Felicitas

Al abrir los ojos, pude notar rápidamente que aún era de noche. Esa pesadilla se repite sin falta cada noche, antes cuando era mas pequeña, tenía recuerdos vagos al respecto, pero a medida que fui creciendo empecé a recordar más.

Una cueva.

Un collar.

Manos tirando de mi hacia lo profundo de esta.

Sintiendo que con cada segundo, mi vida se iba apagando.
Un grito en la lejanía.
Creí que al estar con gente con mi misma "condición", como dicen mis abuelos, lograría que pararan. Pero estaba equivocada o al menos, hasta que me sentí escuchada por primera vez.

Me hago un ovillo en mi cama, para tratar de conciliar el sueño. Tarareo a lo bajo una canción de cuna que invente, como forma de imaginar que mi madre lo hubiera hecho.

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A.N.P