Capítulo 15
Día jueves a la misma hora, Carlos se hallaba ubicado en el gran árbol rojo. El chico del aro en el labio no había puesto la hora de encuentro en la tira de papel y Carlos de verdad esperaba que el personaje se presentara. Pasaron varios minutos y no había rastro, el azabache esperó hasta que desde la parte de la sombra escuchó un ruido y volteó, ahí lo vio, con una expresión burlona y vestido completamente de negro, sus ojos, también negros destellaron al lado de la sombra del tronco rojo.
―Debiste ver tu cara... de verdad esperabas que no me presentara, ¿verdad? Y no, no lo iba a hacer, pero cambié de idea, así que no me hagas arrepentirme ―sentenció con una fría sonrisa para luego enseriarse nuevamente ―. Vamos al grano, no somos amigos y no quiero que sospeche nadie nada. Roger Martin, jefe del lado sureño de la mafia británica, pero este detalle seguro lo sabías.
―Sí... eso sí lo leí...
―Sé concreto, dime qué quieres saber exactamente ―lo cortó, un poco irritado.
―Quiero saber dónde está y dónde opera. Y si no es mucha molestia, cómo lo conoces tú.
―Solo eso, ¿eh? ―Se burló ―. ¿Cómo sé que no me vas a delatar con él cuando te dé esta información?
―Te doy mi palabra, puedes matarme si hago eso, pero en serio necesito saber.
La urgencia en su voz no pasó desapercibida por el ojinegro, también pudo detectar cierto desdén y enojo en la misma.
―Bueno, a la mínima sospecha, te voy a enterrar este cuchillo entre ceja y ceja y te daré de comer a mis perros ―amenazó con voz fría y una daga en su mano antes de continuar ―, Martin opera desde Birmingham principalmente, pero tiene puntos de reunión en Bath y Bristol, no puedo saber en cuál estará en todo momento, espero te sirva y si no tampoco me interesa. Yo lo conozco como simple hombre de negocios, me pide mercancía a veces.
Carlos procesó la información brindada y movió su cabeza de forma afirmativa.
―Una cosa más... ¿Sabes acerca de Ophelia Evans en relación a él?
―Creo que tenía una rubia con ese nombre trabajando para él, pero no sé si tienen relación directa... ¿es tu pareja o algo?
―No, solo la conocí de un día y escuché que lo nombró ―murmuró.
―Ya, bueno, imbécil, si te vi no me acuerdo y si te vuelves a aparecer buscando caramelos me veré obligado a cumplir con mi amenaza ―volvió a amenazar ―. Sin embargo... si a tu jefa le interesa distribuir un poco de cristal, dile que se ponga en contacto.
Aquello fue lo último que salió de los finos labios antes de que el chico del aro se diera la vuelta y desapareciera como una sombra.
***
El mes se pasó volando, el dar de baja al ministro de exteriores había sido una acción algo radical, tal vez, pero era un paso a llevar a cabo para tener un aliado político que cubriera un poco a Estefanía con algunos encargos en países extranjeros. En cuanto a Carlos, el encuentro con el contacto de Roger Martin había sido de mucha ayuda, llevaba tiempo preparándose bastante con el cómo dar con él y sus amigos también lo habían estado ayudando como podían.
En cuanto a los preparativos de la carrera, Selena había estado compitiendo con gente del equipo, como le había aconsejado Kurten que hiciera y mandaron el auto que usaría a servicio para que estuviera listo. Competiría con el vehículo gris como le había consultado a Estefanía y se sentía muy feliz al respecto.
De parte de los británicos, Daniel había pulido detalles con Vicente Zapata para el cargamento que había pedido, próximo a ser entregado ese mismo día cuando se llevara a cabo la carrera, ellos también habían mandado a reforzar el auto con el que correría Taylor. Mencionando a esta rubia, ella y el jefe tuvieron ese encuentro que el mismo le prometió como adelanto de su trato, uno bastante acalorado, apasionado y prolongado. Así que podría decirse que el jefe británico cumplió su parte del trato con creces esa noche y la mañana siguiente, por lo que Taylor Leblanc había salido más que satisfecha.
Kurten, bajo órdenes de Stef, había viajado a Inglaterra, más concretamente a Bath para afinar detalles del auto, la pista, tantear terreno, estaba allí junto a Cristian y uno de los organizadores, este último solamente en calidad de observación.
―Cristian, pásame la llave de impacto, aquel destornillador y esas tuercas. ―Señaló
Kurten estaba debajo del auto el cual estaba suspendido en el aire mientras le hacía servicio y Cristian era como su asistente en esta ocasión. Él sabía poco de motores y autos, pero se defendía y eso alcanzaba en esta situación. Cristian poco a poco le alcanzó todo lo pedido y se lo fue pasando, además le hicieron una medición al aceite y le instalaron un sistema de turbo que bien usado podía obtener buenos resultados. Seguido de eso, colocaron unas llantas que servían para rodar en caminos de tierra y decidieron probar el auto dando unas vueltas manejando con él para que todo estuviera en orden.
―¿Qué opinas de Selena? ―Preguntó Cristian en un momento que estaban manejando.
Aquella pregunta extrañó al otro muchacho, pero no quiso sacar conclusiones precipitadas.
―¿Qué opino de ella de qué manera?
―Como persona, en general, no sé ―aclaró.
El chico se pensó su respuesta antes de decirla y sonrió ligeramente.
―Ella es un dulce, muy buena persona, es leal y se nota que lucha por lo que le gusta... ¿por qué de repente la pegunta? ―Arqueó una ceja.
―Es que ella me interesa, quiero conocerla más, parece que también a Jack le gusta, pero no sé si me ve como un posible candidato, para pasar un rato o solo como una amistad... ella a veces cuando me ve, pareciera que lo hiciera como algo más, pero la misma mirada veo cuando se dirige a Jack y sinceramente me confunde un poco toda esta situación de ir y venir.
Cristian trató de poner en palabras todas sus confusiones en busca de que Kurten le diera su opinión al respecto o le diera algún consejo. El muchacho sonrió y se dedicó a responder.
―Mira, yo opino que debes dejar que ella misma se acerque, puede que ella se sienta confundida igual y necesite aclarar su cabeza, pero, en caso de que sienta lo mismo por Jack y por ti, ¿has pensado en si quisieras compartir? ―Preguntó.
Esas palabras movieron algo en Cristian, aunque no sabía bien el qué. ¿Compartir a Selena? ¿No sería eso como jugar con ella?, esas y varias más preguntas asaltaron a Cristian en cuanto Kurt había planteado tal posibilidad.
―Pero eso sería como jugar con su corazón, si así fuera, Stef nos metería una bala a los dos tan solo por querer acercarnos a su hermana. ―Se mordió la mejilla haciendo reír un poco a su compañero.
―Podrían establecer una relación abierta, ambos compartirían experiencias con Sel, aparte que viendo a Selena feliz no creo que Stef se opusiera, además ya habló con los dos, ¿no es así?
El pelirrojo afirmó con un movimiento de cabeza, relajándose visiblemente.
―No pensé en la relación abierta o que tuviéramos algo los tres... pero ahora que lo dices, podría funcionar... ―Dejó morir las palabras en el aire.
―Para eso deben reunirse los tres y hablar para aclarar de qué manera quieren proseguir o si quieren hacerlo, si no, ella se verá en la obligación de escoger a uno de ustedes.
―Sí... supongo tiene sentido lo que dices ―asintió.
Los dos amigos continuaron recorriendo los caminos de tierra en los que se llevaría a cabo la carrera. Mientras charlaban, revisaban detalles del motor y los distintos botones y hacían pruebas varias para asegurar el bienestar de la menor de las tres hermanas.
***
Unas horas antes, la jefa de los atenienses no había podido dormir bien mientras pensaba en lo que pasaría ese día. Sin ninguna esperanza de que pudiera volver a pegar el ojo con el pensamiento de dormir así fuera una hora más, tomó la decisión de levantarse primero y así despertar al resto, dejando de últimas a Isabella y a Selena, las cuales sí que dormían plácidamente. Comenzó a mover a Isa del brazo de forma leve, pero con la suficiente fuerza.
―Despierta, cariño ―murmuró hasta que Isabella abrió sus ojos curiosos para mirarla con atención.
―Tú despierta tan temprano, ese milagro no podrá repetirse ―molestó con una pequeña risilla.
―Déjame tranquila ―se quejó dándole un golpecito en el hombro ―. No podía dormir, pensaba en lo que podría pasar esta noche, ya sabes, dándole vueltas al tema ―explicó.
―Deja las vueltas, no eres trompo. ―La miró cruzada de brazos ―. Y no te preocupes por Sel, yo la despertaré mientras tú bajas a desayunar y no me mires con esa cara, todo se resolverá y cada cosa irá a su lugar, ve.
Isa se anticipó a la preocupación de su hermana mayor y palmeó su espalda para hacerla bajar. Stef solo suspiró y dejó un casto beso en su frente antes de bajar las escaleras, saludar en general para todo aquel que estuviera despierto como ella y tomar una lata de energética para refrescarse.
Selena no tardó tanto en despertar, luego de un rápido abrazo dirigido a Isabella, las hermanas terminaron bajando igualmente, los presentes ya habían comido, todos a excepción de la jefa que permanecía aferrada a su lata de energética sabor frambuesa. Al ver a Isabella y Selena entrando a la cocina empujó dos platos hacia ellas, Isa tomó otro y se lo hizo llegar, comieron en un silencio agradable, dándose miradas calmadas entre sí. Stef se levantó para llevar los platos al fregadero cuando sonó el timbre de la puerta, por lo que se dirigió hacia allí y la abrió.
―Adriana, buenos días ―saludó con una sonrisa cordial y un pequeño abrazo, se corrió para dejarla pasar, después cerró tras las dos ―. Algunos la conocen y si no, es la mejor amiga de Selena. ―Estefa les hizo cortas las presentaciones, la susodicha agitó su mano a manera de saludo general.
―¿Qué haces aquí?
La voz grave de Stephan se dejó oír desde la cocina un tanto extrañada y al aparecer ante las chicas llevaba una manzana en la boca. Stef se rio por lo bajo ante la imagen.
―Yo también me alegro de verte, Stephan ―replicó la recién llegada de manera sarcástica ―. Tu jefa, las chicas y yo nos encontramos una vez para ponernos al día y me comentaron que Sel decidió competir, así que vine a brindar apoyo y de paso aproveché a verte, pues me dijo Stef que me querías ver ―concluyó.
―Ya, entiendo. ―Mordió su manzana y se sentó en el sillón frente a la chica.
―¿Te sirvo algo de comer, Adri? ―Stef se asomó desde la puerta de la cocina.
―No, no, ya he desayunado, Estefa... si puedes, solo un vaso de agua, por favor ―pidió con una sonrisa gentil siguiéndola a la cocina y saludando a las demás hermanas ―. Isabella, desadaptada ―las nombró, Sel entrecerró los ojos ante aquello, las otras dos hermanas solo rieron.
―Adriana ―devolvió el saludo Isa.
―¿Cómo que desadaptada? ―Saltó Selena cruzando los brazos sobre su pecho, haciéndose la enojada.
―Sabes que te adoro, estúpida ―sonrió tierna.
―¡No me toques! ―Exclamó con un puchero.
―Sel, vamos, no seas así, no te enojes conmigo. ―Colocó ojos de perrito y la abrazó.
―Está bien, pero que sepas que eres insufrible. ―Devolvió su abrazo rodeando sus ojos.
Las chicas estuvieron charlando por un rato hasta que surgió el tema del auto que sería usado para competir.
―Ya he mandado a Kurten y a Cristian para arreglar y reforzar el auto gris con el que quieres competir, de paso aprovechan a mirar la pista y todo eso ―informó Stef con una suave sonrisa de lado.
Selena liberó una exclamación de pura emoción y se tiró a los brazos de su hermana mayor, esta como siempre la atrapó y besó su frente.
―¡Gracias, gracias, gracias! ―Repitió haciéndola reír un poco mientras que a su vez repartía muchos pequeños besos en su rostro.
―¡Está bien, está bien, tranquila, niña! ―Exclamó entre risitas ―. Tú ocúpate de obtener esa victoria y repetir los trucos y consejos que Kurten te dio, recuerda las carreras amistosas con los chicos, tú estás lista para todo, corazón, no dejes que te hagan pensar lo contrario. ―Pellizcó levemente su cachete.
En eso, luego de bastante tiempo el celular de la jefa se iluminó con unos cuantos mensajes en la pantalla, eran de parte de Cristian, informaba que el auto estaba perfecto y probado para esa noche, que la pista estaba lisa y preparada, en los mensajes adjuntaba algunas fotos de la maquinaria recién pulida, el motor nuevo, los frenos y cada parte del vehículo, ella tipeó una respuesta rápida y adjuntó un Emoji de pulgar arriba. Las fotos se las enseñó a Selena quien asintió, esa victoria sería suya, ya podía olerla, con una sonrisa fue al salón a sentarse.
***
De parte de los británicos, Taylor misma había ido a hacerle las revisiones al carro blanco con el que competiría. Claro, estaba allí en calidad de supervisora, traía una manicura francesa recién hecha, el cabello rubio le caía de manera elegante formando suaves ondas, sus ojos resaltaban con el conjunto azul rey de dos piezas y los tacones que había escogido colocarse. Para su suerte y la de los demás encargados, el día que Daniel envió a Harold a mirar lo de las modificaciones no había necesitado muchas y el trabajo de supervisión de la rubia el presente día fue más corto de lo previsto.
―Luces neón por debajo, ¿sí? Quiero que me vean cuando tome la delantera ―habló un tanto engreída, los técnicos encargados se armaron de paciencia para cumplir con su pedido ―. No se quejen, será recompensado su esfuerzo ―aclaró aventando un par de rollos de billetes hacia ellos.
Los trabajadores atraparon el dinero un, poco más conformes. Taylor dio una palmada en la espalda de Harold y se tomó un descanso para tomarse una copa en un lugar cercano.
***
Cada grupo se iba alistando para el encuentro que tendría lugar en la ciudad de Bath al sur de Inglaterra, cada cual más estresado o nervioso que de normal. A las afueras de Grecia se encontraba cierto sujeto puliendo una de sus pistolas cuando uno de sus hombres se acercó.
―Señor, todos listos para la operación.
La vida de la jefa ateniense no estaría siendo muy fácil luego de dicho acontecimiento a punto de mover su mundo.
―Muy bien, hoy nos encargaremos de Androutsopoulos, nadie se mete con los míos y sale ileso de esto, así como así. Cuando nos veamos cara a cara sabremos de lo que serás capaz, niña insolente ―gruñó el hombre para sí mismo en voz alta.
―Señor, el paquete fue enviado como lo pidió. ―Se acercó otro de los trabajadores.
―Perfecto. ―dejó el arma en la mesa y se frotó las manos liberando una malévola risa ―, veremos qué pasa cuando nuestra querida griega reciba nuestro regalito...
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¡Hola mis buitrecitos del señor!
Por fin! Estábamos estancados pero aquí estamos, un capítulo no tan largo esta vez pero necesitaba sacar algo aunque sea, sé que siempre duro casi un año o más pero espero sigan aquí, que estén bien y que se disfrutaran el cap. Cuándo viene el próximo no lo sé, pero pídanle a las fuerzas místicas conmigo para que sea pronto.
En fin
Qué será ese paquete misterioso? Y ese hombre misterioso?
Taylor y Daniel se dejaron satisfechos?
Selena, Cristian y Jack? Team trío o uno de los dos?
Lograrán competir o no? Lo sabremos, estén atentos
Wueno, la yo se larga, mucho tiempo sin aparecer
Si quieren pásense por las demás historias en mi perfil, yo los leo por allá.
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Se les quiere y aprecia 💘
Con parte de mi amor 💜
Tiniebla.
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