Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Preparativos para el súperduperespecial baile de Halloween

Ni Yu-Gi-Oh! Ni ninguno de sus personajes me pertenecen, estos pertenecen al gran maestro Kazuki Takahashi♥.

Ya quiero que se acabé esto de Halloween para que venga lo que me gusta de la historia *-* siento raro publicarlo en estas fechas por obvias razones x'D pero bueno eso es por no conocer Wattpad antes je, como sea, espero que sigan disfrutando de nuevo de esta historia n.n -para los que ya la han leído- y que sigan disfrutándola más los que la leen por primera vez :3


~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

"Cuando las brujas pasean en sus escobas y los gatos negros salen a pasear la luna sonríe porque está cerca Halloween"


POV de Yami

Después de quedar en esperar a mi ángel, no pude evitar salir corriendo, moría de la felicidad y no quería que él pensara que estaba loco o algo por el estilo por eso lo hice así, llegué a la entrada de mi salón más calmado pero con una gran alegría en mi corazón, el destino de nuevo me había traído a mi pequeño y ahora no iba a dejar que me volviera a dejar sin él tan rápido así que actué como debí haberlo hecho la primera vez que nos vimos, pero bueno, lo realmente importante es que debo esperar a Yugi fuera de su salón desde antes de la una y treinta, entré a mi salón y sentí que las clases duraban una eternidad, solo quería salir de clases e ir a mi encuentro con el chico que se había robado completamente mi corazón.

Fin de POV de Yami.

Llegué a mi salón muy feliz, no podía creer que Yami me había encontrado en la sala de música y mucho menos que me abrazara tan cálidamente, algo debí haber hecho bien para que los Dioses me dieran semejante regalo, no presté atención a lo que pasaba a mi alrededor por estar pensando en Yami hasta que Ry-chan me sacó de mis pensamientos.

—¿Te parece Yu-chan? –Cuestionó el albino felizmente –Ay... No de nuevo... ¡YU-CHAN! –Grito molesto.

—¿¡QUÉ PASÓ!? –Grité asustado por el grito de Ry-chan.

—De nuevo te perdiste en tus pensamientos ani-chan... -Dijo mi primo algo serio, sé que imaginaba en que o mejor dicho en quien estaba pensando, yo solo me encogí de hombros.

—Lo siento... -Dije apenado, no me gustaba distraerme tanto y hacer sentir a mis amigos que no me interesaban –¿Pueden volver a decirme que pasa?

—Bueno, te estaba diciendo que hoy quiero que comencemos a ensayar el baile de Halloween, pero quería saber te parece que sea en tu casa –Dijo mirándome con una carita tierna a la que no podía decir que no.

—Etto... -Dije mientras pensaba un poco -Ra... ¿ahora cómo le hago?, Yami iba a acompañarme a mi casa ¡Esto no me puede estar pasando! -Un leve suspiro se escapó de mis labios -Claro, me parece bien Ry-chan –Mencioné dando una pequeña sonrisa no tan sincera, lo que yo quería era irme con Yami y ahora no iba a poder.

—¡Muy bien! Ya pensé en todo, también en el número que harás con Marik-chan -Dijo con una gran sonrisa, mientras yo sentía un gran pesar en mi corazón.

A la salida me sentía algo apenado, debía buscar a Yami y decirle lo que había pasado y posponer eso de acompañarme para otro día, pero no contaba que, a fuera del salón, aun lado de la puerta, recargado en la pared estaba él esperándome.

—Yugi, que bien que ya saliste –Dijo dándome una cálida sonrisa, mi primo y Ryo-chan venían tras de mí y se sorprendieron de ver que Yami realmente era parecido a mí, Jonouchi-kun solo se sorprendió porque el galán de la escuela Atemu-san estaba esperándome a mí.

—¡No puedo creer lo que ven mis ojos! -Dijeron mi primo y Ry-chan al unísono.

—Chicos él es Yami Atemu-san, Yami ellos son mi primo Marik Mutou y mis amigos Ryo Crawford y Jonouchi Katsuya –Dije presentándolos inevitablemente.

—Mucho gusto Atemu-san –Dijeron los tres.

—El gusto es mío, Marik, Ryo, Jonouchi –Dijo sonriéndoles.

—Etto... Yami puedo hablar un segundo contigo –Dije juntando mis dedos índices.

—Claro que si Yugi, con permiso chicos –Mencionó mirando a los chicos y me acompañó unos pasos lejos de ellos –¿Qué pasa Yugi? –Cuestionó algo intrigado.

—Etto... bueno, verás... es qué, para el concurso de Halloween, Ry-chan se encargará de ponernos la coreografía y dijo que quería empezar a ensayar hoy, así que creo que no podrás acompañarme –Dije algo decepcionado.

—Bueno, si no hay de otra... está bien, lo entiendo –Dijo con media sonrisa en sus labios.

—¡Atemu-san! ¡Si quieres puedes ir a acompañarnos a ensayar! –Dijo el albino tratando de arreglar el asunto, yo sentí que daría un infarto de la sorpresa de que mis amigos estuvieran escuchando lo que hablaba con Yami.

—Bueno, pero no sé si Yugi quiera... -Dijo dejando la idea en el aire y volteando a verme.

—Bueno, eso estaría muy bien –Dije algo sonrojado, solo pensaba en que me vería bailar y eso me daba nervios.

—Entonces no se diga más ¡Vamos a tu casa Yu-chan! –Dijo mi amigo poniendo pose de ganador, yo solo bajé mi rostro apenado asintiendo.

POV de Yami

Después de que mis clases terminaran vi el reloj, aún era muy temprano para ver a mi pequeño, era la una y diez y él salía una y media, pero no importaba, si estaba esperándolo desde antes era mejor así que salí apresurado del salón, no tenía ni siquiera tiempo para contarle a Seto todo lo que había pasado así que luego lo haría.

Llegué casi corriendo a la facultad de Economía, solo había un salón correspondiente al último año así que no era difícil saber que ese era el de Yugi, acomodé un poco mi cabello y llamé a Nobuhiro para decirle que no pasara a recogerme que me iría por mi cuenta, después me recargué en la pared a un lado de la puerta esperando la hora de ver la hermosa sonrisa que solo podía pertenecer a mí ángel, los minutos se hacían eternos mientras lo estaba esperando, luego de 15 minutos que a mí se me hicieron siglos todos los alumnos comenzaron a salir del salón, al final venía mi ángel junto a tres chicos más, yo le dije que era bueno que ya hubiera salido sintiéndome muy alegre, dos de sus compañeros se sorprendieron al verme, supongo que pesaron lo mismo que yo el primer día que me topé a Yugi, que somos muy similares, entonces mi ángel me presentó con los chicos, primero a su primo Marik, luego a sus amigos Ryo y Jonouchi, después de eso Yugi me dijo que debido a que Ryo les pondría la coreografía para su baile de Halloween no podría dejar que lo acompañara, eso me hizo sentir triste, pero le dije que si no había de otra estaba bien y le di una sonrisa aunque por dentro me sintiera mal, lo bueno fue que el albino estaba escuchando la plática y dio la idea de que los acompañara a su ensayo, en ese momento me sentí agradecido con él, mi ángel dijo que estaba bien y mi felicidad volvió, podía seguir bien el plan "Conocer mejor a mi ángel".

Fin del POV de Yami.

De camino a mi casa iba platicando con Ryo y Marik sobre las canciones que ya habían seleccionado y sobra la coreografía, Yami por su parte iba platicando de quien sabe que cosas con Jonouchi-kun, entre ratos volteaba a verlo y en cuanto él se daba cuenta de mi mirada yo volteaba a otro lado apenado, si de por si siempre he sido un chico tímido él me hacía sentir la persona más tímida sobre la faz de la tierra.

Llegamos a mi casa y pasó lo mismo que la primera vez que vino Ryo, todos saludaron alegremente a Reiji-san y Yami solo dio las buenas tardes.

—Buenas tardes Reiji-san –Dijeron alegremente los chicos

—Hola Reiji-san, buenas tardes –Dije sonriéndole.

—Buenas tardes –Mencionó Yami muy seguro de sí mismo.

—Buenas tardes jovencitos, amo Yugi y... ¿amo Yugi? –Cuestionó sorprendido al ver a Yami, los chicos solo ahogaron algunas risitas.

—Mi nombre es Yami Atemu, mucho gusto Reiji-san –Mencionó inclinándose levemente.

—Mucho gusto joven Yami –Dijo imitando el gesto dándole una sonrisa.

—Lamento la molestia –Dijo volviendo a ponerse erguido.

—Ninguna molestia, todos los amigos del amo Yugi siempre serán bienvenidos –Dijo sonriéndole cálidamente, Yami solo le regresó la sonrisa.

—Estaremos ensayando una coreografía de baile en mi habitación –Dije después de unos segundos.

—Muy bien amo, si se les ofrece algo no duden en llamarme.

—Gracias Reiji-san –Dijimos a coro, Yami me miro y me sonrió, yo bajé mi mirada sonriendo.

Subimos las escaleras hacia mi habitación, en lo único que podía pensar era en cómo demonios había dicho que ensayáramos en mi habitación, era muy raro llevar al chico que me gus...ta... si, que me gusta a conocer algo tan íntimo y mío como mi habitación, con los chicos no había problema pero con Yami era un poco raro, de igual manera llegamos a mi habitación y entramos, Ry-chan y mi primo se acostaron en mi cama, Jonouchi-kun se sentó en la alfombra y Yami en la silla del escritorio cruzado de brazos y piernas.

POV de Ryo

De camino a casa de Yu-chan sentía mi corazón acelerarse poco a poco con cada cuadra, quería llegar y ver si de casualidad Bakura estaba por ahí, en parte por eso había dicho que ensayáramos en casa de él, no era bonito usar así a mi tricolor amigo, pero realmente tenía ganas de volver a ver la sonrisa ladina de Bakura y escuchar una vez más su sexy voz.

Cuando llegamos nos recibió Reiji-san como la última vez, sin esperar más comencé a buscar a Bakura con mi mirada, pero nunca lo divisé, al subir al cuarto del oji-amatista también busqué por los pasillos al que hacia acelerar mi corazón, pero tampoco estaba, entramos a la habitación de mi pequeño amigo y yo me sentía un poco decepcionado, pero no perdía la esperanza de topármelo en algún momento del día.

Fin del POV de Ryo.

Antes de ensayar escuchamos atentos la idea de Ryo, era algo muy simple y a la vez muy linda, nuestra coreografía se basaba en la historia de una joven enamorada del fantasma de un gran Duque, la historia iba así:

Hace muchos años en un glorioso y poderoso castillo vivió un gran Duque su nombre era Alejandro von Drachenberg, él había sido una persona mala que trataba horriblemente a sus súbditos, a su corta edad se contagió de una trágica enfermedad, nunca hubo nadie que velara por él debido al comportamiento que tuvo con las personas que lo rodeaban, un día sin más murió sólo postrado en su cama, en sus tiempos de gloria había mandado a hacer un cuadro de él mismo de cuerpo entero, en el cual se apreciaba a un vigoroso y apuesto Duque, de esa imagen que algún día tuvo solo quedaba un delgado cuerpo sin vida postrado en una cama, las personas que lo habían conocido y habían recibido sus malos tratos se regocijaron ante la noticia de su muerte, todos los esclavos y súbditos que le servían fueron liberados, al paso de los años el castillo que algún día se apreció poderoso ahora se veía descuidado, muchos años después unos historiadores encontraron el castillo y escucharon la historia del Duque y decidieron convertir el lugar en un museo donde se contaba la vida del peor de los Duques de la historia, algunos meses después de la inauguración del lugar una chica inglesa de nombre Amy Tyler fue a ver la exposición, recorrió los grandes pasillos del castillo hasta llegar a la sala principal donde se exponía la pintura de Alejandro, cuando ella vio el cuadro quedó maravillada por la imagen, era lo que se decía amor a primera vista, paso gran rato contemplando el lienzo hasta que la exposición debía cerrar, al siguiente día volvió a hacer lo mismo y al día siguiente de ese también, la muchacha había quedado prensada de la imagen del Duque y no quería estar un segundo sin verla, los días pasaron y de igual manera ella iba al castillo solo para contemplar por horas el cuadro, de alguna manera se sentía acompañada cada vez que estaba en la sala principal, se sentía observada pero no le incomoda, es más sentía una presencia agradable, algo que ella nunca había experimentado. Algo que nadie sabía era que el espíritu del Duque se había negado a descansar y se había quedado atrapado en el cuadro, condenado a estar solo por la eternidad hasta que llegó ella dándole un poco de compañía, el espíritu desde el cuadro veía como la joven cada día iba a observar detenidamente a su contenedor, al principio se sentía enojado por la inusual presencia de la chica, pero con el tiempo se fue habituando a ella, al grado de esperar cada día para poder verla de nuevo, el espíritu de Alejandro se fue enamorando poco a poco de la joven, era algo que nunca sintió en vida y que ahora en la muerte tenía el placer de sentir, un día de tantos la chica no se apareció por el castillo y eso a él le extraño, sentía la necesidad de buscarla, pero no sabía cómo salir del lienzo, intento una y otra vez diversas maneras de salir pero de ninguna forma lo había logrado, cansado de no ver frutos de su esfuerzo decidió esperar el nuevo día para ver de nuevo a la joven, esa misma noche un trio de ladrones entraron al castillo provocando destrozos a su paso y llevándose lo más valioso que encontraban, uno de los tres pasó por la sala principal, al ver el cuadro sintió una extraña presencia que lo inundo, en reacción a esto sacó un cuchillo y con el atravesó el lienzo rasgándolo por la mitad y destruyendo las partes resultantes, después salieron del castillo sin más, gracias a esto el espíritu del Duque Alejandro había quedado libre y haría lo que tanto quería hacer buscar a la chica de la que se había enamorado, lo que restó de la noche y aún al día siguiente la buscó en el pequeño pueblo alrededor del castillo, pero no había podido dar con ella, hasta que, en el último establecimiento que era un pequeño restaurante la encontró pensativa sentada en una mesa del fondo viendo hacía la calle por el cristal del ventanal, la joven tenía la mirada perdida en la nada, ella se sentía mal, era horrible para su corazón haberse encariñado con alguien que ya no existe, ahora solo le quedaba obligarse a sí misma a sacar esa absurda emoción de su corazón, Alejandro fue acercándose poco a poco, podía aspirar el suave aroma a jazmín de ella y eso lo hacía adorarla más, en un determinado momento Amy se levantó de la mesa, pagó lo consumido y salió del lugar sin rumbo fijo, el espíritu fue tras ella, ya no la iba a dejar escapar más, él trataba de llamar su atención sin lograrlo mucho, la chica decidió ir por última vez al castillo para despedirse del lienzo y de sus sentimientos para siempre, cuando llegó se encontró con la noticia de que unos ladrones habían cometido destrozos dentro, su corazón tembló de miedo al pensar que algo malo pudo haberle pasado al cuadro, se escabulló dentro del castillo y se dirigió a la sala principal y ahí encontró el lienzo destrozado, ella se arrodilló en el suelo y tomó los pedazos en sus manos llevándolos a su pecho soltando unas amargas lágrimas, la imagen que tanto amaba había desaparecido y eso la hacía sentir un gran vacío, el espíritu Alejandro se conmovió al verla llorar y se acercó, la abrazo con mucho cuidado sintiendo la calidez del cuerpo que emanaba ella, al sentir el suave roce de su piel él se sintió completo, la joven en cambio sintió un leve frío rodear su cuerpo haciéndola estremecer, después de mucho esfuerzo el espíritu por fin había podido hacer que ella notara su presencia, ella se sorprendió, pero no se asustó, algo en su corazón le decía que no era nada malo y que eso que sentía era la presencia de aquel que estaba en la imagen de la pintura y eso la hacía feliz, él no quería dejarla escapar, pero su amor era un amor imposible, él ya estaba muerto y ella aún tenía mucha vida por delante, ella siguió yendo cada día al ahora destrozado castillo de nuevo, su alma amaba a aquel que la acompañaba cada que estaba en ese lugar, ella empezó a descuidarse, no hacía más que estar en ese viejo lugar, con el paso del tiempo empezó a enfermarse gravemente, el fantasma veía con tristesa a su amada, sabía que era su culpa que ella estuviera pasando por todo eso, aun así no la abandonaba, no quería que ella sintiera lo que él sintió al estar enfermo y sólo, los días pasaron y un día sin más ella murió, cuando sus últimos momentos estaban llegando miró a su lado al espíritu de Alejandro, entonces ella entendió que no era una locura, realmente nunca había estado sola y no lo estaría nunca más, su espíritu caminó a paso veloz por un túnel oscuro hasta llegar a la luz del final y cuando llegó ahí vio a Alejandro esperándola con los brazos abiertos, ella corrió hacía él y lo abrazó, ahora podría estar con él por la eternidad.

Cuando Ry-chan terminó su historia Jonouchi-kun mantenía su cabeza baja, Yami estaba pensativo, mi primo tenía un par de lágrimas que bajaban de sus ojos a sus mejillas y yo estaba igual que él.

Nos quedamos en silencio unos minutos, hasta que mi primo inició una conversación.

—Bueno... entonces, ¿cómo haremos para representar esa historia? –Cuestionó tratando de deshacer el pesado ambiente que se había creado.

—Bueno lo que yo había pensado es montar una escenografía en el escenario de la escuela representando el castillo y el pequeño pueblo, ocuparemos trajes estilo medieval, pero en versión zombie, necesitaremos utilizar luces, efectos especiales, un narrador para la historia y cosas así –Dijo con una gran sonrisa.

—Me parece bien, pero... ¿Quiénes de nuestros compañeros serán los que interpretarán al Duque y a la joven? –Pregunté algo curioso.

—Bueno... pues verás –Dijo juntando sus dedos índices –El Duque será interpretado por Marik-chan –Dijo volteando su rostro hacía otro lado.

—Muy bien, me agrada la idea –Dijo mi primo feliz.

—¿Y cuál de nuestras compañeras será la joven? –Miré la felicidad de mi primo sonriendo.

—Etto... ¿cómo decirlo? –Dijo preguntándose a sí mismo, mientras nosotros lo miramos curiosos –La joven la interpretarás tú Yu-chan –Sentenció, yo empalidecí.

—¡No me voy a vestir de chica Ry-chan! –Exclamé con el ceño fruncido, eso iba a ser lo más vergonzoso del mundo para mí.

—¿Por qué no ani-chan? Serías una chica muy guapa, la más guapa de la escuela –Dijo mi primo tomando mis manos sonriendo orgullosamente, yo quería morirme en ese momento.

—Bueno en eso Marik tiene razón –Mencionó Yami volteando su vista a la ventana con una leve sonrisa en sus labios, yo solo quería que la tierra me tragara en ese momento de la pena.

—No tendrás que vestirte como una si no quieres –Mencionó el albino encogiéndose de hombros –Solo haremos la representación, nada del otro mundo.

—Pues si ya tenemos lo principal, entonces deberíamos comenzar a ensayar porque no creo poder bailar bien para dentro de dos semanas –Mencionó el rubio mirándonos amargamente.

—Esta bien, entonces lo haré, pero solo en representación –Dije soltando un suspiro, al menos no tendría que vestirme de chica.

— ¡Muy bien! –Dijeron Ry-chan y mi primo al unísono.

—De acuerdo entonces empecemos –Mencionó Ry-chan parándose de la cama –Marik-chan pásame el mix de la música.

—Voy Ry-chan –Mencionó mi primo levantándose de la cama yendo a su mochila para sacar de esta una memoria.

—¿Desde antes de todo ya tienen listo el mix? –Preguntó el oji-rubí sorprendido –Eso es eficiencia Ryo –El albino volteo a verlo sonriendo, luego saco su laptop y conecto la USB a esta para poner la música.

—Me gusta tener todo listo, además tuve un par de días para planear todo, ya pensé en los pasos también –Dijo orgulloso.

—Eso es admirable –Mencionó Yami regalándole una sonrisa, yo solo lo miraba pensando en que realmente me gustaba verlo sonreír y escuchar su masculina y grave voz.

Después de un rato comenzamos a ensayar, Yami nos miraba atentos a lo que hacíamos, en algún momento Ry-chan trató de animarlo a acompañarnos, aunque solo fuera por diversión, pero él no quiso, para mí era difícil concentrarme en los complicados pasos del albino con la mirada de Yami sobre nosotros, pero trataba de hacerlo lo mejor posible para no quedar como tonto ante él.

Después de algunas horas más tarde, tocaron la puerta, era Reiji-san que había subido para avisarnos que la comida estaba lista y que mi madre quería que bajáramos a comer con ella y con Bakura por supuesto, así lo hicimos, bajamos hasta la sala del comedor, en el camino iba pensando en cómo presentarle a Yami a mi madre, pero supuse que eso no iba a ser necesario de igual manera que no lo fue con Reiji-san.

—Buenas tardes ma, Bakura –Dije cuando llegamos al comedor encontrando a mi mamá y a Bakura en sus lugares, tras de mi iban los chicos y hasta atrás venía Yami.

—Buenas tardes señora Mutou, Bakura –Dijeron mis amigos felizmente, aunque al albino se le notaba más la felicidad en ese momento.

—Buenas tardes tía Yui, Bakura –Dijo mi primo con una sonrisa.

—Buenas tardes –Dijo Yami saludando.

—¡Chicos! ¡Buenas tardes! –Exclamó felizmente mi madre –Oh pero... ¿Quién es este chico tan parecido a ti mi pequeño príncipe? –Cuestionó mi madre levantándose de su lugar y rodeando a Yami.

—Buenas tardes señora Mutou, mi nombre es Yami Atemu, es un placer conocerla –Dijo dando una leve inclinación tomando su mano para depositar un beso.

—El gusto es todo mío, Yami –Dijo mi madre encantada –¡Que guapo y caballeroso amigo tienes mi pequeño príncipe! –Exclamó emocionada, yo solo sonreí nervioso, Yami se irguió y le regaló una sonrisa -Yami, te presentaré a mi manager, él es Akefia Bakura –Dijo mirando inquisidoramente a Bakura para que se levantara a saludar, pude ver como el albino mayor hizo una mueca, pero aun así se levantó y saludó.

—Mucho gusto Yami –Dijo extendiendo su mano, mirando fijamente a Yami.

—El gusto es mío –Dijo extendiendo su mano retando a Bakura con la mirada, al parecer no se habían caído nada bien.

—Bueno, ahora que ya nos conocemos por favor siéntense chicos, en seguida traerán la comida –Dijo mi madre sonriéndonos, así lo hicimos, yo me senté a un lado de mi madre, Yami a lado mío, Ry-chan a lado de Yami, seguido por Mariku-chan y al último Jonouchi-kun, la comida fue agradable, mi madre platicaba mucho con Yami y en ratos nosotros platicábamos de cualquier cosa y nos sonreíamos, me sentía muy bien en ese ambiente, pero había momentos en los que Yami y Bakura se retaban con la mirada, yo no entendía por qué, pero no le di gran importancia.

Después de comer agradecimos la comida, nos despedimos de mi madre y de Bakura y volvimos a subir a ensayar, estuvimos ensayando unas cuantas horas hasta que dieron las nueve de la noche y mis amigos y mi primo se debían ir, prontamente llegaron por Ry-chan que de nuevo se llevó con él a Jonouchi-kun, luego por mi primo y al último solo me quede afuera de mi casa con Yami esperando a que vinieran por él.

—Si quieres es mejor que entres Yugi –Me dijo con una sonrisa.

—Esta bien, no hay problema –Le dije sonriendo –Me quiero asegurar de que vengan por ti –Dije volteando mi rostro hacia la calle.

—De acuerdo, ya no tarda en llegar Nobuhiro –Mencionó feliz, yo regresé mi mirada para verlo con una sonrisa –Oye Yugi... -Comenzó a mencionar, yo solo lo miré fijamente.

—Dime –Mencioné algo intrigado.

—Gracias por dejarme acompañarlos a ensayar –Mencionó mirándome fijamente a los ojos –Fui un día muy divertido y fue un placer conocer a tu mamá... Y a Bakura –Dijo cerrando los ojos al pronunciar el nombre del albino.

—No agradezcas, para mí también fue divertido que vinieras y mi mamá quedó encantada contigo –Dije sonriéndole enormemente, me hacía feliz que mi madre y él hubieran desarrollado una buena relación –Si quieres puedes seguir viniendo a acompañarnos –Dije bajando mi cabeza apenado, realmente quería que él dijera que si lo haría.

—¿En serio? –Cuestionó sorprendido, yo solo asentí con la cabeza –Entonces los acompañaré diariamente si no es molestia –Dijo alegre, yo sentí mi corazón empezar a latir con fuerza –Ya han llegado por mí –Dijo mirando una limosina que venía dando vuelta en la esquina –Gracias por todo Yugi –Dijo depositando un suave beso en mi mejilla que hizo que un sonrojo muy grande apareciera en mis mejillas y que mi corazón se descolocara dejándome sin habla, el comenzó a caminar hacia la acera, la limosina se detuvo y un hombre trajeado bajo de ella, y se acercó saludando para abrir la puerta para Yami.

—Buenas noches –Mencionó mirándome –Buenas noches joven Yami –Dijo esperando que entrara.

—Nobuhiro, él es Yugi Mutou –Dijo presentándome alegremente -Yugi, él es mi guardaespaldas Nobuhiro.

—Mucho gusto joven Yugi –Dijo haciendo una leve reverencia.

—El gusto es mío –Dije reaccionando saliendo de mi trance imitando la reverencia.

—Bueno Yugi, entonces nos vemos mañana en la escuela –Dijo entrando a la limosina.

—Si... hasta mañana –Dije algo apenado.

—Que pase buenas noches joven Yugi –Dijo cerrando la puerta de Yami y caminando hacia la puerta del conductor entrando, yo solo hice un ademán de despedida sonriendo.

Ese día había sido completamente increíble, Yami había estado la mayor parte del día conmigo y eso me hacía muy feliz, y su suave beso en mi mejilla fue la mejor manera de terminar el día.


----Continuará----

  ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~  

Espero les gustara el capítulo n.n nos leemos en el próximo, cya :D

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro