Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 3 🖤

Allison

Estoy conmocionada. Paso las siguientes horas tratando de encontrarle una explicación al extraño suceso. Las sombras salieron de mi cuerpo y llenaron de oscuridad la habitación. Esa habilidad nunca me ha pertenecido. Es de Ronan y necesito saber cómo es posible que yo pueda invocarla.

No le he dicho nada a mis padres sobre el tema porque se interpondrán en mis planes y no quiero retrasar el viaje a New York. Me propuse a averiguar por mí misma qué ha ocurrido la noche que Ronan mató a Catalina. Hay cambios en mi cuerpo desde que desperté. No solo físicamente. Me siento más poderosa e invencible.

¿Este era su propósito desde el principio? ¿Darme parte de sus poderes porque será útil en el futuro? Las emociones circulan por mis venas y me toco el pecho con una triste sonrisa. Ronan me ama tanto que fue capaz de cederme una parte importante de él.

Ahora debo aprender a controlar las sombras por mi cuenta.

Suelto una suave exhalación y termino de ordenar mis cosas. Cruzamos el portal hace dos horas y nos acomodamos en nuestra antigua mansión en Vancouver, Canadá. Mi habitación luce exactamente igual: paredes blancas, cortinas verdes, la cama de tamaño King, mi armario un poco vacío y las fotografías capturadas durante mi infancia y la secundaria. Hay una dónde estoy abrazando a Sadie, ambas muy felices porque era el último año de la secundaria.

Teníamos muchos sueños. En mi caso destruir la maldición y ella asistir a la universidad de medicina. No todo salió como esperábamos. Perdí a mi compañero y Sadie pasó por situaciones traumáticas lleno de complicaciones y giros terroríficos. Estuve tan concentrada en mí misma que no me tomé la molestia de llamarla y averiguar cómo está. Mis padres tampoco me informaron al respecto. Quiero abrazarla, recordar viejos tiempos y prometerle que siempre contará con mi apoyo.

Echo de menos a la antigua Allie. Aquella que le veía el lado positivo a las cosas y no permitía que ninguna caída la derrotara. ¿Dónde quedó esa parte de mí? ¿La guerrera que enamoró a Ronan Dumont y sobrevivió a una bruja maligna?

Me paro frente al espejo y toco mi estómago. Pensé en las secuelas que podría tener en mi cuerpo y las cicatrices internas que nunca sanarán. Se ha ido, pero una parte de ella aún vive dentro de mí. Tomará tiempo olvidarla. Confío en que en el futuro será un horrible recuerdo y ya no la tendré en cuenta. La recordaré como una batalla que he ganado.

Cuando estuve atrapada en mi propia cabeza me sentía perdida en un bosque oscuro. Catalina era la planta carnívora y yo el insecto indefenso que luchaba para ser liberada. Afortunadamente me convertí en una tarántula y sobreviví a su veneno, pero a medida que pasaron los días descubrí una sorpresa. Aún conservo parte de su influencia.

La hipnosis...

Lo siento como una chispa maliciosa que hace cortocircuito dentro de mi cerebro. Ronan consumió el alma de Catalina con el propósito de liberarme. También me ha dado una nueva habilidad y permitió que me quedara con la hipnosis. Mi chico es tan inteligente y calculador.

Tengo el suficiente poder que acabará con el monstruo que nos ha separado. Las siguientes semanas serán difíciles y de duros entrenamientos. La vida me ha lanzado suficientes piedras y yo pateé todas. Mi corazón se convirtió en acero. Ya nada ni nadie puede vencerme.

Recojo mi cabello en una coleta alta y entrecierro mis ojos. Me llama la atención porque no es la misma tonalidad verde esmeralda que he visto durante mis dieciocho años. Ha sido opacado por un suave color turquesa. ¿Renacimiento? ¿Pureza? ¿Estabilidad? Me estoy curando.

La puerta es abierta y distingo a dos personitas de bajas estaturas. Mi corazón late con fuerza y me llevo las manos al pecho para contener la emoción. No los he visto desde que caí en coma. Han cambiado estos meses, pero siguen siendo adorables, preciosos y perfectos.

—Estás despierta —susurra Aden.

Sonrío.

—Hola, cariño.

Amy emite un fuerte gritito.

—¡¡Allie!!

Se me llenan los ojos de lágrimas, aunque no son de tristeza. Es pura felicidad. Amy suelta un chillido emocionado y se echa a reír. El sonido de su risa infantil es una caricia en mi alma. Aden corre a abrazarme y lo recibo con los brazos abiertos. Nos derrumbamos en el suelo entre sollozos y sonidos de lamentos. Casi perdí la oportunidad de verlos crecer. Ellos han sido mi motor desde que tengo memoria y hoy vuelvo a comprobarlo. Son mi antorcha en la oscuridad.

—Pensé que te perdimos —Llora Aden—. Allie, yo...

—Shh... —Lo consuelo y Amy me abraza como un mono. Sus brazos se aferran a mi cuello y llora en mi hombro—. Estoy aquí, no me iré de nuevo.

Aden parpadea para detener el flujo de lágrimas.

—¿Lo prometes?

Levanto mi dedo meñique con una sonrisa.

—Lo prometo.

Mientras Amy continúa abrazándome, Aden descansa la cabeza en mi regazo. Le acaricio el suave cabello negro. Es tan parecido a nuestro padre en todos los aspectos. A medida que va creciendo veo una nueva versión de Asher Karlsson en él. Valiente, rebelde y resistente. La culpa se filtra, entrando en guerra con mi frágil resolución. Si papá no volvía...

No. Está aquí y es lo único que importa. Mamá me contó que Aden fue manipulado por la fantasma y liberó a Catalina. En consecuencia, murió Olenna. Mi hermanito de apenas nueve años fue expuesto a una crueldad y yo no pude protegerlo. Mi pobre e inocente hermanito.

—No estén tristes por mí —musito—. Regresé y haremos muchas cosas como en los viejos tiempos. Crearemos muñecos de nieve y haremos snowboard. Mamá y papá se unirán a la diversión. También iremos al cine. ¿Qué tal si arman una lista?

Amy se aparta y levanta sus puñitos.

—¡Sí! ¡Guerra de nieve!

Beso sus mejillas y le hago cosquillas. Ella responde con más risitas. Aden por el contrario no se ve entusiasmado. Es como si décadas pesara en su expresión. Hay algo en sus ojos. Un tipo de trauma que un niño de nueve años no debería pasar. Catalina no solo me ha marcado a mí. También a mi familia.

—Ella... —empieza a decir, pero se calla.

—Estamos a salvo, cariño. Ella nunca volverá a herirnos —Le aprieto la mano—. No tienes nada de qué preocuparte, ¿sí? Vamos a protegerte. Seremos la misma familia de antes, pero mejor. Recuperaremos el tiempo perdido.

Se ríe con tristeza, dejando que el sonido se deslice contra mi oído. Necesito que sea un niño feliz.

—¿Eso es posible?

—Oh, sí —alboroto su cabello oscuro—. Tengo muchísimas ideas que llevaremos a cabo. ¿Qué tal una demostración de nuestros poderes? Siempre fuiste muy bueno controlando el agua. Amy podría formar sus huracanes mientras no destruya la casa.

Mi hermanita vuelve a reír. Annie se lame las patitas en la cama.

—Te arriesgas a que te ahogue de nuevo.

—Nunca podrías conmigo, mocoso.

Sacude la cabeza y se limpia las lágrimas. Poco a poco la tristeza se disipa, pero veo algo más en su cara. Preocupación. Remordimiento. Ver la muerte de cerca te deja así.

—¿Dónde está Ronan?

Lucho contra el dolor y me trago el nudo de devastación. ¿Cuándo será fácil hablar de él o pronunciar su nombre sin romperme?

—Ronan tuvo que irse para resolver ciertos problemas—respondo—. Me prometió que volverá pronto.

Aden aparta la mirada.

—Ella dice que no volverá.

El miedo se hace presente en la boca de mi estómago y quiero vomitar. Esa fantasma volvió a manipularlo en mi ausencia y la de nuestros padres. Ya no puede seguir así. Aden necesita mucha atención y con más razón no me arrepiento de mi decisión. Cuando me vaya ellos serán la mayor prioridad de mamá y papá.

—Ella está mintiendo —espeto—. ¿Cuándo la viste, Aden? Es muy mala y quiere separarnos. Por favor, prométeme que no hablarás de nuevo con esa fantasma nunca más. Es peligrosa.

Agacha la cabeza.

—Ya no hablo con ella.

—No me mientas.

—Es verdad —Se altera—. Dejé de verla cuando salimos de New Hope y Mila puso una nueva barrera que impide la entrada de cualquier espíritu maligno —Me enseña el collar en su cuello—. Este amuleto es un escudo de protección.

La ira se mezcla con la indignación. Nueve años. El motivo de su estrés deberían ser los próximos exámenes, no mantenerse a salvo de una fantasma malvada, pero es un Karlsson. Nunca habrá normalidad en nuestras vidas.

—Ahora estoy aquí y no me apartaré de tu lado.

Mi decisión de ir a New York se llevará a cabo el próximo mes hasta que todo se acomode. Si quiero que las cosas salgan bien debo tomarlo con calma. No lograré nada si caigo en la desesperación.

—No me digas que serás una molestia.

Me encojo de hombros.

—Un maldito grano en el culo, Aden. ¿Recuerda cuando apartaba a las niñas que coqueteaban contigo?

Finge tener arcadas.

—Eww, te desprecio—dice, pero está sonriendo.

La presencia de mamá ensancha mi sonrisa y el latido de mi corazón incrementa. Veo la tranquilidad en su rostro. Algo que no ha pasado en años. Se ve tan hermosa con el jeans oscuro, camisa blanca escotada y tacones. El largo cabello castaño está atado en un moño. No culpo a mi padre por estar tan obsesionado con ella.

—Preparé una deliciosa cena. ¿Listos?

Me levanto con Amy en mis brazos y la entrego. Mi hermanita abraza a mamá con una fuerza increíble. Realmente la extrañó muchísimo.

—¿Quién más está aquí? —Le extiendo la mano a Aden y él acepta—. Escuché voces.

Mamá me tiende una mirada de disculpa.

—Mila.

Hago una mueca. El resto de mi familia compró una nueva casa a pocas cuadras. La estadía en Canadá será por tiempo indefinido.

—Mamá...

—Ella quiere ver cómo has progresado en cuestión de salud ahora que Catalina está fuera de tu cuerpo —Se apresura a explicar—. También quiere decirte con qué peligro lidiarás cuando vayas a New York.

Aden se tensa.

—¿Te vas? Recién acabas de regresar.

—No tan pronto, campeón—Lo atraigo a mi cuerpo y seguimos a mamá—. El próximo mes iré a la universidad.

—Tú nunca quisiste estudiar.

Niño listo.

—Cambié de opinión —sonrío—. ¿No quieres que tu hermana sea una exitosa escritora con adaptaciones cinematográficas? ¡Porque yo sí! Quiero mejorar mis técnicas de escritura y terminar el manuscrito que tengo pendiente desde hace casi cuatro años.

—Suena genial, pero...

—Hey... —Me agacho para estar al mismo nivel de sus ojos. La tristeza en su mirada me rompe el corazón—. Necesito hacer esto. Sanar por mi cuenta y permitir que nuestros padres tengan un descanso. Eres muy inteligente, Aden. Sabes a lo que me refiero.

Asiente a pesar de las lágrimas. Mamá nos observa con dolor.

—¿Vas a llamarme?

Mis hombros rígidos se relajan.

—Cada minuto del día hasta que aburras y pienses que no tengo vida propia. Estaré muy pendiente, sabes.

Su rostro se quiebra en una sonrisa.

—Más te vale.

—Ahora vamos al comedor —Me levanto—. Estoy muerta de hambre.

Papá está sirviendo la comida con ayuda de Mila cuando llegamos al comedor. Los distintos aperitivos provocan otro gruñido en mi estómago. Hay hummus caseros y champiñones acompañado de ensaladas y jugo dietético. Delicioso.

—Espero que te gusten —dice papá—. Me esmeré con el menú.

Suelto a Aden y corro a abrazarlo como si fuera un koala. Me aprieta fuerte contra él, soltando un suspiro de felicidad. Todavía nos cuesta asimilar que somos libres.

—Gracias, papá. Siempre fuiste un genio en la cocina.

Escucho a mamá resoplar.

—¿Qué hay de mí?

Bueno, ella solo es experta haciendo hervir agua.

—No quieres escuchar mi opinión.

—Grosera.

Sin dejar de reír, me aparto y miro a Mila. También ha cambiado bastante. Su cabello oscuro está corto hasta los hombros y trae puesto un ajustado vestido que se adapta a su figura. Es raro verla sin el abuelo Josh.

—Mila.

—Allison —Nos damos un breve abrazo—. Te ves asombrosa.

Agradezco que no mencione a Ronan o dé sus condolencias.

—Tú también.

—Por favor, siéntense —pide mamá—. Coman lo que deseen.

Me acomodo con Aden y Amy al lado. Doy las gracias antes de alcanzar mi plato y darle el primer bocado sin dudar. Mi apetito ha regresado, voy a comer cualquier cosa que encuentre en la nevera. Estar en familia me hace bien. Un pedazo de pan flota y cae en el plato de Amy. Casi me atraganto con la pasta para reprimir la carcajada. Mi hermanita usa sus poderes perfectamente.

—Tu energía es diferente—comenta Mila.

Me preparo para el rumbo que tomará la conversación.

—¿Positivo o negativo?

—Positivo —responde—. La tensión de antes ya no está, pero la chispa de oscuridad sí. Él no se llevó todo.

Ella sabe que conservo la hipnosis y algo más. Mis padres se estremecen y quiero pedirle a Mila que se calle.

—Fue por seguridad —me apresuro a decir—. Es una habilidad muy poderosa que servirá en el momento más oportuno.

Mila bebe su refresco.

—Ahora que ya no estás bajo la influencia de Catalina sabrás cómo y cuándo usarlo. Tu poder es imparable, Allison. Puedes cambiar de forma y explotar tu verdadero potencial. Tu estado de salud se encuentra en perfectas condiciones sin el veneno —Arquea una ceja—. Me preocupa más los daños psicológicos.

Me remuevo en la silla, odiándola por alarmar a mis padres. Me costó convencerlos de que estaré bien en New York.

—Estoy en una guerra conmigo misma y solo yo puedo vencerla.

—Comprensible—dice Mila.

—¿No vas a oponerte y decir que es peligroso? Si el abuelo estuviera aquí...

—Pienso que has tomado una gran decisión —interrumpe una voz imponente y se une a nosotros en la mesa—. Ya no eres la chica que necesita ayuda ni ser salvada. Es hora de que enfrentes tus propias batallas.

Mi corazón se agita.

—Abuelo...

Agarra el dorso de mi mano y deposita un beso.

—Estoy muy orgulloso de ti, Allison. Sabía que saldrías victoriosa de esta.

—Te quiero—sonrío.

—Y yo a ti —Se sienta al lado de Mila. Viste un traje caro y el cabello castaño está perfectamente peinado. Sigue siendo un hombre muy atractivo a pesar de su edad—. Tu decisión de ir a New York es acertada. Los portales nacen en sitios profanados y sabemos que la gran ciudad es territorio de los Dumont.

Mi corazón late desbocado, aunque mi determinación se endurece.

—¿Crees que tengo alguna oportunidad?

Llena su plato con barbacoa acompañada de papas.

—Nunca dudaría de tu valor. ¿Sabes cuál es la regla principal?

—No confiar en nadie.

—Sí —dice él—. Tienes los medios suficientes que te ayudarán a enfrentar el peligro, pero hay un problema aquí.

Como otro bocado antes de que la deliciosa comida se enfríe.

—¿Cuál es la desventaja?

—Los Dumont no serán fáciles de enfrentar y llevará tiempo encontrar el portal. Que aún conserves la hipnosis sin dudas es la ventaja porque es una mancha de oscuridad.

Ladeo una ceja.

—¿Mancha?

—Alguien con sangre de demonio tiene más posibilidades de abrirlo—aclara él—. El tema aquí es encontrarlo.

—¿Esa familia trabajará con ella? —pregunta mamá—. Lo dudo.

—Todos tenemos un precio, Arianne —dice mi abuelo—. Los Dumont son esclavos de su amo y puedo apostar que muy felices no están.

Una especie de calma me transporta. Olenna era diferente y Ronan también. Quizás la mayoría no aprueba lo que ese monstruo planea con la humanidad.

—Puedo investigarlos más a fondo antes de dar el primer paso. Tengo el diario de Olenna que relata datos interesantes sobre su familia y el mundo de sombras. Además... —Me detengo un segundo—. Espero contar con los dones de mi tía Reynard o cualquiera de sus hijos.

Papá llena su cuchara con sopa.

—Tanto Raven como Ava están en Arkos y Roy en Noruega.

Mierda, olvidé ese detalle. Espero que el compañero de Raven no le esté complicando la vida.

—Fantástico.

Mamá me mira.

—Tu tía Reynard sigue siendo poderosa y aprecia muchísimo a Ronan. Ofrecerá su apoyo sin ninguna resistencia. Cuenta con ella.

Levanto mi vaso a modo de brindis y les sonrío.

—Salud, familia. No habrá nada que me detenga.

🖤

Camino bajo la nieve con las manos en mis bolsillos. Nací en Canadá y ha sido mi hogar diecisiete años, pero ya no siento la misma calidez. Quiero irme pronto. Envié la solicitud a la universidad de New York y espero ser admitida. Mamá me comentó que mañana veremos el pent-house dónde voy a hospedarme. También tendré una tarjeta de crédito a mi cuenta con una suma incalculable. Lo suficiente para no preocuparme. Mi prioridad será estar enfocada en mis estudios y la búsqueda de Ronan. Puedo hacer ambas cosas al mismo tiempo.

Estaré bien mientras mantenga mi mente ocupada y no decaiga en la depresión. Si vuelvo a hundirme será más difícil reponerme. La fe de encontrarlo me anima a levantarme todos los días. A pesar de su ausencia puedo escucharlo reír y decirme palabras alentadoras.

Ronan creía en mí más que nadie y no voy a defraudarlo.

—¡Allison!

Fuerzo una sonrisa cuando veo a mis primas acercarse. No quería hablar con ellas aún, pero el reencuentro es inevitable y tenemos que ponernos al día. No merecen que las aparte. Sé que estaban preocupadas y tristes por mí.

—Hola, chicas.

Las diferencias entre ambas es notable. Melissa con su típica ropa oscura y Ellie con los colores pasteles que tanto ama.

—¡Oh, dioses! —El aroma a lavanda combinado con perfume caro me envuelve cuando soy rodeada por ambas. Me derrito en el abrazo, cerrando los ojos—. Te extrañamos muchísimo.

—Yo a ustedes.

Melissa me da una expresión triste. El color natural de su cabello ha regresado. Castaño con algunos mechones rubios.

—Sé que no quieres vernos, pero necesitábamos abrazarte.

Mi labio tiembla.

—No es nada personal —explico—. Lo saben, ¿no? No quería escuchar las mismas condolencias que no solucionarán nada, ni responder preguntas.

Ellie bufa.

—Estamos al tanto de cada chisme, no necesitamos hacerte preguntas.

Obviamente todos saben sobre mi situación deprimente.

—Bien.

Enlazan sus brazos con los míos y empezamos a caminar. No comentan mi nueva apariencia o el color de mis ojos. Me tratan como si fuera normal y eso me gusta. Un poco de aire fresco es lo que necesito justo ahora.

—Lo que tú quieres es desahogarte y nosotras vamos a ayudarte —dice Ellie—. ¿Cuándo fue la última vez que bebiste? Te pondrás tu mejor vestido e iremos a un bar a emborracharnos.

Melissa le frunce el ceño.

—Ellie...

—Oh, vamos. ¿Qué tiene de malo? El alcohol sana los corazones rotos —susurra—. Todas tenemos uno ahora. Yo por Logan, Melissa por Tristan y tú por Ronan.

—Supongo que Raven es la excepción.

—Nuestra tía adora a Krestel sin conocerlo y es una excelente señal —Me guiña un ojo—. ¿Entonces aceptas? Te prometo que verás estrellas con diez botellas de vodka.

—Nuestros padres...

—No lo sabrán—asegura Ellie—. Será un secreto de tres.

—Y luego dicen que soy la peor —bufa Melissa.

Una sonrisa maliciosa curva mis labios y choco los cinco con ella. Me siento como una delincuente a punto de robar, pero estoy feliz con la idea. Esta noche me pondré mi mejor vestido y voy a beber hasta olvidar mi maldito nombre.

🖤

Escojo un vestido negro con mangas largas y botines del mismo color. Me estoy aplicando el labial rojo cuando mi madre ingresa a mi habitación cruzada de brazos. Suspiro. Sabía que no pasaría desapercibida.

—Ellie y Melissa son menores de edad —dice con una ceja alzada—. No entrarán a ningún bar.

Nuestros ojos se encuentran a través del espejo.

—Tienen identificaciones falsas. No me obligarás a quedarme, ¿verdad?

Una sonrisa se desliza por su rostro y niega con la cabeza. Se acerca, apoyando la barbilla en mi hombro. Ambas continuamos viéndonos por medio del reflejo. Tan parecidas y diferentes al mismo tiempo.

—Emmie y Melody están al tanto. Me dieron el permiso de llevarlas yo misma—musita—. Puede que nosotras sigamos el mismo ejemplo.

—Me alegra saberlo—Le guiño un ojo y me aparto para buscar mi bolso—. ¿Qué hay de papá? Pensé que aprovecharías el tiempo con él.

Mamá se queda en silencio con duda en su expresión.

—Tu padre se reunirá con sus hermanos—Su voz se apaga—. Él necesita espacio, ¿entiendes?

Escrudiño su rostro detenidamente en busca de alguna omisión, pero solo veo dolor, desesperación, temor.

—¿Son las pesadillas?

Asiente con los ojos llenos de lágrimas y la abrazo. Su cuerpo está temblando. Los escuché discutir en algunas ocasiones. Mi madre propuso que un profesional en estos casos revisara a mi padre y él se negó. Asegura que no tiene un demonio dentro y no necesita exorcismos. Realmente espero que sea así. No ha sido el mismo desde su regreso.

—Ya estamos aquí—susurro—. Reynard puede ver su aura, ¿no?

Mamá toma distancia con una respiración profunda.

—Me preocupa que se ponga a la defensiva cada vez que le pregunto si está bien, pero tal vez estoy exagerando—Se encoge de hombros—. Ya no hablemos de eso. No arruinaré tu noche. Ve a pasar el rato con tus primas.

No se siente correcto dejándola aquí tan angustiada, pero si me quedo mamá se pondrá peor.

—Prométeme que no me ocultarás nada si sucede algo grave—suplico—. Cuando me vaya a New York júrame que me llamarás y no habrá secreto entre nosotras. Esto no se trata de mí, mamá. Es por Aden y Amy.

Se le escapa un sollozo.

—Has crecido tanto.

—Mamá...

—Te llamaré—libera un suspiro y se limpia las lágrimas—. Nada de secretos, cielo.

—Nada de secretos—repito.

🖤

Entro al garaje y aparto las sábanas del flamante Jeep negro. Uno de los tantos regalos que recibí cuando cumplí dieciséis años y obtuve mi licencia de conducir. Mi padre suele lucirse cuando se trata de impresionarme. El dolor vuelve a surgir mientras pienso en él. Le imploro a los dioses que se apiade de mi familia y que esto sea un proceso. Está en una etapa dura debido a los últimos acontecimientos y sanará. Sé que sí.

Abro la puerta y entro al auto. El interior sigue siendo una maravilla sin humedad o polvo. Mis manos se aferran al volante y me muerdo el labio. Buscaré a mis primas. No tiene sentido asistir al bar en secreto si nuestras madres están al tanto. Giro la llave y el motor suelta un profundo rugido que me hace sonreír. De repente una brillante bola de pelos aparece en el asiento del pasajero. Pongo los ojos en blanco.

—¿En serio, Annie? Deberías tomarte vacaciones.

La gata ronronea. Genial.

Sacudo la cabeza y salgo del garaje. La mansión que ocupan mis tíos queda a unas pocas cuadras. Enciendo los estéreos que bendice mis oídos con una suave canción melancólica de Adele. Esa mujer sabe cómo hacerme llorar. Miro con detenimiento el camino y cada tanto mis ojos se desvían al espejo retrovisor. La brisa que entra por la ventana abierta alborota mi cabello oscuro. Todavía no logro asumirlo.

Realmente soy una chica libre.

Piso con fuerza el acelerador y la velocidad aumenta robándome carcajadas. Activo el modo automático mientras asomo mi cuerpo a través del techo descapotable. La ciudad es brillante y cubierta de blanco por la nieve. Me doy cuenta de las decoraciones, las luces, los árboles...

Regreso a mi posición, tratando de calmar la respiración. A veces me gustaría no ser tan consciente del tiempo ni contar los minutos que pasan sin él. La navidad se acerca y no la disfrutaré con Ronan. Mis pestañas se mojan por las lágrimas que he tratado de contener.

Nos perderemos de tantas cosas juntos.

—Otra vez no—gime una voz desconocida y abro los ojos ampliamente. Es ronca y un poco rasposa.

Esperen... ¿Dónde salió eso? Detengo el Jeep frente a la mansión que me indicó mis padres y echo un vistazo a la parte trasera. Pero no hay nadie.

—Aquí, tonta—Suena fastidiada y aburrida.

Miro lentamente sobre mi hombro y suelto un grito cuando Annie me devuelve la misma mirada apática. ¿Qué demonios...? He tenido a esta gata casi toda mi vida y es la primera vez que la oigo hablar. Tiene que ser una alucinación. Los animales no hablan.

—Ya, ya, ya—chasquea la lengua—. ¿Por qué luces tan sorprendida? Tú no eres muy normal que digamos.

Aplasto mi espalda contra la puerta del Jeep e intento poner una distancia entre ambas.

—¿Catalina? —titubeo y sollozo—. Oh, dioses... has poseído a mi pobre gatita. Lo siento tanto, Annie. Lo siento muchísimo.

Juro que la gata me rueda los ojos.

—No seas ridícula. Soy la misma Annie que conoces.

—¿Por qué decidiste hablar ahora?

—Bueno... antes una bruja vivía dentro de ti y pensé que no sería prudente demostrarle de lo que soy capaz. Prefería que me viera como una inocente gatita blanca —Se lame las costillas y las patas—. Agradecería que no se lo contaras a nadie más.

Mi pecho sube y baja porque de todas las cosas que me ha sucedido esto no me lo esperaba en absoluto, pero acepto que ha sido muy inteligente de su parte. Es más fácil estar atenta si nadie sabe lo que es realmente.

—Wow...

—¿Prometes mantener el secreto o no?

Se para en dos patas y acerca su rostro al mío. Me trago el grito antes de echarme a reír. Lágrimas de risa se deslizan por mis mejillas. He perdido la cabeza. Me siento tan sola que estoy alucinando. Mi gata no habla. Pero ella no es cualquier gata. Es una guardiana que cambia a una tigresa.

—¿No es producto de mi imaginación? —inquiero.

—¿Quieres alguna prueba? —pregunta Annie.

—¿Cuál sería?

—Activa la cámara de tu celular y graba.

Saco el aparato de mi bolso torpemente y hago lo que me pide. Annie empieza a cantar Karma de Taylor Swift, pero cuando observo la grabación solo veo a una gata maullando y moviendo las patas delanteras.

—Está bien, está bien—dice con desdén—. Eres la única que puede escucharme y entenderme. Siéntete afortunada.

Me pellizco el brazo.

—Tiene que ser una broma.

—No lo es. Mi misión es acompañarte y cuidarte. Nunca te dejaré sola, Allison—coloca su pata en mi muslo—. Se acercan tiempos muy críticos y seguiré a tu lado pase lo que pase. Siempre seré leal a ti.

Mi cerebro está trabajando a un nivel tan despavorido que todo lo que puedo hacer es parpadear como una tonta. No debería desconcertarme de ninguna manera. He presenciado cosas peores que no tendría explicación para la humanidad.

—De acuerdo, gracias—Tomo una respiración profunda y hablo cuando logro tranquilizarme—. Quiero que los siguientes días seas mis ojos y mis oídos. Vas a contarme absolutamente todo lo que relacionen a mis padres. Siento que él oculta algo.

—Tu padre, dulce niña...

—¿Qué?

Agacha la cabeza con pesar.

—Solo está cumpliendo su parte en esta lucha. Ha ido al infierno y ha regresado con profundas heridas que no sanarán. A menos que mates al responsable de su dolor.

🖤

Buenaaaas. Viernes de Rallie, espero que les haya gustado el capítulo. Me reí mucho escribiéndolo.

P R E G U N T A S.

¿Momento favorito?

¿Teoría sobre lo que está sucediendo con Asher?

El próximo capítulo narra Ronan <3

A diferencia de Lazos Malignos en este libro tendremos dos únicos narradores y esos son Ronan y Allie. Mis niños merecen todo el protagonismo posible.

En mis redes sociales estaré dejando adelantos y spoilers:

Instagram: JessiR17

X: JessiRivas17

Facebook: Jessica Rivas

Pinterest: JessiRBooks

Tiktok: Jessica_Rivas17

Disculpen las faltas

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro