Jane...
Desde aquel mal momento que pasé con Michael en el cine y el auto, ya no lo volví a ver, eso fue hace dos semanas y las mismas fueron horribles. No he ido a la escuela y apenas pruebo bocado. Mi Estado es tan patético.

No puedes seguir así, estás muy mal y te haces daño a ti misma. -dice Jonathan.

-No me importa.

Que terca, además hace tiempo no sabemos de Mike.

-No quiero saber nada de ese estúpido de cabello pintado.

Mikey sonaba mejor, lo que sucedió fue muy extraño, creo que hay algo más en todo esto.

-Él me hace daño, lo sabes. -murmuro agachado la cabeza.

Lo amas, por lo menos llamarlo para saber cómo está.

-¿Llamarlo? ¡Estoy loca por pensar en eso! -suelto un suspiro me arrojo a la cama boca arriba.

-Además lo amaba. -corrijo.

¡Ja! A mí no me puedes mentir pequeña, soy tú, sé muy bien lo que sientes.

-Okey, tú ganas. -me levanto de la cama y tomo mi celular, marco su número pero no contesta.

-Que extraño.

Tal vez mamá sepa algo. -propone Jonny.

Unos minutos después...

-¡¿Cómo que tuvo un accidente?! -exclamo sorprendida al enterarme de esto.

-Fue hace dos semanas. -comenta mi madre -No te lo dije porque no querías sabe nada de él.

-Ohh... ¿Y cómo está? -pregunto tratando de ocultar mi preocupación.

-Michael salió ileso del accidente pero no estuvo bien porque fue él quien lo causó y lo llevaron a la cárcel. -me explica haciendo que mi corazón palpite aún más rápido.

-¡¿A la cárcel?!

¡¿A la cárcel?!

-Debo ir a ver verlo mamá. -suplico estando muy preocupada.

-Está bien, te llevaré a la prisión en dónde está. -acepta asistiendo.

En la prisión...

-¡¿Cómo que no está aquí?! -exclamo harta dirigiéndome a la secretaria.

-Al joven Michael Clifford se lo llevaron a una clínica psiquiátrica hace unos días. -nos explica.

Vos deberías estar en ese lugar Jane.

-¿Puede darme la dirección de la clínica? -pide mi madre amablemente.

-Claro. -la señora escribe la dirección en un papel y se lo entrega.

-Esto es un mal entendido, hablaré con él. -digo segura.

-No creo que puedas sacarlo de allí señorita. -niega la secretaria.

-¿Por qué no? -pregunto sería cruzándome de brazos.

-Porque está en la clínica por su propia voluntad. -habla haciendo que abra los ojos grandes de la sorpresa.

What?!

-Lo haré. -me propongo y saco a mi mamá de ese lugar para ir a la dirección que esa mujer le entregó.

-No lo entiendo... ¿Por qué ese chico se internó en esa clínica? -Dice mi mamá mientras va conduciendo.

Tampoco lo entiendo.

-No sé, por eso quiero verlo y hablar con él.- contesto pensativa.

Cuando llegamos a ese lugar, preguntamos sobre Michael y allí se encuentra sin duda, pero sólo puede verlo una sola persona por día.

-Ve hija, yo te espero. -habla mi mamá sonriendo.

Yo asiento y sigo a una enfermera que me lleva por unos pasillos hasta llegar a la habitación de Mike. Él no es un paciente peligroso, por eso puede ir de aquí a allá.

-Este joven es muy extraño, los doctores le hicieron varias pruebas y todas salieron bien, no tiene ninguna enfermedad según ellos, le dijimos que podía irse pero insistió en quedarse aquí. -me explica la mujer mientras caminamos por el pasillo.

Guardo silencio mientras nos detenemos frente a una puerta blanca, es como la de los hospitales.

-¿Podría dejarnos un momento a solas? -pregunto cuando abre la puerta. 

-Claro. -me sonríe y luego se dirige a él -Clifford tienes visita.

Yo entro a la habitación y lo veo sentado en la cama, tiene los codos apoyados en las rodillas mientras mira hacia la nada, su cabello es rojo y lleva puesto una camiseta suelta color celeste, pantalones y zapatillas del mismo color.

Se cuidadosa.  -me aconseja Jonathan.

-Mike. -digo y rápidamente él levanta la mirada para mirarme a los ojos.

-Jane ¿C-Cómo me encontraste? -pregunta poniéndose de pie.

-Investigué, supe que tuviste un accidente y quería asegurarme que estuvieras bien. -hablo con una sonrisa.

 -Ohh eso... estoy bien, en serio. -habla agachando la mirada -No tienes idea de cuanto se extrañé. -murmura para si mismo pero logro escucharlo.

-Mike... -hablo y me siento en la cama, él me mira y le indico que se siente a mi lado.

-¿Sí?

-¿Por qué estás en este lugar? -pregunto yendo directamente al asunto.

-Porque es mejor así...

-No, estás bien. No perteneces a este lugar. -digo colocando una mano en su hombro. Michael me mira en silencio y sonríe, extrañaba tanto sus sonrisas.

En un momento, su sonrisa desaparece y me mira preocupado, sin entender nada intento hablar pero él se pone de pie -Debes irte. -dice mirando a un lado.

-¿Qué?

¡Está loco, primero dice que te extraña y ahora te echa a patadas, se merece estar aquí!  -habla Jonny molesto.

-Yo me encargo. -lo tranquilizo -¿Por qué quieres que me vaya? -le pregunto al pelirrojo.

-Solo vete, estoy en este lugar por él.

¿Él?

-¿Quién es él? ¿A quién te refieres? -pregunto estando confundida.

-Escucha... -ahora me mira a los ojos -Él te quiere a vos pero no de la buena manera. -me explica preocupado.

-No lo entiendo.

-Vete. -insiste una vez más.

-¡No! -me niego rotundamente.

-¡Largo! -exclama haciendo que pegue un salto del susto.

-No. -suavizo mi voz al sentir un nudo en mi garganta y mis ojos cristalizarse. Me duele mucho ser rechazada por él.

Michael suelta un pesado suspiro y camina hacia mí rápidamente y a pasos decididos.

¡Cuidado! -me alerta Jonny pero siento como Mike me abraza con cuidado.

-No quiero que te lastime. -murmura negando -Vete antes de que él aparezca. -me suplica.

-¿Quién es él? -pregunto una vez más.

-Él soy yo. -susurra para luego deshacer el abrazo.

Levanto mi mirada y me encuentro con un Michael sonriente pero sonríe de una manera que me da escalofríos, como si fuera un psicópata. Luego siento como mi espalda choca contra la puerta de la habitación con fuerza. 

Él me inmoviliza con su cuerpo y me sujeta con fuerza de la cintura con una mano y con la otra me sostiene mi nuca, me mira por un momento con sus ojos verdes, y luego suelta una risa -Debiste haberle hecho caso a Mikey. -murmura y luego me besa de una manera muy brusca, mordiendo mis labios hasta sangrar.

¡Ese no es Michael, yo tenía razón! Busca ayuda ahora. -me dice Jonathan alterado.

Busco con mi mano derecha el picaporte de a puerta y lo encuentro, ahora Michael está dejándome brutales marcar y mordidas en mi cuello, entonces abro la puerta y caemos hacia atrás, ahí es cuando comienzo a gritar por ayuda ya que él no me suelta.

-¡Ayúdenme! -continúo forcejeando con él hasta que me mira a los ojos y es cuando se sorprende y me suelta rápidamente.

Mi respiración se encuentra agitada al igual que la de Mike, él mira sus manos y las frota -Lo volví a hacer. -dice temblando un poco y luego toma su rostro.

-Mike... -digo mirándolo.

A esto se refería. -dice Jonny haciendo que piense mejor.

-No quiero hacerte daño pero él si. -contesta negando y no me dirige la mirada.

En ese momento, unos tipos de seguridad inmovilizan a Michael ordenándolo que se quede quieto, no era necesario porque no puso resistencia.

-Jane, ¿Estás bien? -me dice mi mamá abrazándome, está muy preocupada.

-S-Sí... -contesto distraída mirando fijamente a Michael, en eso, lo llevan a su habitación y me mira sobre su hombro dedicándome de nuevo esa sonrisa aterradora. 

Oh sí ¡Esta loco! -dice mi conciencia.

-No, debo investigar esto a fondo, conozco a Mike y ese que me atacó NO es él, no es mi Mikey. -me digo.

Ahh... volviste a llamarlo así, sabía que no resistirías. 

-Descubriré lo que sucede. -me propongo estando decidida.