Capítulo 34 ✴
Ronan.
Confusión, pánico y miedo son las emociones que sobresalen. Cierro con fuerza los ojos mientras intento que esas imágenes desgarradoras se borren de mi cabeza. No soporto saber que ese monstruo abusó de mi madre y yo soy producto de una violación.
No soporto saber que es mi padre.
No soporto saber que soy su hijo.
Mis manos no paran de temblar, el aliento me falla y las lágrimas se acumulan en mis ojos. Me siento perdido, el dolor no me permite respirar. Estoy hiperventilando. Quiero que alguien me sacuda y diga que todo es una mentira.
Sin embargo, nadie lo hace.
Ni siquiera Allison.
—Respira —Allie me lleva a nuestra cama y acuna mi rostro con sus cálidas manos —. Respira, Ronan. Respira.
Mis ojos continúan cerrados, mi corazón se está acelerando con la suficiente rapidez para explotar. Me encuentro en una pesadilla, necesito despertar. Puedo oír a mi madre gritar, llorar y suplicar por ayuda.
Me lastima ver el pasado.
Me desgarra.
Este don me ha condenado.
—Respira... —La voz suave me hace parpadear y me encuentro con unos profundos ojos verdes —. Recuerda que no estás solo, cariño. Nunca más. Todo estará bien, lo prometo.
Mis brazos la rodean fuertemente y juntos nos acurrucamos en la cama. Oigo los latidos de su corazón, el pavor que desprende su cuerpo, pero ella intenta mantenerse fuerte por mí. Conoce la gravedad del asunto.
Sabe que nada volverá a ser lo mismo.
Está destinada a ser compañera de un monstruo.
Soy el heredero de la oscuridad.
Fui concebido en el mal.
—Él no es tu padre —musita Allie sin soltarme —. No es tu familia, nunca lo será.
Exhalo una dura respiración, mi pecho oprimido debido al dolor. Todavía estoy sangrando, convirtiéndome en pedazos. Nada puede borrarme los recuerdos, esas imágenes de cuando mi madre me trajo al mundo y un culto siniestro alentándola.
Veo a formas humanas, vestidos con túnicas negras. Sus cabezas estaban cubiertas con capuchas, sus cantos indicaban el inicio de una nueva vida, una nueva entidad llegaba al mundo. Ellos me recibían como si fuera el mismísimo demonio.
Mi dolor invoca una fuerza que permaneció dormido durante diecinueve años en mi interior y comienzo a sentir el calor de mi sufrimiento. Puedo sentirlo salir con un descontrol que no logro detener, formando una neblina oscura a nuestro alrededor.
Allie se aparta como si estuviera quemándola y juntos observamos la neblina cerniéndose en mi piel. Mis ojos están amplios, mi boca casi toca el suelo. Apoyo mi espalda contra el cabecero, horrorizado por la escena. Entonces la imagen de ese monstruo acechándonos regresa a mis recuerdos. Él tenía las mismas características que yo, ese humo imparable.
Hay tanto humo, solo humo...
—¿Ronan?
Muevo mi atención de golpe a Allison quien tiene el rostro conmocionado, su piel pálida, su expresión completamente aturdida. La neblina se disipa, dejando nada más que confusión a su paso. Los segundos pasan, pero se sienten como horas. Los latidos de mi corazón están volviéndome loco.
Respira.
—¿Qué sucedió? —Allie salta de la cama —. ¿Qué diablos fue eso, Ronan?
No contesto.
No soy capaz de formular una respuesta apropiada.
¿La mezcla de un Dumont y un dios? Algo que temer definitivamente.
—¿Ronan?
Tranquilizo mi respiración, alejo mis lágrimas y me convenzo a mí mismo de que no conseguiré nada si me altero. Ahora es dónde mi voluntad está a prueba y tengo la obligación de ser fuerte. Mi ira y el poco control hacia mis emociones es una debilidad que no puedo permitirme.
—¿Cariño?
Aún no respondo.
Puedo sentir su pulso acelerado, la confusión en sus ojos verdes. El sonido de su respiración entrecortada y el temblor de su cuerpo. No sé quién está peor.
Ella o yo.
Aprieto mis párpados, aspiro una bocanada de aire y cuento hasta diez. Respira, Ronan. Solo respira. Uno. Dos. Tres. Abro los ojos y camino hacia la esquina dónde está tirado el diario. Paso mis dedos sobre la cubierta gastada y la aprieto con mis puños. En estas páginas se encuentran explicaciones de mi pasado, todas las dudas que he tenido a lo largo de mi vida.
También sé que servirá para entender mejor mi futuro.
—Mis poderes —respondo con voz ronca —. Acaban de despertar.
Allie maldice fuertemente y se acerca a mí. ¿No me teme? Una capa de humo acaba de rodearme como si fuera un bicho raro. Lo soy, pero no sé con exactitud las cosas de lo que soy capaz.
Me siento como un desconocido sin identidad.
—Oh, dioses... —suspira Allie —. ¡No lo creería si no hubiera presenciado este momento! ¡Tienes poderes!
Acto seguido, examina mi cuerpo como si buscara otro rastro de humo. Sus pequeñas manos descienden por mis abdominales y mira mi cara. Es gracioso ver su expresión tan conmocionada.
Ya no lo estoy.
La voz cálida en mi cabeza me susurra que esto sucedería tarde o temprano. Soy libre desde que la conocí y ya no consumo mis pastillas.
—No encontrarás nada —aclaro, deteniendo la exploración de sus manos —. Sucedió porque sentí que algo dentro de mí acaba de ser desbloqueado. Me liberé.
Allie traga saliva.
—Mierda.
Toco su mejilla, haciendo el esfuerzo de tranquilizarla. Si ella pierde la compostura, yo también.
—Mi dolor fue el detonante, también leer este diario —Señalo el objeto en mi mano derecha —. No volveré a ser el mismo, Allison.
La tristeza nos envuelve.
—Oh, Ronan... —Hay una angustia genuina en su voz. En su rostro hay dolor y no puedo pensar —. Lo lamento muchísimo. Es todo lo que puedo decirte.
Me alejo de ella para acercarme a la ventana con el diario en mis manos. El bosque oscuro jamás volverá a ser como antes. Hay alguien ahí, esperándome. La oscuridad me llama.
—¿Y sabes qué es lo peor? —indago —. Apenas avancé hasta la cuarta página. Queda muchísimo por leer y descubrir. Va a destrozarme.
Allie abraza mi espalda con un fuerte suspiro.
—No quiero que te sientas así —me dice —. Voy a leerlo por ti.
—No cambiará nada.
—Sé lo que estás pensando y no lo hagas, Ronan —pide y la observo atentamente —. Nada afectará lo que siento por ti.
Mi corazón vuelve a acelerarse por la fuerza que ejerce sus palabras a mis emociones.
—¿En serio? Esto...—señalo el diario —, asegura que soy capaz de sumir el mundo en oscuridad. ¿Eso no te importa, Allison?
Su hermoso rostro se rompe en una impresionante sonrisa. Dios, esta chica es mi debilidad.
—Estoy enamorada de ti —responde con dulzura —. Un par de palabras no me harán cambiar de opinión, cariño.
Me quedo en silencio ahora, porque es difícil soportar la sinceridad en su voz, la emoción que no puede ocultar. Hace minutos casi muero de dolor, pero Allison me sorprende añadiendo algo tan mágicamente personal que me quita el aliento.
—¿Qué? —jadeo.
Ella envuelve los brazos alrededor de mi cuello.
—Estoy enamorada de ti, Ronan Dumont —Lo repite alto y más claro que el agua —. Estoy loca por ti y no me interesa tu pasado, mucho menos lo que nos espera en el futuro.
—Allie...
—Creo en el presente, en el ahora —prosigue, cortando cualquiera de mis excusas —. En todas las cosas maravillosas que vivimos juntos desde que nos conocimos. Un viejo diario no hará que cambie de opinión sobre lo que siento por ti.
Mi boca hormiguea, deseando su beso. Mi respiración se atasca, mi lengua sale, lamiendo mis labios, mi cara un poco febril. Por segunda vez en la noche, estoy totalmente impactado. Y ahora en el mejor sentido.
—Yo también estoy enamorado de ti —digo, despacio.
Se mueve más cerca hasta que sus labios están sobre los míos y me besa gentilmente. Su mano me arrebata el diario y lo lanza en la cama. Luego me abraza, soltando suspiros de necesidad. Cualquier malestar que sentía hace minutos fue apagado por el mar de emociones que Allison Karlsson provoca en mí.
Ella es mi medicina favorita.
—Me tienes hecha una idiota.
Sonrío.
—Estoy mucho peor que tú.
Juntos miramos con duda el diario en la cama.
—¿Entonces qué haremos con él? —inquiere.
Golpeo mi barbilla con uno de mis dedos.
—Tuve más que suficiente por hoy —admito —. Leer esa cosa me hace débil.
—De ninguna manera eres débil —contradice Allie —. Ver esas cosas horribles te lastima y no quiero sentir tu dolor.
Exhalo.
—¿Vas a quedarte?
Su rostro permanece pasivo, su sonrisa amplia.
—Claro que sí, tonto —Me guía de nuevo a la cama —. Catalina está más que dormida hoy, la única débil es ella.
💚
Despierto con el cuerpo de Allie sobre el mío, su largo cabello oscuro esparcido alrededor de mi pecho. Ni siquiera necesito mantas o aire acondicionado cuando dormimos juntos. Ella es tan cálida. La manera en que me abraza provoca un nudo en mi garganta. Nadie a excepción de mi madre demostró quererme como lo hace Allie y su familia.
"Estoy enamorada de ti, Ronan Dumont..."
¿Ella de verdad lo dijo? Es difícil de creer, pero mi corazón sabe que fue de las cosas más reales que experimenté.
Fue real.
Lo nuestro es real.
Fui concebido por un monstruo, pero me niego a creer que tener a Allie en mi vida sería un error por culpa de mi linaje. Ella es lo más valioso que me ha regalado la vida. No seré una víctima que se cree insuficiente al respecto.
Ambos nos complementamos.
—Es muy temprano —Se queja cuando intento apartarla —. ¿A dónde vas?
Le echo un vistazo al reloj que decora la pared.
7:00 A.M
—Quiero entrenar antes de buscar a mi madre, necesito sacarme esta frustración.
Allie besa mi pecho.
—Mmm... te diría que podríamos sacar toda esa ira juntos, pero la habitación...
Me río y sacudo la cabeza.
—Voy a lastimarte en mi estado —Pongo una distancia entre ambos y me dirijo al armario —. Por dentro soy un completo caos, un huracán a punto de destruir.
Allie suspira.
—A mí me encanta tu lado salvaje —bosteza —. Deberías dejarlo salir más a menudo.
Mi cara se enrojece.
—Pero no será de la misma forma que crees —El pensamiento del humo rodeándome viene a mi cabeza —. Siento que soy capaz de hacer más cosas.
Levanta una ceja sugerente, pero no comenta lo que sucedió anoche. No necesito un recordatorio de cuan arruinado estoy.
—Eso quedó más que demostrado ayer.
Me rasco la nuca y hago de cuenta que no noto la forma en que sus ojos verdes me devoran.
—Si no dices algo sumamente sexual, no eres tú.
El sonido de su risa basta para que este día sea grandioso.
—Soy una licántropo, soy una Karlsson —Allie se apoya sobre sus codos y me escudriña mientras me visto con ropa deportiva. Su ceño se frunce mientras se concentra en algo y después vuelve a hablar —. Mi padre está en el gimnasio.
Termino de ponerme los pantalones deportivos y posteriormente siguen mis zapatos. No me molesto en usar camiseta.
—Llegó la hora de aprender más sobre el gran Asher Karlsson —digo, robándole otra sonrisa.
Ella me señala con un dedo y me acerco de inmediato. Sus brazos rodean mi cuello y deposita un beso en mis labios.
—Leeremos juntos el diario cuando estés listo.
Asiento, presionando mi frente en la suya.
—De acuerdo.
—Patéale el trasero a mi padre —musita.
Mis hombros se sacuden por la diversión.
—Eso no pasará.
Su mirada es dudosa. Yo también estoy inseguro ahora. Tengo el poder, nuevas habilidades que ni en sueños imaginé que poseería. Soy un fenómeno.
—Sabes que todo es posible cuando se trata de ti.
Pienso en las revelaciones que leí anoche, el sinfín de secretos que pronto serán expuestos, aunque no quiera. Mamá es una pieza importante, tengo que convencerla de venir conmigo. No estará a salvo jamás en el hospital, menos en la mansión. No con ese monstruo acechándola.
—Iré con tu padre —Le digo a Allie.
Asiente y abraza una de las almohadas.
—Estaré aquí.
Contemplo un segundo el diario antes de abandonar la habitación. La ansiedad escala unos centímetros, poniéndome más inseguro sobre esta situación. Conmemoro mi dura infancia, los muertos que he visto, esas voces que me atormentaban, llamándome, gritándome que pertenezco con ellos.
Mamá se encargó de internarme en la clínica, hizo que me dieran pastillas y más pastillas para mantener calmado el fuego que ardía constantemente en mis pensamientos. Era una criatura salvaje, no tenía control.
Y mamá lo sabía.
¿Intentaba protegerme de los demonios que viven en mi interior? ¿Qué haré ahora que despertaron finalmente? Ellos no querrán irse. Mi garganta está seca, mi pulso zumba mientras me encamino a la cocina.
La sangre de esa bestia está en mis venas. ¿Quién puede asegurarme que no seré igual a él?
Estoy al borde de la desesperación, todo lo que implica mi vida es una completa locura. Antes creía que era un simple niño rechazado por la sociedad. Hoy soy un hombre, compañero de una chica increíble y descendiente de una familia siniestra que mató a personas durante décadas, año tras año.
Soy un Dumont.
Mis pies vacilan en el instante que percibo su presencia. Podría retroceder y huir, pero no será la primera vez que vea a este tipo aquí. Compartiré el techo con él por tiempo indefinido. Es mejor enfrentarlo ahora antes de que las cosas se pongan más incómodas, dejar el asunto claro.
Los ojos azules de Logan lucen asombrados cuando me mira. El vaso de zumo queda suspendido en sus labios, la incomodidad reina en el ambiente. Carajo.
—Uh... buenos días —saluda, nervioso —. Ellie dijo que podría comer lo que quisiera.
Ignoro su excusa y abro la nevera como si estuviera en mi propia casa. Yo también soy un intruso, pero no me interesa. Espero que pronto se vaya.
—No te preocupes —contesto.
Me sirvo un poco de agua fría y después cierro la nevera. Logan se rasca la nuca cuando vuelvo a observarlo.
—Sé que todo será muy difícil entre nosotros, pero no pretendo hacer que sea peor —expone y coloca el vaso que utilizó sobre la isla —. Mi intención no es generar más problemas, tengo suficientes en mi vida.
Bebo un trago de agua, mis ojos se mantienen en los suyos.
—Creo en cada palabra que has dicho y no dudo de tu honestidad. Solo espero una cosa de ti.
Logan endereza la espalda y me mira con una ceja arqueada.
—¿Qué?
—Allison está conmigo. Es mi novia y espero que respetes ese hecho.
Su cara adquiere un extenso rubor que se arrastra por su piel y se rasca el cuello. Está intimidado, es obvio.
—Ella terminó conmigo antes de venir aquí y dejó muy claro dónde están sus intereses.
Tomo una respiración profunda. Otra vez está siendo sincero, pero el futuro nunca es un secreto para mí. Sé mucho, leo sus emociones. Él aun ama a Allison, la desea y no va a superarla en mucho tiempo.
Yo tampoco podría, mi chica es grandiosa.
—Me alegro que lo tengas presente —mascullo, lavo el vaso antes de volver a guardarlo —. Ten un buen día, Logan.
—Tú también —dice.
Mi vida es un completo desastre.
Descubrí que mi padre es un monstruo, mamá me mintió toda la vida y vivo bajo el mismo techo que el ex de mi novia. ¿El destino planea agregarme otra desgracia a mi trágica vida? Ese peso amenaza con apretar mi pecho, y en lugar de enfocarme en las preocupaciones que me ciegan, me concentro en el entrenamiento. Porque enfocarse en algo me distrae del dolor.
Mis reflexiones son más relajantes cuando me encuentro con Asher en el gimnasio. Verlo a punto de destrozar esa bolsa de boxeo me hace pensar dos veces entrenar con él, aunque sus golpes en mi cara servirán para mantenerme despierto.
No quiero llorar todo el día en mi cama, menos seguir abrumando a Allison. Ella también tiene numerosos problemas. Odiaría convertirme en el centro de atención que tanto detesta.
—¿Y ese milagro? —Asher detiene sus golpes a la bolsa —. ¿Ganas de matar a alguien?
Carraspeo.
—Sí —digo.
Asher patea por última vez el saco antes de dirigirse completamente en mí.
—No sé qué está pasando entre mi hija y tú. Escuché gritos frustrados anoche, pero Arianne me convenció de no interferir, tampoco oír. Creí que tirarían la Fortaleza.
Es bueno saber que ellos respetan la privacidad. Gracias, Arianne.
—Cargo con muchos problemas familiares —admito —. Hay secretos que están volviéndome loco e impaciente.
Asher se sienta en el suelo y me indica que haga lo mismo.
—¿Quieres hablar sobre ello?
—Claro, eso me ayudaría —contesto sin dudar.
Me da una sonrisa sincera.
—Tengo la mañana completa para escucharte, Ronan —sonríe.
Mi pecho se aprieta por la emoción, la idea de tener a mi suegro como amigo se siente asombroso. Asher podría ser el padre que nunca tuve realmente.
—Gracias.
Él me palmea el hombro.
—Cuéntame qué sucede con lujos de detalles.
Al principio estoy nervioso, pero pronto empiezo a contarle como me siento sobre las cosas que están pasándome. Él no demuestra indicios de estar asustado o perturbado. Asiente y a veces me pide que haga una pausa cuando no entiende o tiene dudas.
—Espera... —Levanta una mano —. ¿Estás diciéndome que tu padre es el señor de las sombras?
Me retuerzo las manos.
—Sí.
—Abusó de tu madre y naciste tú.
Auch, sigue doliendo. Es como tener un corte muy profundo en el estómago. Detesto la sensación de vivir herido.
—Sí.
—Wow —Sus ojos avellanas lucen alarmados —. Pensé que Arianne era la única que tenía una familia... complicada.
Me pongo de pie para acercarme a la bolsa de boxeo y lo golpeo con mi puño.
—Complicada es una palabra muy simple para definirla. El término correcto es jodido.
—Te acompaño a matarlo —dice.
Lo miro sobre mi hombro.
—¿A quién te refieres? —inquiero —. Porque tengo ganas de matar a muchos.
Asher se encoge de hombros.
—Demetrio Dumont, él fue uno de los mayores culpables. Abandonó a tu madre cuando más lo necesitaba y lleva sacrificios a tu casa. No entiendo porque sigue libre, es un potencial asesino en serie.
Ignoro el nudo que se forma en mi garganta cuando pienso en mamá y trato desesperadamente de sacarla de mi mente. Ahora cada vez que pienso en ella, todo en lo que puedo ver son las cosas terribles que ese monstruo le hizo pasar. ¿Y lo peor? Vivió con esos recuerdos cada día de su vida cuando yo nací. Soy un recordatorio de esas pesadillas.
