Domingo.

El último día, para probar que soy la mejor...

Y que nuestro equipo gané obviamente.

—Hola Rainbow.

Miré a Sunset y Pinkie paradas enfrente de mi.

—Hola. —salude indiferente.

—Sobre lo de ayer... ¿qué te pasaba?

—Sí, actuaste muy raro. ¿Acaso algo te molesto?

No iba a decirles, sabía que era demasiado infantil pero no podía evitar sentirme así...

—Estoy bien, solo conmocionada por el juego.

—¿Entonces todo está bien?

—Sí. —respondí y me levanté de mi asiento—. Buena suerte, la necesitarán. —me alejé de ahí

—No siento que todo este bien... —le dijo a Sunset y ésta trago saliva.

Fui a prepararme para el motocross.

Observé como trabajadores ponían las motocicletas en su lugar.

Ejem, como en los juegos de la amistad.

Como sea, estaba segura que iba a ganar.

¿Porqué? Porque ayer que estaban dejando las motos en la escuela aproveché para alterar un poco las motos del equipo rojo y asegurarme que no servirán para la carrera.

Iba a ganar cueste lo que cueste.