Historia Original de StefanyOsorto

SINGTO

—Krist vuelve rápido –digo en un susurro.

—Llegaré en unos minutos

—Estaba desifectando el lugar –digo mientras veo a Gulf lavar un tenedor con miles de jabones —¿siempre es así?

—A veces es peor... ¿si le diste lecciones de Inglés?

—Si, pero al parecer no
entiende –digo suspirando.

—Paciencia... estoy doblando la esquina, abre la puerta – dice y cuelga.

Krist llegó y mandó a dormir a Gulf luego de hacerle no se cuentos tratamientos en la
cara y cabello.

Lo esperé en la sala de estar
hasta que llegó.

—Estoy cansado –dice y se
acurruca en mi pecho.

—¿Mew está bien? –pregunto
preocupado.

—Si, bueno tiene el brazo
fracturado.

—Sabes... son muy diferentes
–digo haciendo referencia a los chicos.

—Crecieron en ambientes
diferentes Sing –dice
suspirando —Mew merecía más...

—¿Crees qué Max no deseó
darle todo? ¿Crees que él quiso perder su fortuna? –lo veo serio —Todo es culpa de Tul.

—¿Perdón? Tul si supo cuidar su dinero y sacar a delante a su hijo –me ve enojado.

—Max dió todo lo que tenía
por Tul, que nadie se diera
cuenta es distinto –protesto.

—Jaja buen chiste, te recuerdo que fue él quien lo traicionó –dice riendo.

—Te recuerdo que Tul quiso
terminar con todo lo que
construyeron juntos.

—Si tú me fueras infiel haría
lo mismo que hizo Tul sin
pensarlo dos veces.

—¿Sabes la razón de porque Max perdió todo? –lo veo
serio.

—Con que ridiculez vas a salir ahora –me ve burlón.

—¿Quién crees que fue el que
donó una cifra elevada de
dinero cuando el bufete de
abogados de Tul quebro? –lo
veo fijamente.

—Su padre –me ve confundido.

—Déjame decirte que los
engañaron, el padre de Tul no le habló nunca luego de
casarse ¿eres tan ingenuo como para creer que le daría
una mano en un momento así? –respondo rodando los ojos.

—¿Entonces fue?.. –me ve
asombrado.

—Aja él fue.. –digo sonriendo.

—¡¡¡Pero que idiota!!! –dice
poniéndose de pie.

—El quería ver a su amado
triunfar no caer.

—Pero ve donde está él ahora –señala  alrededor de la casa. —¿quién le ayuda? –me ve
confundido.

—Dijo que quería que Tulf
triunfara y le diera la vida que merece al menos a uno de sus hijos, su plan era enviarle de vuelta a Mew pero ya se había encariñado
demasiado y no pudo hacerlo –dije sonriendo.

—Pensé que había gastado todo su dinero en alcohol, cigarros y apuestas –dice viendo al suelo.

—Sabes cuál es mi rabia... lo
que Tul le hizo a Max, podía ser la mayor escoria del mundo pero no merecía tanto.

—¿Max sabe que Tulf está aquí? –pregunta nervioso.

—Si, de echo por eso se opuso
inumeradas veces a venir aquí.

—¿Cómo lograron que
accediera?.

—No lo sé, de pronto un día
dijo "nos vamos a Bangkok" – me enconjo de hombros.

—¿No estará pensando
buscarlo? –pregunta nervioso.

—¿Y si es así que? –digo
restando importancia.

—¿Qué sabes Singto? –se acerca y se sienta en mis
piernas.

—Nada –digo mientras veo sus labios.

—Vamos dime –dice y toma mi rostro entre sus manos.

—¿Sabes que no caeré en tú
juego cierto? –Digo sonriendo

—Me deseas así que no mientas –dice cerca de mis labios.

Lo tomo de la cintura y lo pego más a mi para luego besarlo.

—Krist no me diste mis vit... lo siento –Gulf hace que nos
separemos rápidamente.

—Vamos voy a dártelas –Krist
se pone de pie y se va sin
mirarlo.

GULF

Krist me dió mis vitaminas, era incómodo ya que él no
hablaba y evitaba mi mirada.

Así que decidí romper el hielo.

—¿De quién es este cuarto? – pregunto viendo alrededor.

—Del hijo de un amigo –
responde sin verme.

—¿Y dónde está? –digo
viéndolo.

—Trabajando, está trabajando –dice asistiendo.

—¡Oh!

—Lo siento por interrumpir
antes yo...

—Buenas noches, estaré en el cuarto de al lado por si me necesitas –sus mejillas se
enrojecen, termina deja hablar y se va.

—Pero no tengo sueño –digo en un susurro.

Me levanto de la pequeña e
incómoda cama y camino hacia el librero colocado en
una esquina.

Habían muchos libros de
medicina y cirugía, ¿será médico el chico?

Tomé un libro y comencé a
leer, no entendía nada pero
bueno.

Habían muchas anotaciones,
subrayados y postín pegados,
ama su carrera supongo.

Mientras sigo hojeando el libro encuentro algo que hace que mi piel se erice.

Eran fotos mías, en el parque,
en la universidad, en el gimnasio, saliendo de mi
casa...

Seguro este libro le pertenece
a Krist, Tul le ordena que me
siga a todos lados.

Dejo el libro en su lugar
dispuesto a volver a la cama
pero veo una foto colgada en la pared que llama mi atención.

Era un chico joven de espaldas alzando a un niño en el aire, de fondo había una especie de fortaleza o castillo.

Yo tenía una foto igual, pero
quien me alzaba era mi padre, justamente la misma fortaleza estaba atrás.

Seguro es un lugar turístico...

Dejo la foto en su lugar y
vuelvo a la cama.

—Huele a perfume barato –
digo luego de oler un pequeño peluche que estaba en la cama.

Rió y cierro mis ojos hasta caer poco a poco en el profundo morfeo...

Al Día Siguiente...

—¡¡¡Gulf!!! ¡¡Levántate
rápido!! –Krist me mueve
logrando despertarme.

—¿Qué pasa? –digo
adormilado.

—Rápido salta la ventana –me obliga a ponerme de pie y me conduce a la ventana del pequeño cuarto.

—¿Qué? –lo veo confundido.

—Ten, ve al auto y no hagas
ruido, llegaré rápido –me
entrega mi bolso y llaves para después abrir la ventana.

—¿Qué me salte la ventana? – lo veo confundido.

—Si vamos rápido –dice y me empuja —llegaré en un
momento.

Salgo por la ventana y caigo en un arbusto que llena mi
cabello de hojas, Krist me hace señas de que me vaya, así que un poco confundido me pongo de pie y voy hacia el auto.

Consecuencias de jugar con
tierra de pequeño...

Voy hasta el auto y espero a Krist adentro.

MEW

—¿Te duele mucho? –pregunta Sing al ver mi brazo.

—No, me dieron analgésicos
por eso no me duele –digo
sonriendo.

—A mi si me duele el cuello,
dormí en una silla –dice Max mientras masajea su cuello.

—Vamos Mew ya esta listo tu
cuarto para que descanses un
poco dice Krist quien aparece
por el pasillo.

—Gracias –digo y me pongo de pie para ir a mi cuarto.

—Pensé que vendrían más
tarde –habla Krist.

—Lo dieron de alta antes, más porque no soportaba más al señor a nuestro lado –dice Max para luego suspirar.

—¿Qué te hizo? –pregunta Sing.

—Se le cayó una mandarina y
el Señor la tomó y se la comió –respondo riendo al recordar la escena.

—No jodas –exclama Sing y ríe.

—Bueno me voy tengo que
trabajar –dice Krist —nos vemos en la noche –habla para luego salir e irse.

—Voy a descansar un poco –
digo y camino a mi cuarto.

Al entrar veo sabanas que no
son mías, al igual que un par
de pantuflas y almohadas,
algo y voy donde Singto.

—¿Y esas sábanas en mi cuarto? –pregunto confundido.

—¿Sábanas?... –Sing me ve sin entender y de pronto abre
sus ojos —Krist las compró para ti, las que tenías ya estaban viejas dice sonriendo.

—Oh, está bien –digo y le
regreso la sonrisa.

Voy de nuevo a mi cuarto y me lanzo a mi cama.

—Huele a... ¿perfume caro?
–digo en voz baja y huelo
nuevamente la almohada.

Resto importancia y me dedico a dormir.