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Las clases para Anne habían sido demasiado cansadas, prácticamente no había podido dormir muy bien debido a los malditos mareos y nauseas que le ha provocado el embarazo, se sentía devastada, no sabía cuanto más podría soportar, pero está vez había sido demasiado, la noche más odiosa de toda su existencia definitivamente, y no quería que se volviera a repetir, de ninguna manera sería grato que se repitiera.
Casi podía sentir que su cabeza le estaba a punto de estallar, pero debía soportarlo, al menos los trabajos serían para la siguiente semana, esté día descansaría un poco, lo necesitaba demasiado, en verdad lo único que quería era mantenerse encerrada en su habitación, mientras se quedaba dormida y dejaba de lado lo demás, pero por supuesto, tenía que alimentarse antes, no podía ir a dormir con el estomago vació, su cachorro se lo reprocharía si lo hace.
Sus pasos se podían escuchar al igual que de los demás por el pasillo, era tiempo de regresar a casa, seguía su camino pasos calmados, esperando a que los que llevasen más prisa salieran de inmediato, ella ahora no llevaba nada de prisa, y estaba muy exhausta como para querer caminar rápido, así que lo mejor era caminar tranquilamente y evitar los empujones de hombros y esquivar a las personas que se encontraban más adelante que ella.
La próxima semana tendría que ir al medico para poder hacerse un chequeo y saber como iba su pequeño cachorro, además de que seguramente le den una dieta especifica para ayudar a su cachorro a crecer.
Justo cuando estaba cerca de la salida de la universidad, pudo divisar a aquella alfa, no conocía su nombre, pero por lo que veía si que se trataba de un imán de omegas, el solo pensar en eso lo hizo reírse levemente, miro hacía dónde seguía aquella alfa, al parecer no estaba nada interesada en hablar con todos esos omegas que prácticamente se habían acercado a ella con interés, mientras que la amiga de aquella alfa se mantenía conversando con ellos, Anne estaba segura que ni siquiera un ídolo se vería tan enfadada como ella lo estaba.
Anne dejo de sonreír hacía esa dirección al percatarse de que los ojos de la alfa habían conectado su mirada con la suya, y eso si que le había causado escalofríos, trago grueso y apresuró solo un poco más el paso, no quería problemas, ¿qué tal si le había molestado el que la mirase por un par de minutos? Tal vez no debió haberlo hecho, y era mejor escaparse ahora o nunca.
Marcy se quedo extrañada al ver la repentina huida de la omega, pero sin prestar atención a todas las explicaciones que Sasha les estaba dando a todas esas omegas que los estaban prácticamente rodeando, simplemente comenzó a caminar, haciendo que los omegas frente a ella se apartarán de su camino y Sasha dejase de hablar, todos estaban expectantes a lo que Marcy iba a hacer.
- ¡Oye! -grito, Anne sintió que se le había erizado la piel al escuchar esa voz, sabía a quién pertenecía, y por supuesto tenía miedo, ¿acaso le haría algo? ¿Le preguntaría porque lo miraba? ¡Demonios! ¿Qué haría ahora?-. ¿Podemos hablar?
Mierda, Anne se detuvo, la voz estaba demasiado cerca, escucho unos pasos y cuando levanto la mirada la alfa estaba frente a ella, le dedico una pequeña sonrisa, apenas y las comisuras de esos labios rosa pálido se habían levantado.
- Perdona, no debí mirarte.
- Eso no me interesa -menciono la alfa, de inmediato Marcy paso sus manos a los bolsillos de su pantalón, metiendolas y sin dejar de mirar a la omega que parecía estar demasiado cohibida, pudo notar las leves ojeras que yacían bajo sus ojos-, ¿podemos tomar un café y conversar?
- ¿Por qué querrías conversar conmigo? -pregunto Anne extrañada-. Escucha, si es porque te mire por mucho tiempo, lo siento, no debí y..
- Quiero hablar contigo, no me interesa el por qué me haz visto, solo quiero charlar contigo.
- ¿Por qué? -la alfa rodó los ojos, esta omega es más curiosa de lo que pensaba.
- Solo -se encogió de hombros-, no debe haber una razón, se ve que eres una persona agradable, ¿por qué no conversamos?
Anne se sentía demasiado cansada, lo único que quería era irse de inmediato y recostarse en su preciosa cama que tanto lo esperaba con su mullido colchón y esas almohadas tan suaves para abrazarlas.
- Lo siento, pero tengo cosas que hacer.
- Entonces, ¿te parece esté fin de semana?
Esa alfa si que es insistente, y Anne solo quería irse, así que solo soltó un suspiro y asintió, Marcy sonrió al obtener lo que quería, tal vez así le saque un par de cosas de las que está demasiado curiosa por conocer, pues prácticamente tanto la omega como la alfa eran desconocidas una para la otra.
- Entonces será el fin de semana, nos vemos...
- Anne, Anne Boonchuy
- Encantada, Anne Banana, soy Marcy Wu.
La omega dio solo un asentimiento y levanto su mano en señal de despedida. Necesitaba su cama con urgencia.
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