Di unas profundas respiraciones mientras bajaba las escaleras hacia el sótano. Mamá llegó más temprano de su trabajo en la tienda de ropa y Brenda la convenció de dar un paseo junto a mi hermanito. Así no se dará cuenta que tenemos a una persona atada en el sótano. Dios, parecemos unos psicópatas.

Si, ¿No es genial?

-Ahora no Jonny. -murmuro frotando mis manos con nerviosismo.

-Iré primero. -dice Facu abriendo la puerta para luego entrar, pude ver a Mike atado, así no que soporto más y sigo a mi primo hasta quedar frente al chico de cabello teñido.

Michael mira a ambos y luego terminan jalando sus ataduras -¡Suéltenme ahora! -ordena clavando sus ojos verdes en mí.

Si, claro. De inmediato, Elliot.

-¿Y por qué deberíamos hacerlo? -pregunta Facu arqueando una ceja.

-Para regresar al manicomio. Ellos sabrán detenerme. -responde manteniendo el mismo tono agresivo. Estoy confundida, él y Elliot se están pareciendo demasiado.

-Eh... creemos saber lo que te sucede Michael. -hablo llamando su atención, pero de inmediato baja la mirada.

Si. Estás poseído como la chica del exorcista por tu primo, eso es muy normal, créeme.

¡Jonathan!

-¿Qué me pasa? -susurra manteniendo la vista en sus pies. Se oye tan quebrado, lastimado, arrepentido.

¿Cómo puedes saber todo eso con escucharlo?

-Elliot está dentro de ti. -murmuro tocando su hombro con mi mano, no puedo evitarlo y le doy un fuerte abrazo. Siento como si fuera la última vez que lo haré.

Entonces siento sus brazos rodeándome, mi respiración se acorta, haciendo que mi vista se torne borrosa por completo y al levantar un poco la mirada puedo ver a Facundo tendido en el suelo. Sin vida.

-¿Q-Qué hiciste? -hablo apenas sintiendo una punzada en mi estómago. Una extraña sensación se expande por mi cuerpo, estoy muriendo.

-Si yo no te tengo, Mikey tampoco. -susurra Elliot en mi oído, oprimiendo con más fuerza el cuchillo en mi vientre.

Las gotas de mi sangre caen al suelo lentamente, todo desaparece a mi alrededor hasta que siento mi cuerpo descansar en los brazos de ese asesino. No sé cómo pasó esto, pero miro una vez más a Elliot con rabia pero un sonriente Mike está junto a mí.

-Te lastimó y yo lo maté. -habla juntando su frente con la mía, todo el dolor que sentía desapareció al igual que la rabia. Siento paz ahora.
Él es libre para estar juntos.
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¡Yyyyyy, corte!

Me levanto de la cama en donde me encuentro y miro a mi alrededor rápidamente, mi respiración está agitada, no entiendo lo que está pasando. Estoy en la habitación de un hospital. ¿Qué demonios?

-Ya era hora de que despertaras. -me dice una enfermera sonriendo.

-¿Dónde estoy? -que pregunta tonta.

-Es la enfermería del hospital. ¿Recuerdas lo que pasó? -pregunta tocando mi frente, es cuando noto que tengo un golpe ahí.

-No mucho... -murmuro pensativa, no puedo decirle todo lo que pasó -¡Mike! ¿Dónde está él? -le pregunto de inmediato haciendo que me sonría.

-Oh, debes estar hablando de tu novio. Él está esperando afuera a que despertaras. -contesta haciendo que mis ojos brillen, entonces todo fue un sueño. Ninguno de los dos estamos muertos.

En ese momento veo a mi supuesto novio entrar a la habitación a pedido de la enfermedad, rápidamente doy un salto en la cama cuando Elliot se acerca a mí -Gracias a dios estás bien. -habla sonriendo mientras sostiene su skate bajo el brazo derecho.

-No te me acerques. -le aclaro abrazando mis piernas -¿Qué pasó? -pregunto mirándolo con el ceño fruncido.

Deja de actuar así, pareces una loca.

¡Jonathan! Que bueno oírte en mi cabeza.

-Entiendo, estás molesta. -Elliot llama mi atención -No debí prestarte mi skate sabiendo que nunca haz usado uno. -comenta subiendo y bajando los hombros.

-Espera. -digo frotando mis sienes, bajo mi vista y veo que tengo el uniforme del instituto.
¡¿Qué mierda pasó Jonny?!

Nada, sólo te golpeaste la cabeza.

-Ella no recuerda mucho lo que pasó. -le explica la enfermera a Elliot.

-Jane, yo te estaba acompañando a casa cuando te presté mi skate y bueno... Terminamos aquí por tu golpe. -me dice él caminando hacia mí. Yo me vuelvo a alejar.

-¿Y he estado en coma por mucho tiempo? -pregunto, esto se parece a las historias que leo.

-¿Qué? No, sólo por dos horas niña. -contesta la mujer soltando una risa.

-¡¿Qué?! Pero...

La mente es increíble ¿No?

Al día siguiente~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
-¿Entonces vos hiciste todo esto en dos horas? -le pregunto a mi conciencia, claro, se lo digo en mis pensamientos para que nadie me crea una loca. Voy de camino al instituto.

Claro, todo lo que sucedió después del golpe del skate fue un sueño. Me explica Jonathan.

-Entonces... ¿Elliot no es malvado?

Nop, sólo el idiota de siempre.

-¡¿Y Michael?! -me detengo de golpe.

Lo creé yo, no existe.

Esa respuesta me deja helada. No puede ser posible. No sé qué haría sin él.

No me digas que te pusiste así por una creación de tu subconsciente.

-Cállate. -gruño apretando los puños. Entro al fin a clases y el profesor aún no a llegado, Elliot está ahí como siempre rodeado de las chicas populares, pero ahora no me parece muy atractivo. Sus ojos claros no son nada parecido a los ojos de Michael. ¡Te odio Jonathan! ¿Por qué me hiciste esto?

Deja de quejarte, debés estar feliz por no quedar en coma o con secuelas.

Te odio, te odio, te odio.

-Jane. ¿Puedes prestarme los deberes de ayer? -me pregunta alguien. Esa voz es la del chico que siempre me pide los deberes. Que fastidio.

-Aquí tienes. -digo con el ceño fruncido, le extiendo las hojas en mi mano y él las toma para volver a su asiento que casualmente está junto al mío. Una vez me pidió disculpas por ser tan molesto conmigo, no le tomé mucha importancia ya que estaba viendo a Elliot en su práctica.

-Jane, gracias a ti tengo buenas notas. Me siento una sanguijuela. -se disculpa riendo -¿Puedo invitarte algo a cambio? -agrega.

Genial, ahora otro chico me está invitando a una cita, no estoy de humor -Escucha... -comienzo mirándolo cuando al fin dejo de anotar unas cuantas cosas en el informe que debemos entregar.

-¿Si? -él me sonríe haciendo que abra los ojos de la sorpresa.

Jejejejejeje. No tienes la suficiente imaginación para crear a una persona. Se burla Jonathan.

-¿M-Mike? -susurro teniendo mis mejillas rojas.

-Si. En persona. -asiente con la cabeza para luego mirar hacia atrás -Parece como si hubieras visto un fantasma. -bromea riendo.

¡¿Quién es la idiota ahora?! Él está aquí desde que comenzaron el instituto y nunca lo notaste por estar babeando por Elliot.

-No me hagas caso. -digo cuando al fin consigo hablarle -Y me encantaría salir contigo.

-¡¿En serio?! -Mike de sorprende tanto que termina cayéndose de espaldas con todo y silla, llamando la atención de los demás alumnos de la clase. Elliot se burla haciendo a todos reír, pero yo lo ignoro y tomo la mano de Michael para ayudarlo a levantarse.

De nada.

-Gracias Jonathan. -le digo en voz baja cuando estoy junto a Michael compartiendo un helado en el centro comercial.

Fin