Para un niño de seis años, que nadie quisiera jugar con el era demasiado triste, lo hacia sentir muy mal, como si de verdad fuera un monstruo como los demás dicen

Pero no les quitaba la razón, ¿quien quería jugar con alguien con esas cicatrices que el tiene?, nadie, los niños se alejaban de el con solo verlo y hablaban cosas sobre el que no eran ciertas

...

—¡Hola!— levantó la cabeza, frente a el había una niña de cabello negro y ojos verdes, que sostenía una pelota entre sus manos —¿como te llamas?—

—Haruchiyo— respondió en un susurro

—Mucho gusto Haru, yo soy Kim y quiero que seamos amigos—

¿Acaso ella no estaba asustada de sus cicatrices?, ¿era una especie de broma o alucinación causada por la soledad?

—¿Por qué quieres ser mi amiga?, todos se alejan al verme— señala su cara, específicamente sus cicatrices —¿no te asusto?—

—Para nada— al ella negar eso sorprendió demasiado al rubio, tanto que sus ojos se abrieron como nunca —se que tu no quisiste tener esas cicatrices y en mi opinión yo creo que te hacen lindo—

Sus mejillas se tiñeron de rojo, era la primera vez en su vida que recibía un halago de sus cicatrices uo en general, mucho menos de una niña tan bonita como ella

—¿Entonces podemos ser amigos?— el asintió algo sorprendido aún —¡genial!— exclamó —podemos jugar con mi pelota pero si quieres subir a algún juego por mi está bien—

Ambos niños jugaron todo el día, nunca se había sentido tan feliz de tener a alguien con quien jugar, la soledad que lo envolvía fue disipado por aquella pequeña niña de su misma edad

Lamentablemente la noche cayó, en ese momento un lujoso auto negro se había estacionado y un hombre con uniforme empezó a llamarla por su nombre

—¿Nos podemos ver mañana en este mismo parque?— el asintió —¡genial!, me gustó demasiado jugar contigo Haru—

—Oye— ella lo miró —¿por qué te acercaste a mi?, pudiste haber ido a jugar con cualquiera— preguntó, aquella duda quería que fuera respondida

—No quise verte solito y triste, así que simplemente me acerqué a ti y te pregunté si querías ser mi amigo— respondió sonriendo —así que a partir de ahora somos amigos, ¿entendido Haru?—

—Si— el sonrió, en mucho tiempo no había sonreído pero ahora siempre que estuviera junto a Kim, sonreiría por ella y para ella