Allie.

Me detengo frente a él, mi corazón late con fuerza al ver su rostro. Sus cejas están fruncidas, su frente arrugada por la tensión. No le molesta hablar sobre Logan, pero sí siente celos cuando ve una fotografía nuestra.

No voy a disculparme por tener una fotografía de mi ex. Logan y yo fuimos más que amantes. También amigos que compartían absolutamente todo. Disfruté bastante el tiempo que duramos juntos.

No me arrepiento de nada.

No me avergonzaré de mi pasado.

Esto es lo que soy, no puedo cambiarlo ni quiero hacerlo.

—Es solo un recuerdo —musito —. Un lindo recuerdo.

Ronan me da una expresión avergonzada y se sienta en nuestra cama. Hay solo culpa en sus ojos. No debería sentirse mal por celarme, aunque sí tener en cuenta que existieron muchos antes de que llegara a mi vida. No puede ponerse así cada vez que aparece algo relacionado a mis novios anteriores. Sería un círculo vicioso que nunca terminará.

—Lo siento —Se disculpa —. Nunca me sentí así por nadie más.

Me posiciono entre sus piernas y él acaricia mi cintura.

—Lo sé, pero ten en cuenta algo —susurro —. Ahora existes solo tú en mi mundo y no habrá nadie más. Logan y cualquier otro chico quedó en mi pasado.

Un suspiro entrecortado escapa de sus labios y la expresión de molestia en su rostro comienza a desvanecerse lentamente, hasta que me contempla con ojos suaves. Me fundo en su mirada, mi corazón se agita por su intensidad.

—Así se siente los celos, ¿eh? —Arruga la nariz —. Soy tan ridículo, maldita sea.

—Un poquito —sonrío y me siento en su regazo —. Yo haría el mismo espectáculo si estuviera en tu lugar. Es más, quemaría la fotografía.

La boca de Ronan se curva en una sonrisa deslumbrante.

—No existió nadie antes de ti.

—Lo sé, tonto. Soy una jodida afortunada —Suelto el agarre en mi toalla para besarlo. El cuerpo de Ronan se estremece al sentir mi piel desnuda —. Te prometo que encontraré privacidad para ambos.

Aparta los labios, cerrando fuertemente los ojos.

—¿Te he dicho que eres muy mala, Allison? —gime.

Bato mis pestañas hacia él inocentemente.

—Aún no has visto nada, cariño.

Me atrae hacia él. Sus labios se empujan contra mí hasta que los míos se abren y le permito el acceso. Gimo suavemente, devolviéndole su muestra de afecto con la misma fuerza y entusiasmo.

—Mierda... —Mi cabeza cae contra su pecho y oigo el constante latido de su fuerte corazón, sintiendo una sensación de paz que no he tenido en mucho tiempo —. Está siendo doloroso para ambos.

Ronan asiente.

—Muy doloroso.

La magia se evapora cuando oigo un grito irritante.

—¡¿Pueden parar con los manoseos y venir aquí?! —exclama mi padre —. ¡La cena está lista!

Resoplo frustrada y cubro mi cuerpo nuevamente con la toalla. Ronan acomoda su erección en su lugar. El movimiento me hace reír como una lunática. ¿Hasta cuándo soportará? A mí no se me nota que ando caliente, pero a él sí. Qué pena.

—Sí, muy chistoso —Se queja —. No eres tú la que está sufriendo.

Muerdo mi labio, dándole una mirada sugerente.

—Puedo ayudarte con eso.

Ronan maldice y se deja caer de espaldas en nuestra cama. Su pecho sube y baja rápidamente.

—No aquí, Allison. Bajaré cuando se calme un poco —dice —. Tu familia no puede verme así. Prefiero lanzarme desde un precipicio antes de que me traten de pervertido.

¡Por los dioses! Todos en esta casa somos pervertidos a excepción de los niños. No paro de reír mientras me dirijo al armario para buscar ropa cómoda.

—Ve al baño y soluciónalo —sugiero —. Te espero en el comedor.

Cubro mi cuerpo con un vestido de suéter y me peino mientras Ronan va al baño por una ducha. Podría quedarme aquí hasta que termine, pero no resistiré la tentación. Soy muy capaz de meterme en el agua con él y acabar lo que empezamos.

Estoy fuera de control.

Sacudo mi cabeza, molesta conmigo misma por sentirme tan caliente. Si las paredes fueran insonoras todo sería más fácil, pero no. Mi familia prefiere escuchar cada sonido por seguridad.

Mamá me sonríe cuando me uno a ellos en el comedor. La mesa como siempre está abastecida por tanta comida. Cada Karlsson está presente, incluso mi abuelo Josh. Últimamente lo veo muy perdido. ¿Mila lo tiene ocupado? Asqueroso, no quiero pensar en esa opción. Haré de cuenta que sigue siendo un hombre soltero.

—¿Y Ronan? —pregunta mamá —. Hay Nuggets si quiere.

—Está tomándose una ducha, pero vendrá pronto —contesto, sentándome cerca de Ellie —. Reserven un lugar para él.

Raven asiente.

—Aquí hay una silla vacía.

—Gracias, Raven —agradezco.

—No hay de qué.

Le guiño un ojo a Sadie quien disfruta su cena. No pasamos mucho tiempo juntas desde que puse un pie en el pueblo, aunque ella no está molesta con eso. Roy la mantiene más que entretenida en su habitación y tienen clases de kamasutra.

—Ronan empezará el entrenamiento mañana —comenta papá —. Puedes unirte a él cuando quieras. También puedes enseñarle todo lo que aprendiste durante años. Eres buena, Allison. Contigo se sentirá cómodo.

—Esto será divertido —Se burla mi tío Axel.

Mi tío Andrew le sigue la corriente.

—Imagino que patearás su culo, Asher.

—Apuesto a que lo hará —concuerda mi tía Emmie, limpiando los labios de Adam con una servilleta —. Es Asher idiota Karlsson.

Papá hace una mueca, mamá se ríe y aparta las manos inquietas de Amy lejos de su cara.

—Gracias por el halago, Emmie —dice papá.

—También compadezco al chico —murmura mi tío Ashton con pesar.

Ya todos conocen a mi querido padre, pero confío en que realmente quiere enseñar a Ronan. Será un gran maestro.

—Espero que te guste la cena —Mi abuela Aria sonríe —. Me esmeré muchísimo.

Le devuelvo la sonrisa.

—Me encantará, abuela —aseguro.

—Disfruta —dice.

Gimo cuando le doy el primer bocado y ella sonríe complacida.

—Me parece una idea genial que entrenen juntos, papá —Le sonrío. Agarro el cuchillo y tenedor para cortar mi tofu. Amo que mamá le haya dicho mi receta favorita a la abuela Aria —. No seas duro con él. ¿Sí?

Ellie resopla a mi lado.

—No pidas imposibles.

—Siento pena por Ronan —dice Melissa desde su asiento —. Ya puedes ir cavando su tumba, Allie. ¿Qué tipo de flores le gusta?

Vaya, qué poca fe tienen en mi padre.

—Puedo decir lo mismo de Tristan —espeta mi tío Axel —. ¿Le gustan las margaritas? Hay muchas en el jardín.

Mi padre y el resto de mis tíos se ríen por la broma, pero a Melissa no le da mucha gracia. Touché.

—Yo también quiero entrenar —murmura Aden con la boca llena.

—Eres muy capaz de jugarle sucio a Ronan —Mamá sacude la cabeza —. Él no necesita tus travesuras, Aden.

Traigo otro pedazo de tofu a mi boca.

—Yo soy su juguete personal —me quejo, recordando algunas ratas muertas en mi mochila.

Aden me da una sonrisa maliciosa.

—Aprendí nuevos trucos.

Maldito mocoso. Mamá señala el plato de Aden y él come sus pastas sin hacer comentarios. Ruego en silencio no ser blanco de sus próximas bromas. Este niño me saca de quicio.

—Puedo enseñarle a utilizar el arco y varios tipos de armas —Mi abuelo Josh aclara su garganta antes de hablar. Todos ponemos nuestras atenciones en él —. Tengo muchísimo tiempo, no me molesta invertir un poco en tu compañero.

Mi familia es la mejor, sin dudas. Ronan aprenderá suficiente mientras dure su estadía en la Fortaleza. Yo me encargaré de que sea eterna y placentera.

—Maravilloso. Gracias, abuelo.

—Cuentas con todo mi apoyo —murmura él.

—¿Qué tan mala es la Poltergeist? —Habla mi tía Reynard, cambiando de tema —. Espero que mañana podamos invadir la mansión Dumont.

Un escalofrío me recorre cuando recuerdo a Georgie. Lamento todo lo que ha pasado esa niña, pero es inevitable que no sienta resentimiento hacia ella. ¿Cómo puede herir a Ronan? Él no merece sus ataques ni odio injustificado.

—Es peligrosa —contesto —. Tiene algún poder sobrenatural que no logro entender. Pudo encerrarme en una habitación varios minutos, también deja sus rastros en las paredes de la casa.

—¿Son oscuros? —pregunta Mila.

—Sí —Me estremezco —. Está obsesionada con Ronan.

Mi tía Reynard bebe un trago de su agua.

—Tengo muchas suposiciones, pero aún no quiero llegar a ninguna conclusión —dice ella —. El aura de Ronan es más blanca y brillante que las estrellas. Estos espíritus se sienten particularmente atraídos hacia la pureza del alma.

Mamá suelta un aliento entrecortado. Puedo adivinar muy bien qué está pensando ahora mismo. Este hecho me recuerda a mi tío Theo. Él fue consumido por una devorada de almas, obsesionada con su lado druida. Me dan ganas de llorar solo al recordarlo.

—No olvidemos que él está relacionado al señor D —agrega Raven —. Tal vez Georgie busca venganza y desquitándose con Ronan es una forma.

Empujo lejos las náuseas que me provocan sus palabras. El señor D es un maldito monstruo que lastimó a Georgie. ¿Cómo Ronan puede estar relacionado con él? Hablando de Ronan. ¿Cómo estará esa erección con tamaño de la Torre Eiffel?

«Te estoy escuchando, Allison».

Un pedazo de mi tofu cae en el plato cuando me atraganto. Mierda, nunca tengo en cuenta que él me escucha.

—¿Entonces irán mañana a la mansión Dumont? —consulta mamá —. Me tienen si necesitan ayuda. Georgie es peligrosa.

Mila arquea una delgada ceja depilada.

—Podemos manejarlo —asegura —. No te preocupes.

Papá frunce el ceño.

—¿Su estadía aquí será muy larga? —inquiere.

Ya empezamos...

—La ocasión lo amerita, Asher —Mamá bufa —. Ronan necesita nuestra protección y apoyo más que nunca. No podemos permitir que sea bocadillo de ese Poltergeist.

Mi abuelo Josh termina de tragar antes de hacer otro comentario fuera de lugar. Mi padre está a un paso de gritar.

—Aún no veo tu marca en él, Allison—comenta —. ¿Qué te está llevando tanto tiempo?

Mi tío Andrew echa la cabeza hacia atrás en una fuerte carcajada. Papá le da una mirada asesina.

—Joder, Josh —dice mi tío Andrew entre risas —. Nunca cambies.

La vergüenza que siento me hace agachar la cabeza, no hablaré sobre la marca con mi abuelo. Es un tema muy personal y sucederá cuando menos lo esperemos.

—Otra vez con la misma mierda —refunfuña papá.

Mis primas sueltan risitas entretenidas. Sadie me da una mirada confundida. Pobrecita, apesta no entender casi nada. Ya le explicaré después.

—La marca también es un escudo de protección —recalca mi abuelo —. Allison es inteligente, sabe qué le conviene.

Saboreo mi tofu y limpio mis labios con una servilleta.

—También soy una adulta —murmuro —. Sé que debo hacerlo.

Papá aprieta los labios y mantiene la boca cerrada cuando Ronan entra al comedor. Mi trozo de tofu queda olvidado mientras examino a mi compañero. Su cabello castaño está húmedo por la ducha, la camiseta negra se aferra a todos los músculos de su cuerpo. Dioses...

¿Algo indignante? No soy la única que está babeando por él. Sadie y mis primas también, sobre todo, Raven.

—Buenas noches a todos —saluda Ronan —. Espero que estén disfrutando la cena. Lamento la demora.

Mi padre clava con violencia el tenedor en su langosta. Él sabe muy bien que estuvimos manoseándonos en mi habitación. Sabe todo. ¡Malditas paredes indiscretas! Aunque a mí me da igual. Sé que hizo cosas peores con mamá cuando están solos.

Ew.

Tengo que apretar las piernas bajo la mesa para alejar el recuerdo de sus labios sobre mis pechos, su mirada cargada de lujuria. Maldición, necesito más. Ahora estoy obsesionada con la idea de tener privacidad.

Encontraré la forma, si me propongo algo lo consigo.

—Claro que sí —responde mi abuelo Aiden —. Bienvenido a la familia, Ronan.

Ronan sonríe.

—Gracias, señor Karlsson.

Mi prima Raven señala el asiento vacío a su lado.

—¡Ronnie! —exclama ella con una entusiasmada sonrisa —. Reservé un lugar para ti.

Ronan le sonríe agradecido y toma asiento al lado de Raven. ¿Por qué hay una pizca de celos molestándome? Qué ridícula soy. Mi prima está siendo amable, nada más.

—¿Y cómo te sientes? —Le pregunta mamá —. Recuerda que esta también es tu casa.

—Mucho mejor —responde Ronan —. Gracias, señora Karlsson.

—¿Luzco como una señora?

—No —dice Ronan sin dudar.

—Entonces llámame Arianne.

—De acuerdo, Arianne. Lo siento.

Me pongo de pie para servirle a Ronan su comida. Sé que es muy capaz de alcanzar el plato por su cuenta, pero quiero hacerlo de todos modos. Él se sonroja cuando lleno su plato con Nuggets y papas fritas crocantes. Después planto un beso húmedo en su mejilla. Dioses, huele bien.

Melissa y Ellie no contienen su carcajada, Raven aparta la mirada. ¿Ups?

—Disfruta tu cena, cariño —sonrío.

—Gracias —carraspea, dándome una expresión confundida.

Me ubico nuevamente en mi asiento, ignorando al resto de mi familia. Mastico la cena sin quitar los ojos de Ronan.

—¿Fuiste alguna vez al gimnasio? —indaga Roy a Ronan —. Mañana necesitarás mucha resistencia si entrenarás con mi tío Asher.

Ronan asiente.

—Corro desde los dieciséis años y tenemos un gimnasio en casa —dice Ronan.

Bueno, ahora entiendo porque su cuerpo está bien formado. Mis manos pican por tocarlo, sentir cada parte de él.

—Yo seré el último con quién entrenarás —aclara mi padre —. Primero empezarás con Asa y Roy.

Mi tía Melody se tensa en su asiento. ¿Pasa algo?

—Ronan es humano y dejarlo cerca de Asa sería suicidio —musita —. No creo que sea oportuno.

Mi primo aprieta el tenedor en su puño.

—Estoy aquí, mamá —Se queja Asa —. No hables como si no estuviera presente.

—Es mejor prevenir antes que lamentar —concuerda Melissa—. Asa no puede calmar su ansiedad hacia la sangre.

Asa deja de golpe la servilleta en la mesa y se pone de pie bruscamente.

—Siéntate —ordena mi tío Axel, pero Asa no escucha y se retira.

Genial.

—No se ha sentido bien los últimos días —Mi tía Melody suspira —. Disfruten la cena.

Acto seguido, se pone de pie y corre detrás de Asa. ¿Hasta cuándo durarán los problemas?

—El señor de las sombras nos afectará a todos —susurra Ava desde su lugar.

Mis hombros se tensan y enfoco mis ojos en mi tofu. No puedo dejar de pensar cómo sería el señor de las sombras. ¿Enfrentarlo será difícil? ¿Llevará mucho tiempo? No tengo idea, pero espero que nadie salga herido en esta misión. O peor aún, muerto.

—Ava —Le reprende mi tío Ashton—. Tu cena se enfría.

Y nadie vuelve a hablar.

💚

Ronan.

Llevo más helado a mi boca mientras Allison revisa las fotografías en mi cámara. La cena terminó hace minutos y Arianne se encargó de darme un delicioso postre. Ella es tan dulce y amable. A veces me recuerda a mamá.

Annie suelta suaves ronroneos mientras disfruta su comida. Esa gata tiene una gran vida cómoda. Envidio su poca preocupación. Solo duerme, come y caga.

—¿Qué fue ese show en la cena? —Le pregunto a Allie —. ¿Querías probar un punto con Raven?

Allison me observa por el visor de la cámara y presiona el botón para fotografiarme. Mis ojos parpadean por el golpe del flash.

—Raven cree que eres lindo —dice simplemente.

—Eso no tiene nada de malo.

—Ajá, pero podría mantener sus ojos en alguien más —resopla —. Es molesto.

No puedo evitar reírme mientras recuerdo la foto de su ex. ¿En serio tiene el descaro de decirme eso?

—Ahora ya sabes lo que se siente.

Allison deja mi pote de helado en la mesita y después se sienta sobre mi regazo. Me fotografía desde todos los ángulos posibles. Se centra en mis labios, mis manos, mis ojos. A veces lo captura todo y a veces solo a mí. La dejo fotografiar hasta que decide que es suficiente. Además de escritora también puede ser una gran fotógrafa.

—Nuestras emociones se multiplican por culpa del lazo —murmura en un tono agobiante —. Siempre me pareció que es algo bastante tóxico. Admiro a mis padres por regularlo.

Mis manos recorren sus piernas desnudas. Ahora solo está en ropa interior. Cristo... ¿Cómo sobreviviré esta noche?

—¿Regularon el lazo?

Atrapa su labio entre sus dientes.

—Sí —contesta —. Fue por una buena causa. Cuando el lazo está regulado no puedes sentir las emociones de tu compañero ni escuchar los pensamientos. Pienso que es increíble, pero también entiendo que muchos no soportan el proceso. El lazo nos ata por siempre y romperlo implica la muerte.

Eso es bastante trágico y deprimente.

—Yo opino que sería aburrido no escuchar tus pensamientos —digo. Cruzo mis brazos detrás de mi cabeza, sonriéndole —. ¿Perderme lo que pasa por esa pervertida mente? No, gracias. Alegras mis días con tus comentarios, Allison.

Ella se inclina y me besa despacio.

—No puedo esperar más —susurra contra mis labios —. Te necesito, Ronan.

Pongo un dedo sobre sus labios carnosos. Si continúa rogándome con esos enormes ojos voy a caer en la tentación. La única fuerza que me contiene es su familia. Odiaría que escuchen nuestra primera experiencia. Quiero disfrutar a Allison sin ningún tipo de preocupación. Quiero que solo ella esté presente en mi mente.

—Están escuchándonos —Le recuerdo.

—Dudo que anden pendiente de nosotros —resopla —. Estoy sufriendo.

—Pronto —aseguro —. Pronto, hermosa.

Allison me sonríe, su sonrisa tan grande, sus ojos verdes iluminándose... en realidad toda su cara se ilumina. Es suficiente para hacerme recuperar el aliento mientras miro con asombro su belleza.

—Sí, pronto —dice.

Me quito los zapatos, la camisa y el pantalón para ponerme cómodo. Allison se acurruca en mis brazos y nos cubre a ambos con la manta. Las luces se apagan sin que nadie toque el interruptor y suspira complacida.

—¿Buscarán al señor de las sombras? —susurro en la oscuridad.

La mirada de Allison se mueve a mi rostro, y cuando ve la angustia allí, su cuerpo se tensa por el pánico. El miedo brilla en sus ojos, pero desaparece rápidamente.

—Esa es la idea.

Un nudo se sitúa en mi garganta. Su idea no me agrada en lo más mínimo.

—No lo hagan —digo —. No quiero que lo hagas.

Ella traga saliva, sus brazos se aprietan a mi alrededor.

—¿Por qué no?

Cierro los ojos un breve segundo.

—Él también me asusta —confieso —. No te acerques a ese monstruo.

Me abraza con fuerza.

—No lo haré, cariño —asegura —. Lo prometo.

Gracias a Dios.

Beso su frente y trato de dormir las siguientes horas. Mis ojos suplican cerrarse de una vez, pero algo me impide hacerlo. Es como si una fuerza sobrenatural me forzara a mantenerlos abiertos. Allison está acurrucada a mi lado, aferrada a mi cuerpo, ajena a la lucha que se desata en mi interior. Los ronroneos de su gata son el único sonido en la habitación, la rama de un árbol roza la ventana con el movimiento del viento.

De repente el vidrio de la ventana se empaña, estremeciendo mi cuerpo. Algo está llamándome, impulsándome a ponerme de pie.

Es lo que hago.

Con mucho cuidado, aparto a Allie de mi cuerpo y me acerco a la ventana. Observo a través de ella para ver el inmenso bosque, las gotas de lluvia caen poco a poco. Mis ojos se abren de par en par y me quedo completamente en silencio. Incluso tengo miedo de respirar.

Veo a una niña conocida a pocos centímetros. Su vestido estampado con flores está manchado de sangre y su boca curvada en una cruel sonrisa. El pequeño conejo de felpa sin ojos cuelga de su mano.

Georgie.

Retrocedo bruscamente, reprimiendo mi grito horrorizado. Sé que ella no puede entrar a la Fortaleza Karlsson por el hechizo de protección, pero no deja de asustarme. Estará presente en cualquier lugar que vaya.

No me dejará en paz.

Nunca me olvidará.

Unos suaves brazos rodean mi cintura y un beso es depositado en mi hombro. Sentir a Allison contra mí me tranquiliza al instante. Los latidos de mi corazón detienen su tamborileo frenético.

—Oye... —musita Allie —. No puede entrar aquí, ¿bien? No volverá a lastimarte.

El agotamiento se hunde en mis hombros tensos.

—Nunca le hice nada malo.

—Lo sé —Allie agarra mi mano y me lleva de nuevo a la cama —. Encontraremos una solución para que pueda obtener la paz y deje de molestar. Te protegeré siempre, cariño.

Nos envolvemos juntos, suspirando por el contacto de nuestras pieles. Manteniendo su promesa en mi corazón, dejo que el sueño se apodere de mí. Esta vez estoy lleno de calma. Después de todo, estoy al lado de Allison Karlsson.

💚

Raven.

Me despierto temprano porque le prometí a mi madre hacerlo. El objetivo del día es ir a la mansión Dumont para tener un vistazo, aunque ya puedo hacerme una idea exacta de lo que hay.

Mila quiere buscar una solución.

El hormigueo en mi cuerpo es incontenible al igual que mi miedo. Solo imaginar que debo volver a esa casa me pone de mal humor. No me gusta estar en sitios dónde la energía negativa predomina. Lo mío es el optimismo y el amor.

Ajusto la bata alrededor de mi cuerpo y sonrío cuando veo a Robin, mi conejo, comiendo en la casita que armó papá para él. Sé que es un peligro tenerlo aquí con tantos perros cerca, pero me encariñé con la criatura. Lo rescaté del bosque el año pasado. Un idiota sin sentimientos lo cazó para comerlo. Llegué a tiempo e impedí que lo matara. Desde entonces Robin se convirtió en mi mascota.

Abandono mi habitación con un fuerte suspiro. Mamá ya está despierta, puedo escucharla revolviendo papeles en su oficina. Esa mujer nunca descansa. Luego se pregunta porque tiene constantes migrañas y malhumor. Últimamente no se dedica tiempo a sí misma. Está más preocupada de lo normal por la presencia de Ronan y su historia familiar.

Yo también estoy muy preocupada.

Escucho hurgar a alguien en la nevera. Me acerco con un bostezo a la cocina solo para encontrar a Ronan sin camisa. Sus ojos están bien abiertos, pero se relaja al instante cuando nota que se trata de mí.

—Hey, Raven. ¿No puedes dormir tampoco? —pregunta, sonriendo.

No respondo.

Mis ojos detallan su pecho desnudo y lentamente descienden a sus abdominales. ¿Por qué diablos estoy mirando al compañero de mi prima? ¡No es correcto! Allison me matará si supiera sobre mis sucios pensamientos. Anoche en la cena marcó su territorio con Ronan y capté muy bien la indirecta.

No me quiere babeando por su compañero.

—Hola —titubeo, nerviosa —. Uh... le prometí a mamá que iríamos juntas a tu casa. Ya sabes, para evaluar el problema.

Ronan se rasca la nuca mientras yo miro su pecho, negándome a mirarlo a los ojos cuando mis mejillas se calientan de vergüenza. Me siento ridícula, pero nadie puede culparme. El chico frente a mí es jodidamente atractivo.

—Oh, cierto. Espero que puedan encontrar alguna solución —dice sinceramente —. Yo estoy cansado de esto. Anoche la vi de nuevo.

Levanto mi ceja y me acerco a la nevera para servirme un poco de jugo. Necesito la mayor distancia posible entre ambos, tengo que alejar mis pensamientos impuros. Dioses, ayúdenme.

—¿Te refieres a Georgie? —pregunto.

Ronan carraspea mientras lleno mi vaso y después cierro la nevera.

—Sí, estaba a unos pocos centímetros —Su voz es baja y profunda —. Me dejó muy claro que no se alejará.

Bebo el jugo, sintiendo el dulce sabor en mi garganta. Pobre Ronan. Yo también fui atormentada por pesadillas terribles, así que lo entiendo más que nadie. Quiero abrazarlo, pero me contengo.

—Mi madre tiene los expedientes psicológicos de Georgie —Le digo —. Creo que investigar su historia antes de su muerte nos ayudará bastante para entenderla mejor.

Ronan me observa con una expresión de sorpresa.

—Tu madre es muy inteligente.

—Lo es —concuerdo —. Mi abuelo Aiden consiguió los expedientes de Georgie.

Mamá ayudó a muchísimas personas en el pueblo gracias a sus estudios y habilidades como médium. Aunque su trabajo es muy agotador, vale la pena. Resolvió casos que la policía no pudo. Jamás olvidaré el que la perturbó durante meses.

Mamá es una luchadora.

Tenerla en nuestra familia es un orgullo. Algún día quiero ser tan buena como ella.

—Tengo el presentimiento de que ella nunca fue una niña normal —dice Ronan —. No fue solo una víctima de asesinato y violación.

Bebo otro trago, desconcertada por el comentario.

—¿De qué hablas?

Ronan suspira.

—Allison fue encerrada por Georgie en mi habitación durante dos minutos, ella no pudo romper una puerta para llegar a mí —explica —. Y esas huellas oscuras en mi casa sé que conducen a otro lugar.

—¿Cómo cuál?

—No tengo idea, pero te puedo asegurar que no es nada bueno —Hace una pausa y lame sus labios —. Dile a Mila que observe el sótano.

Y me deja en la cocina, más confundida que antes.

💚

Ronan.

Allison sigue dormida cuando regreso a la habitación. Las sábanas están lejos de su cuerpo, mostrando a la perfección cada parte de su hermosa piel. Cualquier chico en mi lugar tomaría la oportunidad de estar con ella sin dudar, pero yo quiero demostrarle que no soy como todos esos idiotas.

Cuando estemos juntos adoraré cada parte de su cuerpo. Soy inexperto, sí, pero no un tonto. Me creo muy capaz de complacer a una chica. A mi lado olvidará cualquier cosa que haya tenido con Logan.

—Es temprano, Ronan —Se queja Allie —. ¿Qué haces pensando en mi ex?

Me encojo de hombros.

—Prefiero eso antes que recordar a Georgie —me justifico, temblando.

Allison se incorpora lentamente en la cama, haciéndome señas con el dedo para que me acerque. Una vez que lo hago, me tira hacia ella y me abraza.

—Mi tía Reynard siempre encuentra soluciones, te lo aseguro —afirma —. El año pasado afrontó uno de los casos más duros. La afectó demasiado.

—¿Cuál?

—Había una chica llamada Diane —musita —. Fue acogida en una familia porque sus padres murieron y ella tenía serios problemas psicológicos. Muchos especialistas intentaron ayudarla, pero solo una pudo lograrlo.

—Tu tía —digo.

Allie asiente.

—Diane no hablaba con nadie, Ronan, hasta que mi tía Reynard pudo ver su aura. Era amarillo y gris. Tenía todos los colores del miedo y la depresión, sobre todo, cuando su primo adoptivo estaba cerca.

Mierda, se me revuelve el estómago solo imaginar el desenlace de la historia.

—Ella era violada por él.

—Sí —La voz de Allie suena triste —. No solo eso, también torturada y obligada a hacerle favores sexuales a los hombres de esa familia. Diane no hablaba por miedo, pero mi tía Reynard logró que lo hiciera. Hoy esos desgraciados están en la cárcel y Diane con otra familia.

Suelto un suspiro aliviado. Este pueblo es pequeño, pero tiene las peores mierdas acumuladas.

—Me alegra que esté bien.

—Cariño... —Allie besa los nudillos de mis manos —. No existe imposibles para mi tía Reynard o cualquier miembro de esta familia. Enfrentamos a brujas, vampiros y demonios. Georgie y cualquier otro obstáculo no serán la excepción. Te lo prometo.

Coloco un beso en sus labios, sus palabras alivian el peso de mis hombros.

—Pensaba que hoy podríamos empezar nuestro trabajo como detectives —murmuro —. Mi padre suele tomarse un descanso en el almuerzo. Será el momento indicado para seguirlo.

Asiente.

—Después del entrenamiento vamos a seguirlo.

—Perfecto —digo, apartándome —. Voy a ponerme ropa cómoda y buscaré a tu padre. Me espera en el gimnasio.

Allison sonríe y muerde sus labios.

—Será todo un espectáculo ver entrenar juntos a los hombres de mi vida.

—Espero sobrevivir.

Rueda los ojos.

—Viste muertos toda tu vida. No me digas que le temes a mi padre gruñón.

Busco mi pantalón de deporte en el gran armario y después mis zapatos de correr.

—No quiero quedar mal con él.

—Lo harás si llegas tarde —Sopla un beso en mi dirección —. Vete antes de que te retenga y haga cosas sucias que te avergonzarán.

💚

Recorro los pasillos de la Fortaleza, admirando cada fotografía familiar en las paredes. Me encanta la unión y el amor que demuestran. Es muy evidente que ellos darían la vida por cualquier miembro. Me detengo frente a un cuadro con Asher y una bebé en sus brazos. Él la sostiene mientras ella la observa con mucha ternura. Se ve tan feliz.

Es Allie.

Desde niña es muy cercana a su padre. Asher la protege con ferocidad y amor. Él es capaz de dar la vida por su hija.

—El gimnasio está por aquí si lo buscas —La voz de Roy me hace saltar —. Yo también entreno temprano.

Está sin camisa y sostiene una botella de agua en su mano. Sus ojos azules me examinan con diversión al ver mi expresión.

—Pareces el tipo de chico que duerme hasta tarde —bromeo —. Pensé que todo ese sexo con Sadie te tendría agotado.

Destapa su botella de agua y se mueve hacia una de las puertas. Yo hago lo mismo.

—¿Agotado yo? —Se burla —. Imposible con mi lado animal, pregúntale a Sadie.

—No, gracias.

Ingresamos a una habitación y me tomo mi tiempo para hacer una evaluación completa. Hay una sección de pesas libres en la esquina y un pequeño baño a un lado. También máquinas de correr, las típicas bicicletas y una bolsa de boxeo.

—Mi tío Asher me pidió que lo cubra por una hora —informa Roy —. Quiere tener unos momentos con su esposa.

Ya me imagino para qué.

—De cualquier manera, prefiero entrenar contigo primero —digo, sincero —. No quiero quedar como mierda en mi primer día.

Roy se ríe.

—No te salvarás de sus golpes —masculla —. Mi tío Asher es muy estricto en el entrenamiento.

—Lo supuse.

Sus cejas rojas se elevan mientras me mira con curiosidad.

—Es raro que Allison no haya puesto su marca en ti. Me imagino que la falta de privacidad tiene la culpa.

¿En serio hablaremos de esto?

—Según tengo entendido, la marca no se lleva a cabo obligatoriamente en privado.

Roy me da una sonrisa burlona.

—Puedo asegurarte que mi tío Andrew fue el único que marcó a su esposa en una ceremonia —Se encoge de hombros —. El resto lo hicieron en privado para que sea más placentero —Me guiña un ojo.

Vaya, esta familia me resulta cada vez más interesante.

—¿Hará una diferencia que yo no pueda marcarla? —escudriño.

Sacude su cabeza.

—No es necesario que ambos lo hagan. Con uno es más que suficiente, pero preferimos marcarnos mutuamente. En tu caso es diferente porque eres humano, no estás obligado.

—Oh.

Roy me observa con esa típica mirada pícara y llena de curiosidad.

—Eres virgen, ¿no? —pregunta, curioso.

Me acerco a la bolsa de boxeo y lo golpeo con mis puños.

—Lo soy.

—Interesante —sonríe —. Definitivamente eres toda una joyita, pero no te mortifiques. Apuesto a que mi prima te entrenará muy bien en ese campo.

Mis mejillas se sonrojan.

—Yo también quiero ser capaz de quitarle el aliento y llevarla a la cima —admito, avergonzado —. ¿Algún consejo? Tú eres muy experimentado.

La sonrisa de Roy se intensifica. No me observa de manera burlona, tampoco hace comentarios estúpidos. En la secundaria es un delito ser virgen, sobre todo, si formas parte de algún equipo deportivo. Solía escuchar cómo mis compañeros hacían comentarios sarcásticos sobre el tema. También se burlaban de mí porque ninguna chica aceptó mi invitación para ir al baile.

—¿Gritarás si un fantasma aparece? —dijo Debby Young —. Eres muy guapo, Ronan, pero prefiero no hacer el ridículo. Lo siento, los raros no van conmigo.

Siempre me sentí insignificante hasta que Allie llegó y le dio un sentido a mi vida. Ella me observa con deseo, como si no pudiera contenerse a mi lado. ¿Me encanta ese tipo de atención? Sí.

—Disfruta mucho cuando llegue el momento —Roy pone una mano en mi hombro —. Déjate llevar y no te sientas inseguro de ti mismo. Sé que lo harás genial.

—Allison me vuelve loco con un par de besos.

—Y tú a ella —dice Roy —. Anoche actuó toda territorial por culpa de mi hermana.

Aparto la mirada ante la mención de Raven. Esta mañana cuando volvimos a encontrarnos me observó con descaro, pero también pude ver la culpa en sus ojos.

—Fue algo innecesario —susurro —. Raven me considera un amigo.

Roy suspira.

—Conozco a mi hermana, Ronan —dice —. Ahora mismo está fascinada por ti porque tienes mucho en común con ella, pero ya se le pasará. Debe ser consiente que estás fuera del mercado.

💚

Allie.

Melissa y yo bebemos nuestras malteadas de cacao mientras caminamos directamente hasta la cabaña de Mila. Quiero hablar con ella antes de que se vaya a casa de Ronan para investigar. Ellie sigue dormida y Raven está tomándose una ducha. No es bueno que nuestros padres vean que estamos juntas. Sospecharán muy rápido.

—Mi madre sabe que tramo algo —susurra Melissa por lo bajo —. No cree ese cuento de que me mantendré al margen.

Mierda... De las cuatro, Melissa es la más determinante de capturar al señor de las sombras. Ella también sufre junto a su hermano. Asa solo estará tranquilo cuando ese monstruo desaparezca. La adoro. Daría todo por el bienestar de nuestra familia como yo.

No existe alguien tan leal como Melissa.

—Ronan me pidió que no busque al monstruo —Mis pies pisan las hojas secas del bosque —. Teme por mí.

Escucho los ladridos de Anker y Ágatha mientras siguen nuestros pasos. Es reconfortante ver como nuestro nuevo amigo logró adaptarse perfectamente. Él está feliz con la mascota de Adam. Apuesto a que pronto tendrán cachorritos.

—¿Y tú le harás caso? —bufa Melissa —. No me decepciones, tonta.

Suspiro.

—Él tiene habilidades de médium y psíquico. Si lo dice es por algo.

Melissa se ríe.

—Llevan conociéndose menos de una semana y te trae loca —Hace una mueca —. Y lo de anoche fue ridículo, Allison. Avergonzaste a Raven por él.

Le doy un sorbo a mi malteada.

—No saquemos a relucir los trapitos porque puedo cerrarte la boca —advierto —Tú harías lo mismo en mi lugar por Tristan y él ni siquiera es tu compañero.

Melissa detiene sus pasos.

—Terminé con él ayer —Bebe su malteada —. Rompí su corazón.

La tristeza en su voz me da muchas ganas de abrazarla. Melissa puede aparentar ser una chica muy ruda, pero es adorable como el conejo de Raven. Tiene un corazón sensible que vale oro.

—Lo siento, sé que lo querías.

Melissa parpadea para alejar las lágrimas.

—Puse todo de mí para que no me importe, pero él logró meterse aquí —Se rompe y señala su pecho —. No puedo sacarlo, Allison. Yo... lo quiero.

La tiro hacia un abrazo, para darle todo mi afecto. Maldita diosa luna. ¿No puede hacer que Tristan y Melissa sean compañeros? ¿Acaso no ve la química y la pasión?

—Sé que lo quieres.

—¿Te sentiste así cuando terminaste con Logan? —pregunta Melissa —. ¿El dolor será menos cuando encuentre a mi compañero?

Mi pecho se encoge. No hay punto de comparación. Yo nunca amé a Logan, pero Melissa a Tristan sí. Aunque confío que el resultado de la ruptura será el mismo.

—Ni siquiera recordarás si sufriste por él —Le aseguro —. Mamá dice que el lazo es mágico y no puedes huir de su hechizo.

Melissa se aleja con una pequeña sonrisa.

—Ronan te hechizó con su pene.

Pongo los ojos en blanco y seguimos nuestro camino a la cabaña de Mila.

—Aun no vi su pene, pero cuando lo haga me tendrá peor —bromeo —. Me encargaré de tener cada parte de él.

Mi prima me golpea en el hombro.

—Eres muy posesiva.

—Lo aprendí de ti.

Nos acercamos a la puerta de Mila y toco una sola vez. Se abre al instante y nos recibe con el cabello enmarañado y rostro ruborizado. Genial, estaba ocupada con mi abuelo quien escapó por su ventana. ¿De verdad cree que somos estúpidas? Ahora mismo está huyendo con los pantalones desabrochados.

Asqueroso.

—¡Hola, abuelo! —exclamo, agitando mi mano hacia él —. ¡La próxima vez cubre tu trasero!

La cara de Mila estalla en llamas.

—¡Allison! —chilla.

—Eww —Se queja Melissa —. Qué asco.

Mila está a punto de cavar un agujero y esconderse. No puedo parar de reír.

—Silencio las dos o voy a congelarlas.

Melissa y yo rápidamente nos disculpamos.

—Lo siento —digo.

Mila nos mete a ambas en la cabaña y peina su cabello con los dedos. Es increíble que hasta mi abuelo tenga sexo. Pasaron solo días, pero ya ando desesperada. Nunca pasé tanto tiempo sin follar. Qué desgracia.

—¿Qué hacen aquí tan temprano? —inquiere Mila, apagando el incienso —. ¿Algo de ayuda?

Solo queremos armas de cómo acabar con la mierda de las sombras, pero hay un asunto más importante aquí. Necesito una rápida solución.

Melissa abre la boca, pero me adelanto.

—¿Crees que puedes ayudarme con un hechizo, Mila?

Se cruza de brazos.

—Depende —responde, intrigada —. ¿Qué necesitas?

—Quiero que nadie escuche lo que sucede en mi habitación. Quiero que Ronan y yo tengamos privacidad.

La cara de Mila se ilumina en una gran sonrisa, Melissa hace una mueca de disgusto. ¿Qué? Estará igual de idiota cuando conozca a su compañero.

—Sin dudas eres hija de Asher Karlsson —comenta Mila con diversión —. Él pidió el mismo truco cuando llegaron al pueblo.

Mi boca se abre en shock. Esos bastardos sin vergüenza. Ya se me hacía raro no escuchar ningún sonido provenir de la habitación que comparten, pero creí que es por Amy. Mi hermanita tiene su cuna ahí.

Degenerados egoístas.

—No me digas que ellos...

—La habitación de tus padres es insonora, Allison —dice Mila —. Son los que más tienen privacidad en la Fortaleza.

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