Capítulo 2 🖤
Allison
Está lloviendo como suele ocurrir en New Hope durante los últimos ciento veinte días. Por alguna razón no me dirijo a la mansión Dumont o busco a mis padres. Camino directamente al lugar que me prohibieron asistir. Hay algo terapéutico en sentir las gotas corriendo por mis mejillas y empapando mi ropa. La lluvia es purificadora y aleja toda esa angustia que me ha consumido desde su partida.
Annie maúlla en protesta, pero aún así me sigue la corriente y no me abandona. Abrazo más fuerte el cuaderno contra mi pecho e intento no pisar las pocas criptas que quedan en el cementerio lúgubre. Sé que ella está aquí. Escuché a mi madre decir que quisieron darle una sepultura digna e hicieron lo que pudieron. Suelto un sollozo y me agacho frente a la lápida de Olenna Dumont.
—Mil disculpas no serán suficientes, pero te juro que lo lamento muchísimo—susurro con la voz quebrada y ahogada—. Nunca quise que nada de esto ocurriera. Nunca quise lastimarte.
Todos insisten que Catalina fue la responsable de su muerte, pero la culpa en mi corazón es imborrable. Si hubiera sido más fuerte ella seguiría viva y Ronan tendría una madre cuando regresara. La parte tóxica viene a recordarme que he sido una carga desde que nací. ¿Ha valido la pena tanto sufrimiento y sacrificio? ¿Qué tengo de especial cuando fui destinada a causar daño a quienes más amo?
Soy un veneno sin cura.
Y lo mejor es que me aleje antes de que sea demasiado tarde.
Abro mi mano y una hermosa orquídea blanca florece en la palma. Un dolor gélido y agudo estremece mi pecho. Esta maravillosa mujer me ha dado su cariño, su apoyo y su amor desde el momento que nos conocimos. Ella me recordó que aún existen buenas personas a pesar de tanta maldad. Me hubiera encantado que las circunstancias fueran diferentes. Merecía más tiempo en la tierra. Merecía más tiempo con su hijo.
—Te prometo que voy a traerlo de regreso, Olenna. Juro que lo sacaré de ahí y seré esa luz que él necesita.
Deposito la flor sobre su tumba y después hago crecer varias de ellas a lo largo de la lápida. Quiero que sea la más bonita del cementerio porque así era Olenna: brillante y admirable. Ronan heredó eso de su madre y me aferraré a él con todas mis fuerzas. No lo dejaré ir.
—Ha sido un placer conocerla, señora Dumont—Inclino la cabeza en señal de respeto—. Mis futuros hijos sabrán que tuvieron una abuela maravillosa. Su memoria no morirá nunca—Le enseño el cuaderno—. La quiero mucho y jamás la olvidaré. Gracias por todo.
🖤
Pensé que estaría más relajada después de esa visita a Olenna, pero mi cabeza es un completo lío mientras pienso en mi encuentro con Georgie. Ha sido un mensaje de Ronan y lo tomaré como tal. Él está protegiéndome. No me quiere aquí. Esta mansión formó parte de sus pesadillas desde que era un niño y las paredes ocultan fuerzas oscuras. Mi familia y yo debemos irnos cuanto antes.
Me balanceo en el viejo columpio mientras veo el mundo pasar ante mis ojos. Y por más que intento reprimir cualquier pensamiento negativo, estos vuelven cortando en trozos lo poco que queda de mi arruinado corazón. Lo imagino asustado, solo, perdido y torturado. ¿También siente que una parte de él ha muerto esa noche? ¿Me necesita? ¿Me echa de menos? ¿Cuándo despertaré de esta pesadilla? Odio mi realidad alterna. Una en la que duermo la mayor parte del tiempo y lloro en mis sueños. No me ducho en días y me olvido de comer. Esa en la que obtengo miradas compasivas de mis padres porque no encuentran el modo de ayudarme.
Mis padres...
Han sufrido por mí durante dieciocho años, no puedo seguir atrapada en este limbo. Les he causado suficiente daño. Necesito avanzar y dejarlos atrás. Me niego a arrastrarlos nuevamente a la oscuridad. Papá regresó del vacío y mis hermanos no lo han visto en cuatro meses. No permitiré que desperdicien un minuto más tratando de salvarme. Es injusto.
Pelearé mis propias batallas. Lo haré sola y espero que respeten mi decisión. Buscaré por mi cuenta la solución a mis problemas. Merecen vivir sin la carga que implicaba mi maldición. Catalina se ha ido y ahora son libres de continuar. Tengo la edad suficiente para rehacer mi vida sin que ellos intervengan. Amaría ver a mi familia unida, pero estoy rota. Solo volveré a ser la misma cuando encuentre a Ronan.
Detengo el balanceo y miro el cuaderno de tapa dura en mi regazo. ¿Aquí encontraré todas las respuestas que busco? ¿Me dará la solución que he anhelado más que nada? Ronan y yo lo leímos, pero nunca terminamos de averiguar qué hay en las siguientes páginas. Son relatos de Olenna cuando estuvo en el mundo de sombras. También revelaciones sobre el pasado de mi compañero. Esta es la señal que necesitaba. Será una herramienta útil.
No renunciaré a ti, cariño.
Bajo del columpio y avanzo con Annie a la entrada principal de la única mansión que no fue destruida por la erupción del volcán. Este es el santuario del monstruo. Puede que no sea capaz de abrir los portales, pero hallaré otros métodos. Soy conocida por mi persistencia y audacia.
Entro a la sala y encuentro a mis padres con dos maletas cerca de sus pies. Recuperaron algunos objetos valiosos de la Fortaleza que quieren conservar. El plan es regresar a Canadá esta misma tarde y olvidarnos de New Hope para siempre. Ya no tenemos la obligación de proteger a los habitantes. Lo bueno de haber vivido en un pueblo olvidado hasta por los mismísimos dioses es que fue fácil ocultar nuestras identidades. Muy pocos hablan de lo ocurrido y para el resto del mundo los Karlsson no existimos. Encontraremos un nuevo rumbo sin obstáculos. Este es el comienzo que todos necesitamos por más que duela.
La vida sigue.
—¿Estás lista?—pregunta mamá. Mi padre mantiene un brazo alrededor de su cintura y le besa la frente—. El resto de la familia no puede esperar para verte. Te extrañan muchísimo.
Yo también, pero prefiero la soledad. No soportaría ver sus miradas de lástima o escuchar sus condolencias. Ellos no entenderán y no saben lo que se siente perder a tu otra mitad. Prefiero seguir buscando pistas que me lleven a Ronan y retomar la lectura del diario de Olenna.
—No estoy lista para ver a los demás—admito—. Solo a Aden y Amy. Me muero por abrazarlos.
Mamá me da una sonrisa comprensiva.
—Cómo prefieras, cielo. No vamos a presionarte.
La oscuridad en mi corazón es tan pesada que me cuesta respirar. Desde que era una niña soñé con el día que puedan disfrutar de su matrimonio sin que yo sea un impedimento. A pesar de que los extrañaré con mi alma no voy a arrepentirme de esta decisión. Se los debo. Tengo que alejarme por el bien de todos.
—Hay algo que necesito decirles—Mi voz suena áspera y observo a Annie. Ella acaricia mi pierna como muestra de apoyo incondicional—. Escuchen con atención, por favor. Es muy importante que me entiendan. No ha sido fácil tomar esta decisión.
Los hombros de mamá se tensan y mi padre me frunce el ceño.
—Te escuchamos—dice él, sonando inseguro.
Tomo una respiración profunda para calmar los latidos desbocados de mi corazón. La Allie del pasado permitiría que sus padres enfrenten hasta dragones, pero la Allison del presente quiere verlos tranquilos y felices.
—¿Cuándo fue la última vez que vieron una película con Aden? ¿Celebraron con calma los cumpleaños de Amy? ¿Le quitaron el seguro a las puertas de sus habitaciones mientras yo dormía bajo el mismo techo?
No responden. Aún conservo el vago recuerdo de que intenté matar a mi propia madre cuando tenía diez años y no me lo perdonaré. Catalina ya no está en mi cuerpo, pero sus huellas sí. No olvidaré las atrocidades que hizo.
—Siento que el tiempo ha quedado suspendido desde que tengo uso de razón y me he convertido en el centro de sus universos—Las lágrimas pican en los bordes de mis ojos—. Durante años los he visto sufrir y llorar. Entraste en depresión, mamá. Y tú... —Miro a mi padre —. Llegaste a creer que no eras suficiente para tu familia. Te sentiste impotente porque no pudiste salvarme ese día.
El día que fui secuestrada y me convertí en prisionera de Catalina.
—Allie... —Mamá solloza.
—No, déjame terminar—Se me quiebra la voz—. Los he visto sacrificar cada pedacito de felicidad a cambio de mi bienestar y me cansé de ser una piedra en el camino.
Mi padre interviene con el rostro húmedo a causa de las lágrimas.
—Lo hicimos porque te amamos, princesa.
Se me escapa un sollozo roto. Este hombre maravilloso ha luchado por mí hasta el último aliento y aún cree que es su deber protegerme. Lo ha dado todo y ya es suficiente.
—Lo sé, papá. Estaré agradecida eternamente.
—No me importaría ir al infierno con tal de que estés protegida. Eres mi hija y siempre serás unas de mis más grandes prioridades —Acuna mi rostro—. No pienses ni por un segundo que eres una carga.
Sacudo la cabeza.
—Sé que harías cualquier cosa por mí y no puedo permitirlo. Soy libre y ustedes también. Catalina ya no será un obstáculo en nuestras vidas. Se acabó. Tienen que salir adelante sin mí.
—Allie... —dice mi padre.
—Iré a Canadá, pero después tomaré un nuevo rumbo por mi cuenta. Quiero luchar sola.
Mamá se sienta en el sofá procesando mis palabras. Papá me escucha con atención, descontento y triste. Ellos también deben sanar y recuperar el tiempo perdido. Reparar los pedazos que he roto desde mi nacimiento.
—¿Eso te hará feliz? —pregunta él.
Me toco el pecho dónde late mi corazón. Me traslado al pasado y pienso en mi infancia. Esa que fue arruinada y lo mismo mi adolescencia. Ahora soy una adulta y haré una diferencia. Mantendré al margen a mis padres. Ellos no son un centro de rehabilitación. Hay dos seres inocentes que los necesitan más que yo.
—Sí —respondo con honestidad—. Me ayudará a sentirme bien conmigo misma, quiero devolverles esa parte que han perdido durante dieciocho años. Quiero que sean felices.
—Cielo...
—Ya no soy una niña que deben proteger —insisto—. La vida nos está dando otra oportunidad y vamos a aprovecharla. Yo buscaré a Ronan, pero ustedes serán felices en su matrimonio. Pueden retomar los votos o ir de luna de miel. Merecen unas vacaciones con Aden y Amy. Prometo mantenerlos al tanto de cada actividad importante. Estaré bien.
Mamá sorbe por la nariz para retener las lágrimas. Ella no está de acuerdo con mi decisión, pero la respeta al igual que mi padre. Por primera vez en mucho tiempo tengo este poder que me han arrebatado toda mi vida.
Elección.
Hoy puedo elegir sin miedo a las consecuencias.
Hoy puedo respirar sin la toxina de Catalina.
Hoy puedo vivir a mi manera.
—¿Y cuál es tu nuevo rumbo? —inquiere mi padre.
Les enseño el diario de Olenna y estrechan los ojos con incredulidad.
—Ronan y yo lo leímos. No todas las páginas, pero conozco suficiente información. No estamos navegando en aguas desconocidas. Investigamos todo lo relacionado al señor de las sombras y su mundo. La familia Dumont le ha rendido culto durante siglos, no solo en New Hope —sonrío triunfal—. También en New York. Ronan nació en New York.
Mamá carraspea.
—¿A dónde quieres ir con esto?
—Si no puedo encontrar un portal aquí entonces iré a unas de las ciudades más pobladas del mundo.
El silencio es ensordecedor. Ninguno habla, aunque lo veo en sus expresiones. Están asustados por mi repentino cambio. New York es inmenso y podría perderme fácilmente ahí, pero es justo lo que necesito. Un nuevo aire dónde pueda sentirme cerca del amor de mi vida.
—La familia Dumont no es un desafío—interviene mi padre—. Son asesinos, Allison.
—Y yo soy una mujer poderosa. Con Catalina fuera de mi cuerpo soy imparable y mucho más fuerte —Me paseo por la habitación—. Además, tengo un motivo para pelear y ganar todas las batallas. ¿Alguna vez te rendiste, mamá? ¿Cuándo Abigail mató a tu familia diste un paso atrás?
Sus ojos verdes parpadean en confusión.
—Es diferente. Yo no peleé sola, tenía un apoyo en tu padre y tus tíos.
—Me tengo a mí misma y es más que suficiente —Sueno segura y sin la intención de cambiar de opinión—. Ya tomé mi decisión y quiero que la respeten. ¿Pueden hacer eso por mí? Por favor...
Mamá se cubre el rostro con las manos y papá aparta los ojos. No hay nada que discutir aquí. Si pretenden retenerme en una jaula nunca voy a perdonarles y lo saben. Ha llegado mi momento de volar sin que nadie me corte las alas. Soy libre.
—También tenemos una condición —susurra mamá.
—¿Cuál?
—Aceptarás nuestra protección a pesar de la distancia.
Sonrío y esta vez es genuino. No esperaba menos de ellos.
—De acuerdo, pero no invadan mi espacio ni me agobien con las llamadas—imploro —. Confíen en mí cuando les digo que no voy a lanzarme al vacío. Quiero mantenerme en la superficie por Ronan.
Papá me rodea y me abraza. Cierro los ojos por el contacto de su cálido cuerpo. Quiero que celebren las navidades sin preocupaciones ni miedos. Quiero que disfruten su amor y a mis hermanos. Quiero que hagan tantas cosas sin sentirse reprimidos.
—Cuentas con nuestro apoyo incondicional, princesa. Estaremos para ti sin importar lo que pase.
Mi sonrisa se ensancha y froto mi rostro en su pecho. Mamá se une al abrazo. Tengo a los mejores padres del mundo.
—Los amo con mi vida —musito—. Haré que cada día se sientan orgullosos de mí. Lo juro.
—Estamos orgullosos de ti—dice mamá—. Siempre lo estaremos.
🖤
Miro por última vez la antigua habitación de Ronan. Dormí y lloré aquí cuatro meses. Su aroma aún persiste en los rincones y me hizo sentir acompañada. Es como si sus brazos me rodearan cada vez que me acostaba en su cama y me vestía con sus camisetas.
Lo recuerdo a él trabajando en su próxima obra de arte. Amaba cuando fruncía el ceño mientras se concentraba y mordía el lápiz. Tan mío. Lo que más me duele de la destrucción de la fortaleza es que no pude salvar el hermoso cuadro que pintó para mí. ¿Lo positivo? Encontré otras pinturas y bocetos bajo su cama. También su cámara y una caja con fotos que ha capturado por años. Georgie no destruyó todo. Cuando regrese a Canadá tendré una parte de él conmigo.
Me deslizo por la pared hasta caer al suelo. Escucho el suave ronroneo de Annie dándome apoyo moral, pero mis ojos se quedan trabados en la cama. Aquel dónde me abrazó varias noches y me dijo que se sentía como el chico más afortunado del mundo por tenerme. Si supiera que yo fui bendecida por ganarme su amor.
—Te traeré de regreso, cariño —Me toco los labios—. No me importa cuánto tiempo pase, no me rendiré. Juro que recuperaremos el tiempo perdido y haremos tantas cosas juntos. Nada ha terminado.
El silencio es la única respuesta que recibo a cambio y sonrío.
—Te amaré por siempre, Ronan Cole Dumont. No es una despedida, es un hasta pronto.
🖤
Cariño...
He encontrado consuelo en las letras. Puedo expresar mis emociones sin sentirme reprimida ni juzgada. Me propuse escribir cada día en mi diario y grabar vídeos para que no te pierdas ningún detalle. Sé que te hubiera gustado estar presente en esta nueva etapa, pero cuando vuelva a verte prometo enseñarte todo.
Hoy se sintió bien usar mi vestido verde favorito.
Escuché Yellow de Coldplay y pensé en ti.
Mi próxima meta es cambiar de forma, pero aún no me siento lista porque pienso en ese día.
El principio del fin...
Mejor regresemos a las cosas buenas.
Tomé una ducha de tres horas y lloré nuevamente hasta sentirme agobiada. Sonreí cuando recordé tus palabras de aliento. Una vez me dijiste que ganaría si me postulaba como futura presidente. Algo imposible, pero fue lindo de tu parte. Amo la fe que siempre tuviste en mí.
Me consideras valiente, resistente y fuerte. Me abandonaste porque sabías que podía salir adelante sola. Tu fe en mi es irrompible, cariño. ¿Y si te digo que iré a buscarte hasta el fin del mundo? Nada es imposible.
Encontré algunas de tus camisetas en tu antigua habitación y decidí conservarlas porque huele a ti. Acuarelas y pinturas. Mi nuevo aroma favorito. Te veías tan sexy cuando pintabas.
Otra buena noticia es que comí una ensalada de lechuga con tofu y zanahorias. ¡Récord histórico después de cuatro meses sin poder terminar un plato! Quiero cuidar mi cuerpo porque amas cada parte de mí y cuando vuelvas a verme te robaré el aliento.
Te amo.
Soñaré contigo esta noche y las siguientes.
Con amor, la mujer de tu vida.
Allie.
La huella de mi labial rojo queda impregnada en la carta y lo dejo en la cama de su habitación. El portal será abierto dentro de diez minutos y mis padres me dieron tiempo para despedirme. Ellos no lo saben, pero regresaré aquí en algunas ocasiones. La mansión Dumont está unida a Ronan y tarde o temprano encontraré la llave al mundo de sombras.
Si hay algo que tenemos en común es que estamos absolutamente obsesionados por el otro. Usaré recursos extremos, romperé límites y desafiaré a la muerte. ¿Vendría por mí si decido lanzarme desde un precipicio? ¿Qué haría si supiera de mis planes? Pensaría que estoy loca, pero no puede culpar a una chica enamorada.
El amor te impulsa a hacer locuras.
Y yo soy capaz de lo más vil si eso significa tenerlo a mi lado.
Me acerco al espejo con cristales rotos y observo mi reflejo. La chica que me devuelve la mirada es una desconocida. Ya no quedan rastros de inocencia o esa luz que me caracterizaba. Soy una mujer llena de odio, angustia y dolor. Estoy sedienta de venganza y no voy a parar hasta saciarme.
Levanto la mano y una pequeña bola de fuego verde reluce. Mi cabello oscuro se sacude y mis ojos verdes adquieren un tono turquesa distinto al habitual. Hay una chispa salvaje que arde dentro de mí. Esta es más cruel y despiadada. No son mis dones druidas o la hipnosis. Surgen de mis dedos y rodean el resto de mi cuerpo. La habitación se llena de humo y los cristales del espejo se quiebran.
Sombras.
Hay sombras en todas partes.
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