Jane...
Abro mis ojos lentamente y me encuentro con el rostro de Michael, se encuentra dormido.

No te confíes.

-Jonny, sé que no me hará daño. -susurro acurrucándome más.

Lo del cine fue algo raro, pero lo de ahora... tal vez le podemos dar una segunda oportunidad. Dice haciendo que tenga ganas de abrazarlo ¿Cómo abrazas a tu conciencia?
Entonces siento que me observan y es cuando levanto la mirada.
Sí, unos hermosos ojos verdes me están mirando.
-Hola. -murmura sonriendo mientras acaricia mi mejilla con su pulgar.

¡Qué tierno! Pero no te confíes.

-Hola. -respondo pero soy callada porque sus labios están sobre los mío.

¡¡Golpéalo!! Me ordena Jonathan estando a la defensiva.

Yo me tranquilizo al sentir que es un beso dulce, nuestros labios en un compáz lento y tierno.

Todo lindo hasta ahí, pero siento que él coloca una de sus manos en mi cabeza y toma un puñado de mi cabello y lo jala, rápidamente me separo y le doy una cachetada.

-¿Por qué me golpeas? -pregunta en un tono de confusión.

-¡Vos me tiraste del cabello con fuerza! -exclamo molesta, abro la puerta y camino lo que falta para llegar a mi casa.

Es peligroso ¿Por qué hace esas cosas?

-No lo sé pero no quiero volver a verlo. -subo las escaleras y cierro la puerta con todas mis fuerzas.

Mike...
-Vos lo hiciste... -murmuro al darme cuenta de lo que sucede -Yo lo hice...

No debo acercarme a Jane, es por su bien hasta que sepa lo que me sucede.

Sabes muy bien que no lo soportarás, no tienes nada malo. Sólo la amas.

-Si... la amo y por eso debo alejarme de ella. -me digo tomando las llaves de mi auto y comenzando a conducir.

No lo hagas Mike, te arrepentirás de esto.

Tengo mi mirada fija hacia la calle y es cuando me topo con un semáforo en rojo.

Intentó frenar pero el auto no se detiene, al contrario acelera, mi pie está en el acelerador y no puedo quitarlo. Es como si no tuviera control sobre mi propio cuerpo.

Otro auto se acerca a mi derecha y terminó chocando conmigo, el auto choca contra el costado del mío y me arrastra a unos metros.

La coalición me dejó un poco aturdido, sacudo mi cabeza y siento un fuerte dolor en mi ceja, abro la puerta como puedo y caígo al pavimento que se encuentra cubierto de fragmentos de vidrios rotos del parabrisas y de aceite de motor.

Los demás autos se detienen y sus conductores se bajan de ellos para ver con más atención el accidente, gente chismosa, en eso una mujer comienza a gritar que llamen a una ambulancia.

-¿Qué pasó? -me pregunto volteandome y quedando boca arriba en el suelo.

Te dije que te arrepentirás...