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Capítulo 43 ✴

Ronan.

Una vez que tocas a la muerte, quedarás marcado para siempre...

Analizo muy bien las palabras de Asher mientras abandono la celda de Demetrio y escucho carcajadas de pura burla a mi espalda. Me quedo con las ganas de matar a ese psicópata, no me ensuciaré las manos. Tenía miedo de admitirlo, pero mamá confirmó mi futuro en nuestra última conversación.

Él quiere someterme y yo no podré evitarlo.

Estoy caminando en una cuerda fina que dirige a mi destino: del tipo que deja sangre, dolor y mucho sufrimiento. Podría tomar a Allie en mis brazos, huir de este pueblo, pero sería muy absurdo. Él nos encontrará.

La segunda alternativa es seguir luchando y aprender a utilizar mis poderes. Ser blando no me salvará, pero mi poder sí. No desperdiciaré la oportunidad de despertar mi máximo potencial. Necesito ser más fuerte que nunca y demostrar que soy capaz de hacer lo más bajo para proteger a quienes amo.

Necesito demostrar que soy un dios, pero con un propósito distinto. Yo no cumpliré su voluntad. Nunca. La única profecía que se llevará a cabo será su destrucción. Libraré al mundo de ese monstruo. ¿Y después? Seré feliz con Allison. No pensaré mucho en las cosas que dijo Demetrio. Quiere herirme y no le daré ese gusto. Él está acabado.

—No escuché ningún grito de dolor —masculla Axel y saca un arma de su pantalón —. ¿Quieres que acabe con él? No tengo inconvenientes.

—No vale la pena —respondo —. Lo mejor será hacerlo pagar en vida todos sus crímenes. Será un castigo peor.

Asher suspira, Axel guarda nuevamente su arma.

—Si esa es tu voluntad, no hay nada más que decir.

Axel hace un mohín.

—Ustedes son muy gentiles —protesta el rubio —. Les hace falta un toque de maldad.

—Lo que me hace falta ahora es ir a la biblioteca de mi madre —Miro a Asher —. Demetrio no vale un segundo más de mi valioso tiempo. Hay mucho qué leer y descubrir. Nuestro futuro depende de lo que encuentre en esas páginas.

El licántropo entrecierra los ojos hacia mí.

—¿A qué te refieres exactamente? —inquiere Asher.

—Mi madre escribió cosas importantes.

Los hermanos Karlsson lucen sorprendidos por la nueva información. Tuve la misma reacción esta mañana. Mamá no me lo dijo antes porque estaba esperando a que digiera los nuevos descubrimientos respecto a mi naturaleza. No quiere alterarme.

—¿Y qué estamos esperando para irnos de una vez? —consulta Asher —. Vámonos.

Axel resopla.

—¿Tengo permiso de torturarlo? —cuestiona.

Su hermano rueda los ojos.

—¿Acaso lo necesitas?

Sacudo la cabeza con una sonrisa tirando de la comisura de mis labios. ¿Cómo se sentirá Demetrio? Están jugando con su vida de la misma forma que lo hizo muchas veces. Está recibiendo las cosechas que sembró.

—Si nos movemos antes, será mucho mejor —sugiero.

Mi suegro comparte un breve abrazo con su hermano.

—Cuídate, hombre. No confío en ese gusano.

Axel le da una expresión irónica.

—Perderá el pene flácido si intenta algo.

Eww. La conversación está tomando un rumbo muy turbio.

—Demetrio es astuto —murmuro —. Intentará escapar. Ten cuidado.

El rubio se encoge de hombros.

—Entonces meteré una bala en su culo arrugado.

Me agrada este tipo. Asher se dirige a la salida y no dudo en seguirlo.

—Mantente seguro —Le pide a Axel —. Te veo en la Fortaleza.

—Tengan un buen día, muchachos —farfulla Axel.

La extraña sensación de nervios sigue siendo la misma una vez que salimos de la comisaría. Mi miedo se intensifica cuando miro hacia un contenedor de basura. Hay una mujer confundida y abrumada con su pecho abierto y cabello cubierto de sangre.

Está muerta y no tiene idea.

—Hoy te noto más tenso de lo normal —comenta Asher —. No hablaste mucho.

Quito mis ojos de la muerta y caminamos hasta el auto. Antes me sentiría mal por ella, pero aprendí a controlar mis emociones. No soy responsable de nada. Todo es mejor cuando los ignoro.

—La transformación de Allison me tiene nervioso al igual que ciertas cosas.

Asher se detiene cerca de su auto y se cruza de brazos.

—Esto también se trata sobre el señor de las sombras.

El nudo de tensión crece.

—Sí —admito —. Me aterra más que nadie.

Sus ojos avellanas son sombríos mientras me estudia.

—Aun no conozco a ese monstruo, pero puedo asegurarte algo —masculla —. Nadie ha podido ganarle a los Karlsson.

Miro fijamente hacia mis pies, mi respiración atrapada en mi garganta. Quiero contradecirlo, pero no mencionaré nada al respecto. Nadie está listo para la ola de terror que atacará al pueblo, mucho menos cualquiera de los Karlsson.

—Espero que esta vez no sea diferente —me limito a decir.

Asher palmea mi espalda a modo de conforte y me abre la puerta del auto.

—Será una batalla dura, pero vamos a superarlo como todos. Apuesto mi vida, Ronan.

El peligro y el miedo me asfixian. No me permite respirar con normalidad debido al latente pánico que poco a poco asoma su cabeza. New Hope pronto será inundado de oscuridad y no existe alguien que logrará impedirlo.

—La biblioteca se encuentra a dos cuadras —Mi control se está esfumando lentamente —. Debemos leer ese libro.

Asher asiente.

—Vamos.

💚

Hay un espeso silencio una vez que ingresamos a la biblioteca. Mi cabeza inmediatamente se llena de recuerdos eróticos. Maldición, no es un buen momento. No con mi suegro mirando el lugar dónde me encargué de hacer gritar de placer a su hija.

Mis mejillas se sonrojan ante mis pensamientos y me aclaro la garganta. Para ya, Ronan.

—¿Qué buscas exactamente? —pregunta Asher con una ceja ladeada.

Gracias a los dioses me aseguré de limpiar todo la última vez que estuvimos aquí.

Cierro la puerta para enfocarme en los polvorientos estantes. Me encantaría que alguien se encargue de este lugar, pero no confío en nadie. Hay información valiosa, libros que cuentan años de historia, acontecimientos que unos pocos conocen.

—Un libro con tapa negra, pero sé dónde se encuentra —respondo, caminando hacia la segunda fila de estante —. No será necesario buscarlo hasta el cansancio.

Asher bufa.

—Olvidé tus dones de médium.

No hay orden ni razón en la biblioteca de mi madre: los libros se apilan sobre cualquier tema. Y lo más sorprendente de todo es que puedo memorizar los contenidos si toco las tapas. Siento que cada día avanzo más en cuanto a mis habilidades y apenas lo noto. Le gané a Allison en el entrenamiento. Me río ante el recuerdo, ella estaba muy enojada.

Qué mala perdedora es.

Esta mañana descubrí que puedo transportarme en cualquier lugar como forma de humo y evaporarme. Lo más espeluznante fue cuando toqué a Allison y absorbí su energía. Hay mucho más para ver. Toco el lomo de un libro negro que destaca entre los coloridos. Las páginas de sus hojas son mate, la tapa es dura y cubierta de polvo. Puedo divisar la tensión deslizarse en mi piel.

—Lo encontré —Le informo a Asher.

Mi suegro continúa explorando los estantes sin prestarme mucha atención. Él prefiere darme espacio, respeta mi privacidad.

—Bien —contesta.

Suelto una respiración irregular antes de abrirlo con dedos temblorosos. La primera página tiene un enorme título que estremece mi cuerpo.

Un mundo entre sombras...

La caligrafía es pulcra e indica que fue escrita por la mano de mi madre. Reconozco perfectamente bien la letra. Ella se encargó de narrar antes de que yo naciera. Este libro tiene más de veinte años.

Existe un mundo desconocido que nos hace cuestionar todo lo que creímos alguna vez. Allí no brilla el sol y reina la oscuridad. No hay rastros de vida o alegría. Todo es desolación y tempestad.

Ni siquiera logro encontrar los términos adecuados para escribir las cosas aterradores que he visto una vez que fui visitante. Mis recuerdos son vagos, pero hay algo que jamás podré olvidar:

El sufrimiento.

La demencia y la monstruosidad habitan los rincones de ese mundo. Sus habitantes son solo cuerpos sin vida, almas que fueron absorbidas.

Mi corazón corre a toda velocidad con cada palabra. Los párrafos me hacen pensar en los bestiarios que leí cuando era un niño.

Si me pidieran describir esa fosa sin fin lo haría de la siguiente manera: Son cementerios llenos de lápidas o pasadizos subterráneos. El único lugar en concreto con forma era su castillo.

El castillo lleno de sombras.

Mi dedo traza la siguiente página y me quedo congelado cuando veo una ilustración con las descripciones que mamá escribió. Estudio los cementerios con cuervos, árboles sin hojas, sin señales del sol. Hay féretros abiertos, criptas destrozadas, cuerpos humanos lanzados al suelo como basuras.

Veo a una mujer ahorcada en el viejo árbol roble.

Es una ilustración aterradora, pero también triste y conmovedora. No sabía que mi madre tiene talento con los dibujos. Ahora entiendo de quien heredé mi pasión desenfrenada por el arte.

Mamá me dio lo mejor de ella.

Las páginas siguen con una sección dedicada al mundo de las sombras. Paso a una ilustración increíble sobre el castillo que menciona. De repente me siento enfermo y frío. Malditamente asustado. Nunca estuve en ese lugar, pero me resulta familiar.

Es mi hogar.

Agito la cabeza para admirar con detenimiento los detalles. El castillo se encuentra en un inmenso acantilado, un océano oscuro la rodea. Tiene un aspecto gótico, antiguo y siniestro.

A pesar de la belleza física, no puedo alejar esta asquerosa sensación de familiaridad. Acercando mi mano a la recreación en forma de dibujo, cierro los ojos y permito que las imágenes salten a mi mente. Veo cuervos en una sala con ventanas manchadas y el señor de las sombras sentado en su trono hecho de calaveras.

Me detengo mientras mi corazón aún se acelera con la velocidad. Mi sien palpita debido al dolor en mi pecho. El señor de las sombras es un rey, pero como todos tiene debilidades y necesita un heredero para ocupar el trono.

Yo.

Me sobresalto cuando una mano se posa en mi hombro y observo a Asher con la respiración desbocada. Mi presión es alta junto a mis nervios. Todo es más siniestro de lo que creía. El mundo de las sombras existe y me pertenece.

—Parece que estás teniendo un ataque de pánico —Asher me frunce el ceño —. ¿Qué viste?

Trago saliva para alejar la sequedad de mi garganta agrietada.

—No puedo explicarlo con exactitud —digo, mi voz ronca —. Necesito un momento más.

Su ceño fruncido se profundiza.

—¿Hay algo que no quieres decirme?

Aprieto el libro contra mi pecho cuando pretende arrebatármelo. Algo en mí es receloso con la información que hay. No estoy listo para compartirlo.

—Prefiero no hacerlo, no en este momento.

Retrocede unos pasos, sus cejas alzadas con curiosidad y cuestionamiento. Sé que tiene preguntas, pero agradezco que no las haga.

—Si es algo importante, debes decirme —sentencia —. Está en juego nuestras vidas.

Parpadeo en un esfuerzo para ocultar el miedo que muestra mi expresión.

—Lo haré, pero no ahora —Mi voz sale ahogada —. Es muy fuerte.

Me da un asentimiento antes de acercarse al tercer estante. Ignoro su presencia mientras paso a la décima página dónde leo algo que me impacta.

De vez en cuando puedo oír las voces de todos esos seres atrapados en el reino, cuyas almas no tienen descanso. Es el precio a pagar por sus delitos cometidos, no hay escapatoria. ¿Y saben que es lo más morboso de este profano mundo? La única manera de entrar es muriendo.

Mi desesperanza me quiebra y trago mi necesidad de expulsar las lágrimas. Lanzo el libro al suelo, me tapo los oídos cuando escucho voces angustiadas en mi cabeza. Los mismos llantos que me atormentaban desde que empecé a tener visiones y sentir dolores que no me pertenecen.

Ellos me llaman.

Ellos exclaman mi nombre.

Ellos suplican que los libere.

Ellos se encuentran en un lugar dónde nunca me permitieron entrar.

Alguien está frente a mí y aparta las manos de mis oídos. Los temblores en mi cuerpo incrementan mientras las lágrimas inundan mis ojos. No logro alejar estos sentimientos de tristeza que devastan a mi corazón.

Duele.

Me duele mucho.

—Respira —La voz de Asher me devuelve a la realidad —. Cálmate, ¿de acuerdo? Estás a salvo, nadie va a lastimarte. Lo juro.

Está usando un tono calmante, pero solo me altera más. Conozco la entrada, lo he visto durante años, es un lugar prohibido.

—Llévame al sótano —pido con voz ahogada —. Necesito que me lleves al maldito sótano de la mansión Dumont.

💚

Allie.

Mamá y mi abuela se encargaron de preparar sándwiches, galletitas, refrescos y más postres para pasar nuestra mañana en la inmensa piscina. Es un día maravilloso dónde podemos disfrutar del sol, aire fresco y mucho entretenimiento.

Veo a Amy sobre su flotante con forma de cisne en el agua, Aden está atento a ella en caso de que caiga. Mis primos llegaron hace una hora del instituto y decidieron unirse. La única que permanece en su habitación es Raven.

Relajo mi cuerpo sobre la tumbona y permito que el sol me bañe con su luz. Como es de costumbre, no escucho los pensamientos de Ronan. Lo que más me emocionaba del lazo era la idea de hablar mentalmente con mi compañero, pero al parecer no tendré ese privilegio.

Irónico, era la más renuente sobre conocer a mi alma gemela. Ahora resulta que Ronan es quien no me permite entrar nunca en su cabeza.

—Cuéntame tus dramas —Le pido a Melissa —. Estoy cansada de hablar sobre mi maldición.

Mi prima me entrega el refresco de limón mientras observo como Ellie juega en la piscina con Logan. No me molesta que se lleven bien. De hecho, lucen adorables juntos. Son una pareja preciosa, pero no quieren formalizar. Sabia decisión. Es mejor seguir evitando decepciones amorosas.

—No quieres saber sobre mis dramas —dice Melissa.

Bajo las gafas de sol a la punta de mi nariz para observarla con detenimiento. Asa le sube el volumen a la música antes de lanzarse al agua. Ava está sentada en el borde de la piscina, dibujando. Despejo mi mente de los arranques que me abruman desde la mañana. Cambiaré de forma en menos de treinta y seis horas. Quiero pasarla bien al menos por hoy. Mañana todo será dolor. Dioses, mis huesos se romperán.

—Claro que sí —mascullo —. ¿No extrañas nuestros chismes?

Eso le roba una sonrisa juguetona. Luce fantástica con su bikini rojo y cabello atado en una coleta alta. Muchos la consideran desagradable porque no es buena socializando, pero jamás van a conocerla como yo. Melissa tiene un gran corazón a pesar de su frío exterior.

—Tengo un serio conflicto con mi maestro de ciencias —habla en voz baja —. Él me mira como si me odiara. Se llama Austin Weston.

Traigo el vaso a mis labios y bebo un sorbo de mi jugo. Roy escribe en su celular sin escucharnos. Sé que esos mensajes son para mi mejor amiga. ¿Qué sucederá con la vida de Sadie? No toqué mis redes sociales en días.

—¿Por qué te odiaría? Ni siquiera te conoce.

Melissa extiende sus largas piernas sobre la tumbona.

—Tampoco tengo idea de los motivos —Se encoge de hombros —. Me propuse a investigarlo porque nadie me quitará de la cabeza que se debe a algo fuerte. Pude notar su desprecio.

El suave viento me provoca escalofríos. Estoy haciendo varias teorías antes de que me detenga. No es secreto que mi familia cosechó muchos enemigos a lo largo de los años. El maestro imbécil puede ser uno. ¿Por qué?

—Deberías hablar con tu madre —sugiero —. No creo que sea un simple idiota, Melissa. Tal vez es algún opositor a la política de nuestro abuelo. Nunca faltan los locos que nos odian.

Mi prima se frota la mandíbula.

—No sé qué pensar.

—Investiga. Tu madre quizás tiene algún expediente sobre él. No le quites importancia.

Se muerde el labio.

—Esperaré unos días más para ver si sus actitudes cambian —dice —. No quiero sacar conclusiones precipitadas sobre Austin. Es muy pronto y quizás son imaginaciones mías.

Mmm... si ella lo ve así. Confío en su intuición.

—De acuerdo —Le echo un vistazo a Asa quien juega vóleibol con los demás en la pileta —. Tu hermano es capaz de drenarlo.

—Mi padre le dará cadena perpetua.

Nos reímos a carcajadas.

—Amo a nuestra familia —digo —. Escuché a Ellie decir que irás al baile con un chico llamado Isaac. Me sorprendió.

Juega con las puntas de su cabello.

—Fui grosera con él cuando nos conocimos y quise compensarlo. Es un rarito agradable.

Enarco una ceja. No imagino a Melissa siendo amiga de un humano, pero no lo diré en voz alta. Es un gran paso para ella. Necesita mezclarse más.

—¿Y Tristan?

La sonrisa de Melissa desaparece.

—Me enteré que aún no fueron de viaje, pero imagino que lo harán estos días. Echo de menos el sexo.

No me engaña. La química sexual entre ambos era increíble, pero sé que desarrolló sentimientos por Tristan. Fue su primer corazón roto.

—¿Solo eso?

Melissa me mira con mala cara.

—Claro que sí, ¿qué más sería?

Le echo un vistazo, riéndome.

—Tú sabes que no era solo sexo.

Pone los ojos en blanco.

—Ya me aburrí de hablar sobre mi vida amorosa —protesta —. ¿Qué hay de la tuya? Sabemos que lo hiciste con Ronan en la oficina de tu madre.

La vergüenza me cubre. Dioses, todos en mi familia lo saben. ¿Acaso nadie puede follar en paz sin que alguien lo comente? La privacidad no debería ser tan codiciada, es un derecho.

—Melissa, por favor.

—No seas modesta conmigo, Allison.

Sonrío suavemente.

—Estoy muy enamorada. No creí que me sentiría así por alguien —Mi suspiro es risueño —. Ronan es maravilloso.

Melissa mastica su labio.

—Y folla muy bien.

Me sonrojo porque puedo corroborarlo sin ninguna objeción. Él no tenía experiencia antes de conocerme, pero superó a cualquier chico que exploró mi cuerpo. Ronan me hizo olvidar a cualquier mundano.

—Sí.

Alcanza mi mano para darle un apretón.

—Te mereces todo el amor del mundo —musita —. Realmente estoy feliz por ambos. Ustedes son piezas de un perfecto rompecabezas que se complementan. No me los imagino separados.

—Yo tampoco imagino una vida lejos de Ronan —Mi sonrisa se desvanece, la tristeza filtrándose.

—No pasará —dice Melissa —. Ustedes son una historia de amor épico como en los libros. La típica pareja cliché que terminan juntos.

Eso espero.

Los chillidos de Amy apartan cualquier pensamiento negativo. Una ráfaga se apresura hacia nosotros. Un viento más frío. Más fuerte. Hay un pequeño ciclón creciendo en la piscina, mi hermanita grita de alegría.

—Amy, para —dice Ava —. Estás salpicando mi cuaderno.

—¡No! —Se ríe Amy —. ¡No!

Ella es todo sonrisas mientras Aden pretende calmarla. No sucederá, Amy es un tornado.

—¡Amy Lilianne! —grita mamá desde la cocina. Su voz detona pura autoridad —. ¿Qué dije sobre los tornados?

Mi hermanita baja las manos y su demostración de rabieta se detiene. El flotante la balancea de un lado a otro sobre el agua. Me río con orgullo. Ella será tan poderosa cuando sea una adulta.

Ellie y Logan estallan en risas. El rubio ya no se sorprende por las cosas raras que ve en esta casa. Se adaptó al ambiente sobrenatural.

—¿Crees que el rubio quedará bien en mí? —inquiere Melissa.

Analizo su cabello con detenimiento antes de mirar sus ojos oscuros.

—Te quedará bien cualquier color —digo —. Aunque el negro definitivamente es lo tuyo. ¿Por qué el cambio?

Melissa encoge uno de sus hombros. Cerrará ciclos con la ruptura.

—Necesito un nuevo aire. Me aburrí de que todo sea tan sombrío en mi vida.

Viéndolo de esa forma, yo también necesito un cambio. Amo el color de mi cabello, pero quiero uno nuevo. Castaño no se vería mal. Castaño como el de mamá.

—Entonces el rubio es una buena elección.

—Me lo teñiré mañana para la fiesta de bienvenida. Apuesto a que nadie esperará a la nueva Melissa —resopla —. Solo ven mi lado oscuro.

Arrugo la nariz.

—¿A quién le importa lo que piensen? No nos conocen.

Melissa observa el cielo.

—Los humanos me dan igual, pero me preocupa estar cerca de ellos mucho tiempo. Soy una depredadora, Allison. Está en mi naturaleza cazarlos como ciervos.

Ruego mentalmente que Melissa no pierda el control o ese baile terminará en tragedia.

—No estarás sola esa noche. Puedes soportar dos horas.

Su mirada es insegura.

—Ojalá.

Las siguientes conversaciones son sobre temas banales: música, programas de televisión y más chismes. Ellie me enseña el vídeo que grabó anoche. Veo impactada la transformación de Annie y quedo con la boca abierta. Observo la batalla contra Ronan, oigo los rugidos que probablemente se escucharon hasta en Holanda. Las paredes de mi habitación están destrozadas. ¿Y yo? Una desconocida poseída, solo soy un cuerpo invadido sin voluntad, envenenada por el odio de Catalina. Me siento tan asqueada.

Eso no soy yo. Nunca seré yo.

Primero muerta antes que lastimar a quienes me importan.

—¿Se imaginan los millones de visitas que tendrá si publicamos el vídeo en YouTube? —pregunta Ellie, sus ojos azules brillantes —. Será todo un éxito. ¡Seremos más famosos!

Me quedo indignada ante su sugerencia, Melissa rueda los ojos. Roy ahora está dormido en la tumbona, disfrutando el sol. Me preocupa mi primo. Nunca lo sentí tan distante como hoy.

—¿Te gusta escandalizar a la sociedad? —Se burla Logan.

Ellie le sonríe.

—Pagaría miles para ver cómo reaccionan los humanos ante esto. Creerán que son puros efectos especiales.

Le arrebato el celular y rápidamente borro el vídeo. No correré el riesgo de que caiga en las manos equivocadas. Los Karlsson podríamos hundirnos, nuestra reputación se irá a la mismísima mierda. Utilizarán más excusas para sacar al abuelo Aiden del poder.

La imagen es importante.

—Listo.

Ellie hace un puchero.

—No eres divertida, Allison.

—Y tú no eres sensata —espeto.

Resopla antes de agarrar el brazo de Logan y regresar a la piscina. Melissa señala la jarra de refresco.

—Ve a buscar más —dictamina —. Estoy sedienta.

Dejo mis gafas de sol sobre la mesa y acomodo las tiras de mi bikini rosa.

—Como ordene, majestad —Agarro la jarra y miro a Aden —. Cuida al pequeño terremoto.

Aden tiene a Amy sobre sus hombros mientras ella chilla de felicidad. Luce adorable con su traje de baño de dos piezas y coleta alta. Mis hermanos hacen que los días valgan la pena. Al menos por hoy, Aden olvida a su amiga fantasma.

—Me ofendes, Allison —gruñe Aden —. Puedo cuidarla mejor que tú.

No me gusta cómo suena eso, pero tiene razón. Soy un peligro para cualquier miembro de la sociedad.

Ava deja de trazar su dibujo y se ríe.

—No lo creo.

—También te quiero, Aden —me limito a decir.

Paso por el lado de Roy para dirigirme a la cocina en busca del refresco. Me siento extraña por la ausencia de Ronan, pero me recuerdo que necesita espacio. No quiero ser la típica chica empalagosa que no quiere estar sin su novio.

Olenna está rellenando las bandejas con más galletas para meterlas en el horno. Se ve hermosa, más relajada, más joven. Espero que su estadía aquí sea eterna. Annie está sobre la isla, lamiendo sus esponjosas patas. Anker disfruta de su hueso en forma de juguete. Al menos ese perro es normal.

—Eso huele delicioso —musito —. Amo las chispas de chocolate.

Olenna me sonríe. Mamá le da forma a la masa.

—Acaba de comentarme que Ronan cumple veinte años —dice mamá —. ¿Ya pensaste en un regalo?

Yo en lencería sexy, dándole una noche increíble en la cabaña.

—Mmm... no —miento, alejo mis pensamientos impuros. No todo se trata de sexo.

—Pienso que puede ser algo especial para él —dice mamá y coloca las chispas de chocolate sobre la masa —. ¿Qué le gusta a Ronan?

Yo, la fotografía, dibujar, música alternativa, los animales...

Ahí está.

—¡Lo tengo! —exclamo, victoriosa —. Georgie mató a sus mascotas y creo que le gustará algún cachorrito adoptado. ¿Qué opinas, Olenna?

Los ojos de mi suegra brillan con entusiasmo. Me acerco a la nevera y lleno la jarra con más zumo de limón con cubitos de hielo. Hace calor.

—Pienso que es una idea maravillosa —manifiesta Olenna —. Estará muy feliz con otro cachorro.

Puedo oír la risa en su voz. Hace que mi corazón se emocione.

—Hay una perrera en el pueblo —expone mamá —. Muchos de esos animales necesitan un hogar y cualquiera será muy afortunado de ser escogido.

Adoptaría a todos si pudiera, pero tenemos suficientes animales y problemas en la Fortaleza.

—¡Qué emoción! —Me río y beso a ambas en las mejillas —. Sé que Ronan amará el regalo.

—Estoy segura de que sí —afirma Olenna sin dejar de sonreír.

Sostengo la jarra y me dirijo a la piscina.

—Regresaré con los demás, ustedes pueden seguir con sus cosas de señoras.

—¡Allison! —exclama mamá, indignada.

Dejo salir una risita mientras corro antes de que me lance fuego. Estoy tan distraída que no percibo cuando mis pies se resbalan y caigo sobre la pulcra baldosa. La jarra de vidrio se rompe, mi cabeza golpea dolorosamente el suelo.

Auch.

—¡Dioses! —grita mamá y le siguen algunas carcajadas —. ¿Estás bien, cielo?

A pesar de las risas divertidas, nada me resulta gracioso. No cuando la única voz que escucho en mi cabeza es la que tanto desprecio. Me quedo inerte en el suelo, mis sienes laten.

Catalina.

—Dile a tu novio que olvide cualquier plan que tenga en mi contra o me encargaré de arrebatarle lo que más ama. Te haré pedazos mañana, Allison. No sobrevivirás al cambio de forma, lo juro.

Estoy buscando algo que decir, pero no se me ocurre nada, preguntándome si en algún momento va a dejarme en paz. No lo creo. Catalina aún no ha cumplido con su objetivo.

—Vete al demonio —siseo —. Estoy rogando a los dioses para que Ronan pueda destruirte. Le tienes mucho miedo, ¿no?

Una gota negra se desliza por mi nariz. Sus carcajadas se hacen más fuertes en mi cabeza cuando mamá corre para ayudarme a ponerme de pie. Hay angustia en sus ojos verdes, llenos de dolor.

—¿Allie?

Me concentro en la voz horrible de Catalina.

—Entonces ya hiciste tu elección —escupe Catalina —. Dile que olvide cada una de mis debilidades o haré que se arrepienta de haberlas encontrado. Nunca es tarde, Allison. No juegues conmigo o lamentarás muchísimo provocarme. Puedes hacer que esto sea más fácil o complicado. Piénsalo.

La rabia, el dolor y cientos de otras emociones queman a través de mí. Y es peor porque mi familia está cerca para oírme hablarme de esta manera. Creerán que me volví loca. Solo yo escucho la voz de Catalina.

—Vete a la mierda.

Catalina emite una risotada.

—Será un placer luchar contigo mañana, Allison. Disfruta hoy mientras puedas. Te quebraré completamente. No vas a poder levantarte esta vez.

Hay un definido silencio. La música fue apagada, mi familia ya no se ríe. No hay nada chistoso aquí. Mis ojos parpadean incómodamente hacia mamá, ella me envuelve en sus brazos mientras tiembla a causa del miedo. Odio que siga viéndome así. Odio que no haya disfrutado de una hija normal. Los mejores años de mi vida fueron arrebatados.

—Mañana todo terminará —dice mamá, apretándome contra ella —. La bruja tiene contado sus días. Lo prometo, cielo.

Me levanto como puedo sin soltarla y acepto la servilleta que Olenna me ofrece para limpiar mi nariz. Hay pena en sus ojos oscuros.

—¿Harán más galletitas? —pregunto.

Por favor, no me miren con lástima. Por favor no.

—Hicimos muchos —Mamá besa la cima de mi cabeza —. Hay de chocolate y vainilla como te gustan.

Sonrío agradecida por el cambio de tema. Olenna se encarga de limpiar los vidrios rotos.

—Gracias, mamá.

—¡Pongan la maldita música! —exclama Aden —. ¡Aquí no pasó malditamente nada!

—¡Lenguaje! —grita mamá.

Libero una carcajada y rápidamente corro para impulsarme en la piscina. Mis hermanos me dan espacio cuando mi cuerpo impacta en el agua y me hundo. Hoy habrá solo fiesta y risas. Disfrutaré a mi familia como si fuera el último día.

Y aunque me duele aceptarlo, tal vez mañana no sobreviva.

💚

Roy.

Siento la tensión rodearme mientras permanezco acostado en la tumbona. No importa el ambiente alegre, buena música y comida deliciosa. No puedo quitarme esta presión obstruyendo mi capacidad de pensar con coherencia.

La angustia me abruma junto al mal presentimiento. No logro verla. Sadie continúa sin responderme a pesar de mi insistencia. Llamé a su familia varias veces, pero su madre no toca el teléfono. Sucedió algo terrible. Es la única explicación que encuentro a la falta de comunicación.

—¿Todos son idiotas cuando se enamoran? —pregunta Asa. Se sienta en la tumbona a mi lado y estira las piernas mientras bebe su refresco de sangre —. Ellie se ha vuelto insoportable desde que el Ken se instaló aquí.

Miro a mi prima y definitivamente le doy la razón a Asa. Le sonríe a Logan, sus mejillas están ruborizadas de tanto reír. Supongo que así de idiota me veo. Allison, maldición, ella es la peor de todos. No aparta sus manos de Ronan y lo admira como si él fuese un dios.

Sobre mis padres y tíos prefiero no hablar. Ellos le ganan a cualquiera con tanta intensidad. Cuando un Karlsson se enamora, es permanente.

—Ya te dije que lo entenderás cuando te encuentres en la misma posición.

Asa pone los ojos en blanco.

—Eso está bastante lejos de suceder.

Una sonrisa inevitable asoma mis labios.

—Suenas como tu padre.

Alza los hombros.

—Mamá dice que el puterío viene de familia.

Se me escapa una carcajada. Esa frase es un clásico.

—¿Irás al baile de mañana? Oí que Melissa invitó a un humano.

Asa aparta los rizos rubios lejos de su frente, mirándome con curiosidad.

—¿Escuché bien? No lo creo.

Bebo mi jugo antes de observar a Melissa y la druida pechugona. Están en una cómoda conversación, riéndose a carcajadas. Pasó mucho tiempo desde que las vi reunidas. Solo falta Raven, pero mi hermana últimamente no es la misma.

Sé que vio algo y prefiero no presionarla para que hable.

—Hey, Melissa —mascullo —. Tu hermano el chupa sangre no cree que irás al baile con un humano.

La amargada arruga la nariz, sus ojos oscuros me lanzan una mirada molesta. Allie se ríe.

—¿Cuál es el problema si voy con Isaac? —pregunta ella.

Asa asiente.

—Isaac —repite él —. Ya sé a quién matar si vuelves llorando a casa mañana.

Melissa se quita las gafas de sol, Allie frunce el ceño.

—¿Por qué lloraría en una fiesta? —indaga Allison —. No sabía que eres médium como Roy o Raven.

—Yo también cuento, ¿sabes? —dice Ava, su lápiz se mueve sobre el cuaderno.

No soporto tanta curiosidad. Necesito saber qué...

—Mejor sigue dibujando zombis —interrumpe Asa mis pensamientos.

Listo, mi pregunta acaba de ser respondida. ¿Zombis? ¿Cómo la chica que el tío Andrew mantiene en su morgue?

—Eres un imbécil —murmura Ava.

Melissa gruñe con frustración.

—¿Por qué diablos lloraría en una fiesta? —insiste ella.

—Odias a los humanos, no sabes socializar y no tienes amigos —dice Asa —. Tristan ha sido tu único compañero de baile. Es una pérdida de tiempo que vayas a un lugar con otro cuando no encajas.

Uh.

Melissa se cruza de brazos.

—Ven conmigo si tanto te preocupas.

Los ojos de Asa se tornan feroces.

—Sabes muy bien que no puedo.

La sonrisa de Melissa es cualquier cosa menos encantadora.

—Entonces cierra la boca, hermanito.

Ellie lanza agua en nuestra dirección. Logan está dándole clases a Amy sobre como nadar. Mi pequeña prima grita de alegría mientras Aden la alienta. Qué paciencia.

—Cálmense todos, bolas de idiotas —exclama Ellie desde la piscina y ata su cabello rubio en una coleta alta —. Logan y yo también iremos a la fiesta de mañana. Melissa no estará sola.

Allison nos mira a todos. Es sorprendente como puede actuar con normalidad después de ese episodio. Mi prima es una excelente actriz. Tiene la costumbre de fingir que todo está bien para no alterarse. La admiro, ojalá pudiera ser tan bueno como ella ocultando mis sentimientos.

—Melissa tiene dieciséis años —masculla Allie —. No es una niña.

—¡Basta! —chilla Melissa, molesta —. Será una estúpida fiesta de bienvenida, no el fin del mundo.

Mmm... Al parecer no conoce ese tipo de eventos. Siempre pasa algo en las fiestas cuando se trata de los Karlsson.

—Buena suerte —digo —. Yo no iré, Raven tampoco.

Allie enarca una ceja.

—¿Por qué?

—No estamos en nuestros mejores momentos.

—No lo estarán en mucho tiempo —añade Ava.

Suelto un resoplido. ¿Por qué no nací yo con sus dones de ver hasta la última gota de lluvia? En cambio, me siento como un inservible. No he podido ver a Sadie.

—¿Hay algo que deseas decirnos, Ava? —cuestiono.

Los ojos azules de mi hermana conectan con los míos y alza los hombros con indiferencia. Bastarda. ¿Acaso no nota mi angustia?

—Yo nunca revelo nada —dice la mini pelirroja —. Nada. No importa si nos beneficia o no. Soy una tumba.

—Egoísta —refunfuño.

Escucho los pasos de tacones altos antes de que la suave figura de mi madre entre en escena. Percibo las terribles ojeras y rostro pálido. Ni siquiera su maquillaje puede disimular esa tristeza.

—¿Pasa algo, mamá?

Ella emite un pesado quejido, su expresión se vuelve triste. Trata de sonreír, pero las comisuras de su boca no se levantan lo suficiente como para darme una sonrisa de verdad. Algo está muy mal.

—Ven a mi oficina —solicita en voz baja y mira a Logan —. Tú también.

¿Qué...? Se aleja sin ofrecer más explicaciones. El pulso reverberando dentro de mi pecho es atronador. Me quedo allí como una estatua, sin poder moverme. Esto no pinta nada bien, mamá muy pocas están seria como ahora. Entiendo que desee hablar conmigo, ¿pero Logan?

—Alguien está en problemas —murmura Ava.

Le enseño el dedo del medio.

—Tú lo estarás si no me dices las cosas que sabes.

Ava me devuelve el gesto infantil.

—No pasará.

Malvada. Logan ubica a Amy sobre su inflable y sale de la piscina. Mis primas tienen miradas consternadas y confundidas. Asa bebe su refresco de sangre como si fuera una exquisita bebida de frutas. Qué asco.

La sangre es lo único que puede acabar con su ansiedad. Asa puede estar sin comer una semana si sacia su sed.

—Espero no haber hecho algo mal —murmura Logan, escurriendo su ropa húmeda.

Allie sonríe.

—No lo creo, tonto. No te preocupes.

Ellie le tiende una toalla al rubio mientras me levanto de la tumbona con el cuerpo tenso. Mi intuición está alertándome que obtendré información sobre Sadie. No puedo evitar sentirme asustado.

—Mantengan las orejas ocupadas en otra parte —advierto.

Allie y Melissa sueltan jadeos.

—¡No somos chismosas! —espeta Allie —. Pero si quieres compartirnos algo más tarde estamos aquí.

Sonrío.

—Claro, soy generoso con los chismes —Le dirijo una mirada a mi hermana menor —. No como otras.

Ella me enseña su dedo de en medio. Me giro y camino con Logan hacia la oficina de mamá. El rubio está igual de tenso que yo.

—¿De qué crees que se trata? —pregunta Logan.

Trago saliva.

—Sadie.

Logan detiene un segundo sus pasos.

—¿Qué...?

Cualquier palabra queda suspendida en su boca cuando ingresamos a la oficina. Mamá está parada cerca del balcón, una taza de café en su mano. Muchos humanos beben alcohol como consuelo, pero en el caso de Reynard Russell es la cafeína. No mejora nada mi estado de ansiedad. Al contrario, acaba de empeorarlo.

—Ustedes saben que Ronan tiene un don único —empieza mamá —. Hace algunas horas le pedí que me haga un favor para estar segura, aunque ya sabía el resultado.

Me quedo en silencio, Logan se aferra a la toalla alrededor de su cuerpo. Mamá se acerca al escritorio y saca un listón de seda color rosa. Un aliento sorprendido sale mis pulmones porque sé muy bien a quien le pertenece.

Sadie.

—Sé que no ha respondido tus llamadas y no tienes noticias de ella —continúa mamá —. Mediante este listón, Ronan encontró su ubicación.

La voz de Logan suena áspera.

—Está en Canadá.

Mamá asiente con las lágrimas inundando sus ojos marrones.

—Sí, pero no en las mejores condiciones. Sadie fue secuestrada por tus padres.

Mis entrañas comienzan a disolverse en un punzante frío. Mis ojos se ponen borrosos. Tengo que sentarme para recuperar el equilibrio y exhalo. ¿Cómo no pude pensar antes en esa opción?

Era tan obvio.

—Lo supiste todo este tiempo, ¿no? —cuestiono —. De esto se trataba tu misterio.

Mamá asiente con la cabeza, sus ojos llenos de lágrimas. Logan no dice nada, su mirada está en blanco, sin emociones.

—No quería decirte nada hasta estar segura.

Mi mandíbula se aprieta, los puños me tiemblan. No sé cómo sentirme al respecto. Joder, Sadie está embarazada. No abortó, ella quería hacerlo conmigo a su lado.

—Se supone que éramos un equipo, mamá.

—Roy, por favor... solo ponte en mi lugar.

