Capítulo 22 ✴
Ronan.
El estrés se pone en marcha, haciendo que mi cabeza duela por las constantes pulsaciones en mis sienes. Ya no sé qué esperarme. Muy pocas cosas hacen que me estremezca, pero esto fue... impactante. Mi familia es cualquier cosa menos predecible. La forma en que Raven habló de ellos me provocó miedo e indignación. Sé que fue sincera y eso me aterra.
«He visto a personas siendo asesinadas en tu sótano. Tus padres son cómplices, Ronan. Ellos sirven al señor de las sombras».
¿Mi dulce madre también? ¿La mujer que durante años sostuvo un paño en mi frente cuando tenía fiebre? Ella me acompañó durante mis pesadillas y limpió mis lágrimas más de una vez. No quiero ensuciar esa imagen.
Olenna Dumont no es un monstruo, es mi madre. Tiene que haber una explicación para todo esto. No pensaré en lo peor. Mantendré mis esperanzas intactas hasta que ella misma demuestre su inocencia y diga que los Karlsson están equivocados.
—Mierda... —susurro y termino de ponerme los zapatos deportivos.
También están los problemas de Allison y Catalina. Esa bruja la atormenta, no será la primera vez que ataque. Me preocupa que Allison no hable con sus padres sobre el tema. Sé que odia mostrarse débil, pero ocultarse no es una buena opción. Tendré que hacerlo yo si no cede. Es por su seguridad.
Peino mi cabello y después abandono la habitación. No me gusta ser invasivo con su cabeza así que enfoco mi mente en otra parte. Allie desapareció hace minutos con su prima y no escucharé la conversación. La respeto demasiado.
Cabe destacar que mi cabeza solo piensa en las revelaciones de ayer. Es como un disco viejo que gira y gira. Pronto tendré que volver a casa para registrar a mis mascotas. Mamá tampoco volvió a hablarme y es raro. Ella siempre está pendiente de mí.
¿Casualidad? No lo creo.
Estoy a punto de cruzar el siguiente pasillo cuando me cruzo con Asa. Tiene un vaso de sangre en la mano y su cara palidece al verme. Mal momento.
—Uh... hola —me rasco la nuca —. ¿Has visto a Allison?
—Probablemente está con Melissa y los demás —contesta.
Trata de pasar por mi lado, pero lo detengo. Sus fosas nasales se dilatan y luce amenazante. Es como si mi toque le provocara ansiedad y pavor. Entonces recuerdo que Melissa mencionó cuan peligroso es su hermano.
Debería cerrar la boca y alejarme de una vez.
—Tú y yo podemos ser grandes amigos —murmuro, soltando su brazo —. No tengo problemas en que entrenemos juntos. Espero que a ti tampoco.
Asa se voltea con una sonrisa y lame la gota de sangre que hay en sus labios. Sus ojos avellanas se oscurecen poco a poco.
—Se nota que eres muy ingenuo —me enseña el vaso con sangre —. Mi familia se encarga de que nunca falte sangre en nuestro refrigerador, pero yo siento que no es suficiente. Siempre quiero más, mi apetito no tiene control.
Trago saliva.
—¿Corro el riesgo de que me muerdas?
Su sonrisa se hace más pronunciada y un hoyuelo se forma en su mejilla.
—En realidad, corres el riesgo de que te drene —asegura —. No soy como los vampiros que habrás visto en televisión. Mi parte demonio hace posible que pueda caminar bajo el sol, pero también soy jodidamente hambriento. Prefiero la sangre que viene de tu cuello.
Retrocedo por instinto y él sonríe.
—Bueno...
—No intentes ser mi amigo, Ronan —me interrumpe —. No funcionará.
Entonces me da la espalda para seguir con su camino y suelto el aire que estaba conteniendo. Dios, en esta familia hay de todo. No me sorprendería saber que Annie es una especie de leopardo.
—¿Ronan? —La suave voz de Reynard me hace mirarla —. ¿Puedes venir a mi oficina?
—Claro.
Ella mantiene abierta la puerta para mí e ingresamos a su elegante oficina. Veo muchos papeles sobre el escritorio, bocetos y más. Indica que me siente y capto la orden. Reynard hace lo mismo.
—¿Cómo te sientes? —pregunta, preocupada —. Sé que fue mucho para ti.
Le sonrío.
—Es inevitable no sentirme más extraño —admito —. Tengo algunas preguntas que quisiera hacerte. Pensé en ellas toda la noche.
Reynard asiente.
—Por supuesto, no tengo problemas en responderlas.
Me concentro en observar el cuadro familiar en la pared. Todos ellos lucen perfectos y felices. No como mi familia incestuosa y defectuosa. ¿Por qué no pude nacer en un ambiente sano y normal?
«Porque si así fuera no conocerías a Allison» —Me recuerdo, pero no deja de doler.
Viví en una casa que dónde hubo sacrificios y después se convirtió en una funeraria. Jamás terminaré de saber todos sus sangrientos antecedentes. Sé que tiene mucho más. Ese lugar atrae a la muerte.
—¿Existe la posibilidad de que sea un monstruo? —La pregunta sangra en mis labios —. ¿Puedo ser un maldito asesino como Peter Dumont o Demetrio?
Reynard me da una expresión sorprendida.
—No —contesta de inmediato —. Tú eres todo lo contrario, Ronan. No cargas con la misma oscuridad que tu familia. Al contrario, tu aura es la más pura que he visto en mi vida. Nunca fue manchada a pesar de las circunstancias. Eres una increíble persona.
Mi barbilla tiembla.
—La única que siempre me demostró amor fue mi madre y mi abuela, pero la última está muerta. El resto de mi familia ni siquiera quiere tener contacto conmigo. ¿Por qué soy diferente a todos ellos?
—Porque naciste para un propósito diferente —susurra Reynard.
Me paso la mano por el pelo.
—¿Cómo qué?
—Aún no lo sabemos.
Fui excluido tantas veces. Conocí a mis primos hace tiempo, pero eran niños que me tenían miedo. No recuerdo si alguna vez celebré mi cumpleaños. Mamá solo me compraba un pastel y ya. Tampoco recibí regalos en navidad. Mi mundo empeoró cuando empecé a recibir las terapias y después fui internado.
¿Quisieron tratarme de loco cuando ellos eran peores con todos sus secretos? ¿Eran sus formas de aparentar que nada estaba pensando?
—¿Por qué nunca oí las historias sobre mi casa? —cuestiono —. Siempre supe que no había nada bueno por las voces, pero no imaginé que estaría maldita.
Reynard me enseña un papel con la fotografía de mi casa. Todo un terreno está marcado en rojo.
—Esta zona principalmente está muy jodida —sonríe tristemente —. Aquí muere cualquier ser humano. Tu casa fue remodelada tantas veces que es imposible reconocerla.
Después me tiende más fotos con los antiguos diseños y debo decir que tiene razón. Antes ni siquiera era de dos pisos. Solo una simple cabaña de madera, en la segunda foto parece que está hecha de pajas, en la tercera de aspecto monolítico.
Y la última imagen es una mansión de dos pisos.
Mi casa.
—Antes de que ustedes llegaran fue remodelada. Esa propiedad siempre perteneció a los Dumont —explica Reynard —. Por eso tus padres se mudaron ahí. Tú naciste en New York, Ronan.
Dejo las fotografías sobre la mesa con manos temblorosas.
—No morimos como el resto, estamos vivos.
Asiente.
—Eso pone en dudas mi poca cordura —suspira —. ¿Qué los hace tan especiales para sobrevivir a una zona maldita? ¿Son intocables?
Froto mis palmas sudorosas en mi pantalón de deporte.
—Tiene que haber algo más detrás de esta situación. No creo que durante siglos haya hecho todo el trabajo solo. Dijeron que mi padre es un simple humano.
—Sí —reflexiona Reynard —. Antes de tus padres existieron o existen otros servidores. Recomiendo que hables con tu madre si confías en ella. Solo no te ciegues.
Mi corazón se siente pesado debido a la tristeza. Y luego empeora cuando recuerdo que ella está enferma. ¿Habrán llegado los resultados de sus exámenes? ¿Cómo voy a mirarla? No será lo mismo de antes.
—Esto es inaudito —Sacudo la cabeza —. ¿Por qué Georgie apareció violada? ¿Era muy necesario?
Su expresión es perpleja.
―Temo que esto se trata de algo muy retorcido y repugnante.
El miedo y la rabia hacen que mi estómago se contraiga. ¿Mi padre la violó por simple diversión? No me sorprendería. Jamás olvidaré como observó a Allie en mi casa.
Hijo de puta...
―No sé cómo podré salir adelante a partir de ahora.
Reynard me sonríe.
—Aquí tendrás todo el apoyo que necesites —me guiña un ojo —. Dudo que Allison te deje solo. ¿Y Ronan?
—¿Sí?
—Naciste para ser diferente a todos ellos —dice —. Lo juro.
💚
Me encuentro con Asher en el gimnasio diez minutos después. Mi cabeza en estos momentos no tiene ánimos, pero me niego a hundirme en el dolor. Eso lo hará peor. Necesito distracción y nada mejor que los golpes de mi suegro. Servirá para tener presente que sigo vivo y debo luchar. No es tiempo de caer, menos ahora que tengo mucho para hacer:
Darle a Georgie esa paz que tanto busca, ayudar a Allison y hundir al culpable de toda esta mierda. Tengo muchos propósitos que voy a cumplir.
―Pensé que no vendrías ―Asher me lanza los guantes de boxeo ―. No te culparía si faltabas.
―Ahora necesito ser más fuerte ―Me pongo los guantes de manera correcta ―. ¿Qué tal si ese monstruo viene por mí?
Asher levanta su ceja.
―Es bueno que estés preparado para todo.
Cuadro mis hombros.
―No dejaré que nada de esto me defina ―espeto ―. Yo no soy ningún asesino, violador o cualquier mierda que identifique a mi familia. Soy raro, sí, pero nunca le hice daño a nadie.
El rostro de Asher es una máscara de indiferencia.
―Golpéame y deja de hablar.
Su primer puño viene como un camión, pero lento. Lo esquivo, sonriendo a la sorpresa en su rostro. Lo golpeo una vez en el pecho y otra en el hombro.
―Bien ―Asher asiente ―. Sigue así, Dumont.
Dumont.
La mención de mi apellido hace que despierte una profunda cólera en mi interior. Mi cuerpo está zumbando con ira animal. Recibo el siguiente golpe en mi estómago, pero aprieto mis abdominales. Así que el dolor cuando llega no es tan potente. Mierda, estoy dejando que un licántropo me golpee.
―Pelea, maldita sea ―gruñe Asher ―. Defiéndete, Dumont.
Mi respiración está agitada, el sudor cubre mi cuerpo cuando le doy una serie de golpes rápidos a su pecho y después le pego en la mandíbula. Ahora es su turno de permanecer quieto. ¿Está dejándome ganar?
―Vamos, Dumont ―Me desafía —. ¿Eso es todo?
Pretendo golpearlo en la cara, pero detiene mi puño a tiempo. Empiezo a forcejear y gritar de rabia. Pateo su espinilla, pego su estómago, cada parte de él. Asher no responde a ninguna agresión. Mi asalto no tiene ningún efecto en el licántropo. Mis manos sangrarían si no tuviera los guantes.
Asher me deja continuar, hacer el ridículo, sin duda, pero no puedo evitarlo. Continúo hasta que mi energía se agota y tengo que detenerme en una dolorosa derrota.
¿Qué demonios?
―Ya basta ―dice finalmente ―. Oye, está bien. Fue suficiente por hoy.
Aparto la cara, pero es demasiado tarde. Hay lagrimas nadando en mis ojos y caen por mis mejillas. Me siento tan estúpido por llorar, me siento estúpido en general. No suelo dejar que mis emociones me ganen como ahora. Solo siento este horrible peso sobre mis hombros, toda esta carga emocional es difícil de sostener.
―No hay nada de qué avergonzarse ―Asher me sorprende con un fuerte abrazo que deja tieso a mi cuerpo ―. Todos tenemos nuestros momentos.
Nos quedamos así durante varios segundos.
―Lo siento ―tartamudeo ―. Es demasiado.
Me da una palmada en la espalda y se aleja con una sonrisa comprensiva. No me está juzgando, ni burlándose de mí. Hay solo compasión en su mirada.
―Lo sé ―Él me quita los guantes y después me pasa una botella de agua ―. No quiero ni siquiera imaginar cómo estás por dentro.
Aclaro mi garganta.
―Soy un desastre.
Deja caer su cuerpo sobre la colchoneta y hago lo mismo. Los parlantes del gimnasio reproducen una vieja canción de Freddie Mercury. Mi atención se concentra en la botella de agua en mi mano. ¿Qué diablos piensa de mí? Acabo de llorar en su presencia y él me abrazó.
―Tal vez piensas que soy un jodido idiota ―comenta Asher ―. No te culpo si tienes ese concepto de mí.
Sacudo mi cabeza con una sonrisa, la tristeza queda olvidada mientras limpio mis lágrimas.
―Solo proteges a Allison.
―Siempre será mi pequeña ―dice ―. Con Allison soy más sobreprotector a pesar de que ella es muy poderosa. Desde niña ha sido bastante inestable y no quiero perderla de vista.
―Es normal cuando tiene a una bruja en su interior.
―Sí ―Los ojos de Asher parpadean hacia mí ―. La he visto hacer muchas locuras. Antes podíamos controlarla, pero temo que ahora no será posible. Es una adulta y dueña de sus decisiones. También debo recalcar que sus poderes no tienen límites, sin embargo... ―Se calla.
―¿Sin embargo? ―repito.
―La he visto más relajada estos últimos días ―dice ―. La haces muy feliz y es todo lo que me importa. Estoy sorprendido porque ella se negaba al lazo.
Juego con la etiqueta de la botella.
―Ella es una buena chica.
―Lo sé, pero su lado oscuro es inevitable, Ronan ―Hace una pausa ―. Temo que Catalina se apodere completamente de su alma. El día de su cumpleaños fue una señal de que no se dará por vencida.
Me tenso al recordar que ayer me ahorcó y esta mañana expulsó un líquido negro de su nariz. Quiero decirle, pero eso sería arruinar la confianza de Allison. Ella prometió hacerlo pronto.
―Allison no permitirá que Catalina gane ―aseguro ―. He sido testigo de su fuerza.
Asher me palmea en el hombro.
―Definitivamente eres el indicado ―masculla ―. Solo espero que estén cuidándose cómo se debe.
Mierda... Escucharlo hablar tan liberal me abruma de vergüenza.
―Lo hacemos —expongo. Ella afirmó que está en control de natalidad y le creo.
―Eso espero ―dice con una sonrisa ―. Si algún día necesitas hablar con alguien aquí me tienes. Somos familia, recuérdalo.
Trato de luchar contra la ola de emoción que me sacude, pero es imposible. Llegué a pensar que no le agradaba y ahora me está ofreciendo su amistad.
―Gracias ―contesto.
―En cualquier momento ―sonríe ―. ¿Te veo después?
―Por supuesto.
Asher abandona el gimnasio y me dejo caer sobre la colchoneta. No todo es tan malo. Allison llegó a mi vida y tengo una nueva familia. No enfrentaré esta locura solo.
Ya no estoy solo.
💚
Allie
Termino de cambiarme y después me uno a Sadie en el patio. Todo su cuerpo está cubierto por un enorme abrigo que controla el temblor en su cuerpo. Aún sigo indignada por el plan, pero solo me queda apoyar a mis primas.
Si Raven dice que es una buena idea, le creo. Prometió que convencer a nuestros padres, pero dudo que lo logre. Papá no permitirá que abandonemos la fortaleza esta noche. Mis tíos lo apoyarán. ¿Eso me consuela? Definitivamente, estoy reacia a romper la promesa que le hice a Ronan.
Anker pasa por mi lado y le hago señas para que se acerque. Él me sacude la cola con entusiasmo. Se ve precioso con el cabello lacio y brilloso.
―Hey ―sonrío ―. Veo que te cuidan muy bien.
Él vuelve a mover su cola.
―¡Anker! ―grita Aden a lo lejos y el perro se va corriendo hacia él. Amo que sea unido a mi hermano, lo cuida mucho.
Enfoco la atención en mi mejor amiga. Ella aparta el cabello que le cae sobre su cara a causa de la brisa. Es imposible ignorar esos chupones en el cuello.
―Allie ―Sadie me da una tensa sonrisa ―. ¿Cómo estás?
Solo un poco estresada porque una bruja de mierda susurra en mi cabeza y expulso un líquido negro de mi nariz. Ya saben, nada de qué preocuparse.
―Fantástica ―respondo ―. Aún no me hago la idea de que debes irte.
Sadie me tira hacia ella en un fuerte abrazo y suspiro.
―Puedo volver cuando todo se solucione y termine mis estudios ―dice, apartándose ―. Ya siento este lugar como un nuevo hogar. No hay nada que extrañe en Canadá, ni a mi madre, mi ausente padre o Justin.
Esa maldita basura... Debí pedirle que se suicide antes de venir aquí, pero no quería asustar más a Sadie. Confío en que la hipnosis esté haciendo bien su efecto y ese infeliz ni recuerde su nombre. Jamás olvidaré todo el daño que le hizo a mi mejor amiga.
Esa escoria no vale la pena.
―Aquí eres más que bienvenida, estoy segura de que Roy te recibirá con los brazos abiertos.
La sonrisa de Sadie crece.
―Si no encuentra a su compañera o compañero seguro que sí ―suspira ―. No me aferraré a él, no terminará bien. Vine aquí a disfrutar y lo aproveché cada segundo.
Le doy una nalgada y ella salta.
―Ya veo que sí.
―Tú tampoco te quedas atrás, ¿eh? ―Sadie resopla una carcajada ―. Me alegro que hayas encontrado a alguien que te haga sentir satisfecha. Logan era grandioso, pero tú no lucías así con él.
Aparto la mirada.
―¿Cómo?
―Brillante y fantástica ―murmura ―. Me parece increíble la forma en que funciona ese famoso lazo. Es como si Ronan y tú estuvieran en una relación de hace años. Parecen un matrimonio perfecto. Hacen que crea nuevamente en el amor.
Me río y enfoco los ojos en ella.
―Yo también lo siento así.
La mirada de Sadie ahora es seria.
―Hablé con Logan anoche ―musita.
La inquietud me recorre, un conjunto de nervios se acumula en la boca de mi estómago. Otra vez...
―¿Y?
―Quiere hablar contigo, insistió en que era importante ―Frunce el ceño ―. Fue a visitar a tu tío Brent, pero él no fue amable. No quiso decirme nada, Allie.
Me muerdo el labio.
―Supongo que seguirá insistiendo.
―Deberías desbloquearlo de tus redes sociales ―sugiere ―. Te ha dejado muchos mensajes ahí.
Hay una flor en el suelo y me agacho para tocarlo. Sus pétalos relucen al igual que sus hojas. Tan hermosa, pero pronto se marchitará. Así me siento cada vez que Catalina me habla.
―No tengo tiempo para este tipo de dramas. Tú escuchaste la conversación que tuvo mi familia ayer. No es momento, Sadie ―musito ―. Tienes que convencerlo de alguna manera. Haz que hable. Si es muy importante consideraré verlo de nuevo.
Ella levanta las manos a modo de derrota y asiente.
―Lo intentaré.
―Gracias, Sadie.
―De nada, tonta. Sabes que siempre te apoyaré.
Enlazo su brazo con el mío y caminamos por el patio. Lamento que no hayamos podido pasar mucho tiempo juntas. Espero poder enmendarlo pronto.
―Aún quiero que pienses en un regalo de despedida que te gustaría antes de irte. ¿Te conformas con la fiesta o algo más?
―Hicieron suficiente por mí el tiempo que estuve aquí ―dice, tímida ―. La fiesta ni siquiera fue una idea mía. Melissa creyó que serviría como excusa.
No me asombra que Melissa lo haya sugerido. Esa mujer toma riesgos constantemente. Su relación imposible con Tristan es una prueba. Ella afirmó que terminaron, pero a mí no puede mentirme. Pronto ese idiota estará en su habitación insonora y follarán. Cruzaré los dedos para que mi tío Axel no los descubra. Podría desatarse la tercera guerra mundial y no queremos otra pelea con los Persson. A mi familia le costó hacer las paces con ellos. Tristan es hijo de un Alfa. Simon es muy capaz de tomar represalias si mi tío Axel lastima a su hijo.
Qué situación más complicada. Se pondrá peor cuando Tristan encuentre a su compañera destinada. Melissa estará destrozada.
―No importa, esta noche será fantástica ―Le guiño un ojo ―. Te despediremos como la reina que eres y si no tenemos permiso lo pasaremos bien aquí. Una pijamada entre chicas o tú con Roy. Elige sabiamente, amiga.
Sadie me abraza de nuevo.
―Tenerte en mi vida es suficiente.
―Aww, si no tuviera a Ronan seríamos fantásticas juntas ―bromeo ―. Haríamos una hermosa pareja.
Ella sacude la cabeza con una risita.
―Nah, eres muy heterosexual para mi gusto.
―Podrías hacerme cambiar de opinión... ―Las palabras me fallan cuando mi cabeza empieza a dar vueltas, mi visión empieza a oscurecerse.
―¿Allison? ―Sadie suena angustiada ―. ¡Allie!
―Yo... ―balbuceo.
Y ahí está.
La maldita gota vuelve a salir de mi nariz.
Sadie me observa con horror y grita por ayuda. Yo intento mantener el equilibrio, pero es imposible. Siento que todo se revuelve a mi alrededor.
«Allie» ―Ronan está hablándome, gritando mi nombre.
Más gotas caen.
Más y más.
¿Cuándo se detendrán?
―¡Ayuda, por favor! ―Es lo último que oigo antes de que la parte de atrás de mi cabeza golpee el suelo y mi mundo se vuelve negro.
💚
Parpadeo lentamente cuando siento un paño limpiando mi frente y nariz. Estoy sobre un colchón suave y mantas cubriéndome. Huelo la colonia de Ronan inundándome y me relajo al instante. Su toque me trae a la vida, despertando mi alma, incluso a través de las gruesas capas de dolor.
―Ahí estás, hermosa ―sonríe ―. Estaba tan preocupado por ti.
Me incorporo lentamente en la cama y noto que no estamos solos. Mis padres, el abuelo Josh y Mila están presentes. Mierda.
―¿Qué pasó? ―Duele hablar ―. ¿Dónde está Sadie?
―Con Roy, no te preocupes por ella ―dice Ronan.
Mamá ha estado llorando, sus ojos rojos son una prueba. Papá tiene la mandíbula apretada y el rostro contraído por la rabia. Está furioso. Auch.
―¿Sabes qué diablos pasó? ―gruñe papá ―. Perdiste el conocimiento y estabas manchada con veneno de Catalina. ¿Cómo pudiste ocultarnos esa información? ¡Tu salud y tu vida están en juego!
Ronan me abraza con fuerza cuando percibe que tiemblo. Mamá pone una mano sobre el hombro de papá. Mila suelta un suspiro agotador.
―No consigues nada si te alteras ―susurra mi abuelo ―. Allison necesita estar calmada.
Papá me da la espalda y respira profundo. Hay lágrimas pegadas a mis pestañas porque lucho desesperadamente para no derramarlas. Odio decepcionarlo, odio que me vean débil.
―Anoche ahorcaste a Ronan y ella habló en tu cabeza ―Mamá se abraza a sí misma ―. Esperaba que nos dijeras tú misma, Allie.
Apuesto a que Ronan me delató, pero no lo culpo. Solo está preocupado por mí.
―Lo hizo ―afirmo ―. Casi maté a Ronan por su culpa.
Mamá está indignada.
―Y no dijiste nada.
Veo el dolor y la furia en sus ojos. Envía un cuchillo a través de mi corazón. Hace tiempo me prometí a mí misma no lastimar a mis padres. Yo recibiría cualquier dolor por ellos.
―¿Para qué, mamá? ―reprocho ―. ¿Haría alguna diferencia?
Nadie responde.
―¡Ella hace lo que quiere conmigo y no puedo detenerla! ―Mi voz termina en un débil sollozo ―. Está en mi cabeza y mi cuerpo. Aparece cuando se le da la puta gana. ¡Soy su marioneta!
El agarre de Ronan se aprieta en mi mano.
―Allie...
―No hay arreglo para esta maldición. ¿Creen que no lucho contra ella? De verdad lo intento, pero no puedo controlarla. La siento aquí y duele ―Señalo mi sien.
Ronan me empuja hacia él hasta que mi mejilla se aprieta contra su pecho. Su barbilla cae sobre mi cabeza y se le escapa un fuerte suspiro. Huele bien, incluso si tiene un poco de sudor después de su entrenamiento. No quiero que me suelte, perdería más la razón si lo hace.
―Solo queremos estar atentos si vuelve a repetirse ―musita Mila ―. ¿Sabes que ella te está envenenando poco a poco?
Mis manos se hacen puños en la camisa de Ronan.
―Quiere que deje de luchar ―digo.
Papá suelta una risa carente de humor y me mira.
―Más vale que no le des ese gusto ―advierte.
Mi abuelo golpea su dedo contra su barbilla.
―Está expulsando ese líquido como consecuencia del envenenamiento ―informa ―. Catalina pretende matarla por dentro y debemos evitarlo.
Mamá solo es pura angustia cuando sus ojos encuentran los míos.
―¿Y con la marca no se detendrá?
Mila exhala.
―El alma de Allie pertenece a Ronan ahora, pero eso no le impide a Catalina seguir trabajando para lograr con su objetivo. Ella encontró comodidad en el cuerpo de Allie debido a la oscuridad que heredó de Arianne y su bisabuela ―Mamá agacha la cabeza ante eso ―. Tenemos que usar otras tácticas que la hagan sentir como la intrusa que es. Conocer sus debilidades y miedos. Recordarle que no es su cuerpo.
Ronan besa mi cabeza.
―¿Y cómo podremos descubrirlos?
Mila le sonríe.
―Ese trabajo tenemos que encargártelo a ti, Ronan. Recuerda que tus habilidades son excepcionales y eres el único que puede leerla. Catalina quiere matarte por ese motivo ―murmura más animada ―. Busca la manera de escuchar lo que piensa, calcula sus movimientos.
Ronan se tensa.
―Aún no me creo capaz.
―Tienes que aprender ―dice Mila ―. Y debe ser pronto, Ronan.
No quiero que Ronan se sienta presionado u obligado.
―Estudiamos el pasado de Catalina todos estos años y descubrimos atisbos de su vida pasada. No tiene familiares vivos, ni nadie cercano a ella que puede informarnos ―agrega mi abuelo ―. Solo sabemos que es reacia a la felicidad y el amor. Odia a los hombres por culpa de Alair.
Maldito Alair. Yo lo odio por secuestrarme, ¿pero a qué punto lastimó a Catalina?
―¿No hay nada de ella en Croacia? ―cuestiona papá.
Mamá parpadea varias veces y algo destella en su cara, como si hubiera recordado a alguien muy importante. Sus ojos verdes brillan y mira a papá con esperanza.
―Cuando maté a Catalina estaba muy herida y casi morí en el templo derrumbado ―comenta ―. Afortunadamente una hechicera me salvó. Dijo que era su destino ayudarme porque libré a su pueblo de Catalina. Se llamaba Borna Carver. Jamás olvidaré su nombre.
Mi corazón empieza a latir más rápido, papá asiente en acuerdo.
―Me hablaste de ella hace años ―dice él.
―Ella conoce a Catalina ―musita mamá ―. Puede ayudarnos a saber más del enemigo.
Se ven animados y optimistas, pero no me permito sentir esperanzas. Pueden irse tan rápido como llegaron. Me pasó muchas veces. ¿Creo que hablamos con casi cincuenta hechiceras, videntes y más? Perdí la cuenta. Nadie dio respuestas.
―La única manera de contactarla es viajar a Croacia ―dice Josh.
―Podemos hacerlo pronto, no hay problemas en eso ―Mamá se acerca a mí. Su voz está cargada de preocupación y emoción―. ¿Qué te enseñé?
Le sonrío.
―No rendirme.
Me alza la barbilla y limpia el rastro de lágrimas que cayeron sin que me diera cuenta.
―Si necesitas llorar, hazlo, pero no vuelvas a decir que no hay solución. ¿Entiendes? Lo solucionaremos, cielo.
Asiento con más convicción esta vez.
―Lo solucionaremos.
Mila deja un frasco lleno de hierbas en mi mesita de luz. Es la poción que me ayuda a limpiar mi cuerpo.
―Vamos a dejarte descansar, pero estaremos cerca si necesitas algo ―sonríe Mila y nos guiña un ojo ―. Nos vemos después, chicos. Disfruten.
Me dejan sola con Ronan en mi habitación y me aferro a él como si fuera un pulpo. Trago con fuerza, levantando la mirada y fijando los ojos en él. Su mano aún está en mi mejilla, sus ojos nadando con una mezcla de sinceridad y dolor.
—¿Qué puedo hacer para que te sientas mejor? —pregunta en voz baja.
No puedo hablar mientras me mira. Aprieto los labios, mis ojos cayendo sobre nuestras manos unidas. Quiero que me bese. Quiero que me abrace. Quiero que siga diciéndome que todo estará bien mientras me acaricia el pelo.
—Bésame —susurro ―. Solo bésame.
Nos miramos fijamente, sus ojos oscuros e intensos antes de que sus labios bajen a los míos en un beso tierno y delicioso. Me subo a su regazo, profundizando el beso. Su boca es suave y ansiosa. Sus manos recorren mi espalda y después se detienen en mi trasero para apretarlo.
—Dios... —Se ríe —. Acabas de desmayarte.
—¿Y? ―pregunto contra sus labios.
Aparta el pelo de mi cara.
—No es el momento más adecuado —dice, apenado —. Debo ir a mi casa y ver cómo están mis perros. Tengo un mal presentimiento sobre ellos.
Siento el rechazo venir, pero asiento a pesar de estar desilusionada. Ronan también tiene problemas, su mundo no gira alrededor del mío.
—Lo siento —me disculpo, avergonzada.
Me besa otra vez, más despacio y suave.
—No hay nada que sentir aquí —sonríe —. Esta noche seré todo tuyo, ¿sí?
—Está bien, pero no irás solo a tu casa.
—Le pediré a Roy que me acompañe —Me recuesta en la cama y me cubre con la manta. Después trae a Annie para que se acurruque contra mí —. No quiero que tengas más estrés.
—¿Quién va a protegerte si Georgie ataca? —inquiero, angustiada.
Solo recordar cómo esa maldita niña lo apuñaló me llena de miedo y pavor. ¿Realmente cree que voy a dejarlo solo? Este chico es terco.
—Solo veré de lejos a los perros...
—No, no —mascullo —. Si sales de aquí no estás a salvo.
—Necesito hacer esto por el bien de mi conciencia —suplica —. Algo anda mal, amor.
¿Cómo carajo puedo negarme si me llama amor? Esa simple palabra me desmorona.
—Iré contigo —insisto.
Ronan se ríe.
—Bien, me rindo.
Rápidamente me levanto satisfecha y busco mis zapatos. Pelear contra Allison Karlsson es una batalla perdida. Siempre encuentro una manera de ganar.
💚
Ronan.
Tengo ganas de amarrar a Allie en una cama para que deje de inquietarse por mí. Ella debería estar descansando y preocupándose por sí misma. Odio ser otro problema en su vida. No saldría de su casa, pero esa mala sensación es cada vez más punzante.
La única forma de controlarla es registrando a Mora y Teddy.
—¿A dónde diablos van? —pregunta Asher al vernos bajar las escaleras. Quita la atención de su celular y frunce el ceño.
—Registraré a mis mascotas —contesto —. Mamá no responde mis mensajes y estoy preocupado.
Asher suspira.
—Tengo entendido que sufriste un atentado ahí. No puedes salir.
—Sí, pero mis mascotas son importantes.
Él suelta una maldición y se pone de pie.
—Los acompañaré.
Allie sonríe ampliamente.
—Gracias, papi.
Los tres abandonamos la Fortaleza y Asher abre la puerta de un auto. Si llegamos rápido, mejor para mí. Espero que mi mal presentimiento solo sea una tontería. Probablemente mamá olvidó cambiarles el agua y darles comida.
Tiene que ser eso.
Subimos al auto, Asher arranca y nos alejamos.
—Sé que no debería decirlo, pero hay cámaras en todo el bosque. Hasta en la cabaña dónde estuvieron ―comenta ―. Quiero que sean más prudentes al respecto.
Allie me da una sonrisa tensa.
—Raven me comentó que borraste los vídeos.
¿Qué...? Mi rostro se llena de calor y la vergüenza me invade. ¿Hay un vídeo de Allison y yo teniendo relaciones sexuales?
—En realidad, tu madre lo hizo. Borró todo, incluso el momento que ahorcaste a Ronan —responde Asher, girando a la derecha —. La próxima vez tengan muy presente en dónde tendrán relaciones.
Joder... ¿Cómo diablos íbamos a adivinarlo? Ahora resulta que ni en el bosque tendremos privacidad. Parece que nuestra única opción es irnos a un desierto o la Antártida.
—Gracias por la sugerencia —murmuro.
Asher me observa a través del espejo retrovisor.
—También compren condones.
Aparto la mirada rápidamente. Voy a morir de la vergüenza. Todo lo que sé sobre educación sexual lo aprendí gracias a la escuela, mi madre y los libros. Papá jamás me dio la charla y estaba bien con eso. No soportaré a Asher. Es incómodo.
—No empieces, por favor —Se queja Allie ―. Ambos sabemos lo que hacemos.
Asher bufa.
―Sí, eso lo tengo muy claro.
Afortunadamente el auto se detiene y soy el primero en bajar. Los portones de la casa se abren a modo automático, como si estuvieran dándome la bienvenida. Mierda, esto es escalofriante. Allison y su padre están a mi lado en menos de un segundo. Los ojos de él examinan mi cara con desconfianza. El sonido del columpio balanceándose solo empeora todo.
—Joder —dice Asher —. Me siento en el puto conjuro. ¿De verdad viviste aquí?
—Sí —señalo la casa y los portones se abren ―. Adelante.
Busco con mis ojos a mis mascotas, pero no hay rastros de ellos. La desconfianza me golpea muy duro al igual que el temor. Ellos siempre me reciben con alegría y sacuden sus colitas.
—¿Mora? —grito, escaneando el patio. Allie y Asher me siguen de cerca —. ¿Teddy?
Las fosas nasales de Asher se dilatan cuando inhala y vuelve a maldecir. La cara de Allison pierde color cuando me mira.
—Puedo oler sus cuerpos ―expresa ella.
No.
Rápidamente corro hacia las casitas de ambos y mi mundo entero se paraliza. Las lágrimas me queman en el fondo de los ojos. Un peso frío presiona mi corazón.
Oh, no. Por favor, no. Dios mío. No, no, no.
Tiene que ser una película de terror, pero los agujeros en los ojos de Mora son muy reales. También lo es la sangre que corre sobre el pasto verde. Su cuerpo sin vida en el suelo despliega una rabia en mí y profunda tristeza. Ella solo era un animal indefenso. La injusticia, el salvajismo y mi propia impotencia alimentan mis sentidos desquiciados.
Quiero morirme.
—Mora... —sollozo ―. ¿Mora?
Me arrodillo junto a ella y toco su fría cabeza. Hay moscas rodeándolas al igual que las hormigas. Solo me fui dos días. ¿Cómo pudo pasar esto? Se supone que mamá la cuidaría. Fui tan imbécil, debí llevarlos conmigo. Estoy seguro de que Georgie hizo esto. Ella le quitó los ojos a mi Mora.
—Lo siento mucho —susurra Allie, pero no la escucho.
Busco desesperadamente a Teddy solo para encontrarlo inerte detrás del árbol. La correa parece muy ajustada alrededor de su cuello y su lengua está afuera. Su ritmo cardíaco ha desaparecido al igual que ese brillo en sus ojos.
Mis mascotas están muertas.
Mis manos están sudorosas y temblorosas. La pena inunda mi pecho y las lágrimas fluyen sin control de mis ojos. No debí irme, no debí abandonarlos. Oh, Dios. ¿Cómo pude ser tan egoísta? ¿Qué hice?
Murieron por mi culpa.
Le quito a Teddy el collar que lo ahorcaba mientras otro sollozo me abandona. Acaricio su pelaje marrón, llorando por mis mascotas. ¿Por qué? No dañaban a nadie. Nunca mordieron o lastimaron. Yo me encargué de educarlos correctamente. Eran unos animales sensacionales. Me hicieron tan feliz.
—Vamos a enterrarlos en cualquier lugar que desees —dice Allie entre lágrimas —. Le compraremos a ambos una tumba...
—No —Lloro —. Solo quiero que esa estúpida fantasma pague por lo que hizo.
Asher se agacha a mi lado y pone una mano sobre mi hombro. Hay solo pesar en su mirada avellana.
—De verdad lo siento mucho, Ronan —murmura con melancolía —. Sé el valor que tienen las mascotas.
Nada me consuela.
El odio por Georgie en mi corazón es negro como el infierno. No hay espacio para nada bueno ahora mismo. Solo furia, indignación, tristeza. Sé que no debo ceder a la oscuridad, pero es mejor que sentir miedo. Abrazo la ira y aprieto los puños.
Esto no tiene perdón.
Suelto a Teddy y limpio mis lágrimas de manera furiosa. Me pongo de pie y agarro una enorme piedra que apunta directo a mi ventana.
Ahí la veo.
Está detrás de las cortinas, sonriéndome maliciosamente. Las ventanas se abren y después algo cae cerca de mis pies.
Son los ojos de Mora.
Allie grita con horror a mi lado.
—¡Tú, maldita basura! —grito y lanzo la piedra en su dirección. La ventana se hace añicos en cuestión de segundos —. ¡Juro que voy a revivirte y después te mataré con mis propias manos! ¡Bastarda desalmada!
Allie se cubre la boca con las manos.
—Ronan... —Me alejo cuando quiere tocarme.
—Aléjate, Allison —advierto sin quitar mis ojos de Georgie. Ya no sonríe, solo me mira en silencio —. Déjame decirle su merecido a esa basura.
Lanzo más piedras, la maldigo y lloro como un idiota. Estoy enojado, furioso y triste. Ella realmente los mató para lastimarme. Entiendo que sufrió, pero nada de esto era necesario. Mis mascotas no tenían la culpa de nada. Eran los seres más inocentes de este mundo.
—Suficiente —Asher me detiene —. Lo mejor será irnos de aquí.
—¿Qué diablos sucede aquí? —exige una voz arrastrada —. ¿Qué hacen en mi propiedad? ¡Llamaré a la policía!
Detengo mi asalto hacia la ventana solo para observar al borracho que se acerca a nosotros.
Mierda.
Es mi padre.
💚
Instagram: JessiR17
Twitter: JessiRivas17
Facebook: Lectores de Jess (lugar dónde hay teorías súper locas)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro