Intervención divina
Ni Yu-Gi-Oh! Ni ninguno de sus personajes me pertenecen, estos pertenecen al gran maestro Kazuki Takahashi, yo solo los remastericé para ocuparlos en una gran locura mía. :$
Segundo capítulo, espero les este gustando esta historia, es mi preciosa joya, es la más larga que eh escrito y que aún sigo escribiendo n.n
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
"Lo que el cielo tiene ordenado que suceda, no hay diligencia ni sabiduría humana que lo pueda prevenir."
POV de Yami.
Después de caminar algunos minutos más llegué a mi salón, ahí me encontré con mi primo Seto Kaiba trabajando en algún nuevo proyecto en su computadora, como siempre el chico frío y controlador CEO de Kaiba Corp que hacía que todas las chicas de nuestro salón suspiraran por él por su porte y elegancia se encontraba ignorando a todo y a todos metido en su trabajo, él es un chico alto, más alto que yo, su tez es morena clara, su cabello es castaño y sus ojos color azul, su cuerpo es fornido ya que practica todo tipo de artes marciales, no lo molesté, solamente lo pasé de largo y me senté en mi lugar que era atrás de él, entonces lo saludé para no verme tan maleducado.
—Buenos días Seto.
—Buenos días Yami –Dijo con su tono frío de siempre sin quitar la vista de su trabajo, realmente era un obsesionado al trabajo, no vivía una vida de adolescente normal por estar trabajando siempre y bueno no se puede esperar menos ya que desde muy joven se tuvo que hacer cargo de Kaiba Corp que era el legado de le dejó su padre y de su hermano, mi primo menor Mokuba.
Las clases pasaron muy rápido, en todas ellas me distraía pensando en el chico con el que me había topado en la mañana, realmente tenía algo especial, me reprendí mentalmente por darle tanto cansancio a ese bello ángel caminando en mis pensamientos a cada segundo, si, Yugi era un ángel por lo hermoso que era, estaba decidido, desde ahora esa belleza sería mi ángel, realmente quería volver a verlo, pero ni siquiera sabía a qué facultad pertenecía, aunque por lo frágil y lindo que se veía bien podía pensar que acababa de ingresar a la universidad o algo así, pero nada era seguro y tenía que averiguar más sobre él.
Después de algún tiempo Seto me notó un tanto distraído y eso le intrigó, él sabía que yo nunca he sido la clase de chico que pasa las clases haciendo castillos en el aire así que antes de salir de clases decidió hablar conmigo.
—¡Ey Yami! ¿Te encuentras bien?
—Mmm... supongo... -Dije algo desinteresado acostado en la paleta de mi banca ocupando mis brazos como soporte.
—Sabes que no soy de esas personas que se andan metiendo en los asuntos de alguien más, pero bueno, no tienes más primos que te brinden su ayuda así que, ¿puedo ayudarte en algo? –Cuestionó algo distante, Seto intentaba siempre ser amable conmigo ya que no teníamos más primos de nuestra edad y para apoyarnos solo éramos nosotros.
—Pues... No sé si podrías, pero... ¡Espera! Si... ¡Tú me puedes ayudar! –Exclamé algo emocionado, levantándome de golpe tomándole los hombros.
—Bien, ¿y en qué? –Cuestionó poniendo un poco de interés a mi nueva reacción.
—Verás... -Comencé a decir quitando mis manos de sus hombros y sentándome en la paleta de mi asiento -Necesito información sobre alguien y bueno, no sé cómo conseguirla, pero tú... Supongo que para ti no habría problema –Dije mirando hacia otro lado, no quería que mi primo notará mi interés en esa cierta persona que estaba buscando, no sabía que podía pensar al saber que me estaba comenzando a interesar un hombre.
—Es obvio que para mí no hay problema, dame el nombre –Dijo en un tono egocéntrico, si, así es mi primo, un ególatra de primera que sabe que todo lo puede.
—Bien... Se llama... Yu...Yugi Mutou –Dije casi en un susurro, en ese momento vi como hizo una reacción rara que en ese momento no pude identificar de que era.
—Con que Yugi Mutou... ¿Tienes algún problema con ese chico? –Cuestionó algo intrigado mirándome fijamente.
—No... Para nada, es solo que... En la mañana hubo un pequeño percance entre ambos... –Comencé a decir recordando lo que había pasado –Chocamos y nos caímos al suelo y lo conocí por así decirlo, pero solo me dijo su nombre y se tuvo que ir... -Dije tratando de que Seto no se diera cuenta de la tonta sonrisa que se había dibujado en mi cara al recordar a Yugi, realmente era fácil sonreír con el simple hecho de recordarlo.
—Ya veo –Mencionó arqueando la ceja y sonriendo pícaramente, Seto de idiota no tenía un pelo y aunque tratara de aparentar que no me importaba mucho él se dio cuenta de las cosas –Bueno, entonces no hay necesidad de buscar nada, su nombre es exactamente ese Yugi Mutou, además tiene 21 años, está cursando su último año en la facultad de Economía, es hijo de Takahiro Mutou, dueño de la cadena de empresas "Gamma" y de la cantante Yui Mutou, en su mismo salón de economía se encuentra su primo Marik Mutou que a pesar de nacer en Egipto al poco tiempo se mudó con su familia a Domino.
—Seto... ¿Por...Por qué sabes todo eso de Yugi? –Cuestioné sorprendido pensando lo peor, realmente no sabía cuáles eran los gustos de mi primo, nunca había tenido novia, pero tampoco novio ni nada por el estilo, temí al imaginarme la respuesta de que a mi primo le gustará mi pequeño ángel.
—Primero dime, ¿cuál es tu interés con él? –Cuestionó en tono serio y fue cuando me esperé lo peor.
—Bueno... Él... Es decir, Yugi me gustó, sé que es repentino y que solo hemos cruzado palabra una vez, pero hay algo en él que simplemente me atrapó y... Haré todo para que él se enamore de mí –Las últimas palabras que pronuncié fueron desafiantes y mi mirada se notaba muy segura mientras miraba fijamente a Seto.
—Tranquilo Yami, no es como que a mí me gustara el enano, realmente no tengo ningún interés en él y bueno si sabía todo eso es porque no eres el único que tiene su interés puesto en alguien de Economía –Las últimas palabras que pronunció las dijo casi en un susurro.
—¿A sí? ¿Por qué lo dices? –Cuestioné mientras le sonreía pícaramente como él a mí hace un rato.
—Bueno te lo diré solo porque me contaste tu gusto por el enano –Dijo dando un pequeño suspiro, yo solo sonreí y lo miré atento esperando a que me contara –Hay un chico en su salón... -Cuando dijo chico me sentí aliviado, no era el único de la familia con otro tipo de gusto –Su nombre es Jonouchi Katsuya y va en el mismo salón de él, así que cuando investigue a Jonouchi hice lo mismo con todos sus amigos, nada fuera de lo normal –Dijo encogiéndose de hombros como si realmente investigar a personas fuera lo más normal del mundo.
—¿Nada fuera de lo normal? Y yo pensé que pensé que estaba pareciendo un maniático acosador pidiéndote que investigaras a mi pequeño ángel –Comencé a reírme.
—¡Sabía que no debía contarte! –Exclamó mirándome feo –Bueno ya tienes la información que querías así que me largo –Dijo recogiendo sus cosas y se encaminó hacía la puerta.
—¡Espera Seto! –Exclamé recogiendo mis cosas rápido para alcanzarlo.
—¡Qué diablo quieres Yami!
—Gracias... Sin ti no hubiera sabido todo eso acerca de Yugi –Dije sonriéndole, el semblante de Seto no cambió al momento, pero luego de unos segundos sí.
—Si, de nada, para qué son los primos –Dijo tranquilo.
—Eso ni dudarlo –Dije sonriéndole –Cuando tú necesites algo no dudes en decírmelo –Seto solo asintió ante mis palabras y comenzamos a caminar en dirección a la salida.
Cuando ya estábamos a unos pasos de la salida del instituto divisamos a un par de limosinas que nos estaban esperando, a él para llevarlo a Kaiba Corp y a mí para llevarme a la mansión, yo me encontraba con una felicidad que no cabía en mi pecho, los Dioses habían conspirado para que supiera más acerca de mi ángel, era el mejor día de mi vida.
Fin del POV de Yami.
Después de largas horas de espera el día terminó y podíamos irnos a nuestras respectivas casas o eso era lo que pensaba hasta que Ry-chan tuvo otra idea.
—¡Chicos! ¿Les parece ir ahora al parque por unos helados? –Cuestionó con una gran sonrisa y estrellitas en sus ojos, él realmente amaba los helados, pero bueno no podía culparlo, yo también los amo en especial el de cappuccino, ese es mi favorito.
—Es buena idea, yo también quiero uno Ry-chan -Respondí dándole una gran sonrisa.
—¡Yo también quiero uno! –Mencionó el oji-lavanda emocionado.
—¡Si! Es un buen día para ir por uno –Jonouchi-kun se unió a la emoción.
—¿Les parece si después de los helados vamos a mi casa a jugar videojuegos? –Cuestioné emocionado, sabía que a mis amigos y a mi primo también les gustaban mucho los videojuegos.
— ¡Siiii! –Dijeron los tres en coro.
De camino al parque íbamos bromeando y riéndonos de Jonouchi-kun porque había chocado de espaldas contra un poste y se había caído de sentón en el suelo, realmente había sido divertido porque ya le habíamos advertido que si continuaba caminando de espaldas chocaría contra algo o bien se caería al suelo y bueno... Fueron ambas cosas, el día pasaba tranquilo, una brisa fresca mecía nuestras cabelleras, realmente era un buen día y para mí cada día era mejor por compartirlo con mis amigos y mi primo, pero en especial hoy ya que había conocido a Yami.
Al llegar al parque nos dirigimos al pequeño puesto de helados que había en el centro, mi primo compró un gran helado de vainilla con cubierta de chocolate, y chispas de colores y almendra, Jonouchi-kun compró uno de fresas con crema, Ry-chan compró uno gigante de tres chocolates con fresas y nuez y yo compre uno grande de cappuccino con jarabe de chocolate y nuez. Después de que nos los dieran y pagáramos nos fuimos a sentar debajo de uno de los bellos árboles de Sakura que rodeaban el parque para comernos nuestros helados a gusto y platicar un poco antes de irnos a mí casa.
—Oye Yu-chan, en la mañana no nos dijiste con quien te tropezaste, dinos quién fue –Mencionó el albino con mucha curiosidad.
—Etto... Tal vez no lo conozcan –Dije un poco apenado poniendo una mano tras mi cabeza y sonriendo nerviosamente.
—Quien sabe, todo puede suceder, vamos Yug, dinos quien fue –Dijo el oji-miel en tono intrigante aumentando la curiosidad del albino.
—Si, es verdad ani-chan, dinos de una vez o... ¿Es que acaso hay algo por lo que nos quieras ocultar el nombre del individuo? –Cuestionó mi primo con una cara de sorpresa que nunca antes le había visto hacer.
—Etto... No, cómo creen eso... Es que realmente no sé mucho de él, a lo mucho sé su nombre –Dije encogiéndome de hombros, me decepcionaba un poco no poder saber más de él.
—Bueno, como quiera queremos saber ¿Verdad chicos? –Mencionó Ry-chan mirando al otro par de curiosos, estos asintieron ante sus palabras.
—Bien... su nombre es Yami Atemu y bueno es todo lo que sé de él –Dije dando un pequeño suspiro.
—¿Yami Atemu? Dime Yug... ¿De casualidad es un chico muy parecido a ti solo que más grande? –Cuestionó Jonouchi-kun haciéndose el interesante.
—¡Parecido a Yu-chan/ mi ani-chan! –Exclamron Ry-chan y mi primo sorprendidos.
—Si... verán, en la facultad de Mecatrónica va un chico muy parecido a Yug, solo que a diferencia de nuestro amigo él es alto y guapo –Mencionó el rubio haciéndose el gracioso, yo fruncí el ceño molesto haciendo un puchero por su comentario –Es hijo de Aknamkanon Atemu que es el dueño de Atemu Industries.
—¡Yo quiero ver que tan parecido es a Yu-chan! –Exclamó Ry-chan muy encantado con la idea.
—¡Yo también! –Dijo mi primo uniéndose a la emoción del oji-marrón.
—*Así que va en mecatrónica, yo pensé que por el dije que traía estaría en la facultad de artes o algo así, que suerte tengo hoy ¡Ra! ¿Será una señal de los Dioses?* -Pensé y una sonrisa se dibujó en mi rostro, pero a los segundos reaccioné –Oye Jonouchi-kun, ¿por qué sabes todo eso de Atemu-san? –Cuestioné algo intrigado, no era algo muy normal que digamos que supiera todo eso puesto que mi amigo no era ningún agente de la CIA.
—¿Es en serio Yug? ¿Me vas a decir que no sabías de él? Si es uno de los galanes más guapos de la escuela, muchas de las chicas y porque no decirlo hasta algunos chicos se mueren por él –Dijo como si fuera lo más normal del mundo, ¿qué clase de encantamiento mágico había tenido sobre mí tanto tiempo que no sabía de su presencia? Me descoloqué de solo pensarlo y más de saber que era un galán tan cotizado.
—Yo... no sabía, antes de hoy ni si quiera sabía que en la misma escuela fuera un chico similar a mí –Dije un poco apenado ante mi ignorancia en la materia.
—A cualquiera le pasa ani-chan, Ry-chan y yo tampoco sabíamos de su existencia –Me puso una mano en el hombro para que no me sintiera tan mal, yo solo le di una pequeña sonrisa.
—Si, además, qué tan genial puede ser –Mencionó el albino cruzándose de brazos haciendo un puchero por lo que me reí divertido –Y Yu-chan... ¿Piensas volver a verlo? –Cuestionó muy intrigado.
—No... Yo... Solo fue una coincidencia chicos, tal vez nunca más vuelva a hablar con él –Dije sintiéndome mal por esas palabras.
—Bueno dejando todo eso de lado ya vamos a tu casa ani-chan, ya quiero jugar videojuegos –Dijo el oji-lavanda con estrellitas en sus ojos.
—De acuerdo, entonces vamos ya –Dije sonriéndoles con mi típica sonrisa de siempre.
—¡Vamos! –Dijeron los tres emocionados.
Al llegar a mi casa salió a recibirnos Reiji-san que era nuestro mayordomo desde que yo tenía memoria, él es un hombre alto y delgado con el cabello blanco y los ojos color grisáceos, se encontraba vistiendo un traje negro, como esa era la primera vez que llevaba a mi amigo albino a mi casa lo presenté, pero primero saludamos.
—Buenas tardes Reiji-san –Dijeron mi primo y Jonouchi-kun saludando al unísono, Ry-chan solo sonrió e hizo una pequeña reverencia ya que no lo conocía.
—Hola Reiji-san, buenas tardes -Mencioné feliz.
—Buenas tardes, sean bienvenidos amo Yugi, joven Marik, joven Jonouchi... oh ¿y quién es este nuevo pequeño integrante? –Cuestionó mirando a Ry-chan con una sonrisa, a Jonouchi-kun ya lo conocía muy bien porque hemos sido amigos desde la infancia, y ni hablar de mi primo.
—Reiji-san, él es mi amigo Ryo Crawford, viene de Inglaterra, se mudó hace tres meses aquí –Dije extendiendo una mano hacia el mencionado.
—Mucho gusto Reiji-san, es un placer conocerlo –Mencionó mostrándole una pequeña sonrisa y haciendo otra leve inclinación.
—El placer es mío joven Ryo –Mencionó alegremente igualando la pequeña reverencia de mi amigo –Por favor jóvenes pasen –Dijo extendiendo la mano para que pasáramos -Por cierto, amo, hay una personita que lo espera en el estudio –Me dijo dándome un guiño.
—¿Quién podrá ser? –Pregunté al aire y los chicos me miraron intrigados –Mariku-chan vayan adelantándose a la sala de videojuegos, yo iré a ver quién está en el estudio –Dije dando un pequeño suspiro.
—Como tú digas ani-chan –Dijo felizmente mientras se llevaba arrastrando a Jonouchi-kun y a Ry-chan hacía el fondo del pasillo.
Me dirigí al estudio pensando que era mi padre el que quería verme, seguramente no había tenido tanto trabajo el día de hoy y quería pasar un poco de su tiempo conmigo, cuando llegué al estudio al poner mi mano en la manilla para abrirla escuché unas risas, era una voz femenina y una masculina, entonces entendí que la que estaba dentro era mi madre y su insufrible manager Bakura. Abrí la puerta con cuidado y divisé a mi madre sentada en el sillón tras el escritorio de caoba de mí padre y a Bakura a un lado de ella recargado en el escritorio, él es un tipo alto, de piel blanca, su cuerpo está trabajado, sus ojos son color café oscuro y su cabello es de color blanco.
—Hmmp, hmmp... Mamá -Dije haciendo un sonido para llamar su atención -¿Cuándo llegaste de tu gira? –Cuestioné curioso ya que no me había avisado que llegaría.
—¡Mi pequeño bebé! –Exclamó levantándose de su cómodo asiento y viniendo a mí para abrazarme con mucha fuerza, no tanto como la fuerza que aplicaba Ry-chan en sus abrazos, pero bien podían hacer una competencia para ver quien me asfixia más –Llegamos apenas hace un par de horas, no te avisé porque quería que fuera sorpresa –Dijo asegurándome más entre sus brazos, me sentía un poco extraño ya que ya no era tan cercano a ella como cuando pequeño y ahora sus demostraciones de amor se sentían un tanto extrañas.
—Pero si es el dulce Yugi, que grande te has vuelto, sin mencionar lo guapo que estás, seguramente has de traer a tus pies a muchas chicas –Mencionó Bkaura con un tono de voz que me helaba la sangre y mirándome de arriba a abajo, siempre que venían de alguna gira él se ponía muy encimoso conmigo y eso me hacía sentir incómodo.
—Es verdad, ¿en qué momento creciste mi pequeño príncipe?, estás volviéndote tan hermoso como tu madre –Mencionó fingiendo una voz melancólica y sonriéndome con superioridad –Bakura tiene toda la razón, de seguro muchas chicas están tras de ti, pero seguramente ninguna está a la altura de tan bello príncipe –Dijo dándome un fuerte beso en la mejilla dejándome tatuado su labial, luego se separó de mí.
—No es cierto, aún soy muy bajo, y aunque hay chicas que se fijan en mí no les presto atención, porque a diferencia de ellas yo si voy a estudiar no a estar viendo chicos –Dije frunciendo el ceño y cruzando los brazos, de pronto apareció en mi mente la imagen de Yami sonriéndome así que abracé mis brazos y bajé el rostro apenado.
—Eso es bueno Yu-gi –Dijo haciendo énfasis en cada silaba de mi nombre –No puedes andar por ahí con cualquiera, pero bien que podrías fijarte en alguien que tenga mucho interés en ti –Al decir esas palabras me sonrió pícaramente, otra vez más comenzaba a ponerse de encimoso, no entendía como mi mamá no se daba cuenta del tipo de Manager que tenía.
—Cómo sea... mi príncipe, ¿quieres ir a comer fuera de casa con nosotros? –Cuestionó mi madre en tono meloso.
—Me gustaría madre, pero mi primo y unos amigos están aquí y pasaremos la tarde jugando videojuegos –Dije zafándome del compromiso, no me iba sentir nada cómodo comiendo a lado del insoportable de Bakura.
—¿Así? ¿Qué amigos? –Cuestionó mi madre un tanto disgustada por preferir a los chicos que a ella.
—Ya sabes... Jonouchi-kun y un nuevo amigo que llegó de Inglaterra hace 3 meses –Dije intentando cortar rápido la plática.
—¿Amigos nuevos? Espero que no tengan otro tipo de intenciones contigo Yugi –Dijo sonando muy posesivo conmigo, ¡Ra! De verdad me molestaba.
—¡Quiero conocerlo! –Exclamó mi madre emocionada, ella siempre había tenía cierto gusto por los ingleses.
—De acuerdo vamos, están en la sala de juegos –Dije comenzando a caminar hacia la salida de la oficina y abriendo la puerta, mi madre y Bakura iban tras de mí hablando del grandioso lugar al que irían a comer.
Caminamos por el pasillo hacia la sala de juegos, al llegar ahí entramos y vimos a los chicos jugando, los vi tan emocionados que no quería interrumpirlos, pero era necesario.
—Chicos... -Dije en un tono medio fuerte para llamar su atención, al segundo los tres voltearon a verme.
—Tía Yui, que bueno verte ¿cómo estuvo tu gira? –Cuestionó mi primo levantándose de su asiento y haciendo una pequeña reverencia a mi madre.
—Hola Mariku, estuvo muy bien, gracias y yo también digo lo mismo, mira que grande estás, parece que mis pequeños se están volviendo hombrecitos y yo me lo estoy perdiendo –Dijo fingiendo una voz desanimada, mi primo solo sonrió.
—Buenas tardes señora Mutou –Mencionó el rubio levantándose de su lugar seguido de Ry-chan y haciendo también una reverencia.
—Buenas tardes Jono, que bueno es ver que mi pequeño príncipe y tú siguen siendo tan buenos amigos –Dijo dándole una cálida sonrisa, Jonouchi-kun sonrió burlón por la forma en la que me llamaba mí madre.
—Bueno madre, él es Ryo Crawford, es hijo de Pegasus J. Crawford, el dueño de Ilusiones Industriales –Dije sonriéndole a Ry-chan para que se sintiera con la confianza de presentarse ante mi madre –Ry-chan ella es mi madre Yui Mutou.
—Mucho gusto señora Mutou, es un placer conocerla –Dijo dando una pequeña reverencia.
—El placer es todo mío Ryo –Dijo mi madre encantada con Ry-chan –Eres tan lindo, me agrada que mi pequeño tenga amistades como la tuya –Dijo sonriéndole enormemente, Bakura estaba tras mi madre recargado en el umbral de la puerta y pude notar como se comía a mi amigo con la mirada, pero éste ni se daba cuenta.
—Muchas gracias señora Mutou –Dijo mi amigo un poco sonrojado.
—Bueno ahora te presentaré a mi manager.... Bakura ven aquí –Dijo volteando a verlo y haciéndole una seña para que viniera a saludar –Él es Akefia Bakura, mi manager desde hace algunos cuantos años.
—Mucho gusto Ryo –Dijo recorriendo a mi amigo de pies a cabeza, pude notar como un leve tono carmesí apareció en las mejillas de éste, Bakura estiró su mano para saludarlo.
—El gusto es mío –Dijo el albino un poco apenado y tímido estirando su mano para corresponder el saludo, díganme loco pero puedo apostar que a Ryo le gustó el tonto de Bakura ya que él no es alguien que se apene con otras personas y menos que se comporte tan tímidamente, que mal gusto el de él si realmente yo estaba en lo correcto, ahora que me daba cuenta Ryo-chan y Bakura se veían muy similares, lo que los diferenciaba era la altura y que bueno, mi amigo no tiene la cara de maniático que el otro albino tiene.
—Bueno chicos, fue un gusto verlos, pero ahora tengo un poco de hambre e iré a comer fuera con Bakura, que pasen una buena tarde, están en su casa y Ryo, fue un verdadero gusto conocerte –Dijo mi madre feliz mientras caminaba hacia la puerta de la sala de juegos –Mi pequeño príncipe te veo a la hora de la cena –Dijo mi madre antes de pasar por el umbral de la puerta.
—Esta bien ma, hasta al rato.
—Hasta luego tía Yui.
—Hasta luego señora Mutou –Dijeron Ry-chan y Jonouchi-kun, mientras el primero veía embelesado como salía Bakura tras mi madre.
La tarde pasó muy rápido entre videojuegos, palomitas y golosinas, al llegar la noche comenzamos a recoger las cosas que habíamos usado y los llevamos a la cocina, un poco más tarde llegaron por mi primo y por Ry-chan para ir a sus respectivas casas, el albino hizo el favor de llevarse a Jonouchi-kun en su limosina porque su casa le quedaba de paso a la de él.
Luego de que se fueron subí a mi habitación y preparé mi baño, estaba algo cansado y lleno de tanta golosina así que no quería bajar a cenar, llamé a Reiji-san para pedirle que me disculpara con mi madre por no acompañarla a cenar, pero que realmente estaba muy cansado, después de que salió de mi habitación tomé un baño rápido y me puse mi pijama, me tiré en la cama mirando el techo recordando lo que había pasado ese día, me acomodé mejor ya que el sueño me estaba empezando a invadir, antes de caer profundamente dormido lo último que pude pronunciar fue "Yami".
----Continuara----
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Espero les esté gustando esta historia de verdad, la estoy remasterizando un poco a la versión que está en Amor Yaoi así que espero que los que la leyeron allá puedan disfrutarla de una mejor manera aquí :3 Bueno, yo me despido pero nos leemos pronto, cya. n.n
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro