Allie.

Logan me abre la puerta del auto. Su cabello rubio luce despeinado por las veces que pasé mis dedos por él. Hay un desagradable chupón en su cuello. Siempre intenta complacerme en todo y jamás cuestionó que sea tan salvaje. Infiernos, su espalda tiene marcas de mis uñas. En verdad no merezco todo el amor que me da.

Soy una egoísta sin remedio que no quiere soltarlo.

—Fue un gran día —comenta —. ¿Estamos bien? Dime que sí.

Muerdo mi labio y asiento. Puedo notar a mi padre espiándonos desde la persiana de mi casa, pero hago de cuenta que no lo noto. Qué inmaduro y vergonzoso.

—Por supuesto que sí —Bajo del auto y quito los restos de mi labial de su mejilla —. Lamento si soy una idiota. Hablo sin pensar la mayor parte del tiempo. No quise ser tan dura contigo, Logan.

Me da una de sus magníficas sonrisas que calienta mi angustiado corazón. Pasar tiempo con él hace que sea más difícil terminar lo que nunca debimos empezar. Me odio.

—Solo eres sincera y amo eso de ti. Me encanta cuando me dices las cosas que te molesta sin ningún tipo de filtro, la comunicación es muy importante en una relación —Lleva mi mano a sus labios —. Además, el único que debe disculparse aquí soy yo. Tú nunca aceptaste ir a vivir conmigo y me lo tomé como algo personal. No estuvo bien, Allie. Lo lamento.

Las lágrimas que se acumulan en mis ojos me hacen parpadear. Sé que muy pronto debo terminar esta relación que no llegará a ningún lado. Mantenerlo aferrado a mi vida será un obstáculo para el futuro incierto que se aproxima.

No quiero arriesgarlo, es peligroso que esté a mi lado cuando ella puede tomar posesión de mí en cualquier día. Soy inestable.

—Logan, yo...

Me interrumpe, poniendo un dedo sobre mis labios.

—Entiendo que debes irte con tu familia a ese viaje. No estoy molesto, Allison —Sus tibios dedos en mi barbilla vuelven mi mirada hacia él cuando la aparto —. Estaré aquí esperándote con mucho gusto. No creo que sea malo tener una relación a distancia.

¿Piensa que eso me hará sentir mejor? Rayos, necesito alejarme rápido.

—Para, por favor —Me toma un segundo tragar el bulto que se forma en la parte posterior de mi garganta. Quiero llorar —. Solo estás empeorando la situación.

Sus hombros se desploman bajo ese abrigo, derrotado. Me mata verlo así, está acabando conmigo.

—Si tienes algo que decirme, hazlo rápido —suplica —. No quiero ir a casa contigo enfadada. Habla conmigo, Allie.

¿Por qué demonios es tan lindo?

—¡No estoy enfadada, Logan! —exploto —. Solo dame un poco de espacio. Y no, no estamos mal —Me acerco a él y acuno sus mejillas —. No creas que esto se trata de ti, ¿de acuerdo? Eres el mejor novio que he tenido.

Suelta un suspiro aliviado.

—¿En serio?

Resoplo.

—Sí, que ese ego no se te suba a la cabeza.

—Demasiado tarde, preciosa —Su brazo rodea mi cintura al mismo tiempo que su boca se abre para un beso que no deja nada a la imaginación. Me presiono más cerca, rodeo su cuello con los brazos, me levanto en la punta de los pies y enredo su lengua con la mía. Su sabor es como él: dulce, adictivo —. Bueno, voy a dejarte respirar esta noche.

Aparto mis labios y presiono mi frente contra la suya.

—Te veo mañana —susurro.

Maldice bajo su aliento cuando recuerda algo.

—Debo disculparme con tus padres. No cumpliste con el toque de queda.

No puedo evitar sonreír.

—Yo me hago cargo de ellos, no te preocupes.

—Está bien —Acomoda la bufanda en su cuello y se aleja —. Te llamaré.

—Hasta pronto, Logan.

Froto mis brazos mientras me dirijo a la puerta de mi casa y escucho los neumáticos de Logan chillar a medida que se aleja. El cielo está muy oscuro, indicando que es medianoche. Papá no disimula su molestia cuando abro la puerta e ingreso en la sala. Mamá está sentada en el sofá, un libro en su mano. Muy calmada a diferencia de cierto Alfa sobreprotector.

—Tuvimos esta conversación antes —empieza mamá, sin apartar sus ojos del libro —. Tenías toque de queda, Allison.

—Lo siento —me disculpo —. No volverá a ocurrir.

Papá examina la hora en el Rolex que adorna su muñeca.

—Dimos órdenes estrictas de que estuvieras aquí a las diez. Ahora son más de medianoche —espeta —. Y no, no me importa que estuvieras con tu novio. En esta casa hay reglas que deben cumplirse.

Sus ojos avellanas se detienen en mi cabello despeinado y mis labios hinchados. Ups, atrapada. Alguien será castigada.

—La próxima semana seré mayor de edad, papá. Sé muy bien cómo cuidarme por mi cuenta.

Su mandíbula se aprieta.

—Mientras vivas bajo este techo tendrás muy presente esas normas. Es por tu seguridad, malcriada. No me interesa si cumplirás ochenta años. Mi deber como padre es protegerte.

Le doy un beso en la mejilla que lo apacigua un poquito.

—Ya, entendido. ¿Puedo ir a dormir? Estoy muy agotada —bostezo —. Te quiero mucho, papá. Eres adorable cuando te enojas conmigo.

Mama sacude su mano hacia mí, papá cierra los ojos y cuenta hasta cinco. Está intentando calmar su irritación.

—Dúchate —ordena mamá —. Y peina ese cabello, está horrible.

¿Ven por qué amo a mi madre? Suele darme sermones, sí, pero no es muy extrema como papá. Ella confía en mí.

—De acuerdo, buenas noches. Los amo.

Escucho a papá reprocharle mientras subo las escaleras. Me encanta que me cuide, pero ya no soy una niña. Debería recordarlo más a menudo. No seré su responsabilidad para siempre. De camino a mi habitación, veo la puerta de Aden abierta. Está dormido y babeando en su almohada.

Aunque eso no es lo que llama mi atención.

El lobo que mis padres trajeron esta tarde se encuentra acostado justo a sus pies, mirándome con esos helados ojos azules. Dioses, ¿cuándo se adaptó tan rápido? Parece muy cómodo en la cama de mi hermanito. Tengo la sensación de que me gruñirá, pero todo lo que hace es observarme con su melancólica mirada.

—Eres más que bienvenido —susurro —. Prometo que vamos a cuidarte mucho, pequeño. Nunca te volverán a lastimar.

💚

Pasé toda mi vida tratando de equilibrarme y adaptarme. Es difícil mantener las apariencias cuando mis poderes cada día renacen con más fuerza. Apagarlos sería como intentar detener los latidos de mi corazón. Son corrientes eléctricas que recorren cada célula de mi cuerpo, me mantienen viva.

Durante mi educación sobre mi naturaleza, me pregunté por qué soy diferente a mi familia. Yo... no tengo las mismas necesidades ni los deseos que me hacen ser licántropo. No quiero encontrar a mi compañero, no quiero cambiar de forma. Una parte de mi cerebro rechaza a mi loba interior.

—Estás distraída —comenta mamá, sonriendo —. ¿Qué pasa, cielo?

Limpio el sudor de mi frente y ato mi cabello en una coleta alta para estar más cómoda. Esta es una de nuestras rutinas diarias: entrenar juntas, aprender cosas nuevas relacionadas a mis habilidades. Mamá es una gran maestra.

—Me siento agobiada por todo —admito.

Mamá me lanza una botella de agua y lo sostengo antes de que llegue a mi cara. Se sienta en el suelo del gimnasio, hago lo mismo. Aden está dibujando en su habitación, papá alimentando a Amy. Ellos procuran no interrumpir momentos como éste.

—Es sobre tu cumpleaños —asume mamá.

—Sí —Le doy un trago a mi agua —. Imagino lo peor, mamá. Siento que ella tomará posesión de mi cuerpo y hará lo que quiera conmigo. Seré su marioneta.

Su mano alcanza la mía, sus ojos verdes brillan con tristeza.

—Eso no sucederá, lucharemos contra ella y su maldición —afirma —. Es una intrusa en tu cuerpo, la expulsaremos.

Mi cuerpo tiembla con furia contenida, mis pulmones se estrujan. Odio ser el huésped de esa bruja. No aprecio para nada ser utilizada. He sido su títere desde que era una niña.

—¿Qué pasará si no podemos expulsarla? —cuestiono —. Estuvo dentro de mí diecisiete años, mamá. No quiere irse, yo la mantengo viva. Soy su recipiente favorito.

Siento mis lágrimas acumulándose detrás de mis ojos, pero no tengo tiempo para la autocompasión. Solo me queda ser fuerte.

—Se enfrentará a la familia Karlsson —Su tono suena firme —. Ella no tiene idea de todos los obstáculos que vencimos en el pasado. Derrotamos a una bruja mucho peor, matamos demonios y trajimos a tu abuelo de la muerte. Catalina es pan comido.

Sonrío ante la mención de mi abuelo Josh. Lo echo de menos, espero verlo cuando regresemos a New Hope.

—Eso sonó como una película muy épica —murmuro.

—Nuestra vida es épica —Se pone de pie y me tiende la mano —. Vamos, debemos continuar con el entrenamiento.

Las siguientes tres horas me hace correr en la bendita máquina y levanto pesas. La bolsa de boxeo se rompe, mi muñeca duele. Todo me duele. Y eso es solo el calentamiento. Las peleas de combate apenas empiezan.

—Concéntrate —ordena.

—Eso intento, mamá —Me quejo con un suspiro —. Dame un minuto.

Choca sus puños con una pequeña sonrisa. Su ropa de gimnasio se aferra perfectamente a su delgado cuerpo; unos leggings de algodón marrón y una camiseta de papá. Hoy su cabello castaño está salvaje y natural, sobresaliendo por encima de su pañuelo envuelto alrededor de su cabeza como una diadema. Es hermosa, llena de confianza y fuerza. Muchas de mis amigas piensan que mamá es mi hermana. Ni siquiera luce como alguien de su edad.

—Eres muy capaz de controlar tus habilidades druidas, pero muchas veces no utilizas a tu favor las cosas que la naturaleza te ofrece como arma. Aprende a usar el agua, la tierra y el aire. El fuego no es tu único amigo aquí —Se detiene detrás de mí y susurra en mi oído —: No todo se trata de quemar, Allison.

Froto el dolor que palpita en mi sien.

—¿Lo dices por experiencia? Mi amor hacia el fuego nació gratis a ti. ¿No quemaste todo en tu pasado?

Mamá se posiciona frente a mí, el color de sus ojos verdes sobresale cuando se oscurecen.

—No quiero que cometas los mismos errores. Cuando tenía tu edad era una chiquilla muy impulsiva —murmura tristemente —. No medía las consecuencias de mis acciones, solo actuaba. Hice llorar a tu padre más de lo que crees a causa de eso. Fui una loca sin control. Yo no dialogaba. Yo quemaba y rompía.

Soltamos risitas divertidas.

—Papá se encarga de comentar todos los días que tipo de dolor le causaste.

Ella sacude su cabeza sin dejar de reír.

—Nunca lo olvidará, fueron años de momentos increíbles y difíciles.

—Ustedes son la mejor pareja del mundo.

—Nos amamos a pesar de todo —Suelta un suspiro soñador —. Asher es mi complemento perfecto. Tú también te sentirás de la misma forma cuando conozcas a tu compañero. Es una sensación maravillosa.

Mi sonrisa desaparece.

—Sabes cómo me siento al respecto.

—Te comprendo más de lo que crees. Me negué a la conexión que comparto con tu padre cuando nos conocimos, pero no pude escapar de mis sentimientos —Habla con amor, cariño y gratitud —. Ambos fuimos hechos para estar juntos y nunca me arrepentiré de amarlo. Tenerlo en mi vida es una de las mejores cosas que me ha pasado. Sé que te sentirás de la misma forma muy pronto.

Mi corazón da un salto por sus palabras, el brillo en sus ojos me dice tanto. Mamá ama a papá con una intensidad que no vi en nadie. Es un tipo de amor insuperable.

—Es un caso diferente, la relación que tienes con papá es de otro mundo, un cuento de hadas —murmuro —. No conozco a nadie más que ame de esa manera.

Mamá muerde su labio con una sonrisa gentil.

—Piensas así porque no pasas mucho tiempo con tus tíos.

—No, no es por eso —aclaro —. Yo... no estoy lista para ese tipo de amor.

—Nadie está listo para el amor cuando llega, pero no puedes huir por siempre. Es terco como el infierno, te atrapará tarde o temprano —La voz de mamá se suaviza —. Conocer a tu compañero te cambiará en el mejor sentido. Ya no se tratará solo de ti, también de esa persona con quién estás dispuesta a compartir el resto de tu vida. El amor a veces duele porque es poderoso, pero siempre da recompensas —Hace una pausa —. El amor nos da un motivo para vivir. Al menos ese fue mi caso. Sobreviví por ti y tu padre. Porque los amo más de lo que te puedas imaginar.

Mierda, mamá siempre tiene las respuestas correctas. Me deja sin palabras.

—Sé que tu etapa de negación no durará por mucho tiempo —Me guiña un ojo —. El lazo hace muy bien su trabajo. Lo digo por experiencia.

Bajo la mirada a mis manos entrelazadas.

—El lazo no es gran cosa. El tuyo con papá está roto.

—No completamente —aclara mamá —. Sigue siendo parte de nosotros.

Me dejo caer en el suelo y miro el techo.

—Estos últimos días pensé mucho en él —susurro —. ¿Es normal pensar tanto en alguien que no conoces?

—Por supuesto que es normal. Sientes curiosidad y ansiedad. Te preguntas como es, sus gustos, cualidades...

Me sonrojo.

—Espero que no sea un patán.

Mamá se ríe.

—Lo dudo, cariño. Ellos fueron hechos para acoplarse perfectamente a nosotras.

💚

Ronan.

Parpadeo como idiota, sin tener idea de qué carajos responder a las revelaciones. Inhalo una corta respiración mientras mi cerebro procesa cada palabra. ¿Debo proteger a alguien? Nunca creí escuchar algo tan absurdo. Apenas puedo con mi vida y todos los problemas que abarcan en ella. ¿Cómo diablos salvaré a otra persona?

—¿Demasiada información para ti? —pregunta Reynard.

Mi garganta se aprieta.

—Sí, esto suena como una mala película de comedia —mascullo —. Es... estúpido.

Raven eleva una ceja.

—Tú has visto el trasero de un muerto. ¿De verdad crees que esto es estúpido? Creí que tu mente es abierta y ve más de lo que hay en el mundo.

Me paso la mano por el pelo, tratando de aligerar mi respiración acelerada.

—Entiendo lo que quieres decir, pero necesito frenar aquí. Es mucha información para digerir.

Raven se ríe.

—Me parece justo que quieras tomarlo con calma. Ahora necesitas descansar.

Reynard asiente.

—Preparamos una habitación para ti —informa —. Mañana puedes irte cuando quieras.

—Gracias, mañana estaré con más energía para escuchar otras revelaciones.

Ella me sonríe.

—Mañana sabrás la mejor parte.

—Fantástico —me pongo de pie —. Gracias por tu amabilidad.

—Descansa, Ronan.

—Igualmente, señora Karlsson.

Raven me acompaña fuera de la oficina con las manos en los bolsillos de su chaqueta. Luce divertida por esta situación.

—¿Qué es tan chistoso? —Le pregunto.

Encoge su delgado hombro.

—Si te pones así ahora, no me quiero imaginar cómo serás el día que la conozcas —Sacude su cabeza con una sonrisa —. Allie es una tormenta imparable que sacudirá tu mundo. Te ahogarás en ella si no sabes manejar todo lo que implica su naturaleza. ¿Lo peor? Es que no tienes ninguna opción, eres su compañero. Fuiste hecho para amarla y protegerla.

Trato de ocultar las emociones confusas que revuelven mi estómago.

—Destino y compañeros. ¿De qué se trata esto?

Raven detiene sus pasos para mirarme fijamente.

—En primer lugar, no deberíamos decirte qué tipo de lazos compartes con Allison. Siempre es una sorpresa del destino, pero si tú ya la viste es justo que te expliquemos de qué trata. Necesitas estar listo cuando llegue el momento y lo más informado posible. Es un tema serio, eres una pieza muy importante. Tu don lo será.

Trato de reír, pero de alguna manera termino tosiendo. Raven palmea mi espalda.

—Hablas como si un apocalipsis se acercara. El misterio me desespera.

—Oh, y esto es solo una mínima parte —dice, conduciéndome por los pasillos —. Te caerás de culo cuando sepas absolutamente todo. No mueras tan rápido, Ronnie.

Hago una mueca de repulsión cuando oigo el apodo, Ronnie suena asqueroso. Mamá dejó de llamarme así porque se lo prohibí. Es cursi, ridículo y vergonzoso. Solo alguien especial tenía permiso de pronunciarlo, pero ella ya no está.

—Bueno, a estas alturas nada me sorprende —murmuro —. Y por favor, no me llames Ronnie.

—¿Por qué? —Se queja Raven —. Ronnie suena tan tierno como tú.

La conversación se detiene cuando un hombre trajeado se acerca. Tiene un maletín en la mano, una brillante sonrisa asoma sus labios. Su cabello es negro, ojos azules y con buena contextura de cuerpo. Su elegante apariencia me hace sentir fuera de lugar. Cada miembro de esta familia parece sacado de una revista.

—Regresaste temprano, papá —Raven se abalanza a sus brazos —. Estamos a punto de cenar.

—Tenía mucho trabajo —Se justifica él, apartándola suavemente —. ¿Tu amigo es...?

Le tiendo la mano antes de que Raven diga algo.

—Soy Ronan Dumont, señor.

Sus ojos azules resplandecen con interés cuando acepta mi mano y la sacude.

—Ashton Karlsson, bienvenido a casa —Se presenta —. Lo siento, a veces soy bastante despistado. Supongo que mi esposa ya te puso al tanto sobre algunas cosas. Estuvo hablando de ti por días.

Mi cuello arde por el rubor.

—Sí, tuvimos una conversación hace minutos.

—Lo acompañaré a su habitación —informa Raven —. Se quedará esta noche.

El señor Karlsson asiente.

—Fantástico, ten una buena noche, Ronan.

—Gracias, igualmente.

Sin palabras, Raven me guía hacia los pasillos. Me conduce más allá de la sala de estar y tomo un segundo para admirar lo que hay dentro. Mi casa es bonita, pero no es ni de cerca familiar como ésta. Hay cuadros que narran recuerdos preciosos en cada pared. Acogedor y cálido son las definiciones perfectas que encuentro para describirla.

—¿Tienes hambre? —pregunta Raven —. Mis abuelos cocinaron el menú favorito de la familia esta noche. Te gustará conocerlos.

Nos detenemos frente a una puerta de madera.

—En realidad, estoy muy agotado. Mi cabeza está matándome —confieso —. Necesito un momento a solas para pensar. Aún sigo mareado.

—Oh, está bien. Nos vemos mañana entonces, no mueras.

—No lo haré.

Me abre la puerta e ingresamos a la habitación. Hay una cama de tamaño King con varias almohadas y sábanas blancas. Un enorme televisor de pantalla plana cuelga en la pared, también veo un estante con varias películas de colección y libros clásicos. La persona que decoró esta habitación tiene buen gusto.

—Recuerda que no eres ningún prisionero —aclara Raven —. Puedes irte cuando quieras, pero no te olvides de avisar.

—De acuerdo.

Se pone de puntitas para besar mi mejilla.

—Duerme bien, Ronnie.

La empujo suavemente fuera de la habitación con una sonrisa en mi cara. Dios, está loca.

—Nos vemos, Raven. ¡Y deja de llamarme Ronnie!

Cierro la puerta y escucho a Raven reírse. Me quito la chaqueta de cuero y los zapatos, dejándolos descansar en el suelo junto a la mesita de noche. Me meto en la cama con un largo suspiro. Las sábanas frías se sienten bien sobre mi piel caliente por la sangre que corre dado las cosas que escuché. Doy vuelta hacia la ventana, pongo mis manos debajo de mi mejilla y miro a través de la oscuridad.

Esta casa es diferente a la mía. No hay voces raras ni gritos. Solo... paz.

Durante casi toda mi vida me pregunté por qué motivos este don fue cedido a mí. Ahora lo comprendo perfectamente.

Ella es la razón.

Allison Karlsson es la razón.

Mis sentimientos fluctúan entre estar emocionado o molesto. Definitivamente la primera opción es la mejor. Solo recordar su hermosa sonrisa hace que todo valga la pena.

Paso toda la noche despierto, descansando en la cama, repitiendo las palabras de Reynard. Mi cerebro sigue digiriéndolo, pero esta vez más relajado. Nada puede ser peor a todas las cosas que vi. Estar destinado a alguien como Allison no puede ser malo.

Cuando la luz del sol comienza a atravesar la ventana, decido salir de la cama y empezar mi día. Voy hasta el baño, agradeciendo en silencio de que haya cepillos de dientes extras. Apuesto a que lo prepararon todo con antelación. Ven el futuro.

Además, estoy satisfecho porque Georgie no apareció. Espero que esté molestando a alguien más y a mí me deje en paz.

—¿Estás desnudo? —pregunta Ellie —. Vamos a entrar.

—¡No, no estoy desnudo! —grito con la boca llena de pasta dental —. ¡Solo esperen un minuto, mierda!

Enjuago mi boca y hago mis necesidades apresuradamente. La pervertida de Ellie es muy capaz de entrar. Una vez que tengo las manos limpias, abro la puerta para encontrarme con dos pares de ojos. Mientras Ellie sostiene una bandeja con el desayuno, Melissa me observa con su habitual cara de culo. Es su característica principal, anotado.

—Lo mejor será que desayunes aquí, Raven vendrá pronto —Entran la habitación, cerrando la puerta detrás de ellas —. No queremos que te sientas incómodo con el resto de la familia. Ellos te harán miles de preguntas.

Melissa revienta la goma de mascar en su boca.

—La abuela es una mujer chismosa y entrometida —murmura —. Suele husmear en asuntos que no le corresponden.

—Puede escucharte —reprocha Ellie.

—Me da igual —enfatiza Melissa.

Ellie deja la bandeja con el desayuno en mi mano. Veo pan tostadas y humeante café con leche. Mi estómago hace un extraño ruido que le roba una sonrisa a Melissa. ¡Vaya! Puede reír.

—¿Eres vegano? Podemos cambiar el desayuno si quieres —dice Ellie —. Hay mucho para comer en la cocina.

Me siento en la cama y niego con la cabeza.

—No, no soy vegano —contesto —. Me gusta el café con leche.

Melissa se burla.

—Mala elección.

Le doy una mordida a mi pan.

—¿Mmm?

—Ignórala —Ellie se sienta a mi lado, Melissa permanece de pie —. Pensamos que algunas partes deberíamos decírtelo nosotras. Papá y mis tíos son muy... conservadores.

—Empezarán con las amenazas, te arrancarán las pelotas —agrega Melissa.

Me atraganto con un pedazo de pan, Ellie le da palmaditas un poco rudas a mi espalda.

—Eso no es alentador, Melissa.

Ella se encoge de hombros.

—Mi tío Asher es mucho peor —enfatiza Melissa —. Es muy sobreprotector con su niña. Te tocó un suegro bastante gruñón.

—¿Mi suegro? —Hablo con la boca llena —. Vayan por parte, chicas. Soy nuevo en esto.

Ellie frota sus hombros como si estuviera a punto de lanzar un golpe. Melissa examina sus largas uñas pintadas de negro. Queda bien con ella. Su estilo oscuro es único.

—Como sabrás, nosotras no somos para nada normales —empieza Ellie —. ¿Oíste los rumores sobre mi querida y atractiva familia?

—Sí —Bebo un sorbo caliente de mi café —. Leí cosas sobre ustedes hasta en la puerta de un baño público salpicado con mierda.

Melissa arruga la nariz.

—Eso no fue nada atractivo para decir.

—El tema aquí es que... —Ellie mantiene sus ojos azules en los míos —. Podemos hacer cosas que los humanos no.

Pongo los ojos en blanco.

—Ya lo sé —digo —. Raven y Roy son médiums como su madre. Supongo que los demás tampoco son completamente humanos. ¿Extraterrestres tal vez? No tengo idea.

Casi me caigo de espaldas cuando los ojos marrones de Melissa cambian a rojo sangre. Carajo, eso no lo vi venir. ¿Qué demonios es?

—Formamos parte de varias especies. Tenemos habilidades que los humanos no —explica, campante —. Yo, por ejemplo, soy vampiresa, demonio y licántropo.

Mi boca está muy abierta.

—Ah, mierda...

—Ellie es solo una aburrida licántropo.

La rubia le da una mirada fastidiada.

—Soy más interesante y sexy que tú, amargada.

—Yo médium y licántropo —añade Raven, entrando a la habitación con una taza de café —. Todo lo que mencionamos fueron heredados de nuestros padres.

—Tenemos genes envidiables —dice Ellie.

—Los humanos son comida —Melissa me observa de una manera que provoca escalofríos en mi piel —. Por eso el primer día que te vi fui grosera. Quería drenar tu sangre, beber cada gota. Olías bien.

Y para probar su punto, me enseña sus colmillos. ¡Maldita sea! Pensé que estaban bromeando, pero ahora me doy cuenta que definitivamente no. Esto es tan real como mi obsesión hacia una hermosa chica que aún no tuve el placer de conocer.

Raven suelta una carcajada al ver mi expresión sorprendida.

—Dime, Ronan. ¿Eres el único raro en el pueblo?

Ellie me quita la taza de la mano y le da un pequeño sorbo. Qué falta de respeto, odio cuando hacen eso.

—No tienes nada que temer —musita Raven —. Nosotras sabemos controlarnos muy bien. Melissa es una depredadora, no una neófita novata. Ella se alimenta solo de sangre que son donados. Relájate.

Trago fuertemente, el hambre queda olvidado. De repente, tengo muchísimas ganas de vomitar. ¿Llegaré a tiempo al baño?

—¿Qué me pueden decir de Allie?

La sonrisa de Raven es contagiosa.

—Bueno, ella es más letal. Druida, licántropo, bruja, demonio —Se encoge de hombros —. A veces le decimos ensalada de frutas para molestarla. Es una mezcla fascinante y peligrosa.

Mi pan se detiene a medio camino de mi boca.

—¿Y yo que rol cumplo en su vida? —indago —. ¿Qué me hace importante en esta dramática historia?

—¿Nunca leíste novelas sobre licántropos y hombres lobos? Puedes llamarlos como quieras —murmura Melissa —. Hay mucho contenido en internet, sobre todo, en las novelas juveniles y eróticas. Ya sabes, el Alfa que encuentra a su compañera y se aparea con ella.

¿Y eso qué? Su explicación me confunde más. Ellie se ríe a mi lado, su voz llena de entusiasmo.

—Los licántropos existimos gracias a la diosa luna, así como nuestros compañeros. No fuimos hechos para estar solos en este mundo, debemos estar unidos a alguien a través del lazo por el bien de nuestra supervivencia —explica la rubia —. En simples palabras, eres compañero de Allison Karlsson, esa otra mitad que la ayudará a sobrevivir.

Trago con fuerza.

—Yo... no soy licántropo.

—¿Y? La diosa luna crea a quienes se amoldan mejor al licántropo. Compartes un lazo con Allison, están destinados a estar juntos —sentencia Raven —. Son almas gemelas, se pertenecen. No lo veas como posesión, sino como alguien hermoso que tendrás contigo siempre. Te amará por el resto de su existencia, así como tú a ella.

💚

Allie.

Sadie no respondió ninguna de mis llamadas. Supongo que sigue enfadada porque le dije sus verdades sobre Justin. No me importa, necesita abrir los ojos pronto. Ese maldito abusador sobrepasará los límites y la lastimará.

Espero estar equivocada, no me gustaría cometer otro crimen. ¿Por qué las cosas se complican cuando debo regresar al pueblo? El asesino de animales no aparece, tal vez los padres de Logan son responsables, Sadie está en una relación abusiva y mi cumpleaños se acerca. La tragedia me persigue. Mi segundo nombre debió ser desgraciada o jodida.

Maldita sea mi suerte.

—Oye, cabeza de chorlito —murmura Aden —. Nuestro nuevo amigo se llamará Anker. Queda bien con él, ¿no lo crees?

Sostengo la manito de Amy mientras caminamos muy cuidadosamente en el inmenso jardín de nuestra casa que tiene vistas al precioso bosque. Cuando no tengo nada que hacer, me gusta pasar tiempo con mis hermanos.

—Anker suena fantástico—admito, sonriendo —. Es lindo y rudo.

El lobo olisquea cualquier cosa que encuentra a su paso y Aden ataja su correa. No creo que escape después de que lo vi dormir con él anoche, pero mi hermanito no quiere arriesgarse. Se encariñó muy pronto con él.

—Mamá dijo que podemos llevarlo a New Hope —comenta Aden —. Se llamará bien con Agatha y tendrán muchos lobitos.

Agatha es la mascota de mi primito Adam. El resto de mis familiares también aman a los animales. Lo tenemos en las venas.

—Apuesto a que sí. ¿Tú quieres ir a New Hope?

Aden se encoge de hombros sin quitar sus ojos del animal.

—Sí, ¿por qué no? Me pone triste que sea ahora, pero Roxanne puede esperar.

—¿Quién es Roxanne? —inquiero. Suelto la manito de Amy, y lo primero que hace es correr con una risita histérica —. No me digas que es una chica.

Aden se sonroja.

—Mi futura novia.

Me cruzo de brazos, indignada por la confesión. ¡Nueve años, señores! Mi jodido hermanito solo tiene nueve años y se parece a mis tíos.

—Cielos, Aden. ¿Roxanne es tu compañera de clases?

Asiente con el rostro rojo y una sonrisa feliz. Es adorable cuando sonríe y no se mete conmigo. Prefiero su versión adulta.

—También es mi futura novia.

De acuerdo, la tal Roxanne ya no me agrada. Los niños de ahora deberían ver dibujos animados en Discovery Kids, no pensar en besos o cualquier intercambio de salivas. Esta juventud avanza a velocidad de la luz. A mi abuela Aria no le gustará saberlo.

—Suena a que te gusta mucho.

—Muchísimo, pero le dije que no podíamos estar juntos —Agacha la cabeza —. Nuestra relación será a distancia.

—Podrán verse por vídeo llamadas y hablar siempre. Existen las redes sociales, tontito.

Me apresuro hacia Amy cuando agarra un asqueroso caracol en la mano. Al principio protesta cuando quiero quitárselo, pero pone su atención en algo más. El lobo está moviéndole la cola y lamiendo su manito. Reprimo el impulso de espantarlo porque mi hermanita se ve encantada con él. No hay nada que temer.

—Lo que me preocupa de todo esto es el bosque y nuestra casa —musito, triste —. ¿Quién cuidará a los animales? No podemos confiar en nadie, la mayoría de las personas solo quieren aprovecharse.

—No deberías preocuparte —dice Aden —. Esta mañana escuché a nuestros padres hablar sobre el asunto. Alguien confiable cuidará el bosque.

Creí que mis padres no tenían conocidos en la ciudad, pero si alguien confiable en el país. Sé que no dudará en venir si mamá lo llama. Son muy buenos amigos, se aprecian bastante.

—No me digas qué...

—¡Sí! —Interrumpe Aden —. El tío Brent prometió cuidar nuestra casa.

💚

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