Ronan.
—No debimos desperdiciar el tiempo peleándonos —dije.
Allie levantó la cabeza de mi pecho desnudo. Ambos seguíamos sudorosos y sin aliento después de nuestra reconciliación.
—¿Debo recordarte quien empezó con esto?
—Tú me seguiste la corriente.
—¿Y qué esperabas? —bufó —. ¿Qué me arrastre a ti y suplique por tu atención?
—No se trata de eso.
—¿Entonces de qué?
Enredé un mechón de su cabello entre mis dedos.
—Quiero ser ese refugio que siempre buscas cuando estés perdida. No huyas de mí, Allison.
Una pequeña sonrisa de felicidad cubrió sus labios.
—Tú también huyes de mí, Ronan.
—Lo hice una sola vez, pero entendí que estar lejos de ti es doloroso.
Lanzo la piedra al lago mientras el recuerdo se esfuma de mi mente. Le juré que siempre hablaríamos de nuestros problemas. Le pedí que no huya de mí. ¿Qué hice? Fui un maldito idiota inmaduro y la alejé. Rompí mis propias promesas, mis palabras carecen de cualquier credibilidad. Allison no volverá a creer en mí y tiene sentido.
Soy un farsante, el peor de los mentirosos.
La imagen de ella con sus ojos opacados de lágrimas me atormenta el resto del día. Trato de no pensar mucho, pero mi mente no colabora. Últimamente no soy yo, estoy cegado por culpa de mis miedos.
Tal vez Logan está dándole el consuelo que yo no pude. La tentación de oír sus pensamientos es casi irresistible, pero me niego a invadir su privacidad porque estoy celoso. Soy el responsable de nuestra pelea.
Lo correcto es respetar su espacio.
El sol se filtra a través de los árboles, el bosque es un monumento en este pueblo. Estar fuera de la barrera protectora va contra las normas, pero solo quiero un momento de silencio, perderme en mi cabeza. Tengo el collar protegiéndome y Georgie no volverá a atacarme.
Ella no es mala.
Me mostró su pasado porque estaba pidiéndome ayuda. Quiere que acabe con Demetrio y será libre. Georgie es una potencial aliada en esta guerra. La tendré de mi lado como sea.
Ambos odiamos a los mismos monstruos que nos arruinaron las vidas y haré lo imposible para que paguen. Primero me aseguraré de que Demetrio obtenga su merecido. El dios de la oscuridad es otra historia y pagará caro.
Muy caro.
Axel Karlsson no está siendo nada amable con Demetrio y disfruto saber esa información. Espero que electrocuten ese trasero depravado todos los días.
Me recuesto contra un árbol, quito mi cámara de su colgante y empiezo a observar las innumerables fotos de Allison en la biblioteca. Mi chica sobre la mesa, sus labios hinchados y los brillantes ojos verdes que me tienen loco. Estudio su cara, los ángulos que forman un cuerpo suave y hermoso que me convierten en un idiota. Piel que espera mi toque y una boca dulce que implora mis besos.
Allie...
Asimilo de nuevo los hechos y me paso la mano por el pelo. Actué como un imbécil, di a entender que no la quiero cerca y ahora todo el peso de lo que significa nuestra distancia me golpea. Necesito frenar mis emociones e impulsos.
Necesito ser más fuerte.
—Fuimos claros cuando pedimos que no se alejen de la barrera —Habla una voz dócil y demandante.
Apago mi cámara y miro sobre mi hombro. Arianne Laroux me da una expresión reprobatoria e intimidante.
—Solía perderme en el bosque antes de conocerlos —susurro —. Es mi lugar favorito para olvidar mis problemas. Es terapéutico.
Arianne asiente porque ella me entiende perfectamente. Pasó por el proceso de negación cuando era más joven. Le costó aceptar sus poderes y adaptarse. Sintió las mismas inseguridades, miedos y dolor. Temía perder a la persona que más amaba por quién era, no quería destruir a Asher.
Sin embargo, afrontaron sus dificultades y tienen una hermosa familia.
Juntos.
—Los problemas psicológicos también son importantes —expone —. No podrás aprender a controlar tus habilidades si tu cabeza no está en orden. Ambas deben estar en el equilibrio perfecto.
Un hoyo se abre en mi estómago.
—Hazle entender eso a mi cerebro. Está más perdido que nunca.
Arianne toma un paso en mi dirección.
—Los primeros días son difíciles, pero después todo será menos exhaustivo. Entiendo que no tienes el control y actúas por culpa de tus impulsos —reflexiona —. La ira no ayuda tampoco.
Mis hombros caen con un suspiro.
—La ira es mi pecado capital —recalco —. Me enojo con una facilidad que no podrías entenderlo.
Sus labios forman una sonrisa incrédula.
—¿Estás diciéndole eso a una mujer que quemó bosques por ira?
—Lo siento.
Su mirada se ablanda.
—No te preocupes —dice —. Veo en ti tanto de mí que me asusta. La oscuridad es demasiado tentadora y muchas veces sucumbimos a ella. La sed de poder nos vuelve sedientos y retorcidos. El mundo es un lugar difícil para seres como tú y yo, Ronan.
El silencio se pronuncia en el bosque, salvo el ruido del claro.
—Lo sé desde que era un niño.
—Nunca dejaré de sentirme culpable por la forma que reaccioné anoche.
Niego.
—Estás protegiendo a tu hija y fuiste sincera —Toco el estuche de mi cámara —. No sirve de nada pretender que no soy un grave problema.
Arianne me frunce el ceño.
—Recuerda que todo tiene solución en nuestro mundo, incluso la muerte —murmura —. El objetivo es que toques a Allison sin drenar parte de su energía. Necesitas centrar a tu mente para que sea posible.
Tomo una respiración profunda.
—Aún no me siento capaz.
Se cruza de brazos y juntos contemplamos el claro. El clima es relajante, extraño esas épocas dónde era ignorante sobre muchas cosas y simplemente podía disfrutar de lo que me rodea. Hoy desconfío hasta de una piedra.
—Es cuestión de tiempo para que seas capaz —Extiende su mano y acepto sin inseguridad. Mi intuición sabe que no voy a lastimarla —. Se necesita mucha fuerza de voluntad y ganas. Tú tienes de sobra, Ronan.
Una bruma de humo gris rodea nuestras manos, pero Arianne no está afectada en lo más mínimo. Su expresión tranquila no cambia. La luz en su alma es tan pura que nunca será opacada por nada.
Ni siquiera por la oscuridad que abarca.
—¿Quieres lastimarme? —interroga —. ¿Quieres matarme?
Intento alejar mi mano, pero se niega a soltarme. ¿Qué clase de pregunta es esa?
—¡Claro que no! —contesto, horrorizado —. Nunca te lastimaría intencionalmente.
Una sonrisa amable se forma en sus labios y libera mi mano. La capa de humo se disipa en la nada.
—Mantén los mismos pensamientos cuando toques a Allison —señala —. Cierra tus ojos, respira profundo y recuerda quién eres. Tu pasado jamás te definirá, solo tú le das sentido a tu identidad. Se trata de encontrar la luz en medio de tanta oscuridad.
Aclaro mi garganta.
—Suena muy fácil, pero no lo es.
—Regla número uno —Levanta sus dedos cuando habla —: No seas pesimista porque atraes a las malas energías. Regla número dos: cree en ti mismo y nunca pierdas la fe. Regla número tres: no intentes pasar por este procedimiento solo. Tienes que aceptar que necesitas la fuerza de tu compañera.
—Allison no tiene fuerzas cuando estamos juntos.
Predigo sus palabras antes de que salgan:
—Tampoco cuando están separados. No subestimes la fuerza de mi hija, ella no es una frágil paloma que debes cuidar siempre —Hace una pausa —. No trates de encerrarla en una jaula, Ronan. Allison no lo apreciará.
Mi corazón tartamudea.
—Quiero cuidarla.
—Apartándola no es una forma —Me enseña sus manos cubiertas de fuego y miro con fascinación las llamas —. Quise alejar a Asher muchas veces. Creía que lo mataría si sentía mis emociones y recurrí a un medio doloroso.
Conozco la historia sin que me lo cuente. Se encontraban en una de las épocas más duras de sus vidas. Arianne estaba enfrentándose a un enemigo poderoso y había posibilidades de que muera en la batalla. No quería que Asher tuviera el mismo destino. Regular el lazo fue un acto de amor muy valiente y puro.
—¿Cómo te sentiste cuando no pudiste escuchar sus pensamientos? —inquiero.
Una pequeña y triste sonrisa forma sus labios.
—Destruida —responde —. Seguía teniéndolo cerca, pero se sentía tan lejos. Una parte de mí estaba muerto y vacío. Perder a Asher de esa manera fue horrible.
Su sufrimiento es contagioso.
—Y trágico —añado.
Se toca el cuello dónde el mismo amuleto que utiliza Allison reluce.
—No fuimos los mismos después y nos costó encontrar fuerzas para salir adelante —sonríe débilmente —. Me arrepentí por alejarlo y no aprovechar todos esos momentos de complicidad que teníamos en nuestros pensamientos. Odié perder el privilegio de oírlo en mi cabeza.
No disimulo mi rostro lleno de culpa. Mi opinión sobre el lazo es distinta. Yo... lo considero invasivo, una molestia hasta cierto punto.