—¿Te pusiste en mi lugar? —cuestiono, mis labios tensos por la rabia —. Sadie está embarazada, sola y desamparada.

Su cara está cubierta por una gran cantidad de lágrimas.

—Lo siento muchísimo, Roy. Tengo tanto miedo, realmente estoy asustada de que salgas herido —Su voz es áspera, cruda, derramando dolor —. Mi prioridad es protegerte.

Cierro los ojos un segundo. No me gusta que mi madre llore, menos por mí. Es algo que nunca pude tolerar.

—No era la forma, mamá.

—Lo siento mucho.

Logan aclara su garganta.

—Conozco a mis padres, ellos son muy crueles... —murmura el rubio —. No se quedarán tranquilos hasta que me entregue. Secuestraron a Sadie para atraerme.

Me siento tan furioso que apenas puedo oírlo. Si esos enfermos la lastimaron...

—Nunca debiste permitir que ella regrese a Canadá —suelto sin pensarlo demasiado —. Pudimos salvarla antes, pero preferiste callarte. Estás en mi casa bien protegido mientras Sadie es torturada por tus monstruosos padres.

La cara de Logan se contrae por el dolor. Mamá me da una mirada tosca, pero elijo ignorarla. Sigo enojado con ella.

—No pensé que atentarían contra Sadie, nunca le dieron importancia.

Intento contener mi rabia, mis emociones, pero es imposible.

—Tú mismo dijiste que estuvieron investigando por años todo lo relacionado a Allison. Por supuesto que le darían importancia a Sadie.

—Roy... —advierte mamá, pero no me voy a callar.

Logan no tiene el valor de mirarme.

—Tus padres te quieren de vuelta —prosigo —. Lo mejor que puedes hacer es entregarte.

Mamá se muestra indignada y decepcionada por mi actitud. Sé que estoy siendo un egoísta, pero mis pensamientos siguen en Sadie. No quiero imaginarme lo que está pasando. Necesitamos ayudarla lo antes posible.

—Lo haré —susurra Logan —. Me entregaré por Sadie.

Bueno, eso suena inesperado. Mi garganta se seca, el aire dentro de mis pulmones se atasca. No es tan cobarde después de todo. Desafió a Ronan.

—Bien —digo —. Obviamente no irás solo. Armaremos un plan.

Mamá tiene una expresión desolada.

—Eres muy valiente, Logan.

Logan se limita a asentir.

—Haré lo que esté en mi alcance para salvar a Sadie.

💚

Ronan.

La mansión Dumont luce sombría mientras Asher y yo la evaluamos. Cientos de ventanas acristaladas se encuentran tan sucias que no se pueden ver a través de ellas y las balaustradas en ruinas parecen un accidente a punto de suceder.

¿Qué sucedió aquí? Desde que mamá y yo abandonamos este lugar ha empeorado. Es como si se hubiera profanado por completo. Se ensució cada pared que la compone. Es un viejo monumento deteriorado, podrido por dentro y fuera. Las plantas que la rodean están muertas y los cuervos descansan en los portones. Ya no oculta lo que es realmente: una mansión maldita. Mi vida es una película de terror.

—Iré por mi cuenta —informo —. No puedo asegurarte seguridad una vez que entremos.

La expresión de Asher es amarga.

—Estás jodidamente loco si piensas que voy a dejarte ir solo.

No debí hacer tal sugerencia. Es Asher Karlsson.

—No me digas que no te lo advertí —mascullo.

Sonríe.

—En esta casa no hay nada que me aterre.

Ya lo veremos.

Bajamos del auto y cerramos las puertas. Los candados del gran portón están abiertos así que ingresamos sin ningún problema. Dudo que alguien haya tenido el suficiente coraje para entrar aquí. Nadie se atrevería, no con la reputación que cada habitante del pueblo se encargó de darle a esta mansión. Mis zapatos de deporte pisan las hojas resecas. Tiemblo ante años de recuerdos que viví en este horrible lugar. No fue la mejor infancia.

—¿Qué estamos buscando exactamente? —cuestiona Asher.

—Lo mismo quiero saber.

—Esa no es una respuesta.

—Es todo lo que puedo ofrecer —digo.

—Vaya, gracias.

Libero un fuerte suspiro y toco el pomo de la puerta. La madera hace un chirrido que me pone los vellos de punta. Aquí dentro la temperatura está muy baja. La sala de estar se ve desastrosa: muebles fuera de lugar, fotos familiares rotos, restos de vidrio y espesa humedad.

Eso no es todo.

El apellido Dumont está pintado en la pared y tachada de sangre fresca. Qué vista tan agradable.

—Hermoso —murmuro.

Entierro la emoción que está subiendo, controlo el temblor en mis manos. Solo alguien odia profundamente a mi familia.

Georgie.

—Alguien no está feliz —comenta Asher —. Deberíamos declarar esta mansión en ruinas y hacer que la destruyan.

—No —respondo inmediatamente —. No es una simple mansión.

Asher me mira con duda.

—¿Qué puede haber aquí para que lo consideres tan importante?

Me acerco al interruptor y la habitación se ilumina cuando prendo las luces.

—Estamos a punto de descubrirlo —observo a Asher —. Sígueme.

Enciendo las siguientes luces antes de descender a esa zona prohibida. Mi cuerpo vibra a causa de la tensión, me imagino escenarios que nunca me atreví a mirar antes. Hoy eso cambiará. Tengo que encontrar una explicación, algo que me ayude entender todo lo que hay en ese mundo desconocido.

Mi mundo.

El miedo se enrosca en la boca de mi estómago en el instante que bajamos el último escalón y prendo las luces. Odio la forma en que mi pulso salta con cada respiración. Estas paredes gritan tragedias.

Asher aclara su garganta.

—¿Ahora qué? —pregunta sin emoción.

No contesto.

Las chispas de nervios se apoderan de mi corazón. Solo un tonto se dirigiría a la carnicería, pero estoy más allá de jugar a lo seguro. Ya me cansé de no saber qué me espera en el futuro. La bombilla en el techo lastima mis ojos cuando miro hacia ella. Mis piernas están temblorosas a medida que hago contacto con los objetos.

Solo necesito algo, una señal...

La pared con mancha oscura y llena de moho capta mi atención. Mis dedos lo alcanzan y toco.

Parpadeo un poco ante la neblina de recuerdos, suelto un jadeo horrorizado. Mi mente me transporta nuevamente al mundo de sombras; el cementerio cubierto de cuerpos dispersos. La neblina rodea decenas de ellos, cientos. Todos muertos. Ni siquiera oigo gemidos o sus agonías.

Alguien mató a cada uno de ellos y nadie sobrevivió. Incluso veo el pequeño cuerpo de Georgie encorvada sobre una piedra. Sus ojos vacíos salen de sus cuentas, la herida de bala en su cabeza es más pronunciada.

Estoy en una pesadilla.

Me cubro la cara cuando un cuervo vuela a mi alrededor y miro hacia la inmensa colina a la vista. Veo el castillo negro de aspecto gótico, rodeado por el océano de aguas oscuras.

—Tardaste bastante en descubrir la entrada —dice una voz suave a mi espalda.

Me giro lentamente y choco con la figura fantasmal de Georgie. Su rostro está lleno de angustia mientras sostiene el conejo de peluche podrido.

—¿Estoy en el mundo de las sombras? —pregunto.

Los ojos de Georgie son indiferentes.

—Sí, pero a la vez no —contesta —. Solo parte de tu mente gracias a tu don.

Siento un miedo desesperado a cerca de las cosas que va a decirme.

—Yo pertenezco aquí.

Georgie aprieta el peluche contra su pecho.

—Sí. Perteneces al trono.

Debe ver el miedo en mis ojos porque retrocede unos pasos. Ya encontré una forma de entrar al mundo.... ¿pero cómo voy a salir? El terror abrasador de su alma se mueve a través de mí y por un segundo siento la devastación a la que Allison siempre alude. Siento que estoy perdiendo todo a la vez.

Mi libertad, la chica que amo.

