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Sus dedos viajaron hacía dónde anteriormente la marca ya había dejado de ser reforzada, el ligero temblor de sus propios dedos sobre su piel lo hacía sentir mal, Anne sabía que con el paso de los meses y posiblemente años, lograría olvidar por completo el dolor, o por lo menos ir encerrándolo en una caja dentro suyo, una que jamás podría ser vuelta a abrir más que por ella.
Sería difícil, pero nada era imposible, dejo de tocarla, todavía no desaparecía por completo y sabía que no pasaría por completo, después de todo la posibilidad de que deje que Marcy le marcase estaba más que considerada.
Sintió sus mejillas sonrojar al pensar en eso, ¿dejar que otra alfa la marcará? Al principio pensaba que eso no sería posible, lo había escuchado en muchas ocasiones, ningún alfa quiere a una omega que ya ha sido marcado y dejado por su alfa. Por supuesto, Marcy era todo lo contrario, a ella no le interesaban esas cosas, se había acercado a ella de forma tan natural que le encanto.
La necesidad de rechazarla de por medio estaba en su cabeza por el simple hecho de querer que lo dejase en paz y que no se decepcionara de ella con solo enterarse de la gran noticia, pero no fue así, Marcy insistió, y lo hizo con fuerza, quería estar con ella, y no mentía al respecto, ella quería hacerlo feliz y se lo proponía de inmediato.
Y debía admitir que lo estaba logrando, han pasado ya casi cinco meses y... no puede evitar sentir alegría de tener a la alfa a su lado, le gusta que esté con ella, le encanta que la mayoría del tiempo se preocupe por ella, le gusta estar acompañada y saber que tiene su total apoyo, algo que su anterior alfa jamás le había brindado.
Por más que Anne no quería ilusionar a su ya roto corazón de que posiblemente se esté enamorando de nuevo, no puede evitarlo, Marcy es un alfa ejemplar y a ella le hubiera gustado que por lo menos encontrase a una omega que fuera mejor para ella, sentía que era poco para Marcy, le hubiera gustado conocer a la alfa en otras circunstancias.
Acaricio su vientre despacio y con suaves movimientos, debía admitir que esto del embarazo era demasiado para ella, pero estaba feliz, ya quería saber el momento en que vería a su cachorro y así poder tenerlo entre sus brazos y brindarle mucho cariño y felicidad, es lo que más quería en esté mundo.
Su teléfono móvil comenzó a sonar, con una de sus manos sin dejar que la otra dejase de darle caricias a su abultado vientre, agarro el aparato en sus manos y contesto.
- Marcy...
- ¡Anne Banana! ¿Cómo te encuentras? -sonrió al escuchar la pregunta hecha por el alfa.
- Bien -soltó un pequeño bostezo-, un poco cansada, pero estoy bien.
- Me alegro mucho -carraspeo la garganta haciendo que Anne prestase más atención-, prepárate, en unos días te tengo una sorpresa preparada.
Anne sonrió al escuchar eso, Marcy se escuchaba muy animada del otro lado de la línea, y seguramente la sorpresa que le tiene preparada es una que sabe que le hará feliz, lo presiente muy bien.
- ¿De verdad? -Marcy hizo un sonido afirmando-. Pero Marcy, no creo sentirme con ánimos de eso.
- Habrá comida y no te haré caminar mucho -canturreo para animar a la omega, Anne rodó los ojos divertida, aunque sabía que Marcy no podía verlo-. ¿Aceptas?
- Bien, acepto.
- ¡Fabuloso!
Y la llamada había terminado, dejando a Anne con muchas dudas de lo que sería la posible sorpresa que Marcy le daría, había muchas posibilidades, y tal vez algunas que ni siquiera ella puede llegar a imaginar.
Aquí pondré una pista de que libro publicare próximamente uwu
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