo, una cuarta voz se hizo presente.
—Espero no haberme demorado demasiado, Yoonnie..., Oh, JungKook, tanto tiempo sin vernos.
El recién llegado era un alfa de cabellera castaña oscura, demasiado apuesto y de alta estatura. Sin duda alguna era un alfa del cual muchos caerían, pero pocos tendría una oportunidad, ya que con mucha suerte lograrían que esté al menos les diese la hora.
—SeokJin.—saludó JungKook entre dientes.—Si ha pasado tiempo y hubiese preferido que siguiese así, pero que se puede hacer.
Luego de ello, ninguno de los cuatro habló y por ende se formó un incómodo silencio que Jimin se encargó de romper. Aclarándose la garganta captó la atención de todos.
—Realmente nos gustaría quedarnos para seguir conversando.—profirió con sorna.—Pero mi Puchunguito y yo tenemos muchas cosas que hacer antes de la cena, así que lo mejor será que nos vayamos yendo.—Tras decir eso se alejó de JungKook con renuencia, y sin decir algo más emprendieron nuevamente su camino.
Una vez lejos, JungKook pudo relajar su cuerpo a pesar de que se sentía molesto consigo mismo por cómo había reaccionado al ver a YoonGi; se había quedado como un completo estúpido que no era capaz de decir o hacer algo más que quedarse pasmado en su lugar que si no hubiese sido por Jimin todavía estuviese ahí parado. Su reacción había sido deplorable cuando se suponía que simplemente tuvo que haberlo ignorado y seguir su camino, como se lo había prometido a sí mismo la noche en la que había terminado su relación con YoonGi y su amistad con SeokJin.
A pesar de que había pasado casi un año de aquella noche tan desagradable, donde había perdido a dos seres importantes en su vida, aún tenía fresca la imagen en su memoria, la forma tan descarada en la que estos le habían traicionado. No había ocupado de mucho para darse cuenta de que se habían reído en su cara por tantos meses.
—Las últimas tiendas que quedan no están en este centro comercial, creo que si nos damos algo de prisa lograremos ir a todas las que falta ante de que se nos haga tarde para ir a cenar a mi casa.—Jimin dijo.—Pero antes sí o si debemos pasar por una hamburguesa con doble carne, extra queso y unas papas extra grandes.
En silencio se encaminaron hasta el estacionamiento, donde al llegar rápidamente buscar el viejo auto de color gris, donde ayudó a colocar todas las cajas y bolsas dentro de la cajuela
Luego de haber asistido a todas las tiendas, se habían visto en la obligación del volver al departamento debido a que JungKook fue advertido por varios de sus compañeros que era urgente que se conectara al aula virtual, pues, uno de los arquitectos que les impartían clases daría unas indicaciones para los próximos días.
Así que Jimin se había comunicado con su madre para decirle que era muy probable que llegaran algo tarde esa noche a la cena. Sin embargo, no espero que esta le dijese que lo mejor sería que esa noche no fuesen a cenar debido a que el ambiente en casa estaba algo pesado y todo debido a que JinYoung había dejado embarazado a Yugyeom y ahora este viviría con ellos. Claramente, su padre no había tomado bien la noticia y se había formado una pequeña y fuerte disputa entre ellos. A pesar de que Jimin había tratado de convencer a su madre que lo mejor sería que él fuera a casa, esta se había negado rotundamente diciendo que no era prudente porque la situación no le concernía en lo más mínimo, cerrando el tema por completo.
Tras colgar la llamada se dirigió hacia la habitación donde JungKook se encontraba sentado en modo indio con su portátil sobre sus piernas, con la mirada fija en la pantalla completamente concentrado. Tratando de hacer el menor ruido posible se encaminó hasta el armario—donde sus prendas de ropas estaban mezcladas con las del alfa— para buscar algo cómodo para colocarse. Observando a detalle sus opciones, al final había optado por unos shorts negros de algodón y por uno de los tantos suertes de JungKook. Sin darle mucha importancia a la presencia de este, comenzó a desnudarse, despojándose primero de la bata de embarazado de color durazno, dejando así al descubierto su chaleco simulador y continuo con sus pantalones de vestir.
—¿Por qué no te quitas ese chaleco?—Escucho al alfa preguntar—Tiene que ser demasiado incómodo usarlo todo el día.—Agrego sin objetar nada sobre el atrevimiento del omega al tomar una de sus prendas
Jimin tarareo una respuesta mientras se colocaba el suéter por obvias razones era varias tallas más grandes y que le llegaba un poco más arriba de la rodilla.
—Lo es, pero cuando esté embarazado no podré decir "sabes que, hoy me aburrí de estar embarazado, así que me quitaré mi enorme barriga y me la pondré mañana"—vocifero obviedad—Además solo lo usaré unos cuantos días más.—Jeon únicamente se encogió de hombres para luego asentir.
—Por cierto, ¿Por qué te cambias de ropa? Se supone que solo termino con esto y nos vamos a casa de tus padres a cenar.
Recordando la llamada con su progenitora, le explico al alto lo que estaba sucediendo en su casa y que por ende habían pospuesto la cena para otro día; y sin el ánimo de seguirlo interrumpiendo, le había dicho que por esa noche se haría cargo de la cena en forma de compensación, y a pesar de que JungKook le había dicho que no era necesario, ya que bien podían pedir un poco de comida a domicilio, él había insistido diciendo que tenía buenos dotes culinarios—algo que preocupaba en demasía a JungKook—
Completamente decidido en demostrarle al alfa que no solo su madre tenía buenos dotes culinarios abandono la habitación para ir rumbo a la cocina donde todo el trayecto se dispuso a buscar rectas fáciles y deliciosas en internet. A mitad del trayecto logro encontrar una receta de como preparar fideos jjajangmyun en unos cuantos pasos, así que rápidamente le dio clic y se dispuso a ver el pequeño video para posteriormente sentarse en uno de los sillones. Sin embargo, antes que el video llegase al minuto dos, el timbre del departamento se hizo sonar.
Confundido por la interrupción le coloco pausa al video y con la cabeza ladeada llevo su mirada a la puerta antes de resignarse a levantarse y caminar hacia ella; a solo dos pasos de la puerta el timbre volvió a hacerse sonar, pero esta vez con insistencia, por lo que se apresuró a tomar el pomo para abrirla y al hacerlo se topó con una pareja de mediana edad que constaba de una hermosa omega de cabellos azabaches, esbelta y con unas facciones extremadamente delicadas que Jimin podía jurar que se trataba de una muñeca de porcelana, y de un alfa esbelto de cabello azabaches con ciertas canas poco visibles y con facciones que se le hacían conocidas.
—Mmm, ¿Esta JungKook?—Pregunto la omega claramente confundida por haber sido recibido por un extraño.
—Sí, sí está—Jimin respondió con recelo.—¡PUCHUNGUITO HAY UNA PAREJA AQUÍ AFUERA PREGUNTANDO POR TI!—grito usando nuevamente el estúpido mote.
Desde la habitación se escuchó como el alfa preguntaba de quienes se tratan, y antes de que Jimin pudiera preguntarle a la pareja quienes la omega, respondió antes de tiempo.
—Somos sus padres.
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