Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Cap. 13

Aquella mañana había despertado con fiebre, no quería faltar, quería ver a Mika. Aún así sus hermanos insistieron un buen rato hasta que finalmente decidió quedarse en casa, Padre no estaba, habría salido otra vez por su trabajo, con suerte y volvería la próxima semana.

Se sentía mal y cada vez tenía más ganas de llorar otra vez, su madre debía de estar decepcionada si es que lo miraba desde el cielo. Se levantó para poder buscar cierto colgante que aún conservaba, apretandolo contra su pecho se dispuso otra vez a llorar.

- Perdón madre, perdón Pers - Susurró entre sollozos - Soy realmente débil ¿por qué no soy capaz de parar de llorar?

Entre sus lamentos, cayó dormido con Pers y el colgante que alguna vez le perteneció a su madre a su lado. Pasaron varias horas antes de volver a despertar, esta vez ya pasada la hora de almuerzo, había bajado su fiebre, pero se sentía incómodo al ver sus ojos hinchados y su ojeras, había dormido bien, no tenía sueño al menos. Buscó con su mirada el reloj de su habitación, ¿realmente había dormido tanto? Sujetó su teléfono en busca de aquel mensaje que había estado esperando de ayer, alguna noticia de parte de Collei, pese a haber mensajes nuevos en su chat, nada de lo que estaba esperando.

"¿Qué sucedió con Mika? ¿Lumine dijo algo?"

"No."

Soltó un suspiro, pero mientras miraba los mensajes dejados hace poco, no pudo evitar sonreír, Collei había estado mandandole mensajes de consuelo, dijo que había hablado con Mika y que este no lo odiaba y que había sido un malentendido aparentemente, eso lo hacía sentir mejor, esperaba poder verlo mañana y resolverlo todo, podrían volver a ser amigos si es que alguna vez pudieron considerarse así.

También había recibido otros mensajes de 4 chats. Uno era de un número desconocido, por su contenido se podía ver claramente que era Lumine, al parecer había conseguido su número y le dio la misma noticia que le otorgó Collei. El segundo era de Cyno quien le pedía volver a jugar cuando se sintiera mejor. Los últimos dos eran de sus hermanos, Lyney y Lynette, estos decían:

"Mika quiere disculparse en persona, lo invitamos a casa." Y, "Tu amigo vendrá a casa, te tiene un regalo, que considerado ¿no?".

Al mirar estos mensajes algo de pánico vino a su mente, considerando que enviaron esos mensajes a las 8:30 no estaría mal, pero los acababa de leer, a las 3:50, faltaba poco para el final de clases, eran aún más de una hora, pero, no se veía especialmente bien, y tampoco estaba arreglado, le daría vergüenza mostrarse así frente a Mika, le daría tiempo de arreglarse, pero, ¿qué haría cuando lo viera? ¿Qué le diría? ¿Y si terminaba otra vez llorando? ¿Mika también pesaría que era débil y patético?

Una vez terminó de arreglarse y ordenar su habitación, habría vuelto a sujetar el collar de su madre, este se encontraba en mal estado e incluso cubierto por la sangre seca de aquel día. Aún si pudiera, no lo arreglaría, tendría que cambiar algunas piezas y quería que se mantuviera así, fue el objeto más cercano que tuvo su madre antes de morir, se mantuvo junto a su pecho y la acompaño en sus últimos momentos.

- Madre, sé que esto es egoísta, diste tu vida para poder salvarme, aún así quiero pedirte algo más, quiero que me acompañes - Apretó el colgante con algo de fuerza - Si realmente miras a este inútil hijo tuyo desde el cielo, te ruego que me acompañes, solo así podría tener el valor suficiente.

5:00 y aún no sabía que decir, ¿y si le daba un regalo también? No, no tendría tiempo suficiente, tampoco sabía que le gustaba. Tal vez aún estaba a tiempo de pedirle a sus hermanos que no lo trajeran a la casa y darse tiempo hasta mañana para pensar, Mika estaba el el club de fútbol así que debía de salir más tarde ¿no? Había escuchado la puerta de entrada abrirse, tal vez y solo eran otros de sus hermanos que salían más temprano al no tener clubes en sus colegios o por el horario de estos mismos, pero, cada vez que escuchaba esta puerta no evitaba el asustarse una y otra vez. No fue sino hasta las 6:45 donde finalmente sus hermanos y Mika llegaron a la casa, no había logrado enviar el mensaje entre sus dudas y ya se estaba arrepintiendo. La puerta de su habitación se abrió, Mika se mostraba algo incómodo mientras sujetaba un libro en sus manos.

- Y- yo realmente lo lamento... - Dijo mientras le entregaba el libro - Fui un idiota.

- ¡No digas eso! - No pudo evitar sentirse aún peor al escuchar tal disculpa - No eres un idiota, siempre me tratas muy bien.

- Pero, te hice sentir mal, aún cuando deseo tanto verte sonreír - Ante sus palabras Freminet no pudo evitar sonrojarse, era la primera vez que alguien le decía que deseaba verlo sonreír.

- ¿E- es eso así? - Avergonzado intento sonreír levemente - Puedo intentarlo más seguido... Aunque, ¿realmente sonrío tan poco?

- Te conozco desde hace pocos días, pero incluso antes rara vez te he visto sonreír - Admitió - Pero, me gusta verte cuando lo haces.

Ya se sentía algo más relajado, no había terminado llorando, aunque tenía algo de ganas de hacerlo, más por alegría que por tristeza, sin embargo no quería volver a actuar tan débil. Al final ambos acabaron acurrucados sobre el cubrecamas junto a Pers, mientras Freminet se sumergía en la lectura de aquel cuento ilustrado.

- Pensé que no sabías escribir.

- La verdad mi madre me ayudo un poco - Rió nervioso.

- Sobre las ilustraciones... ¿Las hiciste tú?

- Sí... Perdón, no soy mu- - Fue interrumpido.

- ¡Me encanta! ¡Todo este libro! - Exclamó alegremente - Yo también debí haberte regalado algo, perdón.

- Esta bien, me basta con verte feliz.

Ambos estuvieron el resto del día juntos y solos en aquella habitación hasta que Mika tuvo que volver a casa. En ese momento Freminet volvió a releer aquellas páginas, mientras recordaba el tacto y la calidez de Mika se sentía realmente feliz, tal vez, y solo tal vez, Lyney no se equivocaba, tal vez, y solo tal vez, deseaba saber más sobre Mika, no sólo cosas tales como su comida favorita, qué le gustaba y qué no, si tenía mascotas, y similares, sino temas que nunca vivieron a su mente con nadie más, tales como, ¿cómo se sentiría besarlo? Otro pensamiento que debía borrar lo más pronto posible, si seguía así, seguramente, no, definitivamente... Ugh, no quería ni pensarlo, después de todo para Mika él solo era un amigo ¿no?

- Madre, tu hijo cada vez es más estúpido.

Aquella noche durmió junto a Pers y el colgante, esta vez solo quería poder descansar bien, pensar en que todo con Mika se había arreglado aunque no fuera así, lo último no se cumpliría sin importar que, este sentimiento debía de ser algo que nunca se cumpliría.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro