Los meses siguieron pasando y cada día se escuchaba una canción nueva siendo tocada por aquel joven castaño, Jungkook, claro está, bajaba todas noches y mantenía una pequeña plática con aquel chico, sin darse cuenta que sentimientos comenzaban a florecer día con día que pasaba a su lado.

En una de las tantas pláticas que tuvieron, Taehyung por fin tuvo el valor de contar el detrás del "accidente" de su muerte, algo que nunca nadie llegó a conocer.

—¿Recuerdas que te dije que mi muerte no había sido un accidente? —habló primero el pianista mientras tocaba el piano

—Si, lo recuerdo, ¿por qué? —preguntó con curiosidad el azabache al lado de él

—Como todos en los famosos de la música clásica, yo tenía algunas personas que me odiaban al lograr ser exitoso en este campo, pero había alguien en particular que siempre me odió, su nombre era Park Jimin, era el segundo pianista ma exitoso después de mi, pero siempre me tuvo envidia y siempre me lo hizo saber, ya que intentaba constantemente sabotear todas mis actividades o conciertos, hasta que tuvo éxito en una, que el día que morí. Ese día lo noté extraño, pero no le tomé importancia, no hasta que comenzó todo el accidente, él fue la última persona que vi antes de morir y en su rostro mostraba una gran sonrisa, pues claro había cumplido el cometido de quitarme de su camino y ahora él...

—Es el pianista más exitoso de Corea —interrumpió Jungkook sorprendido al saber la verdad —Es por él aid muchos de los pianistas fallecían de maneras extrañas, Dios, que persona tan horrible

—Lo es, pero ya no podemos hacer nada, ya que destruyó y eliminó las pruebas o testigos que habían o sabían sobre sus secretos —dijo el castaño con una sonrisa triste

Era triste, si, pero esa era la realidad de muchos músicos y compositores, sabían que el peligro siempre estaba acechando, pero los hacía más feliz el hacer lo que les apasionaba, tal como a Kim Taehyung.

Esa era una cruda realidad que muchos aceptaban, pues en ese campo siempre hubo mucha competencia y todos apuntaban a la cima, aún si eso les costara la vida a ellos o a sus oponentes.