8.- ¿Qué decisión tomarás?
Aria
Dos semanas después de mi boda, Lauren viene a visitarme.
Hemos estado hablando por mensajes y llamadas casi todos los días, sin embargo, el tenerla frente a mí no se compara con el contacto por una pantalla, sobre todo cuando la soledad de mi nueva vida resulta tan abrumadora.
—Me alegra ver que sigues con vida —bromea cuando hemos tomado asiento en el jardín, Ceci nos ha traído bebidas y bocadillos, y hemos aprovechado lo fresco del ambiente para charlar un momento afuera.
—No creo que el señor Beckham decida quedarse viudo tan pronto —respondo rodando los ojos —eso sería un verdadero escándalo.
Lauren se ríe, toma con delicadeza la copa y le da un sorbo antes de fijarse por completo.
—Hablo en serio, Dolly —sonrío ante la manera suave en la que me llama.
Mi mejor amiga ha insistido en que tengo toda la apariencia de una muñeca, así que su sobrenombre cariñoso desde siempre ha sido "Dolly", no me molesta en lo absoluto aunque a muchos de nuestros amigos les resultaba extraño.
Tomo una inhalación, lo cierto es que me alegraba de poder estar dentro de los límites del "bienestar". Kyle no ha pasado mucho tiempo en casa, Ceci dice que ha estado demasiado ocupado en el trabajo pero en realidad, lo que yo creo, es que ha estado rehuyendo a mi presencia tanto como lo es posible.
En cierta parte eso me alivia, es decir, el no tener que tolerar sus miradas y ordenes que no puedo atreverme a desafiar.
—Roger me dijo lo del modelaje —dice con cautela —¿en serio renunciaste por completo?
Tomo una inhalación, esperaba no tener que enfrentarme a eso por parte de Lauren, podía mentirle a todo el mundo, pero no a ella.
Lauren sabe lo mucho que el modelaje significa para mí, lo mucho que me apasiona la moda. He estado en eso desde que tengo diez años, evidentemente no se creerá ninguna mentira.
—Kyle no quiere que siga en eso —desvío la mirada —fue claro e inflexible así que...
—Así que lo hiciste —dice con un dejo de molestia en su voz —Aria, creí que al menos lucharías por eso, es decir, luchaste contra tu padre cuando quiso impedírtelo y tenías diez años, ¿por qué...?
—Porque ya no se trata de mi padre —espeto con molestia —ya no se trata solo de decir que no, se trata de que ahora estoy viviendo bajo el techo de un hombre que seguramente está esperando a tener el más mínimo motivo para deshacerse de mí y te juro que no quiero que eso ocurra.
—Aria...
—Así que no, aunque esto es una completa mierda...no planeo darle ni un solo motivo para que considere que su mejor opción es asesinarme.
—Bien, eso es ridículo —Lauren se incorpora —sí, tal vez detesta a tu familia y tus padres probablemente nunca te visiten mientras él esté presente pero...eso no quiere decir que vaya a asesinarte, quiero decir...un empresario tan reconocido no cometería...
—¿Un asesinato? —arqueo la ceja —considerando los recursos que tiene, puede deshacerse de mí y decir que fue un accidente.
Lauren resopla, claramente frustrada con mi falta de apoyo ante lo que dice. Vuelve a tomar asiento y se apodera de su copa.
—Sé que no lo entiendes, ¿bien? —suspiro —pero no conozco los límites de Kyle, no sé...no sé que es lo que hará si acabo con su paciencia, si no hago lo que dice...no sé de que es capaz y realmente no quiero averiguarlo.
—Pero es tu carrera, Dolly —extiende la mano hasta alcanzar la mía —es lo que te apasiona hacer, la moda y los diseños...
—Bueno, no he dejado de diseñar —sonrío levemente —tal vez pueda dedicarme exclusivamente a eso.
—Solo espero que lo que hagas, realmente sea lo que tú deseas —su mano aprieta la mía —estoy segura de que si intentas hablar con Kyle, él lo entenderá.
Sacudo la cabeza. Para alguien que no ha vivido con una familia como la mía, es muy fácil decirlo. A pesar de que nuestros padres son amigos, el padre de Lauren jamás la obligaría a casarse con un hombre tan detestable como el señor Beckham.
Su padre jamás se atrevería a levantarle una mano, ni a dañarla en las formas en la que mi padre lo hizo.
Así que no puede comprender que hombres como Benjamín y Kyle, nunca entienden.
—Realmente no quiero que pasemos nuestro tiempo hablando sobre mi matrimonio —pido.
—Bien, sé que es lo que necesitas —se incorpora y da un par de palmaditas —iremos de compras.
Me río, bien dicen que la mejor forma de olvidar las penas es con una tarde de compras con tu mejor amiga, así que, siguiendo ese consejo, acepto la invitación y volvemos al interior de la casa para que pueda cambiarme de ropa.
—Ceci, saldré unas horas —informo.
—El señor...
—No creo que tenga inconveniente con mi salida, ¿cierto? —inquiero colgándome el bolso en el hombro —dile que salí al centro comercial, volveré antes de que anochezca.
No espero por una contestación, salimos de la casa y Lauren es la encargada de conducir, dejo mi auto y me monto como copiloto en el de mi mejor amiga.
Cerca de unos veinte minutos más tarde, llegamos al concurrido centro comercial. Parece que mi padre fue considerado al no cerrarme las cuentas del banco, después de todo, fue dinero que gané por mi propia mano.
Durante el tiempo que pasamos recorriendo las tiendas departamentales y llenándonos las manos cada vez con más bolsas de distintas marcas, me olvido de lo que se ha convertido mi vida en las últimas semanas.
Es como si nada hubiese cambiado, como si continuara siendo esa chica con la única preocupación de quedar seleccionada para la siguiente pasarela, sin tener idea de que un día de pronto su vida terminaría por completo.
No nos preocupamos por el tiempo, paseamos, comemos tanto que nos olvidamos de la dieta, y tal y como lo dije, antes de que el cielo comience a oscurecer, estoy de vuelta.
Lo que no espero, es encontrarme con mi suegra y cuñada sentadas en el salón.
—Vaya, parece que realmente Kyle no se buscó una buena esposa —la mujer más joven me mira casi con tanto desdén como su madre.
Fanny Beckham y su madre, Marie Beckham.
—Señora Beckham —saludo fingiendo una sonrisa —Kyle no mencionó que tendríamos su visita, de lo contrario...
—Bueno, esta es nuestra casa, así que no tenemos porque estar informando de nuestra "visita".
—Fanny —la voz de su madre se deja escuchar con la misma firmeza con la que Kyle suele hablar —esperábamos encontrarte aquí.
—Salí a...
—A gastar el dinero que no te pertenece —interrumpe de nuevo Fanny.
Mi paciencia se agota en ese momento.
—No, salí a gastar mi propio dinero, para tu conocimiento —murmuro —no tienes que preocuparte por que mal gaste el dinero de tu hermano. Lamento no haber estado aquí para recibirlas, si alguien me hubiese informado que vendrían, pude haber preparado algo para ustedes.
—No te preocupes por eso, tenemos las personas necesarias para ocuparse de eso —dice la madre de Kyle —venimos a ver como estabas con tu nueva vida.
Dejo a un lado las bolsas que tengo en la mano y tomo una corta inhalación que me permite tener la paciencia suficiente de nuevo para tratar con estas dos mujeres que claramente detestan mi existencia tal vez mucho más que mi esposo.
—De maravilla —sonrío con falsedad —la casa es preciosa y su hijo es encantador. Es la vida que toda mujer desearía tener.
La ironía es evidente en mi voz, Ceci aparece detrás de la señora Beckham lanzándome una mirada que claramente se traduce como "cierra la boca, es lo mejor que puedes hacer".
—Bueno, me alegra que consideres a mi hijo encantador —dice con una sonrisa igual de falsa que la mía, se acerca, da un par de pasos eliminando la distancia y permanece en silencio, con sus ojos escaneándome.
No sé en realidad que es lo que busca, pero le sostengo la mirada todo el tiempo en el que permanecemos en silencio.
—No sé si Kyle te lo ha dicho, pero mañana por la noche tendremos una cena benéfica, todos esperan ver a mi hijo con su nueva esposa. Así que he venido para asegurarme de que te comportes a la altura.
—Le aseguro que no tiene nada de que preocuparse.
—Como sabrás, tus padres asistirán, así que espero que mantengas una distancia prudente, el hecho de que te hayas casado con uno de los nuestros no quiere decir que Kyle tenga que tolerar una "amistad" con tu familia.
—Lamento que haya tenido que venir hasta aquí para decirme algo que ya sé —respondo —no tiene nada de qué preocuparse, señora Beckham.
Asiente, parece satisfecha. No dice nada más, se limita a hacer un gesto hacia su hija y luego ambas se marchan. Cuando me quedo sola, todo el buen humor acumulado por la salida con Lauren se esfuma.
Y me quedo de nuevo con la apremiante sensación de soledad.
Esa noche espero despierta a Kyle.
Es casi media noche cuando él llega. Apenas escucho el sonido de la puerta, me levanto de la cama.
—¿Qué haces despierta a esta hora?
—Quería hablar contigo —murmuro ajustándome el camión de seda.
Su mirada se detiene en mí, a pesar de la oscuridad sé que es capaz de percibir mi silueta, cruzo los brazos sobre mi pecho, soy consciente de como la comisura de sus labios se curvan en una sonrisa.
—¿De algo tan importante que te obliga a mantenerte despierta hasta la media noche?
—Tu madre y hermana vinieron —ya se ha dado la vuelta y ha comenzado a quitarse la camisa cuando escucha mis palabras, se detiene, con lentitud vuelve a girar hacia mí —agradecería que la próxima vez, se me avise con antelación. Quiero estar...preparada.
—¿Qué dijeron?
—Vinieron a recordarme el evento benéfico, otra cosa que parece que olvidaste mencionar.
—No lo olvidé.
Habla con naturalidad, se ha quitado el saco y comienza a desabrochar los botones de la camisa. Mi atención se queda en sus manos, en la forma hábil en la que sus dedos abren cada botón y deja al descubierto su piel. Me obligo a mi misma a elevar la mirada hasta su rostro, se ha dado cuenta de mi momento de debilidad porque tiene esa típica sonrisa maliciosa en su rostro.
—Entonces, ¿por qué no me lo dijiste?
—Porque no irás conmigo.
Su respuesta me congela, hago el intento de decir algo, cualquier cosa, pero ninguna palabra brota de mis labios.
—Tu...tu madre dijo que todos esperaban vernos juntos. Pensé...
—El hecho de que todos lo esperen, no quiere decir que tenga que ser de ese modo —se quita la camisa por completo —iré solo, no tienes que acompañarme.
—Pero...
—No está en discusión —dice con firmeza cruzando por mi lado —aún no estoy seguro de querer que nos vean juntos.
Auch. Hay un dolorcito en mi pecho que no entiendo, una opresión que me arrebata el aliento y me hace escocer los ojos.
Kyle no dice nada más, se encierra en el baño y yo me quedo de pie, sintiéndome tan estúpida y ridícula como nunca en mi vida.
Mi esposo me detesta tanto que ni siquiera desea que nos vean juntos en público.
Me detesta tanto que prefiere acudir solo a un evento en el que todos esperan vernos juntos, antes que permitirme asistir.
Ya lo dijo antes, es el comienzo de los peores días de mi vida. Supongo que tal vez...debería comenzar a acostumbrarme.
No vuelvo a insistir en el tema del evento.
Así que cuando el día llega, me la paso entretenida en el jardín, practicando mis habilidades en jardinería y luego le dedico todo mi tiempo a los diseños que he tenido olvidados en mi IPad.
En realidad tal vez es algo bueno que Kyle no quiera que acudamos juntos. Apenas tolera mi presencia, ¿Cómo disimularía eso ante todo el mundo?
Cuando sale del baño, enfundado en un elegante traje negro, todos mis intentos por darme ánimos se van por la borda porque una parte de mí quiere recuperar la vida que tenía. Las cenas, los eventos, las galas...
—Volveré tarde —dice mientras se ajusta el reloj alrededor de la muñeca —por favor, no me esperes despierta.
—No tenía planes de hacerlo —murmuro.
Dejo de mirarlo, mis ojos vuelven al vestido que estoy diseñando, uno que casualmente, combina perfectamente con el color de su corbata.
No se molesta en darme otra despedida, sus pasos alejándose me hacen elevar los ojos, observo su silueta salir de la habitación y el silencio vuelve.
—Es mejor así —me repito mientras deslizo la pluma sobre la pantalla digital, terminando los trazos del vestido.
Cerca de una hora después, recibo un mensaje de Lauren, preguntándome en donde me encuentro y si planeo asistir, una hora más tarde, tengo un par de mi madre cuestionándome por qué no acompaño a mi esposo.
No contesto a ninguno, permanezco encerrada en la habitación hasta que Ceci sube con la cena.
—Creí que preferirías comer aquí, y no abajo —dice.
—En realidad no tengo hambre —sonrío —pero gracias.
—Tu falta de apetito no se debe a que no asististe con Kyle al evento, ¿cierto?
No respondo. Ella chasquea la lengua y se acerca. Deja la bandeja sobre la mesita de noche y toma asiento a mi costado.
—Aria, ¿puedo decirte algo?
Apenas muevo la cabeza en un asentimiento.
—Conozco a Kyle desde que estaba en el vientre de su madre —extiende la mano hasta colocarla sobre la mía —sé que no hace nada sin un plan, sé que tiene que tener todo bajo control o de lo contrario...puede colapsar.
—¿Qué tiene que ver con...?
—Tú formas parte de su plan —interrumpe con suavidad —pero eso no quiere decir que tengas que dejarlo lastimarte.
—No entiendo que trata de decirme.
—Puedes considerarlo tu enemigo, o un aliado —aprieta mi mano —dime... ¿no preferirías ser aliada del hombre con el que pasarás el resto de tu vida en vez de ser leal a una familia que en realidad te ha mantenido en una mentira?
Mi frente se arruga.
—Mi familia no...
—A veces tenemos que tomar decisiones para sobrevivir. Kyle la ha tomado, ¿qué harás tú?
—No puedo ser aliada de un hombre que me detesta —expreso con sinceridad —él no quiere que sea su aliada, él quiere...
—Él quiere saber que vas a estar de su lado, nadie vendrá a salvarte, Aria —su voz suena cruelmente honesta —pero Kyle te protegerá si estás de su lado. Solo tienes que tomar la decisión.
Se marcha dejándome sola. Sus palabras me dan vueltas en la cabeza, una y otra vez, tanto que me arrebatan el sueño. Mi insomnio hace que tome el celular poco después de la media noche, apenas abro mis redes lo primero que veo es a mi esposo...sonriendo a otra mujer.
"El exitoso empresario Kyle Beckham acude a una cena benéfica del brazo de una mujer que no es su esposa, sino su también exitosa colega Celeste York. ¿En donde se encuentra la nueva señora Beckham? ¿O es que la alianza con los Anderson de nuevo ha fracasado?"
Las lágrimas se agolpan en mis ojos, cierro los párpados con fuerza y escondo la cara en la almohada.
Ceci se equivoca.
Kyle no me quiere de aliada.
Kyle no quiere que este de su lado.
Kyle Beckham quiere destruir a mi familia, quiere destruirnos a todos. Y sé que el hecho de ser su esposa...solo le facilitará el proceso.
Tal vez lo he entendido. Esta es y su forma de decirme que no significo nada para él, que tal vez al final si acabe conmigo y no hay nada que pueda hacer al respecto.
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