Ni Yu-Gi-Oh! Ni ninguno de sus personajes me pertenecen, estos pertenecen al gran maestro Kazuki Takahashi y a Kamishiro Tsutomu♥. :3

Hola, hola :D aquí está el siguiente capítulo *-* díganle "Hola" a mis amados Yu's *~* <3 espero que les guste el capítulo de hoy :3

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"Una amistad verdadera no requiere años, sólo se requiere a dos personas que se lleven muy bien y compartan los mismos gusto e intereses".

El miércoles por la mañana ya estábamos de vuelta en Domino, aún no podíamos creer que habíamos estado toda una semana en Ámsterdam, ese mismo día nos lo habían dado libre ya que tampoco habíamos llegado tan temprano como para ir a la escuela así que hasta el jueves nos presentaríamos a clases, cada quien se había ido a su casa a dejar sus cosas y así, habíamos quedado en reunirnos por la tarde en mi casa.

Alrededor de las dos de la tarde llegaron los chicos a mi casa, Reiji-san los recibió de la misma forma de siempre, estuvimos un rato en la sala, estuvimos recordando las cosas que habíamos hecho en la ciudad de la libertad, de pronto mi primo mencionó una idea nueva que tenía.

—Por cierto, chicos... Lo de ir a acampar ¿se hará? –Cuestionó mirándonos con una sonrisa yo no entendía en que momento habíamos hablado de acampar.

—¡Si por favoooooooooor! –Exclamó Ry-chan suplicante encantado con la idea.

—Si, a mí me gusta la idea –Dijo el rubio feliz.

—Yo también digo que lo hagamos –Mencionó Yami sonriéndole a mi primo, en verdad que no entendía que estaba pasando.

—Etto... ¿cómo que acampar?, ¿cuándo?, ¿dónde? –Cuestioné muy extrañado.

—Ah sí, es que cuando lo dijimos tú estabas muy ocupado ignorándonos mientras mirabas la luna en el avión –Mencionó mi primo mirándome con desdén, yo me avergoncé un poco.

—Lo siento, me explican por favor –Mencioné bajando mi rostro mirando la alfombra de la sala.

—Bueno Yugi, verás, el día que íbamos en el avión mientras tú mirabas la luna, Marik nos contó que cuando eran pequeños sus papás los llevaban a acampar a un lugar que queda a unas horas de aquí y bueno, Ryo dijo que nunca había ido a acampar y Jonouchi dijo que ya tenía mucho que no acampaba, entonces yo propuse que deberíamos ir a acampar –Mencionó hablándome dulcemente, yo levante mi rostro sorprendido, iríamos al lugar donde nos llevaban de pequeños, por un momento regresaría a mis momentos de infancia.

—Ya veo, entonces, si todos quieren ir deberíamos ir –Mencioné sonriéndoles a todos.

—¡Si ani-chan! –Exclamó mi primo emocionado –Pero antes debemos decirles a mis tíos que pensamos ir allá –Mencionó mirándome feliz.

—Entonces a la hora de la comida les decimos –Mencioné mirándolo con una sonrisa.

—¡Muy bien! –Exclamó feliz al escucharme.

—Etto... Yu-chan, podrías dejarme pasar a tu tocador –Me cuestionó el albino acercándose a mí.

—Claro Ry-chan, una opción sería ir a mi habitación y usar el de ahí o bien puedes ocupar el que está a un lado de la escalera –Dije sonriéndole.

—Bueno, entonces ahora vengo –Mencionó separándose de mí –Ahora vengo chicos –Dijo a los demás, estos asintieron sonriéndole.

POV de Ryo

Al salir de la sala me dirigí a un lado de la escalera para buscar el tocador, había unas puertas de más al costado izquierdo, al pasar frente a una de éstas vi que una estaba semi abierta, miré un poco adentro, era el estudio de la casa del tricolor, dentro de ésta me encontré a la persona que no había visto desde que habíamos llegado a casa de Yu-chan y que mi corazón anhelaba tanto ver, ahí estaba Bakura semi acostado en un sillón amplio de color rojo leyendo un libro, lo miré unos segundos desde el marco de la puerta sin hacer ruido para que este no se percatara de mi presencia, verlo leer era una nueva visión, le daba un aire intelectual, además había descubierto algo que teníamos en común y eso hizo que mi corazón se sintiera feliz, de pronto vi que levantó su vista del libro y miró fijamente hacia donde yo me encontraba, sentí que mi corazón se me detuvo un momento e instintivamente me quité y me quedé a un lado de la puerta, pensé en correr hacia el tocador, pero aún no sabía cuál era para ocultarme en éste, a los segundos vi como la puerta se abrió totalmente dejando ver a Bakura, me sentí descubierto y eso me hizo sonrojarme un poco, él volteo a verme sin hacer ningún tipo de expresión, luego cambió su semblante y me sonrió.

—Hola Ry-o -Mencionó sonriéndome –Tenía algo sin verte por aquí –Dijo recargándose del otro lado del marco de la puerta cruzándose de brazos, su pose era tan sexy, como todo él.

—Hola Ba-Bakura –Mencioné un poco nervioso –Si... lo sé, no había tenido la oportunidad de venir –Dije un poco sonrojado.

—Siempre es bueno verte –Mencionó acercándose peligrosamente a mí.

—Yo... yo también digo lo mismo –Dije aún más apenado.

—Y bien ¿a donde te dirigías? –Me preguntó mirándome fijamente.

—Al tocador –Dije mirando el piso un poco nervioso debido a su cercanía.

—Es la puerta de allá –Dijo separándose de mí y señalándome una puerta que estaba justamente a un lado de la escalera.

—Bueno... gracias –Dije caminando hacía el baño.

—De nada –Mencionó volviéndose a recargar en la puerta de brazos cruzados mientras cerraba sus ojos sonriendo.

Caminé un poco más rápido y entré al baño, al cerrar la puerta tras de mí me recargué un momento en ésta tratando de tranquilizarme, mi cuerpo estaba temblando un poco, me había puesto realmente nervioso y el corazón me latía como loco, una vez que me sentí más calmado me acerqué al lavamanos y miré mi rostro, estaba totalmente enrojecido, nunca antes me había puesto así, solo Bakura hacía esto en mí.

Fin del POV de Ryo.

POV de Bakura

Me encontraba leyendo "20,000 leguas de viaje submarino" de Julio Verne para distraerme un rato en el estudio, así pasé un buen rato hasta que sentí que alguien estaba observándome, miré hacía la puerta y me di cuenta que estaba entreabierta y que de hecho había alguien observándome, me levanté algo fastidiado pensando en que tal vez era alguien de la servidumbre o algo así, pero me sorprendí al darme cuenta que la persona que me estaba observando no era nadie más que Ryo, ese chico había despertado un interés en mí desde la primera vez que lo había visto, aún no entendía que era lo que me había llamado la atención de él, pero algo había sido, a pesar de que mi principal interés era Yugi bien podría divertirme un poco con el albino y luego ir por mi principal atracción.

Después de indicarle donde quedaba el tocador me quedé recostado en el marco de la puerta pensando, era muy obvio que ese chico se sentía de alguna manera atraído hacía mí, su sonrojo y su nerviosismo al acercarme a él me lo confirmaban y no iba a desaprovechar eso, pensé un poco antes de lanzarme a hacer una locura, aunque no importaba mucho solo pretendía divertirme, después todo volvería a estar igual, después de unos segundos de pensar me encaminé sigilosamente al tocador para encontrarme con Ryo, al estar frente a la puerta pensé en entrar sin importarme nada, pero sea como sea eso no era correcto ni siquiera para mí, así que esperé a que la puerta se abriera.

Después de unos minutos de esperar la manija de la puerta se movió anunciando que la puerta estaba a punto de ser abierta, me planté frente a ésta y me quedé cruzado de brazos, vi que Ryo abrió la puerta sin despegar la mirada del suelo, pero a los segundos reaccionó y levantó lentamente su bello rostro sorprendido.

—¡Bakura! –Exclamó entre sorprendido y apenado, en ese momento mandé al diablo la cordura y entré junto a él al tocador cerrando la puerta rápidamente tras de mí –Pero que... ¿qué estás haciendo? –Cuestionó extrañado cuando me acerqué a él acorralándolo contra la pared mirándolo directamente a los ojos con mis manos a sus costados para evitar que se moviera.

—Jugando –Mencioné sonriéndole maliciosamente acercando mi rostro al suyo separando nuestros labios por apenas unos milímetros -¿Quieres jugar? –Le cuestioné mirando como un color rubí invadía rápidamente sus mejillas, pasé una de mis manos tras su nuca e instintivamente uní nuestros labios en un demandante beso, los labios de Ryo eran tan suaves y dulces, nunca había probado otros labios así, a los segundos me separé de sus labios y me recargué mejor en la pared para descender por su cuello lamiéndolo como si fuera un delicioso caramelo, la piel del albino era tan tersa y blanca, algo dentro de mí me impedía detenerme, quería seguir degustando cada centímetro de la piel de Ryo.

—Ba-Baku-ra ahh –La voz de Ryo se escuchaba tan sexy en ese tono excitado mientras mencionada mi nombre.

—Ry-o –Mencioné subiendo un momento de su cuello para susurrarle al oído, después mordí suavemente el lóbulo de su oreja pasando mi lengua por el borde, quité una de mis manos de la pared y lentamente fui metiéndola por la playera del albino, comencé a masajear sus botoncitos dulcemente, no quería hacerle ningún tipo de daño, una vez más pasé a sus dulces labios, lamí el borde y después fui introduciendo mi lengua despacio para que Ryo abriera un poco su boca para darme paso.

—Ahhhh Ba-kura... -Gimió cuándo me separé un poco de sus labios notando un hilo de saliva bajar por la comisura de sus labios, entre más escuchaba la voz de Ryo más me iba excitando y la temperatura del cuerpo de él me indicaba que estaba en la misma posición, me quité la camisa y la bote a un lado, grande fue mi sorpresa cuando él fue el que se acercó a mí y me comenzó a besar mi pecho, pasando sus brazos tras mi espalda aferrándose con sus manos a esta, eso me excito un poco más, su cara era de un niño tierno y tímido por eso verlo empezar algo así era todo un espectáculo para mí, lo separé un poco y quité su playera botándola del otro lado, lo tomé firmemente de los muslos cargándolo y lo senté en el borde del lavamanos, me posicioné entre sus pierdas volviendo a su cuello para darle leves mordidas.

—Ahhh... Bakura... -Gimió nuevamente y después de eso puso sus manos tras mi cabeza tomándome del cabello pegándose a mí y comenzó a besar mi cuello y a lamerlo poco a poco, realmente estaba comenzando a disfrutar esto y no era solo yo ya que Ryo también lo estaba haciendo.

—Así que el niño sabe jugar –Mencioné haciendo que nos separáramos un poco para mirarlo a los ojos, un sonrojo mayor apareció dibujándose en sus mejillas, él no dijo nada solo bajo su mirada apenada –No hagas eso, mírame –Mencioné levantando suavemente su rostro para unir nuestros labios en un nuevo beso, me separé solo para empezar a descender por su pecho, fui dejando un rastro de besos hasta llegar a sus botones rosados, comencé a succionar y morder suavemente el derecho, miré a Ryo unos segundos sus ojos estaban encerrados disfrutando de lo que le hacía, con mi otra mano comencé a estimular el izquierdo apretándolo suavemente, después de unos segundos cambié de lado y ahora mi boca era la que estaba atendiendo su botoncito izquierdo mientras mi mano jugaba con el derecho.

—Ahhhh... -Ryo seguía gimiendo un poco mientras subía una de sus manos a su boca para morderla y así evitar gemir más fuerte, era algo que entendía ya que yo tampoco quería que alguien llegara a descubrirnos, cuando estaba a punto de desabotonar su pantalón se escucharon unos suaves toques en la puerta.

—¿Ry-chan estás ahí? –Preguntó el tricolor llegando en el momento menos indicado para mí.

—S-Si Yu-chan, estoy aquí –Mencionó intentando que su voz sonara lo más normal posible –En un momento salgo –Mencionó separándose un poco de mi lado buscando su camisa y poniéndosela rápidamente.

—Bueno, entonces te esperaré aquí afuera –Al escuchar eso yo me sentí hastiado y fruncí el ceño algo molesto de que hubiera llegado a interrumpir mi momento, busqué mi camisa y me la puse mientas veía al albino arreglarse el cabello rápidamente.

—Esto no termina aquí Ry-o –Dije posicionándome tras de él refregando mi cuerpo al suyo, este solo asintió apenado, me separé de él para dejarlo marcharse, esta vez no se había podido, pero la próxima vez nada se iba a interponer para que él fuera completamente mío.

Ryo salió rápidamente del baño y yo me quedé tras la puerta unos segundos, cuando la cerró me quedé pegado a ésta unos momentos, después también arreglé un poco mi cabello y salí cuando pensé que ya habían desaparecido hacía algún otro lado de la casa.

Fin del POV de Bakura.

POV de Ryo

Salí del baño rápidamente y cerré la puerta antes de que Yu-chan viera que Bakura también estaba dentro, aún no podía creer lo que había estado a punto de hacer, mi cordura había desaparecido y la locura había invadido todo mi ser, faltó muy poco para haberme entregado a Bakura, me apené demasiado de pensarlo.

—¿Estás bien Ry-chan? –Me preguntó el tricolor viéndome extrañado.

—Si, todo bien –Dije sonriendo nerviosamente llevando una de mis manos tras mi nuca –No tienes que preocuparte de nada, solo estoy un poco apenado porque me había perdido, pero nada más –Mencioné sonriéndole.

—Si tú lo dices –Mencionó algo dudoso, yo solo le sonreí para que creyera que realmente solo era eso.

Caminamos por el pasillo hasta la sala donde estaban los demás chicos y nos sentamos para seguir platicando sobre el campamento.

Fin del POV de Ryo.

Después de un rato llegó la hora de la comida, mi papá estaba a punto de llegar de la empresa y mi mamá bajaría también ya que ya había terminado de hacerse un facial, ya saben cosas de mujeres.

Después de un rato llegó mi papá y nos fue a saludar a la sala.

—Hola chicos, hola campeón, ¿Cómo están? –Preguntó mirándonos con una sonrisa.

—Hola papá –Mencioné levantándome de mi lugar para ir a abrazarlo.

—Hola tío –Mencionó mi primo imitándome.

—Hola Mariku –Mencionó mi padre sonriendo.

—Buenas tardes señor –Dijeron Jonouchi-kun, Ry-chan y Yami al mismo tiempo.

—Buenas tardes –Dijo mirándolos con una sonrisa –Oh, parece que aún no conozco a uno de tus amigos Yugi –Mencionó mi padre mirando a Ry-chan.

—Es verdad, papá te presento a mi amigo Ryo Crawford –Mencioné señalando al albino, éste cuando escuchó su nombre se levantó rápidamente e hizo una leve reverencia.

—Mucho gusto señor Mutou.

—El gusto es mío Ryo –Dijo mirándolo con una sonrisa –Hola Jonouchi, Yami –Dijo sonriéndoles.

—Buenas tardes –Mencionó el rubio sonriendo levemente.

—Hola señor Mutou, buenas tardes –Mencionó Yami sonriéndole.

—¿Ya conoces a Yami, tío? –Cuestionó mi primo extrañado.

—Si tuve el placer de conocerlo hace algún tiempo –Dijo mi padre sonriéndole mientras mi primo lo miraba impresionado –Bueno como que ya va siendo hora de la comida, así que, por qué no pasamos al comedor porque ustedes nos acompañaran, ¿verdad chicos? –Cuestionó mirando a mis amigos.

—Si señor –Dijeron sonando en tono militar, esto hizo reír a mi papá.

—Entonces vamos –Dijo llevándonos a mi primo y a mi abrazados.

Al llegar al comedor ya se encontraba mi madre y Bakura sentados esperándonos.

—Hola cariño –Mencionó mi madre levantándose y dirigiéndose a mi padre para saludarlo con un beso.

—Hola cielo –Mencionó este correspondiendo el beso –Bakura, buenas tardes –Dijo mirando al albino mayor con una sonrisa.

—Buenas tardes Takahiro –Dijo el albino mayor en un tono serio.

—Chicos por favor siéntense para comer –Dijo mi madre amablemente.

Nos sentamos al comedor, mi papá estaba a la cabeza, a su lado izquierdo estaba mi madre, al lado derecho mi primo, al lado de mi madre estaba Ry-chan, seguido de Jonouchi-kun y al último Bakura, yo quedé al lado de mi primo y después de mi estaba Yami.

Comenzamos a comer mientras mis padres nos preguntaban sobre nuestro viaje a Ámsterdam y sobre lo que habíamos hecho en esos días, así que les relatamos con detalle todos los lugares que habíamos visitado, claro sin mencionar mi salida a solas con Yami, después de un rato mi primo les dijo de la idea del campamento.

—Por cierto, tíos, queremos decirles que queremos ir a acampar al lugar donde ustedes y mis padres nos llevaban de niños, queremos ir acompañados de nuestros amigos aquí presentes –Dijo mirándolos dulcemente.

—Por mí no hay problema, chicos, ya son grandes y no es necesario que los andemos cuidando, sé que ustedes sabrán cuidarse bien, si pudieron cuidarse en un país diferente, puedo confiar que estarán bien en cualquier lugar –Mencionó mi padre mirándonos con una sonrisa.

—Por mí tampoco hay problema, niños, solo les pido que se cuiden muy bien –Mencionó mii madre secundando a mi padre.

—Muchas gracias padres –Les dije sonriendo.

—No es nada campeón –Mencionó mi padre sonriéndome cálidamente.

—Mi príncipe crece tan rápido –Mencionó mi madre suspirando y luego sonrió, por un momento me sentí feliz, viéndonos comer juntos me hacía sentir como cuando niño –Por cierto, tengo que contarles que se canceló una gira de seis meses por Europa así que aquí estaré con ustedes todo ese tiempo –Dijo sonriendo, eso hizo que mi corazón se sintiera un poco feliz.

—¿En serio má? –Cuestioné incrédulo.

—Eso es una buena noticia tía –Mencionó mi primo alegre.

—Si, además tenía ganas de pasar un poco de tiempo del que ya no paso con mi familia –Mencionó sonriendo, pensaba desconfiar un poco pero la sentía verdaderamente sincera.

—Esa es una gran noticia cielo –Mencionó mi padre tomando su mano dulcemente mientras le sonreía, mi madre solo le sonrió en respuesta, verlos así me removió el corazón y me sentí completo.

Después de la comida fuimos al cuarto de juegos un rato, cuando empezó a oscurecer mis amigos y mi primo se fueron a sus casas para descansar y prepararse para ir al otro día al colegio.

Al día siguiente estábamos muy temprano en la escuela, a la primera hora tendríamos clase con Kamijou-sensei, todo estaba transcurriendo normal, estábamos en el salón platicando de lo que necesitaríamos para el campamento de pronto sonó la campana y nosotros fuimos a nuestros lugares cuando vimos que Kamijou sensei entró al salón.

—Bueno días chicos –Dijo saludándonos organizando sus papeles como siempre –Hoy tengo a un estudiante nuevo que presentarles, sé que es raro que a estas alturas alguien sea transferido pero bueno ya está hecho –Dijo mirándonos –Pasa por favor –Dijo mirando hacia afuera de la puerta haciéndole un ademán a alguien para que entrara al salón, cuando volteamos a la puerta vimos entrar a un chico de la estatura de Ry-chan y mi primo, delgado, de ojos color carmesí y cabello bicolor verde y carmesí –Preséntate por favor.

—Buenos días, mi nombre es Yuya Sakaki, vengo de Ciudad Maiami, espero poder llevarme bien con todos –Dijo sonriéndonos.

—Hay un lugar frente al joven Mutuo cerca de la ventana, pasa a sentarte –Dijo indicándole el lugar frente a mí, el oji-carmesí solo asintió y se encaminó hacia donde estábamos nosotros.

—Buen día –Dijo mirándonos con una sonrisa –Soy Yuya –Dijo saludándonos con su mano.

—Buen día Yuya –Dije sonriéndole –Yo soy Yugi Mutuo, él es mi primo Marik Mutuo, éste de aquí es Jonouchi Katsuya –Dije mencionando al rubio –Y él es Ryo Crawford –Dije señalando al albino.

—Hola Yuya –Dijeron los chicos con una sonrisa.

—Bueno si quieres en el receso te mostramos las instalaciones de la escuela –Dije sonriéndole.

—Eso sería genial –Dijo feliz –Entonces ahorita hablamos –Mencionó feliz acomodándose en su lugar.

POV de Yami

El día comenzaba como habitualmente lo hacía, yo lo único que quería era que ya llegara receso para ver a mi ángel y a los chicos, estaba acostado en la paleta, mientras Seto estaba trabajando en su laptop como siempre cuando sonó la campana y entró Karita-sensei al salón.

—Buenos días chicos, hoy vengo a traerles a dos nuevos alumnos que acaban de ser transferidos a esta clase –Dijo sentándose en el escritorio.

—¿Transferidos?, ¿a estas alturas? –Cuestioné extrañado al aire.

—Eso sí que es extraño –Mencionó mi primo quitando la vista de su laptop.

—Bueno no se queden ahí parados, entren y preséntense –Mencionó el sensei mirando firmemente a las personas que estaban afuera, en ese momento primero entro un chico de complexión delgada, sus ojos eran de un color grisaceo, su cabello era erizado de color negro con unos mechones en un tono violeta al frente, detrás de éste entro un chico igual de delgado de ojos azules y piel clara, con el cabello azul con un flequillo rubio al frente.

—Buenos días, mi nombre es Yuto –Dijo el oji-gris mirándonos a todos.

—Buen día, soy Yugo –Dijo el oji-azul despreocupado.

—Bueno, entonces Yuto, puedes sentarte a un lado de Atemu –Dijo señalándome –Y tú Yugo puedes sentarte atrás del Marumo –Mencionó señalando a uno de nuestros compañeros que estaba al otro extremo del salón, ambos comenzaron a caminar sin mirarse, se sentía una especie de aura rara alrededor de ellos, por lo que pude notar los dos se detestaban.

—Buen día, soy Yuto –Dijo sentándose a mi lado.

—Buen día, soy Yami Atemu y él es mi primo Seto Kaiba –Dije señalando a Seto.

—Buen día –Dijo tan frío como siempre.

—Mucho gusto Atemu, Kaiba –Dijo sin ningún tipo de expresión, era un chico algo raro y callado.

—Ammm... solo dime Yami –Dije tratando de suavizar las cosas, no quería un nuevo mini Seto en el salón y cerca de mí, Yuto solo asintió a mis palabras.

Las clases pasaron rápido, ya casi se acercaba el receso y la hora de ver a mi ángel, así que ya estaba emocionado.

Fin del POV de Yami.

Al escuchar la campana del receso invitamos a Yuya a comer con nosotros antes de mostrarle la escuela para que no estuviera solo.

—Oye Yuya ¿te gustaría ir a comer con nosotros antes de ver la escuela? –Cuestioné sonriéndole.

—¡Claro! Vamos –Dijo caminando a mi lado para alcanzar a los chicos que ya estaban en la puerta.

—Hola Yami –Dijeron los chicos al ver al oji-rubí llegar.

—Hola chicos, hola Yugi –Dijo saludándome dulcemente al verme salir del salón yo solo le hice un ademán de saludo –Amm... ¿Alumno nuevo? -Preguntó extrañado.

—Si así es –Dije sonriéndole.

—Si, mucho gusto, mi nombre es Yuya Sakaki –Dijo sonriéndole haciendo una pequeña reverencia.

—Mucho gusto Yuya, yo soy Yami Atemu, pero solo dime Yami –Dijo imitando la acción del oji-carmesí.

—De acuerdo Yami –Dijo sonriéndole cálidamente.

—En mi clase también llegaron dos nuevos alumnos –Mencionó cruzándose de brazos, nosotros solo lo miramos extrañados.

—¿En serio? –Cuestioté sorprendido.

—Disculpa... ¿de casualidad uno se llama Yuto y el otro se llama Yugo? –Cuestionó el oji-carmesí apenado.

—Si, así es ¿los conoces? –Le preguntó Yami mirándolo fijamente.

—Si –Respondió algo apenado –Ambos son dos de mis mejores amigos de la infancia –Dijo mirando el suelo algo pensativo.

—Si es así ¿Por qué no te alegras? –Pregunté mirando la expresión de su cara.

—Es una larga historia –Me respondió dando un hondo suspiro.

—Sea lo que sea no parece nada bueno –Mencionó el rubio cruzándose de brazos.

—No te preocupes Yuya, todo se solucionará –Mencionó mi primo regalándole una sonrisa.

—Así es y si podemos hacer algo por ti no dudes en decírnoslo –Mencionó el albino poniéndose al lado de Yuya.

—Gracias chicos –Dijo levantando su rostro para mirarlos.

Comenzamos a caminar preguntándole a Yuya como era haber vivido en Ciudad Maiami y cosas así hasta llegar a la cafetería.

Al llegar nos sentamos en una mesa y comenzamos a desayunar lo que ya habíamos comprado, estuvimos tranquilos por un rato hasta que algo raro pasó.

—¡YUYA! –Gritaron al mismo tiempo dos chicos, al darse cuenta de que los dos habían hecho lo mismo voltearon a verse con una mirada de odio y comenzaron a caminar hacia nosotros.

—¿Yuya? –Preguntamos los chicos y yo un poco impresionados, Yami solo se extrañó de verlos.

—Ay no –Mencionó el oji_carmesí encogiéndose de hombros sin mirar a los chicos que venían a verlo.

—¿Pasa algo malo? –Cuestioné en un tono muy bajito antes de que los chicos llegaran.

—Te contaré después –Dijo sin mirarme, en ese momento los dos chicos llegaron y cada uno se puso a uno de sus lados.

—Te viniste sin decirme nada... –Mencionó un chiico de ojos grices algo preocupado tomando la mano derecha de Yuya y apretándola levemente.

—¡Oye suéltalo! –Dijo el otro chico de ojos azules mirando con odio al otro –¡Yuya no puedo creer que te vinieras sin decirme nada! –Dijo molesto.

—Etto... Esto era precisamente lo que quería evitar –Mencionó el oji-carmesí en un tono apenas audible, nosotros solo mirábamos la escena extrañados.

----Continuará----

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Asdfghjk esta capítulo me gusta por la llegada de los Yu's, pero el siguiente es tan bonitooooo ♥ *-* no se imaginan cuanto *-* bueno, nos leemos en el próximo capítulo, cya :3