Ash - Pokémon
Aclaración: Este OS es post-canon, con Ash adulto y continuando como campeón mundial porque se lo merece xD
Un viaje juntos
No estaba seguro del momento exacto en el que no pudo apartar la mirada de ella. No supo si fue cuando Gou se la presentó y descubrió con asombro que, pese a casi tener veinte años, no había empezado su viaje Pokémon. O cuando lo retó a una batalla con su Mudkip y se las ingenió para acertar un ataque superefectivo de tipo tierra contra su Pikachu y, aunque perdió, celebró ante su pequeña victoria. O cuando, semanas después, coincidieron en las aguas termales de Pueblo Lavacalda. O cuando, pese a su reticencia inicial, Dragonite lo terminó convenciendo de que la acompañaran en su viaje, a lo que ella aceptó con una de las sonrisas fáciles que Ash descubría que le gustaba ser el causante.
Los Pokémon de ambos no tardaron demasiado en llevarse bien entre ellos y con ambos entrenadores. Hablaban bajo el cielo estrellado, sus susurros entremezclados con el crepitar del fuego. El entusiasmo y los temores de su primer viaje lo remontaban a un tiempo más lejano y se tomaba el tiempo para explicarle que todo estaría bien y ella le agradecía por su compañía. En los largos senderos por los bosques, sus carcajadas despertaban a los Pokémon de su letargo, asomándose a través del follaje para ser testigos de cómo las auras de ambos entrenadores se rozaban, como queriendo entrelazarse.
No comprendía si quizás se debía al misterioso hecho de que, junto a ella, sentía una paz sin precedentes. Eran capaces de compartir silencios prolongados y Ash no tenía la imperante necesidad de entablar una conversación, a veces no hablaban durante los largos trayectos más de lo necesario, pero se ayudaban a cruzar ríos o a escalar senderos empinados. Ella despertaba en él matices que desconocía de sí mismo, ni siquiera tras tantos años de viaje después de conseguir el campeonato mundial contra Lionel.
Ahora estaba en la biblioteca, observándola por encima de su enciclopedia ilustrada Pokémon, disfrutando de su expresión concentrada. Si cualquiera de sus amigos lo viera, no se creería que era capaz de guardar silencio por tantas horas. Sin embargo, no podía dejar de analizar cada detalle de su rostro, el movimiento cadencioso de sus ojos y el inusual brillo que se despertaba al fondo.
—Me vas a abrir un agujero si me sigues viendo así. —Ella alzó la mirada con una sonrisa divertida mientras Pikachu, que dormitaba sobre la mesa, movía las orejas y se acurrucaba más.
—¡No estaba...! —Ash enrojeció, atrapado in fraganti, pero dejó deslizar una sonrisa relajada—. ¿Qué leías?
—Una recolección de leyendas sobre Pokémon —explicó, mostrándole la página donde se había quedado—. Hay mucho misticismo sobre ellos y me estaba interesando en la historia de Deoxys y sus orígenes.
—¿Me creerías si te digo que hace mucho tiempo vi a Deoxys?
—Llegados a este punto, Ash, me sorprendería que no hayas visto a algún Pokémon —dijo con aparente calma, pero en sus pupilas brilló el entusiasmo—. Me hizo cuestionarme si hay más Pokémon en el espacio... Te imaginas que haya aún más especies allá afuera.
—¡Sería genial! ¡Podríamos hacer nuevos amigos!
Ella estuvo a punto de reponer algo, cuando una mano se posó sobre la mesa.
—Les voy a tener que pedir que se retiren si continúan hablando. —El bibliotecario les lanzó una mirada severa, aunque su semblante pareció ablandarse cuando ella curvó los labios.
—No será necesario, ya nos íbamos. —Recogió los libros y los colocó en una estantería para que los organizaran.
Ash la ayudó luego de que Pikachu se trepara a su hombro. Sonrió cuando ella se colgó la mochila en los hombros y la solapa dejó entrever a su Toxel dormitando.
El resto de la tarde se la pasaron conversando sobre las posibilidades de encontrar más Pokémon y especies no descubiertas. Para Ash era impresionante que una persona de apariencia tan apacible resultara ser apasionada y, al igual que muchos de sus amigos, tenía cierto aire intelectual, pero no era petulante y le gustaba compartir sus conocimientos con él.
Ella de nuevo volvió a puntualizar que la estaba viendo fijamente y Ash solo le sonrió. Después de conversar con Brock y recapacitar sobre ese día, había conseguido dilucidar sus sentimientos y no podía esperar para decírselos. Notó que Lucario le dedicaba una sonrisa, como si agradeciera que al fin se diera cuenta.
No quería retrasar más el momento. Después de todo, él no era la clase de hombre que se sentaba a esperar que las cosas ocurrieran. Era alguien de acción, así que reunió a Pikachu y a Lucario para ensayar cómo sería su confesión.
Sin embargo, a medida que las palabras empezaban a salir por su boca mientras Pikachu fingía ser la chica, se lo quedaba viendo con indiferencia hasta negarse a salir con él. Del mismo modo, Lucario se cubría el rostro como si fuera un caso perdido. Y Ash no comprendía qué era lo que estaba haciendo mal. No fue hasta que Pikachu hizo una cara de que medio aceptaba su oferta que Ash se dio por satisfecho y emprendió su búsqueda de la chica.
No lo sorprendió cuando la encontró bajo la sombra de un árbol de bayas ziuela, leyendo un libro. Su corazón dio un vuelco cuando sus miradas se cruzaron apenas ella se percató de que estaba cerca. Se sonrieron y el Dreepy de ella, que dormitaba sobre su cabeza con la cola enroscada dentro de su capucha, parpadeó lentamente para luego alzar vuelo.
—Precisamente contigo quería hablar —dijo ella, cerrando el libro con entusiasmo.
—¿Sí? —Ash ensanchó su sonrisa—. ¡Yo también quería hacerlo!
La chica se paró y se alisó el pantalón mientras echaba un vistazo para cerciorarse de que sus Pokémon estuvieran a salvo. Luego, tomó la mano de Ash y lo haló para que se internaran en los senderos naturales del bosque.
Caminaron varios metros en silencio, disfrutando del balanceo del follaje por el viento y los Pokémon. Caminaron hasta que, a lo lejos, se escuchaba el agua que chapoteaba de una cascada. Ash quiso volver a tomar su mano cuando se detuvieron en un claro y ella lo dejó ir.
—He estado pensando en que pronto cumpliremos un año de empezar esta aventura juntos —dijo ella mientras jugaba con sus dedos—. Y quería agradecerte mucho por acompañarme, considerando que el hecho de que seas el campeón mundial persuadió a mis padres de que cuidarías de mí.
—Yo pienso que ha sido más bien al revés. —Ash la miró a los ojos, con una claridad que no dejaba de desarmarla desde el primer día que Gou los presentó.
—Entonces, he estado pensando en qué me gustaría hacer con el mundo que he descubierto y también con el que me falta descubrir. Tú lo has tenido claro todo este tiempo: convertirte en maestro Pokémon, que es algo que haces cada día... Pero no fue hasta hace poco que decidí que me gustaría dedicarme a la investigación de los Pokémon.
—Es un buen balance entre lo que te gusta estudiar y también explorar el mundo —repuso Ash, cayendo en cuenta de a poco de hacia dónde se dirigía la conversación. Y lo entristecía, aunque podría soportarlo si era por ella y su sueño, no podía ser egoísta y atarla a su lado.
—Pensé exactamente lo mismo y me alegra que tú opines igual. —Le sonrió con alegría y Ash sintió su corazón encogerse un poquito.
Sin embargo, curvó una ceja cuando ella dio un paso hacia él y acunó sus manos con cuidado. La proximidad entre ambos le pareció más íntima de lo usual, la forma en que sus manos encajaban juntas y de cómo las balanceaban inconscientemente. Ash contuvo el aliento al vislumbrar el arrebol que se asomaba en sus mejillas y, aunque avergonzada, se enfrentaba a su mirada con la serenidad que siempre admiraba.
—El problema... Bueno, no es un problema —susurró y rio entre dientes, sus ojos destellando convicción—. Lo único que ha hecho que no pueda tomar esta decisión sola eres tú.
—¿Y-yo?
—Quiero continuar este viaje contigo.
—¿Este viaje? Pero viajando no podrás tener un momento para investigar. Necesitas asentarte para hacerlo y conozco muchos profesores que estarían encantados de que trabajes con ellos. Aunque si quieres que sigamos viajando un tiempo más, dime cuánto y te acompañaré.
Ash adoró la sonrisa divertida que se adornaba en los labios de la chica. Ella dio un paso más hacia él, de modo que, si respiraban muy profundo, sus pechos podrían tocarse. Ash no creía que pudiera controlarse más tiempo si la tenía tan cerca, y ni siquiera estaba seguro de qué era lo que no podía controlar.
—Me refiero a que me gustaría que me acompañaras en el viaje de la vida —dijo ella, asomándose por debajo de la visera de su gorra para encontrarse con sus cálidos ojos marrones—. Solo si tú quieres que yo sea también tu compañera. Lo cierto es que, por mucho tiempo, he querido decirte que...
—¡Te quiero! —se adelantó a ella—. Me has gustado desde hace mucho tiempo, pero me costó darme cuenta de ello. Lo cierto es que no tengo demasiada experiencia en esto, pero si estás bien conmigo, me encantaría...
Ash parpadeó cuando ella posó los labios sobre los de él en un roce dulce, tímido, con un ligero tremor que le terminó de arrebatar el aliento. Pese a que el tiempo pareció prolongarse en una pueril caricia, Ash sintió que duró muy poco cuando ella se separó.
Atolondrada, intentó soltarse de su agarre, pero Ash rodeó su cintura con un brazo en un preciso movimiento y volvió a besarla con más seguridad e ímpetu. Se le escapó un jadeo, pero pronto se acostumbró a la proximidad y a lo correcto que se sentía el calor de sus cuerpos permutándose, pese a que tantas emociones empezaban a abrumarla y hacerle flaquear las piernas.
Se separaron lentamente hasta poder observarse los rostros sonrojados, pero que empezaban a esgrimir sonrisas exultantes. Ash soltó una carcajada de júbilo y dijo:
—Un viaje contigo... ¡Suena genial!
—Entonces... —Ella bajó la mirada, intentando ocultar la felicidad que quería escaparse por cada poro de su cuerpo—. Entonces, debemos conversar sobre nuestros siguientes planes. Sé que juntos podremos sacar adelante nuestros sueños.
—Aunque por el momento solo quiero que disfrutemos de esto —sonrió Ash de forma encantadora—. ¿Puedes creer que estuve horas practicando con Pikachu y Lucario cómo decirte mis sentimientos? ¡Nada de lo que les decía les gustaba!
—¿Y qué me ibas a decir?
—Pues... —Ash se coloreó de repente, nervioso—. Creo que mi idea de decirte que mi amor no podría medirse con el significado de un Luvdisc entre enamorados no les gustó...
Ella se rio de buena gana y dijo:
—¿Has estado hablando mucho con el profesor Kukui? Aunque hubiera entendido tu punto.
—Tampoco que me encantabas más que un Pokémon hada...
Ash sonrió cuando ella se rio aún más con las mejillas ruborizadas, azorada, pero ella continuaba sujetando sus manos y eso le transmitía que todo estaría bien.
—¡Vamos a decirles a todos!
—¡Sí! Aunque creo que se lo veían venir —dijo ella con el mismo entusiasmo.
Ambos emprendieron el camino de regreso con las manos aunadas mientras hablaban de todo lo que podrían hacer en el futuro. Cuando atisbaron el pequeño campamento que habían armado para pasar el día, fueron recibidos por todos sus Pokémon.
Ash alzó sus brazos a modo de celebración mientras los Pokémon lanzaban chillidos joviales. Mudkip y Buizel formaban corazones con pistola de agua, Toxel parecía bailar saltando de una pierna a otra mientras Talonflame lanzaba llamaradas hacia el cielo y volaba alrededor de ellos. Dreepy aterrizó en la cabeza de Ash mientras Pikachu corría a los brazos de la chica y Lucario chocaba el puño con el de Ash.
Ambos entrenadores se sonrieron, dichosos de sus sentimientos recíprocos, de lo mucho que aún podían aprender del otro y juntos, seguros de que ese viaje continuaría en esa vida y otra más.
¡Muchas gracias por leer!
N/A: Sé que dije que vendría con Chigiri, pero es que nuestro viaje con Ash y Pikachu acabó y yo tenía que escribirle algo. Ash fue uno de mis primeros husbandos y se merecía su OS.
Ciertamente, escribir sobre Pokémon me intimida siempre, pero lo disfruto. Por varios años me he estado planteando escribir un fic más largo con Ash, pero sigo trabajando en un crossover entre Pokémon y BnHA que espero sacar algún día jaja
Espero que empiecen muy bien su fin de semana y espero traer el OS de Chigiri pronto.
¿Esta historia continuará? >.<
P.D.: Lo siento, no sabía qué poner de despedida xD
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro