Luego de comer, Física llevó a Gold Jr a su cuarto, cerrando con seguro. Gold y Fred se quedaron cuidando a sus hijos y a la castaña en el cuarto de esta última. El rubio seguía sin acostumbrarse a no hablar formal, a ser más libre con sus expresiones... Y había algo que quería decirle a su primo.

Pero estaba prohibido decirlo aunque fuese como una mera broma. Nadie podía saber de la existencia de su hijo Jhonatan. Mucho menos, que dio a luz gracias a su abuelo y la relación incestuosa que mantuvieron por casi 5 años.

Así que se encargó de simplemente hablarle de lo vivido con su abuelo, de todo lo que tuvo que vivir para ser de ese modo, de como pensaba volver a ser él mismo para estar con él... El medio albino sonrió al oírlo, le daba lástima que su primo y amor, pero sin duda alguna estaba feliz de que volvían a estar juntos.

—Ya todo acabó Física...  Estamos juntos otra vez... —Susurraba el de ojos grises, sonriendo y besándole el cuello de manera sutil acariciando su cadera.

Enfocándose más  en aquella cicatriz que había quedado en el trasero de su bello chico, una marca que les recordaría lo que había sucedido siempre, algo que jamás iban a poder olvidar.

Ya dos semanas habían pasado desde el regreso de Física, poco a poco este iba volviéndose más a como lo era antes, siendo más risueño y alegre, la música también llegaba a ambos, mirando los videos de las presentaciones que habían tenido de jovenes.

Física quería volver a cantar, volver a esos años cuando ser feliz no le costaba tanto. Lloró más de una vez por eso, pero sus padres estuvieron allí para ayudarlo a sonreír nuevamente, nunca iban a dejarlo caer otra vez.

Fred miró a su padre algo confundido, no entendía porque este comenzaba a hacer sus maletas para irse a otro sitio, pero tampoco quería preguntar, después de todo, ambos eran adultos y podían hacer lo que quisieran con sus vidas. Quizás se encontró una nueva mujer con la que estar, o iba de viaje a visitar a algún familiar...

Pero lo que nadie sabía ni sospechaba, era que Frank iba de camino a la casa de Henrick, para hacerse cargo de su nuevo hijo. No basta ni sobra decir lo molesto que estuvo al enterarse, lo molesto y lo dolido que se sintió al saber que el rubio seguía sin verlo del todo como una pareja estable, no era bueno, pero no podía dejarlo. Lo amaba demasiado como para fingir que no existía.

Golden ya recuperado de su herida estaba hablando con su hermano y sus respectivas parejas acerca de lo que podrían hacer, después de todo, podían estar más tranquilos ahora que Física había vuelto a ser él mismo y Henrick parecía haberse olvidado de querer joderles la vida.

Quizás irse de vacaciones en familia sonaba bien, y comenzaron a discutir el posible destino, bebiendo un poco y también comiendo, sin falta estuvieron las ocurrencias algo estúpidas que a veces podían tener los cuatro ositos, porque Gold no salvaba de a veces tener ideas tontas.

Mientras ellos andaban en lo suyo, Física con su cabello un poco más largo estaba abrazando el pecho desnudo de Gold Jr, aspirando su aroma con un gran rubor y una linda sonrisa de satisfacción.

—Eres algo difícil de satisfacer...

—Eso, o tu perdiste tu toque... ¡Te estas oxidando!—Respondió entre risas suaves e "inocentes" el rubio, subiendo la mirada para verlo, dándole suaves besos en la mejilla.

Las quejas del otro no se hicieron esperar, pero con un beso en los labios el hijo de Golden y Freddy logró calmar a su ahora novio.

Era demasiado bueno para ser verdad.

Pero era todo lo que necesitaban todos.

Unos momentos de felicidad y tranquilidad. Recuperándose de aquel golpe emocional (y físico) que sufrieron por culpa de los celos y la envidia de Henrick.