—¿Hay una forma de salir? —carraspeo —. Quiero decir, vivo.

Georgie mantiene sus ojos demacrados en los míos.

—Tú sí, pero el resto no —masculla —. Si entran aquí serán como todos —Señala los cuerpos triturados —. Un alma sin descanso.

Reprimo un escalofrío ante su mirada. Demetrio se refiere a esto exactamente. La profecía se trata de sentarme en el trono para conquistar el reino de las sombras y luego el mundo entero con oscuridad.

—Soy un príncipe.

La sonrisa de Georgie es siniestra.

—Solo hasta que él lo decida. Cumple su voluntad y tal vez de esa forma vas a ganarte el título.

Una leve sacudida me hace regresar y trato de respirar mientras Asher coloca una mano en mi hombro. Estoy de vuelta a mi realidad, mi corazón devastado por el pánico. El sótano siempre ha sido la entrada principal al mundo de las sombras y ahora entiendo porque oía voces cuando era un niño.

Las almas me llaman.

Mamá no me permitió estar aquí por esa razón. Aun no es tiempo de abrirlo.

—Te fuiste por mucho tiempo —Asher me observa con preocupación —. ¿Qué sucedió?

Pongo una distancia entre ambos y toco de nuevo las paredes con mohos. No me transportan al lugar que temo, pero sí pronuncian el terror en mis venas. Todo fue dicho, nada cambiará.

—Es un portal —señalo —. Este sótano es un portal al reino de sombras.

💚

Ellie.

La fiesta en la piscina termina. Logan no abandonó su habitación desde hace dos horas y me preocupa. Tengo el leve presentimiento de que esa conversación con mi tía Reynard le afectó. ¿Por qué no volvió a buscarme?

Hice lo posible para hacerlo sentir como si estuviera en su propia casa, pero Logan sigue pensando que es un intruso. Él se muestra feliz, optimista, aunque a mí no puede engañarme. Sé que lucha contra sus propios demonios. Lo he visto limpiarse sus lágrimas cuando creía que nadie notaba.

Logan está roto y solo.

Sus padres pretenden convertirlo en un monstruo más y el resto de su familia les dieron la espalda. Dejó de lado sus estudios, vive asustado con el temor de que será atrapado. Olvidó sus sueños.

—¿Qué sientes por él? —pregunta mamá, de repente.

El sol poco a poco está ocultándose. Papá no ha regresado de la morgue, trabaja más desde que la chica zombi apareció. Descubrimos sus debilidades, pero dudo que sea simple combatir contra un ejército.

Hay cientos de ellos.

—¿Te refieres a Logan?

Mamá sonríe.

—¿Quién más sería?

Adam termina de colorear sus dibujos de Batman mientras mamá y yo nos sentamos juntas en su cama. Con todo lo que está pasando en el pueblo, decidió tomarse un descanso del trabajo. Le dedica más tiempo a Adam y mi padre. Mamá es una mujer tan dulce.

—Somos amigos —musito.

Mamá rueda los ojos y me sonríe divertida. No me cree, yo tampoco.

—Dame más que eso, Ellie Denisse —exige —. Eres muy cercana a él y lo invitaste al baile de bienvenida. Me pareció extraño, creí que irías con alguna porrista linda.

Hago una mueca de disgusto. No entiendo como pude salir con Zoe García. Fui superficial porque me dejé atraer por su belleza. Ella es hermosa por fuera, pero en su interior es una horrible alcantarilla como afirmó Melissa. Odia profundamente a mi familia. Solía disimular su desprecio en mi presencia porque le gustaba salir con una Karlsson.

Me utilizó, pero después decidió romperme el corazón. Un día dejó de hablarme para irse con un imbécil jugador de quarterback. Me hizo sentir como una tonta.

—Está bien —admito —. Logan me gusta. Es lindo, sensible y dulce. Besa muy bien, pero no solo eso. Me atrae su personalidad. Es noble, tiene un gran corazón.

Mamá eleva una ceja rubia.

—¿Tú le gustas?

Enfoco los ojos en mis manos.

—Estoy segura de que sí, pero su corazón aun le pertenece a Allison. Quedamos en que lo nuestro sería diversión el tiempo que dure su estadía aquí. Él se irá algún día y yo encontraré a mi destino. No me hago ilusiones, mamá.

No luce para nada convencida y es normal. Soy la Karlsson más sensible de la familia. Me enamoro fácilmente y tengo amores imposibles como Harry Styles o Taylor Swift. A Zoe no le costó tenerme en la palma de su mano. ¿Por qué soy así? Ojalá pudiera ser como mi padre en el pasado. Él se relacionó con muchas mujeres antes de conocer a mamá y nunca entregó su corazón.

Ese privilegio lo tuvo únicamente su alma gemela: Emmie Fletcher.

—No voy a decirte que no involucres a tu corazón porque eso es imposible —musita —. Pero ten en cuenta qué riesgos estás tomando, Ellie. ¿Realmente vale la pena arriesgarse por Logan?

La imagen de su sonrisa viene a mi mente, sus chistes malos que él considera gracioso, el rubor en sus mejillas cuando se siente muy avergonzado. Logan es... increíble.

—Lo vale —susurro —. Definitivamente vale la pena.

Mamá me da un cálido abrazo y me fundo en el gesto.

—Recuerda que me tienes aquí, mi amada estrella —Se ríe —. Mi hombro siempre estará disponible para ti.

—Te amo mucho, mamá.

—Y yo a ti.

💚

Encuentro a Logan cerca de las seis de la tarde. Está vestido con ropa limpia y sostiene una manzana verde mientras mira el denso bosque frente a nosotros. Quisiera saber qué habló con mi tía Reynard y Roy en su oficina. No veo la misma sonrisa de hace horas.

—Hola —musito —. Te pagaría cien dólares para saber qué pasa por tu mente.

Dándose la vuelta de cara a mí, sus ojos azules brillan con asombro.

—Eres la única persona a quien le importa mis problemas en esta casa. No digo que el resto de tu familia esté obligada a mostrarme interés, pero se siente bien cuando alguien lo hace. No estoy solo después de todo.

La tristeza que desprende su melancólica voz me abruma. Tuvo que huir de su país, dejó atrás todo lo que conocía y es amenazado por las personas que deberían protegerlo.

—Claro que no —afirmo y entrelazo su mano con la mía —. Recuerda que soy tu amiga, Logan. En mí encontrarás cualquier apoyo que necesitas. No creas ni por un segundo que no le importas a nadie. Eres valioso.

Respira hondo, el silencio extendiéndose entre nosotros. Besa el dorso de mi mano.

—Si no fuera por ti, me sentiría como un pedazo de basura.

El dolor se sitúa en mi corazón. Duele escuchar que se exprese así de él. Es un chico maravilloso.

—¿Por qué dirías algo así?

Se muerde el labio antes de masticar su último trozo de manzana. Lanza lo que queda en un cesto cercano.

—No quiero ser un inútil que debe esperar a ser salvado.

—Tú no eres un inútil, Logan.

Parpadea lentamente.

—¿No?

—No —digo con convicción —. No tienes la culpa de los errores que cometió tu familia. Desde el poco tiempo que llevamos conociéndonos me demostraste ser real, humano y valiente. Los traicionaste para salvarnos, tienes más valor que muchas personas que he conocido.

—¿Lo dices en serio?

—La pregunta me ofende.

Sin ninguna advertencia, sus labios se funden con los míos. Su beso es abrumador, su lengua pidiéndome ceder. Sus manos se apoyan en mi trasero mientras me levanta y envuelvo mis brazos alrededor de su cuello.

No presto atención a donde estamos, simplemente me pierdo en el sabor de sus labios. Sabe a manzana, la fruta prohibida que tentó a Adán y Eva. Es el tipo de chico del cual debería mantenerme distanciada, pero no puedo.

Lo necesito.

—Me iré pronto —dice entre besos ansiosos —. No era mi intención volver a caer por una Karlsson, pero me estás volviendo loco, Ellie.

—Logan... —protesto, mis palabras ilegibles contra su boca —. También estoy cayendo muy duro por ti.

Aparta sus labios de los míos con un gemido frustrado. Me baja al suelo, pero sus brazos siguen rodeándome fuertemente. Me encanta como huele.

—Hoy es mi último día en la Fortaleza —murmura y apoya su barbilla en la cima de mi cabeza —. Sadie está en problemas por culpa de mis padres y necesito hacer algo al respecto para salvarla.

Tiemblo en sus brazos. Así que se trataba de esto la conversación que tuvo con mi tía Reynard.

—¿Algo como qué? —pregunto, temerosa.

Logan suspira.

—Entregarme.

Las palabras están alojadas en mi garganta a causa del miedo. Me aterroriza la idea de que vuelva a acercarse a sus padres. Van a matarlo.

—No puedes hacer eso —espeto —. Dime que tienes un plan.

Él se ríe y pone un dedo debajo de mi barbilla.

—Claro que sí. Tanto Roy como su madre me ayudarán —afirma —. Espero verte más pronto de lo que crees.

Me pongo de puntitas para besar su boca. Él me devuelve el beso sin dudar, sus manos bajan por mis caderas hasta detenerse en mi trasero. Gimo por el contacto, casi desesperada.

—Necesito una noche de despedida —digo contra su boca —. Solos tú y yo.

Logan acaricia mis mejillas. A juzgar por la reacción de su cuerpo, sé que desea lo mismo.

—¿Eso podría ser posible?

Me río.

—Sí, conozco un lugar dónde nadie escuchará lo que hacemos.

Él frena nuestro beso, su ceño se frunce.

—¿Dónde?

Uno sus dedos con los míos para arrastrarlo hacia la Fortaleza. Mila me ayudó a encantar el sótano por dos días. El hechizo se romperá este sábado. Sí, tuve la osadía de decirle que deseaba perder mi virginidad con Logan. Quiero experimentar y nadie mejor que con alguien que sabe apreciarme.

—Te gustará —aseguro.

Mi padre sigue trabajando, lo mismo el resto de mis tíos. No hay ningún obstáculo, tenemos horas solo para nosotros. Los cavernícolas están muy ocupados. No dejaré ir esta gran oportunidad. Llegamos al sótano, cierro la puerta con llave y toco el interruptor. En el momento que las luces se encienden, admiro mi trabajo.

Hay una pequeña colchoneta limpia con sábanas blancas, algunas velas y equipo de música. Los ojos de Logan se iluminan.

—¿Tenías esto planeado?

Sonrío sin vergüenza y acerco su cuerpo al mío. Mis manos trabajan en su camisa, él levanta los brazos para ayudarme.

—Te he deseado desde que llegaste a mi casa —aseguro.

—Tú me volviste loco con tus coqueteos y tu dulzura —Su voz es áspera, como si fuera incapaz de pronunciar palabra, sus respiraciones saliendo en jadeos dolorosos y desiguales —. Juro que amo la forma en que me miras. Nadie me miró así antes.

—¿Ni siquiera Allison?

Me arrepiento de inmediato y pongo un dedo sobre mis labios. Ups. Logan sonríe.

Sus ojos azules son como llamas mientras me quito las sandalias. Él se nivela sobre mi cuerpo, plantando sus manos a cada lado de mi cabeza antes de descender por otro beso. Mi espalda se arquea y abro mi boca. Su sabor es exquisito.

—Siento que es una mala idea.

Golpeo sus hombros con molestia.

—¿No me deseas?

Gruñe y traslada su boca a mi cuello expuesto.

—Te deseo como un loco, pero me preocupa tu familia.

Cierro los ojos y me concentro en la manera que acaricia mis pequeños pechos. Están necesitadas de atención. Me encanta como sus grandes manos frotan mis pezones, se siente bien.

—Papá regresará tarde y mis tíos no están. Relájate.

Logan muerde mi barbilla antes de encontrarse nuevamente con mi boca. Chupo su labio inferior entre mis dientes, conduzco mis manos dentro de su espeso cabello rubio. Él iguala mis movimientos urgentes, empujando mi camisa y sostén lejos de mi cuerpo. Luego tira de mis leggings y ropa interior. En cuestión de segundos estoy desnuda, ansiosa de sentirlo donde más lo necesito.

—¿Me quieres? —pregunto de nuevo.

Sus ojos azules me observan y veo el deseo arder en ellos. También pasión y ternura.

—Más que a nada.

Arrastra su mano derecha en el interior de mi muslo y los latidos de mi corazón aumentan cuando encuentra mi clítoris. Su respiración me hace cosquillas en la garganta mientras besa mi piel y frota esa zona sensible.

—Logan.

—Ellie.

Quiero gritar, ni siquiera contengo mis gemidos mientras empieza a acariciarme lento. Se siente de esta forma ser tocada por un hombre, ¿eh?

—Esto es... mierda —gimoteo —. No pares.

Él me susurra palabras bonitas en el oído, pero no escucho nada. Estoy muy perdida en mi placer. La niebla de éxtasis inunda todo. Hace círculos con su pulgar alrededor de mi clítoris, provocando un sollozo de placer.

—¿Seré el primero? —inquiere de repente.

Me muerdo el labio con tanta fuerza que duele. Logan al darse cuenta se inclina y me besa. Nuestras lenguas se enredan inmediatamente.

—Sí.

Su respiración es cada vez más pesada y maldice.

—Mierda, Ellie. ¿Estás segura?

Me aferro más a él, mis piernas se abren en una invitación. Logan traga saliva.

—No planearía todo esto si no fuera el caso.

No hay dudas en sus ojos cuando vuelve a mirarme. Se retira un segundo para despojarse de sus ropas y luego descender sobre mí. Nuestros cuerpos están pegados como dos imanes. El calor que desprende me hace sudar de la mejor manera.

Lo ansío tanto.

—Dime que también tienes listo condones.

Me río y alcanzo la pequeña caja que le robé a Roy. No creo que le afecte, él tiene una fábrica en su habitación.

—Por supuesto.

Logan niega con la cabeza, ruborizado mientras se pone el condón con impaciencia. Estoy mirándolo embobada y necesitada. Él es tan precioso. Me encargo de encender el equipo de música y suena Summertime Sadness de Lana del Rey.

El sexo será increíble, ya lo veo venir. Cuando Logan termina, vuelve a posicionarse sobre mí.

—Duele la primera vez —dice con dificultad —. Si quieres que pare, solo tienes que decírmelo. ¿Está bien? Recuerda que tienes el control. No haremos nada que tú no desees.

Asiento. Definitivamente hice una excelente elección para esta experiencia.

—Está bien.

Agarra mis caderas con ambas manos mientras se posiciona y cuento hasta tres antes de sentirlo empujar dentro de mí suavemente. Por la diosa luna... Juro que algo se quiebra en mi cuerpo, pero estoy encantada. Quiero más.

—¿Te sientes bien? —pregunta.

Le aparto el cabello rubio que cae de su frente.

—Sí —gimoteo —. ¿Puedes moverte? Por favor.

Logan se mueve y ahhhh. ¿Cómo puedo describir la sensación? Hay un delicioso cosquilleo en mi estómago que me hace estremecer en el mejor sentido.

—Lo haré —dice y se hunde más dentro de mí. Se me escapa un gritito —. ¿Ellie?

Clavo mis uñas en su trasero. Es tan dulce que se preocupe por mí. Olvida que soy una licántropo y me trata como si estuviera hecha de cristal.

—Lo estás haciendo tan bien —Mi boca se abre en más gemidos que acompañan a la música y sus gruñidos —. Sigue así, por favor. Más duro.

Logan suelta una carcajada y obedece. Sus caderas trabajan más rápido y gimo en su cuello. Todo desaparece en nuestras pesadas respiraciones, gemidos y gruñidos. Sus ojos azules recorren mi rostro, sus manos se aferran a mis muslos mientras empuja una y otra vez en mi interior.

Quiero que esto dure por más tiempo. Lo quiero a él, sin importar que el maldito destino ha decidido que alguien más sea mi compañero.

Quiero a Logan.

💚

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