Cap. 12
Michael abrió la puerta de una patada haciendo que Elliot se alejara rápidamente de mí.
-¡Elliot, déjala!
-Mike... -susurro intentándo ponerme de pie pero apenas puedo moverme.
Mike se acerca rápidamente y toma el cuello de la camisa de Elliot y lo sostiene contra la pared -¡¿Qué mierda pensabas hacer?! -dice realmente molesto, sus músculos están contraidos y sus puños se aferran a la ropa de su primo.
-Eh... yo... -Elliot no sabe que responder, él fue descubierto con las manos en la masa, mejor dicho en mi.
-Jonathan... -Mika se acerca a él y cuando lo toca algo extraño sucede; siento como si una fuerte corriente recorre mi cuerpo y luego todo se vuelve negro.
Abro los ojos con lentitud y veo que me encuentro en mi cuarto, mi cabeza está dando vueltas y mi cuerpo se siente pesado.
-Ay... ¿Qué me pasó? -balbuséo intentándo levantarme, entonces noto que estoy desnuda -Mierda ¿A dónde se fue mi ropa? -me pregunto jalando las sábanas, me sorprendo ver a Jonny tirado boca abajo en mi cama, bueno no tanto.
(Ya me acuerdo, fue cuando...) -¡No digas nada o dejaré la suela de mi zapatilla estampada en tu tracero!
(¿Por qué la agreción?) -Me fastidiaste mucho esos días.
(Pero debes admitir que fue muy gracioso, nos divertimos mucho con Mike y Mika. Ustedes aprendieron que no es sensillo ser la conciencia de alguien) -Tienes razón... dejá de interrumpirme. -le doy varios golpes para callarlo.
-¿Qué pasó? -pregunta él levantándose, se sienta en la cama y sacude un poco su cabeza -Recuerdo que estabamos en la casa de Elliot y... -abre los ojos grandes al verme sin ropa.
-¡No me mires!-le ordeno mientras sostengo firmemente las sábanas que me cubren.
-Soy tu conciencia ¿Recuerdas? Conozco cada centímetro de tu cuerpo. -dice mientras rasca su cabeza -Creo que Elliot no pudo hacerte nada.
-Claro que no, porque Michael apareció como un héroe para salvarme, jamás olvidaré ese momento. -suspiro sonriendo -Ahí tienes un ejemplo de hombre.
-Lo seguiré... cuando sea un hombre. -reprime una carcajada y se hecha a reír.
-Cállate, quisiera que fueras uno. -hablo seria.
-Creo que me quedaré a dormir un rato, la cama está muy cómoda. -Jonathan se deja caer y sonríe. Miro el reloj que está sobre la mesita de noche y se me hace tarde para ir a la escuela.
-Mejor voy a vestirme para el.colegio, se hace tarde. -digo tomando mi ropa y cubriendo mi desnudez, él levanta la mirada con un expresión de asombro y me doy cuenta de lo que acabo de decir.
-Hey... ese es mi trabajo. -murmura arqueando una ceja -Pero ahora quiero quedarme en la cama. -regresa a su cómoda posición en mi cama.
-¡Vamos, levántate de ahí! -tomo su pie y comienza a jalarlo.
-¡No quiero! -se queja aferrándose a la cabecera.
-¡Jonny! -exclamo molesta, en eso su zapatilla se zafa y caigo al suelo sentada.
-Auch... -digo poniéndome de pie.
-¿Jane? ¿Qué que es ese ruido? -mi mamá entra por la puerta y se queda mirando por un momento -No es nada mamá. -respondo pero al parecer ¿Noo puede oírme o verme?
-¿Quién sos? ¿Qué haces en la habitación de Jane? -pregunta ella mirando a Jonathan.
-¡¿Cómo es que puede verlo?! -exclamo espantada.
-¡Responde o llamo a la policía! -amenaza mi mamá.
-Eh... -Jonny me mira suplicante pidiendo que lo ayude.
-Dile que eres el hijo perdido de la tía Sofía. -digo lo primero que se me ocurre.
-Soy el hijo de la tía Sofía. -responde sonriendo, es una sonrisa de tonto.
-¿El hijo perdido? -pregunta insegura y desconfiada, creo que tiene la escoba detrás de ella, está preparada para hechar a patadas a Jonathan de la casa.
-Repire después de mí... Jane estuvo investigando sobre mí y me encontró, hace poco nos conocimos y me dijo que me podía quedar aquí por un tiempo, mis padres adoptivos decidieron quedarse con mi primita. Es solo por un tiempo. -digo lo primero que se me ocurre.
Él repite todo lo que dije y creo que mi mamá se la creyó -¡No puedo creerlo, entonces eres mi sobrino, estoy muy felíz! -dice tan rápido que casi no puedo entenderla, hasta agraza a Jonathan.
-De hecho te pareces mucho a Jane... eso significa que eres de la familia. -habla mi mami saliendo del cuarto y prometiendo que hará un delicioso desayuno para él.
-Vaya... cree que soy su sobrino. -sonríe él apenado.
-¿Qué fue todo eso? Pudo verte y... a mí no. -murmuro mirando mis manos, entonces me doy cuenta de lo que pasa -Mierda, ahora yo soy vos. -golpeo mi frente con la palma de la mano.
-¡¿Qué?! ¿Cómo que eres yo? -se espanta, tanto que cae de la cama.
-Sí, ahora yo soy una maldita conciencia. No puedo creerlo. -me cruzo de brazos.
-Hey, yo no soy una "maldita concencia" -me corrige Jonathan ofendido.
-Es cierto, ahora eres una persona, vamos a ver que tal te va eso. -sonrío engreidamente.
-¿Crees que a Mike le haya pasado lo mismo? -pregunta curioso arqueando una ceja.
-No sé, vamos a desayunar. -propongo saliendo del cuarto.
Jonathan me sigue impulsado por el rico olor del desayuno -Tengo hambre. -dice desesperado corriendo por las escaleras.
-No recuerdo lo que pasó. -murmuro mientras trato de recordar lo que pasó, pero nada.
-Quiero que me expliques Jonathan ¿Dónde estubiste todo este tiempo? -pregunta mi mamá sentándose en la mesa, frente a él.
-Bueno... -me mira de nuevo -Estube en un hogar adoctivo por un tiempo y luego me adoptaron una pareja de millonarios, crecí, Jane me encontró y ahora estoy aquí. -repite todo lo que le acabo de decir.
-Entonces irás a la escuela ¿No? -supone mi mamá mientras le pone un poco de mermelada a la tostada.
-Sí, ya me preparé y todo. -sonríe Jonny.
-Está bien, yo iré a trabajar. -ella termina su desayuno y toma sus llaves.
-Adiós. -se despise mi nuevo primito teniendo la boca llena.
-Se la creyó. -digo suspirando aliviada.
-¡Soy tu primo! -exclama burlón.
En ese momento me doy cuenta de algo -Mi propia madre se olvidó de mí. -murmuro teniendo los ojos bien abiertos.
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