Ni Yu-Gi-Oh! Ni ninguno de sus personajes me pertenecen, estos pertenecen al gran maestro Kazuki Takahashi y a Kamishiro Tsutomu. :3

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"Si cada vez que pienso en ti una gran sonrisa se apodera de mi existencia, tendré que pensar seriamente en la posibilidad de crear una fábrica de sonrisas, y regalarle una a cada persona que me sorprenda pensando en ti".

El lunes por la mañana ni siquiera había terminado de despertar cuando ya tenía a mi madre tocando la puerta, me sentía algo soñoliento así que apenas si alcanzaba a responderle.

—¡Yugi Mutou! ¡Abré enseguida! -Exclamó molesta después de varios minutos de estar tocando y ver que no le abría.

—Voy mamá... -Mencioné pesadamente, estaba algo abrumado, miré el reloj en mi mesita de noche y eran las seis y cuarenta de la mañana, no sabía que podía necesitar mi madre.

—Vaya hasta que te dignas a abrir -Mencionó de brazos cruzados mirándome aterradoramente mientras abría la puerta, mi mamá si que daba miedo cuando se molestaba.

—Es muy temprano... aún falta un buen rato para ir a la escuela -Mencioné tayandome mi ojo derecho.

—Precisamente por eso -Mencionó cambiando su semblante a una sonrisa.

—¿Qué? -Cuestioné extrañado.

—Necesito que me des el número de tu escuela, llamaré para que te justifiquén la falta de hoy -Mencionó sonriéndome.

—¿De qué estás hablando? -Cuestioné extrañado.

—Iremos a Narita a dejar a tu prometida al aeropuerto -Mencionó sonriendo.

—Mamá, precisamente de eso quería hablarte -Mencioné pensando un poco en lo que diría.

—¿Ya pensaste qué es lo que tú querrás para la boda? -Cuestionó emocionada -Sabía que pensarías en algo mi pequeño príncipe, Becky será una gran esposa -Mencionó feliz.

—No es eso, yo quer... -Comencé a decir, pero fui acallado por el caluroso saludo de mi madre a Becky.

—¡Becky, cariño! ¡Buen día! -Exclamó mi madre feliz.

—Buenos días Yui-san, buen día Yugi -Mencionó sonriendo.

—Buenos días Becky -Mencioné sonriéndole levemente.

—Será un gusto que también nos acompañes a despedirme a Narita -Mencionó ella feliz.

—Claro, no podía faltar -Mencioné sonriendo forzadamente.

—Muy bien, entonces vayan a arreglarse y los veré a las siete y veinte en el comedor para desayunar y posteriormente saldremos a Narita -Mencionó mi madre sonriéndonos.

—Si madre -Mencioné soltando un hondo suspiro, al parecer ese día tampoco vería a Yami, mi corazón dolía.

—Claro Yui-san -Mencionó Becky sonriéndole cálidamente.

—Entonces los veré en un rato -Mencionó dirigiéndose a su habitación.

—Parece que mi cuento de hadas terminó -Mencionó tristemente.

—¿Por qué dices eso? -Cuestioné algo ofuscado por su comentario.

—Porque en unas horas me alejaré de mi príncipe -Mencionó sonriendo con melancolía, al escuchar sus palabras sentí un agujero en el estómago.

—No sé que decirte Becky -Mencioné apenado.

—Solo espero que pronto volvamos a vernos -Mencionó feliz, yo solo asentí a sus palabras.

—Bueno, iré a alistarme, te veo en el comedor -Mencioné buscando una excusa para entrar a mi habitación nuevamente.

—Claro Yugi, nos vemos en un rato -Mencionó sonriéndome dirigiéndose a la habitación donde se había quedado.

Entré al verla marchar y cerré pesadamente la puerta, sentía que mi corazón dolía, Becky era una persona sumamente buena, tal vez en otra ocasión y circunstacia yo hubiera podido enamorarme de ella, pero no en esta, no en esta vida y la verdad estaba seguro que tampoco en otra, sentía que siempre iba a pertenecerle a mi Yami.

Me dirigí a mi closet y busqué la ropa que utilizaría, coloqué todo en la cama y me metí a la ducha, habré tardado unos diez minutos dentro y después salí para cambiarme, una vez listo comencé a cepillar mi cabello mientras me miraba al espejo, cuando este estuvo todo en orden busqué una pequeña cajita donde guardaba mis collares y pulceras, al abrirla miré arriba de todos mis accesorios los regalos que me había dado mi novio, el anillo y la cadena del del primer mes juntos, y el anillo de Claddagh junto al nudo celta que me había regalado en Ciudad Maiami, curiosamente me los había regalado el cinco sin siquiera recordar que ese día celebrábamos nuestro segundo mes.

Tomé la cadena y el anillo de oro para colocarmelos, posteriormente me coloqué mi anillo de Claddagh y el nudo celta a una altura más baja que la cadena, amaba cada uno de sus regalos, cada uno significaba algo especial, eran mi conexión con Yami.

Bajé rápidamente para verme con mi madre y Becky en el comedor, después de nuestro desayuno emprendimos camino a Narita, salimos tan rápido que olvidé mi celular en mi habitación y solo me percaté de eso cuando el vuelo de Becky estuvo por partir, este salía a las nueve y cuarenta.

—Oye má, ¿viste mi celular? -Cuestioné buscándolo por todos lados.

—No mi pequeño príncipe -Mencionó extrañada.

—Lo olvidé en la cama -Mencioné pesadamente, no había hablado con Yami, ni les había avisado a los chicos que no asistiría a la escuela.

—¿Necesitabas llamar a alguien? -Cuestionó extrañada.

—Bueno, quería hablarle a mi primo -Mencioné pesadamente.

—Si quieres te presto el mío -Mencionó sonriéndome.

—Te lo agradecería má -Mencioné sonriéndole, en ese momento hicieron la llamada para abordar el vuelo de Becky.

—Bueno, vayamos a despedir a tu prometida y después te lo prestaré -Mencionó sonriéndome, yo solo suspiré por lo bajo al escucharla, Becky no era mi prometida, al menos no para mí.

—Bien -Mencioné finalmente, encaminándome junto a ella a la zona de abordaje.

—Gracias por su hospitalidad Yui-san, Yugi -Mencionó feliz intentando contener las lágrimas.

—Querida no llores, aquí siempre tendrás tu casa -Mencionó mi madre sonriéndole.

—Espero que tengas un buen vuelo Becky -Mencioné sonriéndole -Espero volver a verte -Mencioné sinceramente.

—Espero verte muy pronto Yugi -Mencionó dándome un casto beso en la comisura de los labios.

—Pero si hacen una pareja excelente -Mencionó mi madre emocionada, Becky sonrió y yo solo bajé mi mirada cabizbaja por no poder frenar ese tipo de actos, sabía que actuaba mal porque la estaba ilusionando -Nos veremos más pronto de lo que crees bonita, así que no te sientas mal -Mencionó feliz.

—Confiaré en ello -Mencionó la rubia feliz -Hasta muy pronto -Mencionó besando su mano y diriengola hacía nuestra dirección mientras caminaba por la ruta de abordaje, nosotros solo hicimos ademanes de despedida.

Al verla marchar volví a recordar a mi madre sobre prestarme su celular, reaolmente si quería llamar a mi primo y pedirle que me disculpara por no avisarles que no iría a la escuela, pero que luego les contaría todo.

POV de Marik

Habíamos llegado temprano a la escuela como de costumbre, la primera materia que tocaba ese día era cálculo integral, lo más aburrido del universo, estuve con Ry-chan, con Jonouchi-kun y con Yuya esperando a mi primo que jamás llegó, me extrañé un poco, Yami también había estado un rato con nosotros, pero debía irse para entregar un trabajo, pensé que tal vez se le había hecho tarde, como antes, pero al finalizar la primera clase y ver que no llegaba supe que no lo haría.

Comencé a llamar a su celular, pero este solo sonaba y nadie me contestaba, me preocupe por un momento, ¿dónde podría estar para no responder la llamada?, me sentía algo nervioso por ver que no llegaba, pensé en llamar a mi tía Yui o a mi tío Takahiro para preguntar por él, pero no sabía si realmente mi primo aún seguía en su casa así que no quise preocuparlos y seguí marcándole a él.

Justamente antes de la tercera hora nos dejaron salir a receso debido a que el sensei de ese módulo no había llegado debido a asuntos personales, en ese momento recibí una llamada así que ni siquiera miré el identificador de llamadas y respondí pensando que era mi primo.

—¡Yugi Mutou! ¡¿Dónde estás?! ¡¿Por qué no has llegado a la escuela?! -Cuestioné algo molesto.

—Wow, así que Yugi se escapó de la escuela... eso es sorprendente -Mencionó una voz que yo conocía muy bien, miré el identificador de llamadas y vi ese nombre...

—¡Malik! -Exclamé nervioso y apenado -Disculpa, yo creí que eras Yugi, estuve llamándolo, pensé que me había regresado la llamada -Mencioné ofuscado por no haber visto de quien se trataba antes de reclamar.

—Descuida no pasa nada -Mencionó sonando alegre.

—Me alegra que llamaras -Mencioné feliz al escucharlo, por un momento dejé de pensar en mi primo para concentrarme en la persona que hacía latir mi corazón.

—Tenía ganas de escuchar tu voz -Mencionó feliz -Y también hablo para contarte una buena noticia, si Ra quiere el diesinueve de marzo nos tendrás por Domino, mi hermana irá a conocer a su prometido y a mí me encantaría estar en tu graduación, tengo entendido que es el veintiuno -Mencionó feliz.

—¿De verdad? -Cuestioné sorprendido -Eso suena increíble, amaré tenerlos aquí, podrán quedarse en mi casa si gustan -Mencioné feliz -Pero... bueno nada, por favor dile a Ishizu-san que ya quiero verla -Mencioné algo triste por saber que lo suyo con Karim parecía totalmente perdido.

—Si, espero que los chicos también estén felices de vernos -Mencionó animado -Te veré solo en unos días Marik.

—Espero con muchas ansias verte -Revelé feliz.

—No más de las que yo tengo de verte -Mencionó con coquetería, sentía mi corazón latir a mil revoluciones por segundo.

—Ya Malik -Mencioné apenado -Entonces es un hasta pronto.

—Un hasta muy pronto -Mencionó feliz -Estamos en contacto, cuídate mucho -Mencionó feliz.

—Tú también -Mencioné emocionado -Ciao -Mencioné despidiendome.

—Arrivederci -Mencionó feliz, al escucharlo solo sonreí y colgué la llamada.

Me quedé unos minutos mirando la pantalla de mi celular con una sonrisa en mis labios, faltaban solo días para verlo, estaba feliz y a la vez estaba algo nervioso de graduarme, ya no faltaba tanto y pronto mis padres y mis tíos decidirían que pasaría con nosotros por las acciones que teníamos de la empresa, era obvio que no teníamos de otra más que trabajar para ellos, pero la cuestión no era eso, sí no en qué empresa nos tocaría a cada uno.

—¿Era Yu-chan? -Cuestionaron los chicos llegando a mi lado.

—No, no era él -Mencioné reaccionando -Era Malik, el 19 de marzo llegarán -Mencioné sonriendo.

—Eso es genial Marik-chan, pero ahora debemos encontrar a Yu -Mencionó Yuya preocupado.

—Lo sé, enseguida volveré a llamarle -Mencioné cabizbajo.

—¡Chicos! -Gritó Yami dirigiéndose hacía nosotros, supuse que solo había salido de su clase para preguntar si había llegado su novio, Yami realmente se preocupaba por mi primo, eso me parecía muy bueno -¿Saben algo de mi ángel? -Cuestionó preocupado.

—No, no sabemos nada -Mencioné turbado.

—Estuve llamándolo toda la mañana, realmente me preocupa -Mencionó triste.

En ese momento comenzó a sonar mi celular, al revisarlo pude leer en el identificador el nombre de mi tía, temí lo peor.

—Bueno, tía Yui... -Mencioné algo triste.

—No soy mi mamá -Mencionó mi primo riendo.

—¡Yugi! -Exclamé casi llorando de alegría -¡¿Dónde estás?! ¡¿Por qué no veniste a clases?! Tenías a todos preocupados por ti -Mencioné medio molesto y a la vez feliz de que hubiera aparecido.

—Perdonenme -Mencionó con un ánimo apagado -Te contaré más tarde, pasó algo terrible y no quiero que Yami lo sepa -Mencionó sonando muy extraño.

—Te veré esta tarde -Mencioné seguro, mientras Yami hacía señas para que le pasara por favor el celular -Amm tu novio quiere hablarte, te lo comunico -Mencioné dándole el celular.

—¡Amoooor! ¡Cielo estaba tan preocupado! ¿Te pasó algo?, ¿estás bien? -Preguntó rápidamente, hasta yo me sentí nublado con sus preguntas, no pude escuchar que fue lo que mi primo le respondió, pero al ver su sonrisa supuse que era algo bueno -Si, te amo tanto, no te procupes si tienes cosas que hacer lo entiendo amor, te amo mucho, solo esperaba que estuvieras bien, me siento más alviado -Mencionó con un semblante más tranquilo -De acuerdo, te pasaré a mi cuñado, nos vemos después mi vida, cuídate mucho por favor, te amo -Mencionó feliz, después me devolvió el celular -Gracias a Ra mi ángel esta bien, temía lo peor -Mencionó soltando un suspiro de alivio -Regresaré a clases chicos, los veo en el receso -Mencionó despidiéndose, nosotros asentimos sonriendole.

—Él te ama mucho -Mencioné animado a mi primo.

—A veces me preguntó si realmente me merezco su amor... -Mencionó tristemente.

—¿De qué hablas? -Cuestioné algo turbado con sus palabras -Sabes que no hay mejor ser en ese mundo para él que tú y él para ti -Mencioné algo preocupado -Ahora que Yami ya se fue, ¿quieres que los chicos también vayan al rato? -Cuestioné algo pensativo en el qué le pasaba.

—Claro, los necesito a todos -Mencionó tristemente -Recuerden, que Yami no se de cuenta.

—Así será ani-chan, hasta al rato -Mencioné para finalizar la llamada, él realizó un sonido de aprobación y colgó.

—¿Qué le pasa a Yug? -Cuestionó el oji-miel preocupado.

—Tu semblante me preocupa Marik-chan, ¿le pasa algo muy malo a Yu-chan? -Cuestionó el albino triste.

—No lo sé, pero no debe ser nada bueno, quiere vernos al rato en su casa, nos necesita -Mencioné pensativo, solo esperaba que terminaran las clases para saber que era lo que lo tenía tan mal, eso no era propio de mi primo y mucho menos había tomado una actitud así desde que había comenzado su relación con Yami.

—Sin duda iremos a ayudar -Mencionó Yuya sonriendo.

—Claro, No podríamos quedarnos así, en todo lo que podamos ayudar lo haremos -Mencionó Yuri feliz.

—Entonces salendo iremos directo a su casa -Mencioné sonriéndoles, ellos asntieron.

Fin del POV de Marik.

----Continuará----

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El próximo capítulo estará bien lindo ♥ :'D es meramente Pawn♥ ya siento como debo llegar a la recta final con este fic >-< pero bueno, ya veré como se termina desarrollando esto hasta el final :'D nos leemos pronto cya :3