Cap. 23
Luego del pequeño accidente con Michael en su cuarto, unas enfermeras me llevan a la enfermería para limpiar las mordidas que él me había hecho.
-No sabemos lo que pasó querida, el paciente Clifford no era agresivo ni peligroso. -habla esa mujer hace por mi cuello, el alcohol del mismo hace que me queje un poco por el ardor.
-No sé lo que sucedió. -murmuro pensativa.
-No vuelvas a acercarte a él ¿Si? -me aconseja mientras arroja los algodones al tacho de basura.
Yo sólo asiento, bajo de la alta camilla y ella me acompaña a la puerta, cuando la abre, mi mamá me da un fuerte abrazo.
-Estoy bien mamá, sólo son marcas. -hablo al sentir que me estruja con fuerza.
-Lastimaron a mi bebé, no me lo voy a perdonar. -contesta cuando de aleja.
-Estoy bien, enserio. -insisto y sonrío.
-Vamos, saldremos de este lugar. -ella me lleva al auto, en realidad no quiero irme, quiero hablar con Mike otra vez.
-No quiero que vuelvas a verlo Jane ¿Entendiste? -me dice mi madre seria.
-Si. -respondo mientras miro por la ventana de la puerta del asiento del copiloto.
Esa misma noche...
¿Qué hacés despierta a esta hora? Vas a tener unas horribles ojeras después.
-¿Otro ataque de diva Jonny? -sonrío rodando los ojos.
Ya en serio, estos es muy peligroso. ¡No puedes...!
-¡Hey! A mí no me gritas ¿Okey?- lo interrumpo porque no tengo ganas de discutir.
Sólo entiendes a los gritos ¿Cómo se te ocurrió esta idea? No fui yo. -habla curioso.
-Se me ocurrió a mi solita.
Ya veo por qué es tan mala idea.
-Voy a buscar la escoba. -le advierto.
¡No, por lo que más quieras, la escoba no!
-¿Entonces estás de acuerdo con mi idea? -pregunto sonriendo.
Es muy arriesgado Jane.
-Ya es tarde... llegamos. -murmuro al tener frente a mí las rejas negras del hospital psiquiátrico.
Por suerte, sólo hay un guardia en la puerta principal, además se encuentra dormido. Entonces salto las rejas y entro al complejo.
Camino hacia la mesa de entrada y miro los pasillo intentando recordar el número de habitación de Michael.
Las luces se encuentran apagadas dando un efecto espeluznante a los pasillos como si fueran abismos de oscuridad. Trago saliva y reúno todo mi valor para seguir adelante.
Logro encontrar la habitación de Mike y abro la puerta lentamente. El pelirrojo temporal se encuentra dormido en su cama cubierto con sábanas.
Camino lentamente, cuidando mis pasos, para no despertalo.
Me acerco a su oído y susurro un -Michael despierta...
Él abre los ojos y frunce el ceño para acostumbrarse a la oscuridad en donde sólo una pálida luz nos ilumina.
-¿Jane? -murmura abriendo sus ojos verdes.
"¡¡Me encantan!!" Es lo que piensas ahora. -dice Jonathan metiéndose como siempre en mis asuntos.
-Espero que no estén prohibidas las visitas a media noche.-hablo sonriendo. Ya no resisto y me acerco a él para besarlo.
Extrañaba demasiado sus besos.
Okey, pero no olvides a lo que viniste. -maldito Jonathan arruina momentos.
Mike sigue el beso hasta que me alejo sonriendo. Ahí es cuando logro lo que estaba queriendo, él sonríe de nuevo con esa sonrisa desquiciada haciéndo que me asuste un poco pero no me hará nada malo.
Intenta tomarme de la manera brusca como lo hizo antes pero sus muñecas permanecen fijas a los lados de su cabeza, es cuando se da cuenta de que se encuentra atado a la cama de manos y pies.
-¿Qué es esto? -su voz suena mucho más grave de lo normal. Ya no es Mikey.
-Tomé mis precauciones... ahora habla ¿Quién eres? -digo seria mirándolo a los ojos.
Suelta un suspiro con una pequeña risa y niega -Muy lista Jane, soy Mike. -responde sonriendo de costado.
-No, no eres él.
-Oh... me descubrirte. -dice con falsa inocencia -Debiste haber sentido el dolor de ese idiota cuando vos ya no querías volver verlo. -comenta mientras sonríe de costado.
Tomo un tiempo para pensar y recuerdo que "el lado malo" de Mike aparece o sólo se muestra si yo estoy presente.
-¿Qué quieres? -pregunto continuando con el interrogatorio.
-A vos en mi cama, gimiendo debajo de mí. -contesta subiendo y bajando ambas cejas -No te arrepentirás. -agrega guiñandome un ojo.
No pudo ser más específico. -habla mi conciencia con sarcasmo ¡¡Te quiere dar... yo le daré un golpe en su cara!!
-Es obvio que ese no es Michael. -pienso seria cruzando los brazos.
-¿Qué dices Jane? -habla él refiriéndose a su, para nada, encantadora propuesta.
-Ni en tus sueños. -respondo apretando con fuerza los dientes.
-Pero si en mis sueños ya lo hemos hecho un millón de veces y siempre quieres más. -habla sonriendo de costado y luego muerde su labio inferior.
-De seguro porque nunca me dejabas satisfecha. -se me ocurre contestar.
Mike... digo "su lado malo" frunce el ceño, creo que se molestó con mi comentario.
Da un fuerte estirón a las ataduras de sus manos haciéndome creer que se desataran en cualquier momento.
-Sueltame y te lo demostraré. -Puedo sentir la rabia en sus palabras.
-¿Y que me dejes más de estas marcas? -le enseño mi cuello con sus mordidas.
-Si no nos hubieran interrumpido te hubiera dejado marcas como esas por todo tu cuerpo. -comenta haciendo que me de escalofríos.
¿Ya puedo golpearlo?
-Sólo inténtalo una vez más. -lo desafio acercando mi rastro al suyo, supongo que no debo preocuparme porque lo sujeté con buenos nudos.
-Muy valiente, eso me gusta. -sobla un poco de aire en mi rostro haciendo que cierre los ojos, en eso, siento que sus manos llevan mi cabello hacia atrás -Y los nudos no se atan de esa forma. -murmura mostrándome las cuerdas desatadas.
Carajo... ¡Corre!
Él me apega a su cuerpo rodeando mi cintura con sus brazos, forcejeo para apartarlo, no es necesario aclarar que es mucho más fuerte que yo.
-Como no quieres hacerlo por las buenas, va a tener que ser por las malas. -murmura en mi oído.
¡Ya basta! Siento que mi brazo derecho se llena de una fuerza extraña y termino golpeando a Michael en el rostro.
Se lo merecía.
-¡Ah! -se queja él y toca su mejilla izquierda.
Su agarre se a aflojado pero no me separo hasta saber lo que sucede.
-¡Jane! -dice preocupado al verme -¿Traté de lastimarte de nuevo? -me pregunta sentándose en la cama e inmediatamente se aleja de mí.
-Tranquilo, está vez no. -miento para que él no se sienta mal por eso.
-Es bueno saberlo. -sonríe cálidamente, no puedo evitar avanzar y abrazarlo con fuerza.
Desearía que este abrazo durara para siempre.
-¿Jane? -habla Mike separándose un poco para mirarme.
-¿Si?
-¿Por qué tengo un golpe en mi rostro? -pregunta ladeando la cabeza a un lado.
Yo solo puedo sonreír nerviosa y comienzo a sentir un fuerte ardor en mi mano con la que lo golpeé.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro