Taehyung ya llevaba una hora, o incluso más, buscando a su perrito.

Incluso había llegado a salir del área "segura" de la casa para poder buscarlo, pero simplemente no lo encontraba.

Sus bonitos ojitos tenían lagrimas retenidas, pero se obligaba a si mismo a no soltarlas, él era fuerte, sus padres siempre se lo dijeron, su Jungkookie siempre se lo recordaba.

Y con ese pensamiento en mente, sonrío para darse ánimos, hizo su mano un pequeño puño mientras hacía un movimiento de "tu puedes" y se encaminó a buscar nuevamente a Yeontan, silbando levemente para llamar su atención.

Después de unos minutos, se rindió. Ya estaba muy cansado y quería darse un baño, su fuerza se había ido por el desagüe al no haber rastros de su pequeño cachorro, pequeñas lagrimas ya se deslizaban por sus mejillas, con manos temblorosas las limpiaba. 

Cuando llegara su novio sabia que él lo encontraría, así que decidió volver a casa, se decía que el había hecho el intento de encontrar a su bonito bebé, que no lo había dejado solo y que era un buen papi, para cuando llegara su papá Jungkookie lo encontrarían y harían como si no hubiese pasado nada. 

Iban a estar bien.

Al menos eso quería creer, pero cuando dos hombres robustos se aparecieron frente a él, un botón en su interior se encendió poniéndolo sumamente nervioso.

Por instinto retrocedió, viendo como aquellos se acercaban a él, sus manos se alzaron a la altura de su pecho, pidiendo que detuvieran sus pasos, pero el que termino parando fue él, pues sintió un pecho chocar contra su espalda.

Y antes de que pudiese voltearse para ver quien era, el tipo rodeo su cuello con su brazo, acortando lentamente la entrada de aire a su sistema, su mano se dirigió al brazo de aquel hombre para intentar quitarlo, viendo con miedo a aquellos otros dos hombres que se acercaban a ellos.

—Kim Taehyung... ¿Quien lo diría? nos hiciste el trabajo mas fácil— el hombre sonrió altanero al ver las lagrimas del rubio— Todos sabíamos que Jeon Jungkook se había atrevido a dejar a su mas grande joya solo, pero ninguno de los otros estúpidos se atrevieron a aprovechar la oportunidad, pero claro que nosotros no lo íbamos a desaprovechar— le dijo, acercando su mano a acariciar la mejilla de Taehyung, quien volteo la cara con brusquedad al sentir el toque ajeno.

—nuestro plan era atacar la casa, la tendríamos demasiado difícil porque hay demasiados perros "cuidándote", pero al pequeño chiquillo se le ocurre divagar solo— la risa que soltó fue demasiado divertida para el gusto de Taehyung, que a pesar del miedo que sentía, apretó la mandíbula con fuerza, dirigiéndoles una mirada de odio a los hombres frente a él.

—No nos mires así, bonito— sonrió—  Sabes que no nos pasaremos contigo, me imagino que conoces nuestras reglas, ¿cierto?- preguntó en un susurro, sin borrar esa asquerosa sonrisa de su rostro burlón.

Taehyung los miro, claro que sabia las reglas que tenían. Los gansters, narcos, como quieras llamarlo, tenían la regla de: no niños, no mujeres, o cualquier tipo de persona inocente. Y por supuesto que Taehyung entraba en el ultimo grupo, porque no importaba que tuviera de novio al hombre mas peligroso del mundo, todos sabían que no eran iguales.

Jungkook era tan frío y duro como para matar a alguien sin remordimientos, mientras que Taehyung era tierno, dulce y comprensivo, nadie tenia idea de como esos dos podían ser pareja, pero tampoco lo comentaban mucho porque no querían morir por andar de curiosos y preguntones.

Pero bueno, no es momento de hablar de eso.

—Sólo le daremos una pequeña advertencia a tu querido novio para que le baje a sus humos, para que vaya sabiendo que hay mafiosos mejores que él— Taehyung se quiso reír en su cara porque nadie era mejor que su novio, pero el agarre en su cuello se intensificó, acortando la entrada de aire a su cuerpo nuevamente.

Los otros hombres se alejaron, pensando que todo el trabajo estaría hecho muy pronto, lo que no sabían, es que Taehyung sabía como defenderse.

Su Hyung se había encargado de enseñarle defensa personal unas cuantas veces, sería todo un profesional de no ser que a él no le gustaba la violencia, prefería sentarse a leer un libro mientras su novio practicaba boxeo en el mismo cuarto que él, prefería pintar mientras que su novio hacía ejercicio, prefería sacar fotos en lugar de ir a correr con su pareja, se arrepentía un poco ahora por su holgazanería.

Pero aún así sabía lo básico, Jungkook lo hacía aprender aquello para poder salir y defenderse ante cualquier situación, ahora le estaba agradecido.

Tomó fuertemente con sus manos el brazo del hombre, impulsándose hacia adelante, sus piernas se elevaron en el aire, la derecha más arriba que la izquierda, el repentino movimiento puso al hombre que lo sostenía un poco flojo, lo cual le facilitó el trabajo, regresó sus piernas al suelo, flexionando la pierna izquierda al momento de tocarlo y en un movimiento rápido, sus brazos ya habían empujado al hombre hacía adelante en una perfecta llave.

No era necesario ser fuerte o de gran musculatura para hacer aquello, solo era necesaria un poco de agilidad y un buen agarre.

Al dejar al hombre en el piso comenzó a correr en dirección contraria, pensando que ya había pasado todo, que podría llegar a casa a salvo y sin ningún rasguño.

Que le diría a su novio lo sucedido  y el se haría cargo después.

Pero repentinamente otro hombre apareció frente a él, cuatro malditos hombres.

El que estaba frente a él portaba una navaja en sus manos, lo cual hizo que detuviera sus pasos, los otros tres hombres llegaron rápidamente hacia ellos.

Sabía que podía defenderse, pero máximo con dos, no con cuatro y menos con uno armado, temió por su vida.

Pero repentinamente el tipo guardó su navaja, por un momento tuvo esperanza de que no serian tan malos con el.

 Lo cual obviamente no fue así, nadie lo salvó de los golpes que comenzaron a proporcionar en su cuerpo.

Los malditos cobardes eran unos montoneros.

Sintió un puño en su cara, tan fuerte fue que sintió su labio romperse, el sentir la sangre en su lengua lo confirmó.

Hizo todo lo que pudo para defenderse, pero solo pudo dar unos cuantos puños, pero aquellos hombres lo estaban moliendo a golpes.

Sentía puños en su torso y otros cuantos en su cara, ya no estaba muy consciente que digamos.

Cuando los tipos se cansaron, uno lo sostuvo del pelo para levantar su cabeza del suelo, gimió de dolor puro, abrió solo un poco uno de sus ojos para ver a aquél sujeto.

—Dile a tu novecito, que pronto lo bajaremos del pedestal en el que está montado— a pesar de todo, del dolor y de sus dientes bañados en sangre, Taehyung sonrió ante aquellas palabras, porque ambos sabían que eso jamas pasaría, lo cual molestó aún más al tipo al saber lo que quería decir con esa risita de valiente, un ultimo golpe directamente en su cara lo dejó totalmente inconsciente.

Entre su delirio, Taehyung sabía que nadie lo ayudaría hasta muy tarde, Yoongi y Namjoon habían tenido un trabajo que hacer fuera de Seúl días antes de que Jungkook se fuera, los demás chicos que cuidaban la casa se pondrían en acción hasta que fueran las doce de la noche, que fue la hora indicada para revisar que todo estuviese bien el casa, que sería hasta la hora en la que notarían su ausencia, y para su desgracia y mala suerte, no cargaba su celular al creer que no tardaría nada en su búsqueda.

No tenía a nadie que lo ayudara ahora.

Hola y adiós.

JAJDJAJSJAK ya pues.

Eu, ¿que tal estuvo? ¿muy chafa? i know

Espero que el cap les haya gustado aun así,  lo quería hacer más largo pero meh.

Perdón por cualquier error ortográfico.