No controlo mi rabia cuando lanzo el siguiente golpe al saco. Demetrio también me pone muy mal.
—Él tiene su protección —mascullo —. Es su más fiel servidor. Entregó todo lo que su amo impuso, incluso a mi madre.
—Debemos matarlo con más razón.
Un movimiento se dirige a mi rostro, pero me encargo de esquivarlo gracias a mi reflejo. Asher sonríe, pero no retrocede. El siguiente golpe que lanza a mi estómago tampoco llega muy lejos. Me muevo, sosteniendo su puño en mi mano.
Él no oculta su expresión pasmada. ¿Pensó que seguiría siendo incapaz de defenderme?
—Vas aprendiendo —espeta. Veo un borrón a mi izquierda y logro contener la patada que se dirige a mi espinilla. Asher suelta una carcajada, dando un paso atrás —. Eres un jodido tramposo.
Le ofrezco una sonrisa comprensiva.
—Solo precavido y listo. Estoy leyendo tus movimientos —mascullo —. Sé cuándo vas a moverte y atacarme.
Él asiente y se cruza de brazos.
—Veremos sí puedes con esto.
Su puñetazo es veloz cuando impacta en mi mandíbula y el golpe rompe mi labio. La sangre cae mientras lo miro con los ojos entrecerrados. Él sonríe, satisfecho. Mierda, eso dolió.
—Eres seriamente frustrante —digo y limpio mi labio.
Se ríe.
—He escuchado eso antes —masculla —. Arianne me lo dice todo el tiempo.
—Apuesto a que sí —gruño.
—Concéntrate —exige.
Me abalanzo hacia él y le doy un puñetazo en el rostro. Su cabeza se mueve hacia un lado y tropieza. Lo golpeo de nuevo antes que pueda recuperarse. Mi corazón late en mi pecho cuando sube y baja rápido. Cierro los puños, ese sentimiento de nudillos partidos me calma.
Cuando miro a Asher, tiene una gota de sangre en la comisura de sus labios. Ja.
—Ahora dime lo que se siente —me burlo.
Su sonrisa crece.
—Sigo sosteniendo que aprendes muy rápido.
Me encojo de hombros.
—Eres un buen maestro —concedo con más confianza.
Asher camina hasta el congelador del gimnasio, saca una botella de agua y me arroja una. Lo atrapo antes de que llegue al suelo.
—Mila y Arianne pueden ayudarte a explotar tus poderes —Habla y bebe su agua —. Tienen muchísima experiencia. Sobre todo, mi esposa. Ella fue una chica muy impulsiva que aprendió gracias a sus emociones.
Sonrío, escuchar eso me resulta familiar.
—Ahora entiendo de quién Allie heredó parte de su carácter.
—Tiene mucho de ambos. Esa pasión definitivamente es mía —suspira pesadamente —. Dime que se están cuidando.
Parpadeo, confundido por el rumbo que toma la conversación. Ayer Allison y yo volvimos muy acalorados a la fortaleza. Estuvieron ocupados con Logan y no hicieron comentarios. Obviamente fui ingenuo al creer que lo olvidarían.
En esta casa ningún detalle pasa inadvertido.
—¿Eh?
—Protección —dice él —. No quiero que me vengan con una sorpresa y aun no deseo ser abuelo.
Maldición. ¿Esto es una broma? Al parecer no.
—¿Debo recordarte que Allie es estéril?
Sus ojos se entrecierran.
—Yo no estaría tan seguro de eso. Es una Karlsson, sus genes nunca estarán 100% dañados.
Le dije lo mismo a Allison, pero prefiero no darle mucha importancia al tema. Primero debemos enfocarnos en Catalina y sacarla de su cuerpo. Llevará su tiempo, quizás, pero no es imposible. Ella vencerá a esa bruja, confío en su potencial. Mi chica es imparable.
Ya cuando sea el momento correcto y seamos más adultos, pensaremos en bebés. Tenemos otras prioridades.
—No serás abuelo —aseguro—. No te preocupes.
Asher se pasa la mano por el pelo.
—Sería un terrible momento si sucediera, son muy jóvenes.
Mi cuello está ardiendo por la vergüenza. ¿Realmente estamos teniendo esta conversación? Claramente me exige que use condón. No lo dice con palabras exactas, pero es muy obvio.
—Lo sé —digo con aire pensativo —. Voy a tenerlo más en cuenta.
Asher me palmea la espalda y deja la botella de agua sobre el congelador.
—¿Seguimos?
—Por supuesto.
💚
Allie.
Me pongo ropa decente, lavo mi cara y dientes antes de reunirme con mi familia. Ronan continúa entrenando con mi padre y presiento que durarán horas. La relación de ambos está mejorando para bien.
¿Me encanta? Sí.
Una mezcla peligrosa de miedo y confusión me aborda cuando me detengo a pensar. El diario, ese extraño humo que lo invadió por ser impotente ante sus emociones. Todo mi ser sabe que el verdadero Ronan Dumont está despertando. Anoche fui sincera con él, nada cambiará mis sentimientos.
Pero una parte de mí no puede negar que siente miedo a cualquier cosa que nos espere en el futuro. Temo que él salga más herido de lo que está, temo que cometa una locura por culpa de esa ira que no logra controlar.
Oh, Ronan.
¿Qué tan dañado estás?
Me encuentro con Aden quien se ha levantado hace segundos. Sus ojos avellanas brillan, su cabello oscuro está alborotado. La vista de mi hermanito provoca una sonrisa en mis labios. Me encantaría pasar tiempo con él, pero mamá me pidió que entrene con ella. Soy muy buena controlando mis habilidades, aunque nunca están de más seguir practicando. La dedicación y la disciplina deben ir juntos si quiero ser una experta como Arianne Laroux.
—Buenos días, Aden —saludo y juntos nos dirigimos al comedor —. ¿Cómo estás?
Mi hermano estira sus brazos y bosteza exageradamente. Amy sigue durmiendo como una niña buena en su cuna.
—Me va mejor desde que hablé con mamá y papá —sonríe —. Mary no regresó.
Un hormigueo recorre mi espalda. Olvidé a esa fantasma aterradora.
—Eso es genial —digo, poniendo mi mano en su hombro —. Tú no la necesitas, Aden. Ella es mala, quiere alejarte de nosotros.
Mi pequeño hermano tiembla.
—Lo tengo muy presente.
Un suspiro brota de mis labios y me agacho para abrazarlo. Él rodea mi cintura con sus delgados brazos. Aww, extrañé estos momentos de hermanos. Rogaré para que nunca vuelva alejarse de mí.
—No dudes en hablar conmigo o nuestros padres si te sientes mal —suplico, preocupada —. Recuerda que eres muy valioso y te queremos muchísimo.
Aden asiente.
—También lo sé.
Ruedo los ojos y me aparto.
—Vamos a desayunar.
Una serie de ruidos nos sobresalta. Escucho a mamá hablar, mi abuelo Josh suena muy alterado. ¿Qué diablos? Aden y yo nos miramos brevemente antes de correr a la cocina para chequear qué sucede.
Mierda, nada bueno.
—¿Qué demonios está pasando aquí? —pregunto mientras el pánico burbujea en mi garganta —. ¿Por qué tanto alboroto?
Mi abuelo suelta una respiración entrecortada, le cuesta hablar. Mi tía Reynard quiere llorar, sus ojos se llenan de lágrimas. Esa imagen me angustia mucho más. No es bueno que ella esté mal.
—Es Mila —dice mi madre —. Lleva desaparecida más de diez horas.
Mis piernas tiemblan y mi cabeza late. El pánico hace agujeros en mi pecho al igual que la culpa. Yo sabía que no era buena idea dejarla sola en el hospital, pero Mila demostró ser una mujer testaruda. Puede cuidarse muy bien por su cuenta.
Bueno, eso creía.
—¿Ningún rastro? —inquiero —. La vi muy bien anoche en el hospital y tal vez decidió tomarse un descanso. Mila es impredecible.
Mi abuelo sacude su cabeza. Melissa, Raven, Ellie, Logan y Roy son los siguientes en unirse a nosotros al percibir el escándalo en la cocina. Mierda, no me acostumbraré a compartir el techo con mi ex.
—Intenté hablar con ella, pero nunca respondió.
Mamá abraza a mi abuelo quien está a punto de perder la compostura. ¿Y cómo no? Él ama a Mila. No han formalizado la relación, pero no es necesario. Ambos están locos por el otro.
—Estamos hablando de Mila —musita mamá —. Ella estará bien.
Me froto los brazos para calmar este horrible presentimiento.
—Nunca pasa tanto tiempo sin comunicarse —agrega mi abuelo —. No responde ninguna de mis llamadas.
¿Y algo malo le ha sucedido? Anoche fuimos atacados por el señor de las sombras, Olenna nos advirtió que abandonemos el hospital antes de que oscurezca. ¿Mila no tuvo una buena suerte? ¿Ese monstruo la lastimó?
—¿Pasa algo, Allison? —interroga mamá al ver el terror en mi cara.
Me siento estúpida, inconsciente por no advertir a mi familia del peligro antes.
—Fuimos atacados ayer cuando volvíamos a casa —expongo —. Él se hizo presente.
Mi tía Reynard contiene la respiración y dice:
—El señor de las sombras.
—Sí.
Mamá me ofrece una mirada reprobatoria. Aquí vienen los regaños...
—Déjame adivinar —masculla mamá, molesta —. Olvidaste un detalle tan importante.
—Se presentó un inconveniente y Ronan no estaba bien —me justifico —. Fue un día horrible y lamento mucho lo de Mila. Conozco a alguien que podría ayudarnos a encontrarla si no aparece —añado —. Además, New Hope es un pueblo chico. La encontraremos de cualquier manera.
Ellie silba.
—Nunca hay mañanas relajantes en esta casa, solo problemas —Le sonríe a Logan —. Acostúmbrate, rubio. Aquí nunca faltará el drama.
—Eso no suena divertido —Logan sonríe de manera tensa.
—No has visto ni la mitad —murmura Aden, divertido.
Mi abuela Aria entra en escena, empujando a mis primas de regreso a sus habitaciones. Logan está mirándome, sus ojos azules atentos a los míos. Oh, dioses... esto es embarazoso.
—Niñas, terminaron las vacaciones —informa mi abuela —. Cámbiense de ropa, recojan sus cosas y desayunen. No quieren faltar a clases porque Melody no va a perdonarlas.
Melissa gime y echa la cabeza hacia atrás mientras obedecen. Raven me sonríe antes de seguir a los demás. Es extraño que esté silenciosa.
—Qué aburrido, abuela.
—¡Sin quejas! —protesta mi abuela —. Muevan sus traseros perezosos o lidiarán con alguien mucho peor que yo.
Se refiere a mi tía Melody. Ella es una mujer muy disciplinada y odia la impuntualidad. A mis primas les irá terrible si faltan hoy. Lo mismo Roy, pero él anda en su mundo. Su asunto con Sadie también es alarmante. En cuanto a Aden, mamá prefiere que no asista a clases por ahora. No con Mary acosando, debemos estar atentos a mi hermanito.
—¿De quién estás hablando, Allison? —presiona mamá.
Mi abuelo suspira, su expresión implora esperanza.
—La madre de Ronan —digo —. Ella puede ayudarnos, conoce muy bien al señor de las sombras.
Mi tía Reynard parpadea furiosamente. Me lanza una mirada sombría.
—¿Cómo sabes eso?
—Me quedaría todo el día explicando las razones, no tengo tiempo. Debemos ir al hospital.
El abuelo me da una inclinación de cabeza.
—Yo lo haré por mi cuenta —Le besa a mamá en la frente —. Llámenme si necesitan algo, rogaré para encontrarla pronto.
💚
Ronan.
Mis músculos gritan por el dolor cuando el entrenamiento termina una hora después. Estoy lleno de sudor, mi cabello húmedo mientras destapo la botella y bebo grandes sorbos de mi agua.
Asher no tiene nada fuera de lugar. Está relajado, sin un gramo de sudor. ¿Cuál es el secreto para que nada te perturbe a pesar de los puñetazos? Él es un hombre experimentado, yo un simple aprendiz. No soy rápido, tampoco tengo mucha fuerza, pero detengo cualquier golpe con un pensamiento.
Siempre estoy preparado.
—No voy a mentir que tenía mis dudas sobre ti —Habla a medida que abandonamos el gimnasio —. Creí que serías incapaz de lidiar con su maldición.
—Estoy poniendo lo mejor de mí para cuidarla —digo.
—Lo sé —suspira —. Ahora puedo ver que están locos por el otro, tú la haces muy feliz. Antes lo era, sí, pero no con la misma intensidad. Eres esa pieza que Allie necesitaba.
—Ella también es esa pieza en mi vida —murmuro.
—Eres un hijo más para mí, Ronan. Todos están empeñados en decir que vas a ayudarla con su maldición, pero ten en cuenta que también nos preocupas. Eres importante.
Le sonrío.
—No tienes idea de cuánto significa para mí oír eso.
Él alborota mi cabello como si fuera un cachorro.
—Espero que sepas conservar el puesto que te he dado. Estamos en el mismo equipo.
—¿Mismo equipo?
—Ya sabes —responde —. El Ken debe saber quién manda en el corazón de mi hija. Apuesto por ti, eres mi familia.
—Seguro —respondo con indiferencia, escondiendo el hecho de que estoy gritando internamente como todo un cursi sentimental—. Él me dijo esta mañana que no tiene intenciones de conquistarla.
Asher rueda los ojos.
—Es una batalla perdida, debería saberlo.
Chocamos con Allie en los pasillos. Su rostro está rojo, la preocupación notable en sus suaves rasgos. ¿Qué pasa?
—¿Princesa? —Asher toma pasos hacia ella —. ¿Te encuentras bien?
Allie asiente.
—Yo sí, pero Mila no —contesta —. Está desaparecida y debemos ayudarla.
Aspiro el aire, afectado por la noticia. Maldición, no debí permitir que ella se quede en el hospital.
—Carajo —dice Asher —. ¿Cómo está Josh?
—Mal, ella no le contesta —Allie enfoca sus ojos verdes en los míos —. Tu madre puede ayudarnos. Ella sabía que ese monstruo nos buscaría.
Los hormigueos suben por mi piel, el miedo ante la idea de que ese monstruo está en contacto con mamá.
—Me cambiaré rápido y nos vamos —espeto.
—Bien —concuerda Asher —. Iré con ustedes.
💚
Llegamos al hospital en un tiempo récord. La desesperación no nos da el lujo de tardar demasiado, Mila se encuentra en peligro. Mi intuición está dándome señal de que se encuentra viva, pero su paradero es un misterio.
Necesito el conducto que me guíe a ella.
Ni siquiera hablamos con el médico o pedimos autorización para entrar a la habitación de mamá. Irrumpimos sin permiso, casi tumbando la puerta. Allie y sus padres me pisan los talones. Mamá no demuestra estar alterada o preocupada. Solo cansada mientras me da una sonrisa perezosa.
—No pensé que volverías tan rápido, Ronnie —Sus ojos cautelosos observan a los Karlsson —. ¿Ya desayunaste?
Le doy una débil sonrisa. ¿Cómo puede hacer esa pregunta en un momento tan crucial?
—Sí, mamá. ¿Y tú? —cuestiono, acercándome a ella.
Allie y sus padres entran, cerrando la puerta.
—Ya lo hice, esa gelatina es deliciosa.
Arianne aclara su garganta.
—Señora Dumont, lamentamos molestar tan temprano —extiende su mano de manera amable y mamá acepta —. Soy Arianne, madre de Allie. Nos conocimos en su fiesta número dieciocho hace semanas.
Mi madre asiente con comprensión. Allie la saluda con un beso en la mejilla y permanece a su lado. Asher está callado, desconfiado.
—Descuida, yo lamento que me veas en una situación poco glamorosa —Se disculpa mamá —. Parezco una momia.
Mamá y sus comentarios.
—Eso no es cierto —farfullo.
Allie y Arianne sonríen, pero las sonrisas no alcanzan a sus ojos. Son falsas al igual que la mía. Esta situación no provoca ganas de sonreír, solo gritar debido a la incertidumbre y frustración.
—Vinimos a hacerte una visita rápida, mamá —expongo, tocando la palma de su mano. Al igual que anoche, sin recuerdos, sin imágenes. Nada —. ¿Recuerdas a la chica que suele hacer guardia? Se llama Mila. Bueno, ella no llegó a casa anoche y estamos preocupados.
Mamá libera un aliento tembloroso, su mano aprieta la mía con más fuerza.
—Otra vez hizo de las suyas, ¿no? —inquiere —. Te dije que no esperes a la noche, pero nunca me escuchas, Ronan. Ahora tu amiga sufrirá las consecuencias, él está enojado.
Hay una frialdad en su tono que no escuché antes y mi respiración viene de forma irregular. El miedo se arrastra por mi columna.
—¿Por qué está enojado? —pregunto. Allie y su familia están peores de consternados que yo —. ¿Mamá?
Cuando mi madre vuelve a mirarme, sus ojos se llenan de lágrimas.
—Porque él sabe que quieres sacarme de aquí, pero no puedes —dice mientras las lágrimas comienzan a caer de sus ojos marrones—. Por favor, Ronan. Mantente alejado de él, no caigas en sus provocaciones. No le des el gusto de alterarte ni llegar a ti. Es lo que está buscando.
—Mamá, no entiendo nada... —susurro, angustiado.
Ella ignora a los Karlsson y me observa a mí como si nadie existiera. Sus manos aprietan los míos al punto de provocarme dolor.
—Hará cualquier cosa para desarmarte y luego querrá volver a construirte. Te hará creer que sin él no eres absolutamente nadie, tratará de arrebatarte a las personas que amas hasta dejarte solo —Mira a Allie con dolor —. Quiere ser el único indispensable en tu vida, quiere todo de ti.
—Mamá...
Me tira hacia ella, entierra su cabeza en mi pecho y solloza.
—Lo siento tanto, Ronan. Ella no tiene salvación.
Me da pánico mientras observo fijamente a los Karlsson, desorientado y aterrado. No. Esto no está bien. Esto no puede ser.
Mamá toca mi mano derecha y ahí vienen.
Imágenes, recuerdos y fotos inundan mi mente con la velocidad del rayo, encajando, separándose, formando un collage, luego otro y otro.
Mila.
La veo inconsciente y atada en un lugar polvoriento. Sus manos y piernas están amarradas, su cuerpo ubicado sobre una mesa clínica. Hay un hombre acariciando su mejilla y luego toca lentamente el estómago de la bruja. ¿Cómo terminó ahí? Las imágenes siguen inundando mi cabeza cuando escucho una voz conocida.
—Eres una cosa tan preciosa —Se burla él —. Tu piel es perfecta.
Y con la misma rapidez que vienen las imágenes, desaparecen de mi cabeza, dejándome en completo shock.
Es Demetrio.
Mila se encuentra en el sótano de mi casa.
💚
Instagram: JessiR17
Twitter: JessiRivas17
Facebook: Lectores de Jess (grupo para fangirlear)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro