Octubre - 1995

Mi madre te había invitado a cenar.

"¿Y que van a hacer cuando Louis entre a la universidad?" pregunto mi madre.

Recuerdo como me miraste. Tus ojos color miel estaban totalmente oscuros y me dijiste algo que no pude escuchar.

Hacia unos meses había mandando una solicitud de inscripción para la universidad, quería estudiar Ciencias musicales, pero todavía no te conocía, Leah. No quería perderte. Y te quería a ti.

Pero tu seguías escurriéndote entre mis dedos.

El fin de semana anterior me había llegado un sobre.

Aceptado.

Pero ya no sentía ese cosquilleo en el fondo mi estomago. Porque estabas tu, Leah. Ese era tu lugar.

Esa tarde nos sentamos en el peldaño de la puerta y nos quedamos callados, escuchando el sonido de los pájaros.

"¿Porque no me lo dijiste?" preguntaste en un tono cansado, parecía que habías corrido una mararton y que luego te habían roto el corazón de un martillazo.

Y no eras la única.

"Porque te amo, Leah. Esa solicitud la pedí antes de conocerte, no sabia que iba a pasar. No importa." Me miraste con asombro, y pude ver la iridiscencia en tus ojos.

Jamas te había dicho que te amaba.

Agarraste mi cara entre tus manos y pude sentir como me acariciabas la mejilla, con una delicadeza que jamas habías usado. me miraste con otros ojos y lo supe.

"Yo también te amo, Louis" susurraste. Y eso era lo único que faltaba, caí en tus brazos y hasta el día de hoy no he podido salir.

And after all

You're my wonderwall