Capítulo 3
-Pensé que no te encontraría a aquí, pero claramente me equivoqué, y te acompaña al lado tu perrito faldero.
Con una sonrisa fingida, me giro para encontrarme con una rubia mirándome de arriba hacia bajo.
-Hola Elisa-dije con una sonrisa fingida- Y no sé por qué piensas eso, si es este es un lugar libre para todos, ¿cierto Matt? - él chico de mi lado asintió.
-Tienes razón, pero pensé que la perrera tenía una mejor seguridad, pero me he equivocado.
Crucé mis brazos, si creía que mirándome fijamente y dedicándome una sonrisa de payaso iba a intimidarme, no lo era. Está acostumbrada a sentirse superior que los demás la mayoría del tiempo, pero en mi caso, yo o la dejaba ya que sus insultos ridículos no me pesan.
Mi mirada se dirigió hacia su derecha, donde se encontraba Lia. Si ella pensaba que Matt era mi perro faldero, no quiero pensar que ella. La pobre se dejó influenciar de la arpía de al lado, y ahora hace todo para agradarle y sentirse a su nivel, aunque para eso tiene que burlarse y tratar mal a las personas de su alrededor.
Del otro al lado de Elisa, está un chico, supuse al instante que se trataba del chico nuevo que Matt me hablo hace unos minutos. Su vista estaba perdida en su celular mientras tecleaba algo rápido, sin percatarse de lo que pasa.
- ¿Por qué tan callada ahora, Lara? Es que tu lado malo desapareció estos meses o qué- la agría voz de Elisa me saco de mis pensamientos.
Quería reírme, me daba gracia como ella suponía que me siento intimidada por su persona.
-Ay Elisa, para por favor. Si piensas que me entidad o algo por el estilo, no es así, ni a nadie de por aquí- empecé a hablar con tranquilidad- Solo que ya están acostumbrados a esta rutina de que te creas la que manda, pero aquí todos saben que no es así-su vista posaba en mi como un rayo láser- Así que haz me el favor de sentarte y dejar de joder.
Sin más me fui de la cafetería, dejando a las personas que estaban puestas su atención sobre nosotras con la boca abierta.
- ¿Te dije lo mucho que me gusta tenerte como mejor amiga? -Matt, quien me acompañaba al lado habló.
-Sí, pero no me quejo si lo repites.
-Amo que sean mi mejor amiga-pasó su brazo en mi hombro.
-Disfrútalo muchacho.
* * * * * *
Después que el receso se acabará, Matt y yo fuimos a la siguiente clase, que por suerte nos tocaba juntos.
Al entrar al salón, mi mirada empezó a divagar en busca de un asiento libre, solo había dos, uno con un chico, y el otro era al lado de la chica que estuvo conmigo al lado de matemáticas.
-Yo escojo a la chica linda-mi mejor amigo fue corriendo al asiento al lado de ella, asustándola por su inesperada llegada.
Yo sin ninguna opción, me dirigí al único puesto libre. Cuando llegué, tiré mi maleta al suelo y coloqué mi cabeza sobre mis brazos, rogando que se acabará este día.
Mi momento a solas no duro mucho, ya que alguien me tocó el hombro.
Alcé mi cabeza con mal humor topándome con unos ojos oscuros.
- ¿Te ayudó en algo? -dije alzando una ceja y sin muchas ganas de socializar.
-Ehh... podrías empezar por tu nombre bella-el chico con una sonrisa se acercó un poco a mí.
-Primero que todo, no me digas bella, y segundo, hay algo llamado espacio personal, así que aléjate-dije empujándolo lejos de mí.
-Chica mala, me gustan-dice él con aire de coqueto.
-Es bueno que te gusten, pero conmigo no-lo miré una última vez con cara de pocos amigos, y luego dirigí mi vista hacia el tablero, donde la profesora empezó a escribir algo.
El chico de al lado-que, si mal no recuerdo, era el que estaba al lado de Elisa- no volvió a hablarme y sin duda fue un alivio.
La profesora explicaba su clase, pero en realidad no estaba tan concentrada.
En un momento mi vista cayo en Matt, quien tenía los ojos pegados a la chica nueva, quien se encontraba escribiendo algo del tablero, nada nuevo de él a decir verdad.
Cuando la clase acabó, tuve que dar las siguientes otras clases hasta que la hora de salida llegó.
Me encontraba caminando sola hacia mi moto, ya que Matt se quedó hablado con un par de amigos.
Antes de poner un pie sobre mi moto, una chica de cabello castaño claro apareció.
-Eh... bueno, es que llegué porque quedamos en ir a mi casa para hacer la tarea-ella parecía un poco nerviosa, porque no podía hablar sin dejar de mover las manos, cosa que me estresaba.
Si les digo que se me olvido que tenía que irme con ella, ¿me creen?
-Aja, bueno sube a tu auto, yo te sigo desde mi moto-sin mucho ánimo le dije.
Ella se quedó unos segundos parada en el mismo lugar, hasta que empezó a dirigirse hacia su auto.
Pero antes que entrara la llamé.
- ¡Oye! -volteó a mirarme-¿Cómo era tu nombre?
- ¡Julie! -seguido a eso, se metió a su vehículo.
*****
Con Dakota-mi moto- seguía a Julie para ir su casa, pero lo raro era que todo me era tan familiar, los árboles, los parques, las casas... Lo más probable es que sea una coincidencia.
Después de unos minutos, Julie entró a una barriada llena de casas grandes y elegantes, segundos después para estacionarse al frente de una casa de esas.
Bajé de mi motocicleta lentamente mientras me quitaba el casco sin poder ocultar mi expresión de sorpresa.
-Ehh... ¿pasa algo? -Julie apareció detrás de mi confundida.
-No... .no, es que yo vivo en esa casa-dije señalando la casa que se encontraba al frente de la de ella.
- ¡De verdad, wow! No me lo creo-ahora su expresión era parecida a la mía.
-Yo igual...
Después del descubrimiento de hace unos segundos, entramos a su casa. Era una estructura muy parecida a la mía, solo que está tenía colores más cálidos y más adornos pintorescos, ya que a preferencia de mamá todo le gusta que sea blanco y brille.
Entramos a la sala, y al parecer no había nadie porque no se escuchaba nada que nuestros pasos.
Tomé asisto y empecé a sacar lo que necesitaba, si más rápido comenzamos más rápido puedo cruzar la calle e ir a mi casa.
-El trabajo es algo largo, pero por suerte soy buena en las matemáticas-dijo ella dejando unos bocadillos en la mesa.
-Gracias.
Empezamos con los primeros problemas, solo hablábamos cuando era necesario, en dudas, para ver si teníamos los problemas matemáticos correcto... Así pasó el tiempo, nosotras desarrollando la tarea mientras comíamos algunos bocadillos, hasta finalizar.
-No pensé que terminaríamos tan rápido-dijo Julie estirándose un poco por estar mucho tiempo sentada.
-Igual yo.
Nos sumimos en un silencio algo incómodo, no sabía que decir ya que casi nunca me pongo a dialogar con alguien que no sea Matt o Mary, y menos si se trata de chicas.
-Puede que creas que soy una aburrida y para nada interesante, pero en realidad es que me pongo algo nerviosa con personas que no conozco, pero ya después que tengo confianza suele ser una parlanchina -ella rompió el silencio soltando una risita nerviosa al final.
Me di cuenta que no deja de mover las manos cuando habla.
-Bueno, somos las dos, solo que, a diferencia de ti, yo no soy mucho de establecer conversaciones.
-Pues, si pareces una chica que no le gusta hablar mucho con los demás...
Iba a responder, pero unos ruidos nos interrumpen
---------------------------
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro