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12.- Encrucijada

Aria

Lo primero que siento cuando recobro la consciencia, es la superficie suave en la que me encuentro recostada, luego...el conocido aroma.

Abro los ojos de golpe, la luz me ciega e intento incorporarme pero el mareo vuelve y me veo en la necesidad de volver a recostarme.

—Con cuidado, cielito —reconozco la voz, cuando vuelvo a abrir los ojos, la confusión se apodera de mi sistema cuando reconozco a mi abuelo.

No está solo, sus guardias están detrás de él, y también...Christian.

—¿Qué...?

—Lamentamos las medidas que hemos tomado, pero era necesario —dice el abuelo acercándose —¿te sientes bien? ¿Quieres un poco de agua?

Sacudo la cabeza en una negativa.

—¿Tú...?

—Aria, tenemos que hablar —dice sentándose a mi lado.

—¿Y para eso tienes que secuestrarme? —inquiero con molestia —¿tienes idea de lo aterrador que fue?

—Lo sé, pero era la única manera de hacerlo sin levantar las sospechas de ese esposo tuyo —dice con irritación —cualquier contacto que quisiéramos tener contigo sería monitoreado, no confiaría nunca en que tuviésemos una simple charla.

—Y con razón —me quejo.

Reconozco la habitación en la que me encuentro, es la casa de mis abuelos. La casa en la que he pasado tanto tiempo, ver mis cosas...el aroma...todo me recuerda a un hogar. Siento de pronto la calidez embriagarme, de pronto la soledad que llevo sintiendo desde que me mudé a la casa de Kyle se va.

Kyle.

Mis pensamientos vuelven a él. Recuerdo su voz alarmada y que seguramente debe estar pensando que esto se trata de un secuestro, aunque, lo es en realidad ¿o no?

¿Estará preocupado? ¿Estará buscándome?

Cuando mi atención se desliza hasta el otro hombre que me observa con amabilidad, los pensamientos se dispersan.

—¿Qué haces aquí, Christian?

—Bueno, tú abuelo me ha llamado para poder ayudarlo en esto —dice con una sonrisa —me ha dicho la verdad y no puedo resistirme a ayudarte.

—¿Qué verdad?

—Kyle quiere asesinarnos —mi abuelo habla con calma —se casó contigo porque tiene un retorcido plan de venganza en contra de nuestra familia, no sé como tu padre fue tan estúpido para ofrecerte en matrimonio, fue y sigue siendo una locura. Ese hombre quiere destruirnos uno por uno, y comenzará tratando de ponerte de su lado.

Lo hizo. En realidad lo está intentando.

—Aria, necesito que no te dejes convencer por absolutamente nada de lo que ese hombre te diga. Por favor.

—¿Qué es todo esto? —mi voz brota en un susurro —se supone que mi matrimonio traería la paz, que esto...

—Nunca se trató de paz, se trata de venganza, siempre ha sido eso. Kyle va a asesinarnos a todos, incluyéndote, no debes confiar en él. Estoy ideando la mejor forma de sacarte de su poder, pero debes darme tiempo, y confiar en mí. Sé que lo que te pido te puede parecer imposible pero mantente de nuestro lado.

—Estoy de tu lado, abuelo —le tomo la mano —pero...

Su mirada parece ensombrecerse.

—Estar de tu lado significa estarlo también del lado de mis padres y sabes lo horrible que han sido conmigo —mi voz tiembla —y Kyle...Kyle no es tan malo, si sospecha...

—No va a sospechar nada, porque fingirás estar de su lado —me toma de los hombros —fingirás que estás de su parte, que te ha convencido. No correrás riesgos mientras él crea que te tiene de su lado, desgraciadamente no puedo simplemente matarlo, eso te pondría en riesgo.

—¿Qué tratas de decir?

—Tengo que destruirlo poco a poco, sin sospechas. Necesito que mientras estés ahí, me digas absolutamente todo, tendrás manera de comunicarte con nosotros, las visitas de tu abuela, cuando salgas con Lauren, te prometo que nada va a pasarte. Y tan pronto como tenga lo que necesito, voy a sacarte de ahí.

Mi mente comienza a entender cada cosa que mi abuelo dice, él continúa hablando, dando indicaciones mientras me explica lo que pretende hacer, lo que pretende que yo haga.

—Espera —elevo la mano y cierro los ojos por un par de segundos —¿pretendes que lo traicione?

Mi abuelo maldice, se incorpora y pasa una de sus manos por su cabello en una señal clara de frustración.

—¿Te das cuenta de lo que me estás pidiendo? —inquiero.

Mi cuerpo se siente lo suficientemente fuerte como para salir de la cama. Aún tengo el vestido que usé en la cena, ¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿Un par de horas? Por la ventana veo que aún no amanece así que mi esperanza de que en realidad no llevo aquí más que unas pocas horas se vuelve más fuerte.

—¿Y que harás tú mientras tanto? —una risa brota de mis labios —¿tienes idea de lo que Kyle me hará si descubre que te estoy dando toda la información? Sabes de lo que es capaz, ¿de verdad me estas pidiendo eso?

No les importas, no eres más que una moneda de cambio.

Las palabras de Kyle se reproducen en mi mente sintiéndose cada vez más profundas.

—No eres tú quien arriesga su vida.

—Voy a protegerte —promete.

—¿Cómo? —la exasperación se deja oír en mi voz —¿Cómo planeas hacer eso, abuelo? No estoy contigo, estoy lejos de toda mi familia, Kyle no permitirá nunca que los visite, tú mismo lo has dicho. ¿Cómo esperas que todo tu plan funcione? Tu protección no llega hasta donde ustedes me colocaron. Bajo el techo de un hombre que saben muy bien lo que puede hacer.

—Tú misma lo dijiste, Kyle Beckham no es tan malo.

Sonrío con tristeza, ¿por qué no es capaz de ver la magnitud de lo que me pide?

—No, no es tan malo, por ahora. En cuanto descubra que lo estoy traicionando, créeme, va a ser muy malo.

—No le debes lealtad —habla con firmeza —recuerda lo que eres, eres una Anderson y nosotros hacemos lo que sea necesario, para ganar.

—¿Qué fue lo que le hicieron para que nos odie tanto? —mi voz se escucha llena de desesperación por obtener respuestas.

—Dolly —la voz de Christian —sé que estás pensando que esto es una locura, pero debes entender. ¿Qué crees que hará Kyle una vez que se vengue? ¿Qué crees que hará contigo cuando ya no quede nadie para protegerte?

Voy a darte protección, te daré lo que siempre has querido, te daré un sitio seguro.

Cierro los ojos con fuerza, no debería estar dudando entre lo que debo hacer o no, no debería tener en duda mi elección.

Se supone que mi familia siempre debe ser mi elección.

—Está bien —mi voz brota en un susurro, no estoy convencida en lo absoluto, pero ¿qué puedo hacer? ¿Negarme? —pero necesito que me prometas que en serio vas a protegerme abuelo. Que no vas a dejarme a su merced, y que, si algo sale mal...vas a ir por mí.

Se acerca, sus manos acunan mi rostro y sonríe con calidez.

—Te lo prometo, cielito.

Deja un beso en mi frente y me abraza, yo me aferro a él porque después de todo es lo único que conozco, porque mi abuelo a pesar de todo siempre ha estado ahí y confío en que esta no va a ser la excepción.

Luego, cuando parece convencerse de que he tomado la decisión, comienza a explicarme. Me da un número, me dice que lo aprenda de memoria y que llame si algo sale mal, dice que si Kyle sospecha algo, si intenta cualquier cosa...lo llame.

Me dice que la abuela está al tanto del plan, que será la única que se acercará a mí, y que Lauren también formará parte, ambas serán las encargadas de pasar la información a mi abuelo, y cuando tengan lo suficiente...acabarán con él.

—¿Qué pasará conmigo una vez que acabes con Kyle? —cuestiono cuando el final de nuestra charla se acerca —su familia... ¿no crees que querrán vengarse?

—Cuando esto acabe cielito, no habrá nadie que pueda querer una venganza.

Entiendo perfectamente, van a acabar con todos. Con absolutamente todos, erradicarán todo rastro de los Beckham hasta asegurarse que no quede nadie que pueda arruinarlos.

—Ahora, tienes que volver —dice tomando mi mano —dirás que no reconociste a nadie, me encargaré de que Kyle crea que se trata de alguien más, tú solamente di que no sabes quienes te hicieron esto.

—¿Y si no me cree?

Se ríe.

—Lo creerá, ahora mismo está tan desesperado buscándote que va a creer cualquier cosa —se burla —y lo siento.

—¿Por qué?

—Tiene que parecer un secuestro —dice.

Uno de sus guardias entran, no entiendo que quiere decir hasta que el hombre se acerca peligrosamente hasta mí, retrocedo pero ya está lo suficientemente cerca, no reacciono tan rápido, el hombre eleva el brazo y ahogo un grito en el mismo momento en el que el dolor estalla en mi rostro.

Mi cuerpo cae, mi mente se aturde mientras mis parpados pesan, siento algo caliente brotar de mi frente, luego unos brazos envolverme y la voz de mi abuelo susurrando:

—Estarás bien, cielito. Confía en mí.

Luego, por segunda ocasión, todo se oscurece.


Kyle.

Me estoy volviendo loco.

Jodidamente voy a perder la cabeza.

—¿Cómo es que no tiene información? —exploto hacia el equipo de seguridad —¿quieren explicarme como es que esos hijos de perra pudieron llevársela tan fácil?

—Señor...

—Han pasado cuatro horas, ¿tienen idea de lo que pueden hacerle? —inquiero sintiendo la sangre hervir en mis venas —¿o de lo que ya le hicieron?

Ninguno me responde, un nuevo grito de mi parte los moviliza para seguir investigando, los videos de la cámara de seguridad del restaurante no muestran nada, los hijos de perra que la tienen saben perfectamente como mantenerse ocultos.

He llamado a todos mis contactos, he hecho tantas llamadas que ya perdí la cuenta. Me he puesto en contacto con cada persona que puede saber algo...pero no hay nada.

Y yo creo que voy a perder la cordura.

Sé lo que un secuestro involucra, sé que, si quien la tiene quiere algo de mí, estarán haciéndole cosas inimaginables.

Desde que tomé el control de las empresas familiares, ha habido innumerables intentos de obtener dinero, información, amenazas a mí y a toda mi familia, nunca hemos cedido, pero nunca han pasado el límite...hasta ahora.

Mis enemigos me conocen, saben que no cederé ante cualquier cosa.

Y eso me aterra.

Aria, después de todo, no merece pasar por un sufrimiento de ese tipo. Ella es mi mujer, debería protegerla.

—¡Joder! —golpeo la mesa con furia, el sonido de la puerta al abrirse capta mi atención y observo a mi madre ingresar.

—¿Has llamado a su familia? —inquiere apretando los labios —ellos...

—Aria ahora es mi responsabilidad —siseo —no llamaré a su familia.

—No te han llamado, han pasado cuatro horas, tal vez no es ningún enemigo tuyo —dice con calma —si fuese así...ya tendríamos noticias. Nos hubiesen contactado.

—¿Qué tal si se están encargando de que cuando llamen la única respuesta que obtengan sea un "si"?

Su rostro se contrae, mi madre es tan consciente como yo de todo lo que Aria puede sufrir, o estar sufriendo con cada minuto que transcurre.

—Deberíamos llamar a la policía —sugiere —fue a la vista de innumerables testigos.

—Ya he llamado a Tim, él nos informará sobre cualquier avance pero...—sacudo la cabeza —no debí dejarla sola. Joder, fueron apenas unos segundos...

Me desplomo contra el sillón, una gran parte de mí sabe que esto es culpa mía. Yo dejé que saliera sola, yo me distraje...si tan solo hubiese... antes de que pueda seguir torturándome, el grito de Andrew, el jefe de seguridad, me alarma.

—¡La tenemos jefe!

Mis piernas reaccionan, me incorporo con prisa y corro en dirección a la entrada, mi corazón martillea con furia cuando Tim entra con Aria en brazos, parece estar inconsciente lo que me aterra un poco más.

—¿Dónde? —Casi se la arrebato de los brazos, Aria se estremece y casi por instinto, como si estuviese reconociendo mi presencia, hunde la cara en el hueco de mi cuello.

—Estaba a la orilla de la carretera —informa —la dejaron ahí junto con esto.

Me extiende la nota de papel con pequeñas gotas de sangre que se perfectamente pertenecen a mi esposa.

"Deberías cuidarla mejor, una esposa es una muy buena opción para cobrar una cuenta".

Apenas y reacciono, me doy la vuelta para ir hasta las escaleras, subo con rapidez los escalones y empujo con brusquedad la puerta de nuestra habitación. Reconozco los pasos siguiéndome pero se quedan en el pasillo, nadie aparte de mi madre ingresa detrás de mí.

Bajo la luz, mi pecho se contrae cuando miro su estado. Tiene un corte en la ceja, es seguro que la han golpeado con algo lo suficientemente duro, tal vez un arma. Tiene leves rozaduras en las muñecas, seña clara de que estuvo atada todo este tiempo.

Pero lo que me inquieta, es su vestido rasgado. Ese elegante y sexi vestido esta hecho tirones. No sé quien le ha hecho esto pero juro que va a lamentar el haberla tocado.

—Aria —me inclino sobre ella acariciando su rostro —vamos querida. Despierta.

No tengo una respuesta así que giro hacia mi madre.

—Llama a Thomas, ahora.

Asiente con prisa antes de salir de la habitación, cuando el silencio vuelve, me siento furioso. Debí protegerla, debí...

—¿Kyle?

Mi nombre brota en un susurro de sus labios.

—Sí, soy yo—acuno su rostro —estás segura ahora, estás en casa.

Su cuerpo tiembla y tiro de las sábanas para cubrirla, su piel está helada así que es probable que haya pasado mucho tiempo en la intemperie.

Abre los ojos, me reconoce al instante, me observa por largos segundos y luego...sonríe. Una sonrisa débil, pero sigue siendo una sonrisa.

—Oh —susurra levemente —estabas preocupado.

Por primera vez desde que la conozco siento que el peso se va de mis hombros, no siento desprecio hacia ella, no siento nada más que alivio de ver que está bien, mis hombros se relajan y bajo la cabeza mientras intento retener la sonrisa en mis labios pero no lo consigo en absoluto.

—Claro que sí, estaba jodidamente preocupado —confieso —¿te hicieron algo?

Me aparto para examinarla mejor, ella no se tensa ante mi toque como viene haciéndolo, solo cierra los ojos y suelta un pequeño suspiro.

—No.

—Aria —abre los ojos de nuevo —¿te lastimaron? Cualquier cosa que te hayan hecho...puedes decírmelo. Te juro que los encontraré y voy a hacer que...

—No —repite tomando una inhalación. Sus ojos se enfocan en los míos y puedo verlo, no está mintiendo.

Me aparto, un suspiro aliviado brota de mis labios mientras me incorporo de la cama y me aclaro la garganta antes de atreverme a mirarla otra vez.

—¿Los conoces? ¿Es algún conocido de tu familia? —sacude la cabeza —¿lograste ver algo, o te dieron alguna cosa?

—No, Kyle, yo solo...—vuelve a sacudir la cabeza y cierra los ojos —no hablaron conmigo en realidad, apenas puedo recordar todo lo que pasó.

Hace una mueca y lleva la mano hasta la herida de su frente. Me acerco de nuevo, me coloco al borde del colchón y le tomo la mano para evitar que toque la sangre.

—Un médico vendrá a revisarte pronto —murmuro —¿me estás diciendo la verdad? ¿Ellos no te lastimaron?

—¿Por qué te mentiría? —inquiere en un susurro —no me hicieron nada, Kyle.

Permanezco en silencio, nunca nadie me ha dejado sin palabras pero en este punto no sé que decir. Es como si el hecho de tenerla débil delante de mí me arrebatara absolutamente todas las palabras que conozco.

Aria es el medio para un fin, me repito eso mientras contemplo su rostro ahora sucio, con la sangre en la herida y los ojos apenas abierto. Está débil, y un leve escalofrío la recorre porque su cuerpo tiembla.

Es el medio para un fin. Entonces...¿por qué me estoy preocupando de esta manera por ella?

—Lo siento —Aria luce sorprendida cuando las palabras brotan de mis labios —todo es mi culpa.

—No tú me mandaste a secuestrar. —dice con su habitual sarcasmo.

Sonrío.

—No, pero debí salir junto a ti —parpadea, la comprensión adueñándose de su mente —no debí distraerme, si no te hubiese dejado salir sola, me hubiese dado cuenta de que algo iba mal y no abrías...

—El hubiera no existe —dice con suavidad —no puedo culparte por ser un idiota, es parte de tu naturaleza.

—Te aprovechas que estás herida en la cama para hablarme de ese modo, ¿no es cierto?

Sonríe. Las comisuras de sus labios se curvan hacia arriba mientras asiente, me acerco a ella, tomo una de sus manos mientras que con la otra acaricio el costado de su rostro.

—Me alegra que estés bien, Aria —susurro —en serio. Si algo te ocurre, no voy a perdonármelo.

—Para ser alguien a quien detestas, te preocupas demasiado por mí.

—¿Preocuparme demasiado? Eres mi esposa, si alguien te secuestra voy a preocuparme y moveré cielo mar y tierra para recuperarte, ¿me escuchas? Te prometí protección, y a partir de hoy, eso es algo en lo que no voy a fallar otra vez.

Me incorporo, necesito ir por gasas y alcohol para limpiarle la herida. Y necesito llamar a Josh, tengo que saber quien le hizo esto, quien envío esa nota. Necesito encargarme del problema antes de que sea demasiado tarde.

—Kyle...

Volteo, ella se encuentra mirándome cuando me doy la vuelta.

—¿Sí?

—No te he dado nada.

Vuelvo a sonreír, sé a lo que se refiere. Le prometí protección si me daba su lealtad, pero considerando las circunstancias...

—Para tener mi protección, solo tienes que seguir siendo mi esposa.

Hay algo en sus ojos que no logro reconocer, lo atribuyo al shock en el que probablemente se encuentra, no me preocupo por eso aunque tal vez debería.

Simplemente le doy la espalda y salgo de la habitación, con el pensamiento de que debo asegurarme de que mis enemigos, no consideren a Aria mi debilidad. 

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