Ronan.
Entrecierro los ojos, tratando de comprender qué diablos dijo la pelirroja. ¿Destinados? Antes creía que yo era la persona más rara de este mundo. Claramente estoy equivocado. Las chicas superaron mis expectativas, sobre todo, Raven Karlsson. Sus primas mencionaron algo sobre visiones. ¿Escuché mal?
Esto no es nada normal. ¿Es vidente? ¿Médium? A la mierda, me largo de aquí.
―Necesitan hacer una pausa ya mismo ―espeto, aturdido por tantas revelaciones ―. Me están mareando.
―Sé lo que eres ―dice Raven ―. Conozco tus secretos más oscuros.
De acuerdo, eso sonó muy espeluznante. No puedo dejar que ella vea la sorpresa en mis ojos, así que la analizo, tratando de ocultar el huracán de confusión en mi estómago.
―¿De qué hablas? ―exijo ―. No comprendo.
Raven agarra mi mano y entrelaza nuestros dedos. El contacto es repentino, miles de flashes aparecen en el fondo de mi mente, casi volviéndome ciego.
Veo a la misma chica que dibujé los últimos meses.
Veo sus ojos verdes.
Veo su sonrisa.
Veo su nombre escrito en el tronco de un árbol.
Allie.
―Eres... ―Raven me suelta, presionando una mano sobre su pecho. Las demás nos observan con la boca abierta ―. Tú eres especial.
Me quedo mirándola fijamente como si fuera una bomba de tiempo. Pongo una distancia entre ambos, necesito respirar. La presión en mi pecho es opresora. Me falta el aliento. No puedo creer que la vi.
Ella es real.
Es de carne y hueso.
La chica de mis dibujos existe.
Existe.
―Y tú eres rara ―jadeo ―. Apártate, no me toques de nuevo.
Las primas se ríen.
―Mira quién habla ―bromea Ellie —. Tu segundo nombre es raro, ¿no?
Pongo mi cámara en su estuche. Debo alejarme ya mismo. Raven ha visto demasiado de mí y eso es peligroso. No planeo romper mis propias reglas, nadie sabe lo que soy.
―Olviden que me vieron ―advierto ―. Olvida lo que acaba de suceder aquí ―añado, mis ojos permanecen en Raven.
La pelirroja sonríe.
―No puedes irte así, tengo que explicarte muchísimas cosas ―musita, fascinada ―. Tú no eres ningún bicho raro, Ronan.
―Aléjate de mí —repito —. Solo apártate.
Melissa da un paso amenazador, Ellie levanta sus cejas rubias. Ella luce como una adorable palomita, pero apuesto a que tiene lo suyo. No subestimo a nadie.
―Estamos tratando de ayudarte ―advierte Melissa —. Deberías darnos las gracias.
No le respondo. ¿En serio piensan que creeré cualquier mierda que salen de sus bocas? Escuché muchas estupideces en mi vida y nada ayudó. Lo mejor es permanecer con el perfil bajo, justo como lo hice durante años. La única manera de sobrevivir y no terminar en una clínica psiquiátrica es guardar todo para mí mismo.
―No tienes idea de lo que estás diciendo ―masculla Raven ―. Habrá un momento que no podrás controlar lo que eres y te volverás loco. Mi familia y yo podemos ayudarte. Sé de las cosas que has visto, tienes un don fascinante.
¿Ayudarme? Mi cuerpo vibra de furia. Mis pulmones se aprietan y cada nervio en mí hace que mi cabeza duela. Debo correr antes de que sea tarde. Perderé el control. Mis terminaciones nerviosas están traicionándome.
Nunca llegué a imaginar que alguien creería las cosas que veo.
―Deja de hablar estupideces ―pido ―. No me conoces.
Raven intenta acercarse, pero Melissa sostiene su codo. Si me toca de nuevo voy a gritar.
―Déjalo, Raven. Tendrá un ataque de pánico.
―No estoy interesado ―enfatizo ―. Adiós.
Le doy la espalda y sigo mi camino. Me niego a escuchar más tonterías. Tuve demasiado de ellas. A medida que me alejo, oigo a Raven murmurar:
―La Fortaleza Karlsson tendrá sus puertas abiertas si decides buscarnos. Nos necesitas, Ronan.
💚
Contengo la respiración mientras me hundo en el agua de mi bañera. Mi cabeza está dando vueltas desde el encuentro que tuve con las primas Karlsson. ¿Soy especial? ¿Ellas qué mierda saben sobre mí? Los chicos como yo no somos especiales. No tengo ningún don que me hace increíble, es una maldición que arruinó mi infancia.
Recuerdo esos días que recibía burlas de mis compañeros cuando gritaba repentinamente ante la aparición de un muerto. Ellos no los veían, pero yo sí. Lloraba, suplicaba a mis maestros que saquen a los fantasmas lejos del salón. En verdad me asustaban mucho. Fue una horrible experiencia para un niño de seis años.
―Ronan, no hay nada.
―Estás imaginando cosas.
―Los fantasmas no existen.
―¡Te has vuelto loco!
―Necesitas ayuda.
Fueron muchos comentarios fuera de lugar, me trataron de loco, anormal, raro. Los niños no querían jugar conmigo. Mi mala reputación afectó mi vida social, incluso cuando me convertí en un adulto. De hecho, ni siquiera me presenté al baile de graduación el año pasado. Ninguna chica aceptó mi invitación. A la mayoría de ellas no les gusta el fenómeno que vive en el bosque.
Lo dejaron claro cuando me rechazaron.
Vuelvo a la superficie y jadeo en busca de aire. El agua se mete en los orificios de mis fosas nasales y mis oídos. Siento una especie de eufemismo. Al menos no estoy muerto como todos los fantasmas de mierda que me persiguen.
No formo parte de ellos.
Salgo desnudo de la bañera y envuelvo una toalla alrededor de mi cintura. Lidié con esta mierda desde que era un niño. Los psiquiatras intentaron ayudarme, pero sus terapias patéticas fracasaron terriblemente.
Estoy jodido por el resto de mi vida.
Nadie podrá ayudarme jamás.
No importa lo que diga Raven.
Mi padre tiene razón.
Soy un fenómeno.
Me paro frente al espejo, examinando detenidamente mi rostro. Lo único interesante de esta situación es que estoy cada vez más cerca de la chica que nubla mis pensamientos. Ella es una Karlsson.
―Me tienes hecho un estúpido sin conocerte ―Muerdo mis nudillos ―. No puedo esperar a verte.
Seco mi cabello goteante con una toalla cuando el reflejo del espejo no solo muestra mi cara. Mi corazón palpita tan bajo que puedo sentir mi pulso golpeando los dedos de mis pies. Si el invierno fuera un sentimiento, esto sería todo. Estoy congelado y me siento ridículamente desprevenido. Escalofríos recorren mi espalda, los vellos de mis brazos se erizan.
No puedo creer que ella me siguió.
Encontró mi casa.
Vuelvo a ver a la niña que le falta un ojo y con agujero en la cabeza. Ese vestido horrible no pude olvidarlo desde la primera vez que la vi en el bosque anoche.
Calmo mi respiración, fingiendo que no la veo, pero ella no se da por vencida. De hecho, pone su mano en mi brazo. Yo retrocedo por instinto, chocando contra mi cómoda. Carajo, lo único que me faltaba era esto. ¿El mundo se puso de acuerdo para molestarme?
―Puedes verme ―afirma ―. Sé que puedes.
No hablo, no muevo ni un dedo.
―Ayúdame o nunca te dejaré en paz ―continúa ―. Ayúdame a volver con mi mami o haré tu vida miserable.
Mis puños impactan contra el espejo, rompiéndolo en varios fragmentos. La niña muerta sonríe al percibir que ya no puedo fingir. No es inocente como aparentaba.
―Me cago en tu puta madre ―maldigo, mis ojos ruedan por la exasperación ―. ¿Cómo diablos llegaste aquí? Fantasma de mierda.
💚
Allie.
Es una maravillosa mañana de otoño, el clima perfecto que me permite disfrutar caminar en los templados bosques. Canadá es muy conocida por su exquisito invierno, pero en esta parte de la isla no cae nieve. Solo tenemos lluvia y vientos incontrolables. Vancouver está rodeada de puertos marítimos.
Mi casa se encuentra en el extenso bosque, una enorme mansión de dos pisos que casi opaca a la naturaleza. Pocas personas viven en esta zona, es propiedad privada. ¿Mencioné que mis padres son zoólogos y veterinarios? Tenemos un refugio instalado cerca. Cuidamos a los animales heridos y huérfanos que encontramos abandonados. Mamá y yo nos encargamos de sanarlos gracias a nuestras habilidades curativas, luego hacemos que vuelvan a sus hábitats naturales.
No miento cuando digo que me consideran una versión más juvenil y atractiva de Blanca Nieves por la conexión que comparto con las criaturas del bosque.
Desde la muerte de Anubis me propuse a cuidar los huskys siberianos, no permitimos que ningún cazador se acerque. La caza de animales está prohibida. Esos bastardos tienen serios antecedentes con mi familia. Sé que en el pasado nos hicieron la vida imposible.
Enormes abetos, cedros y árboles viejos cubren cada extensión. El rico aroma a flores y tierra húmeda mejoran mi estado de ánimo. No pude dormir durante la noche, solo pienso en el desconocido que es mi compañero.
¿En qué parte del mundo se encuentra?
Admito que me siento intrigada hacia él. ¿Cómo es? ¿Me gustará cuando lo vea?
Escucho un pequeño quejido que pone mis oídos alerta. Aparto las ramas de mi camino, tratando de no pisar algunas plantas con espinas mientras me acerco al lugar de dónde proviene el ruido. A mis padres no les gusta que ande sola por aquí a pesar de que nunca encontré una amenaza que atente contra mi vida.
Soy una chica irracional que le gusta caminar en un territorio rodeado de osos, pumas y otras criaturas que pueden considerarme un aperitivo agradable. De todas formas, no tengo miedo. Puedo manipular a cualquier ser vivo.
—Oh, pequeño —me lamento una vez cerca del conejo atrapado en la trampa. ¿Qué carajos? Está atorado en un cepo de metal, potentemente peligroso. Maldita sea, esto está muy mal. La caza es una actividad prohibida. Mis padres nunca la autorizarían. Alguien rompió las reglas —. Shh... te sacaré de aquí.
Acaricio su pelaje marrón con delicadeza y luego libero su patita del cepo. El animal respira irregularmente, aterrado cuando mis manos tocan su herida llena de sangre. Perderá la extremidad si no lo sano rápido.
—Voy a curarte, lo prometo —musito —. Quédate quieto, por favor. Relájate, amiguito. No soy una mala persona.
Una suave luz parpadea mientras la sangre desaparece de su pierna lastimada. Lo toco por última vez antes de liberarlo, luego el conejo corre sin mirar atrás. Mi trabajo se completa cuando tomo el cepo y lo destruyo con mi puño.
Examino detenidamente mi entorno, intentando descubrir quién hizo esto. Me acerco a un par de huellas en la tierra húmeda, la rabia carcomiéndome cuando percibo a quien le pertenece.
Humanos.
Sucios humanos sin corazón.
Juro que esto no se quedará así. La basura que lastimó al pobre conejo debe pagar, no permitiré que se metan con criaturas inofensivas. Ellos no están solos.
💚
Le cuento a mis padres con lujos de detalles lo que vi en el bosque. Ellos tampoco pueden creerlo. Infiernos, nadie pondría un pie en nuestro territorio. Solo un estúpido sin cerebro que caza animales por entretenimiento. No veo la hora de encontrarlo, nadie toca a mis niños.
—Eso es muy raro —Mamá me frunce el ceño —. Los humanos no atacaron a los animales desde que vivimos aquí. Es ilegal.
La enorme mesa está llena de comida exquisita que pondrán muy feliz a nuestros estómagos. Mamá y papá cocinan muy bien. No tenemos personal, es un peligro que haya humanos en la casa. Verían y escucharán demasiado. Mis padres no quieren arriesgarse.
—Pude ver huellas —sostengo con la boca llena —. Pertenecen a un humano, ni hablar de la trampa. Alguien lo puso ahí con malas intenciones. Casi mata al bello conejito, pero lo sané antes de liberarlo. Espero que esté bien.
Papá coloca agua y té helado en la mesa junto con el pan rebanado, el queso y las uvas. Luego pone ensalada con salmón grillado y rodajas de limón. Una vez que todo está servido, se sienta al lado de mamá. Yo evito la carne y disfruto mis papas.
—¿Fuiste sola al bosque? —reclama mi padre con enojo.
Aden se ríe, a mí no me da gracia.
—Oh, sí —me delata mi hermanito —. La vi irse muy temprano.
Le doy una mirada llena de odio y molestia.
—Soplón de quinta —gruño.
Mastico mis papas con impaciencia y después bebo un trago de agua. Amy está en su silla para bebés, provocando un desastre mientras come su arroz con salsa de verduras. Es una niña muy inteligente a pesar de su edad. Rompe cosas cuando se enoja o mamá no le cumple sus caprichos. Será un huracán incontrolable.
Aden, por el contrario, tiene el humor de mis tíos. No es tan rebelde como Amy, y yo. Su único defecto es que odia estudiar, pero ama invertir su tiempo molestándome.
—Creí que hablamos sobre esto, Allison —espeta mamá —. No quiero que andes sola, no después de lo que hiciste el año pasado.
Auch.
La comida en mi boca se vuelve insípida y me obligo a tragar. Ella se refiere al idiota que maté cuando lo envié directo hacia las vías del tren. Da igual, la basura se lo merecía. No era inocente. Un día después de su muerte, me enteré que sedujo a tres chicas más con intenciones de violarlas. Todas menores de edad.
Él creyó que caería en su trampa, pero se encontró con el mismísimo diablo que se encargó de enviarlo al infierno. No me arrepiento de nada. Le hice un favor a todos. La policía cerró el caso cuando llegaron a la conclusión de que Jackson se suicidó. Sí, claro.
—No hablas en serio, mamá —musito —. Creí que lo entendías mejor que nadie.
Los ojos de mamá se estrechan. Aden y papá se mantienen en un incómodo silencio. Nunca interfieren cuando hay una discusión de por medio.
—Hablo muy en serio, Allison.
—¿Qué tiene que ver con los animales?
—Tiene mucho que ver —Eleva la voz —. Cometes locuras cuando estás sola y usas tus habilidades de manera indebida. ¿No te pones a pensar que alguien puede verte?
Mi agarre en el tenedor se tensa.
—Usé mis habilidades por una causa justa.
Papá suelta un profundo suspiro.
—Allison, no te quiero sola en el bosque. ¿De acuerdo? —ordena y señala mi plato —. Termina tu comida, se está enfriando.
Nadie habla durante unos segundos, puedo escuchar mi propio latido en mis oídos. Odio cuando me ponen en una situación así. Odio que intenten controlar cada cosa que hago.
—¿Qué pasa con los animales? —inquiero, preocupada.
Mamá hace una pausa antes de responder.
—Tu padre y yo lo resolveremos —promete —. Tranquila, cielo.
💚
Las siguientes horas me encargo de escribir sin ninguna pausa. Mis dedos se mueven sobre el teclado de mi laptop, adorando cada palabra. Uno de mis sueños es aparecer en las tapas del New York Times Bestseller con mi ficción literaria.
Algún día sucederá.
Al principio escribir empezó como un simple entretenimiento, pero pronto se convirtió en una parte esencial de mí. Escribir me libera, me ayuda a despejar mi mente.
Garabateo el primer encuentro de la protagonista con el chico de sus sueños. Me encanta escribir ficción, puedo manipular absolutamente todos los sucesos a mi antojo. No como mi realidad que está obligado a suceder.
El buzón de Messenger aparece en la pantalla, alertándome un mensaje de Logan.
"¿Te veo en una hora, preciosa? Quiero llevarte a un lugar que te gustará"
Una pequeña sonrisa asoma mis labios y cierro el archivo en Word antes de responderle.
"¡Me encantaría! Te quiero"
"Y yo a ti"
Apoyo la mejilla en mi palma y suspiro. No tengo mucho qué hacer ahora que terminaron las clases. No envié las cartas tampoco. Mi mejor opción sería darme una pequeña vuelta en New Hope con mis padres. Extraño a Melissa y las demás. Sadie es genial, pero no se compara con la relación que mantengo con mis primas. Somos una hermandad.
Sacudo la cabeza y busco ropa decente en el armario. Usaría vestidos de algodón por mi piel cálida, pero necesito disimular siempre mi naturaleza.
—Saldré con Logan —Le informo a mamá cuando termino de alistarme. Está en la sala jugando con Amy —. Volveré pronto.
Las delgadas cejas de mamá se arquean.
—Esa no es la manera de pedir permiso, Allison.
Mis hombros se desploman.
—¿Puedo salir con Logan, mamá? —suplico —. Por favor.
Asiente y le sonríe a Amy. Mi hermanita tira los cabellos de la pobre muñeca Barbie. Ninguno de sus juguetes le dura por mucho tiempo. Destroza todo.
—¿Llevas tu teléfono?
—Sí.
—Bien, puedes irte.
Salgo de la sala mientras ato mi cabello con una coleta alta. No hay rastros de Logan, imagino que llegará pronto. Mi atención se posa hacia el árbol justo cerca de mi ventana y maldigo. Mierda, ella lo hizo de nuevo. Esa gata ama los problemas.
—Ahora no —Me quejo, acercándome.
Miro hacia arriba a la hermosa gata blanca. Annie está sobre una rama, lamiéndose muy cómodamente. Ignora mi presencia, no le importa mis quejas. Ella hace lo que quiere sin sentirse culpable. Es como yo, pero en versión felino.
—Escúchame muy bien, bola de pelos —digo con las manos en mis caderas —. No planeo subir hasta ahí y bajarte. Lo haré cuando vuelva de mi cita con Logan y me tomará cerca de tres horas, ¿sabes? Quizás eso te enseñará una gran lección, respeta a los adultos. Yo tengo las riendas, tú no.
Annie se contorsiona para lamer su costado. ¡Genial! Me está sacando de quicio que sea tan rebelde. Irónico, ¿no? Bien dice el dicho que algunas mascotas se parecen a su humano.
—Ni siquiera me estás escuchando, haces que sea una tonta por hablarte —suspiro, resignada —. ¿Por qué me molesto contigo? Eres una causa perdida, Annie.
Escucho una risa ronca detrás de mí. Me volteo para ver a mi padre con una expresión burlona. Tiene puesto pantalones vaqueros y gorra de lana negra. Sadie suele hacer comentarios fuera de lugar cuando lo ve vestido así. Ella cree que mi padre es demasiado sexy. Le doy la razón. Mi progenitor le patea el culo a varios chicos de la preparatoria.
—Lo mismo me pregunto todos los días, princesa. Tú también eres una causa perdida.
—Supongo que la rebeldía viene de familia.
Papá me levanta con sus fuertes brazos y grito cuando da vueltas. Estoy riéndome a carcajadas, mis manos golpean su pecho para que me suelte.
—¡Papá, bájame! —grito mareada —. ¡Voy a vomitar sobre ti!
Eso basta para que mis pies toquen el suelo nuevamente. Tomo una respiración profunda para componerme. Papá tiene sus formas extrañas de demostrar cariño.
—Ustedes son como niños —murmura mamá, uniéndose a nosotros con una taza de café en la mano. Imagino que Amy se durmió —. Asher, eres peor que nuestros hijos.
Mi padre le da una sonrisa dulce.
—Me amas igual.
—Sadie también te ama —comento —. Ella más de una vez ha dicho que las puertas de su casa estarán abiertas si mamá te abandona. Aunque le dejé claro que eso nunca sucederá, puede seguir soñando con mi sexy padre de cuarenta años. Es todo lo que tendrá.
Papá se rasca la nuca sin borrar su sonrisa.
—Se acaba el mundo antes de que tu madre me deje.
—Sadie siempre pregunta por ti —niego con la cabeza —. Alborotas a mis amigas, papá.
Las mejillas de papá se sonrojan.
—Allison Michelle, no molestes a tu padre —pide mamá, bebiendo un sorbo de su humeante café caliente.
—Solo digo la verdad —Me encojo de hombros —. Lo ha visto sin camisa y no pudo olvidarlo desde entonces.
Mamá me da una sonrisa brillante que coincide con la mía.
—Allie, eres terrible.
—Aprendí de la mejor.
Cierro la boca cuando un duro objeto impacta en mi cara. Aden, el pequeño diablo, está riéndose a carcajadas al ver mi expresión furiosa. Siempre encuentra una manera de hostigarme. Mocoso sin oficio. No existe niño más insoportable que Aden Karlsson.
—Tú... —amenazo y miro a mi padre —. ¿Has visto lo que hizo? ¡Me tiró una pelota, papá!
Mi hermano tiene las mejillas hinchadas de tanto reírse. Lágrimas caen de sus ojos y sostiene su estómago. ¡Lo odio!
—¡Ja ja! —Se burla mi hermano.
―Ven aquí y discúlpate, idiota ―ordeno ―. ¡Ven aquí!
Aden corre lejos antes de que pueda atraparlo. Él sabe que no es buena idea tentarme. Soy muy capaz de jalarle las orejas o algo peor. Es escalofriante, pero a veces oigo voces en mi cabeza. Voces que me impulsa a hacer cosas malas.
Por esas razones y más nunca respondo a las bromas pesadas de mi hermanito. Temo lastimarlo.
—¡Aden Theodore! —grita mamá, sacudiendo su cabeza —. ¿Qué dije sobre molestar a tu hermana?
Aden suelta una carcajada como respuesta. Baboso malcriado.
―¡Ella empezó! ―exclama Aden.
Mi boca se abre debido a la indignación. Siempre me echa la culpa cuando comete locuras.
―¡Mentiroso de mierda!
―¡Allie! Cuida tu lenguaje ―masculla papá.
—Espero que Amy sea normal —digo —. Aden me pone de muy mal humor.
Mis padres se miran el uno al otro y luego sonríen ampliamente.
—¿Normal? No conocemos esa palabra, princesa —La sonrisa de papá se ensancha cada vez más —. No somos ordinarios como cualquier familia común. Sería muy aburrido.
Entorno los ojos por sus palabras. Tiene razón, pero a veces tanta peculiaridad es abrumadora. Mientras papá es un licántropo muy fuerte, mamá posee habilidades que la hacen indestructible. Yo heredé todo de ella, mis hermanos también.
Eso no es para nada ordinario. Algunas personas lo considerarían fascinantes, pero otros algo terrible. Depende de cómo lo vean.
—Aden es el peor —resoplo, agobiada —. La semana pasada puso un chicle en mi cabello, dejó una rata sobre mi cama y rompió mi tarea. ¡Le dijo a Logan que me tiro gases!
Papá no disimula su diversión, mamá tose para ocultar su carcajada. ¿Qué es tan chistoso? Ellos no son el blanco del diablo. Solo yo, pobre de mí.
—Lo que Aden hizo estuvo mal, pero no deberías avergonzarte por tirarte gases —opina papá —. Es totalmente normal.
Mi cara se pone roja como una langosta por la consternación e ira. No puedo creer que esté hablando sobre gases con mis padres. El mundo está cada vez peor. ¿Por qué me pasa de todo a mí?
—Lo sé, pero es asqueroso que se lo diga a mi novio —Hago un mohín —. Aden es maleducado e insoportable. Disfruta molestarme, papá. Por favor, dile algo. Hay veces que despierta pensamientos malos en mí cuando se porta así. No puedo detenerlo.
Mamá parece preocupada, casi alarmada, pero cuando me ve observándola intenta disimularlo.
—Aden es solo un niño travieso, cariño.
Me cruzo de brazos.
—Un niño que actúa como adulto. Sabe sobre condones e incluso sexo.
Papá quita la pequeña hoja que se encuentra en la punta de mi nariz. Annie sigue en el árbol, ajena a los problemas. Ojalá fuera como ella. Solo come y nada le interesa.
—Tu madre y yo hablaremos con él. No te estreses —Besa mi frente —. Sal con Logan y despeja tu mente. Ignora las travesuras de Aden.
Asiento y le doy un abrazo que corresponde feliz. La estupidez que provocó Aden queda olvidado y me concentro en el calor que proporciona mi padre. Lo adoro. Es mi héroe, el mejor hombre que he conocido.
—Sé que Logan no es de tu agrado, pero aprecio mucho que respetes nuestra relación —suspiro. Oh, cielos, mi padre da los mejores abrazos —. Prometo que él no es una mala persona, me hace sentir muy bien.
Mamá permanece en silencio mientras nos mira dulcemente.
—Él te hace feliz, es todo lo que importa —Papá se aleja, sonriéndome —. Solo ten presente que no dudaré en degollarlo si te lastima. Eres intocable.
—Logan sabe muy bien que no debe meterse con la hija del gran Asher Karlsson —musito, besando su mejilla cubierta de barba —. En realidad, no deberías estar preocupado por mí. Tú y yo sabemos que soy la peor amenaza. Mi novio es inofensivo.
Mi madre aparta la mirada: sus ojos distantes y tristes. Quiero llegar a ella, decirle que estaré bien, sin embargo, sello mis labios. Nunca hago promesas que no podré cumplir. Esta es la parte que no me gusta de todo lo que represento: A veces es orgullo, pero también vergüenza y miedo.
—Oye, tú eres mi chica súper poderosa —Me consuela papá —. Tienes mucho poder en ti, pero estás aprendiendo a controlarlo. Eres un ángel, Allie.
¿Un ángel? Sí, claro. Sonrío tristemente. Papá no ve mis defectos como los demás, es mi fan número uno. Su amor hacia mí lo volvió ciego.
—Nunca me faltes, papá. Eres el mejor.
—Nunca, princesa —Lleva mis nudillos a sus labios —. Me soportarás más de cien años en tu vida.
—Será un privilegio.
El momento mágico es interrumpido cuando escucho el sonido de un auto estacionándose en la acera de mi casa. Logan baja de su Jaguar negro y se apoya contra el capó. Suspiro sin poder evitarlo, él es tan caliente. Mis hormonas revolucionan al verlo vestido así. Estudio su silueta, la forma en que su traje exhibe su pecho amplio y sus piernas esbeltas. Sin lugar a dudas, el tipo tiene un cuerpo perfecto.
Es un chico bueno que no merezco, pero soy egoísta y me niego a soltarlo. Voy a disfrutarlo cada instante que pueda. Logan es mi mejor escape del triste destino que me espera.
—Ehh... bueno —Mamá aclara su garganta —. Tienes toque de queda, Allison.
Asiento y señalo a Annie quien continúa observándonos desde la rama del árbol.
—¿Podrían bajarla por mí? Tengo mucha prisa.
Papá gruñe.
—De acuerdo, pórtate bien.
Sonrío, notando la vena que sobresale en su sien.
—Amo tanto que confíes en mí, papá. ¡Te amo muchísimo!
Corro hasta Logan antes de que me detengan. Una vez en sus brazos, me besa dulcemente. Sus labios son suaves, su beso gentil. Su pulgar roza mi mandíbula y mi pulso se acelera por el contacto. Dioses, huele muy bien.
—Hola —Envuelve sus brazos alrededor de mi cintura e inhala el aroma de mi cabello—. Te extrañé mucho.
—Yo también te extrañé —sonrío —. ¿Dónde vas a llevarme?
—A la mejor heladería de la ciudad —Deposita un beso en mi oreja —. Luego a mi departamento para ver películas en Netflix.
Me mira y yo sostengo su mirada. Todo en él está hecho para ser cálido y acogedor, desde su piel sin imperfecciones hasta su cabello dorado y sus brillantes ojos azules. Es hermoso por dentro y fuera.
—¿Solo para ver películas? —coqueteo.
Logan se ríe.
—Si quieres hacer otras cosas, no me quejo, preciosa —Se aparta y me abre la puerta del auto —. Vamos, tengo ganas de pasar tiempo contigo.
Muerdo mi labio seductoramente.
—Estoy bastante ansiosa.
—Yo también —dice y me da otro beso corto en los labios —. Saludaré a tus padres.
—Genial.
Intento no mirar su perfecto trasero cuando me da la espalda. Nadie puede culparme por babear. Logan llena muy bien esos pantalones.
—¿Me estás viendo el culo? —pregunta, mirándome sobre su hombro.
Levanto mis manos en señal de derrota.
—Ups, atrapada.
Sacude su cabeza y se acerca a mis padres. Es todo un caballero, el tipo de chico que merece cualquier chica. Desde que empezamos a salir, me he sentido querida, deseada, una reina siendo adorada por su rey. Tal vez no es mi compañero, pero sí lo que necesito. Y mientras pueda, no lo dejaré ir.
💚
El brazo de Logan descansa en mi hombro mientras caminamos conmigo pegada a él. La cita fue muy entretenida. Los helados de coco y chocolate sin lácteos me gustaron tanto que pedí tres. Mi novio conoce bien mis preferencias.
—Estás muy cálida —Logan inhala mi cabello —. Eres como una pequeña fogata que nunca deja de arder. ¿Es por eso que siempre me pones caliente?
Me sonrojo.
—Tal vez.
Roba mi helado y le da una gran mordida que me hace golpearlo. ¡Nadie toca mi helado!
—Auch, eso dolió —Logan detiene mi puño —. También tienes mucha fuerza, no te cansas tan rápido cuando estamos desnudos y haciendo cosas sucias.
Le arrebato mi helado, incómoda por el rumbo que está tomando la conversación. Él sospecha que no soy normal como aparento.
—Tengo mucha energía acumulada.
—¿Segura que es solo eso, Allie? Tus ojos son demasiado verdes, eres...
—¿Anormal y terriblemente atractiva? —Termino por él —. Sé que mis cualidades no lo encontrarás en ninguna chica.
Me quedo quieta, observándolo, mientras sus ojos vagan por mi rostro para hacer una pausa en mis labios húmedos.
—No hay nadie como tú —afirma —. Eres tan jodidamente hermosa.
Aparto la mirada de él con una sonrisa.
—Lo sé.
—Me tienes loco, Allison —Me abraza desde atrás y juntos observamos el precioso lugar. Estamos en el muelle, admirando el agua cristalina rodeada de osos marinos y gaviotas volando alrededor. Me encanta vivir en el bosque, pero esta parte de la ciudad es perfecta —. ¿Pensaste en mi propuesta?
El helado casi se cae de mi mano. Mierda, lo olvidé por completo.
—Aún no —admito.
El cuerpo de Logan se afloja contra el mío.
—No pretendo presionarte, pero piensa en lo genial que sería —Besa mi mejilla —. No quiero hacerlo sin ti.
💚
No puedo dejar de pensar en las palabras de Logan. Él cada vez está más enamorado de mí. Quisiera tener el valor para terminar nuestra relación, pero no quiero lastimarlo. Odiaría que sufra por mí. No merece que rompa su buen corazón.
Mis ojos se posan en la fecha marcada con un profundo rojo que indica el calendario.
Mi cumpleaños.
Estoy jodida, no falta nada para que me pierda por completo. Lo peor aún no ha comenzado. Me aferro a mi peluche de Stitch favorito y cierro los ojos. Quiero retroceder el tiempo, justo cuando era una bebé que no quería soltar los brazos de su papi.
Me sentía mejor cuando era la pequeña Allie.
El pitido de mi celular suena, revelando que tengo video llamada. Le echo un vistazo, sin contener la enorme sonrisa que se forma en mi cara al ver el nombre de mi prima.
Es Raven, mi pelirroja favorita.
—Miren ese milagro —bromeo y me pongo cómoda en mi cama cuando contesto —. ¿Por qué me estás llamando? ¿Quieres consejos sobre cómo poner a Roy en su lugar?
Raven me observa con una brillante sonrisa combinada con dientes blancos y rectos. Su belleza no tiene comparación en este mundo. Apuesto a que esas pecas en su cara enamoran a cualquiera. No solo se trata de su físico, ella es demasiado dulce e inocente.
—La última vez que seguí un consejo tuyo no terminó bien —dice Raven, sus labios brillosos en un puchero de desaprobación —. Roy se rompió las piernas cuando cayó por las escaleras.
Bostezo.
—Se recuperó muy rápido, no te mortifiques —murmuro, manteniendo mis ojos en la pantalla del celular —. ¿Dónde están las demás?
—Ocupadas.
Me mira y sonríe, pero es una sonrisa tensa. Trato de descifrar el misterio que ocultan sus ojos azules. Parece que intentamos comunicarnos sin hablar. No sé lo que está pensando.
—¿Ocurre algo? —inquiero —. Nunca llamas sin ninguna razón. Te conozco, Raven.
Sé que no es bueno. Casi no quiero saber.
—Mamá puso al tanto de todo a tus padres—comenta —. Te veré muy pronto. ¿No me extrañas? Tendremos nuestras pijamadas favoritas y veremos Cincuenta Sombras de Grey. ¿Sigues queriendo un Christian que te azote? ¡Yo sí!
—Estás desviando el tema. Y no, no quiero un Christian Grey —resoplo —. Es demasiado controlador y yo amo ser libre. Paso, paso.
—Mentirosa. Tu amor por él no tenía límites.
Pestañeo, confundida por su respuesta. Oculta algo, no puede mentirme. Yo tampoco soy una estúpida que no capta nada. Raven tiene visiones que la hacen especial, ella ve cosas que otros no. Y sé con certeza que su llamada se debe a esto.
Ella vio mi destino.
—¿Me llamas solo para dejarme con la intriga? —reprocho —. Esto es injusto, Raven. Quiero matarte.
Muerde su labio nerviosamente.
—Algo grande se acerca. Y sé que tú estarás lista para cualquier cosa. Te quiero, Allie.
Un escalofrío recorre mi columna.
—Dime algo más —exijo —. No seas como tu madre que nunca cuenta nada.
Raven se ríe.
—¡Adiós, primita!
Y justo así, la llamada termina.
—¡No me dejes con la intriga! —grito y abrazo con más fuerza el peluche.
Odio los secretos, tendré que averiguar lo que oculta por mi cuenta. ¿Qué habrá en New Hope? Estúpido pueblo, siempre encuentra una manera de volver a arrastrarnos.
💚
Instagram: JessiR17
Twitter: JessiRivas17
Facebook: Jessica Rivas
Tiktok: Jessica_Rivas17
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro