Jimin y Taehyung habían salido del edificio y Jimin se lo había llevado tan lejos para que pudiera despejarse del trabajo.

Taehyung pensaba que era emocionante ver a su lindo esposo llevárselo a pie por todo un parque sabiendo que en el estacionamiento estaba su automóvil.

Así que ambos terminaron por comer en uno de esos restaurantes caseros donde no había mucha gente por la hora, así que estaba rogándole al cielo porque pudieran conversar tranquilos una vez acabarán de comer.

Incluso si para entonces no parecia que necesitaran hablar del tema porque su esencia como pareja nunca se esfumó desde que estuvieron juntos, hablaron, se miraron y se tomaron de las manos.

Pero aun así, Jimin necesitaba decirle.

Deseba tener la valentía de decirle que algo se estaba apagando.

— ¿Ya tenías hambre, Tete? — Jimin acogió a su esposo distraído que al llamarle la atención se dejó caer en su hombro, agotado y lo sentía, estaba pesado y no era más que por el cansancio, el solo asintió.

Jimin esta vez estaba un poco más confiado para llamar su atención, así lo había intentado dos veces y en las anteriores llego una camarera a pedir su orden y a dejarles la comida.

Tomo un largo suspiro y trato de hablar, siendo cruelmente interrumpido por una llamada entrante de su celular, así que inevitablemente se tuvo que separar para contestarle a alguno de sus jefes.

Cinco o diez minutos, Jimin sentía que llevaba meses esperando.

Así que sin poder evitarlo un dolorcito llegó a su pecho cerrando su posibilidad de hablar, preguntándose si era su culpa ser tan egoísta o si realmente Taehyung estaba volviéndose una pareja ausente.

Y su coraje se desvaneció, estaba cansado de que todos quisieran quitarle a su esposo. ( todos = su trabajo) y lloro, sintió que era infantil la razón por la cual estaba llorando, así que se limitó a apretar los brazos en medio de sus piernas y respirar hondo.

Taehyung hizo un puchero al ver los ojos de su esposo cristalizados cuando colgo la llamada y el ni siquiera volteo a verlo, así que llevó dos de sus dedos al borde de sus mejillas para atrapar la pequeña lágrima que bajo de ahí y limpiarla.

— ¿Por qué está triste mi principito? — trato de animarlo mientras hacía gestos para sacarle una sonrisa, incluso si no funcionó. — Si yo lo quiero mucho. —

Jimin volteo su mirada solo para que el nudo en su garganta le dejara soltar una frase.

— Me haces falta Taehyung.

Sentía que finalmente había sacado todo lo que había sentido estos últimos meses con solo una frase. — ¿Mhm?— incrédulamente, Taehyung trato de buscar la razón de eso, y su sonrisa se desvaneció al instante.

¿Qué hizo mal? ¿Qué le faltó a su Jimin para poder estar tranquilo?

— Extraño a mi esposo. — Volvió a mencionar Jimin mientras le sacaba el móvil de las manos y se aferro a su pecho mientras hundia su rostro en el.

Jimin tenía frío en su corazón.

Y Taehyung finalmente lo había visto desde ese punto.

A Jimin no le hacia falta que pagara las cuentas de su hogar y le llevara las facturas cada fin de mes.

Le hacia falta un beso.

Un poquito de amor.

[ ♡ ]