Era de mañana, en esa cama despertaba una pareja recién casada, habían tenido la mejor noche de todas sus vidas, el lugar olía a lavanda característico de su amor verdadero.
El Alfa se levantó dejando al Omega seguir disfrutando de su sueño, se fue a bañar para después ir a preparar el desayuno para disfrutarlo con el amor de su vida. Mientras preparaba el desayuno no podía dejar de pensar lo afortunado que era por tener a ese Omega con él, le había costado tanto llegar a donde se encontraban, habían pasado por tantos problemas (unos pequeños y otros más grandes) que hubo veces en los que creyó nunca llegar a ser su esposo, los ojos se le empezaban a llenar de lágrimas, al recordar tanto, pero se limpió de inmediato porque sabía que ahora ese lazo era inquebrantable porque se amaban de verdad. Él era un Alfa pero eso no era escusa para no llorar, quizás incluso era más sensible que su Omega; pero esa era su escencia, tenía un corazón de oro.

Mientras tanto en la cama un Omega despeinado empezaba a despertar al sentir el olor del desayuno, frotándose los ojitos trató de levantarse cuando un dolor en la espalda baja lo detuvo.

-Ah! - gritó el Omega un gritito que a pesar de haber sido sonoro, denotaba ternura

-Qué pasó?! - decía un Alfa que había llegado corriendo a la habitación después de escuchar ese quejido

- Vos - Gritó el Omega agarrándose la espalda baja - Vos me pasa! - lo dijo quejándose en un tono aniñado haciendo puchero

- Qué? - Decía el Alfa confundido sin entender la situación, ni la indirecta, para ser sinceros este Alfa era un poco despistado - Yo? Qué hice? - decía al acercarse al Omega lentamente

- En serio tengo que explicarte todo? - le decía el Omega, aunque amaba hacerlo amaba que su Alfa sea tan despiste y ese lado inocente que poseía - acércate cariño y ayúdame - lo llamó con dulzura

El Alfa se acercó un poco y su Omega le jaló del delantal - No me puedo levantar por mi cuenta, porque me duele la espalda, en sí la espalda baja - le dijo el Omega a un Alfa todavía más desubicado

- Por qué?! Qué te pasó?! Te caíste?! - el Alfa empezaba a hacer conclusiones sin sentido, cuando una risa proveniente del Omega lo calló - Queee ahora qué dije para que te rías - decía el Alfa con un puchero

- A veces no sé por qué eres un Alfa cuando te comportas así cariño - le dijo el Omega acercándose más a su Alfa estando a milímetros de rozar sus labios - No me caí, sabes por qué me duele la espalda baja? Cariño? - le preguntaba el Omega mientras el Alfa movía la cabeza en negación - Porque anoche tú fuiste el Alfa más Alfa que hay en el planeta y me cogiste como todo un semental - el Alfa sintió sus mejillas arder por esa declaración y se separó inmediatamente sin poder decir una sola palabra - Sabes que amo tu dualidad verdad? En la cama eres un semental y ahora eres un dulce lobo de peluche - le decía el Omega relamiéndose los labios haciendo que el Alfa se ponga más nervioso aún

- Lo ... Lo siento - decía el Alfa - pero también es tu culpa, no sólo mía, no dejabas de segregar esas feromonas que me vuelven loco y pedías más y más y yo solo te complací - decía con un puchero y cruzando de brazos

- Hay mi amorcito lobito de gomita, claro que también tengo la culpa no te estoy reprochando nada, sólo me sorprende que aunque ya lo habíamos hecho otras veces, nunca me había pasado esto - dijo aún sobándose la espalda baja - debe ser por las incontables rondas que hicimos anoche, creo que nunca lo hicimos durante tanto tiempo y vaya que estuvo delicioso como te volvías loco y me penetrabas con tanta ansiedad - decía recordando el momento acariciando su labios y lamiéndose un poco los dedos

- No ... No hagas eso - decía un Alfa alterado por ver esa escena tan sexy de su Omega - Sabes que no puedo resistir a tus encantos, deja de hacerlo, ve a bañarte que debemos desayunar - decía un Alfa decidido a irse del lugar, cuando una mano lo detuvo

- Jinnie por favor ayúdame a levantarme no te estaba mientiendo, prometo no seguir con mis provocaciones - decía un coqueto Omega

- Está bien - decía el Alfa mientras levantaba en brazos a su Omega dándole un gasto beso en la frente y en los labios - TaeTae por favor bañate y te espero en la cocina para desayunar - le decía el Alfa mientras lo dejaba en el baño para que tomara su ducha matutina

Una vez solo en el baño, el Omega se miraba al espejo enorme que había en ese lugar mirando cada detalle de su cuerpo desnudo, le encantaba admirar las marcas leves que su Alfa le dejaba, pero lo que más le gustaba mirar el la marca que nunca se borraría esa marca que mostraba al mundo entero que él le pertenecía a su Alfa y nada ni nadie podía romperlo. Recordó lo mucho que había luchado para que su despistado Alfa le tomara atención, lograr enamorarlo había sido difícil, habían tenido riñas pero al final logró terminar casado con el Alfa de sus sueños, con el que amó desde que era un cachorro, así que estaba feliz de sentir esos dolores, él mismo había sido el que provocó al Alfa la noche anterior para que no parara de poseerlo, pues estaba en celo y quería desesperadamente tener un cachorro de él, mientras pensaba en eso se tocaba el vientre y rezaba a todos sus dioses de la naturaleza que se cumpla su deseo, que nada aún siga el esperma de su Alfa dentro de él, se volteó y observó cómo de a poco salía gotas de la semilla de su Alfa recorrer sus piernas al salir de su estrecha entrada.

- Lo logré! - se decía así mismo con una cara llena de orgullo - pues sabía perfectamente que si el esperma de su Alfa no se salía en toda la noche, era 100% seguro que quedaría preñado. Orgulloso de su logro fue a bañarse tranquilamente.

Esa mañana como muchas más, la pasaron llena de amor y besos, hasta que dos meses después llegó el día en que el Omega diera a luz.

En la sala de espera teníamos a un Alfa bastante nervioso, no estaba listo para cuidar de un cachorro, tenía mucho miedo de ser un mal padre, pero por otra parte deseaba con el alma ser papá, tener un fruto de su amor en sus brazos y protegerlo a toda costa. Del otro lado de la sala estaban sus amigos una pareja que pronto también tendrían un cachorro pues él pequeño Omega estaba ya con un mes de embarazo.

- Jin tranquilo vas a destrozar el piso de tanto caminar - decía un Alfa en tono gracioso

- No me pidas que me calme Min Yoongi! - le gritaba aún más alterado - quiero verte a tí en un mes a ver cómo te pondrás cuando Jimin de a luz! - le gritaba, provocando sonrojo en el pequeño Omega y en el Alfa aunque este último ni quiera aceptarlo

- Yo no me veré tan patético al menos - le dijo en defensa el Alfa volteando su cabeza hacia su amado Omega

- Bah! Eso dices - le decía incrédulo, mientras más personas llegaban a la sala de espera

- Jin Hyung!!!! - corría un Omega divertido yendo a abrazarlo - ya llegué así que no ahora todo este ambiente tenso debe desaparecer! - gritaba un alegre Omega mientras abrazaba al mayor

- Jin Hyung! - decía una potente voz del Alfa más alto de ese lugar - felicidades y deja de estar estresado - decía mientras separaba al efusivo Omega de su amigo - Hobi deja de molestar a Jin Hyung! - le decía mientras lo separaba

- Monnie está celoso~~ - decía el Omega en tono acaramelado apegándose a su Alfa

- Puff obvio que no! - decía esquivando la mirada de todos

- OBVIO QUE SI! - decían al unísono todos los presentes, pues conocían muy bien a su amigo que era celoso hasta el tuétano.

- Namjoonie celando a Hobi otra vez?! - decía el último Alfa al llegar - todos se sorprendieron y lo saludaron, mirando atentos lo que podría ocurrir con cierto miedo a que pueda pasar algo

- Sin rencores Bro! - le decía mientras golpeaba el hombro del Alfa, mientras se sentía la tensión en el ambiente - debo admitir que me ganaste, lograste quedarte con el Omega más lindo que he visto, acepto que nunca pude competir contra tí, él siempre te tuvo en su cabeza y corazón - decía mientras a Jin le empezaba a subir la sangre, pues este Alfa había sido un de los motivos de las muchas peleas que había tenido con su Omega - Por lo menos me quedo con el sabor de haberlo disfrutado por un mes - dijo esto último con la intensión de alterar al Alfa que tenía en frente, pues aunque sí había vivido un mes con el Omega este sólo lo tuvo 3 noches y no en buenos términos, él drogaba al Omega para que se dejara poseer, pero su aventura duró poco cuando Jin logró rescatarlo de sus brazos. Jin estuvo a punto de golpearlo cuando el doctor salió y llamó al padre para que ingresara a la habitación donde yacía su esposo y su cachorro.

- Qué te pasa? Jungkook?! - le decía el Alfa más alto - Para eso viniste? Quieres que te dé una golpiza acaso? - le decía con furia en sus ojos

- No me molesten saben muy bien que yo sí amaba a Tae - decía esto último con una lágrima cayendo por su mejilla, mostrando lo destrozado de estaba

- Pero fuiste un idiota con él, abusabas de él, eso no es amor! - Gritaba el Omega que estaba preñado con lágrimas en los ojos - Si no hubiera encontrado a Jin quien sabe lo que Tae sería en este momento! - Gritó con histeria provocando que todas las parejas ahí se acurruquen más por sentir ese olor a miedo y tristeza

- Lo sé, fuí un idiota, pero mi lobo siempre ha sido más fuerte y con las negaciones que me hacía Tae me provocaba más - decía mientras de agachaba agarrándose la cabeza en señal de frustración - Yo no quería hacerle daño, por eso estoy feliz de que haya encontrado alguien que le dé lo que yo no pude, alguien que lo trate con amor del bueno y no con uno enfermo como el mío - dijo esto último quebrándose en llanto

- Ya tranquilo, vas a superarlo - le decía el Alfa más alto levantándolo y abrazándolo - verás, ahora qué sabes que tienes un problema de temperamento, pronto encontrarás a tu Omega y serás feliz estoy seguro - le decía mientras lo seguía abrazando y dando paz en ese ambiente que se había tensado demasiado minutos antes.

- Gracias Namjoonie - decía el Alfa mientras se calmaba

Mientras tanto dentro de la habitación, una pareja yacía más felíz que nunca al tener a su cachorro en sus manos, el Omega había dado a luz a un sano y fuerte cachorro Alfa, con el pequeño en brazos no dejaba de dar besitos a su amado - Te amo tanto - le susurraba en medio de los besos - Yo también te amo más de lo que puedes imaginar Tae Tae - decía el Alfa mientras abrazaba a sus tesoros que los protegería con su vida.

- Pueden entrar! - les dijo Jin a todos los que esperaban fuera, aunque aún tenía sentimientos encontrados con el menor del grupo

Todos ingresaron al salón despacio, y los Omegas fueron los que no pudieron contener las ganas de ir a abrazar a su amigo y cargar al cachorro, le hacían mimos y jugaban con él, mientras todos los Alfas veían la escena con ternura, pero uno de ellos sentía un remordimiento en el alma y necesitaba pedir perdón, aunque eso según él, lo bajaría de su "estatus" que por ese momento prefirió ignorar.

Se acercó lentamente a la cama donde yacía un muy cansado Tae, Jin al ver cómo Jungkook se estaba acercando quiso detenerlo, pero Namjoon lo detuvo primero y le hizo una seña de que se mantuviera callado.

Tae que estaba distraído viendo cómo sus amigos jugaban con el cachorro no vio quién se estaba acercando hasta que éste estuvo muy cerca de él, cuando lo vio se notó en su semblante que estaba sorprendido y con mucho miedo miraba a su esposo, éste le hizo señas para que se tranquilice y que todo estaba bien

- Tae... - decía el Alfa arrodillado al piso y con la mirada gacha - Tae perdóname por todo lo que te hice pasar, no era consciente de él daño que te hice, por favor discúlpame - decía esto último rompiendo en llanto agarrando la mano libre de Tae

- No bajes la mirada - le decía el Omega haciendo que éste levantara el rostro - mírame a los ojos y ahora repite lo que dijiste - le dijo el Omega lleno de esa bondad que le caracterizaba

- Lo ... Lo siento mucho Tae - le decía el Alfa volviendo a llorar pero sin desprender la mirada del Omega - Discúlpame por haber sido un idiota contigo, te mereces ser felíz y estoy seguro que Jin Hyung los cuidará a ambos mejor de lo que yo hubiera podido hacer - decía esto último sorprendiendo a todos en la sala pero más a la pareja que recién había tenido a su cachorro.

- Te perdono - le decía Tae mientras jalaba al Alfa para darle un beso en la frente, símbolo de que su perdón era verdadero

Una vez limado todas las asperezas, ese grupo de amigos volvieron a ser como antes, muy unidos y llenos de ese amor fraternal, cada año realizaban un viaje para fortalecer sus lazos a tal grado que ya parecían una verdadera manada, ya que todos habían hecho crecer sus hogares con cachorros correteando por todos lados, todos menos Jungkook estaba claro, porque este último al ser el menor aún seguía siendo hormonal, aunque había mejorado mucho, pero aún no se tomaba en serio a ningún Omega, según él aún no estaba listo para formar una familia, así que casi siempre lo dejaban de niñera mientras las parejas salían a hacer lo suyo en sus viajes, cosa de locos creerás, pero quién es totalmente cuerdo en estos días?. Pues así está familia llegó a crecer con locuras y disputas, pero sobre todo con amor de por medio, con mucho amor.