Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Teo - The Ssum

Primer beso

Se habían dicho tanto a través del teléfono, que a Teo lo sorprendía que se sintiera abrumado por tenerla al frente. No comprendía si era un repentino acceso de timidez, o si, al conocerla en carne y hueso, trayendo consigo un sinfín de quimeras a la realidad, quería atesorar la inocencia refulgiendo en sus pupilas.

Se habían dicho demasiado, desde cosas dulces hasta unas tantas más sugestivas, bromeaban, discutían, se disculpaban y en ellos renacía la ternura. Pero a él lo sorprendía que ella, en la vida real, fuera más recatada, más tranquila, como si observara el mundo pasar sin querer intervenir demasiado. Aunque no era ajena a él y buscaba introducirse en su burbuja personal.

Aun así, cuando Teo tomó su mano por primera vez, la sintió respingar para luego sonreírle con timidez y apretar sus dedos. En su momento, creyó que ella sería más atrevida por sus comentarios en el chat, pero le gustaba ese curioso contraste. Lo que no se quedaba atrás era el entusiasmo genuino que mostraba cuando estaba con él, pese a que el contacto físico no era como lo habían sugerido por sus miles de mensajes, estaba seguro de que ella lo quería.

Pero lo dudó un poquito, una ínfima parte de sí, cuando ella le dedicó una sonrisa encantadora frente a una casa del terror. Teo creía en fantasmas y les tenía miedo —solo un poco— el miedo normal que se tenía a lo desconocido. Tiró de su brazo para animarlo y Teo, como el buen novio que se consideraba, cedió. Lo que fuera por su sonrisa. Aun cuando esta estaba teñida de matices maliciosos.

Fue horrible y se sintió un poco patético por los gritos ahogados y los chillidos que profirió mientras ella se reía y parecía estar disfrutándolo. El maquillaje y los efectos especiales habían estado muy bien, al nivel profesional, al menos podía tener esa excusa para no admitir lo mucho que había gritado y se había aferrado a su novia. Pero, entre los nervios crispados, tuvo tiempo para admirar su serenidad y las eventuales carcajadas, convenciéndose de que era muy bonita y de que se estaba enamorando más.

—¡Eso fue divertido!

De nuevo, su sonrisa de diablillo. A su pesar, Teo tenía los ojos anegados y el corazón desenfrenado mientras se aferraba a su mano. El último payaso con la motosierra, aunque trillado, lo había hecho gritar de verdad. Era demasiado para su corazón y también para su ego, porque la imagen de chico relajado que había intentado construirse todos esos días hablando por mensajes se había desmoronado patéticamente.

—¿Te asustaste mucho? —preguntó ella con una leve culpa—. Disculpa por divertirme a tu costa. Es que cada vez que hablábamos de fantasmas, reaccionabas muy lindo.

—No es nada —repuso Teo, incapaz de molestarse con ella cuando por fin estaban juntos, sin aplicaciones de por medio que censuraban cualquier tipo de intento de contacto—. Aunque... Uhm... —La miró, divertido y agregó—: Exijo una compensación para reparar los daños. Quizás algo tan estimulante como un montón de monstruos cayéndote encima.

—¿Algo estimulante?

De nuevo le lanzaba esa mirada de incomprensión y tierna inocencia, como si no le diera tiempo para comprender a qué era lo que se refería cuando en los mensajes de texto era rápida para darle doble sentido a muchas de sus palabras cándidas. Tal vez estaba tan encantada como él por sus pieles rozándose y la claridad de sus voces y por eso no era capaz de pensar demasiado todo lo que sugería.

—Un beso.

Arqueó las cejas y sus mejillas adquirieron un tenue arrebol. Le pareció que sus labios se separaron para reponer algo con un leve tremor, pero no lo dijo y solo lo miró a los ojos, buscando atarse a algún cabo seguro. Luego, bajó la mirada a sus pies y se balanceó unos segundos.

—Está bien si no quieres, cariño —se apresuró a añadir Teo, perdiendo la calma de a poco, odiaría exasperarla—. Solo pensé que...

—¿Sabes, Teo? —Ella volvió a enfrentarse a sus ojos con más seguridad y Teo sintió mariposas revolotear en su vientre porque no creía que pudiera ser tan hermosa—. No es que no quiera hacerlo, es solo que me pone nerviosa. Quiero decir, yo nunca he salido con nadie. De hecho, cuando me pediste que saliera contigo, tuve que pensármelo mucho porque el compromiso me pone nerviosa. Quiero besarte, pero no estoy segura de cómo hacerlo o si lo haré bien. No quiero disgustarte.

—¡Jamás lo harías! —se apresuró a reponer—. Pero eso nunca me lo dijiste. —Se frotó la barbilla—. No pensé... Es que tú... —carraspeó, azorado—. Eres muy bonita como para que nadie se haya fijado en ti.

—No suelo mostrarme como soy con los demás, pero contigo me sentí segura. Así que no podía aceptar salir con alguien que sentía que no me conocía de verdad. —Agitó la cabeza.

—¡Ahora siento que debo hacer todo mucho mejor para ser el mejor novio posible!

—Me gusta tu entusiasmo —dijo ella, tomando sus manos entre las de ella—. Lo cierto es que has puesto la vara por la estratósfera, no creo que exista alguien mejor que tú.

—Me alegra oír eso —repuso Teo con orgullo, la palidez de su piel exhibiendo un desvergonzado sonrojo contrastando con su cabello oscuro.

Apenas repararon en que habían disminuido la distancia y se susurraban palabras de amor, incapaces de apartar la vista del otro. Teo decidió tener más iniciativa, considerando que, al tener solo un poco más de experiencia, debía dar el primer paso para obsequiarle una parte de su seguridad.

Cuando rozó sus labios, sintió cómo se encogió, abrumada por el tacto desconocido. Tiró de sus manos para aproximarla a él, para ajustar sus cuerpos y disfrutar de la calidez sutil de sus labios. Ese simple tacto le bastaba para comprobar que los sentimientos que se desbordaban cuando sus miradas se cruzaban tenían cimientos certeros. No era solo su imaginación.

Se separó apenas y le sonrió cuando sus miradas volvieron a encontrarse, ella lo hizo con timidez, pero lucía radiante. Reparaba de repente en que ella era un par de años menor, y, pese a ser madura en muchos aspectos, lo fascinaba descubrir este lado de ella, más vulnerable e inocente.

—¿Estuvo bien? —preguntó Teo.

—Podría repetir —admitió, ruborizada—. Gracias por ser paciente conmigo.

—Es lo normal. —Se encogió de hombros y depositó un beso en su coronilla—. Todo por mi amor.

Ella se rio, extasiada y avergonzada, temiendo no ser capaz de contener el júbilo cimbrando en su pecho.

—Eres tan cursi.

¡Muchas gracias por leer!

N/A: Cuando vi que The Ssum había salido, después de que Cheritz lo pospusiera por tantos años, tenía que jugarlo. No es tan memorable como Mystic Messenger, pero siento que Teo tampoco es tan terrible como algunas personas mencionan. Eso sí, el sujeto tiene la peor suerte del mundo xD

Sí, soy team Teo de cabello negro...

Esto quedó un poco diferente a cómo lo imaginé al inicio por cuestiones de tiempo... Así que quizás algún día lo arregle para que se ajuste a mi idea original.

¡Tengan un gran inicio de semana! >.<

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro