Regresemos al lugar del juego.

—¡Tengo... demasiada... comezón!

—¡Agh! Yo también tengo mucha comezón.

Las dos decían eso mientras se rascaban mucho.

—¡Chicas! ¡¿pero qué les pasa?!—preguntó Spike acercándose a ellas.

—¡No lo sabemos!

—¡Pero tenemos mucha comezóoon!

Comencé a reír.

—¿Porqué te ríes? ¿qué no son tus amigas?—me interrogó Soarin.

—¡Por favor, es super importante! ¿Y qué no lo ves? ¡podremos ganar!

—¿Enserio eso te alegra?

—No... Solo un poco. Pero vamos, con esto podremos encontrar todas las banderas y ganar. —me adelante un poco pero sentí como se me caía algo.

—Dash... ¿qué es esto?

Voltee y tenía la bolsa de polvo pica-pica que se me cayó.

—Nada importante...

—¿Tú... les hiciste esto?

—Ah, ¿qué no es obvio?

—¿Porqué?

—Para ganar, obviamente. ¡Y da gracias que hice algo! Sin mi no habría probabilidad de ganar.

—¿Oh enserio? ¿cómo lo sabes si hiciste trampa?

—Ve el lado bueno... ¡ganaremos! También hice otras cosas para ganar. —le guiñé el ojo.

—¿De qué hablas?

—De la moto de Sunset fallando, la altere para que hiciera eso y pudieramos ganar pero no funciono gracias a ti.

—¿¡A mi!?

—¡Sí idiota! Pinkie se adelantó y tú te quedaste atrás como un tonto. Pero ya no importa porque con esto ganaremos...

—Dash yo... Sí es así como consideras ganar, pues no pienso ser parte de eso.

—¿Qué?

—¿Porqué tienen tanta comezón?—preguntó la directora Celestia.

—Directora Celestia, yo sé quien fue. –me miró—. Lo siento dashie pero hacer todo esto no estuvo bien.

Se le acercó a la directora Celestia.

—¡No!—corrí y lo empujé al suelo quitándole el polvo pica-pica.

—¡Directora Celestia!—llegó una chica mostrándole una tablet con una grabación.

Celestia me miró molesta.

Yo trague saliva.

—Así que tú fuiste la que saboteó las motocicletas del otro equipo he hiciste que una de ellas chocará.

¡LAS CÁMARAS! ¡¿porqué no pensé en eso?!

—Dash, ¿fuiste tú?—Sunset me miró decepcionada.

—N-No... —me alejé lentamente.

—¡También les puso polvo pica-pica a la ropa de las chicas!—Soarin me arrebató la bolsa y la mostró.

—¡No, no, no! ¡Rainbow jamás nos haría eso!... ¿verdad?—Pinkie me miró triste.

—No lo entienden... ¡solo quería ganar!

—¿Y esto se te hizo que era lo correcto?

—Pues... sí, lo fue para mi.

Sunset y Pinkie se miraron entre ellas con tristeza.

Oh no...