Sobre hermanos entrometidos

Le gustaba Border.

Amaba poder ayudar a las personas y descubrir que era bueno en ello. Además, era interesante convertirse en la cara de Border, eso lo empujaba a ser cada vez mejor. Aunque consideraba que lo más importante era que en el camino se había ganado excelentes compañeros. Sin embargo, desde que aceptó salir con una compañera del curso de inglés al que se había matriculado, sentía que las cámaras de los periodistas no le daban un respiro para vivir.

Agradecía lo comprensiva que era ella, el espacio que le daba y la confianza que habían desarrollado hacia el otro. Pero a veces creía que no era suficiente, no sabía si estaba siendo egoísta, pero lo sorprendía que el amor lo convirtiera en alguien que no se conformaba con las muchas bondades que el universo le había obsequiado.

A veces solo quería olvidarse un poco del mundo y pasar el tiempo con su novia y su familia. Le gustaba bañarse en el ambiente cálido y hogareño, en las risas conocidas y en ese pequeño fragmento de su vida en el que podía permitirse ser simplemente él.

Así que la velada no podía ser más perfecta al ver sus sueños materializados frente a él. Su novia había ido a visitarlo y habían pasado gran parte de la tarde jugando con sus hermanos en la consola. Y, llegada la noche, ambos se metieron en la habitación de Jun, en la mesa baja frente a la cama descansaban dos taza de té a la mitad. Ella soltó un suspiro de alegría.

—¡Tenía muchísimo tiempo que no me reía tanto! Gracias, Jun, fue divertido.

—Y eso que no estabas segura al principio de venir.

—Es que me abrumaba un poco conocer a toda tu familia y aún siento mariposas en el estómago al recordar que me presentaste como tu novia.

Jun sonrió y se sentó a su lado, asegurándose de que sus brazos se rozaran. Ella se recostó de su hombro y él buscó su mano para entrelazar sus dedos.

—¿Todo bien en Border? Te viste muy genial en el último reportaje. Inspiras muchísima confianza.

—¿Sí? —Jun rio, apenado—. Todo va bien. Muchos aplicaron para ir a la misión hacia el Neighborhood, así que he estado ayudando con ello. ¿A ti como te está yendo en la universidad?

—Hay veces en las que solo quiero que se acabe la semana... —se quejó e hizo un mohín—. ¡Y luego apareces de repente e iluminas mis días! Y me va bien, pronto terminaré este semestre.

—Me alegra. —Jun le sonrió y apoyó la mejilla de su coronilla—. ¿Sabes? He estado pensando un poco en lo que haré. Me gustaría ir a la universidad también... Quiero decir, me gusta Border, pero a veces lo siento como si fuera solo una etapa. Muchos compañeros han dejado sus actividades para continuar con sus vidas y...

—Jun, ¿Border te hace feliz? —La chica se soltó de su agarre y se sentó frente a él para que pudieran verse a la cara y notó la dubitación en sus ojos esmeralda.

—Sí, pero...

—Nada de peros. Hablas de Border como si fuera Pokémon.

—¿Qué?

—Como si fuera solo una etapa. —Ella curvó los labios y se señaló a sí misma—. ¡Pero a mí aún me gusta Pokémon! ¡Y tengo toda una colección por regiones!

—Eso no lo sabía...

—A lo que voy es que Border no es una etapa para ti, no con todo el esfuerzo que le has puesto y no cuando tus ojos brillan de esas forma cuando hablas de tus actividades. Sí, podrías ir a la universidad, pero siempre puedes regresar. Intenta especializarte en algo que te sea útil como agente de Border. Y si alguien te dice algo porque continúas en Border, pues dime quién es y me aseguraré de partirle la cara en...

—¿Sabes cuánto te quiero?

—¿Eh? —La chica se sonrojó cuando él acarició su mejilla, sus dedos palpando la superficie con curiosidad, como si no la hubiera tocado antes.

—Siempre me inspiras a ser una mejor versión de mí y eso me hace muy feliz. —Arashiyama se acercó un poco más a ella, esbozando una sonrisa tenue al percatarse cómo ella permitía que toda su convicción se derritiera entre sus manos—. ¿Puedo besarte? —susurró contra sus labios, disfrutando de su respiración entrecortada.

—Sabes que no tienes que pedirme permiso, tú puedes...

La chica, que lo había tomado de la camiseta, lo empujó con suavidad cuando escuchó un par de pasos acercarse por el pasillo, y lo empujó totalmente cuando la puerta de abrió de par en par.

—¡Encontré el Jenga!

—¡Encontré el Uno!

—¡Juguemos juntos! —exclamaron ambos mellizos a la vez y luego se observaron, competitivos—. ¡¿Eh?! Yo lo dije primero.

La chica se rio y asintió con la cabeza. Y Jun admiró que hubiera controlado tan rápidamente el arrebol de sus mejillas. Amaba a sus hermanos, pero en serio los quisiera un poquito más si supieran qué era la discreción.

—Vamos alternando las partidas, ¿sí? —Sonrió ella mientras se acomodaba frente a la mesa baja.

Ambos niños estaban decidiendo qué jugar primero cuando la chica sintió que Jun se le acercaba por la espalda. Se quedó muy quieta cuando su aliento acarició su oreja, obligándola a contener la respiración.

—Me lo cobraré luego con intereses.

—¡Jun!

El aludido se rio y puso cara de inocente frente a sus hermanos. Su novia tenía razón, debía continuar siendo parte de Border si quería proteger esos instantes de dicha pura que el universo le obsequiaba.

¡Muchas gracias por leer!

N/A: Esto iba a ser sobre Jin, pero me ganó Arashiyama, aunque sí tengo pensado algo para Jin. Por cierto, por primera vez vi un meme de World Trigger y fui feliz, también hay algunos artistas por allí que hacen fanarts bonitos; al fin no me siento tan sola xD

El prompt para este día era "beso interrumpido"; espero que les haya gustado.

Tengan una excelente noche.

¡Trigger on! >.<