Capítulo 23 ✴
Ronan.
Una masa de emociones gira a mi alrededor: tristeza, dolor, impotencia, culpa, pero al ver a mi padre en ese estado empeora el panorama. ¿Cómo pudo perderse en el alcohol mientras mis mascotas eran masacradas por esa fantasma? ¿No hizo nada?
Claro que no. Mora y Teddy nunca les importó. Él consideraba a ambos un estorbo.
Ya no siento la presencia de Georgie, pero sí la de otro monstruo que me ha complicado la vida desde que nací. El cabello de mi padre se ve grasiento y tiene restos de comida en la comisura de sus labios. Los botones de su camisa ni siquiera están abrochados y sus pantalones lucen arrugados. ¿Qué le pasó? Él jamás se mostraría de esta manera. ¿Cuándo cayó tan bajo?
—Yo me encargo —dice Asher y observa a su hija —. Sácalo de aquí.
Allie niega.
—No voy a dejarte solo en esta casa, papá.
Limpio mis lágrimas e ignoramos al bastardo borracho. Qué se joda.
—Yo no dejaré tirados a mis mascotas —espeto con dificultad —. Les daré una sepultura.
—¿De qué hablan? —Papá sale de su estupor —. ¿Qué diablos pasó aquí? ¿Por qué rompes las ventanas?
Mis puños se aprietan, la rabia toma su lugar en mi corazón. Poco a poco estoy hundiéndome, sintiendo un profundo odio. Quiero desquitarme con alguien. Necesito descargar este dolor. Alguien debe recibir cada golpe de desahogo.
—¡¿Sabes en qué mundo vives, bastardo?! —Le grito —. ¡Los perros llevan horas muertos y apenas lo notas!
No pestañea durante unos segundos, su boca está abierta por la sorpresa. Allie está a mi lado mientras Asher observa la escena con el ceño fruncido. No es sano permanecer en este lugar, pero no permitiré que los cuerpos de Mora y Teddy se pudran como si fueran basura.
—¿Por qué diablos me miras como si fuera mi culpa? —gruñe papá, su voz arrastrada —. ¡Tú te fuiste de aquí y los dejaste a su suerte! ¡Eran tu responsabilidad, pero prefieres estar entre las piernas de tu novia!
La rabia hierve en mis venas.
—Cuida mucho lo que dices —advierto.
Asher suelta un profundo gruñido molesto. Su mandíbula se mueve de un lado a otro con ira y estoy casi seguro de que él está a punto de estallar. Allie palidece y muerde sus labios. Esto no terminará nada bien.
—Vuelves a hablarle de esa manera y te juro que no saldrás del hospital en años —Asher amenaza a mi padre —. Respeta a mi hija también.
—No quise faltar el respeto —Papá deja salir un aliento. Sus jadeos crecen más ruidosos, más frenéticos, sus ojos están inyectados en sangre —. Han sido horas muy difíciles y no noté que ellos estaban muertos.
Asher no quita la mirada amenazante de mi padre penoso.
—Allison.
—¿Sí? —pregunta mi chica.
—Busca en la cajuela del auto. Encontrarás una lona y cinta de embalar allí adentro —ordena —. Agarra cualquier otra cosa que podamos necesitar. Enterraremos a los perros lejos de aquí.
Ella asiente.
—Claro.
Allison me da una mirada apenada antes de alejarse. Mi padre exhala y se pasa la mano por el pelo. ¿Dónde está mi madre? ¿Cómo pudo notar hasta ahora la desgracia? ¿Estaba muy perdido en el alcohol? ¿Desde cuándo bebe?
—Ronan —dice Asher.
Enderezo mi postura, ignorando el leve temblor en mi cuerpo. Todavía quiero lloriquear y gritar porque esto es tan injusto. Mis bebés no merecían morir así. Sabía que llegaría el día de despedirme, pero no de esta manera. Creí que se irían porque estaban muy viejos para mantenerse de pie. Ellos eran jóvenes, tenían una vida por delante.
—Dime.
—Sé que esto es demasiado para ti —murmura —. Puedes esperar en el auto mientras tengo una conversación con tu padre.
Mi corazón duele cuando vuelvo a mirar el cuerpo de Teddy. Las lágrimas caen sin que pueda detenerlas. Lo siento tanto. Tengo que alejarme, apenas soporto. Esta situación me mata.
—De acuerdo —No protesto y me alejo.
No escucho la conversación, no soy consciente de nada mientras me meto en el auto. Allison y su padre se encargan de envolver los cuerpos. Las lágrimas hacen que mi visión sea borrosa y muerdo mis nudillos para callar los sollozos.
Duele...
No paro de recordar a Mora siguiéndome, Teddy corriendo cuando lanzaba cualquier cosa y lo atrapaba. Había días dónde no podía levantarme debido a mi tristeza y ellos estuvieron ahí.
Mi corazón está desgarrado.
La cuenta llega a cien en mi mente. Mis dedos se retuercen en mi regazo, mi pulso late en mis oídos mientras observo el infierno que fue mi casa. El sol no puede penetrar entre los árboles a su alrededor, manteniendo el lugar en sombra perpetua. Todo parece oscuro desde que me fui. Incluso hay cuervos volando en el cielo.
Tiemblo más fuerte y vuelvo a contar. Hago lo mismo cuando estoy muy asustado o triste.
—Estoy aquí, cariño —La puerta del auto se abre y Allie me abraza —. Lo siento tanto. Juro que haría cualquier cosa para aliviar tu dolor.
Aprieto con fuerza su mano y hundo mi cabeza en el hueco de su cuello. No me gusta que me vea en un estado lamentable, pero no puedo evitar sentirme terrible. La pena en mi pecho no quiere detenerse.
—Lo superaré —susurro —. Voy a superarlo.
—Llora todo lo que sea necesario —dice con dolor —. Jamás voy a juzgarte por eso.
El olor de su perfume me relaja al igual que el sonido de su voz. Me sostiene durante mucho tiempo, incluso cuando su padre deposita los cuerpos en la cajuela y nos alejamos de esa zona maldita. Asher no habla, pero nos observa a través del espejo retrovisor. Estoy agradecido de que haya puesto a mi padre en su lugar.
Estoy agradecido por tener a los Karlsson en mi vida.
—Conozco un lugar dónde podrán descansar —masculla Asher.
Asiento.
—Gracias.
Allie no me suelta y acaricia mi cabello. Mi mente es un caos, solo pienso en las miles de formas que haré pagar a Georgie. Su odio no tiene límites y el mío tampoco. Puedo aceptar que intente matarme, pero esto no tiene perdón. Me encargaré de que regrese al lugar donde pertenece. No permitiré que vuelva a dañar.
—¿Quieres venir o prefieres quedarte? —pregunta Allie.
Echo un vistazo a la zona dónde el auto se detuvo. Hay un arroyo cerca, rodeado de flores silvestres y un viejo árbol roble. Es hermoso. A Mora y Teddy les habría gustado descansar aquí.
—Iré —respondo con un nudo en la garganta.
Asher es el primero en bajar y después ubica los cuerpos envueltos en el suelo muy cuidosamente. Ver la colita de Mora hace que mis ojos se humedezcan. No dejo de preguntarme por qué. Ellos no lastimaron a nadie.
—Tómate tu tiempo —dice Allie, bajando.
Me limpio las lágrimas y enfoco mi mente en pensamientos optimistas. Ellos ahora están en un lugar mejor, lejos sin que Georgie vuelva a lastimarlos. Cumplieron su objetivo en la tierra, eso es todo.
—Vamos —susurro para mí mismo.
Soy el último en bajar del auto, siendo reconfortando por el sonido de la naturaleza.
Es perfecto.
Allie me sonríe con tristeza antes de agarrar la pala y hundirlo en la tierra húmeda. Su fuerza es sorprendente así que cinco minutos después hay un enorme agujero dónde podrán caber los cuerpos. Aparto los ojos mientras Asher se encarga de poner a los perros en el hoyo. ¿Qué diablos haría sin ellos? No me imagino estar solo en este escenario. Probablemente enloquecería.
—Puedes decir algunas palabras —musita Allie, acercándose con una hermosa flor amapola —. Ellos te escucharan en dónde sea que estén.
—Gracias a los dos por estar aquí —Mi voz suena rasposa —. Estoy seguro de que no podría hacerlo sin ustedes.
Asher me da una palmada en el hombro.
—Somos tu familia, Ronan —masculla.
Repito las gracias, acepto la flor que Allie me tendió y me acerco a dónde están enterrados mis mascotas. Miles de momentos felices están yéndose con ellos. Pienso en cada alegría y sonrisas que lograron sacarme. Hicieron que mis días no sean grises.
—Lamento que todo haya terminado así —empiezo —. Debí estar con ustedes siempre, debí protegerlos. Lo siento tanto.
Tiro la amapola húmeda y después me pongo de cuclillas. Allie llora en silencio mientras su padre la abraza para consolarla.
—Vivirán por siempre en mi memoria, lo juro. Gracias por darme los mejores momentos de mi vida —Mi voz se quiebra —. Los quiero mucho. Hasta pronto Mora y Teddy. Los voy a extrañar.
💚
Allie.
No encuentro el consuelo suficiente para Ronan. Está devastado y le costará recuperarse. Hoy fue un día trágico. Siento que estamos en una pesadilla. ¿Cómo pudo esa niña cometer un acto tan atroz? El recuerdo crudo hace que mi cuerpo se llene de escalofríos.
Los pensamientos dolorosos de Ronan son tan fuertes que me lastiman físicamente, lo siento en mis huesos y en mis venas. La tormenta de tristeza opresora. Solo me queda estar para él y darle mi apoyo.
—Oh, Dios... —Mi tía Reynard se pone de pie al vernos entrar —. Lo siento mucho.
Mi padre carraspea.
—Hablaremos después, Ronan necesita descansar.
Veo las preguntas en cada ojo de mi familia, pero nadie hace comentarios. Papá les explicará después. Me encargo de llevar a Ronan a nuestra habitación y cierro la puerta con seguro.
Lo tumbo en la cama, le quito los zapatos y después lo cubro con una manta. Dejó de llorar, pero su dolor sigue siendo abrumador. Yo me sentí igual cuando perdí a mi Anubis. Esa herida aún no cicatriza. La diferencia es que él murió de viejito, las mascotas de Ronan fueron víctimas de una Poltergeist cruel. Pobres criaturas.
—¿Necesitas algo más? —Le pregunto, apartándole el cabello de los ojos —. Puedo traerte comida o algún refresco. Solo pídemelo.
—Ven aquí, hermosa —susurra.
Me tira hacia él y se aferra a mí como si fuera su salvavidas en un océano infinito. Tengo una pierna entre las suyas, mi cabeza descansa sobre su pecho mientras que sus brazos me rodean con fuerza. Su corazón late bajo mi oído. Trato de ignorar el aleteo de mariposas en mi estómago con su cuerpo alineado con el mío, pero es inútil. Él está en todas partes, haciendo dificultosa la tarea de respirar.
Levanto mis ojos hacia su rostro y lo encuentro mirándome fijamente.
—¿Cómo se siente esto? —Le pregunto.
Besa la punta de mi nariz.
—Maravilloso.
Lamo mis labios secos, sin apartar los ojos de él. No puedo mirar hacia otro lado, incluso si lo intento. Es hipnotizante
—Me alegra ayudarte.
—Ahora quiero llegar al fondo de todo esto —masculla —. Voy a descubrir los secretos de mi familia y destruir esa casa. Georgie debe irse lo antes posible. Merece un castigo, no permitiré que vague por la tierra y siga dañando.
Escucho la sinceridad que hay en cada una de sus palabras. No es una simple afirmación, es una promesa. Siento la ira Ronan irradiando de él en oleadas. Fluye a través de mi cuerpo, aumentando la incertidumbre.
—Te ayudaré.
—Lo sé —murmura —. Está enojada conmigo porque me fui. Lo que hizo con mis perros es una muestra de las cosas que es capaz. Ella no descansará hasta matarme.
Trago saliva, el miedo hace presencia.
—No entiendo su obsesión hacia ti.
—Porque soy un Dumont —espeta —. Mi familia la dañó demasiado. Ella fue una víctima más de esa casa.
—Tú no tienes la culpa.
Sonríe tristemente.
—Eso tendrás que explicárselo a ella.
—Sería perfecto si lo hago con mi puño en su cara. Ojalá pudiera verla como tú para hacerla pedazos —Mi mano desabrocha los botones de su camisa —. Imagino que tocarla es como tener aire entre tus dedos.
Ronan se ríe.
—Ella no existe físicamente, es un espíritu.
—Cuando te apuñaló solo vi el cuchillo, pero no a ella.
—Es porque Georgie elige quien puede verla.
La tensión se instala en la habitación. Ronan frunce el ceño por sus palabras.
—Tu madre pudo verla.
—Georgie también lo quiso así. Hubo un momento dónde creí que estaba enfermando a mi madre, pero ella fue al médico y dijo que podría tener cáncer. Aún no sé qué resultado salió —termina con tristeza.
¿Cuántos golpes más debe recibir?
—Llámala ahora —sugiero.
Niega.
—Ya no puedo verla como antes, Allie. No con todas las revelaciones turbias —Suena dolido —. ¿Ella también es un monstruo? Siempre supo que no estaba loco, pero por alguna razón permitió que me encierren en una clínica psiquiátrica. Me obligaba a tomar mis pastillas cada vez que mencionaba a los fantasmas.
Siento una punzada de dolor. Odio escuchar su sufrimiento. Me decepcionará mucho saber que su madre no es lo que aparentaba. Creí que era una mujer dulce y amable.
Las apariencias engañan, Allie.
—¿Y cómo te sentías cuando tomabas esas pastillas?
—Un poco mareado, pero relajado. Hubo veces que olvidé mi propio nombre —dice —. Me volví adictas a ellas, ¿sabes? Me ayudaban a dormir, las voces eran menos frecuentes.
Las lágrimas pican en mis ojos.
—Oh, Ronan... tú no estabas loco.
—Lo sé, pero más de una vez deseé estar muerto por las cosas que veía.
—¿Y ahora? —inquiero —. ¿Cómo deseas estar?
Pone un mechón de pelo detrás de mi oreja.
—Vivo para disfrutarte toda mi vida.
Nuestros ojos se niegan a apartarse, ni una vez se desvían. Cuanto más nos miramos, más profunda se vuelve la conexión. La fuerza invisible es increíblemente fuerte, el lazo nos empuja a estar cerca. Solo quiero fundirme en sus brazos y besarlo.
Ronan me besa al oír mis pensamientos. Nuestros besos son calientes, húmedos y apasionados, llenos de necesidad. Nos devoramos el uno al otro, disfrutando cada gemido y suspiro.
Este es un beso que me arruina para cualquier otro hombre.
Nos apartamos, jadeando en busca de aire. Apoyo mi frente sobre la suya, esperando que mi corazón palpitante se regularice mientras inhalo su aroma. Soy adicta a él.
—Tú también me tienes arruinado —suspira.
Mi cuerpo sigue temblando mientras me rodea con sus fuertes brazos y exhala. No hablamos durante los próximos minutos. Y cuando vuelvo a mirarlo, sus ojos están cerrados por el agotamiento físico. Lentamente, me deshago de sus brazos y lo cubro con las mantas. Pongo al peluche de Stitch en mi lugar y después abandono la habitación para unirme con mi familia. Ellie está en la cocina, horneando algunas galletitas mientras conversa con Raven y Melissa.
—¿Cómo está? —pregunta Raven, angustiada.
—Devastado —respondo —. Fue traumático para él ver muertos a sus mascotas.
Ellie me observa con esos grandes ojos azules. La pena brilla en ellos.
—Tu padre nos contó cómo fue. ¿Esa niña no tiene sentimientos?
—Está llena de odio —expresa Raven —. Provocará más estragos y sufrimiento si no la enviamos pronto al lugar dónde pertenece.
Lo mismo dijo Ronan, cosas de médium...
—Tenemos que detenerla —espeto —. No permitiré que lastime nuevamente a Ronan.
—Se supone que hoy le organizaríamos una despedida a Sadie —comenta Melissa —. Todo se fue al carajo.
Mierda, volví a olvidarla. Pobre Sadie.
—Lo siento, pero no puedo dejar a Ronan. Dudo que tenga ánimos para asistir a una fiesta —expongo —. Está muy triste y desconsolado.
Ellie nota mis ganas hacia sus galletas y sonríe. Sabe que nadie se resiste a esas delicias.
—Tiene receta vegana, puedes comer —Ellie me tiende las galletas crujientes con chispas de chocolate. Mmm... deliciosas —. De todas formas, cualquier plan quedó postergado. No tenemos permiso de ir a ningún lado.
Frunzo el ceño.
—¿Y eso?
—Hay un monstruo suelto y una Poltergeist dispuesta a todo —Mi madre entra a la cocina con Amy en sus brazos —. No es adecuado salir de la Fortaleza. Tendrán que divertirse otro día.
—Sadie merecía una buena despedida —digo —. Lamento no poder dársela.
Melissa pone los ojos en blanco.
—Ella es feliz pasando sus últimas horas en la cama de Roy.
Mamá se acerca y besa mis mejillas. Le doy una galleta a Amy que la hace sonreír y suelta su chupete.
—¿Cómo está Ronan? —inquiere mamá, preocupada —. Lamento muchísimo su pérdida.
Recojo el chupete de Amy para dejarlo sobre la encimera.
—Triste —musito —. Está durmiendo, pero más tarde estará en las mismas condiciones. Me dolió ver a esos pobres animales muertos.
—Ahora será difícil para él, pero estamos aquí para apoyarlo —dice mamá —. Tu presencia será de mucha ayuda.
—Y también mis galletas —dice Ellie —. Mis recetas ponen feliz a cualquier alma triste. La dulzura siempre le gana a la amargura.
Esbozo una sonrisa.
—Eres un ángel, Ellie.
Señala una bandeja plateada que pronto estará llena de sus deliciosas galletas.
—Las reservaré justo para ustedes —Aprieta el delantal alrededor de su cintura —. Tu novio quedará muy satisfecho. Nadie se resiste a las chispas de chocolate.
Mi estómago gruñe ante el pensamiento y el aroma que inunda la cocina. Ellie es una excelente chef.
—¿Vas a invitarnos un poco? —Se queja Melissa con un mohín.
Ellie sonríe.
—Llenaré diez bandejas.
Mamá agarra mi codo para alejarme de mis primas. Amy continúa masticando su galleta, manchando su boca con chocolate. Es adorable.
—¿Pasa algo, mamá? —indago.
Ella cierra sus ojos por un segundo antes de soltar un suspiro. Cuando los abre, veo preocupación en sus profundidades verdes.
—Hablé con Brent más temprano y me comentó que Logan fue a buscarlo más de dos veces a la casa. Algo no me cuadra.
La tensión se enrolla en mi estómago, haciendo que tenga ganas de vomitar las galletas que mastiqué hace segundos. ¿Por qué Logan está insistente? Terminamos, fui clara con él. ¿Por qué no puede entenderlo?
—¿Qué más?
Mamá deja a Amy muy suavemente en el suelo. Mi hermanita corre por los pasillos, persiguiendo uno de los aviones de Aden.
—Brent lo recibió, pero Logan no dijo mucho. Parecía desesperado por hablar contigo. Según él, es un asunto muy importante.
El miedo se desliza por mis venas y viaja por el resto de mi cuerpo. Supongo que Sadie tampoco pudo convencerlo para hablar. Sospecho que pronto voy a tenerlo aquí. ¿Qué pensará Ronan cuando se entere?
Dioses, ayúdenme.
—Tengo un mal presentimiento sobre esto, mamá.
Ella se abraza a sí misma.
—Yo también. Me espero lo peor después de las revelaciones que soltó Raven y tu tía Reynard —Sacude la cabeza —. No dejo de angustiarme, cielo. Aún no hay soluciones para tu maldición.
Mi corazón se hunde por sus palabras desoladas y la abrazo para tratar de tranquilizarla.
—Estaremos bien. ¿Recuerdas?
Asiente.
—Tu abuelo está investigando más sobre Borna y planea el viaje a Croacia. Tengo esperanzas, Allie. No me voy a rendir.
—Nadie se va a rendir, mamá. Nadie.
💚
Regreso junto a Ronan con la bandeja llena de galletas y un poco de chocolate caliente. Él sigue dormido, aferrado al Stitch. Annie aprovecha que la puerta está abierta y entra para acostarse en el sofá. Elevo mis cejas. ¿Dónde andaba? Cierro la puerta con mi pie derecho y dejo la bandeja sobre la mesita de luz. En un instante, Ronan me tira con él en la cama.
—¡Ronan! —chillo, sorprendida —. Creí que estabas dormido.
El sonido de su risa provoca que mi corazón se agite.
—Te buscaba —murmura contra mi cuello —. No puedo dormir sin ti.
—Fui por algo de comer —Alcanzo una galleta —. ¿Quieres?
Asiente y abre la boca. Me río y pongo la galleta en sus labios para que lo mastique. Sus ojos marrones no abandonan los míos. Es un gesto simple, pero sexy viniendo de él.
—Están deliciosas.
—Ellie es una gran chef —digo —. Cocina desde los ocho años. Nunca supimos de donde nació su pasión por la gastronomía. Mi prima conoce de memoria cientos de recetas.
—Es buena —mastica y come otra galleta.
—Demasiado —Paso mis dedos sobre su rostro muy suavemente —. Amo que tengas ánimo a pesar de todo.
—Ella quiere verme solo, triste, destruido y abatido. Quiere quitarme cada gramo de felicidad antes de acabar conmigo —masculla —. Mi miedo la hace mucho más fuerte y no le daré ese tipo de poder.
Pienso en los momentos que me he sentido así por culpa de Catalina, pero cuando mi mente es optimista soy diferente.
—No le daremos el poder de controlarnos —aseguro —. Tú y yo juntos somos un gran equipo.
Una sonrisa se extiende por su rostro y me maravillo por su belleza. Es extremadamente atractivo cuando es frío y melancólico, ¿pero cuando sonríe? Me desarma por completo.
Compartimos las galletas más animados, Ronan bebe su chocolate caliente. Enciendo la televisión y le cuento cosas sobre mí para distraerlo. También le enseño uno de mis tantos manuscritos que lo hace sonreír. Annie pide salir al ver que no le prestamos atención.
—¿Escribes escenas eróticas? —pregunta.
Me sonrojo.
—Muchas.
Ronan se ríe más fuerte. Sus ojos se iluminan, sus mejillas vuelven a adquirir ese rubor que tanto me gusta.
—¿Y qué te ha inspirado?
Aparto la mirada. Si supiera...
—No quieres saber.
—Creo que sí —Su mano se desliza bajo mi top y tiemblo de necesidad —. Dime que yo seré tu próxima inspiración.
Asiento con la respiración agitada y fuera de control. Solo está tocándome, maldita sea.
—Ni siquiera lo dudes. Tengo muchas fantasías desde nuestra primera vez.
Él agarra mi top y se deshace de ella cuando la sube, exponiendo mis pechos. No llevo sujetador y sus ojos beben con ternura cada detalle. Ok, eso fue rápido.
—Te deseo —dice —. Te deseo tanto.
Me acuesto en la cama y permito que explore cada parte de mí con su lengua. Mis párpados se sienten pesados cuando succiona un pezón y su mano derecha baja lentamente entre mis piernas. Siento un poco de vergüenza porque estoy húmeda por él. Dioses, Allie. Ni un momento duro te calma. Soy tan fácil de excitar.
—¿Estás seguro, cariño?
—Sí —Sus dedos encuentran mi núcleo y pellizca mi punto más sensible. Ah, mierda —. Yo también quiero esto. Lo necesito cómo no tienes idea.
¿Quién soy yo para negarme?
Levanto mis caderas para facilitar su tarea y él se deshace de mi ropa interior. Su aroma flota a mi alrededor, llevando cualquier dolor. Todo se desvanece: Georgie, Catalina, El señor de las sombras o cualquier monstruo que quiere arruinar nuestra felicidad.
Solo existimos él y yo en esta habitación que se convirtió en mi lugar favorito.
Mi respiración es pesada mientras lo veo desnudarse rápidamente. Soy muy consciente de la forma en que su mirada caliente recorre mi cuerpo desnudo. Él adora cada parte de mí. Me adora.
—Ven aquí —suplico —. Te necesito dentro de mí.
Ronan vuelve a la cama y se posiciona sobre mí sin aplastarme. El calor de su piel quema cada centímetro de la mía. Mis piernas se abren en invitación para él mientras se acomoda entre ellas. Con sus ojos fijos en los míos, se desliza dentro de mí. Dejo salir un largo gemido a medida que me acostumbro y empuja lentamente hasta encontrarse hasta el fondo.
—Mierda... —maldice —. Te sientes bien.
Con cada movimiento de su pelvis, él entra más profundo. Mi corazón late dolorosamente en mi pecho mientras mi cuerpo arde en llamas. Se siente tan correcto. No quiero que termine. Ni ahora, ni nunca.
—Ronan... —mastico mi labio —. Ronan...
Sus empujes se aceleran mientras una de sus manos se desliza entre nuestros cuerpos y acaricia mi sensible clítoris. Mis nudillos se ponen blancos en sus hombros, mi boca suelta un grito que sofoco en el hueco de su cuello. Impresionantes olas de placer me golpean con cada movimiento de su cuerpo. Es tan bueno, tan delicioso.
Él me tiene completamente. No solo mi cuerpo, también mi alma. Y lo digo en el sentido muy literal.
—Maldita sea, Allison —Su pulgar se desliza a lo largo de mis labios y se sumerge dentro de mi boca. Mis labios se envuelven automáticamente alrededor de su pulgar, mordisqueando y chupando su dedo —. Estoy loco por ti.
Quita su dedo de mis labios y luego me besa ansiosamente. Puedo sentir mi clímax cada vez más cerca, formándose en espirales que se arrastran en cada parte de mí.
—Ronan... —Mis piernas envuelven su cadera y lo impulso a moverse más rápido —. No te detengas, por favor.
—Nunca —murmura en mi oído. Su agarre sobre mi cuerpo se tensa y siento el momento en que nuestro orgasmo llega con mucha fuerza, llevándonos al más alto de las cimas. Grito su nombre y lo sostengo cuando alcanzamos el clímax. Sus embestidas al final son duras y gloriosas. Es tan hermoso que me deja sin palabras.
Estoy viendo estrellas detrás de mis párpados, la jodida galaxia.
—Dioses... —suspiro, temblando.
Él se ríe contra mis labios.
—Shh... no los menciones —bromea.
Ambos luchamos por recuperar el aliento mientras él continúa observándome. El sudor gotea de su rostro y brilla sobre su cuerpo. La vista es tan erótica que me aprieto alrededor de él. Ni siquiera se ha tomado la molestia de salir aún. Tampoco quiero que lo haga. Se siente como estar en casa.
A cualquier chico lo habría mandado al demonio, pero Ronan es diferente. Me volví adicta a él en poco tiempo. No quiero desperdiciar ni un segundo cuando estamos juntos.
—Siento que la circunstancia no me permitió pedírtelo formalmente —dice Ronan, tímido —. Nos besamos y tuvimos sexo, pero yo no hice la pregunta.
Le sonrío.
—¿De qué hablas?
Se rasca la nuca.
—¿Quieres ser mi novia, Allison Karlsson?
Doy un grito de triunfo y le echo los brazos alrededor del cuello para besarlo. Ni siquiera es necesario que me lo pregunte, pero amo que lo haya hecho. Es tan caballeroso y adorable.
—¡Por supuesto que sí! —Lleno de besos su cara —. Quiero ser tu novia, Ronan Dumont.
Su sonrisa se amplía.
—Prometo demostrarte que no te arrepentirás.
—Sé que así será —sonrío.
💚
Raven.
Mi blanco conejo mastica su lechuga desde su pequeña casa y sonrío. El único sonido que percibo es la de sus dientes chocar mientras disfruta su comida. Robín es una gran compañía en estos momentos. Él no habla, pero siento que me entiende cada vez que me mira.
Las mascotas son familia.
Me muero de tristeza al pensar como Ronan perdió a los suyos. Esa Poltergeist está fuera de control, no encuentro otra explicación a su odio. Quiere dañar a Ronan con mucha intensidad. Temo que lo logre.
Frunzo el ceño mientras leo con detenimiento la historia familiar de Ronan. Mamá no lo mencionó antes, pero lo curioso aquí es que hay más Dumont en varias partes del país. ¿Lo irónico? También se casaron entre primos y hasta hermanos.
¿Qué demonios? ¿Tienen complejos de Targaryen?
―¿Raven? ―La voz de Roy me hace mirar mi puerta ―. ¿Puedo pasar?
―Por supuesto ―contesto, observando de nuevo los informes —. Pasa.
Viven en New York, San Diego y también en Alaska. Ellos no son cercanos en absoluto. La última vez que se vieron fue en el entierro de la señora Norma Dumont. ¿Qué oculta esta familia?
Me perturban.
―Estás muy metida en el tema, ¿eh? ―comenta Roy, sentándose en mi cama ―. Siento que lo tomas como un asunto bastante personal.
Alejo mi atención de los papeles sobre mi escritorio para observar a mi hermano. Su cabello rojo está despeinado y no tiene camisa. Nunca lo vi tan pegado a una chica desde que Sadie llegó a la Fortaleza. Roy siempre ha preferido involucrarse con chicos.
―Nos afecta a todos ―mascullo, cruzando mis piernas ―. Más si Ronan es compañero de Allison. Esa casa es... espantosa, Roy. Vi cosas que hicieron temblar mis huesos.
Mi hermano enarca una de sus cejas rojas.
―Lo sé.
―¿Y cómo puedes estar tranquilo sobre el tema? Yo no pude dormir durante toda la noche ―digo, frustrada ―. Solo pienso en esa chica que pide mi ayuda. ¿Qué más hay en esa casa?
La expresión relajada de mi hermano cambia.
―Las piezas están ahí, tenemos que encajarlas.
Aparto el mechón rojo que cae sobre mi cara.
―Estamos luchando contra el mal y no quiero que ganen. Tenemos que ponerla en equilibrio de cualquier forma ―Le enseño una fotografía dónde muestra la casa embrujada ―. Aquí es dónde se hace más fuerte. El pueblo es un epicentro místico de oscuridad. Pronto no podremos contenerla, los humanos sabrán qué existimos.
Roy frunce el ceño.
―¿Cuántas veces has visto a la chica?
―Una vez en mi sueño y apareció de nuevo cuando fui a la casa.
―Está tratando de comunicarse contigo ―reflexiona ―. Debemos encontrar una manera de que hable. Ella podría decirnos qué ocurrió en esa casa.
Un hormigueo recorre mi columna vertebral.
―Sé lo que ocurrió.
―Pero no quien es el victimario ―agrega Roy ―. Si invocamos a su espíritu lo sabremos.
―No sabemos su nombre.
―Eso no será ningún impedimento ―dice mi hermano ―. El abuelo puede ayudarnos.
—Excelente idea.
Me guiña un ojo.
—Soy un genio.
Me alejo de mi escritorio y voy hasta mi cama para abrazarlo. Nuestra conexión de hermanos es insuperable. Somos dos mentes que funcionan al mismo ritmo. Juntos somos poderosos.
―¿Y cómo te sientes respecto a Sadie? Ella se irá mañana.
La sonrisa de mi hermano decae y me rodea con los brazos.
―Voy a extrañarla muchísimo, pero es lo mejor. No quiero herirla cuando aparezca mi compañero.
―Ella luce enamorada e ilusionada.
―Sadie sabe que nunca seremos nada, Raven —masculla ―. Nuestra relación jamás tendrá sentido y lo prefiero así.
💚
Ronan.
Han pasado días desde la tragedia y no hay manera de que pueda olvidarlo rápido. Tener a Allison cerca alivia cualquier sufrimiento, pero me cuesta mucho no pensar en los últimos eventos. Mi determinación es más grande que antes. Estoy dispuesto a lo que sea para aprender a usar mis habilidades.
Mila dijo que soy capaz de hacer muchas cosas y le creo. Hoy entrenaré, no planeo deprimirme en esta cama. Seguiré mis entrenamientos con Asher, luego buscaré a mamá. Ella tiene algunas respuestas que busco. También necesito saber cómo salieron sus análisis.
―¿A dónde vas? ―pregunta Allie con un bostezo.
Aparto cuidadosamente su cuerpo desnudo y observo la hora en el reloj sobre la mesita. Mierda, es más de mediodía. Anoche tuvimos sexo hasta caer agotados y estas son las consecuencias. Algunos músculos duelen, pero no me arrepiento.
―Necesito buscar a mi madre ―murmuro ―. Y también debo continuar los entrenamientos con tu padre.
Una sonrisa de satisfacción se arrastra por su hermoso rostro.
―Él no tiró nuestra puerta por una buena razón ―Sus suaves manos acarician mis músculos ―. Sabe que estás deprimido.
¿Deprimido? Anoche mientras estaba dentro de ella fui el hombre más feliz del mundo. Allison nubló mi mente con pensamientos de sus besos, cuerpo y gemidos. Ella sanó mi dolor.
―No me gusta esto ―digo.
Hace un mohín.
―¿Qué cosa?
―Aprecio mucho que tu familia me dé un techo y comida, pero es hora de que busque un trabajo. Necesito ganar mi propio dinero. No quiero ser un mantenido. ¿Qué pensarán de mí?
―Nada ―Aparta las sábanas de su cuerpo para subir a mi regazo ―. ¿Tienes idea de cuánto dinero posee mi familia? Es una cifra incalculable, Ronan. A ellos no les molesta que seas un mantenido.
Arrugo la nariz por su elección de palabras. Qué sutil, hace que me sienta peor.
―Está mal de cualquier forma.
―Awww ―Aprieta mis mejillas y besa mi barbilla ―. Es lindo que te preocupes por cosas tan simples, pero recuerda que tenemos responsabilidades muchos mayores.
Hago una mueca.
―Tu maldición y debo aprender a usar mis habilidades.
―Sí, pero también que tienes otro trabajo ―coquetea en tono seductor ―. Un trabajo que nos beneficia a ambos.
Mis manos acarician sus muslos desnudos y beso sus hombros. Huele a mí.
―¿Ah sí? ¿Cuál?
―Complacerme.
—Oh, entonces déjame hacer mi trabajo, hermosa.
Lanzándome sobre ella, posiciono su cuerpo debajo del mío y beso el interior de sus muslos. Allie lloriquea mi nombre mientras la complazco con mi lengua, la saboreo y le robo orgasmos que la hacen temblar. Sí, es el mejor trabajo del mundo.
💚
Después de una ducha, me dirijo a la cocina. Tengo varias llamadas perdidas de mamá, pero prefiero hablar con ella personalmente. Quiero que me mire a los ojos y me diga la verdad. ¿Sabía que en esa casa sucedieron sacrificios? ¿Es retorcida como mi padre?
No quiero creer lo peor.
Las ollas y sartenes suenan mientras Arianne cocina como toda una profesional. Ella corta rápidamente las verduras, las pone en una olla a fuego lento antes de moverse hacia un sartén, volteando los filetes chisporroteantes. Sacudo la cabeza con asombro.
—¿Necesitas ayuda? —pregunto —. Buenas tardes, lamento despertar a estas horas.
Ella hace una pausa mientras revuelve la salsa dentro de una olla y una sonrisa se extiende por su rostro. Es tan parecida a su hija que asusta.
—Eso sería genial, Ronan. Gracias y no te preocupes —me guiña un ojo —. Hoy es sábado y dormimos hasta tarde.
Suspiro aliviado.
—No sé cómo haces esto tú sola —murmuro mientras empiezo a cortar una cebolla y un tomate en la tabla —. Es mucho trabajo para una persona. Deberían ayudarte.
Ahora que lo noto, Amy está jugando sobre la alfombra con una Barbie y Max Steel. Observo la ventana y veo a Aden correr en el patio con su perro. La depresión vuelve al instante, pero sacudo la cabeza.
Necesito superarlo.
—No tenemos servicio en esta casa así que nos turnamos en los quehaceres —dice Arianne —. Al principio me costó mucho cocinar, pero aprendí gracias a los tutoriales en YouTube. No es difícil.
Me río.
—Yo aprendí gracias a mi madre. Tampoco tenemos servicio en la casa y me vi obligado a aprender. Ella no podía hacer todo sola. Hubo días dónde se enfermaba y prefería que se quede en la cama.
Arianne me mira con dulzura.
—Eso es adorable.
—Sí, mamá es la mejor.
—La quieres mucho —asume.
—Demasiado.
¿Qué haré cuando esa imagen sea reemplazada por su versión real? Estaré devastado. Odiaría verla como un monstruo.
—Ella es tu madre y nada cambiará eso —susurra Arianne.
Ambos trabajamos en silencio después de eso. La ayudo con el resto de la comida antes de empezar con el postre. Tomando una lata de puré y harina, decidimos hacer un pastel de calabaza. Sigo las instrucciones de Ari, sonriendo por sus halagos. Ella es asombrosa.
—Tal vez no desees hablar sobre el tema, pero solo quiero decirte que aquí me tienes si necesitas algo. Puedes considerarme como tu segunda madre.
La emoción palpita en mi pecho.
—Gracias, Arianne.
Ella besa mi mejilla en un gesto dulce.
—Mi hija no pudo tener un mejor compañero.
En la comida, todo el mundo nos alaba por el pastel de calabaza. Hacen que me sienta como si estuviera en mi propia casa.
—Buen trabajo, chicos —Reynard come con entusiasmo —. Esto es bueno.
—Muy bueno —concuerda Ava —. Quiero otro pedazo.
Su madre le pone un trozo en su plato y ella disfruta sin perderse ni un bocado.
—Le doy un seis, pero es un buen puntaje —Ellie me da su crítica —. Yo le hubiera puesto un poco de sésamo.
Melissa rueda los ojos.
—Cállate un segundo, chef.
—Lo tendré en cuenta la próxima vez —digo.
Aden se lleva un enorme pedazo en la boca.
—Yo te doy un diez, Ronan.
—Gracias, campeón.
Andrew se burla mientras bebe su Pepsi.
—Estos días fueron muy silenciosos, ¿no lo creen? —Levanta sus cejas rubias hacia dónde estamos Allison y yo —. Ni siquiera escuché un suspiro.
—Aquí vamos con las bromas pesadas —murmura Ashton en tono fastidiado.
Allison aparta la mirada mientras yo lucho para no sonrojarme. Lo bueno de esto es que nadie nos escuchó mientras teníamos sexo. Mierda, fuimos muy ruidosos y casi rompimos la cama.
—Ronan está pasando un mal momento —me defiende Arianne —. ¿Puedes parar con tus comentarios, Andrew?
Él se encoge de hombros mientras Axel nos da una sonrisa maliciosa. Mila y Josh se ríen abiertamente. Saben nuestro secreto.
—Yo creo que ocultan algo —dice Axel.
Sadie y Roy comparten miradas cómplices. ¿No pueden disimular por el bien de mi salud? Me dará algo.
—Emm... —Melissa aclara su garganta.
Melody lo golpea en la cabeza y él se queja. Asa sonríe mientras bebe su vaso de sangre. Esta familia es tan normal.
—Métete en tus propios asuntos, Axel —regaña Melody a su esposo.
—Maduren —murmura Emmie.
Gracias a Dios nadie vuelve a comentar nada, aunque puedo ver la mirada sospechosa de Asher sobre mí. Joder, estoy sudando. Tengo la sensación de que pronto descubrirán el secreto. Nadie aquí es tonto.
No es normal que no se escuche ni un solo ruido.
—Coman todos, por favor —pide la señora Aria —. No desperdicien la comida.
Nadie comenta lo sucedido en mi casa. Pasar tiempo con ellos me ayuda a aliviar un poco el peso que ha estado colgando sobre mis hombros. Me siento más ligero. Ya no quiero verme como un prisionero, estoy a salvo aquí con Allison y eso es todo lo que importa.
—El entrenamiento queda postergado —comenta Asher —. Puedes tener el día libre.
Asiento en agradecimiento.
—¿Tienes mucho que hacer hoy, Ronan? —consulta Raven —. Me gustaría comentarte algunas cosas. Encontré nueva información que necesitas saber.
—Visitaré a mi madre, pero en la tarde tengo tiempo de sobra.
Raven asiente.
—Gracias.
—¿Crees que puedo ver a tu madre? —consulta Reynard —. Quiero leer su aura para poder entenderla mejor.
—Por supuesto, puedo convencerla para que venga pronto.
—Fantástico —agradece.
💚
Me encargo de traer mi cámara mientras caminamos por el pueblo. Mi mente se mantiene ocupada, lejos de pensamientos que me hacen sentir mal. Me siento más seguro con ella colgando del cuello. Allison camina hacia una fuente y de inmediato levanto el visor hacia mi ojo izquierdo, tomando la primera foto.
Clic.
Solo escuchar el suave y familiar sonido hace que mi respiración sea más fácil que antes.
Allison posa para mí libremente en medio de la multitud. Algunos chicos están mirándola, pero ella solo me sonríe a mí. La fotografío en diferentes poses hasta que estoy agotado y después reviso las imágenes. En cada una luce hermosa y sexy. Aun no puedo creer que sea oficialmente mi novia.
Es mía.
—¿Crees que algún día podré trabajar como modelo? —pregunta coqueta —. Puedo ser tu musa.
—Ya eres mi musa —sonrío.
Revolotea sus espesas pestañas oscuras.
—¿Llevas haciendo esto desde hace mucho tiempo?
—Nueve años para ser exacto. Y no es por presumir, pero soy muy bueno. He capturado las mejores imágenes —Nos sentamos juntos en la fuente con las manos entrelazadas —. El arte es mi escape y ahora tú.
Me observa con atención mientras ajusto la cámara y capturo imágenes de su rostro. Sus ojos verdes resplandecen y su cabello oscuro cae como la seda sobre sus hombros. Jamás me aburriré de apreciar su belleza.
—Dices que capturas la imagen perfecta. ¿Qué ves ahora?
—A ti, solo te veo a ti, Allison.
Un hermoso rubor le cubre las mejillas.
—Buena respuesta.
Nos alejamos de la fuente para caminar de la mano. Pasamos por una gran plaza del mercado donde la gente vende pinturas y esculturas. Hay artistas que hacen trucos de magia y una mujer que se ha pintado a sí misma para parecer monocromática. El sol cae sobre nosotros, bañándonos con sus rayos.
Un día perfecto para caminar con mi chica.
—¿Tu mamá tiene una biblioteca?
—Sí, también una librería —contesto —. Siempre supe que mi pasión por el arte nació gracias a ella.
Allie detiene sus pasos.
—No pierdo la fe en tu madre, Ronan.
Me duele el corazón.
—Yo tampoco —admito.
Llegamos a la biblioteca y me tenso al ver el cartel que indica "cerrado". ¿A dónde pudo ir? Sé que ama trabajar los sábados. Es el día dónde hay más clientes.
—Ella no está aquí —dice Allie.
—Voy a llamarla.
Busco mi celular en mi bolsillo, pero ella me detiene. Miramos a través de la puerta de cristal para ver a una chica de cabello azul en el mostrador, leyendo cómodamente.
Es Debby.
Allie rueda los ojos exasperada mientras yo toco la puerta. Debby aparta su atención del libro y se acerca. ¿Qué hace esta chica en la tienda de mi madre? No creo que trabaje con ella. ¿O sí?
—¿Ronan? —Debby abre la puerta con una tensa sonrisa cuando nota a Allie —. Imagino que buscas a tu madre.
—¿Cómo la conoces? —pregunto —. No sabía que trabajas aquí.
Se hace a un lado y pasamos. La biblioteca no es gran cosa, pero el interior está repleto de libros viejos. Mamá se encargó de coleccionar cada tomo importante de la historia.
—Porque me habló todos los días de ti —responde Debby —. No pensé que te vería aquí, menos hoy.
Siento la tensión venir al igual que este mal presentimiento.
—¿Pasó algo malo?
Debby me mira con incredulidad.
—Tu madre está en el hospital, Ronan.
💚
Instagram: JessiR17
Twitter: JessiRivas17
Facebook: Lectores de Jess (lugar dónde hay teorías súper locas)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro