Tengamos una nueva aventura
Ni Yu-Gi-Oh! Ni ninguno de sus personajes me pertenecen, estos pertenecen al gran maestro Kazuki Takahashi y a Kamishiro Tsutomu♥.
Volvemos a esas capítulos fuera de fecha je, este capítulo y el siguiente puesto que fueron por navidad y año nuevo, como sea disfrútenlo n.n
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
"Vente con nosotros y no mires atrás, estamos juntos hasta el fin".
El domingo todos nos levantamos muy temprano y comenzamos a levantar las cosas.
—¡Volvamos a venir otra vez algún día! –Exclamó el oji-carmesí con una gran sonrisa.
—Por supuesto que vendremos de nuevo –Dije sonriéndole dulcemente.
—¡Mi primer viaje a acampar fue fantástico! ¡Gracias chicos! –Exclamó el albino acercándose a mí y a mi primo para abrazarnos –Los quiero mucho –Mencionó dándole un beso a mi primo y uno a mí en la mejilla.
—No es nada Ry-chan –Mencionó mi primo sonriéndole, yo solo asentí sonriendo.
Cuando por fin todo había quedado como cuando llegamos miré con nostalgia el lugar, una vez más me había dado una de las mejores experiencias de mi vida.
—Pronto vendremos de nuevo cielo –Me dijo Yami al oído abrazándome por la espalda.
—Eso espero –Mencioné volteando mi rostro para verlo, le sonreí dulcemente y nos dimos un pequeño beso.
—Ya todo está listo chicos –Mencionó el oji-carmesí cuando ya habían puesto todo en la cajuela.
—Es hora de irnos amor –Mencionó balanceando su cuerpo con el mío.
—Si, vamos –Mencioné sonriendo volviendo a darle un último beso.
Caminamos hasta su auto, me abrió la puerta para que entrara y la cerró tras de mi mientras Ryo-chan y Yuya nos veían con emoción.
—Son una pareja hermosa –Le susurro el oji-carmesí al albino con emoción.
—Lo sé –Le respondió el albino susurrando, luego sonrió encantado, yo solo sonreí un poco al escucharlos.
Salimos una vez más por donde habíamos llegado, había sido un fin de semana increíble. En el transcurso de regreso a casa los chicos iban hablando sobre lo bien que la habían pasado, Yami y yo solo nos mirábamos y nos sonreíamos.
Al pasar dos horas ya estábamos de nuevo en Domino, lo primero que hicimos fue llevar a Yuya a su casa, esa era la primera vez que veríamos donde vivía, este vivía solo en una casa con una fachada muy bonita, con un lindo patio, Yuto se quedó con él para ayudarle guardar sus cosas, al verlos podía notar algo diferente entre ellos, no podía asegurar nada, pero algo me decía que ese fin de semana les había servido de mucho.
Después de eso mi primo se pasó con nosotros al auto de Yami, Mokuba-kun nos dijo que ellos llevarían a Jonouchi-kun hasta su casa, anhelaba con todas mis fuerzas que también se hubieran arreglado las cosas entre el rubio y Kaiba-kun.
—Te llevaremos a tu casa Ryo –Le dijo mi novio mirándolo por el retrovisor.
—Si está bien... Gracias –Mencionó con un semblante extraño. Al llegar a casa de Ryo-chan pudimos notar que también era muy clásica, su casa tenía un estilo similar a la mía –Gracias por este fin de semana chicos –Mencionó sonriéndonos.
—No es nada –Le respondí feliz mientras Yami sacaba las cosas del albino de la cajuela.
—Aquí están todas tus cosas Ryo –Mencionó Yami poniéndolas a un lado sonriéndole.
—Gracias, llamaré a alguien para que las lleve adentro –Mencionó tratando de ponernos su mejor sonrisa.
—Nos veremos mañana en la escuela entonces –Mencioné sonriéndole.
—Hasta mañana Ry-chan –Se despidió mi primo feliz.
—Hasta mañana –Mencionó un poco más animado, nunca le había preguntado a Ry-chan cómo era la relación con su padre, pero tal vez el trabajo lo mantenía muy ocupado y no había alguien que estuviera con él en las tardes, pero bueno, eso eran solo suposiciones mías.
Nosotros subimos al auto y solo hicimos un ademán de despedida, Ry-chan nos imitó y luego vimos que salieron dos sirvientas para llevar sus cosas dentro de la casa.
—¿También te dejamos en tu casa cuñado? –Le cuestionó mi novio sonriendo a mi primo, yo solo reí por lo bajo por escucharlo llamarlo así.
—Si por favor –Respondió sonriendo –Supongo que ustedes harán algo más –Dijo mirándonos con una sonrisa.
—Bueno, pensaba llevar a Yugi a mi casa, hay alguien con quien lo quiero presentar –Al decir eso yo lo miré sorprendido con quien podría presentarme, no creo que pensara presentarme con su padre.
—Ya veo, entonces mucha suerte ani-chan –Mencionó sonriéndome cálidamente, yo solo asentí sonriendo levemente.
Mientras lo llevamos hasta su casa en el camino yo iba pensativo y un poco nervioso, ahora entendía como se sintió Yami cuando lo presenté con mi madre y al conocer a mi padre.
Después de dejarlo y que se repitiera la misma acción que en casa de Ry-chan nos fuimos rumbo a casa de Yami.
—¿Y a quién conoceré amor? –Cuestioné algo apenado.
—A alguien especial para mí –Mencionó sonriéndome.
—¿A tu padre? –Cuestioné algo nervioso.
—No amor... a él no –Mencionó un poco afligido –La verdad es que no soy muy cercano con mi padre, desde que mamá murió se centró en sus negocios y a mí me dejó a un lado, además... -Comenzó a decir tristemente –No creo que él llegara a aceptar lo nuestro –Mencionó sintiéndose más afligido aún.
—Ya veo –Mencioné sintiéndome un poco mal por él –Descuida cielo, no importa que él no pueda darte su amor, yo te amaré por ambos –Mencioné tomando dulcemente su mano sonriéndole lo mejor que podía.
—¡Ra! ¿Qué hice para merecerte? –Cuestionó sonriéndome dulcemente.
—Ser la mejor persona en este universo –Respondí correspondiendo su sonrisa un poco más animado al ver su semblante, en ese momento entendí de que se traba eso que decían sobre que si tu pareja es feliz tú eres feliz y si está mal tú también te sientes mal, eso me pasaba con mi Yami.
Al llegar a casa de Yami recordé que esa era la primera vez que iba ya que desde la primera vez que tomamos reunirnos en mi casa se volvió algo habitual, su casa era grande, esta tenía un gran patio al frente, cosa que no tenía mi casa ya que esta lo tenía atrás.
—Es hora amor –Mencionó al estacionarse sonriéndome dulcemente.
—Si cielo –Respondí sonriéndole, de momento ya no me sentía tan nervioso así que eso era algo bueno.
Bajamos del auto y caminamos hasta estar frente a la puerta, yo tragué saliva, el nerviosismo había regresado
—Buenas tardes amo Atemu y... ¿amo Atemu? –Cuestionó una muchacha al abrirnos la puerta un tanto sorprendida haciendo una pequeña reverencia, de nuevo se repetía la misma historia, yo solo ahogue unas risitas.
—Buenas tardes Mei-san, él es mi invitado Mutou Yugi –Mencionó haciendo un ademán de mención.
—Buenas tardes joven Mutuo es un placer –Mencionó haciendo una leve reverencia.
—Buenas tardes Mei-san, el placer es todo mío –Mencioné imitando su acción y luego le sonreí cálidamente, esto provocó un leve sonrojo en las mejillas de la chica, yo solo sonreí por eso.
—Pasen por favor –Mencionó haciéndose a un lado.
—Estaremos en el jardín, por favor podrías decirle a Suki-san que vaya a verme allá –Mencionó mi novio sonriéndole fingidamente, pude notarlo.
—Suki-san... -Pensé algo extrañado.
—Por supuesto que si amo Atemu, ¿desea que se le lleve algo de tomar o comer? –Cuestionó muy sonriente.
—Am... -Comenzó a mencionar dándose la vuelta para verme, yo solo puse una cara de grande impresión –Amm.. Yugi –Dijo corrigiendo sus palabras, al momento cambié mi semblante y suspiré por lo bajo -¿Quieres algo de beber o comer? –Cuestionó mirándome dulcemente.
—Etto... -Mencioné pensando –Agua está bien por favor –Respondí sonriendo.
—Bien –Mencionó asintiendo con una sonrisa dándose la vuelta para mirar a Mei-san -Agua por favor –Respondí de nuevo poniéndole esa falsa sonrisa.
—Muy bien, en seguida se la llevo –Mencionó ella feliz alejándose de nosotros.
—Tú servidumbre es muy amable –Mencioné sonriéndole.
—Si, aunque tú también eres como que muy amable, ¿no? –Cuestionó frunciendo el ceño
—Solo correspondo el trato que me dan –Mencioné sonriendo maliciosamente entendiendo que estaba celoso.
—¿Así? –Cuestionó sorprendido –Eso significa que si te da una amabilidad especial la corresponderás –Mencionó frunciendo más el ceño.
—Eres lindo cuando te encelas –Mencioné sonriéndole pícaramente –Y no, la única amabilidad especial que puedo recibir es la tuya –Mencioné guiñándole con sonrisa ladina.
—¿Y cómo no encelarme si alguien se sonroja porque le sonría MI NO–VI-O? –Mencionó mirándome fijamente recalcando el "Mi" y enfatizando la palabra "novio", era gracioso verlo así –Pero bueno, eso me tranquiliza, vamos al patio cielo –Mencionó susurrándome con una sonrisa sincera, yo solo asentí ahogando unas risitas y comenzamos a caminar por un pasillo que daba al lado del patio.
Al llegar a este fuimos y nos sentamos en un columpio que estaba bajo un árbol de espaldas a la casa, las ramas del mismo tapaban la vista, alrededor había otros asientos, nosotros comenzamos a columpiarnos levemente.
—Es un lindo lugar –Mencioné mirando alrededor viendo rosales por todos lados –Me encanta el detalle de las rosas –Dije volteando a verlo con una sonrisa.
—Todos esos rosales los sembró mamá –Mencionó sonriéndome –Tenía cierta afición por los rosales de todos los colores como verás –Mencionó mirando alrededor con nostalgia –Ahora los que se encargan de cuidarlos es la servidumbre, aunque a mí me encantaría hacerlo no soy muy bueno en eso de cuidar plantas y al menos ellos las mantienen cuidadas como a mamá le gustaban –Mencionó un poco más animado.
—Ya veo –Mencioné pensando, realmente me hubiera gustado conocer a su madre –Es realmente hermoso que aún conserven tan bien algo de ella –Mencioné sonriéndole, Yami solo asintió con una sonrisa.
—Amo Yami, ¿se encuentra por aquí? –Cuestionó una mujer con una voz totalmente diferente a la de Mei-san, esta se escuchaba más grave cómo si se tratara de alguien de edad.
—¡Estoy en el columpio Suki-san! –Gritó feliz, eso significaba que era el momento –Espero que te caiga muy bien –Mencionó mirándome con una gran sonrisa.
Al momento una señora bajita, rellenita, de ojos azul turquesa y blanca cabellera por las canas apareció a un lado con una gran sonrisa y una jarra de agua de frutas y un par de vasos de vidrio que dejó en una pequeña mesita que estaba al lado de un asiento.
—Buenas tardes amo Yami y buenas tardes jovencito –Mencionó haciendo una leve reverencia.
—Suki-san, ¿qué le he dicho sobre eso? Sabe que usted no debe tener esos formalismos conmigo –Mencionó sonriéndole cálidamente.
—Mil perdones –Mencionó mirándolo con una sonrisa irguiéndose.
—Mucho gusto –Mencioné interrumpiéndolos un poco apenado levantándome rápidamente del columpio para hacer una leve reverencia.
—Así qué este jovencito muy apuesto es el ángel, ¿verdad? –Yo me sonrojé un poco al escucharla hacer esa pregunta, levanté mi rostro sorprendido para mirar a Yami.
—Así es Suki-san –Dijo sonriéndome cálidamente –Él es Mutou Yugi, el ángel del que me enamoré a primera vista –Dijo feliz –Amor, ella es Natsuki-san, es mi nana y ha estado a mi lado desde que tengo memoria –Mencionó mirándola con una sonrisa.
—Es un verdadero placer conocerla Natsuki-san, le doy muchas gracias por cuidar tan bien de Yami –Mencioné haciendo otra leve reverencia.
—Es toda una lindura joven Mutou –Mencionó levantando mi rostro sonriéndome –Ahora comprendo de lo que hablaba mi amo, no debe agradecer nada, yo soy la que debe agradecerle a usted por hacer tan feliz a mi amo –Mencionó sonriéndome felizmente.
—Por favor solo llámeme Yugi –Mencioné correspondiendo su sonrisa un poco apenado por todas sus palabras.
—Muy bien Yugi, entonces usted debe hacerme el favor de llamarme Suki-san justo como lo hace el amo Yami –Mencionó sonriéndome.
—Está bien... Suki-san –Dije sonriéndole, Yami solo nos veía recargado en el columpio con sus piernas cruzadas y una gran sonrisa.
—Sabía que simpatizarían rápido –Mencionó feliz.
Después de las presentaciones me volví a sentar a un lado de Yami y comenzamos a platicarle a Suki-san cómo habían estado los días que fuimos a acampar, en un descuido le conté a Suki-san como Yami me había ganado la cita en la que nos habíamos hecho novios, ella solo río un poco y Yami se sonrojó, era una persona sumamente agradable, tal vez no era su madre, pero se sentía como si lo fuera, me alegré de saber que mi Yami no estaba solo y que tenía alguien que lo cuidaba.
Después de un gran rato y al ver que la noche se estaba llegando me despedí de Suki-san para ir a mi casa, ella se despidió de mi dándome un cálido abrazo, por un momento pensé que, así como con Suki-san me gustaría poder hablarles a mis padres de Yami.
Mi novio me llevó a mi casa, cuando se tuvo que ir me despedí de él dándole un corto beso en los labios antes de que alguien pudiera vernos, aunque no entendía muy bien porque debía ocultarlo tanto, en ningún momento pensaba que nuestro amor estuviera mal, pero debía guardarlo por un tiempo hasta saber cómo reaccionarían mis padres con la noticia.
POV de Ryo
Al entrar a mi casa después de que los chicos se fueron, fui y me acosté boca abajo en un mueble en la sala, estaba algo deprimido, odiaba con todas mis fuerzas quedarme solo en esa gran casa, aparte de la servidumbre que solo eran amables conmigo porque así debía ser no había nadie que platicara conmigo, que me preguntara como estuvo mi día o algo así y mi padre se la vivía preocupado por sus negocios y a mí me dejaba siempre a un lado, "Ilusiones Industriales" era para él lo que estaba en primer lugar y yo siempre quedaba en último.
En algún momento que no me di cuenta me quedé dormido en ese lugar hasta que mi padre apareció despertándome, aún no era tan tarde, era muy extraño que llegara temprano, siempre trabajaba hasta altas horas de la noche.
—Ey Ryo, si quieres dormirte ve a tu habitación –Mencionó mi padre tan "amorosamente" como siempre llegando a mi lado.
—Lo siento, no sé en qué momento me quedé dormido –Mencioné un poco molesto.
—Como sea a todo esto ¿ya cenaste? –Preguntó restándole importancia al asunto, ¿era una broma?, ¿cenaría conmigo?
—No, aún no he cenado –Respondí un poco sorprendido de su pregunta.
—Bien, cenaremos juntos –Dijo encaminándose al comedor.
—Si –Respondí saliendo de mí asombro yendo tras él.
Después de que nos sirvieron la cena comenzamos a cenar sin decir nada, realmente no había mucho que decir, qué podría contarle que realmente le importara si no era referente a la empresa.
—Oye Ryo, por cierto, saldré de viaje de negocios y no creo regresar hasta en los primeros días de enero así que no podré pasar ni navidad, ni año nuevo contigo –Mencionó como si fuera lo más normal del mundo.
—¿Qué?, ¿te irás todo ese tiempo y voy a quedarme aquí solo? –Pregunté un poco afligido, no era como que pensara que la pasaría conmigo esas fechas, pero podía haber una mínima posibilidad.
—Vamos, no pienses si quiera en ponerte en ese plan, no es la primera vez que te quedas tanto tiempo solo –Cuando dijo eso sentí que algo se quebró dentro de mí, ¿realmente tan poco le importaba?
—Esta bien, no es cómo que me interese mucho pasar esas fechas contigo –Mencioné en tono bajo sin mirarlo para que solo yo pudiera escucharme –Veré que hago esos días entonces –Respondí elevando el tono de mi voz.
—Por mí está bien –Mencionó levantando su copa de vino tomando un sorbo.
—Ya terminé de cenar –Mencioné haciendo el plato hacía enfrente –Con tu permiso padre, que pases buenas noches –Mencioné algo distante.
—Sí, sí, buenas noches –Mencionó dando otro sorbo a su copa.
En ese momento me fui a mi recamara, me sentí mal, ¿qué clase de padre se comportaba así con su hijo?, no entendía porqué mi padre era así conmigo, pero a esas alturas ya muy poco me importaba, pensé un poco las cosas, hacía varios meses atrás que había planeado ir a casa de Yu-chan a pasar la navidad, pensaría en preguntarle si el año nuevo también podría pasarla con ellos, tal vez sería una pequeña molestia, pero no quería pasar todos esos días solo, no un año más.
Fin del POV de Ryo.
POV de Marik
En cuanto los chicos se fueron subí a mi habitación a darme un baño y me acosté un rato a descansar, estaba feliz, había sido un gran fin de semana, siempre era increíble pasar días en compañía de mi primo, mis amigos y mi cuñado, como no tenía mucho que hacer y no sabía si mis padres llegarían temprano para cenar conmigo me puse a jugar videojuegos, de esta manera el tiempo pasó más rápido, alrededor de las nueve de la noche me dispuse a bajar a cenar, justamente en ese momento mis padres estaban entrando por la puerta, a la primera que vi entrar fue a mi madre, ella se llama Isis, es una mujer sumamente hermosa y agradable, su piel es del mismo color que la mía, sus ojos son de un intenso color café oscuro, su cabello también es color negro, largo y lacio, es una mujer de estatura promedio, su cuerpo está muy bien cuidado, al igual que la tía Yui es fanática de cuidarse, su forma de vestir es muy sencilla y a la vez muy elegante, le gusta mucho usar accesorios que estuvieron en su familia por mucho tiempo atrás, son joyas muy lindas con grabados egipcios y esas cosas, ante mis ojos es como mirar cada día a la más bella reina que pudieron ver nacer las tierras de Egipto, tras ella entro mi padre, su nombre es Yoshio, él es un hombre alto y fornido, muy cariñoso y amable con todos, trabajador y leal, mi modelo y ejemplo a seguir, él es alto, a diferencia de mi madre y de mí el color de su piel es blanca como la de mi primo y sus padres, sus ojos son color violeta sin llegar a parecerse al color amatista ya que es más opaco, su cabello es color blanco cenizo, el siempre viste de traje, tiene miles de ellos, los usa porque siempre dice que la primer impresión es muy importante.
—¡Mariku querido! –Exclamó mi madre viéndome bajar las escaleras.
—Hola mami –Mencioné yendo hacía ella para abrazarla.
—Hola hijo –Mencionó mi padre poniéndose a un lado de mi madre y de mi alborotando mi cabello.
—Hola papá –Mencioné sonriéndole cálidamente.
—¿Has cenado ya mi niño? –Preguntó ella tan dulce y linda como siempre.
—Aún no ma, apenas bajaba para ir a cenar –Respondí feliz.
—¡Entonces cenemos todos juntos! –Exclamó mi padre feliz, así era él, todo un entusiasma, eso me agradaba en él, nosotros solo asentimos sonriendo cálidamente.
Fuimos al comedor y nos acomodamos para cenar, mi padre se sentó en el centro ya que como cabeza del hogar ese es su lugar, mi madre se sentó a su izquierda y yo me senté a su derecha, estuvimos conversando de los días que habíamos ido a acampar, me gustaba hablar mucho con mis padres, a pesar de que por su trabajo no podían pasar gran tiempo conmigo el tiempo que si podían lo aprovechábamos al máximo.
En un determinado momento se tocó un tema sobre las próximas fechas.
—Cariño, ya eres todo un hombrecito –Mencionó mi madre mirándome con orgullo –Así que ya es hora de que empieces a ver por tu futuro, solo te quedan algunos meses en la escuela y después sería para mí y para tu padre un placer que te unieras a la empresa –Mencionó feliz, era verdad, solo faltaban unos meses para la graduación y después de eso tenía que pensar que hacer con mi vida.
—Es verdad... Es algo que no había pensado –Mencioné pensando en las posibilidades.
—Para que no lo pienses mucho la solución, tanto para ti como para Yugi es mejor que decidan formar parte de nuestra empresa y hacer de su patrimonio ahí mismo, al fin y al cabo, es una empresa familiar y así seguirá por mucho tiempo.
—Ya veo –Mencioné sonriendo –Esa es una buena idea entonces –Mencioné feliz.
—Lo es amor, así que necesitamos empezar los trámites, el tuyo más que nada para que inicien a trabajar en la empresa en cuanto acaben sus estudios, los de tu primo tu tío Takahiro ya los inició –Mencionó mi padre sonriendo.
—Pero aún no le dicen nada a mi primo, ¿o sí? –Pregunté extrañado.
—No, pero eso era algo que Yugi ya sabía, que debía seguir el negocio familiar –Me respondió sonriéndome.
—Nosotros también queremos iniciar los tuyos mi amor, el problema es que necesitamos unos papeles tuyos y ya sabes que como naciste en Egipto tendremos que ir hasta allá por ellos –Mencionó sonriéndome.
—¡¿Egipto?! –Pregunté emocionado –¡Yo quiero ir a Egipto! –Exclamé emocionado.
—Bueno en ese caso, sería cuestión de que vayas a Egipto por tus papeles, no es mucho trabajo –Mencionó mi padre sonriéndome.
—¡¿De verdad papá?! –Pregunté emocionado.
—Sería una buena idea –Mencionó mi madre feliz –Esa sería la primera prueba de su independencia –Mencionó feliz.
—¡Entonces voy! –Exclamé decidido –Pero... ¿cuándo me iría? –Pregunté extrañado.
—Los primeros días de enero –Mencionó mi padre sonriéndome.
—¡Qué bien! –Grité feliz –¿Pero mi primo no irá conmigo? –Pregunté algo intranquilo.
—Estaba pensando justamente en eso... Podrían ir tu primo y tú a Egipto y pasar el resto de sus vacaciones allá –Mencionó mi madre sonriéndome cálidamente.
—¡Eso suena increíble! ¡Debo avisarle a mi primo! –Grité feliz.
—Claro, claro, pero primero termina de cenar –Mencionó mi padre señalando y mirando mi plato de comida casi lleno.
—Si –Mencioné acomodándome bien con una sonrisa para seguir cenando, no podía creerlo iríamos a Egipto a pasar vacaciones, esto era emocionante.
Pensé en las cosas que podría traer Egipto, volver al lugar que me vio nacer me era algo asombroso, tal vez al igual que cuando nací eso traería algo bueno para mí, ahora solo tenía que esperar a ir la escuela para decirle a mi primo.
Fin del POV de Marik.
Por fin era lunes por la mañana, y eso solo significaba una cosa, el jueves salíamos de vacaciones, estaba emocionado, había sido un año escolar grandioso, pero ya estaba esperando las vacaciones para ver qué haría esta vez con los chicos.
Antes de salir al receso mi primo me habló quedamente diciéndome que tenía algo importante que decirme, así que al ver que solo faltaban cinco minutos para salir al receso y como ya no hacíamos nada aproveche para preguntarle que era.
—Mariku-chan, ¿qué querías decirme? –Cuestioné algo extrañado.
—Una palabra: E-GIP-TO –Mencionó sonriéndome enfatizando la palabra, yo no entendía nada.
—¿Egipto? –Pregunté confundido.
—¡Iremos a Egipto ani-chan! –Exclamó feliz acercándose para abrazarme fuertemente.
—¡¿Qué?! ¡¿Cuándo?! –Cuestioné muy extrañado.
—Los primeros días de enero –Mencionó sonriéndome feliz soltándome para ver mejor mi reacción.
—¿Quién lo dijo? –Cuestioné impresionado.
—Mis padres me lo dijeron anoche –Respondió feliz –¿Ani-chan no estás feliz? –Cuestionó sonriéndome.
—Si... -Mencioné saliendo un poco de mi asombro –De hecho, si... eso es perfecto ¡Es una idea fantástica! –Grité sonriendo, realmente tenía una idea.
—¿Qué es una fantástica idea? –Cuestionó el albino curioso llegando a nuestro lado.
—Ir a Egipto –Respondí sonriéndole.
—¡¿Qué?! ¡¿Piensan ir a Egipto sin nosotros?! –Cuestionó algo impresionado y sentido.
—Pero claro que no Ry-chan –Mencioné sonriéndole –Sería genial que pudieran ir con nosotros –Mencioné sonriéndole.
—Claro que voy, por nada en el mundo los dejaría tener una aventura sin mí –Mencionó cruzado de brazos.
—¡Genial! –Gritamos mi primo y yo emocionados.
—¿Qué es genial? –Cuestionó el oji-carmesí curioso.
—Egipto –Respondió el albino sonriéndole.
—¿Egipto? –Cuestionó confundido.
—Si y tú y tú irán también –Mencionó señalándolo a él y al rubio que llegaba tras él mirándolos sin siquiera titubear.
—Pero, ¿cómo podríamos ir a Egipto? –Cuestionó algo extrañado –Chicos yo... no soy cómo ustedes, mis padres no son ricos, yo no puedo darme esos lujos –Mencionó un poco apenado.
—Y yo... no esperaba un viaje más este año, chicos, yo tampoco cuento con capital para ir, en Ámsterdam gasté todo lo que había ahorrado –Mencionó el rubio afligido.
—¡¿Fueron a Ámsterdam?! –Cuestionó Yuya impresionado.
—Si, es una larga historia que luego te contaremos –Respondió el albino sonriéndole –Bien si el dinero es el problema entonces déjenme eso a mí –Dijo con una sonrisa.
—Oh no Ryo, no podría... ¿cómo crees...?, es imposible que acepte –Mencionó el oji-carmesí apenado negando con sus manos.
—¡Vamos chicos! ¡Será solo por esta vez! Dejen que nosotros paguemos todos sus gastos y esas cosas, pero por favor, es que si ustedes no van no podría llevar acabo lo que acabo de pensar –Mencioné poniéndoles una cara suplicante.
—Es imposible que acepte eso Yug –Respondió tan orgulloso en ese aspecto como siempre.
—¡Jonouchi-kun! ¡Por favoooooor! –Mencioné suplicando.
—Yug, esa cara no, sabes que es difícil negarte algo cuando pones esa cara -Menciono frustrado -De... acuerdo –Mencionó finalmente frunciendo el ceño –Pero nunca se volverá a repetir –Mencionó suspirando hondamente.
—¡Genial! –Grité feliz –Ahora hay que decirles a Yami y a Yuto –Mencioné feliz.
—¿Yuto también irá? –Cuestionó sorprendido.
—Por supuesto, él también es nuestro amigo y no hay manera de dejarlo –Respondí sonriéndole.
—Pero Yugi, Yuto es como yo y no... -Comenzó nuevamente a mencionar apenado.
—Nada de eso, ¿qué te dije?, si ese es el problema entre todos nos haremos cargo de sus gastos –Respondió el albino feliz.
—Chicos, ustedes son tan buenos –Mencionó emocionado.
—Ahora entiendes que no hay nada que no se haga por los amigos –Mencionó mi primo sonriéndole enormemente, el oji-carmesí sonrió sinceramente asintiendo.
—Ahora hay que ir a ver a los demás –Mencioné feliz encaminándonos a la salida del salón.
Al salir del salón nos encaminamos a nuestro lugar para desayunar, Yami llegó acompañado de Yuto, mi novio me sonrió dulcemente y Yuto hizo lo mismo con Yuya quien se sonrojo por esa acción, yo solo correspondí la sonrisa de Yami y me levanté cuando ya estaba a mi lado para darle un pequeño beso.
—Hola cielo –Mencionó feliz sonriéndome –Hola chicos –Dijo mirando a los demás.
—Hola amor –Mencioné feliz.
—Hola chicos –Mencionó Yuto mirándonos a los demás.
—Hola Yami, hola Yuto –Dijeron los chicos, yo solo hice un pequeño ademán de saludo.
Al momento aproveche para decirles la idea de las vacaciones en Egipto, creí que con mi Yami no habría problema y con Yuto tampoco al saber que Yuya iría.
—Egipto –Mencioné saliéndome del tema de la plática.
—¿Egipto? –Cuestionó mi Yami extrañado.
—Queremos ir a Egipto a pasar las vacaciones –Respondió el albino sonriendo.
—Bueno, esa es la secunda cosa a la que iremos –Mencionó mi primo algo apenado –Mis padres necesitan un par de documentos míos y cómo yo nací allá necesito ir por ellos, así que ellos dijeron que si mi primo y yo íbamos para allá podíamos quedarnos el resto de las vacaciones en Egipto –Reveló sonriendo.
—Ya veo –Mencionó mi novio pensando mirándome fijamente –Por nada de este mundo te dejaré ir solo a Egipto ángel, yo iré con ustedes –Mencionó abrazándome cálidamente.
—Muy bien, uno más, solo faltas tú Yuto –Mencionó mi primo mirándolo con una gran sonrisa.
—¿Yo?, Yuya, ¿irás con ellos a Egipto? –Cuestionó extrañado.
—Ambos irán –Mencionó al albino mirándolos fijamente.
—Pero nosotros no... -Comenzó a decir, seguramente lo mismo que Yuya, pero fue interrumpido por mi primo.
—Ustedes nada, ya dijimos que sus gastos los pagaremos entre todos si creen que será solo para uno la molestia de pagar –Mencionó el oji-lavanda cruzando de brazos.
—Cuenten conmigo también entonces –Mencionó mi novio sonriendo soltándome un poco para que me acomodara mejor.
—¡Muy bien amor! –Exclamé feliz –Por cierto... pienso que también deberías decirle a Kaiba-kun y Mokuba-kun –Mencioné sonriéndole.
—Si amor, lo haré –Mencionó correspondiendo mi sonrisa –Hablando de él –Dijo señalando a lo lejos a Kaiba-kun quien venía hacia nosotros –Ahora le preguntaré –Mencionó feliz, volteé a ver a un nervioso rubio quien miraba embelesado al castaño quien al llegar nos saludó muy amablemente a todos.
—Buen día chicos –Mencionó sonriéndonos.
—Buenos días Kaiba-kun –Dijimos a coro.
—Oye Seto, ¿quieres ir a pasar las vacaciones en Egipto con todos nosotros? –Cuestionó mi novio sonriéndole.
—Claro, sería una buena idea –Mencionó sentándose del otro lado de Yami.
—Eso significa que todo está listo –Mencioné sonriendo.
—Sigo sin estar del todo de acuerdo por los gastos que harán de más chicos –Mencionó Yuya apenado.
—En serio que no es nada, solo son los gastos de ustedes tres y entre todos nosotros eso es nada –Respondió mi primo feliz.
—¿Cuáles tres? –Cuestionó el castaño extrañado.
—Yuya, Yuto y Jonouchi-kun –Mencionó tomando un sorbo de su jugo de uva.
—Descarten un gasto más, yo me haré cargo de todos los gastos de Katsuya –Mencionó serio.
—¿Por qué? –Cuestionó el albino extrañado.
—Bien, son sus amigos así que se darían cuenta de esto algún día así que es hora de decírselos, Jonouchi y yo somos novios –Mencionó mirando con una gran sonrisa al oji-miel quien lo miraba sorprendido y encantado –¿No dirás nada cachorro? –Cuestionó mirándolo con una gran sonrisa, todos estábamos esperando su reacción, a los segundos salió de su trance y se levantó rápidamente para ir a ponerse a lado el castaño.
—Es verdad chicos, Seto y yo somos novios –Mencionó feliz tomando su mano sonriéndole cálidamente.
—¡Felicidades chicos! –Exclamamos todos felices, yo sentí como un peso más se iba de mi corazón.
—Gracias, gracias –Mencionó apenado apenado, Seto solo sonreía asintiendo.
—Bien, así que ese es el caso, por eso no se preocupen por mi cachorro, yo me haré cargo de él –Mencionó tomando más fuerte su mano sonriéndole.
—Seto... -Mencionó mirándolo a los ojos, nosotros mirábamos la escena encantados, nunca pensamos que el castaño pudiera ser así de demostrativo.
—Por cierto, también olvídense de los boletos de avión, iremos en el avión privado de Kaiba Corp así que por la ida y el regreso tampoco se preocupen –Mencionó el castaño sonriéndonos.
—Eso es genial primo, gracias –Mencionó Yami feliz, Seto solo asintió sonriendo.
—¡Bien! –Exclamé feliz –Ahora que ya está todo... sé que muchos meses atrás había planeado pasar el veinticuatro con los chicos, pero... ¿les molestaría hacer como si esa fecha no existiera y hacer algo común ese día? –Cuestioné algo apenado.
—¿Por qué lo dices ani-chan? –Cuestionó mi primo sorprendido.
—Entiendo tu idea –Mencionó Kaiba-kun mirándome.
—¿A sí? –Cuestioné curioso.
—Quieres celebrar la navidad allá –Mencionó sonriendo ladinamente.
—Pero cómo será eso, navidad es el veinticinco y nos iremos hasta los primeros días de enero –Mencionó el albino impresionado.
—Ah, ya entiendo –Mencionó mi primo entendiendo el punto –En Egipto no, haya se celebra hasta el día siete de enero –Reveló sonriendo.
—¡Eso es genial! –Exclamó el oji-carmesí feliz.
—Si, mi idea es que pasemos navidad en Egipto –Mencioné feliz –No sé si estén de acuerdo con la idea –Mencioné apenado.
—Cuenta con nosotros –Dijeron todos mirándome con una gran sonrisa.
—Chicos... –Mencioné feliz sonriendo, entonces todo estaba listo.
Después de una laboriosa semana por fin era jueves, habíamos quedado en ir a mi casa ver películas y cenar pizza y hacer algo sencillo, ya había avisado a mis padres el cambio de planes y también les había dicho que los chicos irían a Egipto con nosotros en vacaciones y que iríamos en el avión de Kaiba Corp y no iba a haber necesidad de comprar de manera anticipada los boletos de avión.
En la mañana todo estaba muy bien, era el primer viaje que haríamos todos juntos fuera del país así que era genial. Durante el receso todo estaba bien y estábamos teniendo un buen almuerzo hasta que Yugo llegó.
—¡Yuya! –Exclamó feliz llegando a su lado sonriendo –Hoy regresaras a Ciudad Maiami, ¿verdad? –Preguntó ignorándonos a todos nosotros, realmente me fastidiaba ese tipo a veces por su actitud.
—Yo... no, no regresaré –Mencionó bajando su mirada.
—¡¿Qué?! –Gritó impresionado –A Yoko-san no le gustará que no pases navidad y año nuevo con ella –Mencionó frunciendo el ceño.
—Yo sé que mamá entenderá, además ya hice planes –Mencionó suspirando por lo bajo.
—Nada de planes, en todo caso de que no regreses debes pasar esas noches conmigo –Mencionó tomándolo del hombro para que volteara a verlo.
—Yugo, deja de fastidiar a Yuya, ya te dijo que tiene planes, ¿realmente tu cabeza es tan hueca para no entender eso? –Cuestionó el oji-gris un poco molesto.
—¡Nadie te metió a ti a nuestra conversación! –Exclamó el oji-azul reclamando, ambos estaban peleando mientras Yuya estaba con un semblante afligido en medio de ellos.
—¿Podrían parar ya? –Cuestionó en voz baja sin levantar su rostro.
—¡No hasta que digas que cenarás conmigo esos días! –Mencionó molesto.
—Yuya ya te dijo que tiene planes, ríndete de una vez Yugo, él la pasará con nosotros en casa de Yugi –Mencionó mi novio frunciendo el ceño, Yugo solo lo miro desafiante.
—¿Es así?, ¿prefieres pasar la noche buena con ellos que acabas de conocerlos hace poco a conmigo que tienes toda una vida de conocerme? –Cuestionó más molesto aún.
—No lo tomes así, ellos me dijeron primero –Respondió sin mirarlo.
—Lárgate de una vez Yugo, solo estás incomodando a Yuya –Mencionó el oji-gris molesto al ver el semblante del oji-carmesí.
—¡Pues bien! –Exclamó molesto alejándose de donde estábamos.
—Siento que se comporte así –Mencionó Yuya apenado.
—No te preocupes, no pasa nada –Mencioné sonriéndole dulcemente.
—Lamento que siempre llegue a arruinarte los buenos momentos y no poder hacer algo al respecto –Mencionó Yuto mirando al oji-carmesí apenado.
—No es tu culpa –Le dijo Yuya cambiando su semblante sonriéndole cálidamente –Yo sé que Yugo suele ser fastidioso a veces –Yuto solo lo miró con una pequeña sonrisa, nosotros solo veíamos la escena con una sonrisa.
Después de desayunar con ellos volvimos al salón para esperar que terminara el día, la última clase era la de Kamijou-sensei así que solo teníamos que esperar un poco más para salir.
—Bien, después de un gran año obtenido en la escuela les deseo una feliz navidad y un feliz año nuevo anticipado, espero que se la pasen bien con sus familiares y amigos –Mencionó el sensei dándonos una sincera sonrisa –Y bueno eso es todo, ya pueden salir, disfruten sus vacaciones y nos vemos en enero.
—¡Siiiii! –Gritamos todos felices comenzando a recoger nuestras cosas.
—Que usted también tenga una feliz navidad y un buen año nuevo –Dijimos los chicos y yo al unísono antes de salir del salón, Kamijou-sensei solo asintió y nos hizo un ademán de despedida.
Al salir del salón nos encontramos con Yugo por si fuera mal, esperaba que esta vez no fuera a hacerle pasar otro mal rato a Yuya.
—¿Hu?, ¿qué pasa Yugo? –Le preguntó el oji-carmesí un poco extrañado.
—Me quería disculpar por mi actitud de hace rato –Mencionó un poco apenado.
—No te disculpes –Mencionó Yuya subiendo su mano derecha para frotar su brazo izquierdo sin mirarlo.
—De igual manera quería hacerlo y también quería darte esto –Mencionó extendiéndole una pequeña cajita forrada de los colores del cabello de Yuya, o sea carmín y verde.
—Yugo... no tenías que molestarte –Mencionó un poco más animado sonriéndole.
—Vamos, no es ninguna molestia mientras sea para ti –Mencionó sonriéndole -¿Qué esperas? ¡Ábrelo!
—Pero navidad es mañana –Mencionó apenado.
—Pero no podré estar contigo, así que quiero verte abrirlo ahora –Mencionó feliz, la atmósfera entre ambos no era tan mala, eso no podía ser nada bueno, Yugo se veía una buena persona viéndolo así, pero mi favorito para con Yuya era Yuto.
—Esta bien –Mencionó finalmente comenzando a abrir la cajita –Oh Yugo, es hermoso –Dijo sacando un brazalete delgado con detalles de un par de alas que enmarcaban una joya con forma de diamante en color rojo.
—Sabía que te gustaría –Mencionó sonriéndole –Feliz navidad adelantada –Dijo acercándose a él para abrazarlo, al ver eso le pedí a Ra y a todos los dioses egipcios que no fuera a llegar Yuto con Yami y Kaiba-kun –Bueno, eso era todo, así que te veré regresando de vacaciones –Mencionó separándose de él con una sonrisa –Regresaré a Ciudad Maiami, también por eso pensé darte tu regalo hoy –Reveló feliz.
—Bueno, entonces cuídate mucho y hasta después de las vacaciones –Yugo asintió a las palabras de Yuya y se fue.
—Es un lindo brazalete –Mencionó el albino al acercarse y verlo.
—Si es verdad –Mencionó mi primo.
—Chicos, supongo que Yami, Yuto y Kaiba-kun deben estarnos esperando en la salida –Mencioné un poco pensativo, ahora entendía que Yugo no era tan malo, solo no sabía cómo expresar sus sentimientos.
—Es verdad, vamos –Mencionó el rubio sonriéndome, yo solo correspondí su sonrisa levemente.
En la entrada de la escuela los chicos ya nos estaban esperando, todos debían ir a sus casas para cambiarse y hacer las cosas que debían hacer para estar a las nueve en mi casa para hacer una pequeña noche de películas.
—Entonces los espero en mi casa a las nueve –Mencioné sonriéndoles cálidamente.
—Si, solo hay un problema Yugi, Yuto y yo aún no sabemos dónde vives –Mencionó Yuya pensando.
—Eso no es problema que Yuto vaya a tu casa y yo paso por ustedes ahí para que se vayan conmigo –Mencionó Yami sonriéndole.
—Bien, gracias Yami –Respondió feliz, mi novio solo asintió con una sonrisa.
—Bien entonces así quedamos –Mencionó el albino feliz, yo solo asentí sonriéndole.
—Entonces hasta al rato –Mencioné despidiéndome de los chicos –Nos vemos al rato amor –Mencioné acercándome a Yami con una sonrisa.
—Hasta la noche cielo –Mencionó acercándose a mí para darme un beso tierno, después de eso me fui a mi casa para verificar que estuviera todo listo.
Al llegar la noche tuvimos una gran velada, vimos varias películas y cenamos pizza, comimos helado, un montón de chucherías, para haber sido una noche buena común había estado muy bien, a las doce todos nos abrazamos dándonos los mejores deseos de navidad y ese tipo de cosas, aunque para mí no había necesidad de nada más más que de estar rodeado de mis amigos, mi familia y mi novio.
----Continuará----
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Viaje a Egipto *-* es otra de los lugares que más amo en el mundo y pues... si jaja, espero que les gustara el capítulo, nos leemos en el siguiente n.n
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro