Nuevas fuerzas
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"Aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños".
Desperté pesadamente sintiendo como los rayos del sol caían exactamente sobre mis ojos, a los segundos escuché el despertador comenzar a sonar, alcancé mi mano para apagarlo y posteriormente me senté en la cama, tallé mis ojos mientras trataba de despertarme completamente, tomé mi celular de la mesita de noche y al revisarlo tenía más de cien llamadas perdidas de Yami y un montón de mensajes, me sentí mal por no responder nada, pero ya lo vería hoy y hablaría con él, al menos del asunto de mi madre, lo de Becky, bueno, eso lo hablaríamos en otro momento, cuando por fin ya supiera como solucionar ese problema, para qué preocupar a mi novio con eso ahora.
Después de ducharme y vestirme para la escuela bajé a desayunar, mientras tomaba mi desayuno esperaba ver a alguno de mis padres, pero no fue así, me sentí aliviado por un momento al no ver a mi madre y tener que volver al tema de Becky, cuando terminé mi desayuno me dirigí a mi habitación para lavarme los dientes, posteriormente bajé para que me llevaran a la escuela, cuando iba bajando las escaleras escuché una voz que conocía muy bien en la entrada.
—Por favor Reiji-san, necesito hablar con Yugi, es muy urgente -Mi corazón cimbró al escuchar la voz de mi amado Yami, su voz denotaba preocupación, sentí mi corazón doler por causarle esos malos ratos, bajé lentamente hasta ponerme tras Reiji-san sin que ninguno de los dos se percataran de mi presencia.
—Buen día Yami -Le sonreí levemente asomándome a lado de Reiji-san, este a penas le iba a responder a mi novio, pero yo me le adelanté, Reiji-san se hizo a un lado haciendo una pequeña reverencia.
—¡YUGI! -Exclamó mi yami aliviado al mirarme, sus ojos se cristalizaron y rápidamente se acercó a mi para tomarme entre sus brazos y abrazarme fuertemente, parecía que fueran los últimos minutos que pasaríamos juntos, era como si mi vida se le estuviera yendo de las manos, me quedé atónito por un momento y después correspondí el abrazo aferrando mis manos a su espalda con mucha fuerza recargando mi rostro entre su cuello y su hombro, sin darme cuenta lágrimas saladas comenzaron a nacer en mis ojos muriendo en el hombro de mi novio, él al percatarse de eso me alejó un poco de él para mirarme preocupado -¿Qué es lo que te pasa Yugi? -Cuestionó triste y turbado quitando con sus nudillos cualquier indicio que hubiera quedado de mis lágrimas.
—Vamos a la escuela, te platico en el camino -Mencioné pesadamente, mi dulce Yami asintió sin decir más.
—Amo Yugi, aquí están sus cosas -Reiji-san apareció tras de mí sorprendiéndome, él había ido por mi mochila, me dedicó una cálida sonrisa y me las entregó, tal vez era consciente de lo que pasaba entre mi Yami y yo y estaba tratando de ayudar en lo poco que pudiera.
—Muchas gracias Reiji-san -Sonreí sinceramente y las tomé, posteriormente Yami tomó mi mochila para colocarla en su hombro y tomo fuertemente mi mano para irnos.
—Hasta luego Reiji-san -Mencionamos al unísono, este nos sonrió.
—Que pasen buen día -Mencionó despidiéndose de nosotros.
Nos encaminamos al auto de Yami que estaba aparcado en frente de mi casa, mi caballeroso novio rápidamente me abrió la puerta para que subiera y la cerró después, yo lo esperé unos segundos para que él también subiera, al hacerlo me miró detenidamente mientras yo trataba de sonreírle levemente.
—Vayamos a otro lugar cielo, quiero que me digas que ha estado pasando contigo, algo dentro de mi me dice que no estás bien -Mi corazón se hizo pequeño al escucharlo y la pequeña sonrisa abandonó mis labios, él tenía toda la razón, yo no estaba bien y era hora de hablar con él.
—Claro, necesitamos hablar de algo importante -Respondí sin más encogiéndome de hombros, Yami volvió a tomar fuertemente mi mano y la apretó una vez más en señal de apoyo, yo senreí un poco más calmado, tenía que ser fuerte ante lo que fuera que estuviera por venir sobre nosotros.
Nos dirigimos hacia el puerto de Domino, era un mañana cálida, los rayos del sol bañaban el océano brindándole un tono entre rojizo y anaranjado haciéndolo ver como si estuviéramos en un cuento de hadas, me acerqué a la orilla y admiré por unos segundos la vista, era muy relajante estar en ese lugar, volví a mi realidad solo cuando mi novio me abrazo por la espalda recargando su rostro entre mi cuello y mi hombro.
—Es una linda mañana -Mencionó sonriendo levemente.
—Lo es, el comienzo de un nuevo día siempre lo es -Mencioné sonriendo levemente, siempre había pensado que el amanecer era una de las cosas más hermosas que existían sobre la tierra, pero casi nadie estaba despierto a esa hora o se tomaba la molestia de disfrutarlo.
—Las pequeñas cosas que nadie valora son las más hermosas -Mencionó Yami mirando fijamente el horizonte, yo solo sonreí, él entendía y eso me hacía feliz, él entendía cosas que no cualquiera, por esas cosas lo amaba, cómo podía pensar las mismas tonterías que días atrás teniendo a la persona más perfecta en alma y cuerpo frente a mi, simplemente él era mi necesidad para seguir siendo feliz, sabía perfectamente que no era una necesidad como tal, pero yo había elegido necesitarlo debido a lo mucho que lo estaba amando, debido a lo mucho que lo amo y lo seguiré amando siempre.
—Yami te amo -Las palabras salieron de mi boca sin pensar, pero estaba bien, tenía días sin decirle que lo amaba, mi alma necesitaba decirle lo que había dentro de ella.
—Necesitaba escucharlo amor, yo también te amo -Sonrió levemente al escucharme mientras me robaba un gran y dulce beso, la textura de sus labios, su simple tacto al encontrarse con los míos podían provocar cosas que con nadie más sentiría, me volteé para poder enmarar su rostro suavemente con mis manos mientras él seguía abrazado fuertemente a mi cintura, cada beso de sus labios era mágico y lleno de amor, en ese momento había olvidado todo, en ese momento solo podía sentirme feliz de tener a Yami a mi lado.
Seguimos besándonos por varios minutos, realmente mis labios estaban muy necesitados de su atención, sentía como si hubiera pasado milenios lejos de sus labios y por eso los míos demandaran tanto sus caricias, nos separamos cuando el oxigeno comenzó a escasear y era totalmente necesario recuperarlo.
—No sabes lo que me provocas con tus besos -Revelé sonriéndole.
—¿Ah sí?, cuéntame que provoco en ti mi amor -Mencionó sonriéndome pícaramente, pasando su nariz por mi cuello provocándome deliciosos escalofríos, yo solo negué con la cabeza entendiendo su punto golpeando levemente su nariz -Ouu -Se quejó riéndose, yo también me reí.
—Pervertido -Mencioné riéndome, sabía que Yami no lo era, era la primera vez que lo llamaba así en todo el tiempo que llevábamos saliendo, esta era solo una nueva faceta en nuestra relación, el poder bromear sobre ese tipo de cosas.
—Teniendo a tan bello novio como tú quien no lo sería -Al escucharlo sentí como un gran sonrojo apareció en mis mejillas -Es broma cielo, ante todo, lo que más puedo ver en ti, es esa hermosa alma que me hace amarte cada segundo mucho más que el anterior -Sí, ese era el yami que yo amaba, lo anterior solo había sido una broma para hacerme reír, aunque no daba crédito a que lo fuera del todo, digo, solo de recodar lo que pasó en casa de Yuya, aunque al recordar que el que inició todo fui yo sentí que esa palabra me quedaba mucho mejor a mí -Bueno, ¿me dirás qué ha pasado?
—Si, bueno, a decir verdad, no sé por donde comenzar -Mis palabras se escuchaban suaves y con un gran pesar en ellas.
—Cielo, puedes decirme lo que sea, no importa lo que sea, no importa lo que venga, estoy preparado para afrontarlo contigo -Sus palabras me hicieron cimbrar el corazón, Yami no era ningún tonto, sabía que él presentía que algo había pasado.
—Nunca te alejarás de mi, ¿cierto? -Sabía la respuesta, pero aún así quería volver a escuchar que pasara lo que pasara siempre seguiríamos juntos.
—Creo que te he demostrado muchas veces que te amo Yugi, y que no me alejaré de ti por nada de este mundo, y aún si este colapsare, no lograría alejarme de ti -Sus palabras se escuchaban muy sinceras y eso me dio el valor para hablar.
—Yami... mamá no está de acuerdo en las relaciones entre personas del mismo sexo, no es como que sea homofóbica o algo, pero no acepta nada que dañe su imagen publica y dice que las personas que suelen tener una relación afectiva con alguien de su mismo sexo son mal vistos en los medios y... realmente me decepciona que mamá piense así, pero no sé que hacer al respecto -Bajé mi vista ocultando mis ojos entre mi flequillo sintiendo una daga inscrustarse en mi corazón al mencionarle aquello.
—Tenía la esperanza de que mi suegra no fuera así y que no se dejara influenciar por esas tonterías de los medios, pero al parecer no sirvió de nada -Las palabras de Yami eran suaves; soltó un suave suspiro acariciando mi cabello haciendo que recargara mi rostro en su pecho -Descuida amor, sé que ella terminará aceptándolo, sé que todos terminaran aceptándolo algún día y nosotros seremos felices, como lo hemos sido hasta ahora -Sé que en parte esas palabras fueron referencias también a su padre, aferré mis manos a la espalda de mi yami fuertemente.
—Lucharemos contra lo que venga para estar juntos -Mencioné subiéndo mi mirada para verlo fijamente a los ojos.
—Por supuesto que si mi cielo, contra todo y contra todos, nadie va a separarme de ti, y al menos me da gusto tener el apoyo de mi suegro -Sonrió dulcemente al mencionar aquello.
—Doy gracias de que también tenemos a Suki-san -Sonreí feliz de saber que había personas que nos apoyaban -También tenemos a los chicos, ellos nos ayudarán siempre -Yami sonrió más abiertamente asintiendo.
—Tenemos amigos y familia que nos apoyan, son más los que están a favor que en contra, ya verás como las cosas se terminan de acomodar en su lugar, por ahora preocupémonos por nuestro presente, vivamos el ahora y no prestemos mucha atención al futuro -Sonreí sinceramente ante sus palabras, Yami me daba todos los ánimos y la fuerza que necesitaba, sentía que podíamos superar cualquier adversidad que estuviera por venir, mi madre, Becky, y su padre solo eran tres muros que debíamos derribar y sabía que juntos íbamos a poder lograrlo.
—Somos afortunados -Suspiré aliviado, las cosas en mi corazón una vez más estaban regulándose y volviendo a la normalidad y eso me gustaba, la calma y la paz que sentía junto a Yami me gustaba.
Después de una larga charla en el muelle mientras disfrutábamos del comienzo del día, tuvimos que regresar a clases justamente llegamos cuando estaba por comenzar el receso así que le mandé mensaje a mi primo de que los veríamos en la cafetería, al principio me lleve un buen regaño, pero al explicarle que había estado con Yami y que habíamos hablado del asunto de mi madre mi primo se calmó.
Junto a mi novio nos dirigimos al lugar de siempre en la cafetería mientras platicábamos de cosas triviales, junto a él mi horrible fin de semana solo parecía haber sido una terrible pesadilla, una vez más me sentía feliz y completo, haría como mi novio dijo, vivir el presente sin prestar tanta atención al futuro.
Los minutos que nos separaban del receso se fueron rápido y más pronto que tarde todos los chicos estaban junto a nosotros en la mesa, a excepción de un oji-fucsia que no aparecía por ningún lado.
—Falta alguien... -Mencionó mi yami notando lo que yo ya había notado.
—Y bien... ¿dónde está Yuri? -Cuestioné algo extrañado mirando alos demás.
—No lo sabemos, dijo que nos tenía una sorpresa y que nos vería aquí en unos minutos -Mencionó el albino jugando con los palillos de su bento.
—Una sorpresa... -Musité sonriendo, me imaginaba de qué iba, pero esperaría a que llegara Yuri para saldar mis sospechas.
Mientras esperábamos por el oji-fucsia, los chicos nos contaron que en nuestra ausencia habían pasado a comunicar que se aproximaba el festival escolar y que debíamos organizarnos con el grupo para saber que es lo que se presentaría en dicho evento.
—¿Y ya pensaron en algo? -Cuestionó Yami interesado en el tema.
—Claro que lo pensamos -Mencionó el albino sonriendo ladinamente, por un segundo sentí que había adoptado la misma sonrisa de Bakura.
—¿Qué es lo que tienes en mente Ry-chan? -Cuestioné sonriéndole cálidamente.
—Pues... que nos encarguemos de la obra teatral claro está -Ni siquiera me extrañó su respuesta, su sonrisa maliciosa me lo había dicho todo y sabía perfectamente lo que pasaría, Yami y yo seríamos los protagonistas.
—Yami y yo tendríamos los papeles principales, ¿no? -Sonreí negando con mi cabeza.
—Me alegra que me conozas tanto querido Yu-chan -Respondió animado.
—¿Y qué obra tienes pensada?, mejor dicho... ¿qué obra pensaste para nosotros? -Yami también había entendido el punto desde el principio.
—Tan listos ambos -Los demás chicos sonrieron al escucharlo -Aún no lo sé, pero les prometo que será algo interesante -Su sonrisa daba mucho que pensar, Yami y yo nos miramos y posteriormente sonreímos, sabíamos que de cualquier forma sería interesante.
—Nosotros ayudaremos en todo lo que haga falta -Mencionó el oji-carmesí sonriéndome mientras permanecía recostado sobre el hombro de Yuto.
—¡Nosotros también ayudaremos! -Exclamaron al unisono los demás.
—Con su ayuda todo será más fácil -Sonreí cálidamente a los chicos que estaban a nuestro alrededor.
—Una vez más tendremos la oportunidad de ver a Yug y a Yami en el escenario -Mencionó el rubio sonriendo mientras el castaño permanecía entretenido jugando con el flequillo de este, inerte en su mundo.
—Nosotros hubiéramos querido ver su actuación de Halloween -Yuya realizó un puchero al mencionar aquello.
—Si, hubiera sido interesante verlos -Secundo Yuto sonriendo.
—Al parecer los chicos del salón grabaron, pero no sabemos si aún tienen el vídeo -Mencionó mi primo dando un bocado a su comida.
—¡Claro que deben tenerlo! Fue una obra maestra, algo sí no se debe perder; fue una lastima que a mi no se me ocurriera dejar un encargado para grabar un vídeo, pero esta vez no me ocurrirá lo mismo -Todos sonreímos al mirar la pose decidida del albino.
—Entonces entrando hay que preguntarle a los demás para que ustedes lo vean -Mencioné mirando a Yuya y Yuto, estos me sonrieron asintiendo.
Mientras charlábamos amenamente de posibles historias para la obra aparecieron Yugo y Yuri en el lugar, ambos venían algo sonrojados, si no fuera porque aún no sabía nada de lo que pasaba con ellos podría meter las manos al fuego porque ese sonrojo no era muy normal, una buena fricción debía haberlo ocasionado.
—¡Yuri, hasta que apareces! -Reclamó mi primo en tono burlón.
—Yo lo entretuve -Mencionó Yugo algo apenado, pude identificar la mirada de Yuto inspeccionando completamente el ser del oji-azul.
—Como sea, deberían sentarse chicos -Sonreí apuntándoles los lugares libres, estos sintieron.
—¿Y la sorpresa cuál es Yuri? -Cuestionó Yuya sonriéndole, Yuri solo le sonrió en respuesta levantando su mano junto a la de Yugo al aire para que todos la miráramos.
—¿Yugo es la sorpresa? -Cuestionó Jonouchi extrañado, yo sonreí ganadoramente una vez más había tenido razón.
—No Jonouchi-kun, Yuri se refiere a qué... ¿puedo? -Cuestioné volteando a verlo sonriendo, pero la mirada de Yuri me dejo ver que él quería hacerlo público.
—Somos novios -Mencionaron ambos chicos al unisono.
—¡Vaya no eres nada tonto Yugo! -Exclamó Yuto sonriéndole.
—¡Felicidades chicos! -Exclamamos nosotros felices, era agradable ver como todos comenzaban a ser felices completamente.
—¿Y desde cuando pasó? -Cuestioné feliz y a la vez intrigado.
—Desde ayer -Respondió Yugo sonriendo mientras miraba a Yuri.
—¡Y no nos habías dicho! -Reclamó el albino cruzándose de brazos haciendo un puchero.
—Queríamos decirles juntos y por eso esperamos a hoy -Reveló Yuri sonriendo.
—Pues que alegría que ustedes también se hayan animado a ser felices -Mencionó mi novio sonriéndoles, ambos chicos asintieron.
—Yo también deberé creer mucho en el destino como Yuri con Yugo, quien quita y a pesar de esta maldita distancia se de algo con Malik -Mi primo había recargado su cabeza en sus brazos sonriendo levemente.
—Claro que si Mariku-chan, ya verás que también te espera tu historia de amor -Mi primo sonrió ante mis palabras.
—Y el enamorado no te contó algo interesante -Mencionó el albino sonriendo.
—¿Qué más me perdí? -Cuestioné impresionado.
—¡Malik vendrá con su hermana para nuestra graduación! -Exclamó energético, hasta se había levantado de su cómoda posición.
—Entonces lo verás pronto, eso me alegra -No podía creer que veríamos desde antes a los egipcios, eso era increíble y muy bueno para mi primo.
—Es hora de devolverles su hospitalidad -Mencionó mi amado Yami sonriendo, yo asentí a sus palabras.
Todo se estaba acomodando de una u otra manera y eso me alegraba, los chicos estaban comenzando a tener sus historias de amor perfectas y yo ahora volvía a sentir que la mía también había vuelto a la normalidad, al estado feliz que estaba, sonreí mirándonos a todos percatándome que esa misma mesa había sido donde todos les habíamos mencionado a los demás que se había formalizado por fin una pareja, solo podía pensar en lo poco que faltaba para que acabara el ultimo semestre, uno que había traído tantas cosas buenas a la vida de cada uno, sin embargo, aún faltaban algunas cosas por hacer antes de terminar la universidad; estaba seguro que extrañaría todo esto, estar rodeado de las personas que quiero, pero al menos trataría de disfrutar todo lo que estuviera por acontecer hasta el día de la ceremonia de graduación.
----Continuará----
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Me gusta que de nuevo todo este positivo y que Yugi tomara una actitud positiva para lo que venga por estar junto a su Yami♥ :3 como sea nos leemos en un próximo capítulo, cya >u</
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