Julie y yo nos vimos y unos segundos sin sabes que hacer, y después rápidamente nos paramos a la vez. Ella agarró algo para tirarle por si acaso se tratara de un ladrón.

Nos empezamos a acercar un poco más donde el ruido provenía, hice esfuerzo para escuchar los ruidos más claros. Cuando ya pude descifrar que era lo que se escuchaba, fruncí el ceño con disgusto.

-Dudo que eso sea un ladrón-le susurré a Julie, quien tenía una expresión casi igual que la mía.

-Yo menos.

En menos de un segundo, Julie con pasos rápidos y fuertes, se acercó a donde provenía los gemidos.

- ¡No puedo creer esto! -gritó ella poniendo sus brazos en su cadera- ¿¡Cómo traes a una chica a media luz del sol a la casa donde viven tus padres y tu hermana para follar!?

Si les digo que no me sorprendí la actitud de Julie, les miento. No pensé que una chica como ella pueda gritar la palabra follar sin pedir perdón, pero me equivoqué.

Mis ojos viajaron a la dirección que Julie gritaba. Ahí se encuentra el chico que se sentó conmigo en una clase, pero esta vez se encontraba en una posición algo muy comprometedora... y muy incómoda para nosotras.

Tenía una chica en su cadera, mientras le apretaba las nalgas sobre su falda, y por lo que veo a los dos se les perdió sus suéteres.

-Oh hermanita, no pensé que habría visitas-dijo él soltando a la chica quien nos veía con las mejillas demasiado rojas, y dudo que sea por la vergüenza.

-Al parecer yo menos sabía que ibas a traer a visitas algo íntimas-Julie parecía que le quería lanzar dagas por la forma en que miraba al chico-pero esta chica se va ya.

-Ya la escuchaste, la jefa no me deja tenerte aquí, en otra ocasión terminamos nena-dijo guillando un ojo hacia la chica, quien se veía un muy desilusionada por no terminar lo que tenían pensado.

Julie, quien se encontraba ahora con los brazos cruzados, esperó a que la chica se fuera para seguir regañándolo.

-Lo siento demasiado Lara, no pensé mi hermano fuera tan indecente y trajera a alguien para hacer sus cosas sin importar quienes vivan bajo de su mismo techo-Julie se volteó hacía mi dirección con mucha pena por lo que acaba de pasar.

-Hermanita, este no es modo como me tienes que presentar al frente de esta hermosura-los ojos del chico viajaron de arriba hacia bajo por todo mi cuerpo.

Lo miré enarcado una ceja y me acerqué a él un poco.

-Sigues mirándome de esa manera y yo te presentaré a mi puño, ¿entendido?-hablé fingiendo una sonrisa.

Odio a ese tipo de chicos.

-Lara, ignora a mi hermano, parece que perdió sus modales.

-Tranquila, esta clases de chicos le hacen falta más que modales para ser normales-dije mirándolo de reojo-Julie, creo que es mejor que me vaya.

Me despedí de ella-ignorando la mirada de su hermano- y luego con mi moto crucé la calle para llegar a mi casa.

Al entrar, me encontré con Matt, quien conversaba muy a gusto con Mary en la cocina.

- ¿De qué me perdí? -dije sentándome al lado de mi mejor amigo.

-Adivina de lo que me enteré-dice Matt como una vieja chismosa-los mellizos de quienes te hablaba viven al frente de tu casa-dice esperando mi reacción- ¿por qué no te sorprendes?

-Porque acabé de llegar de donde ellos-dije.

Empecé a contarles todo lo que me había sucedido, y él me miraba con los ojos súper abiertos al igual que Mary.

Después de que almorzamos, vimos una película juntos mientras escuchaba todos los comentarios de Matt diciendo que es más guapo que el protagonista de la película, yo solo asentía a todo lo que me decía, aunque fuera una mentira.

-Fue lindo pasar la tarde contigo, pero me tengo que ir-dijo recogiendo lo que trajo.

- ¿Para dónde se podría saber que vas tan apurado? – lo miré curiosa, mientras me metía las ultimas gomitas en mi boca.

-Hoy unos de los chicos van hacer una fiesta.

- ¿De verdad? No se podían esperar ni una semana de que comenzaran las clases-dije sin creerlo.

-Ya sabes cómo son, ¿quieres acompañarme? -me preguntó, pero los dos sabíamos la respuesta.

-No gracias, mejor me veo otra película.

-Como quieras, nunca de convenzo-me dio un beso en la cabeza y seguido se fue.

Puse otra película, pero para decir la verdad, no le estaba prestando demasiado atención, ya que mis párpados se empezaban a cerrar por sí solos.

A segundos de quedarme dormida, mi celular empiezo a sonar. Con pocas ganas agarré mi celular y contesté sin percatarme de quien era.

- ¿Quién es?

-Hola hermanita, ¿cómo estás? – la inconfundible voz de mi Megan, salió por el altavoz.

-Bien Megan, tratando de dormir, pero alguien me interrumpió-dije tratando de sonando sarcástica.

-Veo que no tienes ganas de hablar con tu hermana mayor, pero bueno, ¿cómo van las cosas allá? ¿Papá y mamá están en la casa?

-Aquí todo está normal y aburrido como siempre, y yo no sé porque preguntas cosas que ya sabes cuales son las respuestas-dije refiriéndome a su segunda pregunta.

-Me lo imaginé, siempre están trabajando.

-Ajá...-una voz que no fue de Megan sonó en la línea.

-Megan tenemos que irnos-dijo la voz de una chica a lo lejos-hermanita te tengo que dejar, me están esperando.

-Bueno, adiós-después de despedirnos, colgué dejando el celular en la mesa.

Creo que no les he hablado de mi hermana mayor Megan, la hija perfecta para mis padres, aunque ella no lo vea así. Después que se graduó del colegio fue a una de las universidades más prestigiosas del país gracias a sus notas. Es sinónimo de amabilidad y tolerancia, es la hija educada que todo padre desea tener.

En cambio, yo, se podría decir que salí como la oveja negra de la familia, bueno, eso es lo creo que papá piensa, mis notas no son perfectas como las de Megan, no soy alguien que sabe desde tercer año de preparatoria que universidad ir y que estudiar como mi hermana mayor, no tengo un talento como tocar el violín o dibujar, y el simple hecho de que tenga una moto les fastidia a mis padres demasiado.

Pero después de varios años, me he acostumbrado a las demasiadas comparaciones que mi padre me hace con mi hermana, y se podría decir que ya no me afectan como hace años atrás.

* * * * *

Ashton:

Cuando Julie empieza hablar es difícil encontrar el botón de parar.

Se volvió loca cuando vio que traje a una invitada íntima en la casa y más cuando también tenía una invitada. Esa chica que a lo lejos se puede ver que no le agrado, o puede ser que nadie le agrada.

La cosa es que mi querida melliza, me hizo prometerle en casi todos los idiomas, que nunca más volvería a traer una chica para hacer mis "cochinadas" como ella les dice.

Después de irse de mi habitación, me tomé una siesta muy larga. Cuando me levanté me di cuenta que eran las 9.10 pm.

Me empecé a alistar, porque unos chicos que conocí hoy, me invitaron a una fiesta, me dijeron que era una fiesta tranquila y solo para dar la bienvenida a todos los nuevos, pero dudo que sea algo tranquilo.

Después de una hora, salí de mi casa y con mi carro, empecé a manejar al lugar donde me indicaron con ayuda del GPS, ya que como soy nuevo en esta ciudad no conozco casi nada.

Aparqué mi carro al frente de una casa gigante llena de adolescentes. Al bajar, mi olfato le llegó el olor al alcohol al instante, me acerqué a la puerta principal, quienes la acaparaban demasiadas personas, haciendo que chocara con algunas de ellas.

Al estar en la sala, pude notar que no me equivoqué cuando dije que esto sería todo menos que una pequeña fiesta. Un Dj animaba a todas las personas que se encontraban bailando muy eufóricos, y aun lado en la cocina, pude notar como hicieron un bar improvisado.

- ¡Hey amigo! -una voz hizo que girara.

Me encontré con un chico que conocí hoy, creo que era James su nombre.

- ¡Ven, sígueme! -sin dudarlo empecé a caminar detrás de él.

Fue complicado atravesar todo ese gentío, pero al fin llegamos donde James me dijo que lo siguiera.

Entramos a una sala, un poco más apartaba del resto de las personas, donde la música no se oía tan fuerte como afuera.

-Creo que los conociste a todos, ¿cierto? -dijo James señalando a un grupo de chicos que estaban sentados mientras hablaban entre ellos-Pero de todas maneras te diré los nombres, este es Esteban, este otro es Henry, Matt es el que siempre está con una chica nueva, Elisa sé que la conociste y a su amiga Lía.

Henry, quien es un chico moreno y muy alto, se paró y me saludó demasiado amable, al igual que los otros dos chicos.

- ¡Ashton! -la voz aguda de la rubia resonó en toda la habitación-Ven siéntate al lado mío.

Elisa es una chica muy hermosa, me recuerda a algunas chicas con las que ya he estado, supongo que por eso hubo química tan rápido entre nosotros.

Sin darme cuenta o haberme avisado, los labios de la rubia se lanzaron encima de los mío, atrayendo las miradas de los demás, pero al parecer a la chica no le importaba, y como a mi menos, le seguí el juego intensificando el beso.

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Hola gente lectora, ¿cómo les está pareciendo?

Espero de verdad que les este gustando, aunque solo es el comienzo, recuerden que pueden dejar un cometario y votar, eso me ayudara.

Baisss, los quiero!!