—Mi punto es que no desaproveches tu tiempo con Allison —continúa Arianne —. Sé que estás asustado porque temes herirla, pero te prometo que encontraremos una solución. Estar separados no es una buena elección, Ronan. Se lastiman, ambos sufren.
El dolor y el anhelo se apoderan de mí. No puedo objetar porque ella sabe cuánto estoy sufriendo por dentro, aunque trato de creer que estaré bien. Pasaron horas, pero anoche fue terrible dormir sin su cuerpo sobre el mío.
Extrañé escuchar su respiración, su aroma, los ruiditos de satisfacción que hace cuando la rodeo con mis brazos, los latidos de su corazón y su sonrisa inconsciente mientras duerme.
Extrañé a Allison.
—Ni siquiera puedo tocarla.
—Mila está buscando una solución—asegura.
De nuevo la bruja. ¿Qué seríamos sin la gran Mila?
—¿Cuánto tiempo le tomará?
—Lo necesario —contesta Arianne—. Debilitan a los enemigos cuando están unidos. Por favor, no permitas que tus inseguridades arruinen la confianza que construyeron.
Presiono las puntas de mis dedos contra mis sienes y respiro hondo.
—Hablaré con ella hoy.
Me tiende una sonrisa agradecida.
—Tú y yo trabajaremos juntos para controlar lo que eres —musita —. No creas ni un por segundo que estás perdido, la luz siempre opaca a la oscuridad. Recuérdalo.
Cierro los ojos por un instante, tratando de orientarme.
—¿Y por dónde empezaremos? Soy un desastre.
—Primero tienes que aceptar lo que eres —masculla —. Corta con la autocompasión y deja de pensar que el mundo gira solo a tu alrededor. Estuve en ese mismo lugar antes.
¿Autocompasión? Me ofende, pero una vez más su boca está llena de razón. Debería frenar a mi lado mártir. Nada cambiará que mi padre sea un monstruo y mi madre no mejorará con lágrimas. El mundo sigue siendo una porquería.
Mi única salida es darles batalla a mis problemas.
Arianne arranca una hermosa amapola cerca del claro y lo convierte en cenizas con su puño. Veo a la flor morir fácilmente en su mano.
—Así como tú destruyes parte de la vida, Allison es capaz de devolverla —Me recuerda y la flor renace en su mano mucho más hermosa. Sus pétalos son de un color naranja muy vivo —. La debilitas, sí, pero ella vuelve a regenerarse. Esta mañana no vi las marcas en su cuerpo.
Mi corazón late como un pequeño tambor.
—El proceso de curación es mucho más lento cuando la rozo.
Me disgusta pensar en cuando contemplé su cuerpo hoy. Su piel estaba intacta y su rostro asustado como un venado porque ella esperaba mi reacción furiosa.
—Y tu toque aun no es tan letal porque eres un novato —Los ojos verdes de Arianne resplandecen —. Imagina lo que podrás hacer cuando sepas controlarlo completamente. No te resistas, Ronan. Será mucho peor si odias tus dones.
Me río sin un gramo de diversión.
—Dones —resoplo.
—Sí, dones —dice Arianne —. Tu magia es algo que no hemos experimentado nunca. Eres un enigma y no sabemos qué esperar.
Asiento para demostrar que estoy escuchando.
—Pero estamos muy seguros de que amas a Allison —Una sonrisa dulce asoma sus labios —. El hecho de que pienses en ella antes que tus necesidades es hermoso.
La emoción burbujea en mi interior.
—La quiero —admito. Es la primera vez que lo pronuncio en voz alta.
—Lo sé —Alcanza de nuevo la mano que no sostiene la cámara y me mira fijamente —. Necesito que cierres los ojos y te concentres en el sonido que nos rodea. No pienses que eres ruin ni defectuoso. ¿Hay algo de Allison que te gusta mucho?
El calor recorre mis mejillas y la sonrisa me traiciona mientras cierro los ojos.
—Su confianza —respondo —. Ella sabe que puede con todo y nunca se da por vencida.
La risa de Arianne me hace mirarla.
—Allison ve la maldición que Catalina puso sobre ella como una guerra y se niega a perder —musita —. A veces cae, pero siempre logra levantarse. Heredó la Fortaleza de su padre porque yo nunca he sido determinante. Solía acurrucarme en un rincón y llorar.
Lamo mis labios.
—No te quites el mérito, aprendiste a ser fuerte.
Suelta nuestras manos y la capa de humo inmediatamente cubre mis brazos antes de diluirse en el aire. Me enseña las palmas intactas. Sin señales de lesiones, nada.
—Mi fuerza es diferente al de Allison—explica —. Tú la lastimas inconscientemente porque consumes la oscuridad de Catalina.
Miedo corta a través de mi estómago y es difícil respirar. No me gusta cómo suena eso, aunque sí la parte que consumo a Catalina. Ojalá pudiera acabar con esa bruja y liberar de una vez a Allison.
—Si lastimo a la bruja, lastimo a tu hija.
Dolor y pena cubren los ojos de Arianne.
—Si matas a Catalina, matas a Allison —añade —. Ambas están vinculadas.
Mi pecho se retuerce mientras veo la mirada de sufrimiento en su expresión, porque es la misma mirada que he visto hoy en la cara de Allison. Ya lo sabía, pero oír otra afirmación hace que sea aún más real.
Será difícil otorgarle la libertad a su hija.
—Tiene que haber una forma...
—Sí —concede Arianne —. Trabajaré hasta el final de mis días para devolverle a mi bebé la vida que perdió.
Me trago la bilis que sube a mi garganta y la abrazo sin dudar. Arianne se afloja en mis brazos.
—Trabajaremos juntos —aseguro con determinación —. Lo prometo.
💚
Allie.
La última vez que tuve un momento feliz con Logan fue en Canadá. Antes de ser novios, éramos mejores amigos. Estuvo a mi lado esos días dónde no me soportaba a mí misma y me alentó a hacer cosas que no me animaba.
Logan fue mi soporte en la vida humana.
Creía en mí, era mi máximo admirador y me contemplaba como si fuera la joya más preciada. Su mirada no ha cambiado a pesar de que estoy con alguien más. Él me sigue queriendo, lo veo en sus ojos azules. Su amor siempre transparente.
—Romperé su cara por hacerte llorar —dice, enojado.
No contengo mi risa divertida. Adoro a Logan, pero él jamás podría con Ronan quien es un semidiós. Mi ex solo es un humano de buen corazón.
—Te quiero, Logan, pero tú no podrías con Ronan —murmuro —. Ni siquiera intentes pelear con él. Es una batalla perdida.
Caminamos juntos por la plaza del pueblo mientras disfrutamos la vista. New Hope es distinto a Vancouver. Rezuma tranquilidad cuando los Karlsson sabemos que es todo lo contrario. Hay sangre en cada rincón, las tierras fueron profanadas como dijo mi abuelo Josh.
El mal lo convirtió en su hogar.
Dudo que este pueblo vuelva a tener paz algún día. Me pregunto hasta cuando los Karlsson soportaremos ser los guardianes. Algo en mi cabeza asevera que no será por siempre. El cartel tachado con el rostro de mi abuelo es una afirmación.
Los habitantes ven su mandato como una tiranía.
—Me encanta tu fe en mí, Allie.
Logan notó mis ojos repletos de lágrimas apenas abandoné el gimnasio dónde hablaba con Ronan. Me conoce perfectamente bien, no dejará pasar el tema. Su instinto protector siempre sale a flote conmigo.
—No quise hacerte sentir mal —aclaro —. Ronan es... diferente.
—¿También es una especie rara como tú? —indaga Logan —. ¿Tiene algún súper poder?
¿Cómo le explico? Saldrá corriendo, aunque pensándolo bien no debería subestimarlo. Aceptó la situación mejor de lo que esperaba. Creí que nunca me vería igual. Nuestro último adiós estuvo lleno de tristeza.
—Es difícil de explicar —musito.
—No soy de cristal, Allie —Su atención vuelve a mí y puedo sentir ese escrutinio como un láser quemándome la piel —. Pasé por situaciones que no puedes imaginar. Descubrí que mis padres están locos y quieren obligarme a ser como ellos.
Siento una oleada de tristeza invadirme. Deborah Michaels ha juzgado mi pasado cada vez que tenía oportunidad. Me llamó golfa, insignificante y actuaba como si le importara el corazón de su hijo. Qué ironía, la hipócrita resultó ser ella. Quería utilizarme como sacrificio y no le tembló las manos para matar a animales con su marido.
—Eso te motivó a huir —asumo.
Logan asiente con sus manos en los bolsillos.
—Fue impactante para mí descubrir cómo obtuvieron la fortuna familiar —masculla, temblorosamente —. Había mucha información en la oficina de mi padre, detalles de cómo hacían el ritual a este dios pagano.
Una chispa de miedo me atraviesa. Y pensar que Ronan es hijo del enemigo...
—Deberías estar en la escuela de leyes —digo, deteniéndome bajo un árbol. Logan hace lo mismo y nos sentamos en una cómoda banca —. Lamento que tu vida se haya complicado de esta manera.
Él se rasca la nuca.
—Todo sucede por algo, ¿no?
Me giro para mirarlo, sus ojos azules clavados en los míos con una intensidad que me pone la piel de gallina.
—Mi familia va a protegerte —aclaro mi garganta —. Tienes lo necesario para sobrevivir y puedes quedarte en la Fortaleza hasta el tiempo que creamos conveniente.
—No creo que se detengan pronto, mis padres saben que estoy aquí —suelta un pesado suspiro —. Trataron de matarme, pero tu tío Brent logró detenerlos. Van a cazarme como a los animales que suelen sacrificar.
Dioses... Nuestra casa en Canadá está más vulnerable que nunca. Mamá no me lo dijo, pero sé que mi tío Brent regresó a su clan. Él no quiere exponerse más. ¿Por qué mi familia es tan malditamente problemática?
—Hey, tú estarás bien —Lo abrazo inmediatamente y él no duda en devolverme el gesto —. No tengo idea de cuándo terminará todo, pero siéntete como si estuvieras en tu propia casa.
Logan acaricia mi cabello y suelta una risa aguda.
—Estoy viviendo con mi ex novia y su actual pareja —comenta —. Lo normal.
Lo empujo suavemente, la vergüenza tiñe mis mejillas.
—Tú tampoco perdiste el tiempo —añado —. Anoche estabas muy entretenido con Ellie. Los vi besándose.
Se pone más rojo que un tomate y ríe nerviosamente.
—Ellie es... divertida y muy dulce.
Una sonrisa lenta se dibuja en mi rostro.
—¿Te gusta?
Hay un breve silencio.
—Es muy pronto para responder a esa pregunta.
Me muevo en el banco, jugueteando con las puntas de mi cabello. No me molestaría que se dé otra oportunidad con mi prima. Ellie es una chica grandiosa y Logan sabrá cuidarla. Rogaré para que no se rompan los corazones como en el caso de Melissa y Tristan.
—Estoy hablando con mi ex novio sobre su actual conquista —bromeo —. Lo normal.
Mierda, me arrepiento de inmediato por decirlo en voz alta.
—Tú no fuiste una conquista más, Allie —susurra.
Mi corazón se hunde en mis entrañas.
—Logan...
Se frota el rostro con las manos antes de darme una señal de pura angustia.
—Necesito sacarlo de mi pecho —empieza —. Le he dado vueltas al asunto y no puedo más.
—¿Qué cosa?
—Si no existiera el lazo...
Cubro su boca con mi palma, implorando que no diga más. Está cavando su propia tumba.
—Detente, Logan —Lo interrumpo —. Ronan siempre será mi presente y mi futuro. Nada cambiará eso. Yo...
Me mira con ojos azules decepcionados y quita mi palma de su boca.
—Lo quieres.
Mi respuesta es inmediata:
—Sí.
Su expresión de dolor me hace sentir más culpable. No debí venir, pero esta conversación la necesitábamos. Logan no puede seguir ilusionándose, yo jamás volvería con él. Mi destino está escrito y no deseo cambiarlo por nada de este mundo.
Ronan es todo lo que quiero y necesito.
—Supongo que es un tipo de amor diferente a lo que sentías por mí.
Aprieto mis labios y me giro, negándome a dejar que vea mi culpa y vergüenza.
—Siempre te querré —musito —. Lo siento tanto, yo...
Frena mis palabras con una negación. Sé que una disculpa no es suficiente, pero tiene que saber que nunca quise herirlo intencionalmente.
—Deja de disculparte, uno no controla lo que siente —Me estrecha de nuevo en sus brazos —. No puedo prometerte que te olvidaré pronto, pero siempre tendrás un apoyo en mí, Allie.
Sus palabras son sinceras, sin resentimientos ni malicias. Es el Logan que conozco, mi mejor amigo.
—Gracias por ser como eres —Hablo en su pecho —. No tienes idea de cuánto necesitaba esto.
Apoya su barbilla en mi cabeza mientras vemos pasar a las personas caminar. Es el único desahogo que encuentro en este instante, su apoyo incondicional.
—Aprovecharemos el tiempo que esté aquí —Ríe —. Aún estoy enojado con él, no debería hablarte de esa forma.
Mastico mi labio.
—Ronan es... muy complicado.
Una risa sardónica sacude su pecho.
—Y te tiene rendida —asume —. La Allison que conozco jamás lloraría por un chico.
Me aparto y estudio sus ojos azules como el océano.
—Ronan es...
—Diferente, lo sé —me corta —. Trato de entenderlo, pero no lo consigo. Debería sentirse privilegiado por tenerte.
Desliza sus dedos por mi cara, sin decir otra palabra, solo rozando sus dedos a lo largo de mi mandíbula.
—Siempre habrá problemas en una relación.
—En la nuestra había pocas.
Mi celular empieza a vibrar en medio de mi escote y lo busco precipitadamente. Doy las gracias a quien está salvándome. Logan se ríe.
—Algunos hábitos nunca cambian —dice en tono burlón.
Ruedo los ojos y contesto la llamada sin fijarme de quién trata. Gracias a los dioses.
—¿Hola?
—Allison —Es mi padre —. Me acaban de informar que estás en el pueblo y necesito que me hagas un favor. Es importante.
Me pongo de pie con el celular presionado a mi oreja.
—¿Qué sucede?
Logan me mira confundido e intrigado.
—Tu tío Andrew encontró cosas extrañas en el cuerpo que sacamos ayer de la mansión Dumont —anuncia —. ¿Crees que podrías echarle un vistazo? Tu madre y yo estamos en un asunto con Aden.
Oh. Esto me da mala espina.
—Por supuesto que sí—espeto —. Cuenta conmigo para lo que sea. Te mantendré informado.
Oigo su fuerte suspiro. Me pone feliz que confíe en mí lo suficiente para este tema. Él y mamá acostumbran mantenerme al margen.
—Gracias, princesa. No llegues tan tarde, tu novio y tus primos harán una invocación.
Inmediatamente vuelvo a sentirme miserable. «Mi novio». Sonaría mucho mejor si no estuviéramos peleados.
—Descuida, papá. Te veré más tarde —Fuerzo una sonrisa —. Dale besos a Amy de mi parte.
—Te amo.
—Y yo a ti.
La llamada concluye y dirijo mi atención en Logan.
—Debemos ir a la morgue —manifiesto —. Se presentó algo importante y necesitamos ver qué sucede.
Estrecha los ojos.
—¿Una morgue?
Camino hacia la Bugatti que se encuentra estacionado a poca distancia. ¿Qué encontró mi tío Andrew? ¿Qué puede salir mal con un cadáver?
—Mi tío Andrew trabaja ahí —explico —. Está examinando un cuerpo que encontramos en la mansión Dumont.
La cara de Logan palidece.
—¿Es el padre de Ellie?
Lo miro con nada más que indignación. Mencioné un cuerpo y la morgue, pero solo se preocupa por el padre de Ellie. Genial.
—No me digas que le tienes miedo a mi tío.
Lleva los dedos a su cabello rubio.
—Si tu padre es un celoso sobreprotector, no me quiero imaginar al resto de tus tíos. Demostraron ser intimidantes el primer día que me presenté en la Fortaleza —Hace gestos con las manos a medida que habla —. El padre de Ellie tiene esa expresión asesina de «No toques a mi hija o te mato». Estoy bastante seguro de que también sabe sobre el beso.
Resoplo una carcajada.
—Relájate —bufo —. Mi tío Andrew es más tolerante de lo que crees. Además, me tienes a mí. No permitiría que nadie te lastime.
Logan alcanza mi mano y deposita un beso en la palma.
—Nunca has cambiado.
Me encojo de hombros.
—Y no pretendo hacerlo.
Llegamos a la Bugatti y subimos para dirigirnos a la morgue que se encuentra ubicado a solo diez minutos. Apenas llegamos somos recibidos por mi tío Andrew y nos lleva inmediatamente a la fría habitación. Ni siquiera mira a Logan porque parece muy estresado y hay bolsas bajo sus cansados ojos azules.
Trabajó toda la noche, sin ninguna pausa. Pobre hombre.
—Hola, tío Andrew —Lo saludo con un breve abrazo —. Mi padre me envió para investigar qué sucede con la desconocida. ¿Qué encontraste?
Él se frota el cuello ansioso. El olor a alcohol en la fría habitación hace picar mi nariz.
—Tienen que verlo con sus propios ojos.
—Señor Karlsson —gesticula Logan.
Mi tío asiente hacia Logan antes de acercarse a la mesa clínica en medio de la habitación. Aparta la sábana del cuerpo y reprimo mis ganas de vomitar. Oh, Dioses...
—Tomé incontables fotografías y apuntes, pero no sé qué hacer —espeta mi tío, frustrado —. Nunca vi algo como esto.
—Mierda... —Logan se estremece.
No tengo idea sobre autopsias, pero el interior del cuerpo está casi vacío. Sin órganos como el riñón o el corazón. Su piel es gris y ampollas cubren sus brazos. Mi tío enciende una pequeña linterna y señala los pies.
Más ampollas y llagas.
—En la mañana empezó a tener llagas en todo el cuerpo —Mi tío parece asustado —. Siento decirlo, pero temo que la magia oscura está involucrada en el tema. Sacamos el cuerpo de la mansión Dumont, no me sorprendería.
Logan mantiene la boca cerrada.
—Es como si estuviera cambiando —susurro.
Los ojos de mi tío se acentúan y toca el cabello de la chica con sus manos enguantadas.
—Ayer tenía un olor apestoso y hoy igual a pesar de que la limpié.
Fijo mis ojos brevemente en Logan quien está pálido como la difunta. Él no sabe lo jodida que es mi familia y todo aquel que nos rodea.
—Sugiero que encierres al cuerpo hasta averiguar qué está sucediendo —Le digo a mi tío —. No quiero que te lleves una sorpresita en la morgue.
Mi tío suspira y un rastro de temblor sacude su cuerpo.
—Odiaría que sucediera cuando estoy solo.
Me cuesta reprimir mi sonrisa, pero lo admiro mucho. Cada Karlsson conoce los traumas de mi tío Andrew. Él a pesar de sus fobias estudió una carrera que le ayudó a superar sus peores miedos. Es tan dulce, gentil y valiente. ¿Qué seríamos nosotros sin sus chistes fuera de lugar? Es un ángel en forma de pervertido.
—Deberías tomar un descanso —increpo —. Te ves fatal. No creo que a tu esposa le guste verte así.
Cubre el cuerpo con la sábana y deposita los guantes sobre su mesa de instrumentos.
—Tengo un mal presentimiento —admite —. El señor de las sombras prepara algo grande.
Mi estómago salta por los nervios, la incertidumbre me agrede al igual que el miedo. Ese monstruo empezó hace tiempo con sus ataques y apenas estamos notándolo.
—Espero que estemos listos—Es lo único que me atrevo a decir.
El rubio se posiciona a mi lado.
—Tiene aspecto de zombi —comenta Logan.
Mi tío está a punto de tener arcadas.
—La pondré en el lugar más seguro de la morgue. Nadie tocará ese cuerpo.
💚
Roy.
Hoy definitivamente no es mi mejor día.
No tuve ánimos de ir a estudiar, lo único que puedo hacer es pensar en Sadie. Prometió que me llamaría, pero mi celular no ha sonado el resto de la mañana ni la tarde. Esta ansiedad me está consumiendo, devorándome como un gusano.
Una parte de mí conoce su decisión y lo aceptaré a pesar de que me cueste. Solo ella tiene el poder de elegir, la apoyaré en todo sin importar lo mucho que me duela. No está lista para llevar una responsabilidad tan grande.
Y yo tampoco.
Me quedo mirando el techo cuando mi celular emite un pitido. Vídeo llamada entrante.
¡Al fin!
Presiono el botón de aceptar y segundos después veo la cara de Sadie iluminar la pantalla. Sus ojos están rojos por el llanto, su cabello está atado de manera desprolija. La culpa me sacude, haciéndome odiar a mí mismo.
Debí ser más cuidadoso y no ponerla en este escenario.
—Roy —Su voz es de grava sobre vidrio: peligrosamente cerca de romperse —. Fue una decisión difícil de tomar y estoy triste por ello. Lamento que la situación no sea diferente
Mantengo mi rostro estoico, sin demostrarle que por dentro también me estoy quebrando.
—No lo quieres tener —digo, un nudo se forma en mi garganta.
Las lágrimas brotan en su hermosa mirada gris, cayendo por sus mejillas como un río.
—Lo siento tanto, Roy —Se disculpa entre sollozos —. Realmente quise intentarlo, pero no estoy lista. Yo... no puedo.
Quiero atravesar esa pantalla, estrecharla entre mis brazos y consolarla. Ni siquiera debería disculparse por su decisión.
—¿Segura?
Asiente débilmente.
—Sí.
—Está bien —susurro —. Está bien, Sadie.
El pesar en su voz hace que pierda la calma. Las lágrimas que he estado reteniendo se deslizan por mis mejillas y parece desdibujarla ante mí.
—Tengo una cita con el médico dentro de dos días —solloza —. Quiero terminar lo antes posible.
Mi corazón se hunde cada vez más.
—Iré —sentencio.
Escucho su suave sollozo a través de la línea.
—¿Para qué? No es necesario que vengas.
—No te dejaré sola. Quiero sostener tu mano cuando sea el momento, Sadie Stone.
Se cubre la cara, su cuerpo tiembla mientras llora libremente. Joder... tomaré el primer vuelo mañana e iré a Canadá. No me importa que el mundo esté cayéndose a pedazos. Soy responsable como ella. No pasará por el proceso sola, sostendré su mano mientras le muestro mi apoyo incondicional.
Sadie vale la pena.
Quiero decirle algo que pueda borrar su agonía, calmar sus días de dificultades, pero mi voz no funciona al igual que mis pulmones.
—Soy una persona horrible —Su susurro se fisura con una incredulidad que me rompe el alma.
—No —Le digo inmediatamente —. Estás en todo tu derecho a decidir, Sadie. No te sientes lista y nadie va a juzgarte. ¿Me oyes? Solo tú tienes el poder de elegir. Solo tú.
La culpa es tan intensa en su mirada que me despedaza.
—Te esperaré.
Le ofrezco una débil sonrisa.
—Estaré ahí mañana.
Besa la pantalla de su móvil y sonrío más ampliamente.
—Eres un ángel, Roy Karlsson.
—Tú también, Sadie Stone —Devuelvo el gesto —. Te veo mañana.
Sorbe por la nariz.
—Estaré aquí.
Me acurruco en mi cama al finalizar la llamada y abrazo mi celular contra mi pecho. Tengo diecisiete años, muchos se sentirían aliviados en mi situación, pero yo estoy devastado. Arruiné la vida de Sadie y jamás me lo perdonaré.
Jamás.
💚
La noche cae cuando el caos se ralentiza. Mamá golpeó mi puerta varias veces, pero no me sentí capaz de abrir. Me siento destrozado emocionalmente. No por mí. Sufro porque a Sadie le costará superar este evento.
Será un recordatorio que estará presente el resto de su vida. Espero que con el tiempo sea más fácil para ella, aún tiene mucho por vivir. Ya tendrá otros hijos cuando realmente quiera y se sienta lista.
Me reúno con los demás cuando el cielo se oscurece. La invocación se llevará a cabo en el sótano de la Fortaleza. Mi madre se encargó de preparar todo con ayuda de Mila. Hay un círculo grande de sal rodeada de cuatro velas rojas y en el centro una pequeña fogata.
Mamá, Raven, Ava, Mila, Ronan y mi tía Arianne están presentes. No creí ver a la última aquí.
—Al fin, hermanito —Raven se precipita a abrazarme —. Estábamos esperándote.
Mi sonrisa es dolorosa y forzosa. Ronan me mira con esos extraños ojos grises. Hay preguntas en su rostro, pero no hace ninguna. Imagino que el cerebrito adivinó qué me sucede.
—Lamento la demora —me disculpo y ojeo a mi tía Arianne —. ¿Ella será de ayuda?
Mila asiente, mi tía Arianne me muestra una expresión ofendida.
—Mi conexión con la tierra hará que sea más fácil la invocación —explica ella —. Allison no puede asistir así que tomé su lugar. Un druida siempre es bueno en estas situaciones.
Ronan se cruza de brazos con sus ojos fijos en el círculo. Alguien lo arruinó de nuevo, ¿eh?
—Raven entrará en el círculo —señala mi madre —. El espíritu se puso en contacto con ella y solo ayudará si la ve presente.
Aprieto los labios. No me gusta que mi hermana se exponga a esto. Mierda, Ava ni siquiera debería estar presente, pero la mocosa es más terca que una mula. Mis padres pocas veces rechazan sus peticiones.
—Las ofrendas harán que ella se sienta tranquila —Habla mi hermanita de catorce años —. Sabrá que tenemos buenas intenciones —Apunta a Ronan —. El médium de aquí nos dirá si miente o no.
Observo los objetos con una sonrisa divertida.
—¿Qué son? —Trato de tocar las ofrendas en el círculo, pero mamá me da un manotazo —. ¿Miel y flores? Esto es un chiste.
Mila rueda los ojos.
—Mi abuela solía ofrecer cigarros y alcohol. Es una muestra de gratitud.
Me rasco la barbilla.
—Ya, ya. ¿Podemos empezar?
Raven se sitúa en el círculo mientras mi tía Arianne toca el suelo.
—Sosténganse las manos —ordena Mila y obedecemos —. Con ayuda de la noche nuestra energía será más fuerte.
Golpeo suavemente a Ava en la cabeza.
—¿Qué demonios haces aquí?
Ava podría matarme con esa mirada furiosa. Sus puños se aprietan y me gruñe como un perro rabioso. ¿Eh? Es la consentida y es mi deber cuidarla cuando mi padre no está presente.
—Mamá dijo que podía ser parte.
Le lanzo una mirada dudosa a mamá quien se encoge de hombros.
—Ava no es una niña, Roy. Ella necesita experimentar lo que somos para el futuro.
Juraría que mi padre no estuvo de acuerdo, pero mamá manda y nadie la contradice jamás.
—Perfecto —digo entre dientes.
Ronan suspira.
—Tranquilo, ella estará bien.
Si el médium más dotado de la casa lo afirma no hay nada más que decir.
—¿Podemos empezar, por favor? —pregunta Raven, impaciente.
Mamá asiente.
—Ubícate en el sur—marca —. El portal de los muertos estará abierto por dos minutos y debemos ser rápidos.
Raven obedece mientras los nervios cubren su cuerpo y mira hacia la dirección del sur. Esta es la primera vez que invocamos a un espíritu y estoy aterrado. Puede salir bien o mal. No tengo idea. Espero que después no lidiemos con otro Poltergeist vengativo como Georgie.
Ronan me aprieta la mano un segundo antes de que Mila hable en un idioma que no comprendo. La tensión me aborda, la inseguridad es abrumadora cuando los minutos pasan a diez y después una figura parpadea dentro del círculo con Raven.
Mierda...
La fantasma mira fijamente a mi melliza y me trago las ganas de gritar. Al instante miles de emociones me sacuden: miedo, enfado, tristeza, confusión. Si ella lastima a Raven...
—¿Mirabella? —pregunta Raven en voz baja.
Ella debería perder el conocimiento, pero se muestra más relajada que nunca. La muerta ante sus ojos tiene la cara cubierta de sangre, ropa rasgada y piel con tierra. Su olor nauseabundo inunda el sótano.
—Sí —llora la chica —. Eres tú.
Un nudo se me forma en la garganta.
—Te llamamos porque queremos ayudar —Habla mi hermana —. ¿Qué pasa con los cuerpos que están en el sótano de la mansión Dumont? Sé que fuiste asesinada por Demetrio.
La chica asiente.
—Conocí a un chico en línea, él me citó a un hotel, pero nunca llegó —Se le quiebra la voz —. Regresé caminando sola a mi casa y cometí el peor error de mi vida. Fui secuestrada.
Visiones de ella se reflejan en mi cabeza, inundándome con su sufrimiento. Ella caminando sola en la carretera y un hombre arrollándola con su auto. Después se encuentra en un sótano amordazada y atada cuando despierta.
Demetrio la golpeó con un bate de béisbol después de violarla. El hedor a orina y vómito se adhieren a mi piel como si estuviera en el mismo sitio. Mi cabeza duele, solo Ronan me impulsa a volver.
—Lo siento mucho, Mira —dice Raven.
Sus lamentos apenas le permiten hablar.
—Mi cuerpo y mi alma están atrapados en ese lugar. Nadie puede salir de ahí cuando entra, él nos retiene. Quiere usarnos para ser sus experimentos y sirvientes.
La compasión y el dolor me traspasan.
—¿Hablas de él? —inquiere Ronan —. ¿El dios de la oscuridad?
Ella asiente con los ojos cerrados, tratando de borrar el recuerdo.
—Sí —contesta Mirabella —. Nos tiene atrapados a todos, pero va a soltarnos cuando sea el momento.
—Es como un ejército de muertos —interfiere Ava —. Durante siglos los cuerpos fueron acumulándose en el sótano. El dios se alimenta de sus almas y después ellos quedan a su merced. No tienen control de sus pensamientos, ni cuerpos. Él los manejará como títeres.
Mi expresión de miedo cambia a una de horror. Este monstruo está organizando una guerra.
—¿Cómo podemos detenerlo? —pregunta Ronan —. ¿Cómo?
—El tiempo se agota —espeta mi tía Arianne —. Debemos cerrar el portal.
—Apaguen las velas —ordena mamá. Mila mantiene cerrado los ojos mientras sigue recitando las oraciones. ¿Es celta? Definitivamente.
Mirabella libera un sollozo.
—No tengo idea —Mira a Raven —. Por favor, libérame. Sácame de ahí.
Las velas se apagan y se desvanece. Simplemente desaparece y la oscuridad inunda el sótano. Mi corazón late rápido contra mis costillas cuando suelto la mano de Ronan.
—Habrá una guerra —dice Ava —. Y él ya tiene a su ejército.
Ronan está quieto como un objeto inanimado.
—Sí.
Mi tía Arianne enciende las antorchas del sótano.
—Andrew estudió el cuerpo que encontramos ayer —murmura —. Y lo peor es que tenía aspecto de zombi.
¿Esto puede ponerse peor? Mamá mira a Mila.
—Ese cuerpo es manipulado por el señor de las sombras —dice mamá —. Llamen a Andrew e infórmenle sobre la situación.
💚
Ronan.
Ya perdí la cuenta de los líos que están acumulándose. Hay veces dónde pienso que todo va a mejorar, pero un nuevo obstáculo se presenta y mata a cualquier esperanza. Es difícil mantener la fe en estos tiempos crudos, más para alguien que es pesimista desde su nacimiento.
La mala suerte me persigue.
Son casi las nueve de la noche y no he parado de mirar el reloj. Mi ansiedad incrementa con cada tic toc. ¿Dónde está Allison? Observo desde la ventana de mi habitación, mi pie golpea ansiosamente el suelo.
Escucho a los Karlsson disfrutar la cena con mi madre a pesar de la invocación. La fantasma no mintió sobre los eventos que están acercándose. El monstruo acumuló por milenos cuerpos que podrán ser manipulados como muñecos de trapos. ¿Pretende contaminar aún más el pueblo? ¿Qué quiere realmente?
—Te estás perdiendo la cena, cachorro —Roy asoma su cabeza roja en mi habitación —. Traje algo, ambos lo necesitamos.
Me río cuando noto la botella de vodka en su mano derecha. Quiere emborracharme como la última vez, no tengo dudas.
—Olvídalo, prometí que no volvería a beber —recalco.
Roy resopla y llena dos vasos a pesar de mis protestas.
—No vas a traerla de vuelta con tu mente, ¿sabes? Ella volverá cuando quiera.
Estoy consciente de los celos agitando mi pecho, pero en su mayor parte, es enojo conmigo mismo. No debí actuar como lo hice en la mañana y tengo la sensación de que costará como el infierno recuperar su confianza.
Allison es una chica muy ruda.
—Lo sé, pero quiero hablar con ella.
—Ya volverá —dice Roy —. Siéntate y bebe conmigo.
Juntos nos sentamos en el balcón y acepto el vaso de vodka. Le doy un pequeño sorbo, sin prisas esta vez o hará efecto muy rápido. Soy un semidiós, pero también tengo una parte humana.
No soy inmune al alcohol.
—Me considero un fracaso con las chicas —empiezo —. La mayoría de ellas huyeron de mí porque soy un fenómeno. Allison fue la primera que demostró interés y deseo.
Roy sonríe.
—Y tú la espantas —Se burla —. Salud, amigo.
Bebo el primer trago con una mueca.
—¿Qué harías en mi posición? —cuestiono —. No puedo estar cerca de ella.
El único amigo que tuve en mi vida sacude la cabeza, una sonrisa juguetona en sus labios.
—En primer lugar, no la trataría como si fuera una molestia —Levanta una ceja astuta —. Le haría comprender mi punto y buscaría una solución que no nos lastime.
Me quedo sentado con la culpa más profunda que nunca.
—Como dije antes... —repito —. No soy bueno en las relaciones.
—Ya lo noté —Bebe de nuevo —. Recuerda que Allison también está pasando un mal momento y ahora es dónde más necesita contención. Apuesto a que Logan aprovecha la situación muy encantado.
Lo golpeo en la pierna, mis celos se pronuncian mientras imagino a Allison en brazos del Ken.
—Cierra la boca, Roy.
Suelta una carcajada que suena de todo menos humorística.
—Lo siento, amigo, pero alguien debe ser sincero contigo —Me alborota el cabello —. No soluciona nada que trates de alejarla. Eso la pone triste y cierta bruja maldita toma ventaja.
Trato de evitar su mirada, enfocando los ojos hacia mi vaso. Mis excusas son patéticas, fui un patán. Lo asumo.
—Ya no hablemos de mí —evado el tema —. ¿Qué sucedió con Sadie?
Mi pregunta lo impulsa a beberse casi media botella. La situación es más fea de lo que creía.
—Quiere abortar.
Buscando su rostro, noto el momento en que cambia de alegre a resignado, de animado a aceptación, su sonrisa cae, sus ojos pierden el brillo jovial. Es extraño ver triste a Roy.
—Eso es... duro —murmuro —. Lo siento, amigo. Sé que estabas ilusionado con la noticia.
Me da un simple asentimiento.
—No estoy de acuerdo, pero respetaré su decisión —sonríe débilmente —. Me hubiera gustado que la circunstancia sea otra, pero es ella quien tendrá nueve meses a ese bebe en su interior si continuaba con el embarazo.
Me quedo en silencio mientras la tristeza apuñala el aire con un cuchillo. Yo no fui planeado y mi madre sufrió cada mes. Las situaciones son muy diferentes, pero no cambia el hecho de que una maternidad no deseada es una tortura.
Mamá no tuvo la oportunidad de abortar, pero la situación sería otra si le hubieran dado el poder de elegir. Ella cargaba al hijo de su verdugo.
—Eres muy valiente al apoyarla —palmeo su espalda —. Deberían existir más hombres como tú.
Roy limpia los bordes de sus ojos.
—La aprecio y no me gustaría que sea infeliz por mi culpa. Mañana mismo iré a Canadá.
Roy apoya a Sadie en sus peores momentos y yo fui un idiota con mi chica. Alguien debería ahogarme de una vez por todas. Jamás en mi vida me sentí tan inútil como ahora.
—Estás haciendo lo correcto —Disfruto otro sorbo —. Sadie te necesita más que nunca.
El sonido de un auto estacionándose me hace poner de pie rápidamente y miro desde mi alcoba. Noto su presencia, su suave risa musical cuando él abre su puerta como todo un caballero. Los celos son más fuertes esta vez, punzantes y profundos.
—Dime que no lo golpearás —masculla Roy mientras veo como Allie sonríe con Logan —. No hagas tonterías.
Esta chispa de rabia me supera. Ella impuso un reto, no me creo capaz de cumplirlo. ¿Una semana sin su tacto? Prefiero los golpes de Georgie.
—No lo entenderías —digo y le tiendo el vaso.
—No —Se burla Roy —. Sé que es tu mundo, pero yo solo veo a una druida pechugona.
Un tic se mueve en mi mandíbula. ¿Druida pechugona? Allison es mucho más que eso.
—Cuidado como hablas —advierto.
Roy explota en carcajadas, y no puedo evitar que al menos una pequeña sonrisa consiga su camino a mis labios, a pesar de lo molesto que me encuentro. Su risa es contagiosa.
—Solo es humor. Relájate, Hulk —choca su mano con la mía —. Ve por ella y soluciónalo. Tu rostro de cachorro perdido me está deprimiendo.
Lo tiro hacia mí en un rápido abrazo.
—Todo estará bien —musito —. Sadie y tú sabrán cómo llevar la situación.
Roy asiente.
—Lo sé —Pone una distancia —. Ya no seas un idiota, ¿sí? Aprovecha que tienes a mi prima y ámala. No desperdicies tu tiempo, no le des una oportunidad a él para acercarse demasiado —Señala con su barbilla a Logan.
—Él nunca será una competencia —digo.
Tomando una profunda respiración, mi estómago se revuelve ante la mentira. Sí, claro. No olvido que Allison tiene un retrato con Logan y su regalo bien escondido. Dios, soy un idiota inseguro.
—Así me gusta —exclama Roy —. Buena suerte, hombre.
Se lleva la botella de vodka cuando deja la habitación. Me paso las manos por el cabello y examino mi aspecto. Soy ridículo. ¿Qué voy a decirle cuando la vea? No tengo garantizado su perdón aún, Allison no es fácil de convencer.
Después de cinco minutos contando en mi mente, decido enfrentarla, pero la mala suerte nuevamente muestra su trasero. Veo a Logan abriendo la puerta de su habitación, sin rastros de Allie. Probablemente está hablando con su madre.
La cara del rubio está ruborizada por el sol que disfrutó por horas. La sonrisa de felicidad apenas cabe en sus labios. Cálmate, Ronan.
—¿Día duro? —pregunta al verme.
Mantengo mi rostro sereno. Respira, sigue respirando.
—¿El tuyo sí?
Su mirada es despectiva y resentida. Allie le contó los dramas que tiene conmigo. ¿Me molesta? Sí, pero sería tonto exigirle que no hable con él. Logan es su mejor amigo.
—Pregúntale a Allison.
Un gruñido gutural penetra en la atmósfera tensa, advirtiendo de una amenaza inminente. Quiero golpearlo, maldición.
—Tu papel es lamentable.
Logan camina hacia mí y se cruza de brazos.
—¿Mi papel? Soy el amigo de Allison y fui yo quien limpió sus lágrimas hoy. ¿Dónde estabas tú?
Las palmas de mis puños arden porque tengo ganas de magullar su cara de niño bonito.
—Tú no sabes jodidamente nada sobre nosotros —resalto —. Lo que sucede entre ella y yo no es de tu incumbencia.
Su mandíbula se aprieta por el enojo. Sé que tiene ganas de golpearme tanto como yo a él, pero esa vocecilla en mi cabeza me impulsa a estar centrado. No quiero matarlo.
—Hay una diferencia entre tú y yo —masculla Logan. Inhalo profundamente, tratando de mantenerme sereno.
—¿Qué? —inquiero.
—Yo jamás la haría llorar.
Me acerco a él ferozmente, pero no retrocede. El Ken parece ajeno a mi furia y la cantidad de humo que se forma a mi alrededor. No me teme, lo cual es admirable. Está a punto de morir.
—Porque no le provocas lo mismo que yo —respondo, confiado —. Ella te aprecia, sí, pero a quien ama es a mí. Soy el único dueño de su corazón.
Da otro paso adelante, audaz por el dolor y la rabia.
—Estoy seguro de que, si no existiera el lazo, ella me amaría con la misma intensidad que afirmas. Está contigo porque no tiene elección.
Mi puño conecta con su mandíbula antes de que pueda detenerme y le hace perder el equilibro. Veo el hilo de sangre correr por sus labios, pero eso no lo detiene. Logan también ataca con todas sus fuerzas.
Somos un montón de miembros furiosos cuando caemos al suelo conmigo sobre él y golpeo su boca innumerables veces. No volverá a decir estupideces nunca más en su vida. Una niebla de ira me consume, robando mi visión.
Sujetándolo bajo mi cuerpo, varios puñetazos caen sobre su rostro. La sangre cubre su nariz rota, la piel sobre su ceja está goteando en un flujo constante y sus labios están partidos.
No puedo calmarme. No puedo.
—¡Oh, dioses! —Escucho gritar a Allie —. ¡¿Alguien puede parar esta locura?! ¡¡Ayuda!!
Cuando el combate de Logan se detiene, levanto mi puño hacia atrás para acabar con él, pero unos firmes brazos sujetan mi cuerpo. Estoy lleno de humo, mi visión inundada por la cólera y mis manos ardientes como el ácido.
«Estoy seguro de que, si no existiera el lazo, ella me amaría con la misma intensidad que afirmas. Está contigo porque no tiene elección».
—¡¿Qué carajos está mal contigo?! —reclama Asher, aprisionando mi cuerpo —. ¡¡Cálmate ya!!
El resto de la familia se reúne para mirar el espectáculo, pero mi atención permanece en una chica de cabello oscuro. Allie revisa el pulso de Logan quién está inerte en el suelo, un charco de sangre rodeándolo.
—No respira —dice Allie —. No respira.
¿Qué? Mi mundo entero se viene abajo, mis hombros se desploman y no lucho contra Asher. Él está de pie frente a mí, la preocupación nadando en sus ojos avellanas. Es como si tuviera miedo de aproximarse a mí, temeroso como si fuera un animal salvaje a punto de atacar.
—Lo siento —Le digo, mis pulmones todavía sintiéndose agitados—. Lo siento, no quise llegar a estos extremos.
Da un paso, sus ojos cautelosos y preocupados. El humo a nuestro alrededor desaparece y solo oigo fuertes pitidos en mis oídos.
—¿Te encuentras bien?
¿Lo estoy?
Allison trata de reanimar a Logan con su toque. Arianne se une al trabajo y me cubro la boca. Soy un asesino.
Lo maté.
Estoy colapsando y no puedo respirar. Me siento como un loco, indefenso ante las miradas incrédulas.
—¿Ronnie?
Observo con horror a mamá, sus ojos están amplios e impactados al ver la sangre manchando mi camiseta. La sangre de Logan.
—Lo siento —repito —. Lo siento mucho.
Asher me pone una mano en el hombro y me sobresalto.
—Respira —instruye —. Respira.
No puedo.
No puedo.
No puedo.
Me tambaleo hacia adelante, y me doblo, intentando por todo el infierno poder respirar y fallando miserablemente. Lo maté. Oh, Dios. Lo maté. No puedo creer lo que hice.
—Él está bien —oigo la voz de Arianne. ¿Lograron reanimar a Logan?
Escucho al rubio toser cuando regresa a la vida y Ellie lo ayuda.
—¿Logan? —pregunta Ellie —. ¿Te sientes bien?
—Sí —dice y vuelve a cerrar los ojos.
—Carajo —comenta Roy —. Le dije que no haga tonterías.
Mi visión está borrosa, mis puños calientes como el carbón a mis costados. Es Allie quien logra regresarme a la realidad con sus brazos a mi alrededor, recordándome como respirar. Su dulce aroma relaja mis sentidos y afloja la tensión en mis músculos.
—¡Regresen todos a sus habitaciones! —exclama Melissa —. ¡No es un circo!
Allie mantiene su mirada verde en mí y una vez más, no juzga.
—Tranquilo, Ronan —susurra —. Respira, por favor. Está bien, nada malo ha ocurrido. Logan no morirá.
Ronan, no cariño.
Levanto mi cabeza hacia el techo mientras alejan el cuerpo inconsciente de Logan. No tengo el valor suficiente de observarlo. Escucho susurros, pasos alejándose y después Allie me lleva de regreso a mi habitación.
¿Cómo puede tocarme a pesar de lo sucedido?
Soy un monstruo.
La puerta se cierra y mantengo a Allie pegada a mí. Olvido el hecho de que podría matarla, pero me niego a soltarla. Ella es mi vida.
—Estás temblando —dice. Frota mis brazos, y de alguna manera me derrumbo sobre ella. Huele como todo lo que he extrañado las últimas horas. Jazmín, melocotón, mi Allie.
—Lo lamento tanto —me disculpo, apartándome—. No sé qué me sucede.
—Tuviste mucho con lo que lidiar —dice comprensivamente—. Cualquiera estaría nervioso.
¿Cualquiera mataría al ex de su novia por culpa de sus impulsos?
—Debes creer que soy un lunático.
Niega con la cabeza solemnemente.
—Yo no creo nada, Ronan.
—Porque no lo soy—insisto —. Yo no soy esta persona.
Su boca se tuerce.
—Lo sé.
—Lo arruiné.
—Sí.
¿Es todo lo que dirá?
Me quito la camisa y camino al baño para limpiar los restos de sangre en mi piel. Me siento enfermo, sucio. ¿Qué sucedería si Asher no me detuviera? Logan estaría muerto, convertido en cenizas. Estoy tan preocupado porque no quiero ser un asesino. Prometí que jamás sería como los hombres de mi familia. ¿Y qué sucedió? Estallé ante la primera provocación, no debí dirigirle la palabra.
—Por favor, detente —suplica Allie.
Le estoy dando acceso a mis pensamientos.
—¿Qué haces aquí? —pregunto, mi voz ronca —. Él te necesita más que yo.
—Logan estará bien, mi madre lo sanó.
Me meto en la ducha con pantalones y zapatos, le doy la espalda mientras el agua tibia cae por mi piel. Allie permanece de pie, sus ojos apagados mientras me mira. Aparto el cabello mojado de mi frente y examino los nudillos rojos e hinchados.
Casi lo maté.
Un suave vestido cae al suelo cuando Allie decide unirse a la ducha conmigo. Mi corazón empieza a tomar velocidad y la sangre corre rápido por mis venas. Ni siquiera me hallo concentrado en limpiar mis heridas, intento no entrar en combustión con ella solo en ropa interior frente a mí.
No la merezco.
—Estoy cansada de pelear —dice —. Estoy cansada de dar vueltas en círculos. La situación se repite constantemente y no quiero sentirme así. Tú me lastimas, yo te lastimo. Es agotador.
—Amor...
Coloca un dedo en mis labios.
—Trato de ser comprensiva, pero tú no colaboras, Ronan. Te cierras, me alejas y después armas una escena de celos por Logan. ¡Siempre es por Logan! —exclama, frustrada —. ¿No puedes ver que solo me importas tú?
La tristeza se refleja en cada parte de su rostro. No hay grietas, ni una pieza que no se muestre así. Luce tan devastada y rota. Me odio a mí mismo por ser un egoísta y pensar que soy el único con problemas.
—Yo... no puedo controlar como me siento.
—Esa es una excusa de mierda —escupe —. Lo que hiciste hoy no estuvo bien y me niego a justificarte. Casi lo matas por tus celos.
—Allie...
Ella sigue hablando, maldita sea.
—Si quieres lastimarme y alejarme cada vez que te sientes mal... pues adelante —masculla —. Yo no estaré ahí para soportar más de tus desplantes.
Muevo mis manos a su cintura, presionando su cuerpo contra el mío. Ella jadea por la sorpresa, sus ojos verdes se dilatan. Tan hermosa a pesar de estar triste.
—Lo que menos quiero es lastimarte.
—No parece.
Cierro mis ojos un breve segundo.
—¿Realmente crees que deseo herirte intencionalmente? —pregunto, dolido —. ¿En serio, Allison?
Su labio tiembla.
—Hoy actuaste como un imbécil y no dejas de arruinarlo.
Agua tibia corre por nuestros cuerpos y muerdo mi labio para no besarla con todas mis fuerzas. Incluso con algunas prendas se siente bien estar así con ella.
—Perdón.
—No es suficiente.
Traigo su cara a mi pecho desnudo y la abrazo. Me concentro en su aroma, lo mucho que la quiero. Nada de pensamientos negativos como sugirió Arianne. Solo siento a mi chica.
—Sé que cometí un terrible error al tratarte como si fueras una molestia. Mis excusas son patéticas, pero estaba desesperado, Allison. Me mató saber que te lastimaba con mi tacto.
—Y no solo con tu tacto —susurra.
Acuno sus mejillas con mis manos y ella parpadea hacia mí. Quiero besarla tan mal, pero me contengo. Aún no la gané de nuevo.
—Me disculparé toda la noche si es necesario —Le digo —. Pero debes saber que haría cualquier cosa por ti, incluso alejarme si eso significa que estarás bien.
Sus manos se mueven a mi espalda para acercarme a ella y cura cualquier herida en mi cuerpo. Nuevamente no estamos pensando. La necesidad de tocarnos es más inmensa y nubla cualquier sentido común. La quiero tanto.
—¿Sabes que me mata a mí? —inquiere en voz baja —. Qué me excluyas de todo y creas que estás haciéndome un favor. No funciona así, Ronan. Quiero que confíes en mí.
Paso los dedos por su cabello mojado, las hebras negras se sienten como seda en mis manos.
—Lo hago.
—No, no lo haces.
Gimo por la frustración.
—Allie...
—Quiero estar bien contigo —musita en voz baja, agotada —. Solo dejemos de lastimarnos, ¿bien?
Beso la cima de su cabeza, agobiado por la conversación. Agobiado por todo.
—Bien.
—Debes prometerme que no me alejarás cuando estés asustado.
Trago saliva.
—¿Qué pasa si no puedo controlarlo?
—Entonces no funcionaremos. No quiero estar en una relación a medias donde no estás dispuesto a darme todo de ti. Tienes que creer en nosotros.
Presiono mi frente contra la suya.
—¿Sabes lo que me haces? Anoche me sentí como un hombre moribundo por no tenerte en mis brazos y verte con él fue lo peor —Aparto los ojos de ella —. Estabas feliz y relajada con Logan. Yo... te hice llorar.
—No te compares con él.
—Y ese miedo de que no me elegirías si no fuera por el lazo es horrible —admito —. Estás conmigo porque no tienes elección.
Me golpea en el pecho y mi espalda choca contra los azulejos. Sus ojos verdes ofendidos por mis palabras.
—Deja de asumir cosas que no son —Ubica mi mano en su pecho —. Eres capaz de saber si miento o no, ¿verdad?
El agua de la ducha gotea por mis párpados.
—Sí.
—Entonces léeme —ordena —. Tócame y adivina si estoy a tu lado solo por el lazo.
No quito mis ojos de ella.
No logro respirar cuando sus emociones me golpean explosión tras explosión, comprensión y por último aceptación. La chica que está frente a mí es sincera con cada parte de ella. Enloquezco por los latidos de su corazón, me hace sentir más y terriblemente enamorado.
Lo que sentía por Logan no se compara ni de cerca a nuestra relación. Fueron novios, pero siempre lo consideró un amigo. Yo soy el único chico que quiere, tengo a su corazón en mis manos.
Allison me quiere.
Me lanzo hacia delante, la sostengo con todo de mí, sin ganas de dejarla ir.
Un abrazo.
Su cuerpo al principio está inerte, pero pronto se rinde ante mí. Hunde la cabeza en mi pecho mientras inhalo su aroma. Me permito abrir mis emociones y demostrarle cuan aterrado estoy de perderla.
Allison es mi mayor debilidad.
—Lamento tanto ser un idiota —me disculpo sin soltarla —. Es solo que... han estado pasando cosas en mi cabeza.
Asiente contra mi pecho.
—Lo sé.
—No estaba pensando cuando golpeé a Logan —prosigo —. Yo realmente no creí que perdería el control de esa manera. Me volvió loco pensar que prefieres su compañía antes que la mía, pero no te culpo. Soy un experto arruinando todo lo bueno.
Ella aparta su rostro de mi pecho.
—¿Puedes callarte un segundo? —implora. Sus ojos verdes cargados de pesar —. Permíteme demostrarte que eres el único chico que quiero. ¿Debo hacer algún pacto con el diablo? ¿Qué necesitas oír?
Mis pulmones arden.
—Yo...
—Mi relación con Logan fue hermoso el tiempo que duró, pero ha terminado y jamás será tú —me interrumpe —. Hoy salimos juntos porque necesitaba aclararle de una vez por todas mis sentimientos hacia ti. Le dije que te quiero, Ronan.
Mi corazón roto vuelve a reconstruirse. Debo lucir como un idiota porque mi sonrisa es inmensa cuando la miro, pero no me importa. No puedo dejar de sonreír.
—Me quieres.
—Sí —responde. Es hermoso oírlo de sus labios.
Me inclino para besarla, pero detiene cualquier movimiento con una sacudida de cabeza.
—El reto aún continúa en pie. Una semana, Ronan.
Gimo frustrado.
—¿No sigue la parte donde nos reconciliamos?
—No —dice y recoge la toalla de la ducha —. También debes disculparte con Logan.
Exhalo y dejo salir unas cuantas palabrotas antes de poder formar una oración. Tiene que ser una broma de mal gusto.
—¿Qué?
—Me oíste muy bien. Discúlpate con Logan y después te ganarás el beneficio de volver a besarme —Me mira sobre su hombro —. También el honor de follarme.
El deseo se hace presente en mi bóxer.
—No puedes hablar así y después irte —gruño.
Se encoge de hombros, recoge el vestido del suelo.
—Las cosas se harán a mi modo.
Será un reto difícil de cumplir, pero haré cualquier cosa si eso significa que volveremos a ser los mismos de antes. Ambos trabajaremos para que esto funcione. Pondré lo mejor de mí, sin excusas. Entrenaré con Arianne, demostraré que no soy ese monstruo que muchos pretenden.
—No hay problema —murmuro.
—Buenas noches, cariño.
Cariño. Al fin.
Sonrío durante mucho tiempo cuando abandona el baño y me quedo bajo la ducha. Logan no será una competencia, Allison me quiere a mí.
Tendré que repetírmelo mil veces al día.
💚
Allie.
Sabía que tarde o temprano habría una explosión de testosterona. No imaginé que sucedería tan pronto. Ronan perdió totalmente el control y ver su lado más oscuro me provocó terror. Por un segundo llegué a creer que no lograría controlarse y sería el fin de Logan.
Dioses... ¿Cuánto tiempo le tomará calmarse?
No me pongo de ningún lado. Escuché las cosas que se dijeron y actuaron como dos cavernícolas irracionales. Papá está muy enojado, la familia conmocionada por las habilidades de Ronan. No vimos ni la cuarta parte de sus poderes. ¿Qué tan peligroso es?
Llego a mi habitación, lanzo la toalla en el sofá más cercano y ruedo los ojos al ver los restos del espejo roto. Olvidé limpiar hoy en la tarde. Si mi madre ve este desastre hará preguntas y no estoy dispuesta a responder.
Me quito la ropa interior mojada, mi corazón trona su velocidad. La sonrisa de felicidad llega a mis labios y chillo como niña pequeña. Ronan me tocó en la ducha, pero no hay huellas en mi piel. ¡Esto tiene que ser algo bueno!
—No aprendes la lección, ¿verdad? —Su voz se hace presente en mi cabeza —. Acabas de ver cómo aniquiló a tu ex novio. ¿Y sabes quienes serán los siguientes? Tal vez tus adorables padres o tus hermanos.
Una sensación de ira sube por mi espina dorsal, arrancando la paz de mí.
—¿Ya no sabes a qué recurrir para manipularme? —cuestiono —. Cada vez caes más bajo, no podrás conmigo. Ríndete y muérete.
Catalina estalla en una carcajada incontrolable. Odio ese sonido.
—¿Yo rendirme? Nunca lo haré, Allison. Suerte con tu compañero, veremos si puedes evitar que acabe con tu familia.
No permito que su veneno termine con mi felicidad. Ella habla mucho, nada más. Mi mejor arma es no escuchar su voz y seguir mi voluntad. Catalina es mierda.
💚
Después de una larga ducha por mi cuenta y cambio de ropa, decido buscar a Logan para verificar como está. Imagino el dolor que sintió al ser golpeado por Ronan, su rostro era irreconocible. Los vellos en mis brazos se erizan y alejo el recuerdo de mi cabeza.
No quiero seguir pensando en el lado más oscuro de Ronan.
—Lo que sucedió hoy no puede volver a repetirse —musito, preocupada —. Te pedí que no pelearas con Ronan y fue lo primero que hiciste. ¿En qué pensabas? No estaba bromeando.
Logan se encuentra recostado contra las suaves almohadas, su rostro sin ninguna magulladura. El pánico me ganó en ese instante y creí que no respiraba. Mamá estuvo ahí para hacer un mejor trabajo.
—Lo siento —Se disculpa Logan —. Solo dije lo que pensaba.
Me siento a su lado en la cama, jugueteando con mis manos. Ronan tiene un punto débil y esa soy yo. Su inseguridad regresa para recodarle de mi antigua relación y el hecho de que antes no quería conocerlo.
—No fue la forma correcta —Lanzo un suspiro de frustración —. Hoy fui muy clara contigo respecto a mis sentimientos. ¿Por qué sigues engañándote?
—Fui un idiota, no debí presionar sus límites cuando me advertiste. El resentimiento me ganó —La culpa llena sus ojos azules —. Te prometo que no volverá a ocurrir. Mañana mismo me disculparé con él y tu familia.
Me trago la sequedad en mi garganta, aliviada de que admita sus errores. Ronan no fue el único que se equivocó.
—Gracias.
—Tu familia está cuidando mi espalda y no quiero ser una molestia.
Mi padre lo aprecia menos que antes, pero Logan no necesita saberlo.
—Por favor, evita a Ronan.
Me da una risa nerviosa.
—En esa parte no deberías preocuparte —asegura —. Soy muy joven para morir.
Mi carcajada sale antes de que la contenga. Está aterrado y no debería burlarme de él. Ronan es sumamente peligroso.
—Oh, Logan...
—Pero no evitarás que trate de patear su trasero si te lastima de nuevo —añade —. Arriesgaría mi vida por ti, Allie.
Lo golpeo en el pecho juguetonamente. Dejé de respirar cuando lo vi moribundo, desangrándose. Creí que lo perdíamos. ¿Y Ronan? Lucía terrible y muy culpable. Él no disfrutó golpearlo, me queda como consuelo.
—No necesito que arriesgues tu vida por mí —murmuro —. Prométeme que no harás otra estupidez, Logan.
Asiente.
—Lo prometo —espeta —. ¿Vas a explicarme qué clase de fenómenos hay en esta casa?
—¿Tienes mucho tiempo? Es una larga historia.
—Para ti toda la noche —sonríe.
💚
Logan se queda dormido después de casi una hora de entretenidas anécdotas sobrenaturales. Me escuchó hablar con mucho entusiasmo e hizo varias preguntas.
Mis padres o cualquier otro miembro de mi familia no vuelven a buscarme. Agradezco que no nos abrumen con reproches o interrogatorios. Ronan y yo estamos aprendiendo a resolver nuestros problemas dialogando.
—No me importaría que el sexo esté incluido como ese día en la biblioteca —masculla él, recostado contra mi puerta.
Miro de reojo a Ronan. Sus ojos grises resplandecen bajo la iluminación tenue, destacando sus pómulos afilados y labios carnosos. Su cabello húmedo cae por su frente y lo aparta con una mano. Él es como la Belladona. Hermoso, pero letal.
—¿Desde cuándo escuchas mis pensamientos? —inquiero.
Alza los hombros con indiferencia.
—Es un privilegio estar en tu cabeza y no todos tienen ese beneficio.
Arqueo mi ceja hacia él. Solo alguien pudo meterle esa idea en la cabeza.
—¿Hablaste con mi madre?
Permanece en la puerta, esperando que le dé mi permiso de entrar.
—Entrenamos juntos hoy en la tarde. Es una mujer muy lista.
Una sonrisa orgullosa cubre mis labios. Amo que pasen tiempo juntos.
—Lo es —Le muestro mi estómago desnudo —. Sin marcas.
La ilusión reluce en sus peculiares ojos grises.
—¿Crees que...?
—No lo sé.
Entra a mi habitación, cierra la puerta y mi cuerpo vibra por culpa de la ansiedad. Aun no estoy segura de que puede controlarse, pero mis partes de chica están ansiosas. Cálmate, Allie.
—Bueno, si quieres puedo consentir a tus partes de chica —dice Ronan.
—¡No te metas en mi cabeza!
Alcanzo el peluche más cercano con intenciones de lanzárselo, pero el objeto queda suspendido cerca de su cara. Ambos observamos impactados, boquiabiertos.
—¿Fuiste tú? —pregunta.
Niego.
—No, eres tú.
Ronan levanta la mano y el peluche regresa a mi cama. No puedo evitar reírme como una tonta impresionada. Apenas me doy cuenta de que está sobre mí, sus ojos grises brillando.
—¿Sabes por qué mi toque no te lastimó? —inquiere —. Me aseguré de mantener mi cabeza centrada y pensar lo mucho que significas para mí. Nada de pensamientos negativos, tomé el consejo de tu madre y funcionó.
Contengo el aliento. Gracias, mamá.
—¿Puedes tocarme ahora?
—¿Quieres que te toque?
Asiento.
Empieza con toques suaves al principio. Sus manos se trasladan a mi estómago expuesto y descienden hacia el interior de mi muslo. Mi boca se abre en un gemido de necesidad, sus ojos se oscurecen por mi reacción.
—Creí que nunca volvería a tenerte de esta forma —Su voz me seduce mientras inhala mi cuello en éxtasis —. Pero mírate ahora, tan ansiosa por mí.
Dioses, estoy perdida.
—Estamos experimentando —me justifico con dificultad —. Sigue tocándome.
Ronan se encuentra con mis ojos, su sonrisa socarrona.
—¿Dónde, hermosa?
Llevo su mano a mi ropa interior y él maldice.
—Justo ahí, cariño.
Estoy arqueándome en su toque, mi cuerpo rogándole cuando suena un estruendo cerca de mi ventana. Ronan se paraliza a mi lado, yo me quedo muda. Antes de que ninguno de los dos podamos responder, Annie entra a la habitación tranquilamente. Sus patitas hacen ruidos sobre la alfombra mientras camina.
—No jodas —digo y juntos miramos a la gata blanca de ojos azules.
Annie maúlla y lame sus patas como si nada hubiera ocurrido. Quiero sacarla por interrumpir un momento tan importante. ¡Maldita bandida! ¿No pudo quedarse en el bosque?
—Ella es rara —comenta Ronan, analizando con curiosidad a Annie.
Me incorporo sobre mis codos en la cama.
—¿Por qué?
Ronan se rasca la barbilla en un gesto pensativo.
—No es una gata normal, Allison.
💚
Instagram: JessiR17
Twitter: JessiRivas17
Facebook: Lectores de Jess (grupo para fangirlear)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro