Capítulo 11 ✴
Ronan.
Cada sonido irrelevante se disuelve a nuestro alrededor.
Mis sentidos perciben solo a Allison: sus suspiros, los latidos de su acelerado corazón o la forma que tiembla su cuerpo. ¿Está asustada de mí? Su aroma a flores me invade por completo. Es exquisita como cada parte de ella. Se encuentra en todas partes, en mi piel, mis labios. Es como si pudiera saborearla.
En algún momento nos sentamos en la banca más cercana con nuestros brazos rozándose. Los antifaces en el suelo. Ella está muy agitada, no puede controlar sus emociones.
Yo tampoco.
Y cuando más la miro, más huelo la pesada necesidad que hay entre nosotros en el aire, aferrándose a mi piel como la niebla del amanecer. Cada átomo de mi cuerpo me obliga a mirarla.
Debería dejar de babear.
Nos quedamos demasiado tiempo ahí, saboreando el aroma refrescante del aire libre. Y de pronto, quiero dar explicaciones sobre quien soy. Ella está confundida como yo. Quiero hacer algo para calmarla. Cualquier cosa que la haga sentir cómoda a mi lado.
Una camarera se acerca y acepto la copa de champagne con una sonrisa. Ella se retira cuando Allison rechaza amablemente la bebida. Necesito un trago para despejar mi mente abrumada.
«¿De dónde salió?».
«¿Estoy escuchando sus pensamientos?».
«Ellie tenía razón. El bastardo es muy guapo».
Maldita sea. ¿Por qué diablos escucho su voz en mi cabeza? ¿Son imaginaciones mías? Allie jadea cuando nuestros ojos vuelven a chocar. La conmoción nos golpea.
—Deja de invadir mi privacidad —exige —. Es de muy mala educación.
A la mierda... Las primas Karlsson no mencionaron nada de esto. Solo dijeron que la conexión es muy poderosa, no que podía escuchar sus pensamientos. Cristo...
—¿Qué estás haciendo? —pregunto —. ¿Por qué te metes en mi cabeza?
Nos observamos de nuevo.
No me muevo.
No se mueve.
Miro fijamente a sus hermosos ojos verdes. El color me recuerda a un lago cristalino, donde las profundidades parpadean entre turquesa y esmeralda. Hermosa.
—Es el lazo —susurra —. El lazo está haciendo lo suyo.
¿Qué? Mis labios se separan para decir algo inteligente, pero mi voz no funciona. Tampoco mis pulmones. Soy un completo desastre bochornoso. Soñé con sus ojos durante meses, sin embargo, ahora que la tengo cerca no me siento capaz de permanecer despierto.
Siento que estoy soñando.
Aflojo mi corbata en un intento de respirar mejor y bebo mi champagne. Bueno, ella cree que soy guapo. No todo es tan malo. Allie se ríe al oír mis pensamientos.
—Dioses... —dice, ocultando la cara entre sus manos —. ¿El amor de mi vida? Esa línea fue tan cursi y predecible.
Una suave sonrisa levanta la comisura de mis labios.
—Alguien tenía que ser educado y presentarse.
Levanta una ceja interrogativa. La manera en que me contempla hace que mi corazón aumente sus latidos.
—¿Estás diciendo que no soy educada?
Me encojo de hombros.
—Solo quiero escuchar tu nombre.
—Ya sabes mi nombre.
—Quiero que me lo digas tú.
—¿Por qué?
—Solo dilo —pido —. Por favor...
Tal vez es instinto, pero agarro su muñeca, acercándola hasta que estamos nariz con nariz. Se queda paralizada cuando casi nos tocamos las frentes. Espero a que ella se arquee hacia atrás, se aleje, pero simplemente permanece inmóvil. Sus ojos verdes son vibrantes e impecables como un río esmeralda. Sus mejillas brillan por la conmoción de mi toque.
—Allison —susurra —. Soy Allison Karlsson.
Ah, mierda.
Suelto su muñeca muy suavemente y bebo otro trago de champagne. Sus ojos siguen el movimiento de mi lengua cuando lamo mis labios húmedos. Carajo, apenas la conozco, pero está arruinándome por completo.
—Es un placer conocerte al fin, Allison —digo con dificultad —. Sé que te sientes abrumada igual que yo. No tengo idea cómo funciona el lazo realmente. Me enteré lo que eres hace algunos días. Tu familia me puso al tanto.
Respira más rápido.
—No eres licántropo —susurra. Suena confundida y decepcionada.
Mi ego se siente un poquito herido. Solo un poquito.
—No.
—¿Entonces qué eres exactamente? —indaga —. ¿Cómo es eso de que viste mi rostro en tus sueños?
—Soy humano.
—Ya lo sé, Einstein, pero tienes algo más en ti —Sus cejas se fruncen —. ¿Qué eres?
—La definición que usó tu familia fue médium. Puedo ver a los fantasmas y hablar con ellos —mascullo —. Sentir sus emociones y ver sus vidas pasadas.
—Wow.
—No soy normal.
—¿Y crees que yo sí? —ríe —. Soy druida, licántropo, bruja y parte demonio.
Mi cuerpo continúa relajado, sereno.
—He visto cosas que no me dejaron dormir. No me asustas, nada lo hace.
—Vaya... —Ella se pone de pie y la estudio en todo su esplendor. El escote de su vestido levanta sus senos, apenas cubriendo sus pezones y revelando su perfecta piel blanca. Todo dentro de mí me suplica que la ensucie. ¿Por qué tengo esta reacción tan primaria con una chica desconocida? —. Esperaba que mi compañero fuese licántropo, pero no. Es humano —Sacude su cabeza con una risita —. Lo siento si soy muy directa. Solo estoy...
Carraspeo para alejar mis sucios pensamientos. Ella traga en una espesa respiración mientras sus ojos vuelven a encontrarse con los míos. Solo que esta vez están más oscuros, amplios y peligrosos. Mierda, me escuchó de nuevo.
—Decepcionada —termino por ella.
—No, exactamente. Estoy confundida —suspira —. ¿Qué es lo que sabes de mí?
—Sé que no eres una pequeña chica inocente —murmuro —. Eres capaz de destruir esta casa si quieres.
Ella se endereza, sus labios presionados en una línea.
—Estás muy informado.
—No soy ignorante.
—Claramente no —musita —. Se supone que estamos destinados por el resto de nuestras vidas. ¿Cómo afrontarás lo que soy? ¿Cómo puedes estar ahí sentado sin inmutarte? No soy normal.
Resisto el impulso de echarme a reír. Es bastante linda cuando se enoja.
—Yo tampoco soy normal —enfatizo —. Afronté cosas peores que pueden volver loco a cualquiera.
Ladea una ceja hacia mí con curiosidad.
—¿Cómo qué?
Rasco mi barbilla en un gesto pensativo.
—Fui atormentado por fantasmas desde que tengo seis años. Mis padres no me creen y me diagnosticaron esquizofrenia. Tengo parálisis de sueño en algunas ocasiones —digo fríamente —. Te lo repito, Allison. No me asustas. Mi vida ya es lo suficientemente complicada antes de que llegaras.
Nos quedamos mirando una eternidad, ahogándonos el uno en el otro.
—Estoy maldita —Su voz suena agitada —. Podía controlarlo cuando era más joven, pero acabo de cumplir dieciocho años. La maldición tomará su curso y hay muchas posibilidades de que lastime a las personas que me rodean.
Sigue sin asustarme nada de lo que dice.
—También estoy maldito.
—¿No entiendes de lo que hablo? Manipulé a personas con un simple pensamiento. Tú no estás a salvo conmigo cerca, nunca lo estarás.
Tomo una bocanada de aire.
—Mi vida no es la más segura.
—Una bruja se metió dentro de mí —Los árboles a nuestro alrededor se sacuden con fuerza. Hay una llama de fuego en su mano. Cualquiera en mi lugar gritaría, pero yo permanezco imperturbable —. Soy peligrosa —añade y la llama en su mano se apaga.
—Los fantasmas que suelo ver son feos —Le digo —. A varios le faltan órganos, huelen mal y son jodidamente escalofriantes, pero tú... —Mis ojos examinan su cuerpo perfecto —, eres una criatura preciosa. Créeme cuando te digo que prefiero soportarte a ti antes que a ellos. No me desagrada estar destinado a alguien como tú, Allison.
Un leve rubor cubre su rostro. Mierda, fui muy directo. En el pasado ni siquiera podía dirigirles una vocal a las chicas. Todas ellas me ponían nervioso, pero cerca de Allison soy diferente. ¿Qué me está haciendo?
—Fantástico —El sarcasmo gotea como veneno de su voz —. Deberías estar en fraternidades con otras chicas, fiestas y mucho alcohol. No destinado a una amenaza como yo.
Dejo la copa de champagne en el suelo y me inclino con los codos sobre mis rodillas para observarla mejor.
—Yo no conozco el significado de la palabra normalidad —expongo —. Pasé toda mi vida deprimido y sufriendo a causa de los fantasmas que me acosan. Lo único bueno fue ver tu rostro en mis sueños los últimos meses. No podía dejar de pensar en tus ojos. Siempre me pregunté cómo sería conocerte.
Sus labios sueltan un suave suspiro. Una mirada de dulzura cruza su rostro.
—¿Y cómo se siente?
—Lo más real que vi en toda mi vida.
Se sienta a mi lado y contengo el aliento contra la intensidad pulsante en el ambiente. Ella tiene un inmenso poder sobre mí. Compartimos una innegable atracción y conexión.
—Veo que nada te hará cambiar de opinión —asume —. ¿Entonces no te opones al lazo que compartimos? Prácticamente estás obligado a permanecer conmigo. No tienes elección.
Al tenerla tan cerca puedo escuchar su respiración diez veces más, sentir su calor y oler su encantador aroma.
—Tú tampoco tienes elección —murmuro —. ¿Por qué me siento adolorido y abrumado? No puedo respirar contigo tan cerca.
Muerde su labio, sus pestañas revolotean cuando sus delicadas manos acarician mi pecho. Mi corazón parece salirse por el contacto. Hago una mueca y cierro mis ojos.
—El lazo funciona de manera diferente en los compañeros —explica —. Estás reaccionando así porque eres humano y todo es desconocido en tu mundo. Estás confundido, aturdido... —Ubica mi mano fría sobre su pecho —. Siénteme y tu corazón se calmará. Deja entrar al sentimiento. Nada malo pasará.
La fiesta desaparece. El silencio desciende, haciendo que el mundo entero quede mudo. Dejo de respirar, Allie también cuando acaricio la suave piel de su pecho y luego sus hombros. Mi respiración se estabiliza poco a poco.
—A partir de hoy estamos vinculados —susurra. Estoy hipnotizado por cada palabra que sale de sus labios —. Sentirás mis emociones y escucharás mis pensamientos las veinticuatro horas del día. No importa si me encuentro fuera del universo, tú siempre me sentirás.
Trago saliva.
—No suena mal.
Sonríe.
—Eres peculiar, Ronan.
Mi nombre.
Es la primera vez que ella pronuncia mi nombre en la noche y cada terminación nerviosa en mí colisiona.
—Me dijeron de todo menos peculiar.
Aparta mi mano y mi cuerpo sufre de inmediato.
—No te asusta nada de lo que soy —musita —. Y dudo que cambies de opinión.
—Es difícil que yo cambie de opinión —digo —. Imagínate, una fantasma me convenció de ayudarla cuando no está en mis reglas hacer eso. Ahora estoy obsesionado con la idea de encontrar al responsable de su asesinato.
Estoy divagando nuevamente. Suelo hacer la misma mierda cuando me siento muy nervioso.
—Eso es... escalofriante.
—Será mejor que regresemos a la fiesta antes de que te cuente varias anécdotas fantasmales. Dudo que quieras quedarte aquí toda la noche.
Frunce las cejas.
—Definitivamente no. Escuché sobre brujas y demonios durante mucho tiempo —espeta —. Hora de regresar a la fiesta. No quiero que mi familia piense que estamos apareándonos. Mi padre te matará si hacemos eso. Claro, es normal en los compañeros, pero creo que no sería correcto —Termina con una risa nerviosa —. No en el día de mi cumpleaños.
—Uh...
—Prueba número uno superada —dice —. Pasaste al siguiente nivel.
—¿Y cuál era la prueba?
—No te asusté.
Sonrío.
—Te dije que he visto cosas peores. ¿Cuál es la segunda?
Se encoge de hombros.
—Si sobrevives a la ira de mi padre, eres bienvenido.
—No le tengo miedo a lo que representas, menos a tu padre.
La cara de Allie se ilumina.
—Entonces regresemos con los demás. No quiero que se hagan ideas equivocadas —espeta, sonrojada —. Buscaremos otro momento para conocernos mejor.
Me da la espalda y se dirige a la fiesta, contoneando sus caderas. Mis ojos caen en su culo sin poder evitarlo y me maldigo internamente. Mi cuerpo virgen no puede evitar sentirse impresionado por ella.
High Hopes de Panic At The Disco! Hace vibrar las paredes cuando nos unimos al resto de los invitados. La primera que decide interceptarnos es Raven. Sus ojos azules observan mi cara, luego a Allie buscando alguna señal.
—Creí que se estaban apareando —comenta —. Tardaron bastante.
Aclaro mi garganta.
—Estábamos conociéndonos —murmuro.
Allie suspira.
—No me digas que todos creen lo mismo.
—Solo asumimos que lo harían...
—Dioses, Raven. ¡No lo hicimos!
—Conoces al tío Andrew —dice Raven entre risas.
Allie sacude su cabeza totalmente mortificada.
—No huelo a sexo, Ronan tampoco —arruga la nariz y me mira —. Te veo después, saludaré al resto de los invitados.
—Está bien.
Me deja solo una vez más en la pista. Raven me da un codazo para que reaccione cuando mis ojos no abandonan a cierta chica de vestido rojo. Estoy hechizado en el efecto llamado Allison Karlsson.
—¿Y cómo fue? —pregunta —. ¿Nada de besos?
—No. Solo dejó que la tocara para calmar a mi corazón.
—Aww... los humanos como tú son tan emocionales. Mi madre fue igual —comenta con nostalgia —. Papá al principio se negó a estar con ella, pero ahora nunca están separados. Se aman locamente y tienen tres preciosos hijos.
Exhalo.
—Es un poco molesto sentirme como un perro en celo.
Raven estalla en carcajadas.
—Si tú te sientes así no me quiero imaginar cómo está Allie —entrelaza su mano con la mía y me arrastra —. Vamos con los demás.
Nos unimos a Roy, Melissa, Ellie y dos personas que no conozco. Están bailando en grupo, bromeando y riendo. Se nota que disfrutan la noche, debería hacer lo mismo.
—¡Creo que ya congeniaron! —grita Raven a través de la música alta —. ¡No se estaban apareando!
Acepto la copa de champagne que Roy me ofrece.
—¿Estás bien, hombre? —me pregunta.
—Más raro de lo normal, pero bien.
—Soy Sadie —Se presenta la chica de vestido coral —. Amiga de Allie.
Le doy una sonrisa.
—Hola, Sadie.
El tipo frente de mí parece familiar, tal vez juega al baloncesto y lo he visto jugar contra de mi escuela el año pasado. Es un rubio fornido de ojos oscuros. Melissa está muy pegada a él. ¿Es su novio?
—Soy Tristan Persson —dice —. Fui a tu escuela el año pasado por un torneo. Le pateé el culo a tu equipo.
Me río. Estaba feliz de que mi escuela perdiera. Siempre quise formar parte del equipo, pero nunca me tuvieron en cuenta.
—Ronan Dumont —mascullo —. No le diste oportunidad a ninguno de ganar, derribaste a todos. ¿Eres licántropo?
Asiente.
—Sí.
—Con justa razón —concedo —. Los hiciste pedazos.
Melissa está riéndose, algo muy raro en ella. Probablemente no le gusta hacerlo en mi presencia. Solo a mí me odia.
—Nosotras te advertimos que Allison es complicada —Se burla Melissa.
Sadie asiente en acuerdo.
—Tuvo una ruptura antes de venir aquí —comenta —. Es normal que huya.
—Shh... —Le advierte Roy.
La cara de Sadie decae cuando me mira.
—Oh.
Mi cuerpo se entumece. ¿Ruptura? Entonces recuerdo la foto con el tipo rubio en Instagram. Ambos se veían jodidamente enamorados, pero antes de venir aquí ellos terminaron. ¿Fue por mí?
—Dejen al pobre chico en paz —Ellie se mueve al ritmo de la música —. ¡Disfrutemos la noche!
Los siguientes minutos continuamos bebiendo. Más rondas de champagne siguen, pero Allie nunca regresa. Mis ojos de vez en cuando la buscan en medio de la multitud como un completo idiota. Hasta mi madre pasa un rato agradable con los padres de Ellie, sin rastros de Demetrio.
Melissa y Tristan bailan muy acaloradamente mientras se besan. Ellie, bueno está teniendo su momento caliente con una chica. Lo mismo Sadie y Roy. Eso nos deja solos a Raven y a mí.
—¡Amo esta canción! —grita Raven —. ¿Bailamos, Ronnie?
Pongo los ojos en blanco.
—Solo si prometes que no me llamarás Ronnie esta noche.
Ríe.
—Eso nunca.
No me opongo cuando envuelve sus brazos alrededor de mi cuello y mueve su cuerpo muy cerca. Su perfume caro casi me marea en el mejor sentido. Esta noche ando bastante necesitado. Tampoco ayuda el hecho de tener pegada a Raven a mí. Solo reacciono y ya.
—Allie es afortunada —dice Raven —. Muy afortunada.
Mantengo mi atención en su rostro con pecas. Sus ojos azules brillan aún más en la oscuridad.
—¿Tú crees?
—Por supuesto que sí. Ella lo comprobará muy pronto.
El vocalista Brendon Urie está en el escenario en su usual atuendo con pantalones de cuero sin camisa, sacudiendo su cabello mientras canta Miss Jackson. Raven y yo bailamos, saltamos y reímos. Por un instante olvido cualquier problema que tuve en el pasado y me divierto como un chico de mi edad.
Mis ojos inevitablemente van de nuevo hacia la multitud y veo a Allie con expresión molesta. Raven se ríe muy complacida.
—Lo sabía —dice, triunfal —. Mi trabajo está hecho.
¿Qué demonios...?
💚
Allie.
La diosa de la luna nos designa a todos los licántropos un compañero que nos complementará. Yo le cederé mi alma, él también y luego estaremos unidos por siempre. Mila advirtió que esa parte de mí me protegerá.
No alejaré a Ronan.
Lo quiero cerca por diversos motivos, pero también respondo a mis propios deseos. Fue muy difícil mantenerme indiferente a su lado. Todo lo que quería era saltar sobre él y arrancar su esmoquin. Estoy segura de que es una pieza que debe ser apreciada. Mi boca se hizo agua cuando tocó mi piel. Faltó muy poco para que no pueda morir de sed.
—¿Qué piensas de él? —me pregunta mamá muy suavemente. Está sobre el regazo de papá quien tiene sus manos en la cintura de ella —. Es lindo.
Me alegro que ellos dos tengan un descanso esta noche. Mila ofreció cuidar a Amy, y Adam. Aden, Asa y Ava se unieron a la fiesta, pero solo tienen permiso hasta medianoche.
—Estoy agradecido de que no se hayan apareado —Papá resopla.
Me río mientras tomo un sorbo de mi cóctel. En esta parte del salón nadie molesta, fue reservado exclusivamente para los Karlsson.
—Sé que en el pasado tuve mucho sexo casual, pero tengo la decencia de hablar con ellos antes.
Él arruga la nariz.
—Sin detalles, Allison.
—Lo siento —Me disculpo —. Pienso que es un gran chico y tiene buenas intenciones. Vi mucho en sus ojos. Es alguien que fue herido más de la cuenta. Me preocupa que sea solo humano.
Mi tía Reynard pone una mano sobre mi hombro.
—Yo también soy humana, pero soporté más de lo que crees al lado de tu tío Ashton. Él hizo que sea invencible. Ronan y tú serán iguales.
Suspiro.
—No me parece justo atar a alguien como él.
—Escucha, Allie —intercede mi tía Reynard —. Ronan sufrió mucho en el pasado. Tú eres ese toque de alegría que necesita. Sé que no te agrada la idea de que el destino imponga sus reglas, pero deberías darle una oportunidad. Dudo que te arrepientas.
Mi tío Ashton levanta su copa y brinda con ella. La mesa está llena de aperitivos así que agarro un trozo de melón para traerlo a mi boca.
—No te arrepentirás, Allie. Compartir un lazo con tu compañero vale totalmente la pena.
—Tu madre era más terca que una mula, pero logré convencerla —Papá besa los labios de mamá —. Hoy no puede vivir sin mí.
Mamá frota su nariz contra la de él.
—Jamás viviría sin ti, lobito.
Ruedo los ojos. No necesito esta mierda cursi ahora.
—Es molesto que pueda oír mis pensamientos.
—No podrás evitarlo. Solo deja de resistirte y disfruta el momento —murmura mamá —. Eres afortunada, Allison. Algunos licántropos tienen la desdicha de encontrar a sus compañeros hasta pasado los cien años.
Cansada de escuchar solo sermones, tomo un pedazo de fresa y huyo de ellos.
—¡Sin problemas! —grita papá a mis espaldas.
Lo que sea.
El resto de mis tíos, incluso mis abuelos parecen estar perreando en la pista como si fueran adolescentes. Eww...
El salón de fiesta está lleno de niebla química y humo de cigarrillos. Veo mucha piel desnuda, sudor, cuerpos que huelen como mentol y tabaco. Suficiente cantidad de hormonas aquí para abastecer un pueblo completo.
La Fortaleza Karlsson esta noche es puro pecado.
Algunos invitados me saludan mientras hago mi camino. Debería estar feliz, maldita sea. ¡Es mi cumpleaños! Tengo a mi familia, encontré a mi compañero. ¿Por qué me complico tanto la vida?
—Hola, Allison —dice un sujeto de unos veinte años —. Me llamo Gandy. ¿Quieres bailar?
Le doy una sonrisa de disculpa mientras termino de masticar mi fresa.
—Lo siento, pero alguien está esperándome.
—No hay problema, feliz cumpleaños.
—Gracias.
Y luego se aleja.
La voz de Brendon Urie provoca cosquilleos en mi estómago. Amo tanto a ese sujeto. Muevo mi cuerpo al ritmo de su música mientras él se quita la camisa. El público grita de pura euforia cuando canta Miss Jackson. ¡Adoro esa canción!
Las luces parpadean, el público disfruta la fiesta. El salón está iluminado por rojo, azul, naranja, amarillo, verde, fluorescente. Los cuerpos se mueven sensualmente. Las bolas en el techo despejan todo, combinando un sinfín de colores que me marean.
Con el toque suelto dentro de mi cabeza, me dejo llevar. Mi cuerpo se mueve como un pequeño pez entre un montón de maleza acuática. Un pez de agua dulce. Algo demasiado pequeño para capturar.
Nadie se atreve a acercarse a mí.
Supongo que mi mirada amenazante los espanta. Esta noche solo quiero bailar con alguien.
Ronan.
Mis fosas nasales lo distinguen a través de la multitud sudorosa y lo encuentro a centímetros cerca de mí.
Sorpresa, Ronan no está solo. Tiene a Raven aferrada a él. No puedo evitar los celos que de repente me consumen. Dioses, soy idiota. Ella es mi prima, por favor. La mirada marrón de Ronan se encuentra con los míos y nunca lo aparta. Es tan malditamente hermoso y no se da cuenta.
Me acerco de inmediato a él, ignorando sus pensamientos sobre mi prima.
Raven lo suelta.
—Mi trabajo ya está hecho —Se burla mi prima.
Mis ojos la observan con rabia y molestia. Pequeña víbora... Desde niña le gustó demostrarme que estoy equivocada sobre algunas decisiones. Ella sabe que una parte de mí aún se niega a Ronan.
—Tú y yo hablaremos después, Raven —advierto.
Ella no luce culpable. Solo divertida y complacida.
—¿Qué? Solo bailamos.
—Eso ni tú te lo crees —me enfoco en Ronan —. Baila conmigo —Le digo.
Ni siquiera le doy tiempo a responder, agarro su mano y lo alejo de Raven. La risa de mi prima nos persigue en todo momento. Esto no se quedará así. Ronan exhala cuando me pongo de espaldas a él y me muevo. Mi trasero roza su entrepierna de vez en cuando.
Me doy cuenta de inmediato que él duda un segundo, pero mis movimientos lo incitan a moverse más cerca. Sus manos caen a mi cintura e inhala mi cuello.
—¿Estás haciendo un movimiento conmigo? —pregunta.
Lo enfrento con toda mi confianza y descaro. El muy idiota está riéndose. Su sonrisa es inocente, pero creo que hay una pizca de algo más en sus ojos marrones. ¿Satisfacción? Sabe que me siento celosa ahora.
—Solo estoy bailando, cariño —muerdo mi labio.
Me deslizo hacia abajo, muy abajo y meneo mi camino de regreso, mis manos tocan sus muslos mientras me levanto. Ronan jadea, pero no se queda atrás. Sus dedos rozan mis pechos y mis caderas.
—¿Quién está haciendo el movimiento ahora? —me burlo.
Él aleja las manos de mí.
—Solo estoy bailando, cariño —repite mis palabras.
Contraataco eso con una vuelta y una arqueada extra de mi espalda, solo rozándome contra él. Maldice en voz alta, pero continuamos bailando muy juntos.
Brendon Urie concluye el espectáculo y todos le agradecemos con aplausos. La música cambia a Wicked Games de The Weeknd. Ronan y yo bailamos más explícitamente.
—No sabías moverte cuando bailamos por primera vez —musito sin aliento —. ¿Por qué ahora sí?
Ubica su pierna entre mis muslos, sus grandes manos están en mi trasero, manteniéndome presionada a él. Dioses, me gustan los hombres seguros.
—Hacer esto no es muy difícil —Mueve su entrepierna y gimo suavemente —. Es instintivo, como sexo sin ropa.
Mis dedos juegan con su corbata.
—Pensé que eras tímido.
Sonríe.
—No todos los días tendré la oportunidad de bailar con una chica como tú —Su lengua humedece sus labios. Noté que es un gesto habitual en él —. Solo estoy aprovechando, cariño.
¿Por qué simplemente no lo desnudo y tengo sexo con él? Es lo que suelo hacer con chicos que me atraen. Después de una pequeña charla buscamos un lugar privado y listo. Follamos. Ronan ríe al oír mis pensamientos. Mierda, qué vergüenza. Me costará acostumbrarme a esto. Adiós, privacidad.
—¿Qué pasa si no soy como todos esos chicos? —pregunta —. Yo... nunca...
—Eres virgen —digo con la boca seca. Oh, dioses.
¡Doble mierda!
—Sí, pero puedo dejarme llevar por mis instintos. Sé cómo funciona.
Revoloteo mis pestañas.
—Yo puedo enseñarte —coqueteo.
La mirada de Ronan se oscurece antes de que me tire hacia él y bese mi cuello expuesto. Sus labios se dan un festín con mi piel, sin importarle el hecho de que esté llena de sudor. Hace menos de una semana terminé con mi novio, pero ahora siento que nunca existió. Apenas recuerdo su nombre. No imaginé que la conexión sería así.
—Vamos a tomar algo —respiro —. Me estás matando.
Muerde el lóbulo de mi oreja y lo chupa antes de alejarse.
—Lo siento.
—No te disculpes —sonrío —. Me siento igual que tú y debemos acostumbrarnos. El lazo funciona así.
Los dos estamos sonriendo como tontos cuando nos reunimos con el grupo. El camarero nos sirve otra ronda de tragos. Tristan y Roy se burlan cuando Ronan bebe solo agua.
—¿Muy mareado, amigo? —pregunta Roy —. Veo que mi prima te dejó seco.
Ruedo los ojos.
—Cállate, Roy.
—¿Quieres vodka? —pregunta Tristan —. Necesitas algo más fuerte.
Raven resopla.
—Eso te dará una patada en el estómago, idiota.
Tristan sonríe y levanta su camisa para mostrarme algunos muy agradables abdominales. Ahora entiendo porque Melissa lo quiere cerca. Yo haría lo mismo en su lugar. El chico Persson está bien dotado.
—Eso no ha sido un problema hasta ahora. Soy licántropo, hermosa. Nada me afecta.
Melissa mira entre Ronan y yo.
—Me decepciona que no hayan tenido su sesión de apareamiento —Hace un mohín.
Pongo un mechón de pelo detrás de mi oreja. Ronan casi se atraganta con su agua, Raven palmea su espalda amablemente. Ella es muy atenta con él.
—No todos somos como tú y Tristan —murmuro —. Es decepcionante que no sean compañeros.
Tristan se encoge de hombros.
—Melissa y yo sabemos muy bien en qué se basa nuestra relación.
Mi prima asiente.
—Puro sexo caliente. Él cumple mis fantasías.
La mirada de Tristan brilla.
—Cumplo absolutamente todas sus exigencias y fantasías. Soy su esclavo sexual —dice Tristan —. Ella lee estos libros que literalmente son pornográficos. Tratan sobre BDSM, penes grandes y más. ¡No bromeo, chicos! —exclama —. A veces me busca en la manada y me observa como si quisiera comerme. Ella quiere experimentar todo lo que lee en sus libros de wattpad. Es una pervertida insaciable.
Melissa se pone roja de la rabia.
—Cierra la boca, Tristan.
Estamos riéndonos como focas retrasadas. No conocía a Tristan personalmente, pero me agrada. Solo un idiota con grandes bolas es capaz de decir algo así sobre Melissa.
—Puede leer todo lo que quiera —Tristan levanta las manos —. Es jodidamente caliente que aprenda en esos libros. Yo recibo la recompensa —Le da una nalgada a Melissa que la hace chillar —. Ella es muy buena.
Roy está prácticamente en el suelo riendo a carcajadas. Raven y Ronan sostienen sus estómagos. Melissa le da una bofetada a Tristan que hace girar su cabeza. Auch.
—He dicho que te calles, imbécil —sisea mi prima —. Cierra la boca o te arrepentirás.
—Eso dolió, pero me gusta rudo. Muy rudo, nena.
Estos dos son tal para cual. Una lástima que no sean compañeros, maldito destino. ¿No puede ver la química que hay entre ambos? Melissa masculla algo y Tristan la sigue sin dudar. Probablemente volverán a follar.
—¿Dónde está Ellie? —inquiero.
Roy se encoge de hombros y señala la pista. Mi pequeña prima está muy acaramelada con mi amiga.
—Ella me agrada —dice Raven, bebiendo su margarita.
Roy asiente.
—A mí también, es agradable.
Sonrío.
—Tuvo malos días en Canadá, pero el tiempo que pase aquí la hará olvidar —musito —. Sadie merece lo mejor.
Roy mastica su labio.
—Yo me encargaré de dárselo cuando Ellie tenga su turno.
Raven gira los ojos.
—Qué promiscuo eres, hermanito.
Un hombre trajeado se acerca a nosotros con la mandíbula tensa y de inmediato puedo percibir de quién trata. Es el padre de Ronan. La cara de mi compañero pierde color, la alegría de hace minutos se esfumó.
—Tu madre y yo tuvimos suficiente —informa —. ¿Vienes con nosotros o te irás por tu cuenta?
¿Qué clase de pregunta es esa? Su tono enojado no me gusta para nada. Trata a Ronan como si fuera un niño.
—Iré por mi cuenta —La voz de Ronan suena fría y avergonzada.
Pronto escucho sus pensamientos dónde está rogando que se aleje y lo deje conmigo. Le tiene miedo.
—¿Caminando? No dejaré el auto, Ronan.
La cara de Ronan se enrojece por la cólera. Raven y Roy están a un paso de matarlo. Yo también. ¿Cómo se atreve a hablarle así?
—No te pedí que lo hicieras, papá. Solo vete.
—Él no irá —interfiero en voz alta —. Se quedará conmigo esta noche.
La mirada del bastardo se posa en mí y juro que mi cuerpo se llena de escalofríos. Hay algo en él que pone a mis sentidos en estado de alerta. Me hace sentir asqueada.
—Ah, la cumpleañera —dice él, reconociéndome —. Es muy amable de tu parte, pero dudo que quieras la compañía de mi hijo, sobre todo, en las noches.
Ronan tiembla de rabia y sus manos están apretadas en puños. Presiento que se agarrarán a golpes si no los detengo. ¿Qué le pasa a este hombre desagradable? Borracho no está. Solo quiere avergonzar a su hijo.
—Vete, papá —repite Ronan en tono de súplica.
—¿Por qué no querría la compañía de su hijo? —digo en tono desafiante —. Esta noche es más que bienvenido en mi cama y mi habitación.
Eso no fue muy educado, pero indagando en los pensamientos de Ronan comprendo a qué se debe su rabia. Su padre no tolera que él esté relacionándose con otras personas además de su familia. Quiere verlo solo y amargado.
Mis primos se ríen burlonamente. El señor Dumont me observa con ojos asesinos y lleno de molestia. Ronan ahora está más que avergonzado.
—¿Qué eres tú de él? —inquiere el señor Dumont.
—Su novia —suelto.
💚
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