Roy.

Un dolor abrasador se adhiere a mis venas mientras proceso las palabras de mi madre. Sadie engendra un monstruo en su vientre. Pequeño monstruo que poco a poco absorbe la vida de un licántropo.

«El mellizo número dos es tu hijo, Roy. Es un licántropo».

Mi corazón deja de latir un segundo, mi entorno se desvanece y me sostengo a la pared cercana. Esto no puede estar pasando.

¿Cómo le explicaré a Sadie que tiene un demonio en su vientre que se desarrolla a una velocidad inhumana? Quiere consumir al feto licántropo y busca la manera de sobrevivir como sea.

No pasará.

Debí suponer que los Michaels nos saldrían con esta repugnante sorpresa. Ellos buscan el perdón de su dios y ofrecer el vientre de Sadie ha sido una gran hazaña. ¿Algo mejor que otro heredero maligno en la tierra?

El señor de las sombras estará encantado.

—El licántropo será consumido por el demonio si no lo evitamos —manifiesta. Mi cuerpo tiembla por la revelación —. Esto no lo podemos solucionar aquí. Una hechicera es lo ideal —prosigue —. Hay que expulsar al demonio de su cuerpo antes de que mate a Sadie también.

Carraspeo, mi voz rasposa:

—Sadie ya tomó su decisión antes y lo voy a respetar.

El rostro de mamá decae. La tristeza se arrastra en sus ojos marrones.

—¿No quieres esperar a que ella despierte? Merece saber lo que está sucediendo con su cuerpo.

Entrelazo mi mano con el de Sadie. Está fría y el púrpura decora su piel. La vida poco a poco escapa de ella por culpa de la aberración. Es injusto. Fue de vacaciones a mi casa con el mero propósito de divertirse y sufrió terribles consecuencias.

—¿Qué le diré? Sabe de alguna forma que un feto es maligno —mascullo —. Ella no está en condiciones de decidir. La has visto. Se volvió loca.

—Hablaré con el médico y sus padres —dice mamá —. Voy a convencerlos de que solucionaremos esto por nuestra cuenta. Necesitamos sacar a Sadie de aquí o tendrá otro episodio aterrador. Y créeme, no será bueno.

Mis ojos empiezan a cerrarse por el cansancio.

—Gracias por venir. No sé qué haría sin ti, mamá.

Me da un beso en la cabeza.

—Te amo tanto, Roy —susurra —. Siempre te protegeré.

Aprieto la muñeca de Sadie mientras mamá nos deja solos. Escucho su suave pulso, toco su estómago dónde una pequeña patada impacta. Me trago el susto o seré el siguiente en enloquecer.

Durante milenios es común entregar ofrendas a dioses a cambio de recompensas: riqueza, salud, fama, cualquier cosa que desees. El precio es muy alto. Me llena de furia e indignación saber que los Michaels tienen el mismo propósito para Sadie.

Un heredero es un gran obsequio para los dioses.

Existe uno en la tierra y es Ronan.

El siguiente no puede nacer.

Aún me pregunto cómo Olenna pudo sobrevivir al parto. Sadie no tendrá la misma suerte debido a tanta oscuridad en su cuerpo. No está lista. Nunca me perdonaría si ella no logra salir adelante. Tengo que salvarla ante cualquier pronóstico.

La puerta vuelve a abrirse y miro sobre mi hombro para notar a la madre de Sadie. El parecido con su hija es mínimo. Mientras Sadie tiene el cabello castaño, su madre lo tiene rojo. Comparten los mismos ojos grises.

—Hola, Roy —empieza con voz tímida —. Estuve esperando para hablar contigo a solas. El padre de Sadie no ha sido muy civilizado y me disculpo.

Comprendo al padre de Sadie. Vio a su hija casi muerta en una camilla y ha tenido un ataque de pánico en pleno hospital mientras sostenía un bisturí. Es perseguida por la desgracia desde que puso un pie en New Hope. Me duele decirlo, pero mi familia influyó en su sufrimiento porque somos los Karlsson. Estamos condenados y cualquier persona que se acerca tiene un destino terrible. Me alegra que Logan haya decidido alejarse por su bien.

Impulsaré a Sadie para que haga lo mismo cuando se recupere. Nada sano le espera a mi lado.

—Hola, señora Stone —Le estrecho mi mano —. Lamento conocerla en esta situación, pero déjeme decirle que Sadie tiene todo mi apoyo. Estoy de acuerdo con sus decisiones.

La madre de Sadie asiente con la angustia grabada en su rostro.

—Mi hija me habló mucho de ti —sonríe —. Dijo que eres un grandioso chico. Le has hecho muy feliz y la ayudaste a superar las inseguridades que Justin impregnó en ella. Mis palabras no serán suficiente para agradecerte.

Mi columna vertebral se endurece y siento que la ira aumenta. Justin es el maldito cobarde que abusó de ella cuando fueron novios. Allie usó la hipnosis así que ese imbécil la olvidó. No fue la mejor opción. Merecía ser torturado, pero estoy agradecido. Me trago el sabor agrio que se aloja en mi garganta. Me hace sentir bien saber que no fui solo tragedias en su vida. Yo le di paz, cariño y protección.

—No tiene nada qué agradecer —recalco —. Sadie me dio días maravillosos a su lado.

Apenas me da una sonrisa. Se ubica a mi lado y toca la frente de Sadie. Las lágrimas no tardan en venir cuando ve a su hija demacrada. Ruego para que el monstruo en su vientre no haga su show o la pobre señora tendrá un infarto.

—Ella no sabía qué hacer —murmura la señora Stone —. Tenía muchas dudas sobre el aborto.

Vuelvo la cabeza ligeramente hacia la madre de Sadie. La tristeza se desliza en sus ojos.

—¿Qué dudas?

—No sabía si era lo correcto. Creía que se arrepentiría de su decisión —Se encoge de hombros —. Estaba aterrada.

Mi corazón se hunde por esa admisión. Nunca dejaré de lamentar las cosas que ha sucedido. Yo debí estar con ella y consolarla. Llegué tarde porque el daño ha sido hecho.

—Su elección es la más importante y estoy seguro de que tomará el mejor —digo —. Estaremos a su lado para apoyarla.

La señora Stone sonríe con más calidez esta vez.

—Sin dudas, eres el indicado para mi hija, Roy.

💚

Raven.

Mi investigación sobre el reino de Arkos no se ha detenido en ningún momento. Encontré información en la biblioteca de Olenna Dumont. El libro contiene detalles y explicaciones que ni siquiera internet goza.

La madre de Ronan es una reina de los libros y enciclopedias.

Sé los eventos que vendrán próximamente y necesito estar lista. También me propuse preparar a mi familia. Ava ha sido mi aliada porque Roy aún no regresa de Canadá.

Soy la esperanza en medio de esta oscuridad.

Allison permanece en estado de coma y me destroza porque mañana es el cumpleaños de Ronan. No podrá disfrutar su día con la chica que ama. Mi corazón se aprieta por el abatimiento. Me destruye porque la pesadilla no ha hecho más que empezar. La fuerte tormenta poco a poco se avecina, destruyendo el castillo de arena. Porque la Fortaleza es esto:

Un castillo de arena.

Ya no estamos protegidos aquí.

No como antes.

Seremos expuestos, sobre todo, Melissa por culpa de su odioso profesor. Austin Weston está en alguna parte del pueblo con vídeos que delatan nuestros secretos. No estoy muy segura de cómo terminará la historia.

Fuimos destinados a la tragedia.

Contemplo el enorme mapa pegada a mi pared mientras mordisqueo el bolígrafo. Enseña la geografía de Arkos en su máximo esplendor, pero ese fascinante castillo gótico destaca. Trago saliva porque sé muy bien quien reina ahí.

La noche que Allie cambió de forma tuve un encuentro con Serenity Markovic. Ella me recuerda a él: su crueldad, la arrogancia, esa sed de poder. Krestel es el heredero de Arkos, futuro rey tirano.

Su nombre manda un escalofrío a través de mi piel.

—Puedo olerlo en ti —dijo Serenity con una sonrisa cuando me vio en uno de los rincones—. Ya ha hecho su primer movimiento, ¿eh?

Me encorvé contra la pared y traté de ignorar los gritos agonizantes de Allison. Yo pasaría por lo mismo muy pronto y me aterraba.

—No entiendo de qué habla, señora —manifesté.

La sonrisa de Serenity se ensanchó y me agarró de la mano. Sus fosas nasales se dilataron, sus ojos cambiaron a un tono rojo aterrador mientras me miraba.

—¿Krestel Markovic te suena, Raven?

Mi corazón late cada vez más fuerte a medida que los recuerdos regresan y tengo que apartarlos. Él ha estado presente en mis sueños los últimos días, reclamándome como suya.

Es cuestión de tiempo para que mi destino se cumpla.

—Arkos es lindo —comenta Ava y bebe su malteada —. Amaré conocerlo. Ahí está todo lo que busco y no hay humanos tontos.

Pongo los ojos en blanco y me siento en la cama. Acaricio el pelaje de Robin cuando salta a mi regazo.

—Mencionaron que querrá algo valioso a cambio de su ayuda —Robin olisquea mi mano —. Tú sabes que nuestras horas aquí están contadas.

Ava sorbe su malteada sin verse asustada o afectada. ¿Cómo puede estar tranquila? El final está cerca.

—Y tú eres la próxima en cambiar de forma —señala el calendario —. Qué afortunada eres.

Acuno a Robin en mis brazos.

—Nada está dicho aún, no hasta que Allison despierte.

La cara de Ava se vuelve seria, sus ojos azules brillan.

—Ella se tomará su tiempo en despertar —susurra y esta vez hay rastros de tristeza en su mirada —. Pueden ser años, Raven.

—No —La interrumpo —. Me niego a creerlo. Ella es la mujer más poderosa que conozco junto a su madre. Catalina no es nadie.

—El dolor emocional la hace débil —farfulla Ava —. Vivió dieciocho años envenenada y bajo la influencia de Catalina. La bruja conoce a la perfección su cuerpo.

Dejo a Robin sobre mi cama y contemplo el mapa del reino de Arkos. Me ofende que no tenga fe en Allison, pero Ava es así. Ella no dirá nada optimista por miedo a delatarse.

—Su cuerpo debió desarrollar alguna inmunidad al veneno de Catalina —niego con rapidez —. Tiene que haber un punto débil dentro de su mente que perjudique a la bruja.

—Entonces recemos para que lo encuentre —dice con simpleza —. Está en ella vencer a su mayor enemiga. Mila y Ronan decidieron encerrarla en una tumba encantada porque anoche casi destruyó el calabozo.

Mis sentimientos se golpean unos contra otros: paso de la tristeza a la conmoción y a la rabia. Estoy cansada de ver a mi familia sufrir y necesito hacer algo pronto.

—¿Crees que conocer a la hija de Catalina sería de ayuda? Algo debe doblegar a ese monstruo. Es su talón de Aquiles.

Ava lame sus labios y se sienta sobre mi escritorio con las piernas cruzadas.

—Catalina nunca fue un alma pura, estuvo corrompida desde que nació —Se encoge de hombros —. Abusó de su poder, mató a hombres inocentes y sufrió las consecuencias. No podía controlar sus habilidades como Abigail. Así que decidieron acabar con ella y todas sus variantes lanzándolas en un nido de serpientes.

—Su hija no es mala —musito.

—No porque está siendo entrenada —Ava coloca la malteada en mi escritorio —. No conoce a su madre, pero le hablaron de ella y no fueron cosas buenas. Dudo que esté entusiasmada cuando la conozca.

Le escondo la punzada de miedo ante sus palabras. Sé lo que podría desencadenar el rechazo de su hija a Catalina.

—¿Qué me dice la Ava pesimista? Adelante, quiero estar lista para la peor versión de esta trágica historia.

La sonrisa de mi pequeña hermana es amarga.

—Mis intuiciones saben que Catalina jamás dejaría ir a Allison porque disfruta muchísimo el poder. Logró poseerla en su forma lobuna y experimentó el tipo de magia que nunca tendría en otros cuerpos —Alza los hombros —. Así que ese es mi veredicto. Catalina debe morir si queremos ver libre a nuestra prima. No tiene redención.

💚

Melissa.

Los días transcurren a un ritmo agonizante.

Fui testigo de cómo encerraron a mi prima en una tumba encantada como si fuera la maldita Blanca Nieves mientras continúa en coma. Vi a sus padres y hermanos llorar por ella. Me quebré en silencio y le rogué a los dioses que tuvieran piedad.

Allison no puede irse.

Le queda muchas aventuras al lado de su familia.

El resto de la semana me mantuve encerrada en mi burbuja. Ya no me siento segura después del incidente con Austin y mamá permitió que falte a clases. Estoy en la peor etapa de mi vida dónde sufro por un corazón roto y la pérdida de alguien importante.

Tristan partirá a Holanda esta misma noche y no volveré a verlo.

Los viajes implican el reencuentro con tu alma gemela. Los hermosos momentos que compartimos quedarán en el pasado y yo seré la primera chica de quien se enamoró. ¿Pero ella? La mujer que amará el resto de la eternidad.

Evité sus mensajes, me concentré en ver series, visité a Allison y pretendí que no estoy destruida. Mi familia carga con suficientes problemas y no quiero ser un estorbo. Papá buscó Austin en cada rincón, pero no encontró huellas.

Las cámaras de seguridad tampoco alertaron su presencia en alguna zona.

Es un fantasma.

Mamá ha sido el apoyo de mi tía Arianne quien no durmió en días. Ellie ayuda en el cuidado de Amy, Asa trata de distraer a Aden. ¿Y Ronan? Apenas se aparta de la tumba dónde Allison está dormida.

Mi tío Asher tampoco se encuentra en las mejores condiciones, pero intenta ser fuerte. La campaña política de mi tío Ashton fue interrumpida y los medios de comunicación han esparcido rumores de supuesta corrupción.

El maldito padrastro de Ronan sigue prófugo.

La paz es un sueño muy lejano.

Cierro las cortinas de mi habitación, ignoro el repiqueteo de mi celular y camino por los pasillos de la Fortaleza. No planeo leer los mensajes de Tristan porque mi corazón ha tenido suficiente estos días.

Nunca fui buena diciéndole adiós a las personas.

Asa se topa conmigo en el camino. Está descalzo y sin camisa. Mechones de cabello rubio caen por su sudorosa frente y lanza un suspiro agotado. Papá lo incitó a entrenar más para controlar esa ira y ansiedad. Veo que ha rendido frutos pasar tiempo en el gimnasio.

—Aden está triste y mañana es el cumpleaños de Ronan —me dice —. Ellie cree que deberíamos seguir adelante con la sorpresa de Allison.

Toco un cuadro dónde muestra la imagen de Allie sonriendo y en brazos de mi abuelo Aiden. Tenía solo siete años, pero era destructiva a pesar de su corta edad. Catalina arruinó su infancia y nunca la recuperará. Mamá solía decirme que ella estaba enferma y por esa razón no podía salir de Canadá. Puras mentiras. Sus padres la mantenían alejada de nosotros por seguridad. Me duele pensarlo.

—¿Qué sorpresa? No será un día feliz para Ronan —murmuro en voz baja —. Su compañera está en coma. ¿Crees que tiene ánimos?

—No, pero Allison querría esto —insiste Asa.

Quito mi atención del cuadro familiar y observo a mi hermano. Odio que hablen de ella como si estuviera muerta. Prefiero pensar que está tomándose un descanso.

—¿Qué cosa?

—Adoptar a un perro y llamarlo Adonis.

—Puede hacerlo cuando despierte y Ronan cumpla años el próximo año. No tiene sentido sin ella.

Mi hermano asiente con una expresión de disgusto.

—Bien, se lo pediré a alguien que sí esté de buen humor.

Me da la espalda y mis hombros se hunden por el cansancio. No puedo fingir que estoy bien. No me sale.

—Asa, espera...

—Ya llamé a la perrera —dice, deteniéndose —. El perro es un Collie de dos meses. Le consulté a Roy por teléfono y estuvo de acuerdo. Afirma que Ronan se sentirá feliz al menos una hora. La señora Olenna hará un delicioso pastel. No habrá fiestas ni nada, queremos recordarle que no está solo.

Esto me conmueve porque Asa nunca ha sido cercano a nadie. Su empatía es una demostración de que aprecia a Ronan.

—Permíteme peinarme e iremos juntos a buscarlo —La sonrisa en mis labios es forzosa —. Aden puede acompañarnos.

—También servirá para que dejes de llorar por Tristan.

Giro los ojos para encubrir el dolor en mi alma.

—No lo menciones o me arrepentiré de ir.

Levanta sus manos.

—Ya, discúlpame —dice sin sonar sincero —. Le diré a Aden y Ellie mientras te cambias. Pareces una vagabunda. ¿Al menos te has bañado?

Mis mejillas se tiñen con vergüenza. Anoche no lo hice. Mierda, ni siquiera recuerdo qué día es hoy.

—Sal de mi vista —refunfuño.

Asa libera una carcajada mientras camina al salón dónde están Ellie y Aden.

—Si el amor me destruirá de esa forma no quiero enamorarme nunca —Se burla.

Mi tía Arianne siempre ha dicho que nadie escapa del amor y duele cuando llega. Nunca tuvo tanta razón desde que conocí a Tristan, pero también vale la pena.

No me arrepentiré de los momentos que hemos compartido.

Nunca.

💚

Mi tía Emmie está complacida con la idea de adoptar a un nuevo cachorro para la familia. A mí me parece una terrible idea porque Ronan no es estable, pero quiero cumplirle el deseo a Allison. Ella haría lo mismo en mi lugar. Me pongo la capucha cuando el auto estaciona y Aden baja entusiasmado. Estoy un poco incómoda en el instante que varias personas nos miran. ¿Ahora somos los malos? Hago una mueca y los ignoro para dirigirnos a la perrera.

Mi atención se dirige al cartel publicitario que enseña la cara de mi tío Ashton tachado con una desagradable X. Malagradecidos. Quisiera verlos siendo gobernados por el mismísimo señor de las sombras. No sobrevivirían nunca sin nosotros, pero allá ellos. Tarde o temprano se darán cuenta del grave error que comenten al juzgarnos.

—Es una mala idea adoptar a un perro —protesto —. Ya tenemos varios animales en la Fortaleza.

Ellie me da un codazo.

—No arruines el emotivo momento. Adoptaremos a esa criatura y le daremos mucho amor. El animal necesita un hogar, no le neguemos ese derecho.

—Tu prima tiene razón —intercede mi tía Emmie y sostiene la mano de Adam —. Adonis será amado en la Fortaleza.

Hago una mueca. Primero Anubis y ahora Adonis.

—Nosotros nos haremos cargo —dice Aden —. Lo cuidaremos hasta que Allie despierte y acabe con Catalina.

Al parecer soy la única aguafiestas así que mejor me quedo callada. Ellie sonríe y me abraza.

—¿Has oído sobre la ley de atracción? Sucede cuando lo deseas con todas tus fuerzas —me guiña un ojo —. Aleja a las energías negativas y atrae a las positivas. A mí me funciona.

—Porque tú eres Ellie Karlsson, amas vivir en tu nube de fantasía.

Los demás ingresan a la perrera mientras mi prima y yo nos quedamos un momento paradas en la calle.

—¿De verdad piensas que todo en mi vida es felicidad? ¿No piensas ni por un segundo que es mi escudo favorito para lidiar con las cosas que suceden en nuestra familia?

El abismo en mi corazón crece.

—Sé que somos un lío, pero tengo miedo. ¿Bien? Austin está suelto con esas malditas pruebas y el pueblo nos odia —Me toco el pecho —. El mal presentimiento que siento cada segundo es inmenso y no puedo calmarlo. Ayúdame, Ellie.

—¿Ayudarte con qué?

—Convencer a nuestra familia —Miro a los estúpidos chismosos con desprecio. Quiero lanzarle una bola de fuego en sus patéticas caras —. Estaríamos mejor lejos de aquí como los Persson. Ellos empezarán una nueva vida en Holanda.

Mi prima me abraza a cambio. Abatida, apoyo la cabeza sobre su hombro.

—No creo que logremos convencerlos —dice —. El abuelo Aiden jamás dejaría a su pueblo, menos con el señor de las sombras siendo una amenaza.

La rabia y el malestar revuelven mi estómago con rencor. ¿Cómo pueden seguir pensando en estos imbéciles malagradecidos? Ellos jamás harían el mismo sacrificio por nosotros.

—Es una batalla inútil.

—Sí —concuerda Ellie —. Quizás nuestro sueño se cumpla cuando ese monstruo y Catalina estén acabados.

Pongo uno de mis brazos alrededor de sus hombros y seguimos a los demás en la perrera. Soñar es gratis.

—Algún día, lucecita. Algún día —musito.

Asa tiene en sus brazos al pequeño cachorro. Mi corazón es un algodón de azúcar cuando contemplo al animal de pelaje marrón claro y blanco. Sus ojos son oscuros y su carita me provoca ternura. Ya no estoy molesta porque irá a casa. ¿Quién no amaría a esta criaturita?

—Tiene un apetito elevado —dice el veterinario con humor —. Les teme a las tormentas y ama dormir calentito. Recomiendo que nunca le falte su mantita.

Asa le toca las orejitas a Adonis.

—Lo amaremos como nadie —afirma mi tía Emmie —. Nuestra familia ama a los animales.

—Perrito —dice Adam —. ¡Perrito!

Aden es el siguiente en cargar a Adonis cuando Asa le tiende al animal.

—Allie lo amará —susurra él.

Sin dudas lo hará. Allie es la mejor defensora de animales que conozco. No sé qué decir. De todos modos, mi garganta se ha cerrado, así que probablemente lo correcto es no responder nada o me quebraré.

—¿Puedo ver al resto de los animales? —inquiere Ellie.

La cara del veterinario se ilumina con satisfacción. Oh, no. Si seguimos aquí nos llevaremos hasta ese cachorro de la esquina.

No me equivoco.

Diez minutos después mi tía Emmie llena los papeles de adopción porque Ellie decide adoptar a una perrita mestiza. Adam está muy feliz por la decisión de su hermana y yo deseo lanzarme de un puente. Aunque pienso en el lado positivo.

Los animales siempre mejoran la vida de uno.

Nos detenemos en una heladería con los perros en brazos. El señor de la tienda no reprocha porque adora a mi tía Emmie. Ella enamora a todos con su encanto y amabilidad.

—Quiero fresa y vainilla —dice Asa.

—Plátano y chocolate —añade Aden.

Ellie abraza a la cachorrita con una manta. El animal tiene una expresión melancólica y tímida.

—Yo nada —murmura mi prima —. Quiero irme lo antes posible porque Enya no está cómoda.

¿Enya? Buena elección de nombre.

—Crema americana y durazno—solicito.

—Solo chocolate y fresa para mi hijo —sonríe mi tía.

—Por supuesto —El señor heladero está fascinado por ella —. Siempre a tus órdenes, Emmie.

Adam hace un puchero molesto.

—¡Papi! —grita.

Ellie y yo contenemos nuestras carcajadas. Niño malvado.

—Papi no está aquí, cariño —Se ríe mi tía.

—¡Papi! —vuelve a exclamar Adam.

El heladero se rasca la nuca incómodo. Captó la indirecta de que no debe coquetear con mujeres casadas. ¿Acaso no vio el anillo en el dedo anular de mi tía?

—Ya regreso con sus pedidos —murmura.

—Gracias, Jonathan —agradece mi tía.

—No es nada, Emmie.

Ellie alborota el cabello de su hermanito.

—Buen chico —dice mi prima.

—Eres un terrible ejemplo —me burlo.

—¿Qué? —Ellie se hace la tonta —. Él cuida los intereses de mi padre en su ausencia.

Mi tía Emmie resopla.

—Andrew estará orgulloso de ustedes.

Asa tiene a Adonis en su regazo mientras el animal duerme.

—Debiste adoptar uno también. Los amas —comento.

Agita la cabeza.

—Prefiero mirarlos de lejos —expresa con humor —. Apenas puedo ocuparme de mí mismo.

Yo siempre. Me pongo de pie y arreglo mi desordenado cabello rubio.

—Iré al baño un momento. No se tomen mi helado.

Ellie me saca la lengua.

—No prometo nada.

—Tú no quisiste, ahora jódete —murmuro.

Se ríen a mis espaldas mientras busco el baño de damas. La salida improvisada ha servido para despejar mi cabeza del estrés. No pienso en Allison o mi situación con Tristan. Los helados curan el alma.

Encuentro el sanitario, hago mis necesidades y me lavo las manos. Agradezco que la molesta regla no me ataque hasta el próximo mes o mi humor empeorará. Alcanzo el pañuelo para secarme cuando su presencia me deja estupefacta.

Mi corazón se salta por la impresión, mi aliento queda atrapado en mi garganta y tengo los ojos bien abiertos cuando miro a Austin. ¿Cómo carajos entró tan rápido aquí sin ser notado? No hay nadie. Somos los únicos en el baño.

—¿Eres estúpido? —siseo —. ¿Qué quieres de mí? Mi familia está buscándote y no serán amables contigo, mucho menos mi hermano que se encuentra a un centímetro. Te matará.

Su cabello está oculto debajo de la gorra y trae puesto gafas de sol.

—Pensé que estarías contenta de verme —dice burlón.

Mantengo el rostro indiferente para que no vea la furia en mis ojos. Podría gritar y tendría a los demás en un segundo, pero no olvido que hay humanos cerca. No les daré más motivos para criticarnos. ¿Y qué haríamos con Austin en un lugar público? ¿Arrastrarlo a la comisaría? Aunque mi otra idea es noquearlo y pedirle ayuda a Asa. Mi padre inventará una excusa después. Es un sheriff, la máxima autoridad en New Hope.

—No me hagas perder el tiempo o te lastimaré. Hablo en serio, Austin.

Me muestra una sonrisa cargada de sarcasmo.

—¿Ya no soy el profesor Weston?

Siento una gran oleada de rabia. Es una broma, no encuentro otra explicación a esta ridiculez. El tipo no valora su vida.

—¿Piensas que es un maldito juego?

—En parte, sí —manifiesta —. Un juego dónde los más poderosos ganan y tu familia forma parte del equipo perdedor. Los Karlsson no triunfarán esta vez.

El ácido quema mi estómago por la cólera apenas contenida.

—¿Por qué no publicaste el vídeo?

Austin se recuesta contra la puerta y cruza los brazos sobre su amplio pecho.

—No me corresponde a mí hacerlo. Mi trabajo ya fue hecho.

—¿Trabajas para alguien? —El pánico envuelve los dedos alrededor de mi cuello —. Eres su esclavo, ¿no? Sirves al señor de las sombras.

Hace un sonido de negación.

—En realidad, no. Fui contratado por unos de sus sirvientes. Demetrio sabía de mi odio hacia tu madre y mató a dos pájaros de un tiro. Yo arruino a los Karlsson y él consigue que el pueblo de New Hope los repudie.

Miedo y rabia inundan mis venas como agua helada. Nuestros enemigos trabajan juntos en un plan para destruirnos. Lo más obvio.

—¿A qué viniste, Austin?

Sus ojos son gélidos.

—Mi objetivo era acabar con tu madre, pero no creía que llegaría tan lejos. He oído sobre el señor de las sombras y sus intenciones. No podría vivir conmigo mismo sabiendo que influí a matar millones de vidas inocentes. Soy mucho mejor que eso.

Una risa irónica inunda el baño.

—Qué generoso eres.

Ignora mi sarcasmo.

—Ya cumplí con mi parte —expone —. Dile a tu tío Ashton que renuncie a las elecciones y nadie saldrá herido. Ni siquiera tú. Aún están a tiempo de salvarse.

¿En serio piensa que voy a creerle después de la mierda que ha hecho?

—¿Qué sabes?

—Toda la mierda que abunda en New Hope y como tu tonta familia lucha por mantenerlos a salvo —Imita un saludo militar —. Buena suerte, pequeña Karlsson.

Y se va.

Me giro y miro mi reflejo en el espejo. No lo detengo, no hago el intento de noquearlo como lo había prometido. ¿Por qué? Algo dentro de mí sabe que no es malo.

💚

Ronan.

Visitar el cuerpo inconsciente de Allison durante los siguientes días en el calabozo se ha vuelto una rutina. No despierta, no razona, no hay manera de que abra los ojos. Nunca en mi vida sufrí tanto como ahora, ni siquiera cuando los fantasmas me atormentaban o Demetrio me maltrataba. Su ausencia me despedaza.

Extraño su risita, sus coqueteos, esos carnosos labios y ojos verdes que calmaban mis días malos. Allie es mi todo y me cuesta seguir adelante sin ella. He despertado durante las noches y busco su cuerpo en la cama.

No estaba.

Incluso me duele respirar.

Mila y Arianne me convencieron de que esta es su batalla y solo ella puede combatirla en su mente. Me niego a pensar que podría perderla. Mi chica es una guerrera.

Ganará.

Ella es mi feroz y aterradora chica.

El proceso puede llevar días, semanas, meses o años, pero aún así no me rendiré. Cuando regrese será la misma Allison letal que he conocido. Mientras tanto, necesito sobrevivir a su ausencia.

Las rejas del calabozo chirrían cuando ingreso y calmo los latidos acelerados de mi pecho. Sigue siendo un impacto. Mis visiones no me prepararon para verla en una tumba de cristal encantada. Su largo cabello negro está suelto, sus ojos cerrados y su pecho se mueve suavemente al ritmo de su respiración. Arianne se encargó de ponerle su vestido verde favorito. Cualquiera creería que es un cuento de hadas y ella una princesa, pero la realidad es distinta. Esto se trata de una maldita pesadilla.

No despertará gracias al beso de su amor verdadero.

Debe vencer sola a la bruja.

No puedo salvarla.

Presiono mi mano contra el vidrio que me mantiene lejos de su cuerpo y la miro con mis ojos nublados. Se ve tan hermosa y relajada. No hay ni una imperfección en su precioso rostro.

Mi Allie.

—Joder, te extraño tanto —murmuro, mi voz ronca y rota —. Sé que estás librando tus propias batallas, pero necesito que ganes lo antes posible y regreses a mí. Todo es tan difícil sin ti.

Levanto mi mano y la tapa del ataúd se abre para darme acceso a su rostro. Toco sus pálidas mejillas. Su piel está suave y cálida. Huele a dulzura, un delicioso aroma a flores que echo de menos.

La quiero conmigo.

—Te sientes sola y perdida, pero te imploro que nunca te rindas. Tu familia seguimos esperándote —Tomo su pequeña mano y beso su dorso —. Imagina que estamos en un lugar mejor. Ese dónde podemos ser libres y amarnos sin que nadie nos lastime. Despierta, Allie. Vuelve a ser la misma chica valiente y dulce de quién me enamoré. Por favor, regresa.

El silencio me hace sentir más vacío que nunca.

—Regresa... —repito —. Por favor.

Cierro el ataúd y permito que la misma magia segura que Mila me enseñó la envuelva. Me derrumbo al suelo, la cara entre mis manos e intento controlar las intensas emociones que me sacuden.

Me queda esperar y confiar en ella.

Allie regresará cuando lo crea conveniente.

—Tómate tu tiempo —toco el ataúd con una sonrisa dolorosa —. El que tú necesites, pero no me abandones. No sobreviviría sin ti, hermosa. No podría.

💚

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