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Capítulo 5. Orgullo, lealtad y dignidad

El quinto capítulo subido para que lo podáis disfrutar :)

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POV Chi Chi.

Me encontraba en el comedor del castillo donde estaban los guerreros de alta clase. Estaba sentada a la mesa en compañía de la familia real y sus fieles soldados, entre ellos, Kakarotto. Bulma no estaba pues fue a buscar al Príncipe para que apareciera en la comida, pero vino sólo él. No apareció junto con mi amiga por lo cual estábamos esperando a que apareciera para poder empezar a comer.

Miré en la mesa al Rey hablar junto con uno de sus soldados, el Príncipe estaba taladrando la mesa con sus dedos, se le veía molesto. Los soldados que nos acompañaban oían la conversación de su monarca o directamente hablaban con algún otro saiyajin que estuviera en una mesa cercana a la nuestra.

Me dio por mirar un poco el comedor, me daba cuenta de que algunas miradas estaban puestas en mí. Volví la mirada un poco incómoda ante aquella sensación horrible que me dio al contemplar sus rostros con sonrisas burlonas.

-Tranquila-miré a mi derecha para encontrarme con la tranquila e inocente mirada de Kakarotto-. Ellos no te harán nada.-

Eso no me agradaba demasiado. Estaba claro que si no me hacían nada era porque sino aquellos guerreros se tendrían que enfrentar al rey, por no decir a Padre Freezer, pero lo que realmente me tensaba era saber que ellos tenían intenciones de las cuales tampoco sé demasiado.

De pronto me di cuenta de que los presentes miraban a un punto en concreto y yo decidí imitarles. Mis ojos clavados en la entrada del comedor, mirando la figura de mi mejor y única amiga, Bulma. Pero algo había cambiado en ella... su cabello... su azulada melena rozaba sus hombros cuando debía tapar su espalda entera.

Bulma se encaminó a la mesa, hizo una leve reverencia al Rey y se sentó a mi lado.

-Bulma-la nombró el Rey Vegeta en un tono en forma de sorpresa-, si no recuerdo mal vuestro cabello estaba antes más largo. ¿Que le ocurrió?-

-Lo corté, Majestad-abrí los ojos sorprendida ante la contestación de mi amiga.

-¿Cómo que lo cortaste?-tanto el Rey como yo no salíamos de nuestro asombro-si no recuerdo mal que vuestro cabello fuera largo demostraba honor y orgullo a vuestro... padre.-

-Es cierto-contestó ella en un tono apacible-pero con mis obras y mis gestos ya puedo hacerle sentir orgulloso a él, no hace falta cuan largo sea mi cabello. Al igual que debo sentirme orgullosa yo de mi misma. No quiero que hablen de mi honor sólo por ver que mi pelo es largo.-

-Y tu ayuda a nuestro reino hará ver que sois una persona de honor-contestó el Rey.

-Además-Bulma me miró directamente a los ojos-, él debería empezar a hablar de nuestro honor por las hazañas que hicimos no mostrando a la primera nuestro gran cabello.-

Aparté la mirada de ella y sonreí levemente. Yo sabía que detrás de aquellas palabras, que aunque eran ciertas, se podía ver que estaban ocultando algo... algo importante para ella.

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POV General.

La comida pasó rápida y tranquila. El Rey Vegeta intentando ser cortés con las dos jóvenes le habló a ambas un poco de como era su raza y cuales eran sus costumbres. Ellas podían haberse impresionado pero después de haber vivido en la base de Freezer... ¿qué podía superarlo?

Cuando terminaron el Rey Vegeta salió del comedor en compañía de Nappa hasta la Sala Real, donde se sentó en el trono. El monarca estaba empezando a sentirse agradado con la presencia de las dos muchachas. A pesar de haberse criado con el asesino más grande del Universo ellas eran distintas a él, incluso no se podían comparar con las mujeres saiyajins. Al menos no con todas...

(Flash Back)

El Rey Vegeta se encontraba en el laboratorio que estaba al lado de las salas de combates que estaban casi terminadas. Allí estaba en compañía de un hombre de melena y gran bigote, con gafas y un gato negro al hombro.

-¿Cómo va todo, Brief?-preguntó el Rey mirando al hombre que tenía delante.

-No puede ir mejor-la respuesta creó una sonrisa en el rostro del monarca-. Dos días nada más, Vegeta, y podrás inaugurar las salas de combates junto con tus mejores y leales guerreros.-

-Una buena noticia-dijo el Rey que observaba como el humano guardaba papeles del laboratorio.

Los hombres siguieron conversando cuando se vieron interrumpido por otras voces, aunque femeninas. Tras las puertas del laboratorio se podían ver a una mujer de larga melena oscura y ojos azabaches que cargaba entre sus brazos a un niño de tres años, con el pelo puntiagudo y ojos negros. Al lado de ella una mujer de pelo corto rizado color rubio y ojos cerrados, se podía apreciar en ella una gran barriga de embarazada.

-Querido-dijo la rubia mirando al científico-, estaba hablando con la Reina de que deberían venir un día a casa. ¿No crees que es buena idea?-

-Por supuesto, cariño-contestó el dr. Brief mientras seguía ordenando.

-Iremos nada más nazca vuestro bebé-sonrió la Reina mientras acariciaba al niño que tenía entre sus brazos que ya caía en un profundo sueño-¿no crees, Vegeta?-

-Ya sabes Arwen que tenemos mucho que entrenar-la mujer se molestó ante la respuesta del monarca.

-No os preocupéis-intervino el humano para que no comenzara una pelea entre ambos monarcas.

La Reina Arwen observó un momento a su compañero de brazos cruzados y mirada puesta en el pequeño que cargaba.

-Y...-la saiyajin decidió cambiar de tema-¿sabéis que será?-

-No sabemos nada-contestó la rubia-, pero dentro de un mes lo descubriremos.-

-Sea lo que sea será buen amigo de vuestro hijo-comentó el dr. Brief una vez acabado de ordenar su laboratorio.

-Y si es una niña a lo mejor luego acaban siendo más que mejores amigos-rió Arwen mientras aferraba a su hijo.

-¿Qué estás diciendo, Arwen?-la mujer miró al Rey-Vegeta tiene que estar con alguien de su raza.-

-¡Vegeta!-se quejó ella-no hagas esos comentarios... ¡ofendes a los Briefs!-

-Tranquila-el dr. Brief habló con rapidez-. Es normal que una raza fuerte tenga que estar con alguien fuerte. Si estuviera con alguien de rango más débil no creo que sus hijos salieran con gran fuerza.-

-¿Ves?-el Rey miró a su mujer que estaba molesta-él lo comprende.-

El Rey Vegeta salió del laboratorio dejando a los tres y al niño en él. La mujer se mordió el labio inferior y miró a los dos humanos.

-Lo siento... últimamente está nervioso por saber como irá con las salas de combate...-la mujer se dio la vuelta y salió del laboratorio.

La Reina supuso que el monarca se encontraría en la habitación, ya que le gustaba mirar tras su ventana y hundirse en sus pensamientos. No tardó en llegar y en encontrarle mirando por ella. Con cuidado dejó al niño dormido sobre su cama para darle un beso en la frente y volver la mirada hacia su compañero.

-Vegeta-susurró su nombre mientras posaba una mano sobre su hombro-, no fuiste muy educado con una persona que te está ayudando tanto.-

-¿No entiendes que me molesta esos comentarios tuyos?-él la miró a los ojos-los odio tanto...-

-Siento si te incomoda mi forma de pensar-ella miró tras la ventana-, pero nada me hará cambiar de opinión... lo sabes.-

-¿Sabes lo que realmente odio de ti?-ella volvió la mirada a él-que seas tan parecida a esos humanos... no pareces una mujer saiyajin.-

-Entonces no entiendo que haces conmigo-dijo la mujer envolviéndose entre sus brazos-no sé como demonios has tenido un hijo conmigo ni como...-

Antes de decir algo más la boca del Rey se hundió en la de la mujer. La tomó tan de improvisto que no le dio tiempo a cerrar los ojos. Cuando se separaron la tomó del rostro obligando a que le mirase a los ojos. A él le encantaba perderse en su cálida mirada, una desconocida en los saiyajins y que sólo ella tenía.

-¿No ves que tu diferencia me gusta?-ella sonrió ante el comentario-pero debes entender que...-

-¿Acaso no te gustaría que tu hijo estuviera con una mujer diferente a una saiyajin?-preguntó Arwen impresionando al rey-yo no iba a prometer a Vegeta con el bebé de los Briefs si una niña sea lo que tengan... no voy a obligar a mi hijo a algo así.-

-¿Entonces cuál es el porque de tu comentario anterior?-

-¡Quiero que mi hijo sea amigo de aquel bebé que nazca de los que nos ayudan! ¿Qué malo tiene eso?-la mujer frunció el ceño molesta-ellos crecerán y si a Vegeta le gusta "ella" pues bienvenida sea a la familia.-

El Rey Vegeta contemplaba a la mujer que tomaba del rostro. Él sabía que ella lo debilitaba pero no le importaba si al menos podía tener esa mirada siempre a su lado...

(Fin Flash Back)

El Rey contemplaba el suelo mientras sus recuerdos le taladraban la cabeza de una manera dolorosa. Cuando parpadeó fue cuando volvió en sí. Pudo ver a Nappa contemplarle de reojo, eso incordió al monarca.

-¿Qué demonios haces, Nappa?-preguntó con notoria molestia.

-Majestad, tenía una duda importante-respondió Nappa recobrando su posición.

-El cómo hayas nacido es una duda demasiado importante-comentó el Rey irritado ante el soldado. Si no hubiera sido por su alto nivel de fuerza él jamas hubiera sido mano del rey... y a pesar de ello debía soportar el interrogatorio de Nappa. Preguntas demasiado tontas que incordian al monarca-di ya lo que te "perturba".

-Dudaba de si lo que acaba de pasar... que esa niña se haya cortado el pelo... ¿no nos traerá problemas con Freezer?-el Rey Vegeta alzó una ceja impresionado por el razonamiento del soldado.

-Si hubiera algún problema lo tendría ella que fue quien se lo cortó-respondió con firmeza el Rey-a pesar de ello fue él quien nos vendió a las dos humanas como si fueran dos esclavas. Lo que las pase no debe ser ya de su incumbencia.-

El Rey Vegeta dudaba de sus propias palabras. Sabía que lo de Bulma iba a traer más de un problema con Freezer.

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POV Bulma.

Estaba en la habitación que compartía Chi Chi con el soldado Kakarotto. Me encontraba sentada sobre su cama junto con mi amiga que me daba la espalda para que pudiera peinar su largo pelo azabache creando una trenza.

-Espero que no te importe, Bulma-dijo mi amiga mientras yo seguía con mi trabajo-a mi me gusta mi cabello largo.-

-Claro que no me importa-contesté sonriendo-. Yo sólo quiero que lo tengas por eso mismo, porque te gusta. No por... Freezer.-

Tras mis palabras se hizo el silencio. Sabía que mi amiga debía estar extraña y sorprendida por mi comportamiento repentino. Primero me corto el cabello y ahora reniego de aquel al que llamaba Padre Freezer. Por mucho cuidado hacia mí él no era ni será mi padre.

-Sé sincera, Bulma-terminé de hacerla la trenza y se dio la vuelta para seguir hablándome mientras me miraba a los ojos-. Hay más que el orgullo y el honor.-

-¿A qué te refieres?-pregunté evitando su mirada.

-Sé que lo que contaste en la comida era cierto-volví la mirada a ella, esto no lo podía evitar, tenía que oírla y hablarle mientras la miraba a sus ojos azabaches-. Sé que eso era una cosa de varias justificaciones, Bulma.-

-Chi Chi-me levanté de la cama mientras la miraba desde mi posición-, ¿no lo estás viendo? Este dentro de poco será mi pueblo. Les voy a ayudar para matar a Freezer. ¿Piensas que las salas de combate son sólo por puro entrenamiento para conquistar planetas sólo y únicamente para dárselos a él? Es para romper su alianza comenzando una batalla para acabar en una brutal guerra.-

-¿Dices que lucharás contra Padre Freezer sólo porque de aquí hasta dentro de un tiempo serás la reina del planeta?-Chi Chi se levantó con el ceño fruncido-¡eso sería una traición y...!-

-¡No!-la interrumpí-¿qué traición ni que nada, Chi Chi? ¿Acaso no lo ves? ¡Freezer nos ha metido en la cama de dos hombres que no conocemos de nada! Era él quien nos hablaba de orgullo, dignidad y lealtad... ¿dónde quedaron esas palabras para él? ¡No traiciono a alguien que me habló de maravillas y me acabó dando lo contrario!-

Ella se quedó en silencio con los ojos abiertos como platos. Di un largo suspiro y la tomé de las manos mientras cambiaba miradas con ella.

-¿Sabes por qué Freezer siempre nos hacía esas "pruebas médicas"?-ella me miraba con atención a pesar de que no dijo e hizo nada-porque no confiaba en nosotras... Aquella máquina en la que estudiaban nuestro estado no era precisamente para saber por nuestra salud sino por saber si eramos puras...-

-¿Có-cómo?-la sorpresa y el miedo se podían ver en sus ojos.

-¿Te acuerdas cuando pasó aquello con Jeice?-ella agachó la mirada y yo le levanté el rostro-él se percató de tus miradas hacia él y fue cuando aumentó nuestras visitas a la enfermería para que mirasen si seguías siendo virgen.-

Chi Chi dio un paso hacia atrás soltando mis manos. Notaba sus ojos llenos de lágrimas, fue cuando me arrepentí de mi sinceridad. Sin decir nada se dio la vuelta y salió corriendo abandonando la habitación. El temor apareció en mi interior, no todos los saiyajins sabían de nosotras, por lo que no sabrían de que estábamos bajo la protección de la realeza. Intenté ir a buscarla pero no la encontré. Miré alrededor por si encontraba algún guerrero que pudiera ayudarme y fuera a buscarla.

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POV Chi Chi.

Salí del castillo quedando en los jardines. Me senté en la hierba mientras agarraba mi trenza y la tocaba para sentir el tacto del peinado. No quería creer las palabras de mi amiga Bulma pero mentirme no serviría de nada porque sabía que era verdad...

Padre Freezer nos hablaba de la lealtad como lo más importante. Bulma y yo debíamos hacerle sentir orgulloso pero... ¿por qué nosotras no podíamos estar orgullosas de él? Si lo pienso bien yo todavía no vi un gesto bueno de él hacia nosotras, posiblemente, el único, cuando nos ayudó porque mi madre nos lo pidió pero yo no me acuerdo de aquello.

Todas aquellas palabras que sonaban fuertes y te hacían latir el corazón de emoción sólo por convertirte en el sinónimo de ellas eran todo mentiras. Patrañas que se inventaba él sin todavía saber por qué, pero recordando... él nunca se fió de mi lealtad. Creyó que podría haberle faltado el respeto estando con Jeice...

(Flash Back)

Salí de mi habitación en la base con un sobre en las manos que encontré sobre mi cama. Por el camino lo abrí y comencé a leerlo. Me molestó al ver lo que ponía en él.

-Otra vez una prueba médica-suspiré.

Últimamente aumentaron las pruebas médicas, con esta ya era la tercera en el mes y estábamos a mediados de él. Luego tampoco era algo a lo que no encontraba explicación pues cuando nos hacíamos aquellos exámenes Malaka nos daba un diagnóstico muy corto 'Todosbien, niñas'. ¿Si todo estaba bien porque la insistencia para seguir haciéndonos pruebas?

-Mocosa-oí la voz de un hombre. Vi a Jeice apoyado en la pared de brazos cruzados y media sonrisa.

-Jeice...-me sorprendí al verle tan cerca de mi habitación. Intenté no ponerme nerviosa-¿qué quieres, idiota?-

-¿No me digas que vas a sacar las uñas?-se separó de la pared acercándose a mí mientras yo retrocedía.

-Si tienes algo que decir dilo ahora que no tengo tiempo para tonterías-al final choqué con la pared que tenía detrás de mi.

-¿De verdad crees que no sé lo que te ronda la cabeza, niña?-Jeice me acorraló apoyando sus brazos a ambos lados de mi cuerpo-ya sé lo que te hago sentir.-

-Maldita sea, Jeice. ¡Aparta!-intenté alejarle de mí pero eso era algo totalmente imposible-si no te quitas ahora mismo te aseguro que no dudaré en gritar.-

-Déjame un segundo para temblar-se rió con burla y de pronto se acercó a mi oído y susurró algo en él-te aseguro que si gritas por mí no será de la manera que crees... haré que ruegues por mí, niña.-

Cerré los ojos cuando noté sus manos en mi cintura y su lengua probando mi cuello. El sobre que tenía en mis manos cayó al suelo para poner mis manos sobre sus hombros mientras mordía mi labio inferior al notar el roce de Jeice sobre mí. Comencé a ponerme nerviosa cuando sus manos ascendían por mi vientre, pero antes de parar noté sus manos lejos de mí.

-¡Jeice!-abrí los ojos para ver a Ginyu agarrando del cuello a Jeice-¿qué demonios crees que estás haciendo?-

-Tranquilízate, Ginyu-Jeice logró liberarse del agarre de su capitán-no hice nada malo.-

-¿Cómo que no?-rugió el Ginyu-¡te has atrevido a tocar a una de las mocosas del Gran Freezer! Agradece que haya sido yo quien lo haya visto y no otro que hubiera ido corriendo a contárselo a él.-

Jeice emitió un gruñido y desapareció a lo largo del pasillo. Yo me agaché para recoger el sobre que se me cayó. De pronto noté una mano agarrando mi brazo. Fue Ginyu quien me levantó obligándome a mirarle a los ojos llenos de rabia.

-¿Tú crees que te vas a librar de mí, mocosa?-fruncí el ceño ante tu comentario-¡ya he visto lo bien que te lo pasabas con él!-

-Sacas las cosas de contexto-respondí con rabia-¡fue él quien se atrevió a tocarme!-

-Entonces la próxima vez grita para que le paren-aparté la mirada de él ante el comentario-. Si Freezer te hubiera visto ahora mismo él estaría muerto y tú le servirías para lo que te tenía pensado hacer Jeice... o tal vez le acompañarías siendo asesinada por tu padre.-

Apreté los puños con fuerza y sin mediar palabra me di la vuelta para volver a mi habitación. No tardé en entrar y meterme en el baño. Necesitaba limpiar mi cuerpo y frotar con fuerza las zonas donde me tocaba Jeice. Después de las palabras de Ginyu sólo quería borrar las huellas de aquel soldado... no debía haber ocurrido, no debía haberme dejado llevar por él. Puede que me gustara pero no tenía derecho... yo no me sumaría a su lista de mujeres.

(Fin Flash Back)

Por suerte Jeice ya estaba más que olvidado para mí. Él era algo del pasado ahora.

Di un largo suspiro y me levanté de la hierba para volver al castillo. Cuando me di la vuelta me encontré con aquel soldado que era lo contrario de todo aquello a lo que estaba acostumbrada a ver. Sus ojos de niño pequeño y su sonrisa inocente eran un enigma para mí.

-Chi Chi-me nombró Kakarotto mientras se acercaba a mí-, Bulma me pidió venir a buscarte.-

-Ahora iba a volver dentro-dije mientras miraba el cielo-. Ya va a caer la noche.-

-No muchos saben de vuestra llegada ni que estáis bajo la protección de la Familia Real y los soldados del castillo-me dijo él-. Será mejor entrar antes de que anochezca.-

Asentí y entré a su lado al castillo mientras mi mente seguía vagando en el recuerdo de la mentira de... Freezer. Espero que mi verdadero padre si que esté orgulloso de mí allí donde esté.

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POV Bulma.

Ya habían pasado varias horas desde mi conversación con Chi Chi. Kakarotto la encontró y pude volver a hablar con ella. Me dijo que se sentía molesta y ante todo herida por la mentira de Freezer. Me sorprendió que ella ya no lo llamó Padre Freezer pero supongo que era normal.

Habíamos hablado y cenado con la misma compañía que a la hora de la comida. Yo volví a mi habitación donde debería estar el Príncipe Vegeta. Al entrar al dormitorio vi que estaba vacío. Pronto oí un ruido que pude reconocer como la ducha, así que él estaba allí.

Decidí ponerme ropa cómoda y quitarme ya ese vestido. Fui a ver lo que me echaron de equipaje, era cómico porque los soldados no sabían doblar ropa, no perdían el tiempo con ello, pero al verla bien doblada y puesta supuse enseguida que debía ser cosa de Zarbon, pues Freezer mandó a que nos hicieran a Chi Chi y a mi el equipaje a algún soldado. Empezaba a dudar de si él era una mujer y no un hombre como decía. Ya sabía que era demasiado afeminado y que le gustaban los hombres pero esto ya era extraño para un asesino.

Buscando ropa para dormir vi que en vez de tener pijamas largos sólo había camisones. Estaba comenzando a dudar que hacía aquella ropa allí. Si Freezer quería que siguiéramos siendo vírgenes lo tenía difícil, aunque a Vegeta sería complicado de seducir ¿o tal vez no?

Me puse el que parecía más largo, tres centímetros por encima de las rodillas. Era de color azul oscuro con bordes de color rosa. Me miré en un espejo y no pude evitar sonrojarme. No me había visto jamás con una ropa así y empezaba a gustarme. Tal vez una vida nueva significaba ropa nueva.

Decidí sentarme sobre la cama, ¿qué debía hacer? ¿Esperar a Vegeta o dormirme e ignorarle? Antes de pensar bien una respuesta oí la puerta del baño abrirse. Ni siquiera escuché cesar el agua. Miré como salía vestido con una toalla azul que cubría sólo la parte inferior de su cuerpo y su cola peluda rodeando su cintura.

Me quedé sorprendida al ver su cuerpo de guerra, fuerte y tonificado adornado con cicatrices de algunas batallas. Había visto numerosos soldados con un cuerpo como el suyo pero ninguno era tan parecido a mi raza que me hacía sentir... ¿cómo se describe una sensación que jamás antes he sentido? Nervios, deseo, escalofríos... sentía vida en mi interior, como un fuego que encendía mi cuerpo.

-¿Qué demonios miras, niña?-levanté la vista para verle con su ceño fruncido. ¿No se cansa de ese gesto?

-Yo...-me puse un poco nerviosa y en un intento de calmarme logré mantener la compostura-observaba tus heridas.-

-¿Mis heridas?-el bajó la mirada para observar las cicatrices-has estado en una base repleta de guerreros. ¿Acaso no has visto heridas peores?-

-No he visto a muchos soldados desnudos de medio cuerpo-aparté la mirada por si podía leer la mentira en mis ojos. Haber estado con Malaka en la enfermería me hacía ver a los hombres medio desnudos e incluso completamente cuando debían entrar a un tanque de recuperación.

Él no dijo nada más, se dio media vuelta y se dirigió al armario. Suponía que se quitaría la toalla y se vestiría delante de mí, por lo que me tumbé. Me metí debajo de las sábanas mirando al otro lado de la cama el cual fue el lugar donde se tumbó Vegeta. No cambió mucho su vestuario, cambió su toalla por ropa interior, nada más.

Se tumbó mirando hacia mi lado provocando que nuestras miradas se encontraran. No sé porque pero su cuerpo había inundado mi cabeza. Seguir mirándole me pondría nerviosa así que decidir darme la vuelta para no seguir observando su penetrante mirada.

Cerré los ojos para lograr dormir pero de pronto noté una mano sobre mi cintura y la cabeza de alguien apoyándose sobre mi hombro, dejando sus labios cerca de mi oído notando como su respiración golpeaba en él. Ese alguien sólo y únicamente podría ser Vegeta.

-No sabes disimular bien tus miradas-susurró en mi oído en un tono extraño en él.

Su roce desapareció para notarle en la lejanía de aquella cama. Me di un poco la vuelta para poder ver como él iba a dormirse mirando hacia el otro lado. No pude evitar mirarle una última vez, esa sensación extraña para mí empezaba a agradarme. Decidí intentar dormir a pesar de que las palabras de él irrumpían en mi cabeza.

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¡Espero que os haya gustado! ¡Gracias por leer y no os desconectéis ;)!

~Nephim

*Just.Tonight (fanfiction)

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